6 Principios
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ADMINISTRACIÓN
División del trabajo, Racionalidad
económica
Coordinación, Otros Principios
28 Jesús Vázquez Méndez, Op. Cit., p. 16 – 17 y 38 – 42. También Oskar Lange, Economía Política, Edit. Fondo de Cultura
Popular, México, 1977, Cap. V, p. 150 – 154.
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Las empresas que sólo aplican la racionalidad económica, de máxima ganancia,
sin considerar la racionalidad social, que implica la satisfacción del consumidor, el
cuidado del medio ambiente y el mejoramiento continuo de las condiciones de los
empleados así como de la comunidad de su entorno, tarde o temprano
desaparecen del mercado.
En las economías precapitalistas, sólo existía la satisfacción inmediata de
las necesidades, por lo que la producción para el consumo no hacía necesario
medir y cuantificar el resultado del esfuerzo de los productores. Es hasta el
advenimiento del desarrollo de la actividad comercial y de la circulación
monetaria cuando esta actividad económica (cuya finalidad es la de satisfacer sus
necesidades mas inmediatas), pasa a un segundo plano, surgiendo la actividad
lucrativa, con la finalidad única de obtener un ingreso en dinero (ganancia). Este
es el objetivo de la empresa capitalista, a la que manera sistemática a esta
actividad de ganancia; por ello, la obtención de un ingreso en dinero es la única
razón de ser y constituye por ello una necesidad económica. El surgimiento del
Principio de la Racionalidad Económica permite la aparición de la medición exacta
de los ingresos y de los gastos a través de la técnica de la contabilidad. La
cuantificación y medición y los registros contables, contribuyen a afirmar y
desarrollar la racionalidad de las actividades de producción y distribución de la
empresa, en cada parte que la constituye. Debido a la competencia entre las
empresas y para asegurar la subsistencia en el mercado, este principio se
convierte en imprescindible pues asegura la cuantificación y medición de los
medios y de los fines. El principio de racionalidad económica consiste por tanto,
en la cuantificación y optimización de los recursos para lograr el fin único de la
empresa capitalista, el máximo beneficio. El principio de la racionalidad
económica es una necesidad económica para la empresa capitalista, no sólo
porque constituye el único medio de realizar el fin de la empresa, sino también
porque la concurrencia entre las empresas garantiza su aplicación bajo la
amenaza de bancarrota para las empresas que no lo hagan.
La utilización óptima de los medios en condiciones en que los medios y los
fines son medibles de manera homogénea, da lugar a la utilización de dicho
principio, como un principio general del procedimiento racional aplicado por las
empresas capitalistas, para obtener el máximo de ganancia.
El P. R. E. se enuncia de la siguiente manera:
“… CON UN GASTO DADO DE MEDIOS, DEBE OBTENERSE EL GRADO MÁXIMO DE
REALIZACIÓN DEL FIN O UN GRADO DADO DE REALIZACIÓN DEL FIN, DEBE ALCANZARSE
CON UN MÍNIMO DE MEDIOS…”
29 Jesús Vázquez Méndez, Op. cit., pág. 25 - 27, también Carlos Marx y Federico Engels, Obras escogidas en tres tomos,
Edit. Progreso, Moscú, URSS, Tomo III, pág. 333 - 341.
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b) División Social del Trabajo.
c) División Técnica del Trabajo.
Históricamente las tres etapas surgen en modos de producción anteriores al
capitalismo y en la actualidad existe la división técnica del trabajo.
OBJETIVO COMÚN
Para Vázquez Méndez, del Principio de la División del Trabajo se derivan tres
principios: el principio de la especialización, el principio de la autoridad y
de la responsabilidad y el principio de la participación de los
trabajadores. Veamos cada uno de ellos.
30 Citado por John G. Hutchinson, Organizaciones, Teoría y Conceptos Clásicos, Edit. C. E. C. S. A., México, 1974, cap. 7,
pág. 131
31 Idem. p. 398.
32 Jesús Vázquez Méndez, Op. cit., pág. 32 – 37.
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1 PRINCIPIO DE LA ESPECIALIZACIÓN. En líneas anteriores ya
hemos mencionado este principio, en relación con la división técnica del trabajo
en condiciones de nuestro modo de producción, el capitalismo. Ahora, definimos
que el trabajo de un individuo en el grupo debe limitarse, en la medida de lo
posible a realizar sólo una tarea única. También los instrumentos y herramientas
de trabajo son susceptibles de la especialización, lo que permite alcanzar una
máxima eficiencia del trabajador.
Así, este principio nos permite alcanzar el máximo resultado del esfuerzo
productivo.
2 PRINCIPIO DE LA AUTORIDAD Y RESPONSABILIDAD. Al dividir
el trabajo, asignamos una actividad o tarea a un individuo, el cual debe de
realizarla de una manera y en condiciones determinadas. Esto representa la
obligación de hacerla y es responsable ante el grupo por su realización. De esta
manera, para realizar esa tarea, debemos proporcionarle los medios y derechos
necesarios lo que significa su autoridad para ejecutarla.
Llamamos AUTORIDAD al poder o la fuerza que se da a un subordinado,
como un medio para realizar su trabajo.
Llamamos RESPONSABILIDAD a la obligación exigible por la realización de
esa tarea.
De esta manera, AUTORIDAD y RESPONSABILIDAD corresponden a los mismos
términos, como si fuese una moneda con dos caras, por lo que
UNA RESPONSABILIDAD SIN AUTORIDAD NO ES EXIGIBLE Y UNA
AUTORIDAD SIN RESPONSABILIDAD NO ES EJERCIBLE.
AUTORIDAD
RESPONSABILIDAD
TIPOS DE AUTORIDAD.
Junto con el ejercicio de la autoridad, encontramos el problema de su
aceptación. Es decir, no basta con tener el poder o fuerza, sino que el poseedor
de la autoridad debe tener la capacidad para ejercerla y para convencer a los
subordinados de ese hecho. Hablamos de los diversos tipos de autoridad en los
organismos.
AUTORIDAD FORMAL. Un sinónimo es AUTORIDAD OFICIAL. Se trata de la
facultad de asignar y delegar el trabajo, proporcionar instrucciones para realizar
las actividades, ordenar las acciones necesarias para llevarlas a efecto, diseñar
los planes y directrices principales y fundamentalmente, tomar decisiones que
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impliquen modificaciones y actualizaciones para el conjunto de los trabajadores o
de la organización formal. Los poseedores de estas facultades se denominan
DIRIGENTES y representan la estructura formal, como veremos más adelante.
AUTORIDAD PERSONAL O INFORMAL. Se refiere a las aptitudes y
atributos de carácter personal, como la inteligencia, la experiencia, el valor y la
ética moral, los méritos y la habilidad para dirigir, de quien ejerce la autoridad
formal. Los poseedores de estas características se denominan LÍDERES y actúan
en los grupos informales, cuya característica es que el grupo decide. Fayol
consideraba que la combinación de la autoridad oficial o formal combinada con la
autoridad personal se consideraba como autoridad real. Podemos afirmar que no
basta con recibir o ejercer la autoridad formal utilizando alguna forma de
coerción, sino que su ejercicio debe ir acompañada de la aceptación por los
subordinados de esa facultad.
AUTORIDAD ASESORA, DE STAFF O CONSULTIVA. Se trata de las
actividades de orientación y consulta. Se caracteriza por el derecho a opinar sobre
temas especializado que tienen algunos trabajadores adscrito a las actividades de
dirección o a cargo de un dirigente, del cual dependen. Los asesores no toman
decisiones y sólo ejercen el mando sobre subordinados directos de su misma área
de asesoría.
Por otra parte, la fuerza o poder que se da a un individuo para realizar su
trabajo, es decir, la AUTORIDAD, proviene de quien es el propietario de los medios
de producción en una sociedad históricamente determinada, considerando las
relaciones de producción existentes. En nuestra sociedad capitalista, quienes
poseen la plusvalía y por lo tanto ejercerán por sí mismos o a través de una
escala de delegación del trabajo, el poder económico y político, son los
capitalistas. A partir de estas consideraciones y mediante la división y subdivisión
del trabajo y de acuerdo a las leyes de la sociedad, se ejercerá la autoridad.
Sin embargo, no basta con la obligación social de aceptarla, como un medio
para lograr los objetivos del grupo o del organismo social, o de la empresa, sino
que, como mencionamos líneas arriba, debe tener elementos de aceptación para
evitar su rechazo.
PRINCIPIO DE COORDINACIÓN
La coordinación es un principio esencial de la Administración porque sin
coordinación no hay Administración.
H. Fayol la definió como Unir y armonizar todos los actos y esfuerzos del
organismo social. Algunos teóricos la consideran parte de la división del trabajo,
ya que no tendría ningún sentido dividir el trabajo y realizarlo sin coordinación; sin
embargo, la coordinación implica otros conceptos o funciones administrativas
como son !a planeación, la organización, la dirección y el control. Es decir, la
coordinación implica armonizar todas las actividades individuales de un
organismo social para lograr un objetivo común a todos los participantes.
Un ejemplo de coordinación y de su importancia lo encontramos en una
orquesta sinfónica, en donde cada músico toca su instrumento de manera
individual, pero se trata de lograr un sonido armónico conjunto de toda la
orquesta. Aquí el factor mas importante resulta ser el director de orquesta, quien
ni siquiera toca un instrumento, pero es responsable de que cada cual haga lo que
debe hacer , cómo lo debe hacer y cuándo lo debe hacer, usando los materiales e
instrumentos señalados.