Brotton Jerry - El Bazar Del Renacimiento PDF
Brotton Jerry - El Bazar Del Renacimiento PDF
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EL BAZAR DEL
RENACIMIENTO
PAIDÓS
Barcelona
Sítenos Aires
M éxico
Título original: The Renamance Btaaar. From tbe Siik Road to Hichetangelo
Originalmente publicado en ingles, en 2002, por Oxford Universiry Press, O xford, R. U,
Traducción publicada con permiso de O xford University Press
Originajly published in English in 2002. This translauon is pnblishcd by ammgemcnt
with Oxford University Press
ISBN : 84-493-1435-6
Depósito legal: B-28.619/2003
Lista de láminas.......................................................................... 9
Lista de ilustraciones.................................................................. 11
Prefacio....................................................................... .............. 15
Introducción.......................................................................... . 17
1. Un Renacimiento global..................................................... 45
2. El programa humanista....................................................... 69
3. Iglesia y E stado.................................................................... 95
4. La aparición de la perspectiva..................................... ...... 123
5. Nuevos mundos felices....................................................... 149
6. Experimentos, sueños y representaciones......................... 177
Cronología................................................................................... 209
Bibliografía complementaria.................................................... 213
OCR por:
Biblioteca
Erik Satie
1ra edición
Agosto 2016
1. Hans Holbein el Joven, Los embajadores, 1533, óleo sobre tela Na
tional Gallery, Londres.
2. Gentile Bellini (atribuido), El sultán Mehmet II c. 1479, óleo sobre
tela, National Gallery, Londres.
3. Abraham Cresques, detalle del norte de África, primeras dos láminas
del Atlas catalán, 1375, vitela sobre madera, Bibliotheque Nationale,
París / The Bridgeman Art Library.
4. «Aristóteles y Averroes», por Girolaoio de Cremona, en Aristóteles,
Obras, impreso y pintado, vol I, 1483. Venecia. Pierpoint Morgan
Library, Nueva York, PML21194, folio 2r, / Art Resource, Nueva
York.
5. Taller de Rafael, La donación de Constantino, 1523-1524, fresco, pa
red norte, Sala de Constantino, Vaticano / Scala.
6. Fra Angélico, Tabernáculo de los lineros, 1433, témpera sobre tabla,
Museo de San Marco, Florencia / cala.
7. Costando da Ferrara, Escriba sentado, c. 1470-1480, lápiz y gouacbe,
Isabella Stewart Gardner Museum, Bo ton / The Bridgeman Art Li
brary,
8. Bihzad, Retrato de un pintor, finales del siglo xv, Freer Gallery of
Art, Smithsonian, Washington, DC: compra, F1932.28.
Lista de ilustraciones
Un R e n a c im ie n to c u l t o
E l l a d o m ás o s c u r o d e l R e n a c im ie n to
P o l ít ic a e im p e r io
R udo y d esn u d o
¿ C u á n d o s e p r o d u jo e i. R e n a c im ie n t o ?
E l R e n a c im ie n to su iz o
E l R e n a c im ie n t o e n e l s ig l o x x
2. El surgimiento
F ig u r a
de Europa: el dibujo de
Alberto Durero, El rapto
de Europa (c. 1495).
ingleses del xvi —Edmund Spenser, Christopher Marlowe y Wil-
liain Shakespeare— produjo personajes de ficción como Fausto y
I lamlet que empezaron a reflexionar sobre su propia identidad, y a
conformarla, de manera consciente. Es por ello que tales personajes
se asemejan al hombre moderno. El cuadro que Greenblatt empleó
para introducir su teoría de la automodelación, y que ilustra la cu
bierta de su libro, no es otro que Los embajadores de Holbein.
Greenblatt llega a la conclusión de que en el Renacimiento, «el
propio sujeto humano empieza a parecer un ser notablemente de
pendiente, el producto ideológico de las relaciones de poder en
una sociedad determinada». El Renacimiento de Greenblatt resul
taba mucho más ambivalente que el de las versiones de Burckhardt
y Panofsky. Siendo un autor norteamericano de ascendencia judía,
es natural que explorase al mismo tiempo su admiración por los lo
gros del Renacimiento y su horror por el lado oscuro de este perío
do, y especialmente el expolio que significó la colonización del
Nuevo Mundo y los violentos actos de antisemitismo que tuvieron
lugar a lo largo del siglo xvi.
Pese al título de su libro, Greenblatt, junto a otros, empezó a
emplear la expresión «primera modernidad» para definir el Rena
cimiento. Se trata de un concepto procedente de la historia social
que propone una relación más escépdca entre el Renacimiento y el
mundo moderno que las vagas e idealistas descripciones de Miche
let y Burckhardt. También convierte la idea de Renacimiento en un
período histórico en vez del «espíritu» cultural propuesto por los
historiadores del xix. La expresión «primera modernidad» contie
ne la idea de que lo sucedido entre 1400 y 1600 influyó y afectó pro
fundamente el mundo moderno, así como la creencia, políticamen
te progresista, de que la comprensión del pasado puede ayudar a
entender y transformar el presente. En vez de centrarse en cómo el
Renacimiento volvió su mirada hacia el mundo clásico, «primera
modernidad» sugiere que el período implicó una actitud de mirar
hacia delante que prefiguró nuestro propia mundo moderno.
Por otra parte, el concepto de primera modernidad aplicado a
este período contribuyó a que se explorasen temas y materias que
anteriormente no se habían tomado en consideración al estudiar el
Renacimiento. Eruditos como el propio Greenblatt y Natalie Ze-
mon Davis en su libro Society and Culture in Early Modern France
(1975) indagaron los roles sociales de campesinos, artesanos, tra
vestidos y mujeres «rebeldes». De gran importancia fue el estudio
del rol de las mujeres en la historia del Renacimiento, muy influido
por la publicación, en 1977, del artículo «¿Tuvieron las mujeres
Renacimiento?», de Joan Kelly-Gadol. Los críticos empezaron a
darse cuenta de que categorías como «judío», «musulmán», «ne
gro» o incluso «mujer» cambiaban con el paso del tiempo y a tra
vés de la historia. La identidad ya no era fija e inmutable, como su
puso Burckhardt en su loa al hombre «moderno», sino fluida y
contingente. Esto permitió que los escritores comprendiesen que si
la identidad había sido diferente en el pasado, también podía cam
biar en el futuro.
1 4 9 2 : LA M IRADA A ORLENTE Y O C C ID E N T E
Un Renacimiento global
¿ D e q u ié n e s e l R e n a c im ie n t o ?
O c c id e n t e s e e n c u e n t r a c o n O r ie n t e
C r é d it o s y d é b it o s
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Los b a n q u e r o s de D io s
Los G RA N D ES TURCOS
A ir e s d e c a m b io
taban «18 caballos con costosos arneses, para ser ofrecidos a los re
yes moros», así como «varias muestras de especias para enseñárse
las a los moros, para que así puedan saber qué es lo que buscamos
en su país». Especias, oro y esclavos: éstos fueron los productos
que espolearon la creación de la primera imagen verdaderamente
global del mundo de la primera modernidad.
Tales influencias culturales y comerciales no iban sólo en una
única dirección. Según un cronista portugués: «En este reino del
Congo producen tejidos con una textura similar al terciopelo, algu
nos de ellos realizados con satén aterciopelado, tan bellos que en
Italia no se ha visto nada igual». Otro cronista señaló: «En Sierra
Leona los hombres son muy inteligentes y hacen objetos sumamen
te bellos, como cucharas, saleros y empuñaduras de dagas». He
aquí una referencia directa a las notables tallas que posteriormente
se denominaron «marfiles afroportugueses». Tallados por artistas
africanos de Sierra Leona y Nigeria, estas bellas obras de arte fun
dieron el estilo africano con motivos europeos para crear un objeto
híbrido único en ambas culturas. Saleros y olifantes (cuernos de
caza) fueron ejemplos especialmente abundantes de dichas tallas,
que poseyeron personajes tan diversos como Alberto Durero y la
El programa humanista
La in d ig n id a d d e l h o m b r e
L O S P E R SU A SO R E S
¡V uelta a em peza r !
"lf- ’ ,* ’* aV ^ B
i* • M i t* R
El l u g a r d e la m u je r e n e l h o g a r h u m a n ist a
La im p r e n t a : u n a r e v o l u c ió n e n la c o m u n ic a c ió n
L as E D IC IO N E S H U M A N ISTA S
Tu n •k .p e i t t u •t a •s r r r p A A V
AVATAM SEI
Vemindanturínafdibiu Aícenlianis.
L a p o l í t i c a d k l h u m a n ís im o
Iglesia y Estado
U na d o n a c i ó n p o l í t i c a
U n M A TRIM O N IO O R T O D O X O
L as m a s a s
La c o n st r u c c ió n d e la R efo rm a
L a im p r e s ió n d e l a P a l a b r a
ANTIOHRIKTVf.
La aparición de la perspectiva
L as v id a s d e l o s a r t i s t a s
D if e r e n t e s p e r s p e c t iv a s s o b r e e l a r t e r e n a c e n t is t a
N u e s t r o s a m ig o s d e l n o r t h
De v u e lt a a O r ie n te
D e m o s t r a c ió n d e p o d e r
L a c o n s t r u c c ió n d e l R e n a c im ie n to
P ít
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Mi ;■ 'iv
E u r o p a s e s it ú a e n e l m a pa
L a c ir c u n n a v e g a c ió n d e l c a b o
O r ie n t e e s O r ie n t e
L a jo y a d e la c o r o n a
Vasco da Gama, tras hablar con él, quedó muy satisfecho de sus
conocimientos, en particular cuando él [el piloto] le enseñó un mapa
en el que aparecía toda la costa de la India, a !a manera de los moros,
con meridianos y paralelos [...], Y cuando Vasco da Gama le mostró
un gran astrolabio de madera que llevaba consigo, y otros de metal
con los que medía la altitud del sol, el piloto no expresó ninguna sor
presa, diciendo que algunos navegantes de) mar Rojo usaban instru
mentos metálicos de forma triangular y cuadrantes con los que me
dían la altitud del sol y principalmente de la estrella polar, !a que más
empleaban en la navegación.
E m p r e sa s g lo b a les
N u e v o s m u n d o s , v ie ja s h is t o r ia s
m c o L t i c o i í m i c i
d b Ib q q o t t m m a u n o r b t l u m r i u n q u u n ep lcy cJo c o n tin ir i
J t W m . . . . Q u in to l o o V a i u » b o b o r a m fe r e d u d t u i.,S t u u m
d «n Jc B lo c u ra M c r c u n u * r c n « ,o ñ u # g i n c a d i e u m % a r io a r a i
auwai.Inmedwucroonmiiunrtfidti.SoI. Q u iia u m in h o c
L a c ie n c ia e n e l m e rc a d o
L a m e d ic ió n d e i. t ie m p o
L a c ie n c ia o r ie n t a l
L a c ie n c ia v a a l a im p r e n ta
E l a r t e d e la c ie n c ia
La imprenta unió arte y ciencia más que nunca, y uno de los in
dividuos que capitalizó esta situación fue Alberto Durero, qué rá
pidamente dominó la técnica del grabado con planchas de cobre y
que viajó a Italia en 1506 para «aprender los secretos del arte de la
perspectiva». Estaba convencido de que lo que él consideraba el
nuevo arte «se basaba en la ciencia; en especial en la matemática, la
más exacta, lógica y gráficamente constructiva de las ciencias». En
1525 publicó una obra sobre geometría y perspectiva titulada Tra
tado sobre la medición con regla y compás, de la que esperaba «po
drían obtener provecho no sólo pintores, sino también joyeros, es
cultores, canteros, carpinteros y todos los que tienen que trabajar
con medidas».
El libro de Durero explica con todo detalle la aplicación de la
nueva ciencia de la perspectiva y la óptica. Condene también ilus
traciones de las «máquinas de dibujan>, que podían emplearse para
imponer sobre el sujeto la cuadrícula de la perspectiva. Una de las
ilustraciones, tristemente famosa, muestra a un dibujante utilizan
do un punto de mira para trazar la silueta de su modelo en una lá
mina (figura 38). La estructura aparentemente cuadriculada de
ésta se debe al panel de cristal que separa al dibujante de su mode
lo, y lo único que tiene que hacer es copiar cada cuadrícula del cris
tal en la cuadrícula correspondiente de la lámina. Su modelo es una
mujer reclinada y desnuda, expuesta a la mirada voyeurista y con
troladora del artista. La ilustración de Durero comparte muchas si
militudes con la portada del tratado de Vesalio, en la que se repre
senta la disección de un cadáver femenino cuyo vientre es abierto
para edificar el espíritu de los hombres que abarrotan la escena.
Para Durero y Vesalio las mujeres no desempeñaban ningún papel
F il o s o f ía n a t u r a l
U na r e e s c r i t u r a d e l R e n a c im le n to
C u e n t o s im p r e s o s
F r a c a s o s é p ic o s
De V U E LT A al bazar
I n t r o d u c c ió n
Basan, Ezio y William Fagg, Africa and ¿he Renaissance, Nueva York, 1988.
Brotton, Jerry y Lisa Jardine, Global Interests: Renaissance Art between
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Burnett, Charles y Anna Contadini (cotnps.), Islam and the Italian Re
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power in the context of Ottoman-Hapsburg-Papal rivalry», Art But-
lletin, n°71, 1989, págs. 401-427.
Raby, Julián, Ventee, Dürer and the Oriental Mode, Londres, 1982.
2. El p r o g r a m a h u m a n is t a
3. I g l e s ia y E s t a d o
4 . L a a p a r ic ió n d e la p e r s p e c t iv a
5. N u e v o s m u n d o s f e l ic e s
6, Ex p e r im e n t o s , s u e ñ o s y r e p r e s e n t a c io n e s