Cuando un hombre armado irrumpe en su vuelo nocturno hacia Moscú, una expiloto del ejército se ve obligada a ingresar en la cabina y volar hacia la noche.
Jakub, el mecánico, no logra ponerse de acuerdo con los otros en cómo seguir. Una señal de wifi aporta datos nuevos sobre el desastre... y sobre algunos de los pasajeros.
Mientras el grupo lidia con distintos problemas mecánicos, Terenzio desafía la autoridad de Mathieu, y Horst logra comunicarse con otro avión.
Rik organiza un juicio para decidir el destino de Ayaz, mientras Terenzio cuenta sobre un refugio de la OTAN, y la salud mental de Mathieu comienza a preocupar a Sylvie.
La misión a la sede de la OTAN sufre un giro dramático. Laura y Horst atienden una emergencia médica, y Jakub y Osman intentan solucionar el problema del combustible.
En el grupo, las emociones desbordan durante un último intento desesperado de llegar a un lugar seguro antes de que amanezca.
Justo cuando los pasajeros se habitúan al ritmo de vida en el búnker, una imprevista escasez de alimentos los obliga a considerar hacer otro peligroso viaje.
El generador se apaga, se disparan las temperaturas y los temperamentos, y se llega a un tenso punto muerto. El coronel encuentra evidencia incriminatoria.
Luego de una desconsoladora secuencia de acontecimientos, Thea y Mathieu lideran la búsqueda de un nuevo avión, y los oficiales planean vengarse de Sylvie.
En el búnker, el juicio pronto da paso a tramas más retorcidas. El grupo que busca semillas encuentra a una desconocida que parece muy desorientada.
Thea y el equipo intentan engañar a Gia para que salga de la bóveda; Ines busca la manera de volver al búnker; y Rik le confía un secreto al embajador.
En el avión, la crisis amenaza con dejar varados a los pasajeros. Sylvie y los demás se temen lo peor y trazan un plan para abandonar el búnker.