HistoriadelArtedelaAltaylaPlenaedadmedia 2014 MM
HistoriadelArtedelaAltaylaPlenaedadmedia 2014 MM
HistoriadelArtedelaAltaylaPlenaedadmedia 2014 MM
DEL ARTE DE LA
ALTA V LA PLENA
EDAD MEDIA
Inés Monteira Arias
Sergio Vidal Álvarez
Esther Alegre Carvajal
Antonio Vallejo Triano
~ ~itorial Universitaria
~ Ramón Areces
Re'>e rvados todo~ lo' derecho~.
1 i la totalidad ni parte de este libro puede reproducir'e o tran-,mit ir~e por ningún procedimiento
clect r611ico o 111ed11ico. incluyendo fotocopia. grabaci6n magnética o cualquier almacenamiento de
información y ~ i ste ma de recuperación. ~ in permiso escrito de Ed itorial Centro de Estudio-, Ramón
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Prime ra Parte
DE ROMA A CONSTANTINOPLA. EL PRIMER ARTE
CRISTIANO Y EL ARTE BIZANTINO
ÍNDICE 7
TEMA 2. EL ARTE BIZANTINO DE LOS SIGLOS Vl-Vlll. LA
EDAD DE ORO DE JUSTl lA O. Sergio \!ida/ Álmre:. 55
Segunda Parte
NACIMIENTO Y AUGE DE UNA CIVILIZACIÓN: EL ARTE
ISLÁMICO
ÍNDICE 9
4. El surgimiento de l califato Fatimí (siglos x-x1)........................... .... 156
4.1. Introducción histórica: un nuevo califato en e l Mediterráneo. 156
4.2. Urbanismo y arquitectura c ivil.......................... ...................... 157
4.3. Arquitectura religiosa y funeraria...................................... ...... 158
4.4. Artes suntuarias y otras producciones..................... ................ 159
5 . La decadencia del cal ifato Abbasí en Oriente (s iglo x1) .................. 162
5.1. La dinastía se lyuqí. Introducción histórica y arquitectura....... 162
ÍNDICE 11
4.2. Escultura y pintura ................................................................... 243
4.3 . Orfebrería....................... ....... .................................................. 245
5. El arte " mozárabe'' y los beatos (finales del siglo 1x a inicios del XJ).
Inés Monteira Arias................... .... .................................................. 246
5.1. Contexto histó rico y te rmino logía............. ......................... .. ... 246
5.2. Arquitectura... ................................................. ......................... 248
5.3. Los códices ilustrados: el arte de los beatos............................ 252
Cuarta Parte
EL ARTE ROMÁNICO: UN LENGUAJE COMÚN PARA
LA CRISTIANDAD OCCIDENTAL (SIGLOS XI A XIII)
1. Introducción..................................................................................... 365
2. El le nguaje imbó lico: principales te mas iconográficos del a rte
románico...... .................................................................................... 366
3. La escultura románica en Francia: principales ejemplos................. 373
ÍNDICE 13
4. La escultura románica en España: principales ejemplos................. 382
5. La escultura románica en Italia: principales ejemplos .................... 394
6. Las artes del color en e l románico: pintura, mosaico y miniatura ... 397
6.1. El color en la iglesia: pintura mural , pintura sobre tabla
y mosaicos .............. ..... .. .... .. .......... ... ................... .................... 398
6.2. La ilustración de manuscritos.................................................. 406
Este libro abarca un amplio periodo de la Historia del Arte formado por casi
diez sig los. A lo largo de ese tiempo tie ne n lugar manjfes taciones artísticas de
g ran riqueza, producidas por distintos pueblos y c ulturas. A pesar de e llo. sobre
esta é poca reposan algunas ideas preconcebidas que han conducido a enten-
derla como una era decadente donde la cultura y Ja civi li zación habrían caído
en el o lvido. El propio apelativo de "Edad Media" procede de s u concepción
como un momento de tráns ito entre la Antigüedad y la Edad Mode rna, como
si 1000 años de historia pudieran carecer de aspectos reseñables. La falsa idea
de una Edad Media oscura se hace extensiva al concepto de arte medieval, con-
siderado en ocasiones como una manifestación primitiva y tosca, llevada a
cabo por artesanos ig no rantes y despojados de l bue n hacer de los antig uos
maestros. Son muchos. sin embargo, Jos estudios que ponen en valor e l arte de
este periodo interpretándolo desde sus parámetros históricos y sociocultura-
les, y no desde los cánones fijados en e l Renacimiento.
Es c ierto que e l inic io ele esta etapa está marcado por la caída del Imperio
Ro mano de Occidente (476) y por la expansión del cristianismo, y que en
muchas regiones de Europa se asiste a un importante retroceso técnico y cul-
tural que afecta al arte. a l tiempo que se despueblan las c iudades y las letras
acaban recluidas en manos de unos pocos c lérigos. Sin embargo, la adminis-
tración. las instituc io nes y hasta las infraestructuras romanas se mantiene n por
muchos s iglos. Hay que recordar. además, que en Ja Alta Edad Media e l mayor
florecimiento c ultural se produce e n las civilizacio nes is lámica y bizantina.
Por ello, la idea de una Edad M edia oscura procede tanto de la incomprensión
de esta época como de una perspecti va e urocéntrica que toma e n consideración
únicamente las manifestaciones cristianas occidentales.
El arte altomedieval no representa tanto e l dec linar de las formas tardías del
arte romano como e l nac imiento de nuevas formas. L a plástica artística se ve
profundamente transfom1ada debido al cambio que experimentan la func ión de
la obra de arte y sus mensajes. En este sentido. podemos hablar de una autén-
tica revoluc ión estética. Las figuras planas y desproporcionadas que encontra-
mos en muchas pinturas y relieves de este tiempo no responden a la falta de
peric ia técnica de sus artífices. s ino a una voluntad artística: la de re presentar
valores espirituales (religiosos) por medio de las formas. Fue esta tende ncia la
que llevó. en ocasiones. a la pérdida de destreza imitativa de los artistas, que
c ultivaron en mayor med ida sus cua lidades para e l color y la capac idad de
comunicar conceptos por medio de representaciones desnaturalizadas.
INTRODUCCIÓN 15
Se conoce como Alta Edad Media al periodo comprendido emre la caída
del Imperio Romano de Occidente y el año 1000. Mientra · la Europa cristia-
na está fraccionada en pequeños reino , ometidos apodere locale y a la hege-
monía ec le iástica, las culturas islámica y cristiana oriental (bizantina) desa-
rrollan grande civilizac iones de vocación imperial. donde e l dominio
económico y militar viene acompañado de un eno1me esplendor arrístico que
dejará una huella profunda. A partir del año 1000 y ha ta el 1::?.00 podemos
hablar de la Plena Edad Media. la época de despertar cultural en la cristiandad
occidental, cuando asistimos a una unificación artística in precedentes que
nos sitúa en la antesala del ane gótico.
En este libro iniciamos e l estudi o del arte medieva l dos siglos antes de la
caída de l ímperio Romano, ya que el prime r arte c ristiano determina la evo-
lución artística posterior y se inicia con anterioridad al Edicto de Milán (3 13).
Este momento . upone un verdadero punto de inflex ión que marca e l paso ele
la fase inicial ele clande. tinidad y ex perimentación artí. tica a la madurez de la
primeras basílica . A partir del -iglo 1v la iconografía cristiana alcanza un fuer-
te desarrollo en lo mosaicos y pinturas de las basílicas, en los relieves de los
sarcófagos y en las artes suntuarias.
Enrre los siglos v 1y vrn asistimos a la primera fase del arte bizantino en
e l Imperio Romano de Oriente, iendo en tiempo del emperador Justiniano
cuando se produce el mayor apogeo artístico. Se rea lizan entonces obras clave
como Santa Sofía de Constantinopla y asistimos a una gran renovación en las
artes plásticas, con aportaciones en lo campo del mo aico, la ilustración de
manuscrito y la eborari a.
El arte bizantino conoce, adcmá , otros momentos ele auge, pues fue capaz
de desan-ollar su original esti lo lrnsla el siglo xv. Por ello. hemos extendido su
estudio hasta los albores de la modernidad. a pesar de rebasar los límites de la
Plena Edad Media. tratando de ofrecer una visión ele conjunto y la posibilidad
de estudiar la fase bajomedieval de Bizancio. que no se incluye en ninguna otra
asignatura del Grado dentro del actual plan de estudio . A prutir del siglo IX sur-
gen nuevas tipología. arquitectónica. en la cristiandad oriental. mientras en las
arres fi gurativas asistimos al ··renaci miento macedónico'', que estuvo marcado
por el final de la Crisis Iconoclasta. Dentro de la última etapa destaca, por un
lado. el ciclo iconográfico de San Salvador de Chora y, por otro, la difusión
del estilo bizantino fuera de sus fronreras. especialmente en la Península Itáli-
ca. los Balcanes y Rusia.
El surgimiento de l Islam hacia el año 622 con tituyc uno de los fenóme-
nos de mayor relevancia para el desarrollo de la cultura y el arte medieval. Esta
nueva religión monoteísta adoptada inicialmente por el pueblo árabe se expan-
di rá con rapidez alcanzando los confines de Occidente y de Oriente Medio en
menos de un siglo. La hegemonía política. militar y económica de los distin-
tos estados mu uImanes se acompaña de un insólito florecimiento de las artes,
las letras y las ciencias. favoreciendo e l contacto con los aberes olvidado de
11\TRODUCCIÓN 17
do. La orden moná tica de Cluny contribuye a introducir la Refonna con la
difusión del románico por Europa y la organización de las rutas de peregrina-
ción. La implantación de este nuevo estilo entre los siglos x 1 y x1u lleva a la
construcción masiva ele iglesias abovedadas en piedra que incorporan imáge-
nes esculpidas y pintadas en sus muros. La imagen románica es un poderoso
instrumento de in trucción cristiana que sirve tanto para adoctrinar en los prin-
cipios de la religión como para imponer unas pautas morales y de comporta-
miento a la sociedad. El román ico surge en el sur de Francia y en torno a las
rutas de peregrinación, encontrándo e actualmente lo conjuntos monumenta-
les más destacados en Franc ia, España. Italia, Inglaterra y Alemania, donde se
desarTollaron esl ilos regionales. A lo largo del siglo XII se propaga, además, una
nueva orden monástica fundada por el monje Bernardo ele Claraval. Se trata de
la refom1a ci tercien e, que propone una interpretación más rigurosa de la regla
benedictina y cambia las pautas del arte románico promov iendo la desorna-
mentación y la pureza arquitectónica. E te arte cisterciense adelanta algunas de
las solucione arqu itectónicas del arte gótico.
Los 13 tema que componen este libro son una síntesis de la Historia del
A11e medieva l hasta el año 1200 aproximadamente. Al tratarse de un periodo
tan vasto y rico en manifestacione · artísticas. ha sido necesario priorizar con-
tenidos y renunciar al e tud io de un número considerable ele obras, áreas geo-
gráficas y hasta e tilos. Los tema - se agrupan en cuatro grandes parte que
organ it.an lo contenidos en bloques con entidad hi tórico-artística. La pri-
mera parte comprende el primer arte cristiano y el arre bizantino. y lleva por
título De Roma o Co11srami11oplo: el primer arre crisria110 y el arre bi:a11ri110 .
La segunda parte reúne las distinta. manifes tac iones artí ticas islámica de
Oriente y Occidente hasta el siglo X I y se titula Naci111ie1110 y auge de una ci1 •i -
li:ació11: el arre islámico. La tercera parte inc luye los esti los desarrollado en
Occidente durante la Alta Edad Media. una época convul a en la que prima la
fragmentac ión tcJTitorial y política. Se titu la La disgregación europea: el arre
cristiano occide111al enrre los siglos 1t y x. Por último. la cuarta parte se cen-
tra en el estudio del arte románico como expresión de la unidad política y cul-
tural alcanzada entre los siglos XI y x1 11. bajo el títul o El arre románico: 1111
lenguaje co111lÍ11 1)(/ra la crisria11dad occidenral. Las figuras están numeradas
en función de estas cuatro partes. ele manera que pueden encontrarse referen-
cias a il ustrac iones perteneciente a otros temas. pero situadas siempre dentro
de la misma parte del libro.
E ta organización del texto ha obligado a separar manifestaciones artísti-
cas que se producen en el mismo momento. Por ello conviene recordar que lo
reinos cristiano occidentales. lo estados islámicos y el Imperio Bizantino
fueron contemporáneos entre sí, y que compartieron fronteras permeables al
intercambio de conoc imientos, objetos (libros. obras de arte ... ) y personas
(peregrinos. sabios. constructores y artistas). También se ha sistematizado el
análisis eparando la arquitectura. la escultura y la pintura. incluso cuando per-
tenecen a un mismo edificio. lo que ex ige al lector/a un esfuerzo de ubicación
TRODUCCIÓN 19
Primera parte
DE ROMA A CONSTANTINOPLA.
EL PRIMER ARTE CRISTIANO
Y EL ARTE BIZANTINO
Tema 1
EL PRIMER ARTE CRISTIANO
(SIGLOS 111-V)
Sergio Vida/ Álvarez
Esquema de contenidos
O 5m
2.3. Pintura
Como se ha advertido. las catacumbas romanas son el espacio funerari o
por excelencia ele las comunidades cristianas y lugar en que se encuentra el
mayor y m<1s rico elenco ele escenas cristianas en pintura mural. Por norma
general nos encontramos con una sucesión de e cenas aisladas que van desde
e l Géne. is. con las figuras de Adán y Eva en la escena del Pecado Original
(figura 4). a ciertos epi sodios relacionados con la salvación a través de la fe que
protagonizan diversos personajes del Antiguo Testamento como Noé y el Arca.
Abraham a punto de acrificar a su hijo l ' aac por mandato divino. los tres
hehreos condenados al horno en Babilonia por negar ·e a adorar al ídolo de
Nabucodonosor (fi gura 5) o Daniel en el foso de los leones. entre otros. Aun-
que más e. casas. no fa ltan tampoco la repre entaciones basadas en el uevo
Testamento como la \ 'irgen con el Ni,-w. la Epifanía o el ha11tismo de Cristo,
a. í como varios milagro protagonizados por Cristo que recogen los Evange-
lios como la curación del paralí!ico o la resurrección de Lá:::aro. entre otros.
En muchas ocasiones se ha relac ionado el claro sentido salvífico de este ti po
ele escenas con u presencia en contextos funerarios y su . ignificación a partir
ele algunas ele las primera plegarias empleadas por los cristianos como el Ordo
Com111e11dario11is A11i111ae, donde se pide a Dios la salvación del alma tal y
como él salvó a los mismos protagonistas bíblicos que aparecen representados
en las escenas. La fi gura del B11e11 pasror, representación simbólica por exce-
lencia ele la filantropía o ayuda al prójimo en la Antigüedad. es interpretada en
clave cristiana como Cri. to cuidando de su rebaño, llevando a la oveja desea-
Fuera de Roma nos encontramos con los frescos del haptisrerio de Dura
Europos (anteriores al 256). en los que aparece representado el Buen pastor al
;"'ondo de la hornacina que cubre la pisc ina bautismal. y en la pared contigua
una !>erie de escenas en do· registros superpuesto. (fi gura 6), entre las que
encontramos a la curación del paralítico. Cristo ca111i11a11do sohre las aguas o
las tres Marías ante el sepulcro. El estilo de los fre. cos de Dura EuropO.\ e
enc illo, sobre todo en el Buen pastor y las escenas de l registro superior con
e . . quemáticas fi guras de pequeñas dimensiones trazadas a base ele líneas, si n
embargo. en el registro infer ior. en especial en la escena de las f/'es Marías. las
fig uras son de factura mucho más monumental. dispuestas sobre fo ndo rojo.
2.4. Escultura
Al igual que sucede con la pintura mural, la esc ultu ra cristiana del periodo
anterior al 313 es mayoritariamente de carácter fu nerari o. El sarcófago es el
soporte predi lecto de los cristianos más acaudalados. decorándose ~ u frente y
laterale:> con escenas en relieve que siguen unos parámetros iconográficos seme-
janLes a los empicados en la pintura. La irrupción ele temas cristianos en la escul-
lura es progresiva. iniciándo. e en las últimas décadas del . iglo 111 con la inclu-
sión de temas menos explícitos como e l Buen pastor o la Orame. ablados o
intercalados con otras escenas habituales en la época como las de carác1er pas-
toril. ele vendimia. etc. Así. en el llamado Sarcófago '"de los rres pastores·· de los
Museo'> Vaticanos. datado hacia el ario 300. se representan tres figuras del 811e11
pastor (el del centro barbado) intercalado en una escena de vendimia protago-
nizada por erotes (amorci llos). que ocupa la práctica totalidad del frenle. Entre
los ejemplos más antiguos con presencia exclusiva o casi exc lusiva ele temas
cristianos se encuentra la pieLa procedente de Roma, hoy en la .Y. Carlsberg
Glyptotek de Copcnhague. de hacia el ari o 300 (figura 7). cuya decoración del
frente queda dominada por una serie de escenas del ciclo de .lonás. desde que es
lanzado al mar. siendo devorado por la ballena (representada como monstruo
marino). para ser expu lsado de su cuerpo y finalmente ap::u-ecer desnudo y recos-
tado bajo una calabacera. Diversas piezas datadas en los primeros años del siglo
IV. anteriores al 3 13, muestran igualmente el frente decorado con escenas cri s-
tianas pero. a diferencia de sarcó fagos corno el de .lonás de Copenhaguc. los dis-
tintos episodios e disponen de fom1a encadenada. sin solución de continuidad.
Figura 7. Sarcófago de taller roma no con escenas del ciclo de .loncís. Conpcnhaguc.
Y Carlsberg Glyptotci...
mente ubsiste parte de la cimentación de las naves y del ábside. Con. tantino
manda construir una segunda gran basílica en Roma, sobre la Colina Vatica-
na. en el lugar donde sufrió martirio y fue enterrado e l apóstol San Pedro. La
basílica de San Pedro del Vaticano se erige entre los años 319-322. amorti-
zando el circo de época de Nerón y la necrópolis ex istente en el lugar (en la que
se encontraba la memoria de Pedro). El edificio . igue de nuevo el esquema
basilical, con cinco naves cubiertas con armadura de madera. una gran cabe-
cera absidada, con la memoria de San Pedro reformada y monumentalizada
ocupando el centro. y a los pies del ed ificio un gran atrio porticado. en cuyo
centro se dispuso una fuente monumental ornamentada con gran piña de bron-
ce de época romana altoimperial (de casi cuatro metros de altura) bajo balda-
quino, hoy con ervada en los Museo Vaticanos (Corrile della Pigna).
Tras la peregrinación de Elena. madre de Constantino. en los años 325-326
a Tierra Santa. el emperador manda erigir una erie de ba ílicas en los princi-
pales lugares vinculados a Jesucristo, en especial la de la Nafil'idad en Belén
y la del Santo Sepulcro en Jemsalén (figura 9). La primera de el las estaba ya
terminada en el año 333 egún con ta en el relato de un peregrino, siendo pos-
terionnente reedificada en el siglo vi por Ju tiniano. El edificio constantinia-
no constaba de un atrio porticado que antecedía a la estructura basilical prin-
cipal de cinco naves separadas por hileras de columnas ustentando arquitrabes.
rematándose en la cabecera no por un ábside. ino por un cuerpo octogonal
con cúpula abierto a la nave central y de de el cual se accedía a la inferior
grnta de la Natil'idad de Jesús. De de un punto de vista de la edilicia cristia-
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ATRIO • CALLE
na. nos encontramos pues ante una soluc ión novedosa al unirse un esquema
basilical longitudinal a un cuerpo de planta centrali zada. Durante los trabajos
arqueológico. realizado. en lo años 30 del iglo xx. e pudieron locali zar
diversos muros de cimentación ele la basílica del siglo 1v. así como parre de la
decorac ión ele su pav imento. consistente en mosaicos geométricos. En Jerusa-
lén. la basílica del Santo Sepulcro presentaba un esquema arquitectónico de
mayor complejidad. aglutinando tanto la tumba donde Jesucri sto rue sepulla-
clo y desde donde resucitó. como el Gólgota. el lugar donde fue crucificado. El
recorrido. en enticlo este-oe te. parte de una calzada de la ciudad a la que da
una escalinata ascendente que da acceso a un gran atrio porticado. T ras el atrio
se dispone un edificio basilical de cinco naves. con tri bunas en las cuatro naves
laterales, seguido de un segundo pat io ponicado. ele planta irTegular. en cuyo
extremo sude ·te está el Gó lgota. lugar que custodia el Lignum Cm cis ( la Yera-
cru z). desde el iglo 1v recubiert o de metal precioso y gemas. Desde el flanco
occidental del patio se accede a un edi licio de planta circular con cubie11a cóni-
ca. la rotonda de la Anásrasis, que alberga el edículo del Santo Sepulcro de
Cri sto. El edi licio actual es fru to de numerosas reforma acaecidas a lo largo
de los . iglos. como la de época de Justiniano del siglo VI. siendo conocida la
config uración del edificio constantin iano gracias a la info rmación arqueológi-
ca y a los testimonios de peregrin os como el de Egeri a. peregrina de origen his-
pano que v isitó el lugar hacia el 380.
L a pol ítica edilicia de Constantino va más allá de la construcción de ed ifi-
cios indiv iduales. fundando en 324 una ciudad sobre la antigua Bizancio. Cons-
raminopla. enclave estratégico a orill a. del B ósforo. L a ciudad nace como la
N11em Roma. dotándose de murallas. avenidas. palacio im perial , senado. un
gran foro dedicado a Constantino. un hipódromo y. como es propio del momen-
10 . una seri e de basílicas cri stiana construidas también baj o patroc inio del
emperador. Cerca del nuevo palac io y del hipódromo se construyen las basíli-
cas dedicadas a Santa Sojfa (Santa Sabiduría) y a Santa Irene (Santa Paz). Se
edi fica también la hasílica de los Santos Apóstoles o Apostoleion, edificio que
albergaba reliquia. ele los doce A pó toles y junto al cual Constantino dispuso
Ade más de los mausoleos, los esquemas de planta central izada son Lambién
empleados tras e l 3 13 en los martyria, los edific ios destinados a perpetuar la
memoria de los mártires. El martyrium puede conme morar tamo e l Jugar donde
e l mártir s ufrió ma11irio y murió, como e l Jugar donde fue posteriormente ente-
rrado, por tanto, un má1tir puede llegar a tene r más de un edificio martirial en
un mismo contexto urbano. Su relación tipológica con los mausoleos es pues evi-
de nte, sin embargo, los martyria además de ed ificios funerarios son también
sacros, estando dotados de altar y func io nes litúrg icas. Las antiguas memoriae
son a, partir de l sig lo 1v, monumentalizadas, constitu yendo edific ios monu-
mentales como el de San Gereón de Colonia de planta ovalada, o e l de San Bahi-
lás de Antioquia, de planta c ruciforme, ambos datados a finales de l siglo 1v . Ya
en e l siglo v, la iglesia de Santo Stefano Rotondo en Roma, supone un caso par-
ticular dentro de los edific ios maitiriales. Se construye entre los años 468-483
Figura 13. Ba!-> ílica de Su11 Si111có11 Estiliw. Qal"at Si"man. Siria.
Figura 19. Surní/(1<¿0 d<' Junio Busso. Roma. Museo de la Basílica de San
Pedro del Yaricano.
Los marfiles constituyen igua lmente una manufac tura de carácter s untua-
rio, asociada tradicionalme nte a las c lases altas dado e l coste de su mate ria
prima. A l igual que sucede con la orfebrería, en los siglos 1v y v e ncontramos
también piezas de eboraria con iconografía pagana que conviven con las cris -
tianas. Es e l caso de los dípticos de marfi l, e mpleados como soporte para la
escritura, cuyas caras externas se decoran e n re lieve. Como obj etos de lujo,
eran preciados regalos ofrec idos por los emperadores (dípticos impe ria les) o
por los cónsules (dípticos consulares) en ceremonias como las tomas de pose-
sión de sus cargos. Podían tambié n conmemorar enlaces matrimonia les entre
Bibliografía
Esquema de contenidos
La primera basíl ica de Santa Sofía fue erigida por Con tantino L ufrien-
do a inicios del siglo v un devastador incendio que obliga a su reconstrucción
en época de Teodosio 11 (-+08-450). el mismo emperador que manda construir
una nueva línea de murallas en la capital. cuya vital función de fensiva perdu-
rará hasta la conquista otomana de 1453. De la segunda construcción de Sama
Sojla se conservan algunos fragmentos dispersos en el actual recinto del Musco
de Santa Sofía. incluyendo fragmentos de arquit rabe. pilastras, etc. En el 532,
el pueblo de Constantinopla protagoniza la llamada revuelta de NiJ.:á (victoria)
que acaba en disturbio e incendio . uno de los cuales destruye la Santa Sofía
de Teodosio 11. Es entonce cuando Justiniano planea la recon trucción del
templo. erigiendo e l edificio más grande y técnicamente más audaz hasta
entonces construido (fi gura 23). Bajo el proyecto de Antemio de Tralles e Isi-
doro de Mileto, las obras de la nueva Santa Sofía se conc luyen en solo cinco
años (532-537). siendo célebre la fra se que. o;egún Procopio de Cesarea. pro-
TE:-.IA 2. EL\RTE BIZ..\ '\Tl\O < IGLOS \ (.\ 111 ¡ L.\ EDAD DE ORO DE JL Tl:'\IA:'\0 57
nunció Justiniano en la consagración de l nuevo edificio "'Salomón. te he ven-
cido'· en alusión al Templo de Jerusalén. Según el mismo Procopio en su De
Aedifiis, tanto Antemio de Tralles como 1sidoro de Mileto estaban más versa-
do en los conoci mientos teórico de la geometría y la fí ica que en la praxis
arquitectónica, siendo la construcción un caso único en muchos a~pectos,
pudiendo calificarse de experimento a gran escala. El ladri llo y el cemento son
los materiales constructi vos básicos ele la e tructura y su planta no tiene paran-
gón al fusionar un esquema longitudinal con uno centralizado (figura 24). De
e te modo, el edificio es ligeramente rectangu lar y dividido entre naves lon-
gitudinales. pero su espacio queda fuertemente centralizado a través de una
gran cúpula situada en el centro, de 3 1 metros de diámetro (oscila entre 30. 86
y 3 1, 24) y una altura máxima de 55.6 metros desde el pavimento. La cúpula
e gallonada. formada por 40 nervios y 40 plementos en cuya parte inferior se
abren otras tantas ventana. . proporcionando a la estructura sensación de lige-
reza ( figura 25). Cuatro enormes pilares con otros tantos arcos de med io punto
sustentan los empujes de la cúpula, empleándose pech inas en los cuatro ángu-
los como elementos de transición. Al este y oeste, en una altura inferior, se
di ponen do · emicúpul as cuyos volúmene (junto al de la cúpu la) contribu-
yen a la gran amplitud e pacial quepo ee el interior (figura 26). A los costa-
do de las semicúpulas y en un nivel in feri or se abren dos semicúpulas más en
cada una de el las. ademús de una tercera en el extremo oriental que corres-
ponde al ábside de la iglesia. Las naves laterales poseen tribunas, cubriéndose
sus tramos con bóvedas de arisca en ambos niveles. y se separan del espacio
central mediante tramos rectos y curvos de columnatas bajo arco de medio
punto. En el extremo occidental. se dispone un doble nártex . exonártex y eso-
nártex, este último de dos alturas. con el nivel super ior abierto a la nave cen-
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tral y conectado con las tribunas de las naves laterale . L a estructura es. por
tanto. simple pero audaz. basándose en asegurar la e tabilidad del cuerpo cen-
tral , con la gran cúpula sustentada por los cuatro pi lare y arcos centrales. a
modo de baldaquino. Como refuerzo, las semicúpulas de ej e este-oeste des-
cargan los empujes horizontale · de la cúpula y en el ej e norte-sur se disponen
dos parejas de potentes contrafuertes en el exteri or de lo tímpanos ( figura 23).
Como cabe suponer, Ju tiniano no limitó los gastos en la decoración de su
edificio, dotándolo de lo mej ore mám1oles traídos de todas las regiones del
Imperio. de de el pórfido rojo egipcio, al mármol verde de Tesalia o el mármol
amarillo del norte de Á frica. entre otros. Multitud de elementos estructurales
como arquitrabes, cimacios, capiteles, sofitos, etc., se decoran en mánnol blan-
co proconesio. creando un estilo decorati vo propio. derivado del corintio clá-
sico. con clara preeminencia del uso del trépano. En este momento la basílica
se decora también con mosaicos de los que. sin embargo. apenas han sub:isti-
do alguno e casos restos no fi gurativos. Durante la época iconoc la ta lo
mosaicos del siglo v 1 fueron u tituido por otros nuevos no figurativos y estos.
a su vez, por otros post-iconoclastas, de los que í e con ervan algunas mues-
tras (ver tema 3). A pesar de la magnificencia de Santa Sofía, a las pocas déca-
das de su consagración. un terremoto acaecido en 558 provoca el derrumbe de
la gran cúpula. que es reconstruida en 562 con un perfi l ligeramente apuntado
en lugar del hemi férico perfecto que poseía. con el fin de optimizar las de -
cargas de sus empujes. No ob tante. el ed ificio egu irá siendo el má. emble-
mático de la cristiandad durante toda la Edad Media y su audaz estructura no
será superada hasta las construcciones otomanas de los siglos xv11 y xv111. Santa
Sofía será el lugar de celebración de las ceremonia de coronación de la mayor
parte de lo emperad ores bizantinos y testigo de los principales acontecimien-
tos acaecidos en la histori a del Imperi o Bizantino. hasta la conquista otomana
de 1453, cuando el edificio e tran ·formado en mezquita. pasando a denomi-
narse Ayasofva. Finalmente, de. de 1935 pasa a er museo, llevándose a cabo
en las últimas décadas una profunda restauración con el fin de garantizar la
integridad estructural y preservación del edificio.
La influencia de Santa So.fía se deja sentir en otros edificios de la época,
sin em bargo, ninguno alcanzará su escala, ni habrá ninguno que siga exacta-
mente su esquema de planta. L a iglesia de San Sergio y San Baco, terminada
antes del 536, comparte con la gran iglesia constantinopoli tana parte de su
concepción espacial, aunque en unas dimensiones muy inferiores y siguiendo
un esquema de planta centralizada ( figura 27). Concebida como capilla pala-
tina al ubicar e dentro del reci nto del Palacio Imperial, su planta se basa en un
cuadrado irregular en el que se inscribe un cuerpo central cupulado soportado
por ocho gruesos pilares, alternando tramos semicirculares y tramos rectos. El
deambulatori o de doble piso, se abre al espacio central mediante dos nivele
superpuestos de columnas, bajo arquitrabe en el in feri or y arcos de medio
punto en el superior. L a iglesia se completa con un nártex rectangular a occi-
denre y a oriente un ábside semicircular en el interior y poligonal en el exte-
Las bases que se asientan en época justin ianea son básicas para la arqu i-
tectura bizantina de los siglos posteriore . confirmándose de manera plena la
tendencia hacia el empleo de las plantas centralizadas para los edificios ecle-
siásticos. con la excepc ión de algunos ejemplos en suelo italiano, donde sigue
vigente la tradición de la basílica rardorromana. o son muchos los edificios
conservados o conocidos de estos momentos. sin embargo ex iste la ·uficiente
Las pauta. propias de la arqu itectura bizant ina de época posterior a Justi -
niano que vemos en el Mediterráneo oriental. no parecen alcanzar las geogra-
fías más occidentales del Imperio. De este modo. los dos principales ejemplos
que han llegado hasta nuestros días de la arqui tectura romana de l sig lo v1 1.
del ábside muestra a Crisro Pamocráror. im berbe. con vestiduras de color púr-
pura y portando en una mano el rollo ele la Ley y en la otra una corona que
entrega a San Vital. que aparece junto a un arcángel (figura 32). En e l costado
opuesto. de forma simétrica vemos al obispo Ecc/esio. portando la maqueta
de la iglesia de San Vital. cuya const rucción se inició bajo su mandato. La
escena se enmarca en un fondo dorado al que, sin embargo. se añaden ciertos
detalles paisaj ísticos que dotan a la escena de cierto naturalismo. Así, además
de las nubes ele la zona superior. en la in ferior se representa el ten-eno pobla-
do de flores y de cuyo centro. bajo Cristo. manan los cuatro ríos del paraíso.
La presencia de este tipo de recursos. heredados del pasado clásico. es carac-
terístico de los mosaico del iglo vi. donde contrastan con un tipo de campo-
TDL.\ 2. EL ARTE BIZA '\TJ'\O 1 IGLOS \ "J-\ llll. LA EDAD DE ORO DE JL'STl\IA '\O 73
izquie rda se mue tra una procesión rítmica de 22 vírgene . separada por pa l-
meras. que parte de la c iudad de C lasse, de la que e re pre e nta e l puerto con
tre em barcaciones. La figura muestran una fi o nomía, indume ntaria y pei-
nado casi idéntico , siendo identificada graci as a inscripc iones. Su procesión
conduce hasta una Ep(fa11ía donde los tres Reyes Magos, con ricas indume n-
tarias persa . ofrecen s us presente a la Virgen con e l Niño entronizada y fl an-
queada por dos parejas de ángeles. En e l costado opuesto vemos una compo-
s ic ión semej ante, protagonizada por 26 santos mártires que pa11e de la c iudad
de Rávena y conc luye con la imagen de C risto barbado, entronizado. El esti lo
de estos mosaicos difiere c larame nte de los de época anterior (ver tema 7), pre-
dominando e l carácte r hierático y ríg ido que se imprime a los personajes. e n
los que no c uenta ya la individualización partic ular. sino e l sentido solemne y
ritual de la acc ión que acometen.
En Roma. a final es de l siglo v 1 e l papa Pelayo U (579-590), construye la
ba ílica de San Loren:o E.rrra11111ros. sobre un antiguo oratorio con tantiniano
edificado en e l lugar donde Lore nzo (de posible origen hi pano) u frió marti-
rio en una pan-ill a. De la decoración origina l en mosaico se pre erva e l arco
triunfal (no se conserva el ábside. demolido a inic io del iglo XIII en las refor-
ma de Honorio lII). de marcado lenguaje hierático. En los extre mos de la
composic ión aparecen las c iudade de Jerusalé n y Belén amuralladas, mos-
trando en e l centro a Cri to, barbado. bendic iendo y portando una cruz, senta-
do obre e l orbe de l cosmos. Lo fl anquean San Pedro y San Pablo, y otros san-
tos entre los que se encue ntra San Lorenzo. nimbado y portando una cruz, junto
al papa Pe layo TI de menores dimensione . con la maqueta del edific io en us
manos. La compo ic ión nos recuerda la de l ábside de San Viral de Ráve11a. sin
e mbargo, se observa como a fina les de l siglo v 1 e l lenguaj e forma l es mucho
más hierático, tal y como atestigua e l tratamiento de la figura de Cristo. de
expresión severa y porte mayestático.
Entre los re tantes ejemplos de l mosaico del sig lo v 1 contamo en geogra-
fías orientales con e l áb ide de la Panagia Angeloktisos de Kiti (sur de Chipre)
con la Virgen y e l N iño obre fondo dorado fla nqueado por dos ángeles. En
e l ábside de la i¡!,fesia del monasterio de Sama Catalina del Sinaí o de la Trans-
figuración. encontramos la escena de la Transfiguraci611 protagonizada po r
Cristo e n mandorla, vistiendo indumentaria blanca, cegando con su luz a Pedro,
Juan y Santiago. junto a los profe ta aparecidos Elías y Moisés. Una serie de
meda llones rodean la escena. con los bu tos de pe rsonaj e bíblico . e n uno de
los cuale , co1Tesponcliente al rey David, se ha querido ver un posible retrato
de Justiniano. Cabe hacer también menc ión de lo mosaicos de l siglo v 1 exis-
tentes e n las Islas Baleares. realizados en época de l dominio bizantino como
los de Son Peretó hoy en e l Museo de Manacor (Mallorca). Son Fadriner en e l
Museo de Ma llorca. o los de la basíl ica de Es Fornás de Torelló (Menorca), in
siru. que re presentan composic iones con animale a frontados (pavos reales.
leones) j unto a moti vos geométricos y vegetales.
5. Artes suntuarias
5.1. Orfebrería
Las artes del metal de los siglo v1 a v 11 1 muestran. desde un punto de vista
tipológico y técnico, una clara continuidad con re pecto a lo siglos anteriores.
con la salvedad de que ha pervivido un mayor número de ejemplos. En diver-
sos mu eos y colecciones se pre ervan conjunto de orfebrería de los siglos v 1
y v 11 entre los que encontramos piezas como collares. pendientes. colgantes.
etc .. como sucede con el Tesoro de Assi11t (Egipto). hoy en Berlín. Son más
excepcionales, sin embargo. lo ejemplos de 01febrcría de comitencia imperial.
como la Crn: de Jus!ino 11 (565-578). regalo del emperador y u mujer Sofía al
papa de Roma. Se trata de una cruz procesional de plata obredorada con pie-
dras preciosas en cabujones y piedras colgante . siendo a la vez una estaurote-
ca, al contener una reliquia del Lign11111 Crucis en el centro de su anverso. El
rever o muestra una erie de elementos vegetale. repujado y medal lone repre-
sentando el Agnus Dei en el centro. Cristo y la pareja imperial. en un e que-
mático e tilo figurativo que nos recuerda al de la numismática coetánea. Otra
de la piezas emblemáticas de esto. momentos es el llamado Cúli: de A111ioq11ía.
hoy en e l Metropolitan Museum de ueva York. hallado en Hama (Siria) (figu -
ra 4 1). de plata decorada con motivo en relieve ·obredorado . La compos ición
queda dominada por un roleo vegeral con hojas y racimo poblados por aves.
donde encontramo: a los doce apó '!Ole en cátedras. representados al modo de
los filósofos de la Antigüedad clásica. De estilo todavía más clasic ista es el con-
junto de nueve platos de plata que constituyen el llamado Tesoro de Chipre.
hallado en Karava (no11e de Chipre). hoy repartido entre ueva York y ico-
sia. La pieza. miden de 14 a 50 cm. de diámetro. y se decoran en su anver o
con e cena repujadas alusiva. al rey David. constando en las marcas de sus
Figura 4 1. Cúli: de A111ioq11ía. hallado Figura -l2. Plato con la /11cha emre Darid
en llama (Siria). ueva York. y Goliar del Tesoro de Chipre. ueva York.
Mctropolitan Museum of Art. Metropolitan Museum of Art.
5.2. Eboraria
Como la orfebrería. los marfiles del peri odo mue. tran también una plena
cont inuidad con respecto a las tipologías y técnicas del momento anterior. con-
Bibliografía
Esquema de contenidos
Figura -+6. lgle.lio ele Myrclaio11 (act. Boclm111 Ca111ii) de Constantinopla. Exterior.
TDI.\ .'. .\POGEO) DE ARROLLO DEL .\RTE BtZ..\ \ Tt O MEDIEVAL !SIGLOS IX-X\') 91
cos como los de la región de la Capadocia en Anatolia, donde las igles ias no
se edifican. sino que se excavan en la roca, iguiendo las modas arqu itectóni-
cas de la capital con mayor o menor fidelidad egún los casos. Algunas de ella
como la Tokali Kilise datada en los siglo x y xr. orprenden por sus dimen-
siones y riqueza de su decoración parietal en pintura mural.
Las mej ore muestras conservadas de la arquitectura monástica de la época
se encuentran en la actual Grecia, con el monasterio de Hosios Lukas como
uno de los ej emplos principale (fi gura 47). Dedicado al monje ermi taño Luca
muerto en 953 (no al evangelista), el monasteri o fue fundado por el empera-
dor Romano l1 (959-963) en agradecimiento a la predicción de Lucas de que
de Creta sería reconquistada por 8 izanc io, hecho que sucedió bajo su reinado
en 960-961. En este primer momento se construye. adem ás de una serie de
dependenci as monásticas básicas. una igles ia dedicada a la Tlieotokos que
sigue la tipología de la ene. griega inscrita . . ernejante a las construcc iones
constantinopolitanas del momento. Posteriorm ente en 101 lo en 1022 (no hay
unanimidad respecto a una u otra fecha). al sur ele la primera iglesia y encone-
x ión con ella. se con truye una . egunda igle. ia ele mayores dimensiones. el
Katholikon o iglesia principal del monasteri o . . iguicndo la tipología del octó-
gono cmciforme. Tanto en la iglesia de la Theo10kos como en el Katholikon
la praxis constructiva es diferente a la de la capital puesto que en Grecia el uso
de la piedra posee un claro protagonismo. empleándose en graneles sil lare
combinados con ladrillos. La mayoría de los arcos son peraltados. potencian-
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Figura 47. Monasterio de 1-fosioslukas. planta de la Iglesia
de la Theotokos (norte) y del K(l{l101iko11 (sur).
TE~ !..\>. APOGEO Y DESARROLLO DEL .\RTE BIZA:\Tl O \1EDIE\'AL (SIGLOS IX-XVI 93
En fecha posterior. a fin ales del siglo x 1 o inicios del siglo x 11 y obre '
ruinas de un temp\o amiguo dedicado a A.polo, se construye el Kacl1ofikon
monasterio de Dafni ( fi gura 49), que sigue el mismo esquema del ocróe
cruciforme del Ka1holiko11 de Hosios L11/.:as. con cúpula central . ustentada
trompas. adem ás de una triple cabecera y do nártex a los pies. Su ejecu1.
es in embargo más cuidada. mostrando un u o mucho más abundante de /a
piedra cuyos sillares son regulares tanto en su form a como en su disposición.
quedando encuadrado en hileras de ladrillos. en una solución constructiva que
algunos estudio. os comparan con la técnica cloi.wnné de la orl'ebrería. N ue-
vamente encontramos arco ciegos enmarcando las ventanas dobles o triples de
arcos peraltados y las bandas decorati vas de cl ientes de sierra. En el interior la
cúpula. de 8 metros de diámetro. es hemisféri ca y en el exter ior muestra entre
sus ventanale una seri e de contra fuertes sem icilíndrico. que nos remiten a
soluciones empleadas en época macedónica como la iglesia de Myrelaio11. El
interi or se asemej a también al Km/10/ikon de Hosios L11kas. mostrando una
misma concepción espacial tendente a la verti calidad y un mismo juego de
volúmenes. así como un sistema decorati vo basado en el reve cimiento de las
superfi cies con placas de mármol y con mosaicos con escenas bíblicas, habién-
dose conservado en este caso el mosaico de la cúpu la con la imagen de Cri sto
Pantocrátor.
Figura 52. Leon 1'/ en proskinesis all(e Crisro. Santa Sqffa de Constantinopla.
nártex.
Tf.: \I \ 3. .\POGEO) DESARROLLO DE:L\R l L BI/ \ \ 11\0 \1 EDll::\ .\L 1SIGLO l>.-X\ 1 99
vi te lujosa indumentarias de ceremonia. en el acto de efectuar una donación
a Cri to (a la lgle ia). en forma de bolsa con moneda en el caso del empera-
dor y de un pergamino la emperatri z. A excepc ión del tratami ento que reciben
lo pliegues de la indumentaria de Cristo. la figu ras carecen de todo volumen.
que es sacr ificado a favor del sumo detallismo que se otorga al describir la sun-
tuo idad de las ind umentaria imperiales. sus coronas. el trono de Cristo. etc.
Por o tra parte, se obser va com o los rostros de la figuras han sido rehechos.
dato que en el caso de Constantino IX e hace extensible también a . u inscrip-
ción. L a hipótesis planteada es que el retrato del emperador del m osaico fue
adaptándose a la fi sonomía de los sucesivos esposos de la emperatriz Zoe. quien
contrajo matrimonio con Romano l1l ( 1028- 1034), Miguel I V (1034-104 1) y
Consrantino IX ( 104 1 hasta su muerte en 1050). A pesar de ello, se observa
que el retrato de la emperatriz aparece también rehecho. lo que hace suponer que
todo el conjunto perteneció en origen a una pareja imperi al anteri or, siendo
reformado en sucesivas ocasiones ha ta los años 104 1- 1050. Décadas más tarde.
en la mi. ma tribuna sur de Sa111a Sofía. otra pareja imperi al reali za otro panel
mu ivo de semejantes caracter í. ri cas al anterior. correspondiendo a Juan 11
Comneno ( 11 18-1 143) e Irene ( 11 18- 1 134 ). que aparecen j unto a la Virgen con
el iño. El lenguaje formal muestra de nuevo una total ausencia de volumen de
las figura y preciosism o en lo detalles. perdiéndo e casi del todo la diferen-
c iación de dimensiones entre las fi g ura acra. y las imperiales. L a Virgen apa-
rece únicamente destacada por su posic ión central y su plano sensiblemente
superi or. A pesar del esquematismo fonnal. la voluntad retratística queda paten-
te en elementos como el rostro de Irene. de origen hlingaro. detall ándo ·e su tez
pálida y largos cabellos rubios.
Al primer c uarto del sig lo X I pertenece la decorac ión del Kat/10/ikon de
Hosios Lukas. uno de los conjuntos más completo s conoc idos de la époc a
macedónica. A pesar de no conser var el mosaico de la cúpula (destruido en el
terremoto de 1593). sabemos que representaba en la zona cenital a Crisro Pa11-
lrocrátor. una corte de ángeles y San Juan Bauti ·ta en la zona med ia y una
eri e de profetas entre las ventanas. Siguiendo el orden j erárquico m arcado
por los distintos espacios del templo entendido como microcosmos, el cic lo
iconográfico continúa en sentido descendente con el mosaico (sí conser vado)
del ;.'ibside. con la \lirgen e11tro11i:ada con el Ni1io y en las trompas que sus-
tentan la cúpu la central c uatro escena evangélicas correspondientes a la Anun-
ciación (única no conservada). la Natiridad. la Presentación en el Templo y el
Bawismo. L a pequeña cúpula del tramo que precede al ábside muestra la esce-
na del Pe11recostés. mientras que el re to de e cenas neote tam entaria , corres-
pondientes a la Pasión de Cristo se sitúan en el nártex. apareciendo el Lal'(/-
rorio de los pies. la Cruc(fi.rión, la A11ásrasis y la Incredulidad de Tomás. E l
resto de superfi c ies en m osaico muestran diferentes santos y santas de c uerpo
entero o com o bustos dentro de medallo nes. m ientras que en el diaconicón
aparecen dos temas veterotcstametari os. los Tres hebreos en el horno de Babi-
lonia y Daniel en e/foso de los Leones. ambos ·imbolizando la sal vación. El
TEMA 3. :\POGEO) DESARROLLO DEL ARTE BILANTINO MEDIEVAL !SIGLOS IX-XVl 101
De med iados del mismo siglo XI data otro de los conjuntos musivos más
desatacados de la época, e l de la iglesia de la Nea Moni en la isla de Quíos.
Aunque más reducido. el cic lo iconográfico muestra una concepción seme-
jante. y un esti lo igualmente linea l y austero. si bien con una mayor profu. ión
de detalles en las escenas. donde aparecen representados un mayor número de
personajes. Esta tendenc ia que se empieza a manifestar en la Nea Moni de
Quíos se hace todavía más patente a final es del :-. iglo XI y sobre todo a lo largo
de l siglo x11. advirtiéndose de modo pau lat ino un gusto por la mayor human i-
zación ele las figuras y las escenas. cuidando los gestos e indumentarias ele los
personajes. que son cada vez menos rígidos y hieráticos. así como mostrando
una incipiente voluntad de plasmar las emociones. a la par que dotando a las
escenas de un mayor número de detalles. Los mosaicos del nw11asrerio de
Ü({/i1i. datados a final es del siglo X I o inicios de l siglo x11 (hacia el 11 00). en
época de los comnenos. son una buena prueba de ello. Como en /-losios L11kas.
las escenas se disponen de modo jerárquico en los diversos espacios de la igle-
sia entendida como microcosmos. con Cristo Panwcrátor en la cúpula cen-
tral. que es representado como Señor y Juez supremo. barbado. portando las
Sagradas Escrituras y bend iciendo. con expresión severa y distante. En Dafni
no se ha conservado el mosaico del ábside de la Virgen con el iño. pero sí la
pareja de arcánge les que la fl anquean (Miguel y Gabriel), así como la mayor
Figura 55. La 1roició11 de ./11dm. úrtcx del Kutlwli/..011 del Monasterio de D<!/i1i.
TE~ IA 3. APOGEO Y DESARROLLO DEL ARTE BIZANTI O MEDIEVAL (SIGLOS IX-XV) 103
Figura 56. Rey Oal"id y per.w11i/icaci1í11 de la Mcloclía. Sol1erio
de París. rol. 1V. París. Biblioteca acional ele Francia.
f[\I \ ~ \POGCO Y DCSARROLLO DEL ARTI: BIL\ \ Tl\O \IEDIE\'AL 1SIGLOS l\-W1 105
todav ía más intenso. recuperándose tanto la fo rma como la iconografía. La
Arqueta Veroli (figura 57). es uno de los ejemplos paradigmáticos al respec-
to, mostrando entre orlas de ro etas una serie de temas mitológicos como el
Rapto de Europa, episodios de Belerofo11te, de lfig enia, y báquicos. protago-
nizados por personajes y animales tallado en relieve rotundo y bien modela-
do, de superfic ies fin amente pul idas. con gran dinamismo en sus posturas y
gestos. detallándose con precisión las anatomías, indumentarias. etc. Al mar-
gen de este tipo de objetos singulares. destinados al gusto de las élites corte-
anas, el grueso de la eboraria de la época es de temática religiosa. Se con-
servan destacables ejemplos de marriles con escenas de empe radores y
emperatrices coronados por Cri sto como el de Constantino VII PO!firogéne-
ta de hacia el 945, de l Museo Pushkin de Moscú, así como diversos trípticos
datados hacia mediados de l siglo x, llamados ''de letanías", como e l tríptico
Harhal'ille del Museo del Louvre (figura 58) . En dicho tríptico el tema prin-
cipal es el de la Déesis, que ocupa el registro superior central, con San Juan
Bautista y la Virgen María a ambo lados de Cristo en majestad. como inter-
cesores, suplicando en nombre de la humanidad. Debajo aparecen la fig ura
de cinco apó tole (Santiago. Juan. Pedro. Pablo y Andrés) y en las hojas late-
rales en dos registros. composiciones simétricas fo1madas por parejas de an-
to de pie. correspondiendo los superiores a santos militares. y en el centro
medallones con los bustos de otro. dos santos. En el reverso las hojas latera-
les presentan el mismo tipo de composic ión, mientras que el centro muestra
una gran cruz rodeada de estrel las y vegeta les y la inscripción TC rx NIKA
(Jesucristo vence). Las figuras son estilizadas y de porte e legante, con los
pliegues de las vestidu ras poco pronunciados y mostrando un acabado muy
pulimentado de todas las superlicies. características todas e llas propias de la
cboraria constantinopolitana de la época.
En cuanto a la orfebrería. paradójicamente, muchos de los mejores ejempla-
res han llegado hasta nuestros días gracias a los expolias acaecidos en la Cuar-
ta Cruzada de 1204 y durante el periodo de la dom inación latina (1204- 126 1),
siendo el ca o del Tesoro de San Marcos de Venecia el más significativo. Entre
sus piezas sobresale el Cáli:: del emperador Romano 11 (959-963) (en ocasione
atribuido a Romano I. 920-944). una copa de ardónice de los siglos 111y1v d.C ..
montada . obre un pie y reborde uperior bizantinos del siglo x de plata. perlas
y placa de oro y esmaltes. Estos últi mos repre entan los bustos de Cristo ben-
diciendo. la Virgen María orante entre los arcángeles Miguel y Gabriel y santos
diversos. Del mismo Tesoro sobresale igualmente la llamada Pala d' Oro, un reta-
blo de oro. piedras preciosas y esmaltes de 1,40 metros de alto por 3.45 metros
de ancho. elaborado en di ver os momento entre los siglos x y x1v, con el impor-
tante añad ido de una serie de placa de época comnena procedentes del ex poiio
del monasterio de Crisro Pantocrátor de Constantinopla. Son las placas de la
zona superior. de mayores dimensiones y gran perfección técnica. entre las que
encontramos las escenas de la Entrada de Cristo en Jerusalén, la Crucifixión o
la Anástasis.
Figura 59. Naos y Parekkelsionde San Sa/\'(/dor de Chora (act. Karire Camii)
de Constantinopla. Exterior.
TEMA l APOGEO Y DESARROLLO DEL ARTE BIZAi\TINO MEDIEVAL (SIGLOS !X-XV1 107
el fl anco sur, conectado con este último, un parekklesion o cuerpo rectangular
rematado por un ábside. frecuentemente con funciones funerarias. albergando
enterramientos en los arcosoli o de sus muros laterales. Un buen ejemplo lo
constituye la iglesia de San Sa!l'ador de Chora (actual Kariye Camii). edifica-
da al noreste de la ca pi tal en época comnena, entre J077- J08 1, siendo recons-
truida poco después en 1081- 111 8. y a la que entre 1315- 132 1. de la mano del
mecenazgo de Teodoro Metochites, consejero del emperador Andrónico TJ Pale-
ólogo ( 1282- 1328), se aíiaden a los pies de la naos un esonáxtex y un exonár-
tex, y al sur un parekklesio11 (figura 59). Este último se dota ele un ábside y una
serie de arcosolios destinados a acoger los enterramientos, entre otros, el del
propio Teodoro Metochites. Otro de los edificios constantinopolitanos más
importantes ampliados en estos momentos es el monasrerio de Consra11ti110
Lips, al que gracias al patronazgo de la emperatriz Teoclora (v iuda de Miguel
VIll Paleólogo), entre 1286 y 1304, se le aíiade una segunda iglesia dedicada
a San Juan Bautista, al sur de la ya ex istente del siglo x de la Theow/..:os
Panachrantos, en la que fueron enterrados, entre otros, Teoclora y su hijo el
emperador Anclrónico II. La nueva iglesia sigue el esquema de cm: griega arm-
fiada con el espacio central cupulado rodeado en tres de sus lados por un peris-
roon o deambulatorio en forma de U, elemento característico de Ja arquitectu-
La restaurac ión del lmperio Bizantino en 126 1 por los paleólogos supone
la recuperación de la capital y el retorno al culto ortodoxo de su principal edi-
fi cio. Santa Sofía. En torno a esa misma fecha se data el gran panel en mosai-
co con el tema de la Déesis de la tribuna sur del templo (fi gura 61 ). donde la
Virgen y San Juan Bautista interceden por la humanidad ante Cristo en majes-
tad. El mosaico es de gran perfecc ión técnica. con los pliegues de las vestidu-
ras artificiosamente elaborados. empleándose en su elaboración una rica grama
cromática. Llama la atención la emotividad que transmiten los rostros de la
Virgen y San Juan. de ex presión entri stecida, en contraste con la serenidad y
TEMA 3. APOGEO Y DESARROLLO DEL ARTE BIZANTINO MEDIEVAL (SIGLOS IX-XV¡ 109
Figura 6 1. Mosaico de la Déesis. Santa S<>f"ía de Constaminopla. tribuna sur.
firmeza de Cristo. Se observa pues. que e l interé: por plasmar las emociones
de los personajes que an-anca en época comnena. e , todavía más patente en
estos momentos. El principal conjunto conservado de la plást ica bizantina tar-
día lo constituye. sin duda. San Sah·ador de Chora (actual Kariye Camii). ela-
borado entre 13 15- 1321 por encargo de Teodoro Metochites. El programa ico-
nográfico se desarrolla en los mosaicos de las zonas altas ele la naos ele la
iglesia (apenas conservados) y de sus dos nártex. así como en pintura mural en
los muros del parekklesion. Se representan esencialmente los cic los de la 1·ida
de la Virgen y la 1•ida de Cristo. concluyendo con el Juicio Final. además de
múltiples fi guras de profetas y santos. En las cúpulas del esonártex aparecen
Cristo Pcmtocrátor (cúpula sur) y la Virgen con el Niiio (cúpula norte). rodea-
dos de los personajes veterotestamentarios de u genealogía y ancestros. desde
Adán a Jacob en la primera y los Reye de Israel. de David a Salatie l. en la
. egunda. En el luneto del esonártex que da acceso a la naos. se representa a
Teodoro Merochites en proskinesis ofreciendo la maqueta de la iglesia a Cri -
to entronizado (figura 62). Metochires aparece ataviado con la indumentaria
propia de la nobleza constantinopolitana del momento. llamando especialmente
la arención e l gran turbante de su cabeza de bandas blancas y doradas. Entre
el resto de mosaicos no narrativos encontramos. también en el esonártex, a San
Pedro y San Pah/o y una Déesis con Cri. to y la Virgen acompañados ele los pri-
meros donantes del templo, el emperador Isaac 1 Comneno y la monja Mela-
nia (hija de Andrónico 11), y en el exonártex a la Virgen con el NiF10 entre ánge-
les y a Cristo Panrocrátor. El ciclo ele escenas de la Vida de la Virgen ocupa
los tramos septentrionales ele las cubiertas y zonas altas de los muros ele eso-
TE\I \ .1 \POGFO) DE'>ARROLLO DEL \RTr BIZ.\ \Tl\0 \ti DIL\''\L tSIGLOS J.\ . .\\ 1 111
Figura 63. Escenas de la 1·icla ele la l'irgen. <Íl1cx de 5011 Salrador
de Cliom (act. Kariye Ca111ii) de Constantinopla.
TDIA :l. APOGEO) DESARROLLO DEL ARTE BIZANTINO MEDIEVAL (SIGLO. IX-XV) 1J3
3.3. Las artes suntuarias en época de los paleólogos
Bibliografía
TEMA 3. APOGEO Y DESARROLLO DEL ARTE BIZANTINO MEDIEVAL (SIGLOS IX-XV ) 115
Segunda parte
NACIMIENTO Y AUGE,
DE UNA CIVILIZACION :
EL ARTE ISLÁMICO
Tema4
EL ISLAM: RELIGIÓN, ARTE
Y CULTURA
Inés Montería Arias
Esquema de contenidos
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Figura 1. Mapa de la expansión del Islam hasta el año 750. Zona verde:
conquista hasta la muerte de Mahoma (631). Zona marrón: conquista de los
primeros califas (632-656). Zona amarilla: conquista de los Omeyas (66 1-750).
El Islam es sin duda una de las grandes civilizaciones de todos los tiempos
y su papel resu lta fundamental para comprender la evolución de la producción
escrita y artística a lo largo de la Alta Edad Media. El mayor desarrollo de las
artes, las letras y la ciencias de esta época se produce, en gran med ida, en los
estados islámicos y en los reinos cristianos que reciben su influencia. Una tra-
dición historiográfica etnocéntrica ha llevado a que algunos estudios genera-
les eludan mencionar la completa hegemonía cultural del 11111ndo islámico
sobre el cristiano en el periodo que nos ocupa. Esto re ulta especialmente rese-
ñable en el mundo occidental. donde al-Andalus ofrece gran parte de la apor-
taciones al campo humanístico y al de las ciencias experi mentales.
Los musulmanes fueron pioneros en el desarrollo de la medicina, la botá-
nica y la farmaco logía partiendo del estudio de los tratados grecorromanos,
mientras el mundo cristiano occidental carecía de los rudimentos más básicos
de la medicina. También se redactaron numerosos estudios de astronomía y
astrología en árabe, construyéndo. e observatorios de estrellas y fabricándose
instrumento como el astrolabio y e l compás, que fueron fundamentales para
la navegación y el trazado del mapa celeste (muchas estrellas y conste lacione
fueron descubiertas entonces). Los conocimientos geográficos y la cartografía
se vieron igualmente favorecido · por estos adelantos.
También se realizaron importantes obras de ingeniería, estructuras de gran
complej idad como los sistemas hidráu licos (molinos, norias, mecanismo de
riego) y grande · edificios civile como los hospitale . E te desarrollo arqui -
Bibliografía
BANGO, Isidro y BORRÁS. Gonzalo: Arre bi:::antino y arre del Islam. Histo-
ria 16. Madrid, 1996. Trabajo muy sintético sobre estas dos manifesta-
ciones culturales que sirve de aproximación inicial.
ETTINGHAUSEN. Richard y GRABAR. Oleg: Arre y arquitectura del Islam
650- 1250. Cátedra. Madrid. 2005. Trabajo clá. ico de referencia que pro-
fundi za en un gran número de manife taciones artísticas islámica de
Oriente y Occidente, con una gran capacidad de síntesis y un gran núme-
ro de imágene y planos en pequeño formato y en blanco y negro.
HARTASTEIS, Markus y DELIUS, Peter: Islam: arte y arquitectura. H. F.
Hu liman. Barcelona, 201 2. Obra general sobre el arte islámico de todos
lo tiempos que incorpora be llas ilustracione en color y en gran fonna-
to, se trata de una buena aprox imación general al arte islámico con una
perspectiva de conjunto.
VERNET. Juan: Lo que Europa debe al Islam de España. Acantilado. Barce-
lona. 2006. Estudio de gran interés sobre la historia intelectual y cultu-
ral de Occidente desde la Edad Media donde se analiza la contribución
del Islam a todos los campo del saber y de muy diversas disciplinas.
Esquema de contenidos
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Figura 9. Palacio de Mshatw (743-744). Planta y vista aé rea de l palacio. Dinastía o meya.
Figura 11. Me:q11iw omeya de Damasco (706-7 15 ). 1nterior y cleral le ele mosaico.
Las mezquitas mejor conocidas del pe riodo abbas í son las de Sam arra,
caracterizadas por su f<lbrica de ladrillo y sus grandes dime ns iones. Poseen
dos rasgos esenciales: uno. los oporte. de ladrillo, fre nte a las columnas y
L os palacios abba íes decoraron princ ipalm ente sus paredes con revesti -
mientos de m ám1oles y de estuco, aunque algunas salas poseyeron decoración
pintada al fresco con motivos figurativos, como en el baño del palacio de al-
Muta im . A diferenc ia de la arquitectura y la decoración omey as, donde cada
ed i fic io es un proyecto independiente y sing ular con escasa relación con los
demás (re fl ejo de la propia estruc tura política de los omeyas. en la que el cali-
fa es sólo un primus inter pares en relación con los rest antes miembros de su
fam il ia). la arq uitectura y la decorac ión abbasíe muestran rasgos unjfonnes y
homogéneos que van a marcar. en definitiva, un patrón imperial , al ig ual que
u estructura pol ítica.
En c uanto a los reresti111ie111os de estuco. la investigación viene aceptando
la ex istencia de tre e tilos decorativos. denominados convenc ionalmente A. B
y C, que se encuentran en los palacios de Samarm sin que ex i ta entre ellos un
orden cronológico. Desde el punto de v ista técnico y de ej ecución, los dos pri-
meros consisten en modelar la decoración sobre el estuco fresco. de manera que
La d inastía aglabí fue fundada por Ibrahim b. Aglab (800-8 12), quien reci-
bió de l califa Haru n al-Ras hid e l gobierno de Ifriqiya en el afio 800. Durante
S ig uie ndo la práctica inic iada por la dinastía abbasí, los cali fas fatimíes
fundaron nuevas c iudades como capitales de s u nuevo Estado: Mahdiya
(Túnez) e n 9 12. Sahra ul-Ma11s11riya (Túnez. junto a Ka iruán) en 945-46 y El
Cairo (Egipto) en 969. A unque nuestro conoc imiento es aún precario, sabe-
mos que todas e llas fuero n pe rfectamente planificadas y res ponden asimila-
res princ ipios de o rde nació n urbana. do tándose en su interior de grandes pala-
c ios y jardines separados del resto de la med ina. Su forma ex te ri o r fue
diferente de una c iudad a otra. pues Sa/Jra al-Mansuriya presenta una planta
c irc ular mie ntras que e n El Cairo se impuso la cuadrang ular. Según las fue n-
tes, e l palacio aunaba la doble fun c ión de res idenc ia del cali fa y los miembros
Figura 22. Puerta de Bab a/-F11111h. El Cairo ( 1087- 109 1). Dinastía fati mí.
La prime ra mezquita a ljama levantada por los fatim íes fue la de Mahdiya ,
e n 9 16. Aunque se enc ue ntra muy reco nstruida, sabemos que sig uió e l mode-
lo de Kairuán de naves perpendic ulares a la qibla. De s u estructura origina l se
conservan e l patio y la puerta monumenral de entrada q ue se asemeja a un arco
de triun fo romano. Adopta la forma de una torre saliente, con un gran vano de
acceso cobijado con un arco de herrad ura y decorado con nichos y arcos de e. e
mis mo tipo.
Nada se ha conservado de la mezquita aljama de Sabra al-Mans uriya: en
cambio, en El Cairo subs isten varias mezquitas de esta dinastía. La más anti-
gua es la me:quita de a/-A:lwr. construida por e l cali fa a l-Mu ' izz e ntre los
año 970-972. A pesar de s us inten as reforma y modernas restauracio nes,
sabemos que tu vo cinco naves parale las a la qihla y una nave central, más
ancha y perpendicular a ese muro, q ue cond ucía hacia e l milirah y en c uyo
extremo se s ituó una cúpula. El conj unto generó una disposición en T. En e l
interior, las columnas y los capite les se reaprovecharon de edific ios anterio res,
mientras que en e l exte rio r nada subs iste de este periodo.
Otra de las mezquitas conservadas es la de a/-Hakim que está situada a l
exterior de la muralla y es lla mada as í por e l califa q ue la te rminó en 1O13. Su
portada princ ipal tiene form a de to rre proyectada a l exte rio r, s im ilar a la entra-
da monume ntal de la mezquita de Mahdi ya. A l ig ua l que la mezquita de
Los califas y las élites adm in istrativas de l Estado fatimí fueron grandes
demandantes de productos de lujo, lo que convirtió a Egipto en un importan-
te cemro productor, favorecido por la reactivación del comercio mediterráneo
que tuvo lugar en e l siglo x y el control de l mismo por parte de los comer-
ciantes fatimíes.
Entre las principales manufacturas destacan las textiles. cuya producción
estaba sólidamente asentada de de la etapa tuluní. Los tejido confeccionados
en los talleres oficiales (el tira-:: califal) del delta del Ni lo se caracterizan por
Bibliografía
Esquema de contenidos
Como con la dina tía omeya de Oriente, el modelo fue la ocupación de las
ciudades preexistentes. mediante el pacto con la Iglesia. y el mantenimiento de
la población en lo centros urbanos. La primera transformaciones con istie-
ron en lo que se ha dado en llamar la islamización de la fábrica de la ciudad
mediante la construcción de mezquitas y otras in talaciones asociadas, como
los baño .
La primeras ciudades de fundación islámica e crean en el siglo 1x por
Abd al-Rahman ll: Jaén, Murcia. Badajoz. Úbeda ... y en algunos casos tienen
la función de control ar a la ciudades preex istentes en cuya proximidad se
sitúan. E te e el caso de Badajoz, con truida para contrarrestar a Mérida que
constituía un centro rebelde a la autoridad omeya. En toda e as ciudades. los
do elemento fundamentales son la mezquita aljama y e l palacio del gober-
nador.
Córdoba. la capital. muestra el mayor desarrollo urbanístico de al-Andalus
a lo largo de todo el periodo. Ahí surgió también a fine del siglo v 111 el primer
arrabal propiamente islámico. el de Saq11nda. que tra la revuelta de u pobla-
ción fue arrasado por orden del emir al-Hakarn 1en 82 1. Este arrabal muestra
ya. aunque embrionarios, algunos rasgo típico de la vivienda andalusí, con-
cebida como expresión de la hegemonía de lo privado. Entre estos rasgos. que
on comunes a la viviendas de otros territorios islámicos, de tacan la ausen-
cia de vanos al exterior. el papel del patio como pieza e tructural de la casa y
organizador de las restantes estancias. la presencia de la letrina y la introduc-
ción de la teja curva para las cubiertas.
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MEZQUITA PR!M!TIVA
2.2. Urbanismo
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Figura 3 1. Plano de relación entre Córdoba y Madi nat al-Zabra a mediados del iglo x.
Figura 34. Madinat al-Zahra. Salón de Abd al- Rahman 111 (953-957).
Las récnirns decorc!lims utili zada~ ~on la talla a bisel y la talla a trépano.
que dota a los motivos de un profundo re lieve y acentúa e l claroscuro entre la
superfic ie y e l fondo.
En general. la decoración aplicada reproduce y realza las fo rmas de la
arquitectura. Se basa. fundamentalmente. en el arco y . us elementos de acom-
pañamiento (dovelas. albanegas. ele.) entre lo!> que ele. taca la alternancia de
dovelas. decoradas y lisas ele color rojo. y e l alfiz. que se concibe como un ele-
mento de enmarque del arco y adquiere un gran desarrollo ornamental con el
ensanchamiento de sus brazos verticales y hori w ntal. Esta decoración se carac-
teriza por labrarse en una piedra diferente a la de los sillares constructivos. a
los que se superpone y queda fijada con mortero. Este peculiar sistema ha per-
mitido la preservac ión de sus restos. frente al ex polio de l que sí fue objeto la
piedra ele la edificación.
3.2. Urbanismo
La conversión de numerosos centros urbanos en las capitales políricas de
los nuevos reinos de taifas incrementó su importancia y provocó un notable
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Figura 45. AIJ4ería de Zarago:a. Planta de Ch. Ewert y s istemas de arcos entrecruzados .
El escenari o político del siglo X I. marcado por la pugna entre los diversos
reinos islámicos. por un lado. y en1re estos y los reinos cristianos, por otro.
generó una multiplicidad de fortificaciones. Adem<1s de la construcc ión de
murallas urbanas en ciudades como Granada. Almería o Valencia, lo m1ís carac-
terístico del periodo es la edificación de alca::.ahas. É. tas constituyen sedes de
poder fortificadas c.¡ue se separan del centro urbano principal con e l que que-
dan unidas a través de murallas. Los ejemplos m<ís emblemáticos son las alca-
zabas de Málaga y de Almería (figura 46).
En cuanto a los tejidos. las fuentes literari as nos hablan de l uso de la seda
en los palacios y en las vestimentas de los monarcas de estos estados. Las pie-
Bibliografía
ACIÉN ALMANSA. M.: .. Del estado califal a los estado taifas: la cultura
materi al''. Actas del \1 Congreso de Arqueología Medieml Espwio/a.
Vol. 2. Valladolid. 200 1. pp. 493-5 14. Este trabajo es una introducción
impre. cindi ble para conocer y comprender la cultura material y las pro-
ducc iones artísticas de los reinos de tai fas .
BORRÁS GUALIS, G. M. y CABA - ERO S UBIZA. B. (coords.): La Aljf?le-
ría y el Arte del Islam Occidental en el siglo XI. Zaragoza, 20 12. Esta
monografía recoge una serie de trabajos que actualizan el conocimien-
to que e tenía. hasta el momento, de los reino. de taifas, al tiempo que
contempla sus relaciones e influencias con Oriente y Egipto.
MANZANO MORENO, E.: Conq11isradores, emires y cal(f'as. Los omeyas y la
.formación de al-Anda/u.\". Crítica, Barcelona, 2006. Obra amena que
ex plica el contexto histórico en el que se desarrolló el arte andalusí desde
el s. v 111 has1a comienzo. de l s. XI.
VALLEJO TRI ANO. A.: La ciudad califal de Madinat a/-Zahra. Arqueología
de su arquitectura. Jaén, 20 1O. Esta obra analiza en profundidad el perio-
do califal omeya basándose en un estudio pormenori zado de Maclinat
al-Zahra. su histori a, urbani smo. arquitectura y decorac ión.
VV. AA.: Arte andalusí. Monográ lico de la rev ista Ar1igrama n\) 22. Universi-
dad de Zaragoza, 2007. Este monográfico es fundamental. A través de un
conjunto de artículos de distintos especialistas proporciona una visión
completamente renovada del arte de este periodo.
YY.AA .: El esplendor de los omeyas cordobeses. La cirili::ació11 n111.rn/111a11a
de Europa occidenwl. 2 vols: !-Estudios. //-Catálogo de la exposición
celehrada en Madinat al-Zahra. Granada, 200 l. El volumen destinado
a Catálogo recoge una destacada selecc ión de la producción art ística
andalusí hasta los reinos de taifas, a í como algunas piezas sirias de la
dinastía omeya ele Orien1c.
LA DISGREGACIÓN EUROPEA:
EL ARTE CRISTIANO OCCIDENTAL
ENTRE LOS SIGLOS VI Y X
Tema 7
EL ARTE DE LOS REINOS
BÁRBAROS DE EUROPA
OCCIDENTAL (SIGLOS Vl-V~ll)
EL ARTE IRLANDES
Sergio Vida/ Álvarez
Esquema de contenidos
TEMA 7. ELARTE DE LOS REINOS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDE TA L (SIGLOS VI - Vlll l 201
siglos 111y1v. diversos pueblos bürbaros habían cruzado ya las fronteras impe-
riales como fuedera1i. tropas asociadas que cumplen sus serv icios a cambio
de dinero y alimentos. Asientan su poder sobre algunos territorios romano
desde inicios del siglo v. de modo más o menos estable y pennanente según
los casos. Su origen geográfi co y étnico es también dispar. siendo mucho.
de ellos pueblo germánicos origi narios del sur de Escandinav ia (peninsular
e insular). em igrados al continente europeo entre los siglos 1 y 11. Otros en
cambio son de origen eurasiático. como los hunos o los ávaros; y otros de
procedencia irania. como los alanos, cuyo proceso de r'ligración a Occ iden-
te les lleva hasta la Península Ibérica en e l siglo v. La lüma de territorios en
Occ idente es progresiva. no siendo un proceso lineal ni uniforme. factor al
que se suma la constante oposición que ex iste entre los distintos pueblos bár-
baros entre sí. Esto provoca que muchos pueblos vayan desapareciendo, sien-
do e liminados por otros más poderosos. cuya hegemonía se materializará en
la consolidación de diversos reinos en e l Occidente mediterráneo entre los
siglos va VIII. La fortuna de estos reino es también di spar, al ser algunos ani-
qui lados inc luso antes de asentar su poder. tal y como sucede a los alanos en
la Península Ibérica de manos de suevos y vándalos. Otros son derrotados a
las pocas décadas de consol idar sus dom inio . dilatando la expansión terri -
torial de su conquistadores. tal y como sucede a los burgundio de mano de
los merovingios. o a los suevo de manos de los visigodos. En otros caso. su
fin llega a través ele conflictos bélicos de mayor escala. como las campañas
de conqui ta bizantinas (Re11ol'({tio lmperii) de Justiniano en e l siglo VI , que
afectan a vándalos en África y ostrogodos en Italia, o las conquistas del Islam,
que acaban con los visigodos a inicios del siglo v1 11. La fo rtuna de la estirpe
merov ingia es di stinta. al ser derrocados por sus propi os mayordomos de
palacio. los carolingios que instauran su propia dinastía (ver tema 8).
TE~tA 7. EL ARTE DE LOS REl\OS BÁRBAROS DE EL ROPA OCCIDE'TAL <SIGLOS \'I - \ '111 1 203
una fachada perteneciente a una fa ·e posterior (no anterior al siglo v 111). El
ejemplo más destacado de la arquitectura no religiosa de época ostrogoda es.
sin duda. el 111a11so/eo de Teodorico ( ti gura 2). construido a las afueras de Ráve-
na. empleando exclusivamente la piedra. en grandes bloques perfectamente
tallados (opus quadrm11111 ) y dispuestos en seco. sin uso de argamasa para su
unión. Es ele planta centrali zada con dos niveles. el inferior con el interior cru-
ci fonne y el exterior de perlil decagonal mostrando nichos bajo arcos de medio
punto. El nivel . uperior es decagonal en el exterior y ci rcular en el interior. La
cubierta es una cúpula de 11 metros de diámetro. sin parale lo en la arquitectu-
ra de la época. puesto que se elabora a partir de un bloque monolítico de pie-
dra tallada de 300 toneladas. Fue levantado gracias a un si tema de poleas. con-
servándose en la zona superi or los doce asideros perforados empleados para
tal operación. En e l exterior presenta un fri so decorativo con un motivo deco-
rativo .. de tenaza ··.elaborado en talla a bisel. que ha sido relacionado con los
motivos propios de la orfebrería goda coetánea.
TEMA 7. EL ARTE DE LOS REINOS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL !SIGLOS VI - Vlíl) 205
Figura 3. Mosaico del Palmi11111 de Teodorico. San Apolinar Nue\'O. Rávcna.
TEMA 7. EL ARTE DE LOS REINOS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL (SIGLOS VI - VIII! 207
mente en broche de cinturón y fíbulas. decorados a base de celdillas y/o cabu-
j ones con piedras semipreciosas, semejantes a la pieza · coeráneas produc idas
por otros pueblos bélrbaros (ostrogodos. vi igodos. ere.). Existen también alg u-
nos mosaicos hallados e n Cartago de hac ia finales clel s ig lo ve inic ios de l VI,
estilísticamente herederos de la tradic ión tardorromana. hoy en e l Museo Bri-
tánico de Lo nd res. como el fragmento con e cena de cacería. en el que se ha
querido ver la re presentación de un Ji11e1e l'(Índalo, grac ias a la fisonomía del
pe rsonaje. con barba y cabellos largos. y su tipo de indumentaria (fig ura 5).
Estirpe de origen germánico inregranre del pueblo franco. los merov ingios
inic ian su dinastín a mediados del siglo V con e l rey Meroveo (448-557). no
siendo hasta la época de su nieto C lodoveo (48 1-5 11 ). cuando se inic ie s u rei no
y, con e l bauti mo (católico) de e te mismo rey hac ia e l 496. c uando se cri -
tianicen. Los meroving ios expanden pronto sus dominios a costa del desapa-
recido Imperio Romano de Occidente . desde los aclllalc Países Bajos y Ale-
TE:\IA 7. ELARTE DE LOS REINOS BARBAROS DE EUROPA OCCIDE~TAL 1SIC 1LOS VI. VIII ! 209
meroving ia es de pequeños sillares de piedra. de proporciones desig ua les pero
di spuestos en hileras regulares. En el exterior la cabecera y los laterales del
espacio princ ipa l se rematan con frontones. decorándose los paramentos a base
de ladrillos y e lementos pétreos fo rmando arcos de mitra . q ue en ocasiones se
alte rnan con arcos de medio punto. En la misma c iudad se conserva tambié n
e l Hipogeo de las Dunas o de Mel/eha11de (figura 7). datado hacia finales del
siglo v 11. Una e!>calera con los peldaños decorados con re lieves tallado. a bisel.
da acceso a una cámara funeraria doble. Dos arcosol ios se abren a los late ra-
les de la cámara del fondo. correspondie ndo e l de l costado norte al enterra-
mienro más deslacado y donde fue hallada la /úpida sep11/crn/ del abad Mel/e-
haudo. probable comitente de l hipogeo. De l siglo v 11 data la C ripta no rte (o de
San Pablo) ele la ig lesia abacial de Narre- Dame de Jo11arre. fundada hacia e l
630-635 por Adon. un noble de la corte del rey Dagoberto (629-638/639 ). El
espacio de la cripta es rectangular irregular con dos hileras de columna de
a lturas desig uales. y en e lla se con ·ervan alg unos arcófagos del siglo v 11 como
los de l o bispo (de París y de Do rcheste r) Agilbe rto y el de su hermana y pri-
mera abade a de Jo uarre. Santa Teodequilda.
TEMA 7. EL ARTE DE LOS REINOS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL (SIGLOS VI - VIII) 211
con los símbolos del Tetramorfos a los lado . L ej o del esquematismo y abs-
tracción que caracteriza a la mayor parte de la escultura de época merovingia.
el sarcc~{ago de Agilberto es un ej emplo excepcional por su calidad escultóri -
ca, recordando en su composición y sentido del volumen a los sarcófagos cri s-
tianos de taller romano del siglo 1v (ver tema 1).
De época merovingia e conservan también algunos ej emplares de códices
con i lustraciones como el Sacramelllario Gelasia110. elaborado en Parí hacia el
750 y que, desde un punto de v ista litúrgico. muestra una mezcla de elemento
de los ritos galicano y romano. Sus miniaturas poseen un claro predominio de
las composiciones basadas en complicados motivos geométricos, con escasa
presencia de elemento fi gurativos, de aspecto muy esq uemático. lo que lo rela-
ciona con la miniatura coetánea de las I slas Británicas, en especial la irlandesa.
Entre lo. ej emplos con er vado de las artes del metal de época meroving ia
sobresale el Tesoro de Go11rdo11 de fi nale · del sig lo v e inicios del v1, com-
puesto por un conjunto de monedas de oro, así como un cáliz y una patena del
mismo meta l. E l cáliz tiene forma de pequeña crátera de cuerpo gallonado.
con la asas rematadas en fon11a de cabeza de águi la y se decora mediante un
roleo vegetal con las hojas conformadas por piedras verdes engastadas en cabu-
jones. L a patena es rectangular, decorada con una cruz y cuatro hoja acora-
zonadas en el fondo y el borde g ranates engastados en celdillas poli lobuladas
(técn ica cloiso1111é).
5.1. Arquitectura
Los primeros ejempl os de arquitectura de época visigoda muestran una plena
continuidad con respecto al periodo tarclorTomano ele los siglos rv y v. Bas ílicas
como las de Vega del Mar (Málaga) del iglo v. Casa Herrera (Badajoz) de
hac ia el 500. y Segóhriga (Cuenca) del siglo v 1, son buena muestra de ello. En
el siglo v 1 Leovigildo funda la ciudad de Recópolis (G uadalajara) en honor a su
hijo Recaredo, de la cual subsisten las ruinas de una basílica de nave única con
rran epro y atrio a los pies. adcm<1s de un conjunto palatino con un gran espa-
cio longitudinal de potentes muros. una zona de viviendas y comercios. entre los
que se ha encontrado un taller dedicado al vidrio, y parte del perímetro de sus
murallas. En té1minos arquitectónicos. Toledo hubo de ser la ciudad mejor dota-
da de la época, contando con una serie de edificios que no han llegado hasta
nuestros días como el Pal acio Real. los edifi cios administrativos y nobiliarios,
así como un nutrido número de igle ias. entre la que sobresalían la catedral
dedicada a Santa María, la iglesia de Santa Leocadia o la de San Pedro y San
Pablo, ubicándose estas última. en el recientemente excavado barrio de la Vega
.
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SAN JUAN DE BAÑOS (PALENCIA)
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SAN PEDRO DE LA NAVE (ZAMORA) QUINTANILLA DE LAS VIÑAS (BURGOS)
Figura 9. Plantas de San J11a11 de BaFws (Palencia). Son Pedro de la Nare <Zamora). Q11i11w11illa
de las \1i1las (Burgos).
TEMA 7. EL ARTE DE LOS REl\'OS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL tSIGLOS VI - VIII) 213
Baja. Al siglo VII pertenecen los principales ejemplos conservados de la arqui-
tectura visigoda como la basílica de San Juan de Ba1/os (Palencia) (figura 9).
edificada por e l rey Recesvinto (653-672) en las inmed iaciones de un manantial
de aguas tem1ales. conservando su inscripción dedicatoria en e l arco triunfal.
La ba. ílica es de tres naves . . eparada por col umnas con capite le corintizantes.
bajo arcos de herradura. con el ábside central cuadrangular. cubierto por una
bóveda ele cañón de hen-adura y un pequeño atrio cuadra ngular a los pies. En su
estado original la ig les ia poseía además un transepto y dos ábs ides laterales,
cuadrangulares como e l central pero bien separados de este último. confiriendo
a la planta forma de "'tridente ... Fruto de reformas acaecidas en época bajome-
clieval y en momentos posteriores, los ábsides latera les son demolidos y vueltos
a edificar inmedia tame nte contiguos al ábside central, perdiendo así el edificio
su aspecto orig inal en "tridente". Son también alle raclos los muros perimetrales
de las nave. laterale que de ser rectos pasan al perfil diagonal actual. La cons-
trucción se basa e n e l uso ele la piedra en grandes bloques bien tallados y dis-
pue. tos en seco. s in uso de argamasa. Esta característica e defi nitoria de buena
parte de la arq uitectura visigoda del sig lo VII tal y como muestran otros ejem-
plo. como Santa Lucía del Tra111pal (Cáceres). Sama Co111/Ja de Bc111de (Oren-
se), San Pedro de la Na1·e (Zamora). o Qui111c111illa de las \li1/as (Burgos). La
iglesia de San Pedro de la Na1·e (Zamora) (figura 10) se encuentra entre los prin-
c ipale edificios conservados. siendo salvaguardado en 1930- 1932 gracias a su
traslado piedra a piedra a su ubicación actual en Campillo. evitando que queda-
ra sumerg ido bajo las aguas de l embalse de Ricobayo. Gracias a esta operación
.. - --___,~ - ··
Figura 1O. San Pedro de la Nare (Zamora). Exterior.
TE\ tA 7. EL ARTE DE LO REl~OS BAR BAROS DC EL ROPA OCCIDENTAL <SIGLOS Vt - VIII¡ 215
5.2. Escultura
La escultura conservada de época visigoda corresponde principalmente a
las ti pologías pertenecientes al mobil iario litúrgico de las iglesias. como pla-
cas y barroteras de cancel. tenantes de altar. pilastras. capiteles y cimacios, etc.
Muestra un claro predominio de la talla a bisel como principal técnica. con-
formando relieves planos. prácticamente ausentes de mode lado. en los que los
motivos y elementos decorativos quedan recortados sobre el fondo. formado
fuertes contrastes de claroscuro. La tem<ltica es esencialmente de carácter no
fi gurativo. basada en composiciones geométricas y vegetales esquemáticas. así
como elementos zoomórficos (con frec uencia aves) dispuestos simétricamente.
La figuración humana aparece de forma ocasional. siendo escasos los ejemplos
con escenas narrativas basados en las Sagradas Escrit uras. Se constata en un
primer momento. correspondiente a buena parte del siglo v1. que el principal
centro escultórico es Mérida (Badajoz). pasando el protagonismo a los talleres
de Toledo hacia finales de esa centuria y a lo largo de todo el siglo v11. A esta
ú1tima ciudad pertenece la pi /asrra de San Salrndor (fi gura 12) uno de los
ejemplos más excepcionales de la escultura visigoda. mostrando en una de sus
TEMA 7. EL ARTI: DE LOS REl~OS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL !SIGLOS VI - Vlll l 217
el interior de la iglesia (figura 14). En el exterior se dispone una serie de fri sos
superpuestos decorados con roleos vegetales poblados por animales variados
como aves, herbívoros. fel inos, etc .. y tres monogramas. En el interior. el arco
triunfal se decora mediante un roleo con racimos. palmetas y aves y sobre éste.
presidiendo el conjunto. aparece la figura muy esquemática de Cristo Panto-
crátor. barbado. con nimbo crucífero y bendiciendo. Bajo el arco. se disponen
dos bloques rectangulares. a modo de cimacios/imposta. con dos composicio-
nes simétricas protagonizadas por parejas de ángeles que sustentan una inwgo
clipeara ele la personificación del Sol en un caso y en otro (fragmentado) de la
Luna. El primero de ellos incluye además una inscripción dedicatoria alusiva a
la comitente Fla111ola . Otros relieves sue ltos completan el conjunto. dos de los
cuales muestran de nuevo parejas ele ángeles sosteniendo los bustos (sin cl ipeo)
ele una figura femenina y una masculina que po11a una cruz enmangada (figura
14). que han siclo tradicionalmente interpretadas como la Virgen y San Juan
Evangelista. En tocio caso este último no representa a Cristo puesto que no posee
nimbo crucífero. El estilo de los relieves de Q11i111a11illo de las \liFws presenta
un gran esquematismo formal, ele figuras cas i abstractas. con un claro predo-
minio de la talla a bise l, fom1a ndo dos planos de profundidad contrastados y los
detalles interiores de las figuras confonnados mediante senci llas incis iones.
La-; piens más de. tacadas que han llegado ha'> ta no'>otros de las artes del
metal de época visigoda. corre ·penden principalmente a los hallazgo efec-
tuados en nccrópoJi.:;. Al igual que en el caso de las pie7as producidas por ostro-
godos. merovingios o vándalos entre otro'>, sobresalen los broches de cinturón
y las fíbu las. eventualmente decorados mediante la técnica cloiso1111é de cel-
e.ti llas re llena'i de pasta vítrea o piedras semipreciosas. Son especialmente sin-
guiare. lasfíh11/w oquiliformes. como las halladas en Alovera (Guadalajara)
hoy en el Musco Arqueológico acional en Madrid, o las de Tierra ele Barros
(Badajoz) hoy en la Walters Art Gallery de Balt imorc. Respecto a la orfebre-
ría, sobresale de un modo evidente el Tesom de Guorra:ar (fi gura 1S ), halla-
do a las afueras de Guaclamur (Toledo) en el siglo XIX y hoy repartido entre
TE~1A 7. EL .\RTE DE LOS RE l'\OS B.\RBAROS DI: EL ROPA OCCJOE'.'\TAL !SIGLOS VI· \'1111 219
Madrid (Museo Arq ueológico Nacional y Palacio Real ) y París (Musée Nacio-
nal du Moyen Áge). E l c~njunto consta ele una serie de coronas voti vas. cru-
ces colgantes, dos brazos de una c ruz procesio na l y otros e le mentos. todos
ellos de oro con decoración de cabujones que engastan piedras preciosas y per-
las. Las piezas más significativas son dos coronas votivas regias. una dedica-
da por e l rey Recesvinto (653-672) hoy en e l Museo Arqueológico Nacional,
y otra por Suintila (62 1-63 1). esta última desaparecida tras su robo en J92 J del
Palac io Real. La corona de Recesv into consta de una diadema con decoración
calada y cabujones con zafiros y pe rlas, de la que pe nden las letras de la dedi-
catoria regia. Se sustenta por cuatro cadenas que parten de una macolla de cris-
tal de roca ta llado. De su centro pende una cruz pectoral bizantina reutili zada,
igualmente de oro y decorada con perlas y zafiros.
Figura 16. Altar de Rarchis. Cividale del Friuli. Mu ~eo Cri~ tiano.
TEMA 7. EL ARTE DE LOS REL'<OS B.ÁR BAROS DE EUROPA OCCIDE:"\TALtSIGLOS VI· VIII ¡ 221
tipo de re presentac iones esquemáticas. casi abstractas, de l todo alejadas de los
cánones del pasado tardo rromano y del arte bizantino. mostrando figuras rígi-
das y rostros inexpresivos. con claro predomi nio ele la talla a bisel y un re lieve
poco profundo. Al mi smo momento y ciudad pertenece la.fuente bautismal del
Patriarca Cali.rto (726-756) (figura 17). ele forma octogonal y 3.54 m ele altu-
ra. Sobre la base, constituida por ocho placas. se disponen otras tantas colum-
nas con capite les corintios y arcos de medio punto decorados con moti vos en
re lieve a base de temas geométricos y vegetales. y parejas animales afrontados
como pavos, c iervos. leones, etc . Dos de las placas de la base presentan deco-
rac ión e n re lieve. una de e llas con inscripción alus iva al patri arca Sigualdo
(756-786) y otra a su sucesor Pauli no (786-802). La primera de e llas, de estilo
semejante al Altar de Ratchis. muestra en e l centro una cruz flanque ada por
motivos vegetales y cande labros y un árbol de la vicia con parejas de animales,
Durante los primeros sig los de la Era, la isla de Irlanda queda al ma rgen de
las vicisitudes políticas de resto de Europa y e l proceso de conquistas y/o con-
flictos militares protagonizados por e l Imperio Romano. De este modo, la lle-
gada del cristianismo a lrlanda es también más tardía, manten ié ndose un siste-
ma político, social. re lig ioso y cultural céltico. Se considera a San Patricio (h.
377/385-h. 461 /464) e l evangelizador de Irlanda, en un proceso de c ristianiza-
ción que debe forzosamente adaptar e a las particularidades de la is la como la
dispersión de l hábitat y la finne perv ivenc ia de las costumbres paganas. Esto
afecta de un modo directo a la nueva organización eclesiástica, que habrá de
gravitar en to rno a los complejos monásticos y e remitorios de los ámbitos rura-
les, en detrime nto del s istema de catedrales y parroquias fundame ntado en los
centros urbanos. El siglo v 111 es la época de mayor esplendor de la Irlanda cris-
tiana y sus centros monásticos, que constituyen los principales centros c ultura-
les y a1tísticos de la isla. creando un importante número de códices iluminados,
TE~IA 7. EL ARTE DE LOS REl\OS BARBAROS DE EL'ROPA OCCIDENTAL tSIGLOS VI - VlllJ 225
del uso de artificiosos pliegues en las vestiduras y personajes con posturas for-
zadas. s in que falten los tradicionales motivo~ a base de complej os entrelazos
geométrico~ y zoomórficos que enmarcan la escenas.
TEillA 7. EL ARTE DE LOS REl:\OS BÁRBAROS DE EUROPA OCCIDENTAL (SIGLOS VI - VIII ! 227
de Monasterboice de 6,5 metros de altura (figura 20). como la South Cross o
Cm: de Muiredach, datada hacia el 923 (gracias a su inscripción alusiva al
comitente). Ejemplares como los mencionados de Monasterboice. además. pre-
sentan un completo programa iconográfi co. en el que se representan otros
temas bíblicos como Moisés haciendo hrotar agua de la roca. la Epifanía. e l
arresto de Cristo, la incredulidad de Santo Tomás o e l Juicio Final. La pro-
ducción de e ·te tipo de cruce e prolonga a lo largo de toda la época de domi-
nación vikinga. hasta el siglo XII. y u dispersión geográfica abarca toda Irlan-
da (sobre todo en su mitad oriental). así como el norte de Gran Bretaña
(Escoc ia y Northumbria).
Bibliografía
Esquema de contenidos
2.2. Arquitectura
Aq uisgrán. lugar ocasional de residencia invernal de Pipino de l Breve y Car-
lomagno por s us aguas te nnales, pasa de de finales del siglo v1 11 a ser la resi-
dencia invernal permanente del monarca y la capital de su imperio. Entre e l 790
y e l 805 Carlomagno manda construir un nuevo complejo palatino compuesto
de varios edificio. intercomunicado . de los que han sobrevivido algunas estruc-
turas de la gran sala de asambleas e n e l actual ayuntamiento de la ciudad. y la
capilla palatina (figura 2 1). conservada casi íntegramente, como c uerpo central
de la actual catedral gótica. Proyectada por Eudes de Me tz. la capilla palatina
de Aq11isgrá11 s igue un esq uema arqu itectónico ya empleado en el pasado.
tomando como referente la configuración de igle ias como San Vital de RáFe-
11a de é poca de Jus tiniano (ver tema 2 ). siendo, a su vez. modelo para cons-
trucc iones posteriores. Se trata de un edificio de planta centralizada de doble
cuerpo. con e l núc leo central octogonal. cubierto con cúpula, este cuerpo se
rodea de un deambulatorio hexadecagonal ( 16 lacio ·) de dos niveles de altura.
con u tramos cubiertos por bóvedas de arista. El deambulato rio se interrum-
pe e n la zona oriental por una cabecera rectangular (no conservada). El interior
se decora a base de má1111oles polícromos traído desde Rávena y Roma, des-
tacando la alternanc ia cromática de las dovelas de los arco en blanco y verde
oscuro. Las cubiertas. inc luida la cúpula. se decoraron con mosaicos hoy no
La renovación plástica protagoni zada por la mini atura tiene su refl ejo en las
producciones de orfe brería y eboraria de la época. mostrando también las pau-
tas del ··renacimiento·· de las artes. En orfebrería encontramos obras como el
altar de oro de 5011 A111hrosio de Milán obra del orfe bre Yolvinio de los años
824-859. de lámina de oro y plata obredorada. esmaltes y piedras preciosas.
Presenta en el frente escenas repujadas de la 1·ida de Cristo y Crisro Pa11w-
crá10r rodeado de los apóstoles y el Tetramorfos. y en el reverso escenas de la
vida de San Ambrosio. Destacan igualmente las cubiertas de l Code.r A1m•11.1 de
San E111111era111 del 870 (fi gura 25). que perteneció a Carlos el Cah·o. de oro.
piedras prec iosas y perlas. Los relieves muestran a Cris10 Pa111ocrá10r. rodea-
do de los evangeli stas y escenas cristológicas. cuyo dinami smo de las figuras
nos remite al Sallerio de U1rec!t. Este mismo estilo se encuentra en el cris1al
4.1. Arquitectura
Son muy escasos los vest1g1os conservados del periodo pre-ovetense,
habiéndose hallado. gracias a recientes campañas arqueológicas. una serie de
fortificaciones militares en los pasos de montaña de la Carisa y la Mesa. Las
dataciones de Carbono 14 arrojan fechas que se asocian al momento de defen-
sa contra la invasión musulmana y la primera línea fronteri za del reino. En
Canga de Onís se encuentra la iglesia de la Santa Cru: edificada por Favila
(737-739). hoy totalmente reconstruida, y ele la época de Pravia se conserva.
aunque muy restaurada. la iglesia de San J11a11 de Sa111ia11es de Prm·ia. manda-
da construir por Si lo. El edificio es de tres nave . con ábside semicircular, tran-
scpto y un cuerpo cuadrangular a los pies. de. tinado a acoger las sepulturas
regias. Su aspecto actual se debe a las profundas refonna acaecidas entre los
. iglos XV I y xx. conservando de la construcción original el sector de las naves.
La época ele mayor apogeo constructivo se sitúa entre los reinados de
Al fon o II (79 1-842) a Alfonso TTT (869-910). con el periodo de Ram iro 1 (842-
850) como momento álgido. Con Alfonso 11 y el traslado de la capitalidad a
Oviedo se produce una ingente actividad constructiva en la ciudad, que es con-
siderada la nueva Toledo. Además de las muralla y el palacio regio. el monar-
ca manda construir la catedral, ded icada al Salvador (de cuyo complejo pare-
ce con ervarse únicamente, en parte. la Cámara Santa). y una serie de iglesias
adyacentes, de las que ha sobrevivido la cabecera de una de ellas. la de Sa11
Tirso, con ventana trífora y obra de sillarejo. El edificio mejor conservado de
e te momento (te1minado en el 8 12) e la iglesia de San J11/iá11 de los Prados,
originalmente dedicada a los santos Julián y Basilisa. situada a la afueras de
la ciudad y tal vez pe1teneciente a un conjunto monástico. De planta basilical
de tres naves separadas por pilares y arco de med io punto. posee atrio a los
pies de una única altura, transepto y triple cabecera cuadrangular. Las nave y
el transcpto se cubrían con sistema de armadura de madera. mientras que en la
triple cabecera se emplean bóvedas ele carión. El exterior se refuerza con una
serie de contrafuertes que recorren el edificio y sobre el ábs ide se dispone una
cámara uperior. sin acceso directo desde el inrerior. Su único acceso es desde
el ex teri or, a través de una ventana trífora con columnitas y capitele . Esta
e rancia. característica de la arquitectura prerrománica asturiana, ha sido inter-
pretada por algunos estudiosos como posible lugar donde se depositaba e l
"tesoro.. de la iglesia, no obstante. no ex iste todavía un consenso acerca ele su
Figura 29. Esq ue ma (según M. Be renguer) y detalle ele las p int uras. San ./11/iá11
dC' los Prados. Oviedo.
::i::¡1r::.:::c:•::1:•::11::::.:~•::lt! ::11
F igura 40. l!!fiemo del Beato de Silos. Briti sh Li brary ele Lond res.
h. 11 09. fol. 2r.
Bibliografía
EL ARTE ROMÁNICO:
UN LENGUAJE COMÚN
PARA LA CRISTIANDAD
OCCIDENTAL (SIGLOS XI A XIII)
Tema9
APROXIMACIÓN AL ARTE
, ROMÁNICO: CONTEXTO
HISTORICO Y FUNDAMENTOS
,
ESTILISTICOS
Inés Monteira Arias
Esquema de contenidos
minante en la expans ión territori al. Los monasterios y las iglesias románicas
fueron c ruciales para el afianzamiento de l poder sobre el territorio conquista-
do al Islam. Los complejos monásticos eran estructuras especia lmente dotadas
para la ocupación y demostraron una gran efi cac ia repo bladora.
El papel cluniacense fue tan cruc ial en e l ámbito político, implantando la
Re forma. como en el artístico. difundiendo e l estilo románico. Podemos decir
que los monjes de Cluny contribuye ron a homogene izar la Iglesia occidental
tanto como sus templos. Fueron. además, los princ ipales responsables de orga-
nizar y promover la peregrinación a Santiago de Com poste la. transformando
esta ruta e n un cata lizador del estilo románico.
Otras órdenes gozaron también de importanc ia a lo largo de l cami no j aco-
beo. Avanzado e l s iglo XII se extienden nuevas congregac iones inspiradas en los
ideales de pobreza y auste ridad. q ue volcaron fue 11es críticas sobre la podero-
sa organizac ión cluniacense y su arte exube rante . De todas e llas, e l Ciste r fue
la más próspera fundando una gran cantidad de monasterios po r toda Euro pa,
mientras Cluny perdía infl uencia espiritual y poder terrenal.
El lugar y e l momento del surg imiento del arte románico ha sido obj eto de
d iversas teorías y de intensas discu. iones historiográfica . en ocasiones teñi-
,,;-:.:::::::,·:\ .
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El muro de las iglesias románicas está formado por sillares de piedra bien
labrada en su cara vista, s iendo habitual que ex istan dos pa ramentos (interior
y exterior) entre los cuales un re lleno de mampostería le confiriere grosor y fle-
xibilidad. Son también frecuentes los muros de mampostería en los ej emplos
de románico rural. E ste g rosor se debe a la necesidad de soportar pesadas
cubienas de piedra, generando una escasez de ventanas y la oscuridad de l inte-
rior. El arco románico po r excelenc ia es de medio punto (semicirc ular) y apa-
rece en todos los vanos de l edific io. Con frecuencia, éste aparece doblado, de
manera que un arco mayor cobija a otro menor para salvar e l groso r de l muro.
En las pue nas sue len superpone rse varios de estos arcos de manera concéntri-
ca, c reando una sucesión de molduras q ue van reduciendo e l ancho del vano
de forma abocinada: son las llamadas arquivoltas (fig ura 4). Au nque este recur-
so busca la estabi lidad de la construcción pretende tambié n embellecer e l edi-
ficio románico, cuya plaslicidad es o tra novedad importante. Esta plastic idad
de los muros se manifiesta en la ex istencia de elementos en resalto (arquillos
c iegos. líneas de imposta. raqueado jaqués ... ) y en la profus ió n escultórica cir-
Las naves se separan generalmente por pilares conectados entre sí por arcos
que se unen en hilera. Estos son los arcos formeros. que a diferencia de los
fajones discurren en el sentido longitud inal de la nave y tienen, como aquéllos,
una función estructural , marcando la separación entre las naves. En las cons-
trucciones más m on ume ntales, la nm•e cenrral presenta un mínimo de dos
pisos, e l primero formado por arcadas sobre pilares y el segundo por ventanas
o arcos que abocan al exterior o a la rrihuna que. en ocasiones. se sitúa sobre
las naves laterales (figura 6).
l ,.
El escu ltor tuvo. así. poca libertad. limitc.1 nclose a pasar a la piedra. con
mayor o menor acierto. el repertorio fijado por los clérigos para cumplir una
función doctrinal. Existe. no obstante. un margen de creatividad en los artis-
tas más experimentados. que desarrollan fórmula s iconográficas. juegos y per-
mutaciones de los elementos formales para transmitir con acierto la doctrina
ec lesiástica. También podían perseverar en la expresividad de las formas y su
modelado. aunque manteniendo los códigos del lenguaje simbólico. Se pien-
sa que algunos artistas principales fueron además monjes. mienrras otros pare-
TF\I .\ lJ• .\PROXl\1.\CIO\ AL .\RTE RO\I.\ \ICO: C'O\TEXTO HISTÓR ICO... 285
cen trabajar sin conocer lo que repre entan. como delatan algunas inscripc io-
nes con letras del revés. por ejemplo.
La imagen permitió enseñar los pasajes bíblicos y transmitir los valores
imperantes, así corno condenar o alabar determinados comportam ientos soc ia-
les de la época. La escultura se convirtió en un lenguaje común accesible a
todos lo fie les de Occidente y está dotada de unas claves internas de repre-
sentación con las que la gente e. taba fam iliarizada. E l repertorio iconográfico
románico res ulta amplísimo y complejo, ex istiendo aun a día de hoy imágenes
inaccesibles para los historiadores de l arte. No obstante, pueden definir e unas
pautas formales que resultan de gran ay uda para la interpretac ión y lectu ra de
la image n románica.
Figura 13. Leó11 con 1111 cordero enrre sus garras sir11ado /Jajo
la columna del pórtico de la catedral de Mode11a. Italia. fin ales
del siglo XI y principios del XI I.
Figura 15. Tímpano de Sal/fa Fe de Co11q11es. primer cuarto del siglo XII. Francia.
Bibliografía
Esquema de contenidos
J. Introducción.
2. La arquitectura románica en Francia.
2. 1. Borgoña.
2.2. Aquitania.
2.3. Languedoc y Provenza.
3. La arquitectura del reino anglonomiando.
4. La arquitectura románica en Italia.
4. 1. Lombardía y la llan ura de Po.
4.2. Toscana e Italia central.
4.3. Italia meridional y Sicilia: el arte sículo-normando.
5. La arqui tectura románica en Alemania.
l. Introducción
La arquitectura románica se extiende por un territorio enonnemente amplio
y presenta diversas variantes regionales. La fuerte fragmentación política y las
influencia. culturales recibidas en cada zona de Europa durante este periodo
se traducen en una con iderable variedad de soluciones e, tructurales y mode-
los constructivo . Por ello, pueden di tinguirse alguno rasgos particulares de
cada región en fun ción de las técnicas y los materiales empleados. Sin embar-
go, la unidad del estilo prevalece sobre la ex istencia de trad iciones locales y la
hi toriografía mc.ls reciente resta importancia al determini smo geográfico con
el que solía estudiarse esta arquitectura.
El románico. concebido por la Iglesia como un medio de unificación de
Occidente, nació para llegar hasta lo rincone más recónditos del ámbito ruraJ
TE~IA 10. LA ARQL ITECTL'RA ROi\IÁNICA EN FRANCLA. ITALIA Y EUROPA SEPTENTRIO AL 293
y, en c ie rto sentido, puede habla rse de una auténtica vulgarización artística.
Pe ro, entre e l gran número de ig lesias conservadas. ex isten ejemplos parad ig-
máticos que destacan sobre el resto por s u calidad artística y por su estado de
conservación.
El nuevo estilo e extendió hasta Jos países escandinavos por el norte, hasta
Hungría en e l este y Sic ilia en e l s ur, consig uiendo incl uso atravesar el Medi-
terráneo para aparecer e n Tierra Santa como consecuenc ia de las cruzadas. En
este capítulo analizaremos los monume ntos más destacados y representativos
del estilo, aunque ex isten otras regiones y ed ific ios de interé que no han pod i-
do incluirse por falta de espacio.
·---·--
Figura 16. Mapa político de la región correspondiente a la acrual Francia en I 180.
2.1. Borgoña
Borgoi'ía fue un centro neurálgico de l arte románico . Aquí se estableció la
casa madre de la orden benedictina. en C luny. cuya abadía s irvió de modelo y
laboratorio de soluciones arquitectónicas. También la orden de l Cister vería la
luz en esta región, o freciendo un esti lo alternativo capaz de ade lantar ciertos
recursos estructurales del gótico. Por todo e llo, algunos de los edific ios romá-
nicos más signi fica tivos se encue ntran en Borgoña.
El papel protagonista de C luny en la organizac ión de la peregrinac ione
y las cruzadas permitió la difusión de s u mode lo constructivo. Entre las apor-
taciones má destacadas del románico borgoñón destaca la c reación de cabe-
ceras complejas con abs idiolos, la apertura de ventanas en la parte alta de la
nave central (pem1itiendo la e ntrada de luz directa) y la incorporación de bóve-
das de cai'íón apuntado en dicha nave. La di visión de la fachada en tres piso
y las dos torres que la flanquean también son rasgos caracte rísticos.
La ahadía de C/1111y, hoy completame nte transform ada, fue e l gran centro
promotor de l arte románico. Este monaste rio aparece como referente arqui-
tectónico en dos momentos difere ntes. De manera precoz, en la segunda mitad
de l siglo x se edificó la abadía conoc ida como Cluny 11 (por ser la segunda
ampliación sobre una prime ra obra), caracte rizada por incorporar una cabe-
cera compleja con d iversos absidio los (y distintos aliare ), una torre sobre e l
crucero. un atrio y un ná rtex a los pies. E. ta igles ia consagrada e n 98 1 tenía
60 me tros de largo y recibió el añadido de un c laustro e n tom o a l cual se dis-
pu o el resto de l complejo monástico.
A finales de l sig lo XI la orden be nedictina estaba e n la c ima de su e sple n-
dor y, por e llo, necesitaba llevar a cabo una gran ampliac ión que diera cabida
a todos sus mie mbros en e l crucero: uno 10.000 monje . Se e rig ió entonces
la inmensa abad ía conocida como Cluny 111 (que corresponde a l románico
ple no), la ig lesia románica más grande jam<ís construida. Lamentablemente
ólo quedan de e ra construcción a lg uno capite les y una parre de l brazo sur.
pues fue demolida en e l siglo XIX a l cae r en manos privadas, tras la Revolu-
ción Francesa. No obstante, conocemos bien su estructura gracias a dibujos
(fi gura 17), descripc iones de la é poca y excavaciones 1rnís recientes. Fue ini-
ciada en 1088 pero lo monjes no pudieron usarla hasta 30 años después. sien-
do luego consagrada e n 1130 por e l papa Inocencio ll. E ta ig lesia de colosa-
les proporciones tu vo 187 metros de largo y 30 de altura. Su interior constaba
. .....
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. . . ........ ...•• .• .e. • • 1
TE\IA IO. LA ARQLITECTLRA RO~I.~ \IC A EN FRA\CIA. ITALIA Y EL' ROPA SEPTE:\TRIONAL 297
Otra réplica de Cluny llJ a escala reducida es la basílica del Sagrado Cora-
:ón en Paray-le-Monial, aunq ue se vue lve a prescindir del doble crucero. La
cabecera tiene tres capillas radiales (figura 19) y el cuerpo de Ja iglesia consta
de tres naves solamente. pero s igue el a lzado c luniacense de la nave central en
tres registros (arcadas. triforio ciego y ventanas). La cúpula de l crucero se apoya
sobre arcos apuntados y se corona con una toITe octogona l en e l exterior.
TEM A 10. LA ARQUITECTURA RO~IÁNICA E FRA 'CIA. ITALIA Y EUROPA SEPTENTRIONAL 299
Como tantos otros ejemplos de románico francés. esta abadía fue resta urada
en e l siglo x1x por Vio llet-le-Duc. A unque consolidada y salvada de la ru ina,
fue sustanc ialmente modificada, cambiando la dis posic ión de e lementos y e li-
minando rastros que habrían sido valiosos para los arqueólogos de hoy. En los
últimos tramos de la nave Le-Duc mandó colocar bóvedas de arista de esti lo
románico en s ustitución de las góticas añadidas a inicios del siglo x111. En todo
caso, Vézelay anuncia ya un deseo de s implificación de las formas que será lle-
vado a sus últimas consecuencias por los monjes c isterc ienses de Borgoña.
2.2. Aquitania
Aunque los límites de Aquitania son cambiantes en el periodo que nos ocupa,
este ducado abarcaba una porción muy amplia de la actual Franc ia, ocupando
dos tercios del macizo central en su costado suroeste (figura 16). El gran esta-
do feudal de Aquitania integra, por ello, varios territorios y escue la arquitectó-
nicas co1Tespondientes a las regiones de Poitou, Aquitania, Périgord y Auvernia.
El románico aqui rano destaca por desarrollar audaces soluc iones estructu-
rales. Las más significativas son las que darán origen a l prototipo de la ig lesia
de peregrinación con el empleo del deambulatorio y las tribunas sobre las naves
laterales. Las tribunas permitie ron articular un s istema de contrarresto del
empuje de las bóvedas que proporc io na un equilibrio pe rfecto a l conj un to
(figura 30). Pe ro la estructura derivada de l uso de la tribuna provoca una frag-
mentac ión espac ial que no era de l gusto de todas las regiones, por e llo en Poi-
tou se exploraron otras fórmu las para lograr un espacio unificado, desarro-
llándose un modelo de ig lesias con tres naves a la misma a ltura e n la
denominada planta de salón. Una tercera sol ución se incorporó hacia 1100,
por influe nc ia bizantina como resultado de las c ruzadas, con la creación de
templos de nave única cubiertos por una hilera de cúpulas iguales.
En la ciudad de Poitiers existen dos importantes iglesias románicas reco-
me ndadas por la Guía del peregrino de Santiago de Compostela. La más anti-
gua, San Hilario, atrajo a innume rables peregrinos por acoger las re liquias del
santo, pero sufrió severos daños durante la Revoluc ión Francesa. L a recons-
trucción realizada en e l siglo xix responde a la inventiva del arq uitecto, que
añadió cúpulas sobre trompas falseando históricamente e l edific io .
Notre-Dame-la-Grande de Poitiers es una de las grandes iglesias de Aqui-
tania y destaca por la be lleza de su fachada-pantalla (figura 2 1). Esta armón i-
ca construcción fue edificada en e l segundo c uarto de l siglo XII con una nave
central más ancha que las laterales y ligeramente más alta, reflejando la ten-
dencia poitevina a igualar las naves en altura. La ausencia de muros de sepa-
ración entre las naves hace que no haya iluminación directa en el centro y que
las columnas sean muy altas, pues llegan hasta el arranque de las bóvedas gene-
rando un aspecto de iglesia-salón (fi gura 22). En e l exterior llaman la atención
figura 22. Non' ce111ra/ ele iglc.\ia de Nom'- /) m11e-la-Gm11dc tic Poiticrs.
Poitou. Aquitania. Francia.
Tf\1 .\ lfl. L..\ ARQL ITECTL R.\ RO\I .\\le.\ E\ FR..\ \CIA. IT\1.1 \) E:L ROP\ SEPTE\ TRIO\..\L 301
los chapitele. decorado con escamas que coronan el cimborrio y las dos torre.
cónicas de la fachada. Esta última crea un efecto de pantalla que oculta la
estructura interior y se divide en tres pisos decorados con arquerías ciegas con
columni ll as que se ex tienden también a las torre de los ángulos. tran for-
mándolas en linternas típicas de Aquitania (figura 2 1). El espacio central de la
fachada queda remarcado por la superposición de vanos que marcan una ver-
tical coronada por el piñón.
Otra iglesia principal de Aquitania e San Ewropio de Sainres, que en mano:
ele Cluny se convirtió en un concurrido destino de peregrinos. Consagrada en
1096 por Urbano ll, la iglesia destaca por su amplitud y originalidad. Lamen-
tablemente. lo · incendios y destrucciones sufridos a lo largo del tiempo nos han
dejado sólo la parte oriental del edificio. La cripta con las reliqu ias o iglesia
baja (que ocupa todo el espacio longitudinal de la iglesia) se conserva perfec-
tamente y constituye un verdadero te oro arquitectónico (figura 23). Se trata de
una ele las criptas románicas más amplias con sus 35 metros de largo por 5 ele
alto, cuya estructura se cubre por bóvedas de arista y concluye en un deambu-
latorio con tres capillas radiales. Unos grandes nervios ele sección redonda cum-
plen el papel de fajones entre las bóvedas y pretenden crear un sistema sólido
de transmisión de empujes, que se reveló fall ido siglos después.
TE~IA 10. LA 1\RQL ITECTL R..\ R0~1.~:\IC..\ E\' FRAl\CIA. ITALIA Y EUROPA SEPTENTRIOML 305
Figura 27. Nm·e ce111ral de la iglesia Figura 28. Fachada occidental de la iglesia
aba cial de Santa Fe de Conques. Aveyron, abacial de Santa Fe de Co11q11es. Aveyron.
Aqu itania. Francia. Aquitania. Francia.
En el interior. la nave central se cubre con bóveda de cañón sobre arcos fajo-
nes y está apuntalada por las tribunas y sus bóveda de medio cañón (figura 30).
Lo fajone e apoyan obre semicolumna adosadas a los muros que llegan
hasta el suelo. La altura de la nave central (2 1 metros) se degrada progresiva-
mente gracias a e tas galerías, que dejan entrar la luz y dividen en dos pisos las
naves adyacentes a la central. Las cuatro naves laterales e cubren con bóvedas
de arista. La tribuna recorre tocio el templo incluyendo el transepto, el cual tiene
la envergadura de una verdadera iglesia (64 metros) y culmina en dos grande
portadas monumentales de las que sólo queda la del lado sur (figura 82).
TE~1A 10. LA ARQLITECTURA RO~IÁi\1CA Ei': FRANCIA. ITALIA Y EUROPA SEPTE TRJONAL 307
,.'
TEMA 10. LA ARQUITECTURA ROMÁNICA El\ FRANCIA. ITALIA Y EUROPA SEPTENTRIO AL 309
San Esrehan de Caen se construye a partir de 1066 aproximadamente y
estaba muy avanzada cuando en 1087 rue enterrado allí su fundador. La cubier-
ta del edificio con bóvedas sex partitas . e fecha hacia 11 20. La cabecera origi-
nal era de tres ábsides escalonado pero fue reconstruida en e l siglo x1 11. La
nave central es el elemento má destacado de la construcción román ica. donde
las columna embutidas en Jos muros le otorgan un gran dinamismo. creando
una división en ocho tramos con una alternancia de sopone débile y fuertes
(figura 32). Esta alternancia es el re ultado de la canalización hasta e l suelo de
los nervios de las novedosas bóvedas sexpartitas, cuya estructura se convierte
en un auténtico esqueleto que permite restar importancia estructural al muro e
introducir graneles vanos. Los pi lares reciben de manera alternativa una moldu-
ra (la prolongación del nervio central ele la bóveda sexparti ra) y tres molduras
adosadas (dos nervios más el arco fajón). El alzado de la nave se di vide en tres
pisos: la arcada inferior, la tribuna ele grandes vanos y la ventanas uperiore
que esconden un pequeño corredor o andito. Las dos naves laterales estaban
Figura 32. Nm·e cen1ral de la iglesia abacial Figura 33. Fachada de la iglesia
de San Es1eha11 de Caen . ormandía. ahacial de San Esrehan de Caen.
Francia. ormandía. Francia.
TE:VIA 10. LA ARQUITECTURA ROMANICA El\ FRA.\CIA. ITALIA Y EL'ROPA Sf-PTE\ITRIONAL 311
ventanas superiores con andito. Las bóvedas de crucería del transepto y de la
nave fueron erigidas sobre una estructura que no estaba pensada para recibir-
las, lo que provocó el tamaño desigual de las bóvedas que buscaban adaptarse
a los sostenes del edificio, donde se alternan columnas y pilares (fi gura 34 ). Por
el lo, los nervios se apoyan sobre ménsulas improvisadas. Las bóvedas son aún
de mampostería y no ele aparejo, como serán las góticas, por lo que no hay
duda del carácter románico de la construcc ión. El afán ornamental que lleva a
decorar las gruesas columnas y los arcos con estrías, rombos y motivos en zig-
zag responde a una tendencia insular.
Otra construcción anglonormanda que conserva su fase román ica es la
catedral de Norwich, iniciada a finales del siglo X I, donde destaca el inmenso
presbiterio de cuatro tramos que muestra la tendencia del románico inglés a
alargar las plantas.
El arte normando dejó un gran número de construcciones en la isla britá-
nica, aunque la mayoría fueron transformadas en el gótico. Muchas grandes
empresas constructivas románicas como la ca1edral de Ca111erlmry, la care-
dra/ de E/y y la catedral Pe1erborough sufrieron remodelaciones y recons-
trucciones góticas que transformaron su fi sonomía. También la arquitectura
militar adquirió un enorme desarrollo al constituir un elemento clave para con-
servar la ocupación normanda frente a la población anglosajona. Destacan las
grandes torres de vigilancia como la While Tower de lafortale:a de Londres,
construida en 1077 por iniciativa de Guillermo el conquistador.
TE~iA 10. LA ARQL'ITECTURA RO~IÁNICA El\ FRANCIA. ITALIA Y EUROPA SEPTENTRIONAL 315
Figura 37. Fachada occidental de la iglesia de San Miguel de Pal"Ía.
Lombardía. Italia.
El noreste de Italia bebe de la tradic ión arqu itectónica lombarda que viaja
a lo largo de l río Po. pero incorpora algunas novedades como el desarrollo ele
un pórtico al'On:ado con co/11mnas que descansan sohre leones (fi guras 14
y 39). Esta característica aparece en catedrales como las de Verona, Módena
y Parma. rematándose e l pórtico. en ocas i one~. con una tribuna elevada. Se
incorpora al complejo un baptisterio independiente cupulado y de planta cen-
traliLada. Otro rasgo característico e la articulación ele los exteriores con
galerías de arcos sobre columnas que conceden una enorme plasticidad a los
edific io (fi gura 39).
En e l Véneto se acusa aderrnís el fuerte cank tcr bizantino de las construc-
ciones derivado de las intensas relaciones marítimas (comerciales y bélicas)
con Oriente. y del influjo de San Marcos de \ 'e11ecio.
En esta región destaca San Ze11ó11 de \lerona. concebida también tras el
terremoto de 1117 como una basílica de tres naves sin transcpto. La fachada
se decora con los típicos motivos lombardos e incorpora una galería. un pórti-
co avanzado sobre columnas y leones. y un rosetón gótico. Está recubierta ele
mármol bicolor blanco y rosado que delata una infl uencia toscana.
TE~IA 10. LA ARQLITECTL'RA RO\IA \ICA E:'\ FRA'.\Cl.\. IT\LIA Y EL ROPA SEPTE\TRIO'\,\L 317
los muros ig uen la moda de l Po incorporando galerías de arcos con columnas,
así como di versos relieves y dos pórticos avanzado sobre leones. Son obra del
destacado escultor Wiligelmo. que interv ino en esta catedral hacia 1 110- 1 120.
El d11omo de Pisa es qu izá la más famo ·a iglesia román ica italiana (figu-
ra 4 1J. Una inscripción en su fachada relac iona su construcción en 1063 con
la victoria naval de los pi sanos sobre los musulmane . sirviendo e l botín para
TD1/\ 10. LA ARQL ITECTURA ROMÁNICA E:\ FRA 'CIA. ITALIA Y EUROPA SEPTE, TRI01 AL 319
financiar esta obra de l maestro Buscheto. Se consagró en 1 11 8. aunque reci-
bió ampliaciones posteriores. Algunos historiadores datan la fachada ya en el
siglo XIII. aunque no ex isten ev idencias concluyentes.
Una de las iglesias más impo1tantes del sur de la península itálica es San
Nicolás de Bari en Apulia. La ciudad de Bari fue conquistada por los nonnan-
dos en 107 1. lo que supuso el fin del poder bizanrino en Italia. La llegada de los
restos de San Nicolás llevó a erigir en 1089 una iglesia para custodiarlos. que
se concluiría un siglo de ·pués. El templo compitió como meta peregrina con e l
111011asterio del Monte Gargano. Compuesta por tres nave y un transepto que
no sobresale en planta pero s í en altura, esta estructura acaba en tres ábsides
semicirculares inapreciables al exterio r, donde se a lza un muro plano. El exte-
rior se decora con a rcos c iegos de gran senci llez y su fachada deja intuir la
estructura en tres naves escalonadas, culminando en un piñón triang ular.
En Sicilia, la ocupación nonnanda d io lugar a uno de los fenómenos cons-
tructi vos más creativos de todos lo tiempos. La prolongada presencia is lámi-
ca y bizantina en los siglos precede ntes dejó viva hue llas en la arq uitectu ra
sírnlo-normanda. Esta escuela arquitectónica presenta un asombroso eclecti-
c ismo de tendencias que aparecen integradas con armonía, re flejando la con-
vivencia de distintos colectivos relig io os y la capacidad de lo condes y reyes
nonnandos para aglutinar corrie ntes estéticas y culturales. La arquitectura s ícu-
lo-normanda integra e lementos islámicos, bizanti nos y franco-normandos, así
como pervivenc ias c lá icas.
La pre encia de mae tros con tructores y a larifes musul mane e deja ver
en el uso de arcos apuntados peraltados. e n las cúpulas de casquete peraltadas,
en lo arcos entrecruzado q ue decoran los exteriores. en los mocárabes y e n las
in cripcione cúficas. Ente los recursos de origen bizantino podemos señalar la
incorporación de cúpulas semiesféricas. lo grande cimacio en lo capite les
y la profusa decoración de mosaico q ue recubre los interiores. La llegada de
maestros francos y monjes benedicti no. para dirigir las obras hace q ue las plan-
tas sean de c ruz latina con ábs ides semicirculare . y que e incorporen arq ui-
volta y e cu ltura arq uitectónica en lugare corno e l claustro de Monreale.
E e n e l campo decorativo donde al a rre sículo-normando se mani fiesta
má e laborado e innovado r. pues las estructura · arquitectónicas son senc illas.
Las cabeceras c ulminan en un ábside semicirc ul ar y e l crucero sue le incorpo-
rar cúpulas de influenc ia is lámica o bizantina. El resto de la construcción pre-
senta, por lo general. techumbre plana o a dos ag uas con un artesonado de
madera ricame nte decorado. Las naves se separan por muros li sos con arque-
rías sobre columnas senc illa y capite le c lá icos (figura 42).
Figura 44. Ábside exterior d(' lo catedral d(' Palermo. Sicilia. Jtalia.
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fl::-.1A 1O. LA ARQL ITECTL R..\ RO:-.IÁ.\'ICA El'\ FRA \ CIA. ITALIA Y EUROPA SEPTE!'\TRIONAL 325
tras la gran nave central de 15 metros de ancho era plana hasta ser cubierta
con bóveda de arista a inicios del siglo XII. provocando la incorporación de
pi lares compuestos. que se vieron reforzados por semicolumnas procedente de
los arcos fajones. También destaca la enorme cabecera con su galería exterior
y las tres torres que emergen de lo brazo del tran epto y del crucero. Lo
arquillo lombardos recorren las cornisas exteriores y la torres contribuyen-
do a dinamizar los muros externo de tan vasta con trucción. Como la mayo-
ría de la igle ·ias alemanas, la catedral está hoy muy reconstruida. pue. fue
devastada por algunos episodio violento de su historia. aunq ue en e. te ca o
son anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
La caredra/ de Worms (fi gura 46). con sus 138 metros de longitud. compi-
te en monumentalidad con la de Espira. Edificada sobre las bases de una igle-
sia otoniana. tiene una fase románica ulterior que concluye en 118 1. De su pri-
mera época on lo dos polos opuestos de la igle ia que presentan el doble
Bibliografía
Esquema de contenidos
l. Clasificación y etapas.
2. Primer Románico.
2. 1. Cataluña.
2.2. Aragón y Navarra.
3. Románico Pleno.
3. 1. Santiago de Compostela: la meta de la peregrinación.
3.2. Otros ensayos del Románico Pleno.
4. Románico Tardío.
4.1. La influencia del Románico Pleno.
4.2. lgle ias de planta centralizada.
4.3. Las catedrales del círculo de Zamora.
4.4. Las iglesias con atrios porticados.
4.5. La iglesias de ladrillo.
5. El Román ico Final.
l. Clasificación y etapas
Tercera etapa: Románico Tardío. Se expande en la egunda mitad del siglo XII
y, en alguno. territorios, se prolonga hasta el siglo x 111. Aunque seguimos la ter-
minología adoptada de forma genérica para las etapas de l románico en toda
Europa. podemos afirm ar que este es el momento culmen del románico, cuan-
do este estilo se generaliza y se mezcla con las tradiciones cristianas previas
dando como resultado fonnas propia y exclusivas de la Península Ibérica (en
otros estudios ha sido nombrado como Románico Propio o Románico Verná-
culo). La repoblación de amplias área. del territorio cri tiano permite. por una
parte, e l renacer de múltiples núcleos urbanos (Ávi la, Segovia, Soria. Zamora,
Benavente), c iudades donde la demarcación de las pa1Toquias favorece la cons-
trucción de innumerables iglesias románicas; por otra, el alejamiento ele las
líneas de frontera posibilita su arraigo en núcleos menores y, tanto en Aragón
como en Castilla. no quedó aldea in . u con-cspondientc iglesia románica. El
··munto de iglesias''. de Raúl Glaber ( 1047) se hace ahora efectivo.
En estos edilicios el románico se interioriza. se transforma en un estilo pro-
pio, doméstico o nativo. Surgen focos personalís im o~ como el de las catedra-
les de Zamora, Salamanca y Toro: aparecen protot ipos específicos como "las
iglesias con ga lerías porticadas"; o fonna constructivas ancestrales se adap-
tan a las estructuras románicas y dan como resultado "las iglesias de ladrillo''.
que enlazan di rectamente con e l arte mudéjar. Pero. sobre todo. el conjunto
del territorio se colma de construcciones román icas.
2. Primer Románico
2. l. Cataluña
de fuste muy corto y grandísimos capite les con escasa decoración vegetal de tra-
dición romana. La nave central está dividida longitudinalmente en dos para refor-
zar la techumbre . que s irve de basamento a la cabecera de la igle ia superio r.
La llegada de c uadrillas de cante ros cata lanes a Aragón pe nnitió e l flore-
c imiento de edificios como la catedral de Roda de lsáhena, construida con
aparejo y decorac ión lombarda; o el conjunto de pequeños te mplos de la zona
norte de Huesca (digna de me nc ión es la iglesia de San Pedro de Lárrede).
Son construcc iones de una sola nave. con ábs ide semic irc ula r, con la típica
decoración de muros con arquillos c iegos y bandas lombardas. Por e l uso ele
decoración y arcos sobrepasados de tradición islámica, a estas ig lesias se las
ha calificado repetidamente de mozárabes.
3. Románico Pleno
Desde e l último te rcio del siglo XI y hasta mediados del x 11, en los re inos
c ristianos peninsulares se impone e l " Románico Pleno'' también llamado Romá-
nico Maduro, estilo común q ue sim ultáneamente se generaliza por toda Europa.
..
.... ·····....
('~~r,;• <,:.'\:/~
: .. .. ~· :
En la segunda mitad del iglo x11 el auge de las urbes muestra la vital idad
de la época. Por una parte. los núcleos de poblac ión que circundan el Cami-
no de Santiago se expanden y monumentalizan. En Pamplona, Sangüesa,
Eunate, Puente la Reina, Este lla, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Cas-
trojeriz, Carrión de lo. Condes, Sahagún. etc .. ~e erigen destacada cdifica-
c ione · románica . iglesias, monasterio y catedrales, pero también notable
conslruccione civi les, como el puente de Puente la Reina o el palacio de los
reyes de Nm•c11-ra en Estella, y posada y hospitales. en su mayoría desapa-
recido!:>.
Por otra parte, alejada la frontera más allá ele la línea del Tajo. las ciuda-
des castellanas asentada. con firmeza. tras décadas de inestabilidad bélica.
renacen. Ávi la. Segovia. Soria. Zamora. Benavente. Salaman a son ejemplos
de o tros muchos núcleos donde la demarcac ión de las pa1TOquias favorece el
alzamiento de innumerables iglesias románicas. En muchas de el las se levan-
tarán catedrales de nueva planta.
Paradig mático es el desarrollo de Ávila. donde Raimundo de Borgoña trajo
canteros franceses (borgoñones) para inic iar en 1090 las mural las de la c iudad.
Las fo1mas constructivas francesas fueron bien asimiladas por los oriundos que.
dos décadas más tarde. terminaron e l recinto amurallado. construyeron la cate-
dral románica como una obra fortificada sobre la que se asentó la posterior obra
gótica y erigieron extramuros la magnífica ig lesia de San Vicente.
San Vicente de Á1·i/a s ig ue la estructura de las igles ias de peregrinació n y
nos habla del arraigo de esta tipología. Presenta una planta c lásica española. de
tres naves coronadas por tres ábs ides semicirc ulares. el central de mayor
dimensión que los laterales. Posee crucero y c imborrio, que c ubre la intersec-
c ión de éste con la nave central. El templo se amplía con un atrio porticado.
muy propio de l román ico español, y un nártex a los pies entre las dos naves,
bastante inusual en este estilo. Su portada cuenta con magníficas esculturas. La
influenc ia borgoñona se dej a sentir también en edificios corno la catedral de
Ciudad Rodrigo.
La iglesia del Sa1110 Sepulcro de Torres del Río. de finales del siglo XII. fue
construida por los Caballeros de la orden del Santo Sepulcro en magnífica sil le-
ría. Presenta planta poligonal de ocho lados: en el lado este se adosa el ábside
semicircu lar y, enfrentada. una torTe que encierra una escalera de caracol. En
horizontal. los muros se articulan en tres cuerpo<; separado'> por impostas mol-
duradas: en vertical. por columna ado adas a las esq uinas.
35.t HISTORIA DEL ARTE DE L.\ ..\LT..\ Y L.\ PLE\\ EDAD \IEDIA
Al interior se cubre con una espléndida cúpula con gruesos nervios cua-
drangulares que se cruzan formando una estre lla de ocho puntas; queda libre
el centro. donde se alza una linterna. Esta estructura constructiva se ha puesto
en relación con el segundo mihrab de la mezquita de Córdoba.
La iglesia de la Vera Cru: de Segovia (figura 66), construida por clérigos
de la orden del Santo Sepulcro, presenta una estructura más compleja, carga-
da de significados simbólicos. Tiene planta dodecagonal, sobre aliente torre
cuadrada y sencillos pórticos. El interior e organiza en torno a un tabernácu-
lo central de dos pisos y doce lados, ambos cubiertos con cúpulas de fuerte
nervios, y está rodeado de un deambulatorio anular cubierto con bóveda de
cañón. Al este se adosa la cabecera de tres ábsides semicirculares.
Figura 7 1. Iglesia de San Loren:o Figura 72. Iglesia del Cuhillo de Uceda
en Salwg1í11 (León). (Guadalajara).
S. El Románico Final
Esquema de contenidos
1. Introducción.
2. El lenguaje simbólico: principales lemas iconográfi cos de l arte románico.
3. La escultura románica en Francia: principales ejemplos.
4. La e. cultura románica en España: principales ejemplo. .
5. La escultura románica en llalia: principales ejemplo .
6. Las arte del color en el románico: pintura, mosaico y miniatura.
6. 1. El color en la iglesia: pintura mural, pintura sobre tabla y mosaicos.
6.2. La ilustración de manuscritos.
l. Introducción
TE\!.\ 12. LA E CL LTL R:\ Y L:\ Pl\Tl'R:\ R0.\1..\\IC:\: EL LE\Gl AJE DE LAS J\IÁGE\ES 369
ocia! en términos gráficos. Orros pecadores aparecen encamados en las figu-
ra · de monstruos y an imales como metáforas del mal. generalmente en los
canecillos. Estas partes del templo fueron espec ialmente propicias para repre-
entar per onaje negativos pues. al ituarse en el exterior del edificio re ligio-
so so teniendo el peso del alero del tejado. parecen aplastada por la iglesia.
de acuerdo con los principios de verticalidad y de jerarquización espacial expli-
cados en el tema 9. Los caneci llos. antaño policromados. estaban a la vista de
todos de manera pennanente y no fueron espacios para la libertad de los artis-
tas como algunas veces se ha querido sostener. La difusión de los mismos
temas en los canecillos de las iglesias ele toda Europa demuestra que formaron
parte del proyecto común de instrucción cristiana en Occidente, y sabemos por
los escritos monásticos del ce lo con el que se velaba porque la imagen art ísti-
ca e mantuviera como un instrumento al ervicio exclusivo de la fe. Por ello,
la teorías que interpretan estas representacione como burlescas o capricho-
ª, llegando incluso a relacionar lo canec illos con ciertas corrientes heréti -
ca . carecen de fundamento hi stórico.
La deformidad y la gestualidad intensa de algunas figuras expresa en tér-
mino fi gurativos su degradación moral. de latando un efecto amonestador
obre lo · fi eles de Ja época. No ólo la. representaciones obscenas tuvieron
e to ra. go . pue son los propios del demonio y de l o~ condenados al in fier-
Figura 80. De1al/e del 1í111pa110 de San Pedro de Moissoc. 1100- 11 1O.
antiguo Languedoc. Francia.
TEMA 12. LA ESCCLTURA Y LA Pl~TCRA ROM.ÁN ICA: EL LENGUAJE DE LAS li'v1ÁGENES 375
Figura 8 1. Galería del claustro de Moissac, 11 OO. antiguo Languedoc.
Francia.
. / "
Figura 82. Puerro de Mic'ge1·i/le. cmn•ro sur dl' San Sa111mi110
de To11/011se (h. 115). antiguo Langucdoc. Francia.
TE\1A 1:!. LA ESCL t TL R.\ Y LA PI\ Tl'RA R0\1A \ IC.\: EL LENGL •\JE DC LAS l\1AGE\lES 377
ve donde el santo penitente Teófilo es tentado por un demonio monstruoso,
bajo el que se sitúan unos profetas alargados que están estrechamente vincu-
lados con el parte luz de Moissac.
En la Pro1•e11:a contamos con otros dos importantes conjuntos esculpidos.
San Trófimo de Arlés presenta una magnífica portada presidida por un Panto-
crátor rodeado del Tetramorfos y acompafiada de innumerables representacio-
nes bíblicas (figura 3 1). Esta iglesia cuenta con un claustro románico tardío
lleno de capite les escu lpidos, aunque fue concluido en é poca gótica. Saint-
Gil/es- du-Gard constituye el otro gran conjunto escultórico de la región, donde
s us tres tímpanos recogen escenas de la v ida de Cristo (Adoración de los
Magos, Pantocrátor y Crucifixión).
Aquitania a lberga uno de los m ás destacados ejemplos de escultu ra romá-
nica. Se trata del tímpano de Santa Fe de Conques, sobresaliente por su vir-
tuosismo técnico y por su riqueza compositiva e iconográfica. Realizado hacia
11 20- 11 35 y situado en la puerta principal (oeste), este tímpano conserva parte
de s u policromía orig inal grac ias a l pórtico que lo protege (fig ura 15). En
menos de 7x4 metros se encierran un total de 124 personaj es que escenifican
el Juicio Final. Este pasaje se refiere, como e l Apocalipsis, a la segunda veni-
da de Cristo, pero se basa en la descripción del Evangelio de San Mateo, donde
Jesús invita a los be nditos s ituados a su derecha a venir hacia é l y condena a
los de su izquierda a l fuego ete rno (Mt. 25, 33-46). Las manos del Pantocrá-
tor, hacia arriba la derecha y hacia abajo la izquie rda, representan ese momen-
to preciso de d ictar sente ncia y lo revisten de cierta teatralidad , donde un Dios
impasible parece orquestar e l terrible espectáculo del Fin de los Tiempos. El
tímpano se estructura en tres niveles separados por inscripciones explicativas
y se divide, a su vez, e n dos partes princ ipales: e l paraíso a la izquierda (dere -
cha del Pantocrátor) y e l infierno, a la derecha. El Cristo Juez aparece inscri-
to en una mandorla estre llada y se rodea de ángeles que portan los instrumen-
tos de la Pasión, recordando que su sacrificio le confirió la potestad de juzgar
y salvar a la humanidad. Arri ba, dos ángeles trompeteros anunc ian e l Juicio y
otros tantos sostienen la cruz.
A la derecha de Cristo encontramos la corte celestial compuesta por la Vir-
gen, San Pedro y diversos obispos y santos. El orden que impera en esta parte
del tímpano contrasta con e l desequilibrio y e l caos que re ina en e l lado dere-
c ho, donde asistimos a las torturas más horre ndas del infierno. A los pies de l
Juez encontramos a l arcángel San M igue l que, con su ba lanza, pesa las accio-
nes del alma y se encara a un demonio desafiante que pretende hacer trampas.
Debajo suyo encontramos las puertas del cielo y el infierno, la primera custo-
d iada por e l arcángel, la segunda representada por las fauces de Leviatán que
fagocitan a los condenados, empujados a su interior por un guardián demonía-
co. Una vez dentro, el infierno está presidido por su soberano Satán, que aplas-
ta con sus pies al perezoso y se rodea de demonios multiformes que se com-
placen en infring ir los más variados suplicios. El soberbio es desmontado de s u
Figura 84. Tímpano del .!11icio Final. catedral de San Lá:aro de A11t1111.
Gislebertus, h. 1130. Borgoña. Francia.
TE~IA I~. LA E Cl LTL R.\ Y L.\ Pl\Tl R..\ RO\ L-\\'ICA: EL LE\GLAJE DE LAS 1\1.\GE\ES 381
pido entre 1120 y 1140, este tímpano central tiene un Pantocráto r similar al de
Autun. que parece acoger a los fieles con los brazos abiertos (figura 86). Sin
embargo. e l tema re presentado resulta bien distinto. pues Cristo aparece aquí
ascendiendo a los cie los al tiempo que envía a los apóstoles a predicar su me n-
saje por todo e l mundo, en la conoc ida como Pemecostés (venida de l Espíritu
Santo). La rigidez y solemnidad del C risto central contrasta con e l dinamismo y
la agitación de los apóstoles que lo acompañan. Tanto e l dinte l como los oc ho
compartimentos curvos que rodean la escena central representan a las distintas
naciones y razas monstruosas que. se cre ía. habitaban en los límites de la tierra,
a las que había que trasladar e l mensaje ele Cristo, encontrándose seres fantásti-
cos presentes e n la literatura de viajes de la época. Este tímpano reviste un enor-
me interés ya que con él se hacía referencia al contexto de la época y a la misió n
de los cruzados que se encaminaban a Tierra Santa para combatir al Islam. Dis-
tintos detalles de la escultura revelan una referenc ia directa a los " sarracenos''.
descritos como monstruos en los cantares de gesta. Esta ig lesia fue un centro
principal de predicación de la c ru zada ya que era un lugar de paso para los pere-
grinos y soldados que se encaminaban hacia Oriente. Con esta representac ión se
pretendía justificar la inic iativa política de tomar Tierra Santa con e l mensaje
bíblico, como si se tratara de una misión encargada directamente por Jesús.
La escultura ro mánica en España tiene una relevancia cruc ial tanto por e l
número de re lieves conservados. e l mayor de Europa. como por su temprana
Figura 89. Dewlle de capi1el del primer 111aes1ro del cla11s1ro ha¡o
de Sa1110 Domingo de Silos. Burgos. fina les del siglo x1.
(fi gura 88) re. ulta de gran importancia al presentar a Cristo con el atuendo del
peregrino jacobeo de la época. caracterizado por el bonete y el bordón con la
concha. Lo do relieves re tante pertenecen a un momento posterior. con
estilo y temática protogótica. repre entando la Anunciaci611 y e l Árbol de Jesé.
A tinale del siglo x 11 e inicia el claustro alto. donde e populariza el reper-
torio iconográfico del primer piso con una calidad e cultórica muy inferior.
Este piso ejemplifica muy bien el fenómeno de difusión de la fi guración silen-
se que . e producirá por todo el román ico castellano-leoné . Lo · animales rea-
les y fantásticos apresados por tallos ideados en Silos invad irán las iglesia de
Burgo . Seria. Segovia. Áv ila. Salamanca. Zamora y León. E ta enorme divul-
gac ión convierte al claustro de Santo Domi11go de Silos en el conjunto escul -
tórico má influyente de todo el románico e pañol.
TDtA 12. LA E CLLTCRA Y LA PINTCRA Rmt..\, ICA: EL LE:\GL1AJ E DE LAS l~IAGE:\ES 387
La basílica de San Isidoro de León e otro ejemplo princ ipal del romá-
nico hispano. tanto desde el punto de vista de la arquitectura como de la escul-
tura y la pintura. El magnífico pa11reó11 ado ado a lo pies de la basíl ica con-
serva unas excepcionales pinturas al fresco y unos capitele muy temprano .
datados hacia 1090. Su iconografía se relac iona con la del arte mozárabe e
incluye tema. paradisíaco como la piñas o la Fuente de la rida. escenas de
lucha ente hombres y bestia que hablan de la victoria sobre el mal. y otros
pasajes narrativos con un mensaje . imilar como el de Daniel en el foso de los
leones y la resurrección de Lá:aro. También el interior de la ba ílica tiene capi-
tele muy interesantes (como la lucha de púgiles) si bien encontramo en la
dos portadas del lado sur los relieves más excepcionales.
Las puertas están fechada entre los año 1100 y 111 O. aunque estudi o
más reciente revelan la ruina e inmediata reedificac ión de este muro sur,
pudiendo retrasarse hasta 1 125. Ambas portadas siguen el mi mo modelo: dos
arquivoltas sobre pares de columnas rodean el tímpano esculpido. asentado
sobre cabezas de animales simbolizando la amenaza del pecado en el exterior
del templo. Así lo vemos en la puerta del Perdón (fi gura 9 1), donde se repre-
senta la doble naturaleza de Jesús (humana y divina), con el Descendimienro
en e l centro. la Resurrección a la derecha (la María ante el sepulcro vacío) y
la Ascensión a la izquierda.
TE\IA 12. LA E CL'LTL RA) LA Pt:\TLRA RO~IA '\ICA: EL LE\ GLAJE DE LAS l~IAGE ES 389
vo, al dirig ir su flecha hacia C risto. y se relaciona con e l contexto g uerrero de
la é poca, permitiendo leg itimar la lucha frente al 1 lam pre entá ndola como la
defensa de Dios.
La catedral de Santiago de Compostela tie ne dos em blemáticas portadas
escul pidas. Pertenecen a dos momento dife rentes y. por e llo, abarcan un
amplio espectro estilísti co e iconográfico. perm itiendo compre nder la evolu-
c ión de los re lieves durante el sig lo XII.
La puerta de las Platerías (figura 93) está fechada en 1 104 y da acceso al
crucero de la catedral por e l lado sur. Su lectu ra es confusa porq ue le fueron
añadidos re lieves procedentes de la antig ua puerta de la A::abachería (cruce-
ro norte), destruida por una rev ue lta popul ar e n 111 7. El Code.r Calixtinus
(Guía del peregrino) ofrece una descripció n del estado original de las dos por-
tadas permitiendo conocer cómo eran. El tímpano derecho de las Platerías
representa la Pasión de Cristo, con s u Pre ndimi ento, Flage lación y Corona-
c ión. El tímpan o izquierdo representa las Tentaciones de Cristo (fig ura 94)
sufridas d urante sus 40 días en e l des ie rto, q ue s imboli zan e l triun fo sobre e l
mal. En este último, ll aman la atenc ión los demonios sim iescos y a lados, que
el Codex describe como po licromados, as í como la famosa figura de la mujer
TE~lA 12. LA ESCLUCRA Y LA PI. TURA R0\1ÁNICA: EL LE\GUAJE DE LAS 1~1ÁGE ES 391
en sus rostros. annónicos y expresivo . La elegancia en los pliegues de los ropa-
jes y la serenidad de los rostros recuerdan al a11e clásico. El tímpano central
representa la Gloria. el cielo ba ado en la descripción que ofrece el Apocalip-
sis (fi gura 95). La iconografía de este tema se ha transformado desde el 1í111pa-
110 de Moissac y la puerro del Cordero. ya 4ue en lo rn á · de 100 años tran cu-
rTidos ha cambiado el espíritu y la menralidad. Ya no encontramo al Panrocrátor
temible del Juicio sino al Salvador que ama al hombre y e sacrifica por él. Apa-
rece así el Cris10 1·aró11 de dolores (propio del gótico) que muestra sus llaga y
su vertiente más humana. a pe ar de u olemne semblante. Se rodea de lo. cua-
tro evangeli tas bajo fonna humana (y acompañados de . u símbolo animal). de
los ángeles con los instrumentos de la Pasión (insistiendo en la idea del . acri-
ficio físico) y de los numerosos bienaventurados que rellenan el resto del tím-
pano (cifrado en 144.000 por el texto apocalíptico). con un tamaño inferior. La
arquivolta está ocupada por los 24 ancianos del Apocalip is. que ofrecen un
muestrario excepcional de los instrumentos musicale de la época. El tímpano
es apuntalado por un parteluz sobre el que encontramo a Santiago el Mayor con
atuendo de peregrino. En la cara interna del pa11eluz vemos una figura arrodi-
llada que mira hacia el altar mayor y se interpreta como un auton-etrato del
Maestro Mateo, en actitud oferente, lo cual constituye una verdadera innovación
que revela el auge social del artista. En la pa11e baja de las jambas se sitúan
fi guras monstruosa que simbolizan el pecado vencido por la Iglesia y parecen
influidas por los pó11ico italiano apoyados sobre leone. .
TEMA 12. LA ESCULTURA Y LA PI 1TURA ROMÁ:'\l lCA: EL LENGUAJE DE LAS IMÁGENES 399
de lo · beatos. mientras la pureza de l trazo. la au ·encia de volumetría y la temá-
tica re m iten a Bizancio. De ntro de esta corriente . encontramos también las
iglesia ca tellanoleonesas de Maderuelo (Segov ia . conservadas e n e l Mu eo
del Prado). con temática bíblica. San Ba11delio de Berla11ga (Soria). decorada
con peculiares escenas de caza y animales. a ·í como las pinturas recientemente
de cubie rta de San Miguel de Gormaz (Soria).
En época temprana (siglo x 1). las figuras exentas fu eron princ ipalmente
relicarios hechos con ricos materiales. Entre ellos destaca el crucijzjo de Don
Fema11do y Doiia Sancha. que guarda en su interior un supuesto fragmento ele
la Vera Cruz y procede de San Isidoro de León. Reali zado en marfil en 1063,
se caracteriza por su gran contenido iconográfico y por la influencia de la ebo-
raria andalusí (figura 107). El relicario de Santa Fe, en Conques, es también
una fi gura de bulto redondo, con oro y pedrería, cuya veneración no podía ser
considerada idolátrica por contener una santa reliquia en su interior. De ahí
que las figuras de bulto redondo sean prioritariamente relicarios. Dentro de las
artes suntuarias contamos también con esmaltes. que experimentan un auge
en el románico, destacando los realizados en Limoges para decorar piezas de
orfebrería. destinadas generalmente a la liturgia y a contener reliquias.
Durante el románico. el arte del mosaico vive un renacimiento en Occi-
dente, aunque sólo en algunas regiones. Se real izan tanto mosaicos de suc io.
de tradición antigua. como mosaicos parietales de influencia bizantina. Los
pal'imentos ele mosaico aparecen principalmente en el sur de Francia y en e l
TEMA 12. LA ESCULTURA Y LA PINTLRA R0\1 Á\ICA: EL LE\'GUAJE DE LAS IMÁGENES 403
norte de Italia. Se sitúan gene ralmente en partes princ ipales de la iglesia como
los ábsides. En Francia contamo con un ejemplo extraord inario en e l ue lo del
presbiterio de la catedral de Lesear (Pirineo ), donde aparecen escenas cam-
pestres y guerrera . En Ital ia . urgen los pavimentos llamado "cosmatescos''
en Roma y sus inmediacione . formados por grandes piezas de mármol vacia-
das para recibir las tese las de pasta de vidrio o doradas, que dibujan grandes
composiciones. También en Roma encontramos mosaico parieta les de tradi-
c ión bizantina, como en el áb ide de Santa María in Traste1·ere, donde apare-
ce la Coronación de la Virgen ( iglos XII ). Destacan tambié n en e l norte los
mosaicos realizados en San Marcos de Venecia e n estilo bizantino, aunque de
manera tardía (sig los x11-x 111).
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Sin embargo, lo. mosaicos más destacado de esta é poca son los realiza-
dos dentro de l arte sírnlo-normando en Sic ilia, probablemente realizados por
maestros bizantinos desplazados a la isla. La capilla palatina de Palermo, ter-
minada en 11 89, está enterame nte recubierta de mosaicos de fondo dorado en
sus paredes y en los muros de separación de las naves (figura 42). El Panto-
crátor aparece tanto en la cúpula del crucero como en e l áb ide. Los mosaicos
Figura 109. Ciclo del Arrn de Noé. 1110.wirns de la rnteclral de Monreale. h. 11 72.
Palermo. Sici lia.
TE\I.\ I~. L\ E CLUL'RA Y LA Pl\Tl'R ..\ RO\!.\ \ICA: EL LEi\GL'.AJE DE LAS 1~1..\GEl\ES 405
ri valizando con Ja ante rior y superándola en d imen iones. Aquí el Cristo Pan-
tocrátor se sitúa en la bóveda del áb ide. ante la ausencia de c úpula, apare-
c iendo de bajo Ja Theorokos. En la nave e e cenifica e l Génesis desde la
Creación del mundo hasta Ja escena de Jacob con el ángel (fig ura 109), mien-
tras e l c ic lo cristológico aparece e n e l crucero.
Esquema de contenidos
2. La arquitectura cisterciense
ALZADO SUR
Por otra parte. los monasterios ci tercienses confonnan una negación con-
ceptual profund a al nuevo estilo gótico. Como venimos o teniendo. la acti -
tud de San Bernardo y de los ci terc ienses e dirige contra toda forma de efec-
tismo que adultere las fun ciones estrictamente religiosas de la iglesia. Hay
una negación absoluta del artificio. ya que éste comporta valores que son extra-
ños a la meditac ión y al recogimiento interior. que conducen a la contempla-
ción. y ugiere ideas adulteradas de la divinidad: su oposición a la ostenta-
ción. al simbolismo de la escultura. junto con el sistema que adoptan en sus
Bibliografía