Evaluación Continua

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Evaluación continua

Los docentes constantemente están recabando información formal e informal acerca de qué y
cómo están aprendiendo sus estudiantes. Revisan exámenes y asignaciones de los estudiantes,
ponen atención a las tareas de los pequeños grupos, y observan a los estudiantes ocupados en
actividades estructuradas y no estructuradas. Ellos utilizan esta información para diversos
propósitos, que abarcan desde la comunicación con los padres o representantes, hasta
homologar criterios y definir parámetros de evaluación. No obstante, cuando los docentes
recopilan los tipos de información apropiados y los emplean eficientemente, pueden contribuir a
que sus estudiantes crezcan como pensadores y como aprendices.

En algunos contextos, los términos evaluación y valoración son sinónimos. Aquí usaremos el
término evaluación para referirnos, específicamente, a todos los tipos de métodos y estrategias
que proporcionen información sobre el aprendizaje de un estudiante. La evaluación formativa le
provee al alumno realimentación acerca de cómo se está desempeñando durante todo el 
proceso de aprendizaje. Por otro lado, la evaluación sumativa tiene lugar hacia el final de una
unidad o proyecto, y le aporta información al estudiante y al docente con respecto a las
destrezas y conocimientos que los estudiantes han adquirido.

Utilizar una amplia variedad de evaluaciones continuas a lo largo del ciclo de aprendizaje, puede
suministrar información mucho más provechosa, tanto al docente como al estudiante. La
evaluación formativa puede emplearse para:

 Estimar el conocimiento previo del estudiante y su predisposición 


 Alentar el aprendizaje autónomo y la colaboración   
 Proveer realimentación diagnóstica al docente y al estudiante 
 Monitorear el progreso
 Verificar el nivel de comprensión y alentar la metacognición
 Demostrar el nivel de comprensión y destreza

El propósito general de la evaluación es brindar a los docentes la información que requieren para
poder ofrecer un aprendizaje de alta calidad. Las evaluaciones programadas y las continuas se
hallan en el centro mismo del aprendizaje basado en proyectos, y proveen una vía para que los
estudiantes descubran y demuestren qué saben. Con la evaluación integrada a lo largo de una
unidad de aprendizaje, los docentes aprenden más en cuanto a las necesidades de sus
estudiantes, y pueden ajustar el aprendizaje para propiciar el logro del estudiante. McMillan
(2000) explica: Cuando la evaluación está integrada con el aprendizaje, le informa a los
docentes cuáles actividades y asignaciones serán las más provechosas, qué nivel de enseñanza
es el más apropiado y cómo las evaluaciones sumativas proporcionan información diagnóstica.

EVALUACIÓN
La evaluación de los aprendizajes es un proceso permanente de información y reflexión sobre
el proceso de producción de los aprendizajes y requiere para su ejecución de la realización de
los siguientes procesos:
 ·         Recolección y selección de información sobre los aprendizajes de los alumnos, a través
de la interacción con ellos, la aplicación de instrumentos, las situaciones de evaluación,
etcétera.
 ·         Interpretación y valoración de los aprendizajes en términos del grado de desarrollo de
los criterios de evaluación establecidos en cada área y, por ende, el grado de desarrollo de la
competencia. La valoración debe darse en términos cualitativos.
 ·         Toma de decisión, que involucra el establecimiento de un plan de acción que permita al
alumno conocer, reforzar y estimular los aprendizajes que debe desarrollar con la ayuda del
docente, quien deberá planificar nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje, según las
conclusiones a las que se llegue en la evaluación.

PRINCIPIOS Y PROPÓSITOS
El sistema de evaluación de los aprendizajes tiene por finalidad contribuir a la mejora de la
calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, por tanto debe darse antes, durante y
después de estos procesos permitiendo la regulación de las interrelaciones, detectar las
dificultades que se van presentando, averiguar las causas y actuar oportunamente sin esperar
que el proceso concluya; por tanto es de naturaleza formativa. De la misma manera, la
evaluación de los aprendizajes asume que su objeto lo constituyen los criterios e indicadores de
cada área curricular, que funcionan como parámetros de referencia para determinar los
progresos y dificultades de los educandos. Dichos criterios se constituyen en la unidad de
recopilación, registro, análisis y comunicación del proceso evaluativo, dándole así su naturaleza
de criterio.
- Es parte de la planificación efectiva de la enseñanza y el aprendizaje.
- Se focaliza en cómo aprenden los alumnos.
- Es central a la práctica en aula.
- En una habilidad profesional clave. Es así que resulta importante la retroalimentación.
- Es sensible y constructiva puesto que la evaluación acarrea un impacto emocional. Por tanto
se debe enfatizar el progreso y los logros de los estudiantes en vez de sus fracasos, por tanto
debe existir una retroalimentación constructivista centrándose en los trabajos y no en la
persona.
- La evaluación promueve la motivación en los alumnos y ello en vista que debe servir para el
progreso del alumno. En ese sentido es importante no realizar comparaciones a los alumnos
con aquellos que han tenido mayor éxito.
- Promueve la comprensión de metas y criterios.
- Ayuda a los alumnos a saber cómo mejorar. Por tanto se deben usar métodos que fomenten la
autonomía del estudiante y que le permitan cierta elección y oportunidades de auto dirección.
- Desarrolla capacidad de autoevaluación.
- Reconoce todos los logros educativos.

Los fundamentos que no pueden faltar

Según el Diccionario de las Ciencias de la Educación, la evaluación "es una actividad sistemática
y continua, integrada dentro del proceso educativo, que tiene por objeto proporcionar la máxima
información para mejorarlo, reajustando sus objetivos, revisando críticamente planes y
programas, métodos y recursos, y facilitando la máxima ayuda y orientación a los alumnos".

En esta definición se pone de manifiesto una de las funciones primordiales de la evaluación: la


retroalimentación de la tarea de enseñanza realizada por el docente, importante para él mismo,
pero también para los alumnos, para los padres y para la institución.

Como ya hemos dicho en números anteriores, evaluamos en distintas etapas del ciclo escolar.
Una vez finalizada la primera parte del año lectivo, es oportuno pensar en la evaluación de los
aprendizajes de nuestros alumnos.
Si bien la evaluación es permanente y continua, es cierto que existen momentos del ciclo escolar
para los que diseñamos instrumentos específicos en los que deseamos obtener información
sobre el aprendizaje. Estos momentos tienen objetivos determinados: a principios del año
realizamos una evaluación diagnóstica, a mitad de año, una evaluación formativa para conocer
los aprendizajes de los alumnos durante el proceso educativo, y a fin de año, una evaluación
sumativa para comprobar los logros del año.

La evaluación a los alumnos requiere de un importante trabajo docente previo y


posterior a la toma.

De esta forma se planifican instancias a partir de las cuales podemos reunir todas las evidencias
posibles que den cuenta de los logros de nuestros alumnos en relación con los contenidos
trabajados; información que luego tendremos que interpretar lo más objetivamente posible.

La evaluación es un proceso que implica descripciones cuantitativas y cualitativas de la actuación


de los alumnos. En el primer momento, se reúne la información; y en un segundo momento se
trabaja para el análisis y la interpretación de los datos que hemos obtenido para formular, en un
tercer momento posterior, juicios de valor. En este sentido, la evaluación de los aprendizajes a
mitad de año es muy importante puesto que los resultados que podamos obtener nos servirán
para orientar la enseñanza del segundo período del año lectivo, conforme a lo que nos hemos
propuesto que nuestros alumnos aprendan.

Es importante tener claro qué se desea evaluar para luego poder diseñar los instrumentos que
mejor nos permitan conocer lo que queremos saber.

Si el instrumento para evaluar consiste en una prueba escrita, ésta podrá tener igual grado de
dificultad para todos los alumnos del mismo grupo. El docente también podrá elaborar dos o más
pruebas con diversos grados de dificultad para administrar a diferentes alumnos dentro del
mismo grupo.

Recordemos que no es lo mismo evaluar actitudes, conocimientos o procedimientos; así como


también son diferentes los procesos que los alumnos tienen que poner en juego para resolver
cada consigna que les presentemos (en el caso de que elaboremos una prueba escrita). Es decir
que, para cada contenido disciplinar, podemos evaluar diferentes procesos cognitivos:

CONTENIDOS PROCESOS
Uso de números en contexto Reconocer
Ubicar
Números... en la recta numérica
Leer
Signos de puntuación Usar
Noción de oración Distinguir

En este trabajo haremos mención a la evaluación de conocimientos y procedimientos. (Con


"conocimientos" hacemos referencia tanto a los contenidos factuales -datos y hechos- como a
los conceptos que forman parte de lo que comúnmente llamamos contenidos conceptuales.)

Al pensar en los conocimientos, es importante que podamos distinguir si estamos evaluando


conceptos o hechos porque estos no se aprenden ni se evalúan de la misma manera.

Si la intención del docente es evaluar conceptos, es deseable tener presente algunas


consideraciones a la hora de diseñar los instrumentos:

 Evitar preguntas y tareas que ofrezcan respuestas reproductivas o en las que la


respuesta correcta esté literalmente incluida en los materiales y actividades planteadas.
 Proponer situaciones nuevas, para cuya resolución los alumnos deban generalizar sus
conocimientos. Para ello, el docente habrá tenido en cuenta que las actividades de
enseñanza se hayan basado en contextos diversos y hayan requerido también de cierta
generalización.
 Valorar las ideas personales o la elaboración de los alumnos.
 Utilizar técnicas indirectas que hagan inútil la repetición literal.
 Acostumbrar a los alumnos a animarse a utilizar su conocimiento para resolver enigmas,
problemas y dudas.

En relación con los procedimientos, lo que evaluamos es un doble aprendizaje:

 Referido al procedimiento en sí mismo: indagamos si el alumno sabe qué acciones lo


componen, en qué orden deben sucederse, bajo qué condiciones, etcétera.
 Referido al uso del procedimiento: verificamos si el alumno usa y aplica este
procedimiento en las situaciones nuevas.

Aprender un procedimiento supone no sólo asimilar el enunciado de la regla que lo expresa, sino
también ponerlo en práctica. Lo más conveniente es comprobar una realización del alumno.
Entonces, las consignas de la prueba tendrán que solicitarle que demuestre que conoce la
información, que sabe usarla y que sabe aplicarla.

Al evaluar conceptos o procedimientos debemos poner en práctica distintas


estrategias.

En la medida que puedan repensarse estas cuestiones antes de preparar las pruebas de
evaluación, seguramente el instrumento que el docente diseñe le permitirá recoger la
información fidedigna acerca del proceso de enseñanza y del proceso de aprendizaje que es en
este momento su objetivo principal.

Las ideas que construimos sobre el tema

En la tarea cotidiana del aula generalmente actuamos conforme a las ideas o las concepciones
implícitas que hemos construido como vivencia de nuestra propia tradición escolar.
Precisamente, estas ideas implícitas, relacionadas con los contenidos, por ejemplo, hacen que
los enseñemos y los evaluemos tal como nosotros mismos los conocimos.

Analizar las teorías implícitas que tenemos sobre estas cuestiones que dan forma a nuestras
prácticas nos hará posible trabajar sobre ellas y, fuera necesario, modificarlas y hacerlas
coherentes con nuestras concepciones de enseñar y aprender.

Muchas veces sucede que en la escuela y particularmente en el aula se repiten situaciones que
reproducimos de manera inconsciente y sobre las que sería importante reflexionar con el equipo
docente y directivo:

 ¿Se puede evaluar sin calificar?


 ¿Calificamos o descalificamos?
 ¿De qué manera elaborar consignas que nos permitan evaluar datos, conceptos,
procedimientos, actitudes?
 ¿De qué manera plantear el proceso de evaluación a los alumnos para que las instancias
diseñadas resulten significativas individualmente y para el grupo en su totalidad?

En la práctica docente subyacen teorías que necesariamente hay que reconocer para
asegurarnos que sean afines a nuestros propósitos.
Algunas puntas para trabajar en el aula

¿Cómo abordar la evaluación con los alumnos?

 Explicar a los alumnos cuál es el sentido y la función de la evaluación.


 Despejar imágenes que puedan asociarse a la idea de evaluación como examen y
calificación, creando una expectativa positiva en el grupo.
 Realizar una devolución grupal destacando los logros y señalando las dificultades más
comunes en general.
 Invitar a los alumnos a trabajar en forma conjunta para superar las dificultades
mencionadas. Es importante que los alumnos vivencien que el aprendizaje no es
solamente un "asunto del maestro".
 Realizar además devoluciones en forma personal, evitando comentarios sobre el
desempeño individual frente a todo el grupo.
 Vincular la evaluación de mitad de año con la evaluación diagnóstica.

¿Cómo abordar la evaluación con los padres?

 Se aconseja la comunicación de los objetivos, los criterios, los instrumentos elegidos


para la evaluación de mitad de año. Es decir qué, cómo y para qué hemos evaluado.
 En el contexto de una reunión de padres, realizar una devolución grupal y plantear los
objetivos de trabajo y la forma de encarar la enseñanza para la segunda mitad del año.

¿Cómo elegir y diseñar el instrumento de evaluación?

Antes de elegir y diseñar el instrumento de evaluación (prueba oral, prueba escrita, registro,
encuesta, etcétera) tenemos que clarificar qué información deseamos obtener.

Supongamos que queremos evaluar las competencias del grupo en lo que se refiere a los
contenidos conceptuales en las áreas de Lengua y de Matemática. En este sentido, tendremos
que armar un listado en el que se detallen los contenidos enseñados.

Por ejemplo:

Lengua 1º año EGB Lengua 2º año EGB Lengua 3º año EGB


1. Estrategias de pre- 1. Estrategias de
1. Comprensión lectora
lectura comprensión lectora
2. Producción escrita
2. Formato textual:
con propósitos 2. Diálogo
folleto
definidos
3. Búsqueda de 3. Nociones
3. Grupos ortográficos:
información - gramaticales: oración
MB- MP
Comprensión y párrafo
4. Orden alfabético 4. Trama descriptiva 4. Oraciones

Matemática 2° año
Matemática 1° año EGB Matemática 3° año EGB
EGB
1. Escalas ascendentes
1. Escalas ascendentes
a partir de un número
a partir de un número 1. Mitad y cuádruplo
impar. Cambio de
par. Cambio de decena
decena
2. Relaciones "mayor 2. Fracciones en
2. Complementos de
que" y "menor que" contextos continuos y
10. Suma y resta de
entre números discontinuos. Números
números naturales
naturales y fracciones
3. Problemas, 3. Problemas, división.
3. Problemas, adición
multiplicación Resto
4. Escrituras aditivas y 4. Relaciones
4. Líneas rectas y
posicionales de un espaciales entre
curvas en figuras
número objetos

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