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ASIGNATURA:
Desarrollo Humano
DOCENTE:
De la Cruz Hernández Williams
ALUMNO:
Alcudia Cano José Eduardo
CARRERA:
Contador Publico
SEMESTRE Y GRUPO:
1- A
CONCEPTO DE TRABAJO:
Ensayo de Hábitos
FECHA:
Domingo 29 de Septiembre de 2024
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Introducción
Los hábitos son esas pequeñas acciones que realizamos de manera casi automática
cada día, como tomar un café por la mañana, caminar hasta el trabajo o revisar el
teléfono antes de dormir. A menudo, ni siquiera somos conscientes de ellos, pero lo
cierto es que forman la base de nuestra vida cotidiana. Si observamos con
detenimiento, podemos darnos cuenta de que muchas de las decisiones que tomamos
a lo largo del día se repiten constantemente, convirtiéndose en parte de nuestra rutina,
tan natural que ni las cuestionamos.
La mayor parte de nuestras acciones diarias son producto de estos hábitos. Muchas
veces no nos detenemos a pensar si lo que estamos haciendo tiene un impacto positivo
o negativo en nuestra vida. Sin embargo, una vez que tomamos conciencia de ello,
podemos empezar a trabajar en cambiar aquellos hábitos que no nos favorecen y
fomentar aquellos que sí contribuyen a nuestro crecimiento personal. Aprender a crear
buenos hábitos y, sobre todo, a mantenerlos, es una de las herramientas más
poderosas que tenemos para mejorar nuestra calidad de vida.
Los hábitos no solo afectan nuestra salud física, sino también nuestra salud mental y
emocional. Una rutina de ejercicio constante, por ejemplo, no solo mejora nuestra
condición física, sino que también impacta directamente en nuestro estado de ánimo, al
liberar endorfinas que nos hacen sentir bien. Por otro lado, hábitos como la
procrastinación o la falta de organización pueden generar estrés, ansiedad y
frustración, afectando nuestra productividad y bienestar emocional.
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Desarrollo
Los hábitos son el resultado de las acciones que repetimos frecuentemente de forma
automática e inconsciente. Estos comportamientos los adquirimos a lo largo de nuestra
vida, día a día. Repetimos muchos hábitos, como por ejemplo, quitarnos los zapatos,
comer, bañarnos, entre otros. Estas acciones se vuelven repetitivas porque hemos
repetido un número de veces suficiente como para que se queden grabadas en nuestra
rutina diaria.
Estos hábitos son muy arraigados y pueden ejecutarse de forma automática. Cambiar
un hábito arraigado puede ser un gran desafío, ya que a menudo hemos estado
realizando estas acciones durante años. Es común encontrar resistencia al cambio,
incluso cuando sabemos que un nuevo hábito podría beneficiarnos más. Cambiar
hábitos implica un proceso de reflexión y autoconocimiento, y muchas veces requiere
un alto nivel de compromiso. Cuesta mucho poder cambiar los hábitos porque, para
hacerlo, se necesita tener la intención de querer realizar el cambio. Esta intención debe
ser lo suficientemente fuerte para motivarnos a actuar.
Existen muchos tipos de hábitos, pero los que más comúnmente se representan son
los siguientes tres:
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1. Hábitos saludables: Promueven nuestro bienestar físico y mental, como una dieta
balanceada y la actividad física regular.
En relación con los hábitos, Stephen Covey, en su libro Los 7 hábitos de las personas
altamente efectivas (1989), nos ofrece un conjunto de principios que pueden guiarnos
en la construcción de una vida más efectiva y equilibrada. Estos hábitos son
herramientas poderosas que podemos utilizar para mejorar no solo nuestra
productividad, sino también nuestras relaciones interpersonales. Covey nos invita a ser
proactivos, tomando responsabilidad por nuestras acciones y actitudes; a comenzar
con un fin en mente, estableciendo una visión clara de nuestros objetivos; y a poner
primero lo primero, priorizando las actividades que realmente importan. Además, nos
alienta a pensar en ganar/ganar, buscando soluciones que beneficien a todos; a buscar
primero entender y luego ser entendido, practicando la escucha activa; a sinergizar,
colaborando de manera efectiva; y finalmente, a afilar la sierra, lo que implica cuidar de
nuestra salud física y mental. Al integrar estos hábitos en nuestra vida diaria, podemos
enfrentar desafíos con confianza y construir relaciones más significativas y productivas.
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Conclusión
Es esencial reconocer que no todos los hábitos son beneficiosos. Aquellos hábitos que
pueden parecer inofensivos, como la procrastinación o el uso excesivo de dispositivos
electrónicos, pueden afectar nuestra productividad y bienestar. Por lo tanto, ser
conscientes de estos comportamientos es crucial para iniciar un proceso de cambio
que nos permita alcanzar un mayor desarrollo personal. Este proceso implica una
reflexión constante sobre nuestras elecciones y un compromiso genuino con el
crecimiento.
Además, los hábitos mentales juegan un papel importante en nuestra vida cotidiana. La
forma en que nos hablamos a nosotros mismos y cómo interpretamos nuestras
experiencias pueden ser determinantes para nuestra motivación y autoestima.
Fomentar una mentalidad positiva y un enfoque orientado al crecimiento nos empodera
para enfrentar los desafíos con mayor resiliencia y optimismo.
Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, ofrecen un marco valioso para la
transformación personal. Al adoptar principios como la proactividad y la búsqueda de
un enfoque de ganar/ganar, no solo mejoramos nuestra eficacia personal, sino que
también enriquecemos nuestras relaciones interpersonales. Estos hábitos nos invitan a
colaborar y apoyarnos mutuamente, creando un ambiente donde todos podamos
prosperar.