El documento describe la historia de la opresión y explotación de los pueblos indígenas en Ecuador por los colonizadores y terratenientes durante la época de la hacienda, así como las luchas y movimientos organizados por líderes indígenas como Dolores Cacuango y Transito Amaguaña para recuperar sus tierras y derechos a lo largo del siglo XX. El movimiento indígena ecuatoriano ha liderado numerosas protestas y levantamientos desde la década de 1920 hasta 2019 para oponerse a las políticas
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El documento describe la historia de la opresión y explotación de los pueblos indígenas en Ecuador por los colonizadores y terratenientes durante la época de la hacienda, así como las luchas y movimientos organizados por líderes indígenas como Dolores Cacuango y Transito Amaguaña para recuperar sus tierras y derechos a lo largo del siglo XX. El movimiento indígena ecuatoriano ha liderado numerosas protestas y levantamientos desde la década de 1920 hasta 2019 para oponerse a las políticas
El documento describe la historia de la opresión y explotación de los pueblos indígenas en Ecuador por los colonizadores y terratenientes durante la época de la hacienda, así como las luchas y movimientos organizados por líderes indígenas como Dolores Cacuango y Transito Amaguaña para recuperar sus tierras y derechos a lo largo del siglo XX. El movimiento indígena ecuatoriano ha liderado numerosas protestas y levantamientos desde la década de 1920 hasta 2019 para oponerse a las políticas
El documento describe la historia de la opresión y explotación de los pueblos indígenas en Ecuador por los colonizadores y terratenientes durante la época de la hacienda, así como las luchas y movimientos organizados por líderes indígenas como Dolores Cacuango y Transito Amaguaña para recuperar sus tierras y derechos a lo largo del siglo XX. El movimiento indígena ecuatoriano ha liderado numerosas protestas y levantamientos desde la década de 1920 hasta 2019 para oponerse a las políticas
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DOLORES CACUANGO
La conformación de la estructura de la sierra ecuatoriana, en forma similar
al resto del área andina, obedece a un complejo y poco estudiado sistema de incorporación de la fuerza de trabajo indígena a los diversos mecanismos creados por los colonizadores en el proceso de generación y extracción de excedentes. Este proceso desembocó, en el período republicano, en la hacienda como eje estructurador de la sociedad agraria serrana. Junto a la misma, y configurando una trama menos simple de la que suele presentarse coexistían las comunidades con origen en las reducciones indígenas y campesinos independientes. (Mazzini, 2019) Esta situación, dominante a lo largo de la sierra, no era totalmente homogénea. Tungurahua, por ejemplo, presentaba un perfil de explotaciones campesinas mucho más importante. Incluso las dedicadas a ciertas producciones como frutas, hortalizas, etc., tenían un nivel de ingresos superior al resto del campesinado. A su vez los arrimados de Loja, de origen no indígena, tenían acceso a una fracción mayor de tierra y posibilidades productivas que también los diferenciaban del resto de la masa campesina. De todos modos, lo fundamental de la producción para el mercado se generaba en las haciendas. Estas eran vastas extensiones que permitían a sus propietarios ceder parte del uso de sus tierras o recursos para la extracción de renta en trabajo o en especie de diversos tipos de productos agropecuarios. (Maiguashca, 2010) Se conoce que, durante la época de la hacienda, las tierras fueron quitadas por los terratenientes a los indígenas a base de engaños, hasta dejarles con muy poca cantidad de dominio, a pesar de ellos los pueblos indígenas se mantuvieron unidos por la reciprocidad, con sus propios modos de organización. En este contexto, Ramos actor directo del proceso organizativo dentro de la comunidad de San José de la Bolsa, manifiesta que las familias que habitaban en estas tierras se les fueron despojados de sus terrenos y que por esa razón pasaron a ocupar una pequeña cantidad de territorio. (Lozano Guamán , 2015) Dependiendo de la composición demográfica y étnica de regiones específicas, la hacienda podía servir como reservorios para la producción étnica, es decir, la necesidad del terrateniente de eliminar a su competidor comercial o de crear una reserva de mano de obra barata, hacía que en la mayoría de los casos se garantice las condiciones para la reproducción de la comunidad dentro de los límites territoriales, por ello la explicación de que las manifestaciones culturales hayan permanecido y que además han permitido una organización interna en la planificación de la recuperación de sus terrenos. (Lozano Guaman , 2015) La época de la hacienda se representa como un mundo oscuro en el que los indios victimizados, envueltos en la ignorancia e iletrados, fueron llevados por sus amos a asumir cargos de fiesta excesivos y a las interminables obligaciones rituales que los condenaba a una vida de alcoholismo embrutecedor, servilismo y pobreza. (Guerrero, 2000) Las abundantes fiestas de la hacienda son recordadas como instrumentos de explotación y como demostraciones ignorantes y vergonzosas, de ahí que hasta hoy en día el alcohol es fuente de vicio para la mayoría de la comunidad, en especial para los hombres.
En nuestro país estuvo representado el proceso de liderazgo en el que las
mujeres indígenas fueron las protagonistas de sus familias y comunidades; El trabajo que realizan además del trabajo manual, el trabajo comunitario siempre está a la vista de cada persona, por ejemplo, en la agricultura; Su trabajo conduce a una perfecta organización en la siembra, cosecha, deshierbe, etc. El activismo de las mujeres aborígenes también está presente en las reuniones de las organizaciones comunales, aunque antes se las veía solo en la cocina o ahora en silencio. Pero poco a poco fueron tomando su espacio potenciando sus voces. Las madres de Dolores Cacuango y Transito Amaguaña estaban conscientes de todo el maltrato que debían soportar, solo por tener donde dormir y algo que comer. Estas madres sabían que no era justa la forma como eran tratadas, ellas ya sabían que la tierra le pertenece al que la trabaja. Pero no contaban con la condición necesaria para luchar contra de la situación de maltrato que se vivía en ese momento. (Quinatoa & Mercedes , 2015) En el Ecuador, construir la interculturalidad ha sido, desde inicios de los noventa, un principio político e ideológico del movimiento indígena ecuatoriano, principio que se integra a las demandas que plantean frente a un estado monocultural para transformar las políticas públicas y la misma concepción de Estado (E). Los levantamientos que se llevaron a finales del siglo XIX se dieron hechos importantes en la historia de las luchas políticas en las cuales participaron los indígenas. Tal es el caso que se unieron a las luchas de Eloy Alfaro, líder de la revolución liberal. (Sandoval, 2019) El siglo XX llegó con vientos de reacción del pueblo, para continuar las luchas heredadas desde la colonia, en contra de los poderes dominantes. El 15 de noviembre de 1922, en la ciudad de Guayaquil, los obreros y los pobres, salieron a las calles a protestar contra las políticas dominantes y de explotación que implantó el gobierno del presidente José Luis Tamayo, la respuesta fue la represión y la muerte de miles de obreros. En 1926, se dio en Pesillo, Cayambe, la sublevación de los indígenas contra los patrones y administradores de las haciendas, que maltrataban y abusaban de la población indígena. En 1944 se organizó la Federación Ecuatoriana de indios, FEI, con los líderes Jesús Gualavisi y Dolores Cacuango, cuya memoria siempre se recuerda. Luego tomó la bandera, Transito Amaguaña, ejemplo de lucha en el campo y la nación. En 1944, se fundó la FENOC, Federación Ecuatoriana de organizaciones campesinas, en 1972 se fundó el ECUARUNARI, Ecuador Runacunapac Riccharimui, Despertar de los indios ecuatorianos. En 1980 se realizó la marcha Nacional Campesina Indígena, para exigir al gobierno la expulsión del Instituto Lingüístico de Verano, que funcionaba en el oriente ecuatoriano. Marcharon en las calles de la ciudad de Quito, diez mil personas del campo y la ciudad. Fue también un acto de solidaridad con los familiares de los trabajadores del ingenio Astra que fueron asesinados por la fuerza pública del gobierno. En el año de 1986 se organizó la CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, que fue la unión de las Federaciones indígenas de la costa, la sierra y el oriente ecuatoriano. En 1992, se dio el levantamiento indígena, al celebrar los 500 años del descubrimiento de América, indígenas de todas las provincias de la sierra, la costa, el oriente, se levantaron y dijeron ¡basta! a la discriminación, la dominación y explotación. En 1997, el movimiento indígena se unió al pueblo para participar en el paro nacional para destituir al presidente Abdala Bucaram, por inepto y corrupto. En el año 2000 se realizaron movilizaciones y marchas, para derrocar el gobierno de Jamil Mahuad, causante del feriado bancario, que causó un grave daño al país, en especial a las familias ecuatorianas. En el año 2001, se realizó la marcha plurinacional contra el alza de los combustibles decretada por el presidente Gustavo Noboa y también por la educación bilingüe. En el año 2004 se realizó la marcha Nacional contra el tratado de libre comercio y el Plan Colombia. En el año 2005, el movimiento indígena participó en la rebelión de Quito para derrocar al presidente Lucio Gutiérrez, por incapaz y corrupto. En el año 2012, se realizó la marcha plurinacional por la vida, el agua, la dignidad de los pueblos. En el año 2015, se realizó la marcha por el agua, por la defensa de los recursos naturales, y contra la criminalización dictada por el presidente Correa. En el año de 2019, octubre, se realizó el levantamiento de los indígenas, los trabajadores y el pueblo, contra el decreto del subsidio a los combustibles y el alza de los pasajes. La CONAIE lideró durante 11 días el paro Nacional, junto al Frente Unitario de los Trabajadores del Ecuador. Se logró que el decreto sea derogado. (Sandoval, 2019) El Estado no había alterado su fundamental principio uni-nacional desde 1830 hasta los nuevos acontecimientos étnicos de la década de los noventas; al contrario, había continuado basando su actuación en la legalidad de un Estado homogéneo, concebido en la ideología del mestizaje racial o de la pequeña nación mestiza; por otro lado, el Estado tampoco ha representado los intereses de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador, a pesar de que algunos gobiernos abrieron oficinas de atención solo para los sectores indígenas en el Ministerio de Bienestar Social. Ante los hechos de exclusión promovidos por el Estado Ecuatoriano, el movimiento indígena asume, en la década de los noventa, su rol protagónico, mediante propuestas indígenas que buscan el reconocimiento del Ecuador como un país pluricultural, multicultural y plurinacional, democratizando la sociedad y el Estado ecuatoriano. Entre mayo y junio de 1990, los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, especialmente de la Sierra y el Oriente ecuatoriano, liderados por el movimiento indígena protagonizaron varios actos colectivos de protesta que tuvieron el significado de un acto de afirmación colectiva y étnica, referidos a una resistencia y a la capacidad de oposición, incluso de recuperación de su espacio territorial, social, político y económico. (Tamariz Ochoa, 2010) Este acontecimiento puso de manifiesto que las sociedades indígenas representadas por el movimiento indígena han venido construyendo su propio espacio y la posibilidad de representar en sus propuestas y objetivos ante un Estado caduco y paternalista. Los abusos de los terratenientes de la región llevaron a Dolores Cacuango a participar en la huelga agrícola de Olmedo. Allí, la también llamada Mamá Dulu se unió a Tránsito Amaguaña y a otras mujeres para reclamar mejoras laborales y sociales. (BBC News Mundo, 2020) Junto a Tránsito Amaguaña y Jesús Gualavisi y con el apoyo del partido comunista, Dolores Cacuango fundó en 1944 la Federación Indígena Ecuatoriana, la primera organización de este tipo en el país. En esos años, Cacuango comenzó a ser llamada “la loca Dolores” por sus enemigos, que temían su capacidad de liderazgo y su carisma. Mientras, grandes grupos de indígenas viajaban a visitarla a Cayambe y ella se dedicaba a formar a jóvenes indígenas para continuar la lucha. (Montaño, 2020) Uno de los grandes objetivos de Cacuango era que los indígenas pudieran acceder a la educación. Para la activista, la formación era la mejor manera de acabar con los abusos a los que eran sometidos por los poderosos. Su opinión era romper con la ignorancia como primer paso para avanzar. Este interés llevó a Cacuango a fundar la primera escuela autónoma indígena en 1945. Para ello, contó con el apoyo de su mejor amiga, María Luisa Gómez de la Torre. El propio hijo de Dolores, Luis, impartió clases en quechua y en castellano en el centro. Este proyecto, sin embargo, nunca contó con el aval del Ministerio de Educación, que lo consideraba como un foco de formación de comunistas y de revueltas sociales. A pesar de esta actitud por parte de las autoridades, el proyecto educativo de Cacuango se extendió por localidades en las que el movimiento indígena tenía una presencia fuerte, como Chimba, Moyurco o Pasillo. En 1963, bajo la dictadura de Ramón Castro Jijón, el gobierno prohibió la enseñanza en quechua. Como represalia, destruyó la casa de Dolores, que tuvo que esconderse para no ser detenida. La activista, no obstante, continuó con sus actividades y visitaba a sus compañeros a escondidas por la noche. Las autoridades educativas ecuatorianas crearon en 1989 la Dirección de Educación Indígena Bilingüe Intercultural. Con esta medida, el gobierno daba el primer paso para acabar con la ley que había prohibido las escuelas en quechua en 1963. (Montaño, 2020) Unos años más tarde, en 1998, la Asamblea Nacional Constituyente reconoció el derecho de los indígenas a recibir educación intercultural bilingüe. ( López, 2020) La Escuela de Mujeres Líderes en Ecuador, primera de este tipo en el país, lleva hoy en día el nombre de Dolores Cacuango, al igual que una calle en la capital del país, en un barrio humilde y obrero. (Salgado Díaz , 2015) En 2009, Dolores Cacuango fue homenajeada por la UNESCO en el Día Internacional de la Mujer y organizó una exposición en París dedicada a su obra. (El Universo, 2009) Dejó huellas en la historia del país. Se afilió al partido comunista motivada por la situación de pobreza y maltrato desde ese momento se entregó al liderazgo y mostró que se puede lograr cambios a partir del esfuerzo y la unión.