El Problema de Maximizacion de Ganancias Desde La Perspectiva Marxista
El Problema de Maximizacion de Ganancias Desde La Perspectiva Marxista
El Problema de Maximizacion de Ganancias Desde La Perspectiva Marxista
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Una vez que la diferencia cuantitativa entre inversión e ingresos se vuelve el objetivo esencial del
intercambio, el dinero en ambos polos del proceso –inversión e ingresos– deja de funcionar como
medio para el intercambio, ni los elementos utilizados dejan de actuar como meras cosas para
producir otras, sino que todas funcionan como una pieza conjunta en un proceso cuantitativo
expansivo infinito de generación de ganancias, es decir, conceptualiza el capital como un proceso
donde cada una de sus manifestaciones funciona como capital (Marx, 1995).
El proceso de expansión de valor –capital (Harvey, 2006: 20-21)– en su forma de monetaria
indispensable es el lugar teórico para la maximización de ganancias. La naturaleza intrínseca del
capital es el carácter expansivo de este proceso, el cual se explica de manera exacta por la fórmula
general del capital:
𝑀𝑡 − (𝑄) − 𝐴 − (𝑄′ ) − 𝑆 − 𝑀𝑡+1 (𝑀 + 𝛱) → 𝑀𝑡+1 …
El capital es el proceso que comienza con 𝑀𝑡 y termina con 𝑀𝑡+1 , comenzando de nuevo usando
𝑀𝑡+1 como el nuevo principio. El capital no es visto como una cosa sino como un proceso
dinámico constituido por diferentes etapas. La primera etapa es la inversión, cuando cierta cantidad
de capital-dinero (𝑀𝑡 ) es utilizado para comprar fuerza de trabajo y medios de producción (Q). En
la segunda etapa, la fuerza de trabajo y los medios de producción son utilizados para generar un
producto o proveer un servicio que contiene un excedente (Q’). El producto o servicio avanza a la
etapa de venta (S) donde la inversión y la ganancia son recibidas (𝑀 + 𝛱). La inversión y las
ganancias se convierten en el nuevo capital-dinero, listo para repetir el proceso y generar una
cantidad mayor de dinero otra vez.
El circuito de capital-dinero muestra que las ganancias (𝛱) son el componente que une todo el
proceso. Las ganancias no son un fin en sí mismo sino un medio para obtener más ganancias, lo
cual conduce al objetivo sin fin de perpetuar el proceso en un nivel cuantitativo más grande que
antes. La importancia de las ganancias en tal proceso reside en dos cosas: 1) permite reproducir el
proceso, y 2) permite incrementar el nivel en el que se desenvuelve dicho proceso. Las ganancias
determinan la reproducción del sistema y el tamaño de las ganancias determina la escala de la
expansión de tal proceso. El proceso se detiene si las ganancias no existen y consecuentemente el
capital se ve comprometido, por ello las ganancias son una condición necesaria para el capital. Por
tanto, la búsqueda de ganancias y particularmente de ganancias máximas es la naturaleza inherente
de la actividad de cualquier capitalista.
Aun cuando la naturaleza del capital es útil para entender la maximización de ganancias en primera
instancia, no es suficiente entender a profundidad porque no existe tal cosa como un capital global
que conjunte a todos los capitales individuales y maximice las ganancias totales. Sin embargo, los
capitales individuales no maximizan ganancias de manera abstracta, sino que sólo lo hacen en
contextos específicas. Aquí llegamos a una cuestión metodológica sobre cómo modelar la
maximización de ganancias, la cual será analizada brevemente.
1) Comentarios metodológicos sobre la perspectiva de la maximización de ganancias
Sobre la incorporación de modelos que fortalezcan la teoría marxista existen dos corrientes
opuestas que fallan por exceso o por defecto en sus propuestas metodológicas. Por un lado, una
2
fracción del marxismo analítico considera realizar una reconstitución entera de la economía
marxista basada en el individualismo metodológico. Del otro lado, un grupo de marxistas
“ortodoxos” defienden la ‘lógica del capital’ y de los supra-individuos como base metodológica.
Los primeros pretenden reducir los resultados sociales al comportamiento individual y usar los
modelos neoclásicos de manera acrítica (principalmente la elección racional y el equilibrio
Walrasiano), mientras que los segundos menosprecian el comportamiento individual y lo reducen
los modelos supra-individuales como la única manera de modelar la teoría. Respecto a la
maximización de ganancias, el individualismo metodológico reduce tal comportamiento a deseos
“humanos” internos y la agregación de individuos maximizadores dan lugar a los mercados y a la
competencia; mientras que desde la lógica del capital, la maximización de ganancias únicamente
puede entenderse como la maximización del capital social total porque tal comportamiento se
deduce directamente de la naturaleza del capital. Nosotros pensamos que una alternativa centrista
es posible y que esta debe ser la base para incorporar el problema de maximización de ganancias
a la teoría economista marxista.
Alternativa metodológica centrista
La teoría marxista destaca por su carácter social e histórico. La teoría marxista estudia las
formaciones sociales y la teoría económica marxista estudia su base material. Los modos de
producción (Althusser y Balibar, 200). Las formaciones sociales son sistemas históricos auto-
producibles basados en relaciones de producción con sus propias leyes de movimiento y
sostenimiento. Aquellas leyes no dependen de la consciencia o deseos individuales, sino que
recaen en las relaciones sociales que definen el modo de producción.1 Sin embargo, el
funcionamiento concreto del sistema es realizado por individuos, solos o en grupos (clases,
subclases, instituciones). El funcionamiento sistémico ocurre por las acciones individuales, las
cuales se encuentran condicionadas por leyes sociohistóricas del modo de producción pero también
hacen que se cumplan. Tales acciones provocan cambios en la sociedad aun cuando dichos
cambios no pueden alterar las características esenciales del modo de producción. La maximización
de ganancias no es un comportamiento abstracto seguido por un agente abstracto/irreal, sino es el
comportamiento de las empresas para reproducir su posición en las sociedades capitalistas y
también de la sociedad capitalista como un todo. El método de Marx en El Capital consta de cuatro
partes: (1) identificación de los fundamentos del modo de producción, (2) análisis de las
condiciones de existencia de tales fundamentos, (3) análisis de las actividades sociales específicas
que aseguran tales condiciones de existencia y (4) consideración de los aspectos contradictorios
de esas actividades, particularmente cómo provocan cambios en el ambiente social e institucional
(Goldstein, 1986 y 2006). El método centrista metodológico de “microfundación” para la
maximización de ganancias radica en una comprensión de que los “motivos personales de los
individuos, sus acciones, etc…están colocados simultáneamente en el contexto de las estructuras
y relaciones sociales más amplias que las envuelven, al igual que, por otro lado, las estructuras
sociales se examinan en conexión con las motivaciones y acciones humanas que las constituyen”
1
El comportamiento de los individuos no es la causa de las leyes sociohistóricas, por lo contrario, las leyes
sociohistóricas son la causa del comportamiento individual (Lebowtiz, 1988: 194-195).
3
(Lysandrou, 1996: 583). Nuestra postura se explicaría mejor como el estudio dialéctico de las
relaciones contradictoras entre los fundamentos sociohistóricos y las acciones individuales.
Esta alternativa centrista es consistente con los elementos clave, del segundo al quinto, de la
posición moderada de Goldstein (2006: 573): (2) reconocimiento de que los modelos micro
neoclásicos son un paradigma específico; (3) la existencia de un método marxista único que se
enfoca en la naturaleza potencialmente contradictoria de las interacciones sociales puede
incorporarse en modelos de comportamiento individual; (4) un llamado a la flexibilidad y realismo
en los modelos, y (5) la primacía conjunta de y determinación mutua entre los niveles micro y
macro. Respecto al primer elemento clave de la postura de Goldstein (ibid.) concordamos en la
posición anti-reduccionista/holista, pero no concordamos en la “micro reducción en general”.
Consideramos indispensable escapar de la conceptualización ‘micro’ y ‘macro’ porque tal división
es un paradigma específico de la teoría neoclásica. Pensamos que la conceptualización de
Goldstein (2006: 571) de los “microfundamentos de la estructura macroeconómica/social” no es
compatible con la teoría marxista precisamente por el resto de los elementos clave que él menciona.
Debemos ubicar el lugar adecuado de cada modelo dentro del marco marxista porque el mismo
estudio de los fundamentos del modo de producción capitalista consiste en encontrar las relaciones
dialécticas entre las relaciones sociales de producción y sus resultados de una manera evolutiva
que excluye basar lo micro en lo macro o viceversa.
Sostenemos que el debate alrededor de la ‘microfundación’ es un falso debate cuyos orígenes se
encuentran en la perspectiva superficial de la siempre presente mentalidad “humanista” en la
economía donde el individuo (homo oeconomicus) y su caracterización ideológica se ubica como
el sujeto central en la economía.2 Los primeros marginalistas (principalmente Jevons y Menger),
posteriormente adoptados por la teoría neoclásica, desaparecieron a la sociedad de la economía y
la convirtieron en una conceptualización ideológica donde el objeto de estudio es el individuo. Y
esa transformación fue la que realmente provocó el todavía presente debate sobre las
microfundaciones de la macroeconomía. Debido a que la teoría neoclásica adoptó el
comportamiento ahistórico y asocial humano como el objeto de estudio, se condenó a perderse en
un dilema inexistente. La teoría neoclásica no es capaz de proporcionar una fundación
microeconómica para la macroeconomía porque la sociedad, como un sistema histórico
determinado, no existe (la macroeconomía es la mera agregación de individuos). La teoría
neoclásica deposita su cientificidad en la microeconomía como el estudio del comportamiento de
los individuos, pero después requiere duplicar tal estudio para un grupo de individuos para
conformar la macroeconomía. Pero esto es imposible porque “este es un caso específico de los
límites del individualismo metodológico. Una vez que uno comienza con una lógica
microindividual, la única manera de llegar al nivel social es por la agregación de unidades
individuales” (Carchedi, 1989: 106). “El individualismo metodológico no puede explicar ni las
regularidades socioeconómicas (leyes) ni las formaciones y cambios históricos.” (Carchedi, 1995:
18).
2
Creemos que este es el motivo por el que Marx enfatizó en las estructuras sociohistóricas pero los marxistas
ortodoxos extralimitaron la intención real de Marx al punto de desaparecer a los individuos.
4
Pereira y Lima (1996) afirman correctamente la irreductibilidad de lo macro a la microeconomía.
Sin embargo, se insertan en el falso debate de realizar la macrofundación de la microeconomía, así
como la microfundacion de la macroeconomía, siendo ambas innecesarias. La causa de este falso
debate radica en la omisión o inatención a la evolución histórica de la economía. La división entre
microeconomía y macroeconomía sólo fue posible hasta que el homo oeconomicus se convirtió en
el principio fundacional de una nueva manera de entender todos los estudios económicos. Los
economistas clásicos, como Smith y Ricardo, nunca establecieron al “hombre económico” como
el principio explicativo de los eventos reales.3 Los economistas clásicos pensaban en términos de
procesos globales (por ejemplo, producción, circulación, consumo). Esta es una diferencia crucial
porque antes de la redefinición de la economía en términos de una racionalidad “humana”, la
racionalidad pertenecía a la cadena de procesos globales.
La economía contemporánea explica todo en términos de la racionalidad “humana”; sin importar
que esa racionalidad sea individual o agregada. En la economía contemporánea el espacio de
conceptualización es el mismo: fundando toda la economía en una racionalidad axiomática tomada
de un sujeto no existe (ahistórico y asocial).4 Por tanto, es posible para los economistas
contemporáneos pensar en la microfundación de la macroeconomía o la macrofundación de la
microeconomía sin percatarse que el dilema nunca existió porque si estudiamos la relación
dialéctica real entre los fundamentos sociohistóricos y el comportamiento individual, entonces la
racionalidad no es el principio, sino el resultado.
La alternativa metodológica centrista que proponemos es en realidad lo que hizo Marx. Marx dio
a la economía su fundamento sin importar una racionalidad porque para que la economía sea una
ciencia social (y por ello una ciencia histórica) una ‘racionalidad’ no puede ser el principio
ontológico de los estudios económicos. Al contrario, las racionalidades son el resultado de la
relación dialéctica entre los fundamentos sociohistóricos y los comportamientos individuales. La
teoría económica marxista se ubica fuera del falso debate microeconomía-macroeconomía, razón
por la cual es capaz de explicar las racionalidades conforme a las relaciones económicas
sociohistóricas en el modo de producción, así como ubicar a cada sujeto en la cadena de procesos
globales estudiada por los economistas clásicos. Por ejemplo, la racionalidad de los capitalistas es
diferente a la racionalidad de los proletarios debido a su lugar en el modo de producción capitalista.
También, dentro de las racionalidades capitalistas, los capitalistas productivos son diferentes a los
3
Esta revolución hizo de la economía una ciencia humana. Las ciencias humanas (Foucault, 1994: 375-422) son una
antropologización de los estudios en los intersticios de lo matematizable y la filosofía, donde todo lo que se estudio
es dirigido hacia la racionalidad del hombre. Las ciencias humanas no son “ciencias falsas” sino que “no son ciencias
siquiera” (Foucault, 1994: 400). El pensamiento neoclásico de la economía encaja perfectamente con la
caracterización de Foucault de las ciencias humanas en el sentido de que asume la racionalidad ‘humana’ en el
capitalismo como la racionalidad natural de todos los humanos en cualquier tiempo y en todas las circunstancias.
4
Las ciencias humanas están estructuradas de tal manera en que siempre son una duplicación de sí mismas. De hecho,
gran parte del conocimiento que surge de las problematizaciones neoclásicas no es más que duplicaciones de su
conocimiento previo. Por ejemplo, el debate de la microfundación de la macroeconomía busca duplicar la
microeconomía a un nivel agregado para representar a la sociedad como un hombre económico colectivo (el agente
representativo no es un accidente o una mera simplificación matemática) y la economía conductual es una duplicación
de la microeconomía en la búsqueda infinita por el hombre económico verdadero.
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capitalistas comerciales o financieros porque cada uno ocupa un lugar distinto en los procesos
económicos globales de producción, circulación e inversión.
En suma, el marco sociohistórico determina el comportamiento individual y podemos abstraer tal
comportamiento como la conducta general del capital. Sin embargo, este ‘capital’ es una
abstracción, el sujeto real que actúa son las empresas individuales y lo hacen en contextos
específicos. Para modelar la maximización de ganancias de manera realista debemos hacerlo
conforme a las estructuras sociales que la envuelven. No es posible modelar la maximización de
ganancias sin explicar el ambiente de su comportamiento porque “la característica destacada en el
análisis de Marx es que la competencia es un concepto derivado y no el punto de partida del
análisis” (Tsoulfidis, 2015: 21).
Concordamos con Goldstein (2006: 575) en que “el problema con los modelos teóricos neoclásicos
de la elección no es que asumen que los individuos son agentes racionales, sino que estos modelos
no representan realistamente el ambiente que moldea las decisiones optimas de los agentes”, pero
la cuestión va más allá. Un paso metodológico previo es la definición de los conceptos y una
explicación profunda entre ellos sin referencia a un modelo –general o particular–, después un
modelo sin fallas que represente de manera perfecta el ambiente se vuelve posible. Diferente al
resto de las teorías, los conceptos económicos marxistas no dependen de un modelo o de los
supuestos del modelo, o de cuán realista es el modelo. Para la teoría económica marxista los
modelos son una entre las múltiples posibles acciones a tomar después de cruzar el umbral de
formalización (Foucault, 1972: 187) con el propósito de explicar cómo funcionan las cosas en el
mundo concreto.
La economía contemporánea se apresuró a ser formalizada matemáticamente sin antes evaluar el
grado de desarrollo conceptual y explicativo. Muchos modelos económicos son creados sin
pertenecer a un cuerpo teórico, sino al revés, los economistas intentan construir su teoría desde
esos diseños. Pero, para cualquier ciencia, la teorización es previa a la formalización. El
conocimiento lógico consistente que define los conceptos involucrados en los modelos es previo a
su instrumentación. La teoría económica marxista, en este sentido, se ubica en un punto ventajoso
porque tiene leyes sociohistóricas (por ejemplo, ley del valor, determinación de precios, la ley de
la acumulación de capital, la tendencia decreciente de la tasa de ganancia) que no dependen de un
modelo en particular. Por ejemplo, Marx demostró que las ganancias únicamente pueden
explicarse como salidas de la esfera de producción, como la expresión monetaria del plustrabajo y
él también explica las ganancias extraordinarias como transferencias de tiempo de trabajo entre
productores conforme a su eficiencia individual a comparación con la eficiencia social promedio.
La economía contemporánea tiende a diseñar modelos que interrelacionan las ganancias y las
operativizan, pero no tienen significado alguno fuera del modelo porque no son un concepto
teórico construido previamente. El problema de maximización de ganancias puede ser utilizado
como una herramienta para construir modelos para determinar la demanda de factores de
producción y los efectos de los cambios en la tecnología sobre ellos, cómo se forma una única tasa
de ganancia dentro de una rama económica, cómo la competencia moldea las decisiones de las
empresas, etc., pero sin perder de vista los fundamentales de la teoría económica marxista (ver
secciones a-d en la subsección 2.1).
6
Además, como “los métodos en sí mismos no son neutrales” (Naples, 1995: 5), debe quedar claro
que formular un problema de maximización de ganancias, como cualquier herramienta, sólo debe
ser utilizado si no contradice la teoría y si prueba ser útil para dicha teoría. El problema de
maximización de ganancias, distinto a la metodología del equilibrio, u otras, no contradice la teoría
marxista, ni la perspectiva marxista. Por el contrario, permite desarrollar e ilustrar la teoría, por lo
que proponemos que la economía marxista aproveche sus ventajas para sus propios objetivos
teóricos. Segundo, aun cuando la representación matemática permite representar la conducta
individual de maximización de ganancias y ayuda a tener un entendimiento más profundo de la
dinámica económica, no sustituye la explicación teórica previa.
También concordamos con Goldstein (2006: 571) que debemos buscar realizar una integración
formal que “endogeneice las variables micro exógenas en modelos económicos amplios con la
consideración de efectos de retroalimentación sobre los resultados micro” y que tal proceso de
formación de modelos debe ser realista (ibid..: 575). Pero también debemos salirnos del paradigma
metodológico de la teoría neoclásica de encontrar las racionalidades micro para fundar los estudios
macro o viceversa y dejar de perfeccionar los modelos sin referencia a un cuerpo teórico previo, y
regresar a la metodología de Marx. Al hacerlo, las cuestiones de nuestra alternativa metodológica
centrista sobre las cuales se basa el problema de maximización de ganancia son: 1) dónde ubicar
el problema de maximización de ganancias dentro de la teoría económica marxista (subsección
1.2); y 2) cómo modelar de manera realista la maximización de ganancias para ilustrar tal proceso
(sección 2).
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enemigos. La estructura de mercado intrínseca al modo de producción capitalista obliga a que las
empresas compitan (Carchedi, 1995: 2).
La competencia provee el mecanismo que obliga a las empresas a maximizar ganancias. Las
empresas deben generar cierto nivel de ganancias para permanecer en el mercado (Tsoulfidis,
2015: 21), así que adoptan este objetivo de manera pasiva. Sin embargo, la competencia no sólo
opera de manera pasiva, sino también activa. La competencia provee la posibilidad de obtener más
ganancias de las que generan mediante transferencias “invisibles” que ocurren a través de la
determinación de precios en el mercado. Debido a que el precio en el mercado está determinado
por la competencia entre empresas, aquellas cuyo precio de costo unitario (UPC) sea mejor que el
previo unitario de venta (USP) recibirá transferencias de ganancia de aquellas cuyo UPC es mayor
que el USP. Los capitales individuales (o empresas), debido a su naturaleza, buscan tener mayores
ganancias porque también buscan tener mayores ganancias que sus competidores para recibir
ganancias extraordinarias (Mandel, 1978).
Carchedi (1995) explica los precios de mercado que no son de equilibrio “dentro del marco de un
proceso general de formación de todos los precios de mercado” donde la estructura de la oferta
determina la estructura de la demanda, la cual determina la estructura de los precios, que a su vez
determinan una nueva estructura de oferta, y así sucesivamente. La maximización de ganancias se
ubica en todos los puntos de conexión entre las estructuras de demanda, precios y oferta. Las
empresas maximizan ganancias constreñidas por las estructuras dadas, pero a través de la
maximización ellas buscan también cambiar cada estructura. Por esta razón, las empresas no sólo
quieren maximizar ganancias. Las empresas tienen múltiples objetivos, sin embargo la
maximización de ganancias los unifica a todos. Las empresas también buscan mantener una cuota
de mercado alta, invertir más que la competencia, invertir en investigación y desarrollo, realizar
avances tecnológicos, mejorar su operación, reducir sus pagos de impuestos, etc. pero todos estos
objetivos no tienen significado alguno sin referencia a las ganancias. Las empresas invierten más
para bloquear a los competidores y mantener sus márgenes de rentabilidad, buscan mantener una
cuota de mercado alta para tener un mayor impacto en la determinación del precio y controlar la
rentabilidad, realizan avances tecnológicos y mejoran su operación para reducir costos y por
consiguiente aumentar ganancias, etc. Al final, todos los propósitos son un medio intermedio para
obtener más ganancias o están intrínsecamente relacionados con la maximización de ganancias.
La maximización de ganancias dentro de la competencia intra-sectorial se ubica en los puntos de
conexión entre las estructuras de oferta, demanda y precios. Las empresas buscan modificar esas
estructuras para ajustar sus posibilidades de maximizar ganancias. Debido a que las empresas
actúan dentro de estas estructuras, su maximización de ganancias no es el proceso de encontrar un
punto óptimo ‘global’, sino puntos óptimos ‘locales’ posibles en un ambiente limitado. Son dos
los límites generales a sus objetivos de maximización. Primero, el capital-dinero disponible para
invertir y segundo, la tecnología (que determina la combinación de trabajo y medios de
producción). No obstante, las empresas pueden encontrar muchos otros límites dentro de la
competencia intra-sectorial conforme a la configuración de las estructuras de oferta, demanda y
precios.
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3. Problema de maximización de ganancias
En esta sección proponemos el problema de maximización de ganancias más básico y general que
es posible, con el propósito de hacer de este modelo una herramienta seminal para ser usado en
múltiples áreas de investigación. Diseñamos el problema para ser directamente comparable con la
formulación tradicional de la teoría neoclásica, lo cual simplifica la crítica. 5 Aun cuando los
aspectos generales son válidos para todo tipo de empresas, debería considerarse válido únicamente
para una empresa de producción genérica.
El problema de maximización que presentamos es el más básico por dos motivos: 1) la estructura
de oferta está dada, por tanto la empresa toma los precios como dados6, y 2) la empresa no toma
en cuenta la demanda en su decisión. Estas simplificaciones transforman el problema de
maximización en uno estático y lo ubica en un único momento de la dinámica previamente
explicada. Sin embargo, elegimos este marco como la exposición inicial más conveniente para
identificar dónde podría ser útil esta herramienta para enriquecer la investigación futura en otras
áreas. Además, esto reduce el problema a uno donde la reproducción simple prevalece dado que
no hay cambio tecnológico o de la estructura de costos. Gracias a estas simplificaciones
estrechamos el campo de acción de las empresas, permitiéndoles únicamente maximizar ganancias
a través de dos vías: 1) teniendo la mayor cantidad de producto (q) posible (con certeza venderán
los bienes) 7 o 2) teniendo el precio de costo más bajo posible, equivalente a adelantar la menor
cantidad de capital-dinero. Ambas vías implican que las empresas tienen el UPC más bajo posible.
Esto es cierto porque el UPC es el cociente entre el capital-dinero invertido y el producto (𝑀/𝑞),
por tanto, teniendo el numerador más pequeño o el denominador más grande asegura tener el UPC
más bajo para competir. Por tanto, el comportamiento de los capitales individuales puede
expresarse matemáticamente con un problema de maximización de ganancias o su dual (problema
de minimización de costos).
Únicamente plantearemos el problema con una función de producción lineal donde se utiliza el
trabajo y un producto intermedio para obtener un producto final. La razón de un único medio de
producción brindará la ventaja de observar los resultados tanto analítica como gráficamente. Todas
las variables deben tener un subíndice indicando la empresa individual y un superíndice indicando
que la empresa pertenece a un sector, no obstante, omitiremos esto por simplicidad. Únicamente
los usaremos para distinguir entre productos y precios del bien intermedio o final.
5
Apropiarse de las herramientas adecuadas de la economía neoclásica e integrarlas al marco económico marxista en
un nivel superior también es una estrategia útil para ganar en la batalla teórica, tanto para desarrollar la teoría como
para llegar a los estudiantes y académicos.
6
Los precios de venta son los precios de mercado reales (Giussani, 1995) o por razones teóricas pueden considerarse
como los precios de producción entendidos como valores sociales tendenciales (Carchedi, 1995; Carchedi y de Haan,
1995). Para este último caso, un precio de venta unitario sería el cociente entre el precio de producción (como nivel)
de la rama y el producto total de todas las empresas en la rama.
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Si los precios dados son los precios de producción, el problema de maximización de ganancias también se vuelve un
problema de cuota de mercado. La cuota de mercado más grande implica alterar el precio de producción unitario para
ajustarse al valor tendencial de la empresa dominante (que establece el precio).
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1) Planteando el problema
La función objetivo para la empresa son las ganancias (ingreso total menos costos totales). Las
variables de decisión son la cantidad de fuerza de trabajo a contratar y la cantidad de medios de
producción a ser transformados. El ingreso total es la multiplicación entre el producto final (𝑞𝑓 )
generado por la empresa y su precio unitario (𝑝𝑓 ). La empresa genérica produce el producto final
utilizando un único tipo de fuerza de trabajo (L) y un único medio de producción como bien
𝑎𝑞𝑖 +𝑏𝐿
intermedio (𝑞𝑖 ): 𝑞𝑓 = [ ] (Hdez. y Deytha, 2014). En el óptimo 𝑎𝑞𝑖 = 𝑏𝐿, por lo que el 2 en
2
el denominador se cancela y, consecuentemente, el producto óptimo puede expresarse ya sea en
términos de trabajo o medios de producción: 𝑞𝑓∗ = 𝑏𝐿 = 𝑎𝑞𝑖 . Este tipo de función de producción
fraccionaria obliga a que la fuerza de trabajo y el producto intermedio deben ser estrictamente
positivos, de otro modo el producto estaría ‘incompleto’ a causa del 2 en el denominador.
La fuerza de trabajo es la multiplicación entre los trabajadores contratos y su gasto individual de
fuerza de trabajo homogénea. La fuerza de trabajo es contratada pagando un salario por hora (w)8
y el producto intermedio tiene un precio unitario dado ()𝑝𝑖 .
Debido a que las empresas actúan en un ambiente restringido por las estructuras de demanda, oferta
y precios, este problema realista presenta dos restricciones. La primera es el capital-dinero
disponible (M), el cual debe ser mayor o igual a los costos totales (𝑀 ≥ 𝑤𝐿 + 𝑝𝑖 𝑞𝑖 ). La segunda
restricción es una tecnología dada (productividad del trabajo (b) y la eficacia de los medios de
producción (a), es decir, cuántas unidades de la mercancía intermedia se requieren para producir
una unidad de la mercancía final), la cual define la composición técnica de la empresa, cociente
entre los medios de producción y la fuerza de trabajo (𝑇𝐶 = 𝑞𝑖 /𝐿) (Saad-Filho, 1993: 130-131).
La tecnología determina la composición técnica porque el cociente de productividades determina
el cociente fijo en que se deben combinar la fuerza de trabajo y el bien intermedio, por lo que la
segunda restricción es: 𝑏/𝑎 ≥ 𝑞𝑖 /𝐿; 𝐿 ≠ 0. La conjunción de la función de producción y la
relación entre tecnología y composición técnica determina que la fuerza de trabajo y los medios
de producción deben ser estrictamente positivos y siempre deben ser utilizados en alguna
combinación, por tanto las soluciones esquinas no son posibles para este problema de
maximización de ganancias.
El modelo se expresa por el siguiente problema de optimización:
max 𝜋 = 𝑝𝑓 − 𝑤𝐿 − 𝑝𝑖 𝑞𝑖 ; 𝑠. 𝑎. 𝑀 ≥ 𝑤𝑙 + 𝑝𝑖 𝑞𝑖 , 𝑏/𝑎 ≥ 𝑞𝑖 /𝐿
{𝐿,𝑞𝑖 }
8
Este es un salario monetario determinado por el contrato negociado entre trabajadores y capitalistas en el periodo
previo y aplica para todo el proceso de producción.
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Por tanto, tenemos cuatro primeras condiciones de primer orden (CPO) para resolver el problema:
𝜕ℒ 𝑝𝑓 𝑏 𝑞𝑖
: − 𝑤 − 𝜆1 𝑤 + 𝜆2 2 ≤ 0 (Condición de primer orden para la fuerza de trabajo)
𝜕𝐿 2 𝐿
𝜕ℒ 𝑝𝑓 𝑎 1
: − 𝜆1 𝑝𝑖 − 𝜆2 ≤ 0 (Condición de primer orden para los medios de producción)
𝜕𝑞𝑖 2 𝐿
𝜕ℒ (Condición de primer orden para el primer multiplicador
: 𝑀 − 𝑤𝐿 − 𝑝𝑖 𝑞𝑖 ≤ 0
𝜕𝜆1 lagrangiano)
𝜕ℒ 𝑏 𝑞𝑖 (Condición de primer orden para el segundo multiplicador
: − ≤0
𝜕𝜆2 𝑎 𝐿 lagrangiano)
La simplicidad del problema permite derivar fácilmente la solución del problema de optimización
con las últimas CPO. Despejando los medios de producción de la CPO para 𝜆2 y sustituyéndolo
en la CPO de 𝜆1 y resolviendo para la fuerza de trabajo obtenemos la demanda óptima por fuerza
𝑀𝑎 𝑀𝑏
de trabajo: 𝐿∗ = 𝑎𝑞+𝑏𝑝 , por lo que la demanda optima por el bien intermedio es 𝑞𝑖∗ = 𝑎𝑞+𝑏𝑝 . El
𝑖 𝑖
𝑀𝑎𝑏
producto optimo es 𝑞𝑓∗ = 𝑎𝑞+𝑏𝑝 y consecuentemente las ganancias máximas son:
𝑖
𝑝 𝑎𝑏
𝑓
𝜋 ∗ = 𝑀 [𝑎𝑤+𝑏𝑝 − 1].
𝑖
Ahora, para estar seguros de que la solución obtenida es un máximo debemos corroborarlo con las
condiciones suficientes de segundo orden, las cuales implican que para una solución 𝐿∗ , 𝑞𝑖∗ , 𝜆1 ∗ ,
𝜆2 ∗ y para un punto crítico del problema máximo, los mínimos principales del Hessiano orlado
0 0 −𝑀𝐿 −𝑀𝑞𝑖
0 0 −𝑇𝐶𝐿 −𝑇𝐶𝑞𝑖
̅| =
|𝐻
−𝑀𝐿 −𝑇𝐶𝐿 𝜋𝐿𝐿 𝜋𝐿𝑞𝑖
(−𝑀𝑞𝑖 −𝑇𝐶𝑞𝑖 𝜋 𝑞𝑖 𝐿 𝜋 𝑞𝑖 𝑞𝑖 )
debe alternar en signo, es decir, el signo de |𝐻 ̅ |𝑚+1 siendo que (−1)𝑚+1 , donde m es el número
de restricciones, en este caso 𝑚 = 2 con todas las derivadas evaluadas con los valores críticos
solución 𝐿∗ , 𝑞𝑖∗ , 𝜆1 ∗ , 𝜆2 ∗ , entonces la magnitud de la ganancia obtenida con seguridad es un
máximo. Comprobamos esta condición al expandir el determinante:
2 2 2
|𝐻2 | = |𝐻| = 𝑀𝐿 𝑇𝐶𝑞𝑖 − 2𝑀𝐿 𝑀𝑞𝑖 𝑇𝐶𝐿 𝑇𝐶𝑞𝑖 + 𝑀𝑞𝑖 + 𝑇𝐶𝐿 . 2
Ahora, debido a que nuestras restricciones son: 𝑤𝑙 + 𝑝𝑖 𝑞𝑖 , 𝑏/𝑎 ≥ 𝑞𝑖 /𝐿 y nuestra función objetivo
es 𝜋 = 𝑝𝑓 ([𝑏𝐿 + 𝑎𝑞𝑖 ]/2) − 𝑤𝐿 − 𝑝𝑖 𝑞𝑖 , las derivadas parciales son: 𝑀𝐿 = 𝑤, 𝑀𝑞𝑖 = 𝑝𝑖 ,
𝑇𝐶𝐿 = −𝑞𝑖 /𝐿2 , 𝑇𝐶𝑞𝑖 = 1/𝐿, 𝜋𝐿𝐿 = 𝜋𝐿𝑞𝑖 = 𝜋𝑞𝑖𝐿 = 𝜋𝑞𝑖𝑞𝑖 = 0. Sustituyendo estos valores y
𝑤2 2𝑤𝑝𝑖 𝑞𝑖 (𝑝𝑖 𝑞𝑖 )2
simplificando obtenemos: |𝐻2 | = |𝐻| = + + > 0. El determinante es un número
𝐿2 𝐿3 𝐿4
positivo, por consiguiente confirmamos que la solución óptima obtenida es un máximo.
El método KKT también requiere dos condiciones adicionales para asegurar que estamos en un
máximo. Primera, los multiplicadores de Lagrange deben ser no negativos (𝜆1,2 ≥ 0). Segunda, la
multiplicación entre los multiplicadores lagrangianos y la derivada del Lagrangiano con respecto
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𝜕ℒ
a esos multiplicadores debe ser cero: [𝜕𝜆 ∗ ∗ ] 𝜆1,2 = 0. Ambas condiciones se cumplen porque
1,2(𝐿 ,𝑞𝑖 )
la solución implica multiplicadores de Lagrange positivo y ambas restricciones se cumplen en
igualdad. Analizaremos esto en las siguientes subsecciones.
Esta formulación proporciona cuatro aspectos fundamentales de la solución desde la perspectiva
marxista: a) dos características subyacentes de la teoría marxista (tasa de ganancia y origen de las
ganancias), b) un método alternativo para resolver el problema de maximización de ganancias, c)
la complementariedad entre fuerza de trabajo y medios de producción a causa de la composición
técnica del capital, y d) ganancias individuales subóptimas respecto al máximo mientras que se
obtienen ganancias extra por encima de las ganancias individuales máximas mediante
transferencias de valor.
a) Dos características subyacentes de la teoría marxista
La primera característica subyacente del problema es la tasa de ganancia. Debe destacarse que la
derivada de las ganancias óptimas con respecto al capital-dinero (𝜕𝜋 ∗ ⁄𝜕𝑀) indica cuántas
unidades adicionales de ganancia obtiene la empresa si aumenta en una unidad el capital-dinero,
es decir, la tasa de ganancia. Así, la tasa de ganancia (r) es igual al primer multiplicador del
𝜕𝜋∗
Lagrangiano (𝜆1 ∗ = 𝑟). Usando el teorema de la envolvente obtenemos: ( 𝜕𝑀 = 𝜆1 ∗ = 𝑟 =
𝑎𝑏𝑝𝑓
− 1). Identificando que el UPC, cociente entre el capital-dinero y el producto, se reduce a
𝑎𝑤+𝑏𝑝𝑖
𝑀 𝑀 𝑎𝑤+𝑏𝑝𝑖
la siguiente expresión: 𝑞 ∗ = 𝑀𝑎𝑏 = y reacomodando la expresión, podemos expresarlo
𝑓 (𝑎𝑞+𝑏𝑝 ) 𝑎𝑏
𝑖
𝑤 𝑝
como: + 𝑎𝑖 .9. Por tanto, la tasa de ganancia también puede expresarse en términos del precio
𝑏
𝑈𝑆𝑃
unitario de venta y el precio de costo unitario: 𝑔 = 𝑈𝑃𝐶 − 1.10
9
El primer sumando representa el costo laboral unitario dado que encontramos el capital variable óptimo (𝑉 ∗ ) en el
numerador y el producto óptimo en el denominador: 𝑤/𝑏 = 𝑤/[𝑎𝑞𝑖∗ /𝐿∗ ] = 𝑉 ∗ /𝑞𝑓∗ . De manera similar, el segundo
sumando es el costo unitario de los medios de producción dado que encontramos el capital constante (𝐶 ∗) en el
numerador y el producto óptimo en el denominador: 𝑝𝑖 /𝑎 = 𝑝𝑖 /[𝑏𝐿∗ /𝑞𝑖∗ ] = 𝐶 ∗ /𝑞𝑓∗ .
10
Para la maximización de ganancias general es importante conocer que la tasa de ganancia puede expresarse de esta
manera.
12
𝑤 𝑝𝑖
es la siguiente: 𝑎𝑏𝑝𝑓 > 𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 . Reacomodando se reduce a 𝑝𝑓 > 𝑞∗
+ 𝐿∗
y recordando
𝑎( ∗𝑖 ) 𝑏( ∗)
𝐿 𝑞𝑖
que el producto óptimo puede expresarse ya sea en términos de trabajo o medios de producción
(𝑞𝑓∗ = 𝑎𝑞𝑖∗ o 𝑞𝑓∗ = 𝑏𝐿∗ ) podemos reexpresar la desigualdad en términos del ingreso nominal total
y los costos totales: 𝑝𝑓 𝑞𝑓∗ > 𝑤𝐿∗ + 𝑝𝑖 𝑞𝑖∗ . Sustituyendo los precios con las multiplicaciones entre
ℎ𝐿∗
la MELT y los valores unitarios llegamos a que: 𝑚𝑣𝑓 𝑞𝑓∗ > 𝑚 [ 𝑙𝛾 + 𝑣𝑖 𝑞𝑖∗ ] donde 𝑙 𝛾 representa al
tiempo de trabajo (l) potenciado por la intensidad del trabajo (𝛾) (es decir, el gasto de fuerza de
trabajo de los trabajadores) y h representa el valor diario de la fuerza de trabajo de los trabajadores.
Debido a que la multiplicación entre el valor unitario y el producto es el valor total –suma de
trabajo vivo total y valor de los medios de producción– la desigualdad previa se transforma en
ℎ𝐿∗
𝐿∗ + 𝑣𝑖 𝑞𝑖∗ > [ 𝑙𝛾 + 𝑣𝑖 𝑞𝑖∗ ]. Observamos que el valor total de los medios de producción aparece en
ambos lados de la desigualdad, es decir, simplemente transfieren su valor, por lo que la desigualdad
se reduce a la aseveración marxista de que las ganancias existen si el gasto de fuerza de trabajo es
mayor que el valor diario de la fuerza de trabajo de los trabajadores: 𝜋 ∗ > 0 ⇔ ℎ𝐿∗ 𝑙 𝛾 > ℎ𝐿∗ ⇔
𝑙 𝛾 > ℎ.
b) Método alternativo para resolver el problema de maximización de ganancias
Podríamos utilizar un método alternativo para resolver el problema de maximización de ganancias.
Debido a que la solución se deriva exclusivamente de las CPO correspondientes a las restricciones
del problema, la decisión de la empresa está completamente determinada por el capital-dinero (M)
y la composición técnica (TC). Por tanto, el problema se puede resolver intersecando la factibilidad
presupuestaria con los requerimientos técnicos.
Figura 1. Solución alternativa: intersección entre la factibilidad presupuestaria y la
composición técnica
13
La restricción de capital-dinero11 es una línea con pendiente negativa y la composición técnica es
una línea con pendiente positiva, la intersección entre ellas es el punto óptimo de demanda de
fuerza de trabajo y medios de producción (Figura 1).
Las demandas por trabajo y medios de producción siguen el carácter homotético de la función de
producción dada por la composición técnica, por lo que los desplazamientos de la restricción de
capital-dinero simplemente se multiplicaría por el cociente de medios de producción y fuerza de
trabajo. Aunque en el caso general, esa magnitud podría ser diferente para cada medio de
producción. Una productividad variable a través del proceso de producción enriquecería los
resultados, especialmente si tal estudio es complementado con la consideración del crédito.
Esta manera de derivar los factores de demanda marxistas es consistente con Kim (2002: 220-224).
c) La complementariedad entre fuerza de trabajo y medios de producción a causa de la
composición técnica del capital
Los economistas convencionales explican la “sustitución” entre “trabajo y capital” utilizando el
problema de maximización de ganancias. Sin embargo, tal visión es problemática en dos sentidos.
Primera, el resultado mágico del “capital” reemplazando el trabajo (o viceversa) como si los
medios de producción pudieran ser sustituidos por la fuerza de trabajo o viceversa no es una
sustitución en la producción sino en términos de gasto. Segunda, en la producción no existe
sustitución, sino lo contrario, complementariedad entre trabajo y “capital”. Una variación en la
productividad de un “factor” de producción provoca dos impactos diferentes en direcciones
opuestas (uno positivo y otro negativo) sobre la demanda de ese “factor” y únicamente un impacto
negativo sobre la del otro “factor”. Ambos efectos sobre el “factor” de producción no son aparentes
a primera vista, sino sólo el efecto total. Descompondremos este último en sus dos efectos
constituyentes, el efecto positivo será nombrado efecto técnico y el impacto negativo será llamado
efecto costo.
Comenzaremos analizando el impacto de un cambio en la productividad del trabajo sobre la
demanda óptima de los medios de producción.
El cambio total en los medios de producción causada por la productividad del trabajo es el
siguiente:
𝜕𝑞𝑖∗ 𝑀𝑎𝑤
= (1)
𝜕𝑏 (𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
Este cambio total está compuesto de dos efectos. El primer cambio está causado por la restricción
de la composición técnica. Cuando la productividad del trabajo incrementa, los medios de
producción aumentan para mantener la composición técnica constante, por lo que llamaremos a
este como efecto técnico (te). El segundo cambio está causado por la restricción de capital-dinero.
Los medios de producción provocan un incremento en los gastos, por lo que la demanda por
11
El crédito se vuelve relevante para desplazar la restricción de capital-dinero, sin embargo el pago de intereses
también estaría considerado en el problema. Esto también transformaría el problema en uno temporal donde se
involucran las expectativas de las empresas.
14
medios de producción debe ajustarse a la cantidad de capital-dinero disponible, por lo que
llamaremos a este efecto costo (ce).
Para revelar lo que representan estos efectos, podemos reescribir la demanda óptima por medios
𝑀
de producción como la multiplicación de dos funciones: 𝑞𝑖∗ = 𝑏 (𝑎𝑤+𝑏𝑝 ). La función en la
𝑖
12
izquierda es la función de productividad del trabajo y la función del lado derecho es la
distribución de capital-dinero conforme a las “productividades” y costos.
El efecto técnico es el cambio causado por la función de productividad del trabajo y el efecto costo
es el cambio causado por la productividad del trabajo sobre los costos. Para calcularlos debemos
derivar los medios de producción óptimos usando la regla del producto y obtenemos:
𝑀
𝑡𝑒 = (1) ( ) (2)
𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖
𝑀𝑝𝑖
𝑐𝑒 = (𝑏) [− ] (3)
(𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
La suma de ambos efectos es el efecto total que mostramos previamente en la expresión (1):
𝑀 𝑏𝑝𝑖 𝑀𝑎𝑤
𝑡𝑒 + 𝑐𝑒 = ( ) + [1 − ]= (1’)
𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 (𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
Por otro lado, el impacto de un cambio en la productividad del trabajo sobre su propia demanda
𝜕𝐿∗ 𝑖𝑀𝑝
únicamente tiene efecto costo: = 𝑐𝑒 = − (𝑎𝑤+𝑏𝑝 .
𝜕𝑏 )2 𝑖
12
La función de la productividad del trabajo en este caso es constante porque estamos usando una función de
producción lineal. Lo mismo ocurre con la función para la eficacia de los medios de producción. Si creamos funciones
no lineales para ambas “productividades”, la composición técnica no sería línea, es decir, la combinación entre trabajo
y medios de producción podría ser decreciente o creciente. Este es un elemento crucial para investigación futura.
15
producción y la empresa no estaría gastado todo el capital-dinero disponible, que es una de las
restricciones del problema de maximización de ganancias. 13 Incrementando el producto en x,
manteniendo el trabajo constante, requeriría tener una mayor cantidad de capital-dinero (asumido
como dado y constante) para comprar más medios de producción del disponible.14 Por tanto, el
resultado directo es una posición intermedia, reducción de la demanda por trabajo e incremento
por la demanda de medios de producción y un aumento en el producto, a un nivel menor al más
alto posible pero mayor al anterior.
Figura 2. Efectos costo y técnico
13
Ahorrando trabajo para mantener la producción constante libera capital-dinero para otros usos. La empresa podría
usar esos ahorros para consumo personal, para invertir en otros sectores, para invertir en capital ficticio, etc. La
decisión dependería de la estrategia y objetivos de la empresa. Todos los casos son relevantes y el caso donde las
empresas invierten en otros sectores es particularmente relevante porque las empresas podrían estar comparando la
rentabilidad de diferentes sectores mientras que maximizan su propia ganancia en cada uno de ellos, es decir, el análisis
podría proveernos una manera de estudiar y modelar el mecanismo de igualación de ganancias entre sectores.
14
Si las empresas fueran capaces de incrementar la cantidad de capital-dinero disponible para comprar más de medios
de producción (por ejemplo, a través del crédito) ellas podrían producir hasta el nuevo nivel máximo. No obstante, tal
decisión significa que la empresa estaría dirigiéndose a un mercado creciente y/o intentando inundar el mercado con
su producto para tener una mayor cuota de mercado y modificar el USP para desplazar gradualmente a sus
competidores.
16
Se puede ahorrar una fracción de fuerza de trabajo y más medios de producción pueden
transformarse gracias al incremento en la fuerza de trabajo, por tanto la fuerza de trabajo no es
reemplazada por el único medio de producción. Lo que los economistas convencionales perciben
como sustitución no es un fenómeno de la producción sino uno desde la perspectiva de las compras.
El gasto en medios de producción (“capital”) incrementa comparado con el gasto en trabajo (ellos
dicen que la empresa se vuelve más “intensiva en capital”). Pero esto revela la naturaleza de la
función de “producción” de la economía neoclásica, la cual no se enfoca realmente en la
producción sino en el gasto relativo entre “factores” de producción.15
Los economistas convencionales también estudian el caso en que la “productividad” del “capital”
aumenta. También habremos de hacer este estudio pero procediendo con cautela con una pregunta
inicial: ¿qué es la eficacia (“productividad”) de los medios de producción? El significado depende
del tipo de medio de producción. El medio de producción podría ser una materia (prima o de otro
tipo), un instrumento o una máquina. Únicamente esta última es capaz de reemplazar a un
trabajador. Por tanto, si asumimos que el producto intermedio no puede sustituir a un trabajador y
nos atenemos a un medio de producción a ser transformado (por ejemplo, pegamento), un
incremento en la eficacia significaría un aumento en la calidad del producto que permite obtener
más producto con la misma cantidad de él (por ejemplo, 1 litro de pegamento permite pegar más
material que antes). Si asumiéramos que el medio de producción puede sustituir al trabajo,
entonces el incremento en su eficacia significa un reemplazo directo de trabajo y un análisis similar
que el realizado previamente sería completamente innecesario. Por tanto, manteniendo el supuesto
de medios de producción circulantes (materias –primas y ya procesadas– e instrumentos de trabajo)
podemos proceder a realizar el mismo análisis de un cambio en la eficacia de los medios de
producción, encontrando el resultado análogo. El cambio total en fuerza de trabajo causado por un
incremento en la eficacia de los medios de producción está presentado por la expresión (4):
𝜕𝐿∗ 𝑀𝑏𝑝𝑖
= (4)
𝜕𝑎 (𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
Como analizamos en el caso previo, el efecto total es el resultado de dos efectos. El efecto técnico
es el cambio causado directamente por la “productividad” de los medios de producción (ecuación
5), mientras que el efecto costo es el cambio causado por la “productividad” de los medios de
producción sobre los costos (ecuación 6). Ambos efectos se encuentran derivando la demanda de
medios de producción:
𝑀
𝑡𝑒 = (1) ( ) (5)
𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖
𝑀𝑤
𝑐𝑒 = 𝑎 [− ] (6)
(𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
15
Pero la economía neoclásica basa su justificación de la distribución “justa” del producto entre trabajadores y dueños
de “el capital” en esto. Esto revela la verdad detrás de la función de producción farsante (Shaikh, 1974). Lo que estos
economistas llaman “productividad” no es realmente productividad, sino gasto relativo en cada “factor” de
producción. Por tanto, ¡ellos justifican la distribución de la riqueza en el gasto real de esta! Esto es razonamiento
circular.
17
La suma de ambos efectos es el efecto total en la fuerza de trabajo ya presentado en la expresión
(4):
𝑀 𝑎𝑤 𝑀𝑏𝑝𝑖
𝑡𝑒 + 𝑐𝑒 = (1 − )= (4’)
𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 (𝑎𝑤 + 𝑏𝑝𝑖 )2
Los resultados de un incremento en la eficacia del medio de producción circulante son exactamente
análogos a los resultados obtenidos previamente para un incremento en la productividad del
trabajo. Las empresas reducirían su demanda por medios de producción y usarían el ahorro sobre
este gasto para contratar más fuerza de trabajo para transformarlo y generar más producto. Sin
embargo, hay una particularidad en este caso. Distinto a un incremento en la productividad del
trabajo que obliga a la empresa a producir en un nivel inferior al nuevo máximo posible siempre
que no tenga capital-dinero adicional para invertir, en este caso la fuerza de trabajo adicional
necesaria para llegar al nuevo nivel máximo puede obtenerse a través de la sobreexplotación de la
fuerza de trabajo. Las empresas, en lugar de contratar más personas o pagar por horas extras,
pueden ya sea aumentar la extensión de la jornada laboral o la intensidad de trabajo.16 Por tanto,
las empresas pueden maximizar las ganancias fuera de las restricciones del modelo convencional
de maximización de ganancias en la economía neoclásica.17
La composición técnica es un concepto crucial para usar en modelos futuros para analizar a
profundidad la interrelación entre sectores y cómo se comportan las empresas bajo sus
restricciones, así como la manera en que eligen modificar esas restricciones.
d) Una maximización subóptima de las ganancias individuales mientras que
simultáneamente se obtienen ganancias extra mayores que las ganancias individuales
máximas debido a las transferencias de valor
El estudio del segundo multiplicador de Lagrange asociado con el problema de maximización
ofrece un resultado interesante sobre la relación entre las ganancias individuales y las sociales.
Sustituyendo las demandas óptimas y la tasa de ganancia individual óptima en una de las primeras
dos CPO y resolviendo para el segundo multiplicador del Lagrangiano obtenemos: 𝜆2 ∗ =
𝑎 2 𝑀𝑝𝑓 (𝑎𝑤−𝑏𝑝𝑖 )
. Si el segundo multiplicador del Lagrangiano es negativo, la empresa no estaría
2(𝑎𝑤+𝑏𝑝𝑖 )2
obteniendo las ganancias máximas. Mientras más negativo el segundo multiplicador del
Lagrangiano, más se apartan las ganancias individuales del máximo. El segundo multiplicador del
Lagrangiano es negativo si 𝑎𝑤 < 𝑏𝑝𝑖 . Sustituyendo a y b conforme a la composición técnica
evaluada en las demandas óptimas podemos reescribir la desigualdad como sigue: [𝑏𝐿∗ 𝑤]/[𝑞𝑖∗ ] <
[𝑎𝑞𝑖∗ 𝑝𝑖 /𝐿∗ ]. Recordando que el producto óptimo puede expresarse como 𝑞𝑓∗ = 𝑎𝑞𝑖∗ = 𝑏𝐿∗ podemos
cancelar ambos porque aparecen en el numerador del lado izquierdo y derecho de la expresión.
16
Esta podría ser la respuesta de algunas empresas tecnológicamente atrasadas. Para enfrentar a los competidores con
un UPC menor, podrían mejorar el uso de los medios de producción o reducir el desperdicio y aumentar la explotación
de los trabajadores a través, principalmente, de la intensificación del trabajo.
17
El control al interior del centro de trabajo y la lucha con los trabajadores es una característica crucial que no ha sido
contemplada aquí debido a los propósitos del artículo, pero también es una característica crucial que debería estudiarse
después.
18
También debemos recordar que el capital variable y el capital constante son la multiplicación entre
las demandas optimas por trabajo y medios de producción con su precio correspondiente. Así,
obtenemos finalmente que el segundo multiplicador del Lagrangiano es negativo si el capital
constante es mayor que el capital variable: 𝜆∗2 < 0 ⇔ 𝑉 ∗ < 𝐶 ∗ . Siempre que el capital constante
supere al capital variable, entonces la empresa estaría en un punto subóptimo.
El capital constante excede al capital variable siempre que la productividad del trabajo provoque
que pocos requerimientos del trabajo vivo logren transformar grandes cantidades de medios de
producción. Esto puede ocurrir si la productividad del trabajo incrementa a cierto nivel o si la
eficacia de los medios de producción disminuye y supera cierto nivel donde la demanda por medios
de producción es mayor que la demanda por fuerza de trabajo. Las empresas pueden mejorar su
uso de los medios de producción, especialmente evitando desperdicio. Sin embargo, hay un límite
a esta posibilidad. Lo que se encuentra bajo control es la productividad del trabajo dentro del
producción de producción, por lo que la primera opción es más probable. Adicionalmente,
debemos recordar que estamos excluyendo medios de producción capaces de reemplazar la fuerza
de trabajo, por tanto, si añadimos este factor, la probabilidad de que el capital constante supere al
capital variable se vuelve mayor. La única cosa que podría compensar (entera o parcialmente) este
resultado es un precio unitario menor para los medios de producción que el salario por hora.
Para estudiar todas las posibles combinaciones y dinámicas requeriría un mayor espacio para
expandir el análisis a los efectos cruzados entre precios y “productividades” con el capital-dinero.
Sin embargo, mientras menos gaste la empresa en trabajo vivo, menos plusvalor produce para la
hermandad capitalista. Esto podría confundir a los economistas convencionales, porque ellos se
preguntarían porqué las empresas como agentes “racionales” reducirían el trabajo si esto las aleja
de las ganancias máximas. Pero esto también podría confundirlos porque al mismo tiempo, una
productividad del trabajo más alta genera un UPC más pequeño, por tanto una tasa de ganancia
más alta y en última instancia más ganancias. En otras palabras, ¿si las empresas producen menos
plusvalor cómo pueden obtener más ganancias? La respuesta a esta aparente paradoja radica en las
ganancias extraordinarias. Si la empresa logra tener un UPC menor que el promedio en su rama
(UPC < USP) será capaz de vender a un costo menor y obtener ganancias adicionales
(transferencias de otras empresas dentro de la rama o incluso de otras ramas). La respuesta a este
acertijo es la siguiente. Si las ganancias adicionales son mayores que las ganancias que la empresa
pierde por no estar en el óptimo, tales ganancias adicionales compensarían las pérdidas e incluso
añadirían más ganancias, así que tendrían más ganancias de las que podría tener con su máximo
individual.
Sin embargo, las ganancias extraordinarias sólo pueden realizarse si las empresas venden
suficiente producto. La naturaleza interna de los capitales es aumentar sus fuerzas productivas en
la búsqueda de mayores ganancias, pero al hacerlo tienden a incurrir en el riesgo de obtener
menores ganancias que las óptimas si no venden suficiente producto para realizar más ganancias
que el óptimo (es decir, sobreproducción). Este comportamiento individual en efecto da lugar a un
riesgo sistémico. Todos los productores, buscando ganancias extraordinarias, aumentan la
productividad y producen grandes cantidades de producto, causando una caída. La competencia se
intensifica porque todas las empresas tendrían que vender más, especialmente si la oferta supera
19
la demanda –precisamente porque la sobreproducción se basa en la búsqueda de ganancias por
encima del promedio y de tal lucha únicamente sobreviven las mejores empresas. Sin embargo,
las empresas han aprendido que producir la mayor cantidad posible podría ser contraproducente
para ellas, por lo que han desarrollado alternativas. Producir bajo capacidad máxima también es
una alternativa porque las empresas podrían lidiar mejor con los cambios en la estructura de la
demanda como los Post-Keynesianos afirman correctamente (Lavoie, 2006: 43; Lavoie, 2014:
152-153).
El proceso de competencia también es relevante en otra manera. Los mercados competitivos
tienden a cierta regularidad en los precios, inversión y tecnologías, inestable pero regular. Carchedi
y de Haan (1995) llaman a este proceso ‘competencia tecnológica’, la cual consiste en una
“igualación tendencia de las técnicas y por ello de la productividad” (Carchedi y de Haan, 1995:
13) donde el “Movimiento a través del cual cada capital tiende a superar a otros (algunos saltando
por encima de los otros, algunos otros siendo superados por una mayor dinámica) significa que en
cada punto en el tiempo, todos los capitales tienden hacia un nivel de productividad promedio”
(ibid..: 11) y “todos los capitales dentro de los sectores tienden a invertir la misma proporción de
capital constante y variable como los APCs [(capitales de productividad promedio)], esto es
adoptar la misma técnica y, por consiguiente, la misma productividad que las APCs.” (ibid..: 12).
El desarrollo de los problemas de maximización bajo un ambiente competitivo donde las empresas
anticipan las acciones de sus competidores serían una herramienta útil para esta línea de
investigación.
Existe una gran diversidad de maneras para plantear el problema de maximización de ganancias.18
El caso general considera m tipos de trabajo y n tipos de medios de producción con cualquier
combinación de uso entre medios de producción y tipos de fuerzas de trabajo (Apéndice 1). Los
resultados serían esencialmente los mismos, aunque algunas diferencias podrían surgir conforme
a la combinación de fuerzas de trabajo y medios de producción. Más interesante aquí es abordar
el problema dual.
𝑎𝑞𝑖 + 𝑏𝐿 𝑞𝑖 𝑏
min 𝑀𝐶 = 𝑤𝐿 + 𝑝𝑖 𝑞𝑖 , 𝑠. 𝑎. 𝑡𝜋 ≤ 𝑝𝑓 [ ] − 𝑤𝐿 − 𝑝𝑖 𝑞𝑖 , ≤
{𝐿,𝑞𝑖 } 2 𝐿 𝑎
18
Un análisis completo de los resultados no es posible por cuestión de espacio, pero se puede extraer fácilmente de
los óptimos y de los parámetros.
20
Esta manera de plantear el problema podría parecer más realiza que el problema de maximización
porque las empresas evaluarían múltiples elecciones con diferentes tasas de ganancia y sólo
invertirían su capital-dinero cuando esperan llegar a su rentabilidad esperada –la cual podría ser la
rentabilidad observada en la rama.19
La teoría de la optimización nos asegura que resolviendo ambos problemas da los mismos
resultados. Evaluando la función óptima de capital-dinero –derivada del problema de
minimización– en la restricción del problema de maximización obtenemos que las ganancias
esperadas y las ganancias máximas son iguales () implicando que el capital-dinero -derivado del
problema de minimización– es igual al capital-dinero disponible en el problema de maximización
(). Llegamos a las mismas demandas óptimas por fuerza de trabajo y medios de producción por
cualquier de las vías y los multiplicadores de Lagrange del problema de minimización son el
inverso de los multiplicadores de Lagrange óptimos del problema de maximización.
4. Conclusiones
La formulación marxista del problema de maximización es consistente con la teoría de la ganancia
marxista consistente en el proceso de generar un excedente de dinero por encima del capital-dinero
inicialmente adelantado con la fuerza de trabajo como la única fuente de las ganancias. Además,
proporciona una evaluación crítica de la maximización de ganancias en la teoría neoclásica –en
términos directamente comparables. Además de esto, proporciona un instrumento matemático
clave para investigar conexiones de la competencia intra-sectorial. El problema de maximización
de ganancias podría ayudar a desarrollar estudios posteriores que buscan modelar la competencia
capitalista, la acumulación, la interrelación entre sectores, el impacto y uso del crédito y
especialmente la competencia tecnológica. Además, los desarrollos de este tipo permitirían un
mayor diálogo entre la teoría económica marxista y otras corrientes heterodoxas como la teoría
post-Keynesiana.
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Carchedi, G. and de Haan, W. 1995. The Transformation procedure: a non-equilibrium approach
in Marx and non-equilibrium economics. Edward Elgar.
19
Si los precios ya no están dados sino que se vuelven una variable de decisión en la estrategia de competencia de las
empresas, este problema dual sería consistente con ‘determinación de precios de retorno objetivo’ (Lavoie, 2001). De
hecho, un desarrollo de este problema sin el supuesto de “competencia perfecta” permitiría un profundo diálogo entre
las teorías marxista y post-Keynesiana (especialmente conforme a los tres fundamentos que caracterizan la
determinación post-Keyensiana de los precios: 1) anti-marginalista, 2) estructura de mercado diferente y 3) temporal
y sin equilibrio (Lee, 1990).
21
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23
Apéndice 1. Problema general de maximización de ganancias
Con m tipos de fuerzas de trabajo y n tipos de medios de producción, el problema general es:
∑ 𝑏𝑖 𝐿𝑖 + ∑ 𝑎𝑗 𝑞𝑗
max 𝑝𝑓 [ ] − (∑ 𝑤𝑖 𝐿𝑖 + ∑ 𝑝𝑗 𝑞𝑗 ) , 𝑖 = 1,2, … 𝑚; 𝑗 = 1,2 … 𝑛
{𝐿𝑖 ,𝑞𝑗 } 𝑚+𝑛
s.a.
𝑀𝐶 ≥ ∑ 𝑤𝑖 𝐿𝑖 + ∑ 𝑝𝑗 𝑞𝑗
𝑏𝑖 𝑞𝑗
≥
𝑎𝑗 𝐿𝑗
Las variables de decisión son los tipos de fuerza de trabajo (𝐿𝑖 ) y los tipos de medios de producción
(𝑞𝑗 ). Los parámetros son el precio final del producto (𝑝𝑓 ), los salarios monetarios por hora (𝑤𝑖 ) y
los precios de los medios de producción (𝑝𝑗 ), el capital-dinero (MC) y las “productividades” de las
fuerzas de trabajo (𝑏𝑖 ) y de los medios de producción (𝑎𝑗 ). La primera restricción es la factibilidad
presupuestaria donde el capital-dinero debe ser mayor o igual a los costos totales y las restricciones
remanentes están dadas por las series de desigualdades que se refieren a la posibilidad de que los
trabajos transformen todos los medios de producción en producto final.
Tenemos m+n incógnitas y 2(m+n)+1 ecuaciones, por tanto tiene solución, la cual se deriva
esencialmente de la misma manera que el caso más simple. Podríamos resolver el problema
mediante el método Karush-Kuhn-Tucker, aunque sería más eficiente encontrar una solución
computacionalmente.
La solución a este problema general se obtiene esencialmente de la misma manera que el caso
explicado. La restricción presupuestaria se pone en términos de un tipo de fuerza de trabajo o un
tipo de medio de producción conforme a las relaciones entre las composiciones técnicas y las
“productividades”, y se resuelve para esa variable. Subsecuentemente, para encontrar el óptimo,
los otros tipos de fuerza de trabajo y medios de producción, esta variable se reemplaza en todas
las relaciones entre “productividades” y composiciones técnicas.