Sistema Educativo Mexicano
Sistema Educativo Mexicano
Sistema Educativo Mexicano
A finales del siglo XX y a principios del nuevo siglo, México también comenzó a poner
atención en la importancia de la calidad educativa y en los mecanismos para su
aseguramiento. De tal modo, la experiencia mexicana en el estudio, fortalecimiento y
evaluación de la calidad de la educación superior es relativamente reciente.
Se describe de manera general el desarrollo histórico de los procesos de evaluación y
mejoramiento de la calidad educativa en México, así como los objetivos y funciones de los
principales organismos nacionales en este ámbito, tales como la Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la Coordinación Nacional
para la Planeación de la Educación Superior (CONPES), los Comités interinstitucional para
la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y la Federación de Instituciones
Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) y el Programa de Fomento a la
Calidad Educativa de la Secretaria de Educación (SEP), finalmente, se describe el estado
actual del proceso de evaluación y certificación de las Instituciones en nuestro país.
Tomando como base el en cuadre analítico de la literatura reciente en torno al tema
educación, se ha optado por abordar la información considerando tres dimensiones
principales: cobertura, calidad educativa, y desigualdad. Se presenta información
internacional que compara la situación de la educación mexicana con la de países de
América Latina, El Caribe e integrantes de la OCDE, con la finalidad de ilustrar la
situación del sistema mexicano.
El nivel de preprimaria no es considerado en el presente documento debido a que constituye
un sector altamente particular de difícil cotejo.
Introducción
El desarrollo educativo en México, puede decirse que comenzó su desarrollo desde los
propios albores de la humanidad. El sí mismo no es más que una consecuencia de su
devenir histórico, en correspondencia con la necesidad del ser humano de transmitir con
eficiencia y eficacia a sus congéneres las experiencias adquiridas y la información obtenida
en su enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
Ha motivado múltiples iniciativas federales y estatales, públicas y privadas, que conforman
la variadísima oferta de planes y programas de estudio que caracteriza la educación básica,
media y media superior; Que si bien este hecho ha permitido la atención a un número
creciente de estudiantes, también es una realidad el que hoy tenemos un panorama carente
de criterios que proporcionen orden, articulación y sistematicidad al tipo educativo que
tendrá la mayor expansión y crecimiento en los próximos años.
Los planes de estudio, en la escuela tradicional se basaban en lo que realizaba el maestro y
lo que quería enseñar, con autoritarismo y castigos severos que el estudiante en lugar de
tener retos como son; “Igualdad de Oportunidades”, “Calidad educativa”. No existía nada
de futuras generaciones con mejor capacitación en el futuro a lo que hoy en día ha
cambiado exitosamente a un México más equitativo y con mejores oportunidades para el
desarrollo.
Asimismo, señala que por lo que toca a la educación, se rediseñarán los planes de estudio
para que los alumnos cuenten con un mínimo de las capacidades requeridas en este tipo
educativo, y les permita transitar de una modalidad a otra. Y el último reto dentro de los
sistemas de educación es “Elevar la calidad de la educación para que los estudiantes
mejoren su nivel de logro educativo, cuenten con medios para tener acceso a un mayor
bienestar y contribuyan al desarrollo nacional”.
El desarrollo educativo señala que es necesario alcanzar los acuerdos indispensables entre
los distintos sistemas, subsistemas y con las instituciones de educación superior que operen
servicios de educación media superior en el ámbito nacional, con la finalidad de integrar un
sistema nacional de bachillerato en un marco de respeto a la diversidad, que permita dar
pertinencia y relevancia a estos estudios, así como lograr el libre tránsito de los estudiantes
entre subsistemas y contar con una certificación nacional.
Cumpliendo con estos propósitos en la educación como lo mencionan Díaz Barriga Frida,
Ángel, lo mismo Biggs, Estévez, Tyler, Taba, Palacios, Rousseau, etc. tendremos un
aprendizaje con una alineación entre objetivo hasta producto aplicando las estrategias
obtendremos un aprendizaje significativo y una educación de calidad.
Sistema educativo mexicano
La educación actual en México, afronta múltiples retos; uno de ellos es dar respuesta a los
profundos cambios sociales, económicos y culturales que se prevén para la “sociedad de la
información”. Los medios de comunicación, han generado un enorme interés en todos los
ámbitos de nuestra sociedad. Su utilización con fines educativos es un campo abierto a la
reflexión y sus implicaciones y consecuencias tienen una doble naturaleza. Por otra parte,
podría tener un impacto considerable sobre la calidad de la educación en tanto que
transforme la vida cotidiana de la ciudadanía a través del uso de las tecnologías de
información y comunicación (TIC’s).
Actualmente la calidad educativa en México, se refiere a aquellas instituciones que
promueven el progreso de los estudiantes en una amplia gama de logros intelectuales,
sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su nivel socioeconómico, su medio
familiar y su aprendizaje previo. Un sistema escolar eficaz es aquel que maximiza la
capacidad de las escuelas para alcanzar esos resultados. Lo que supone adoptar la noción de
valor añadido en la eficacia escolar y la integración dinámica de la organización
institucional, de los recursos humanos y fiscales, del programa curricular y la didáctica, de
los procesos educativos y sus resultados en términos de aprendizaje.
Cuando hablamos de educación, en nuestro país pensamos en una mundo de problemas
dentro de las escuelas, que incluyen enseñanza aprendizaje, infraestructura, alumnos,
docentes, directivos, material didáctico, aulas, metodológicos, sociales, culturales,
religiosos, económicos, psicológicos, modelos, reformas educativa, programas, plan de
clase, estos estándares definidos están impidiendo el desarrollo de una educación de
calidad, por lo que tenemos que centrar estos elementos que permiten alcanzar o dar
sentido a las razones que justifican la existencia de los sistemas educativos.
Actualmente las nuevas reformas indican que se requiere que el docente esté capacitado en
el área, para que pueda ser facilitador o guía dentro del salón de clases y lograr que los
estudiantes aprendan significativamente lo que el programa estipula, y que de ello se derive
la formación de ciudadanos cultos y responsables, y en el caso de la educación superior, la
formación de profesionales, tecnólogos y científicos, con las competencias que les permitan
el desarrollo de una mejor calidad de vida para sí mismos y para sus respectivas regiones.
Actualmente sabemos que un centro educativo de calidad es aquel que potencia las
capacidades cognitivas, sociales, afectivas, estéticas y morales de los alumnos, contribuye a
la participación y a la satisfacción de la comunidad educativa, promueve el desarrollo
profesional de los docentes e influye con su oferta educativa en su entorno social. Un centro
educativo de calidad tiene en cuenta las características de sus alumnos y de su medio social.
Un sistema educativo de calidad favorece el funcionamiento de este tipo de centros y apoya
especialmente a aquellos que escolarizan a alumnos con necesidades educativas especiales
o están situados en zona social o culturalmente desfavorecidas. Desde un paradigma de la
complejidad, la calidad educativa es en tendida de forma multidimensional.
Como ya hemos visto, en un principio, la preocupación por la educación estaba centrada en
la cobertura (educación para todos y todas) y el acceso a la educación básica,
posteriormente el foco de atención se centró en los resultados del aprendizaje, mismo que
eran reflejados en las evaluaciones de los alumnos. Para algunos países los resultados de las
evaluaciones fueron desalentadores, sobre todo para los países en vías de desarrollo entre
ellos nuestro país.
El desafío en México es construir reformas y modelos que sean congruentes con amplio,
enfoque de calidad, pero, sobre todo, que consideren el enorme abanico de posibilidades y
características que cada uno de los sistemas educativos de los diferentes países suponen.
Por ello, es necesario crear aproximaciones de calidad educativa que no centren su atención
en resultados de la enseñanza únicamente, sino que consideren los procesos que conllevan a
dichos resultados: el funcionamiento, la infraestructura de las instituciones, el desempeño
docente y de los directivos, al igual que los estudiantes, son factores que interactúan y
arrojan resultados de menor o mayor calidad. Los criterios o componentes considerados
como elementos esenciales de la calidad educativa. Por tanto, pueden variar dependiendo
del nivel y momento en que se encuentre una institución en un contexto particular.
En México se consideran componentes esenciales de la calidad educativa; la validez
oficial; modelos educativos, reformas, investigaciones y vinculación; la infraestructura y
disponibilidad de recursos materiales; gestión educativa; integración y participación de
estudiantes, familia y comunidad; la formación continua de formadores, en la actualidad, el
concepto de educación ha evolucionado centrándose únicamente en la enseñanza
aprendizaje y en la actualización de los maestros, por lo que abarca los programas y
reformas institucionales, la planificación y la orientación educativa en México, por lo que
de acuerdo a las encuestas de los diferentes subsistemas de educación. Se han tomado en
cuenta las siguientes experiencias educativas, lo que se han convertido en una pieza clave
para su desarrollo.
En 1950 se fundó la Asociación Nacional de Universidades de Instituciones de Educación
Superior (ANUIES), integrada en ese momento por 11 Universidades y 12 Institutos
Superiores, como un organismo de consulta, investigación y análisis en caminado al
desarrollo de la educación superior. Posteriormente en 1954 se instauro la carrera
académica con los nombramientos de académicos de tiempo completo y se desconcentro la
educación superior, para los cual se crearon 19 universidades públicas estatales y de 1958 a
1970 se crearon los primeros centros de investigación aplicada (ANUIES, 1995 y Parada
Ramos, 2002).
En 1970 la secretaria de Educación Pública mejoro y sistematizo la recolección de
información para las estadísticas referidas a la educación nacional.
La primera evaluación de aprendizaje que se hizo fue durante el sexenio de 1976-1982 con
muestras de estudiantes con representación nacional.
Cobertura del sistema de educación primaria
A mediados de la década de los 50 inicia en México un proceso de expansión del sistema
de educación básica que pretendía aumentar la cobertura de este nivel. Para 1970, según
datos censales, el 36.1% de la población de 6 a 14 años no asistía a la escuela, para 1990 la
cifra se había disminuido a el 13.4% (INEGI).
Actualmente una cifra cercana al 2% de los niños en edad de asistir a la escuela primaria,
no lo hacen. De acuerdo con la UNESCO, la relativa universalidad alcanzada por el sistema
educativo mexicano, presenta un complejo escenario para la atención de los grupos que a
un se encuentran excluidos de la cobertura educativa, dado que constituyen una cohorte en
alta marginación general, aumentando los costos de atención.
En 1982 se construyó la federación de instituciones mexicanas particulares de educación
superior (FIMPES), que otorgo su primera acreditación en 1996.
En los últimos años de la década de 1990 y los primeros de la siguiente década, se
marcaron cambios en la educación en general y en las instituciones de la educación superior
(IES), las cuales acentuaron la atención en la necesidad de atender y mejorar la calidad de
los sistemas, procesos, servicios, productos y resultados de la educación.
De acuerdo con Barreda y Aguado, el término Calidad se instala en las agendas de las
políticas educativas de todos los países en la década de 1990. Éste es referido, con
insistencia, desde la Declaración Mundial sobre Educación para Todos: La Satisfacción de
las Necesidades Básicas de Aprendizaje, celebrada en Jomtien, Tailandia en el año 1990 (y
enriquecida en el año 2011). Aunque efectivamente el término calidad es amplio, complejo,
polisémico y subjetivo, de manera general, se asocia y se asume con las propiedades o
conjunto de propiedades y condiciones, inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.
En tanto que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (de ahora en
adelante, OCDE) define el término como un atributo o esencia definidora, un grado de
excelencia o valor relativo, lo asocia con lo bueno o excelente, con un rasgo o juicio no
cuantificado. Efectivamente, se puede considerar que la calidad es un término que trae
consigo los estándares “definidores” que debe cumplir “algo” y cuya presencia, ausencia o
maneras de funcionar, permitirían emitir un juicio de valor sobre ese algo. El conocimiento
de los estándares definidores arrojaría criterios evaluativos del tipo: esto es bueno o malo,
eficiente o no eficiente, eficaz o no eficaz, funcional o no, de alta calidad o de baja calidad.
En 1998, en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, la UNESCO determino la
calidad como un concepto multifuncional que abarca a la enseñanza, la investigación, el
personal, los estudiantes y las instituciones: cuya atención precisa de la autoevaluación
interna y de la revisión externa, de manera periódica, comparando los objetivos esperados
con los que logran. Fue entonces que se originaron cambios trascendentes en las
universidades.
Para la prueba PISA en México ya tiene una historia que se remonta al año 2000, cuando se
realizó su primera aplicación. El propósito de PISA es dar a conocer el nivel el nivel de
habilidad que han adquirido los estudiantes, también mide si los estudiantes tienen la
capacidad de aplicar todo lo que han aprendido, y ver si son capaces de analizar, razonar y
proyectar sus conocimientos.
En marzo de 2001, el Consejo Europeo se propuso, para antes de que concluyera el 2010,
lograr que los sistemas de educación y formación combinen calidad, accesibilidad y
apertura al mundo. En 2002, aprobó un programa de trabajo para este fin, y apoyo la
propuesta de conseguir que los sistemas educativos de formación de Europa, cristalizaron
como una referencia de calidad mundial en 2010.
En el inicio del tercer periodo, se identifica en los años 2002. Aquí se caracteriza por dos
aspectos importantes: en lo político se le da un concepto estratégico a la evaluación de la
educación y en el ámbito institucional, se reestructuran instituciones encargadas de la
evaluación, a través de la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE).
El presidente Enrique Peña Nieto propuso unas reformas del artículo tercero constitucional,
para establecer las bases profesionales de la carrera docente para que el estado recupere la
rectoría sobre la educación nacional.
La reforma incluirá la creación de un Sistema Nacional de Evaluación Educativa. Dijo que
así dejará de haber plazas vitalicias y hereditarias en el sistema educativo nacional.
La segunda evaluación se hizo entre los años 1990-2002, en el cual se desarrolló una
evaluación con distintos propósitos, principalmente en educación básica. Estas iniciativas
se implementaron en las primeras participaciones de México en pruebas internacionales de
aprendizaje.
En 2003, en la Comisión de Berlín se planteó el plazo de dos años para contar con un
sistema de garantía de calidad educativa europea, basado en un conjunto consensuado de
criterios. Procedimientos y directrices para acreditación y certificación de la calidad. Tomar
en cuenta experiencias de otros países e instrucciones, se convirtió en una pieza clave.
Fue el 1 de diciembre de 2012, que el presidente Enrique Peña Nieto al dirigir su primer
mensaje a la nación como presidente de la República, anunció las primeras doce decisiones
presidenciales, dentro de las cuales se encontraba el envío de una reforma educativa al
Congreso de la Unión para su análisis y discusión.
El 2 de diciembre de 2012, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto; Gustavo
Madero Muñoz, presidente del Partido Acción Nacional; Cristina Díaz Salazar, presidente
interina del Partido Revolucionario Institucional; y Jesús Zambrano Grijalva, presidente del
Partido de la Revolución Democrática, firmaron el Pacto por México. Uno de los cinco
acuerdos es la creación de una sociedad de derechos y libertades, el cual a su vez contiene
un acuerdo por la educación de calidad y con equidad que sería impulsada mediante la
presentación de una reforma legal en materia educativa con tres objetivos:
Aumentar la calidad de la educación básica, reflejándose esto en los resultados de las
evaluaciones internacionales como PISA.
Aumentar la matrícula y la calidad de la educación media superior y superior.
Recuperar la rectoría del Estado Mexicano en el sistema educativo nacional.
Cobertura de educación secundaria
En México la educación secundaria (correspondiente a los 3 años siguientes de la
educación primaria) muestra una tasa de 13.58% de jóvenes en edad escolar secundaria que
se encuentran fuera del alcance del sistema educativo (UNESCO, 2012). La progresión en
el abandono escolar tiene que ver con una tendencia social ligada al crecimiento de los
jóvenes escolares que propicia un costo de oportunidad proporcional a la edad de los
jóvenes para mantener se en el sistema educativo. Es decir, a mayor edad, mayor es la
capacidad productiva de los adolescentes y más costoso resulta para el familiar privarse de
ese ingreso.
En el caso de la educación secundaria, la ampliación de cobertura se ha presentado a través
de distintos tipos de servicios educativos: Telesecundaria, Secundaria Técnica, Secundaria
General. En 1997 la UNESCO publicó por primera vez la Clasificación Internacional
Normalizada de la Educación (CINE) con el propósito de contar con una herramienta de
análisis que permitiera la comparación entre niveles educativos de distintos sistemas.
En las presentes comparaciones regionales, se utiliza la CINE como está dar para la
comparación de niveles escolares. La CINE comprende en sus niveles escolares a la
educación secundaria, que es dividida en CINE2: Educación Secundaria Baja (Secundaria)
y CINE3: Educación Secundaria Alta (Preparatoria).
Sabemos que hasta la fecha hay telesecundarias sin luz y escuelas públicas con pizarrones
electrónicos que los maestros no saben ocupar o no requieren del mantenimiento adecuado,
¿qué ocurrirá con las nuevas laptops? La dotación de computadoras no servirá en escuelas
donde no existen las condiciones adecuadas para ellas, donde hacen falta materiales
didácticos, aulas, mesas para trabajar, incluso luz eléctrica. Sin contar que no se especifica
la forma y tiempo por el que les serán donadas las máquinas.
Cobertura de educación media superior
De acuerdo con la encuesta nacional de educación media superior del 2012, en México el
30.5% de los jóvenes en edad de asistir a instituciones de educación de nivel medio
superior se encuentran fuera de la cobertura del sistema educativo. De acuerdo con el
Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) en el periodo comprendido
entre 2003 y 2012 la matrícula de jóvenes de 15 años en educación forma la aumentó del
58% apoco menos del 70%.
La problemática con la educación media superior recae, por un lado, en que es la que más
alta tasa de deserción presenta, y por el otro, en que se constituye como un nivel bivalente,
ya sea como un nivel propedéutico para aquellos estudiantes con la capacidad de acceder al
nivel superior, o “profesionalizante” para aquellos alumnos que se emplearán a partir de ese
nivel (Bosco, 2011).
Aunque ha existido un largo debate en cuanto a las ventajas y desventajas de la disyuntiva
entre el enfoque propedéutico y el “profesionalizante”, la investigación parece converger en
que modelos de segmentación temprana y fuerte, como el alemán, serían más eficientes en
la distribución de sus egresados, pero que modelos menos segmentados y que postergan la
especialización, como el norteamericano, serían más equitativos (Kerckhoff, 2000).
En 32 de los 34 países de la OCDE, más del 90% de los jóvenes de 15 años están
escolarizados; en México este índice de cobertura corresponde a menos del 70%. Si bien la
cobertura escolar en México ha aumentado, pasando de 58% en 2003 a 70% en 2012, ésta
sigue siendo la tercera cobertura más baja de todos los países que participaron en PISA
2012 (Sólo Albania y Vietnam tienen coberturas más bajas que México). El alumno
promedio en México obtiene 413 puntos en matemáticas. El puntaje promedio en la OCDE
es de 494, una diferencia con México que equivale a casi dos años de escolaridad.
De 2005 a 2012 la población de 25 a 34 años en México que habían alcanzado la educación
media superior aumentó en 8 puntos porcentuales, de 38% a 46%. No obstante, este
porcentaje es mucho menor que el promedio de la OCDE de 83%. Sólo uno de tres adultos
de 25 a 64 años de edad terminó ese nivel de educación. México está aumentando el nivel
de adolescentes de 15 a 19 años que están en educación: del 48% al 54% entre 2005 y
2013. A pesar de este aumento, en 2013 México fue uno de sólo dos países de la OCDE y
asociados (el segundo fue Colombia) donde menos de 60% de los jóvenes de 15 a 19 años
estaban inscritos en el sistema educativo.
Cobertura de educación superior
El alumno promedio en México obtiene 424 puntos en español. El puntaje promedio en la
OCDE es de 496, una diferencia con México que equivale poco menos de dos años de
escolaridad. En México las instituciones de educación superior se componen de los
siguientes subsistemas: Universidades Públicas Federales, Universidades Públicas
Estatales, Universidades Públicas Estatales con apoyo solidario, Institutos Tecnológicos,
Universidades Tecnológicas, Universidades Politécnicas, Universidades Interculturales,
Centros Públicos de Investigación, Escuelas normales públicas, Otras instituciones
públicas.
Con la finalidad de desarrollar los tres elementos de análisis que se utilizaron para los
distintos niveles educativos se considerara solo al subsistema de universidades públicas
estatales por ser el más extendido y diseminado geográficamente por todo el país. El reto
principal entorno a la calidad de la educación superior guarda relación con la necesidad de
atenuar las enormes brechas de desigualdad entre las instituciones del país. La generación
de condiciones equitativas implica, además de un esfuerzo presupuestal, la necesidad de
apuntalar las bases institucionales de las universidades estatales.
La calidad educativa de las universidades tiene que ver con la capacidad degeneración y
divulgación del conocimiento con lo que es complicado determinar mecanismos de
intervención inmediatos que permitan mejorar su calidad en el corto plazo.
Las diferencias en la capacidad de generación y difusión del conocimiento requieren de un
plan de desarrollo institucional desde la perspectiva regional, que al momento no ha sido
considerado, ya que en un afán por proveer de infraestructura educativa y un entramado
institución al reconocido, se han creado universidades en regiones que no cuentan con los
insumos académicos necesarios para consolidar instituciones educativas de nivel superior.
Cobertura de educación terciaria: programas de ciclo corto, grado, maestría y
doctorado
En México sólo cerca de una de cada cinco personas de 25 a 64 años de edad y una de cada
cuatro de 25 a 34 años tienen un título de educación terciaria. El porcentaje de las personas
de 25 a 34 años con educación terciaria aumentó en 8 puntos porcentuales entre 2000 y
2014 (de 17% a 25%), en tanto que en promedio en los países de la OCDE aumentó en 15
puntos porcentuales (de 26% a 41%).
En México, se espera que 38% de los jóvenes ingresen a la educación terciaria en el
transcurso de su vida (el promedio de la OCDE es 67%). La diferencia entre el promedio de
la OCDE y México es evidente en los niveles más avanzados de educación terciaria. Se
estima que cerca de 4% de los jóvenes mexicanos obtendrán un título de maestría en su
vida (el promedio de la OCDE es 22%) y que menos de 1% completará un programa de
doctorado (el promedio de la OCDE es 2%).
Las tasas de ingreso son también bajas en los programas terciarios de ciclo corto: se calcula
que el 3% de los jóvenes de México se matriculen en este tipo de programa, en
comparación con el promedio de 18% en los países de la OCDE, 49% en Chile y 16% en
Colombia.
Cerca de 28 000 estudiantes mexicanos se matricularon en el extranjero en 2013, la mitad
de ellos en Estados Unidos. Esto representa alrededor de 0.8% de los estudiantes
nacionales, una proporción menor que el promedio de la OCDE (1.6%) o que el porcentaje
de estudiantes nacionales chinos matriculados en el extranjero (2.1%), pero es comparable
con el porcentaje de estudiantes de Indonesia, Chile y Sudáfrica.
El mismo año, alrededor de 8 000 estudiantes fueron a estudiar a México, una proporción
insignificante de la matrícula total. Muchos expertos en educación terciaria opinan que un
periodo de educación en el extranjero es una manera de que los estudiantes mejoren sus
posibilidades de empleo en un mercado laboral global. Aun si los estudiantes permanecen
en el extranjero después de concluir sus estudios, pueden establecer lazos sociales y
comerciales entre su país natal y su país anfitrión.
El gasto de México en educación primaria a terciaria como porcentaje del PIB se elevó de
4.4% en 2000 a 5.2% en 2012, porcentajes similares al promedio de la OCDE. En 2012,
México gastó 3.9% de su PIB en instituciones de educación primaria y secundaria (un poco
por encima del promedio de la OCDE de 3.7% que incluye también las instituciones de
educación postsecundaria no terciaria) y 1.3% del PIB en instituciones de educación
terciaria (un poco por encima del promedio de la OCDE de 1.5%).
Entre 2005 y 2012, el gasto anual en México por instituciones de educación primaria y
secundaria aumentó 19%, en tanto que el número de estudiantes se incrementó 7%. Como
resultado, el gasto por estudiante se elevó 11% (el promedio de la OCDE, que incluye
educación postsecundaria no terciaria, fue de 21%). Durante este periodo, casi todos los
países con un gasto por estudiante por debajo del promedio de la OCDE mostraron
aumentos sustanciales en el gasto por estudiante, de +55% en Turquía a +110% en Brasil.
Por consiguiente, en México el gasto por estudiante por instituciones terciarias y por todos
los servicios fue alrededor de tres veces más alto que el gasto por estudiante en educación
primaria. Este coeficiente fue similar al observado en Brasil y Turquía, y mucho más alto
que otros países de la OCDE y países asociados (el promedio de la OCDE del coeficiente
de gasto por estudiante por instituciones terciarias y primarias fue de 1.8).
Es importante que reflexiones, antes los avances educativos de México, el contexto
económico y social que está viviendo el país, ya que la educación se está enfrentando a una
serie de retos sin precedentes y a condiciones que son altamente dañinas para la sociedad en
general. Es preciso afrontar la realidad actual con múltiples elementos y uno de ellos es la
calidad en educación, la cual debe consolidarse como el motor de transformación que
necesita el país para su desarrollo, ya que nuestro México, lo reclama y nuestros estudiantes
lo merecen.
Así pues, se reconoce a los procesos de evaluación y acreditación como los medios que
pueden contribuir a una reforma de la educación superior y los mecanismos adecuados para
comunicar los niveles alcanzados en las funciones básicas (docencia, investigación y
difusión cultural) que desarrolla una institución universitaria, a los usuarios de las
instituciones.
De hecho, ni la evaluación ni la acreditación son fines en sí mismos, sino que la evaluación
y la acreditación son medias para promover el mejoramiento de la educación superior.
Ambos procesos están asociados al mejoramiento de la calidad, la generación de
información para la toma de decisiones, la garantía pública de la calidad de las instituciones
y de los programas que ofrece.
Para lograr una certificación a nivel nacional, depende de la institución, prácticas docentes,
administrativas, evaluación de los estudiantes e instalaciones, entre otras y la acreditación
especializada que se centra en la evaluación de los programas. Ya mencionados, analizado
un conjunto de normas previamente definidas e implantadas como deseables y al mismo
tiempo, implica el reconocimiento público de que una institución o un programa satisfacen
determinados criterios de calidad, por lo tanto, requiere cierta confiabilidad.
Nosotros analizamos si bien, el Sindicato de Elba Esther Gordillo pierde la oportunidad de
decidir sobre el personal, eso no significa que la denominada “recuperación de la rectoría
del sistema educativo nacional por parte del Estado” resulte en beneficios para la población.
En realidad, el Servicio Profesional Docente únicamente permitirá el acceso, permanencia o
promoción de personas allegadas a las autoridades educativas con el plus de estar
respaldadas por la ley. Al ser así, las plazas estarán cedidas previamente y no les importará
cuan exitoso haya sido el proceso de selección de quien no estaba elegido, nunca será el
seleccionado.
La prohibición de los alimentos chatarra puede que sea una buena opción, pero si se meten
productos de compañías grandes como los productos de Sabritas o Kellog`s, eliminando la
competencia de los pequeños puestos situados fuera de las escuelas, los que para algunos
son como la única posibilidad de una fuente de empleo.
Analizamos que el problema no se resolverá con escuelas de más horas, sino con empleos
mejor pagados, que no requieran de dobles jornadas u horas extras y que brinden tiempo de
descanso suficiente que permita la convivencia de calidad.
Como se ve a grandes rasgos, la reforma educativa no resuelve los problemas del rezago
educativo en México, pues no es una cuestión de subir en las escalas de las evaluaciones
internacionales, sino de eliminar las causas del analfabetismo, el ausentismo y el mal
aprovechamiento en las aulas. Existen muchos factores que influyen en la educación: la
pobreza, la escasez de alimentos nutritivos, la falta de atención de los padres que trabajan y
no pueden dedicar a sus hijos el suficiente tiempo de calidad, la necesidad de que los niños
trabajen o salgan de la escuela debido a problemas y carencias familiares, etcétera.
Opinamos que ante la desigualdad que se tiene en el país y la continuidad de los factores
que afectan a los infantes y adolescentes, la respuesta está en la transformación de la
sociedad, en la resolución de los conflictos sociales, económica y política que se vinculan
directamente con los problemas educativos.
Conclusión
Dentro de la información recabada, para poder realizar este ensayo se encontraron datos
importantes los cuales es substancial poder resaltarlos, en la prueba de ENLACE y PISA, se
destaca que la mayoría de los alumnos no tienen ni muestran un interés en realizar esta
prueba, si esta prueba se contara como calificación, o como un historial de un estudiante se
puede repercutir en decisiones futuras. Por lo que considero que el gobierno debería de
solventar primero la economía, la nutrición, la equidad, la desigualdad, los derechos, los
usos y costumbres, que permitan que los alumnos únicamente se concentren en su
educación y no en su vida cotidiana.
La prueba PISA es una prueba que es realizada por la OCDE y maneja elementos
esenciales para la vida diaria del individuo o estudiante. En nuestro país se demuestran
bajos niveles de educación, según la OCDE nos encontramos en un nivel bajo de
educación. Hay que tener reformas que impulse el desarrollo educativo y quiten el
estancamiento en el cual vivimos como país.
Así como sociedades más comprometidas con su educación y maestros capaces de
esforzarse al máximo y así poder lograr un desarrollo educativo real.
Es urgente fomentar y desarrollar en las instituciones de educación superior una cultura de
la evaluación, porque constituye una estrategia para el desarrollo sostenido de la educación,
pues la evaluación educativa es un compromiso de todos.
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