Osvaldo Silva - Civilizaciones Prehispánicas de América-100-117

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LOS OSCUROS COMIENZOS

DE LA HISTORIA AZTECA
Figura 91.
Desde el mismo momento en que entraron a la región del lago
Texcoco fueron odiados y, a la vez, temidos. Ellos debido a que
Trataban de apoderarse de tierras escasas; a que tenían la costumbre
de robar mujeres para desposarlas, y a que sacrificaban prisionero
s de guerra a su dios tribal.
Sin ser acogidos por ningún reino, los tenochcas deambula-
Ron por las partes más estériles del valle de México. Se instalaron
En Chapultepec, donde una vertiente les proveía de agua potable.
Sus alimentos eran lagartos, chapulines e insectos. Reducidos a
Una condición miserable y prisioneros de Colhuacán no desesperaban
. Confiaban en la promesa del Huitzilopochtli. Así transcurieron
20 años. Su jefe era Huitzilíhuitl.
Las continuas guerras entre las ciudades del lago les permitieron
recuperar la libertad. Cocox, rey de Cohuacán, los contrató
Como mercenarios para enfrentar a Xochimilco. Gracias a su pode-
Rosa ayuda los colhuas se impusieron. El espanto al ver cómo los
Mexicas les entregaban las orejas y narices de los vencidos duran-
Te el combate, no impidió que considerasen ventajosa una alianza
Permanente con los aztecas. Para materializarla Cocox ofreció su
Hija en matrimonio a un jefe mexica.
El rey Colhua fue invitado, poco después, a una ceremonia
Religiosa, comprobando, horrorizado, cómo su hija había sido
Sacrificada y cómo un sacerdote se cubría con la piel de la novia.
Estalló la furia y los de Colhuacán tomaron las armas para vengar
Aquella afrenta. Auxiliados por casi todos sus vecinos persiguieron
Ron a los mexicas, quienes, rechazados completamente, debieron
Buscar refugio en islas pantanosas, cubiertas de juncos, que se
Alzaban al costado occidental del lago Texcoco. Allí, más tarde,
Presenciaron maravillados al águila que engullía una serpiente
Descansando sobre el nopal. Se cumplía la profecía de Huitzilopochtli.
Iniciaron, de inmediato, la construcción del templo des-
De el cual nutrirían al sol con la sangre de sus víctimas. Tenochtitlán,
la ciudad de Tenoch, estaba fundada. Corría el año 1345.

TENOCHTITLÁN,
LA URBE RODEADA DE CANALES

La isla donde se cobijaron los aztecas quedaba separada por un


Angosto canal de otra más pequeña, asiento de Tlatelolco, población
de mercaderes que, a comienzo de la época de luchas,
Buscaron protección e independencia en medio del lago. Los
Comerciantes, a cuya sombra se desarrolló Tenochtitlán, contrata-
Ron a los mexicas como mercenarios encargados de resguardar
Sus rutas mercantiles.

DESCRIPCIÓN DE TENOCHTITLÁN

Luego dijeron de la gran fortaleza de su ciudad, de la manera que es la


Laguna y la hondura del agua, y de las calzadas que hay por donde han de
Entrar en la ciudad, y las puentes de madera que tienen en cada calzada, y
Cómo entra y sale por el trecho de abertura que hay en cada puente, y cómo
En alzando cualquier de ellas se pueden quedar aislados entre puente y
Puente sin entra en su ciudad; y cómo está toda la mayor parte de la
Ciudad poblada dentro de la laguna y no se puede pasar de casa en casa,

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Sino es por una puente levadiza, y tienen hechas canoas, y todas las casas
Son de azoteas y en las azoteas tienen hechos a manera de mamparos, y
Pueden pelear desde encima de ellas; y la manera cómo se provee la ciudad
De agua dulce desde una fuente que se dice CHAPULTEPEQUE, que está de la
Ciudad obra de media legua; va el agua por unos edificios, y llega en parte
Que con canoas la lleva a vender por las calles.

Bernal Díaz Del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

Los aztecas, entretanto, pescaban y cazaban aves acuáticas, es-


Forzárdose por crear, artificialmente, tierras cultivables, sus veci-
Nos de tie a fi e los oteja a de salvajes la ust es . “eguía
gobernados por caudillos. A medida que la población aumenta-
ba, construían nuevas chinampas, especies de falsas islas consti-
tuidas por balsas de juncos sobre la cual colocaban fértil limo del
fondo del lago. A fin de evitar que anduviesen a la deriva las
rodeaban de árboles. Las chinampas recibían permanentemente
humedad de las aguas lacustres, proporcionando dos cosechas
al año. Lentamente el centro de Tenochtitlán se fue rodeando de
esos ja di es flota tes , “epa ados e t e sí po est e hos a a-
les. Sobre muchos de ellos se levantaban las chozas de los labra-
dores.
El año 1376 los aztecas ya se sentían lo suficientemente pode-
rosos como para instaurar una monarquía. Designaron rey a
Acamapichtli, miembro de la realeza colhuacana. Le erigieron un
palacio y le asignaron tierras que trabajaban los habitantes de
cada calpulli o comunidad. El monarca administraba justicia, ma
nejaba las rentas de la ciudad y encabezaba los ejércitos.
Tenochtitlán fue dividido en cuatro secciones, las nauhcampa,
que representaban la dirección de los vientos. Cada una de ellas
parece haber cobijado a determinados especialistas: sacerdotes,
borócratas, gobernantes y agricultores.

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TENOCHTITLÁN,
UNA CIUDAD SIMILAR A LA DE ESPAÑA

Y por no ser más prolijo en la relación de las cosas desta gran ciudad
(aunque no acabaría tan aína) no quiero decir más sino que en su servicio
y trato de la gente della hay la manera casi de vivir que en España, y con
tanto concierto y orden como allá, y que considerando esta gente ser
bárbara y tan apartada del conocimiento de Dios y de la comunicación de
otras naciones de razón, es cosa admirable ver lo que tienen en todas las
cosas.

Hernando Córtes: carta segunda al Emperador Carlos v (Abril,


1522).

Los aztecas continuaron sirviendo de mercenarios a los reinos


cercanos. Para entonces habían levantado calzadas que, como
diques, comunicaban a la isla con las orillas del lago. Cada sección
de Tenochtitlán tenía su propio camino. Guardas permanentes
vigilaban el acceso a la ciudad cuyas casas denotaban la posición
social del hablante. Las había comunes, con paredes de juncos
embadurnados con barro y techos de paja; de adobes sobre cimientos

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Mientos de piedra, pintadas y con techos más altos, y otras de
piedra, con dos pisos y techos planos. Todas, sin embargo, dispo-
nían de un pequeño jardín. La fachada principal daba a los
canales que surcaban en canoas. Sólo en el centro, donde se
hallaban santuarios más importantes y los palacios, había calles
empedradas.
Tenochtitlán fue creciendo en forma simultánea al poderío de
los aztecas. Disfrutando de una mayor cantidad de trabajadores,
reconstruyeron los templos sobre los basamentos de los más
antiguos, En el momento de la conquista hispana la plaza central,
que medía 183 m de largo por 67 de ancho, albergaba al recinto
sagrado y al mercado. El primero, llamado teocalli, estaba cercado
por el coatepantli o muro de serpientes. En su interior se alzaban
las pirámides que sostenían los templos gemelos dedicados a
Huitzilopochtli y a tlaloc, otras, de dimensiones menores, recibían
el culto a Tezcatlipoca y Xipe-Tólec. Quetzalcóatl era adorado en una
estrucura circular cubierta por serpientes con las fauces abiertas.
Completaban el conjunto una cancha de juego a la pelota, a cuyo
costado estaba el tzompantli o muro de calaveras humanas; una
tarima donde luchaban los gladiadores; palacios para los sacerdo-
tes y el edificio que hospedaba a los más destacados guerreros.

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LA ASOMBROSA TENOCHTITLÁN

Tiene cuatro entradas, toda calzada hecha á mano, tan ancha como
dos lanzas jinetas. Es tan grande la ciudad como Sevilla y Córdoba. Son
las calles della, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y
algunas destas y todas las demás son la mitad de tierra, y por la otra
mitad es agua, por la cual andan en sus canoas, y todas las calles de trecho
á trecho están abiertas por do atraviesa el agua de las unas á las otras, é en
todas estas aberturas, que algunas son muy anchas, hay sus puentes de
muy anchas y muy grandes vigas juntas y recias y bien labradas; y tales,
que por muchas dellas pueden pasar diez de caballos juntos á la par.

Hernando Cortés: Carta segunda al emperador Carlos v (Abril,


1522)

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El mercado también conformaba un espacio cerrado. En uno de
sus extremos se encontraba la piedra del sol y, frente a ella, el
palacio de Moctezuma, de dimensiones colosales. En el primer
piso funcionaban los tribunales y los almacenes que conserva-
ban, hasta su distribución, los tributos provenientes de todo el
imperio. En el segundo, con cientos de aposentos, vivía el emper-
radores, sus esposas, hijos, guardianes, servidores e invitados.
Sobrepasaban el medio millar de personas.
La población total de Tenochtitlán se acercaba a 300.000 habi-
tantes.

La lenta formación del imperio

Bajo el mando de Acamapichtli (1376-1391) los aztecas se enrola-


ron en el ejército de Atzcapotzalco, paricipando en las conquistas
de los tepanecas, quienes guiados por Tezozómoc, crearon un
imperio que dominó casi todo el valle de México. A comienzos del
siglo xv se adueñaron de regiones más alejadas como Cuauh-
nahuac, rica productora de algodón. La participación azteca fue
decisiva, aumentando el prestigio que gozaban entre los tepane-
cas. Al mismo tiempo aprendían y esperaban el momento propi.
cio para hacer realidad la profecía de Huitzilopochtli. Así transcu-
rrieron los reinados de Huitzilihuitl II (1391.1415) y Chimalpopoca
(1416-1427)
El cuarto rey, Itzcóatl (1427-1440), decidió cambiar de bando.
Aliado a Texcoco derrotó a los tapanecas destruyendo a Atzcapot-
zalco. Abrió entonces el camino para las conquistas aztecas.
Debido a ello fue considerado como el verdadero forjador del
poderío mexica. La tradición recuerda que Itzcóatl ordenó que-

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Mar los códices anteriores, intentando borrar una historia que,
según el, estaba plagada de mentiras. Junto a Texcoco y Tlacopán
o ga izó la T iple alia za , so iedad ue dividió el valle de
México en tres esferas de influencia y territorios de conquista.
Cada ciudad recibía, en forma independiente , los tributos envía-
dos por los pueblos incorporados a sus respectivos reinos, cabe-
za de la alianza era Texcoco, Cuyos ingenieros levantaron el
inmenso dique que atravesaba la laguna de ese nombre, impi-
diendo que sus aguas dulces se mezclaran con los salobres del
lago.
Moctezuma I (1440-1469) agregó nuevas tierras en el sector sur
del lago y controló las rutas comerciales que, pasando por Cholula,
conducía hacia las costas del Golfo de México. Ordenó construir
un acueducto para transportar agua potable desde Chapultepec a
Tenochtitlán.
Las persistentes luchas aztecas activaron los sacrificios huma-
nos en honor a las deidades; para contababan con numerosos
prisioneros de guerra, únicos hombres empleados en las inmola-
ciones. En épocas de relativas paz, cuando faltaban víctimas, se
efectuaban combates religiosos, entre diversos pueblos, con el
sólo propósito de obtener prisioneros, manteniendo así la conti-
nuidad de las ofrendas exigidas por los dioses. Dichas competen-
cias se conocen como guerras floridas.
Durante los años 1471 y 1456 una terrible sequía afectó al valle
de México; murió mucha gente, y una considerable cantidad de-
aztecas, como esclavos a los totonacas de Veracruz. Región de
fértiles tierras y abundante producción de maíz. Los aztecas

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Estaban tan disminuidos que fueron incapaces de emprender su
conquista para paliar la situación mediante la imposición de
tributos.
axayácatl (1469-1481) aplastó definitivamente las rebeliones
surgidas en el período de escasez alimenticia. Incorporó Tlatelolco
a la capital azteca dando muerte en 1473, con su propia mano, al
último rey de esa ciudad, Moquihuix. Lo reemplazó por funciona-
ríos mexicas. Fracasó, sin embargo en sus intentos de dominar a
los tarascos, quienes le infligieron una espantosa derrota; en ella el
monarca fue herido en una pierna, quedando cojo por el resto de
sus días.
Tizock (1481-1486), hermano del anterior, en su corto reinado
no pudo culimar con éxito las campañas emprendidas. Se le
califica, por eso, de rey cobarde. Se dice que murió envenenado.
inició la ampliación del recinto sagrado, obra terminada por su
hermano Ahuitzotl (1486-1502). Tras una empresa que duró casi
dos años, logró juntar 20.000 prisioneros que fueron sacrificados
el día de la inauguración de los nuevos templos.
fue, sin duda, uno de los soberanos más sobresalientes por
sus conquistas, Dio, prácticamente, forma al imperio que cono-
cieron los españoles, extendiendo sus fronteras de costa a costa y
desde el río Balsas al istmo de Tehuantepec. Sólo Tlaxcala y cholula
persistían en reberlarse. Al momento del arribo de Hernán Cortpes
todavía eran los mayores enemigos de los aztecas.
RETRATO DE MOCTEZUMA

Era el gran montezuma de edad de hasta cuarenta años y buena estatura


y bien proporcionado, y cenceño, y pocas carnes, y el color ni muy
moteño, si no propio color, y tamiz de indio, y traía los cabellos no muy
largos, si no cuanto le cubrían las orejas, y pocas barbas prietas y bien

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Puestas y ralas, y el rostro algo largo y alegre, y los ojos de buena manera,
y mistraba en su persona, en el mirar, por un cabo amor y cuando era
menester graverdad; era muy pulido y limpio, bañándose cada día una vez, a
la tarde; tenía muchas mujeres por amigas, hijas de señores, puesto que
tenía dos grandes cacicas por sus legitimas mujeres.

Bernal Díaz del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España

Por sus dotes guerreras fue desginado emperados Moktezuma II


(1502-1520), sobrino de Ahuízotl. sIn embargo, al asumir el
mando experimentó una curiosa transformación. Embebido en
las leyendas relacionadas con el regreso de Quetzalcóatl, temió
ser acusado de usurpador del poder por el dios que, según
cálculos de los sacerdotes, debía volver pronto de su exilio en el
iruebte, Vacilante y temeroso, aumentó los sacrificios humanos.

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Llegando, en una ocasión, a ofrecer 12.000 víctimas al dios de la
guerra. Su espíritui excesivamente religioso lo condujo a asociar el
desembarco de los españoles con el retorno de Quetzalcóatl y sus
seguidores.

El calpulli,
Base de la estructura social azteca

El término alpullik sig ifi a g a des asas y se utilizaba para


designar unidades de la sociedad azteca constituidas por parientes
ficticios, es decir, personas que creían descender de un mismo

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Antepasado, quien, generalmente, era un ser mitológico. Todos
vivían en un mismo sector de la ciudad, ejerciendo, en común, la
propiedad de las tierras que les habían sido asignadas. En tenoch-
titlán existían 20 calpullis integrados tanto por mexicas origina-
ríos como por extraños que se habían fundido en la nación
azteca. Por su función se asemeja a un clan; sin embargo, entre
sus miembros había diferencias de riqueza, posición social y
poder. De ahí que se les halla denominado clan cónico, cuya
cúspide era ocupada por quienes estaban más cercanamente
relacionados con el ancestro fundador; en la base se hallaba la
gran mayoría de sus componentes.

El calpulli era, además, una unidad religiosa y militar. Sus


integrantes adoraban un mismo dios en templos erigidos dentro
de sus tierras, y combatían en los mismos destacamentos. Para tal

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Efecto recibían instrucción militar en el telpochcalli, o escuela de
guerreros, que cada calpulli mantenía.

jefe de ellos era el calpullec, desginado vitaliciamente, dentro


de la misma familia, por los demás miembros del calpulli, actua-
ba como juez en litigios menores, representaba al calpulli en el
consejo azteca, dirigía la educación de los niños y, por sobre todo,
repartía las tierras entre las familias de acuerdo al número de
componentes.

Las evidencias señalan que la mayoría de los 20 calpullis


habitaban uno de los sectores de Tenochtitlán: el correspondiente
a los campesinos, lo cual indica que su importancia estaba direc-
tamente relacionada con las funciones que ejercían sus más des-
tacados integrantes

Los estamentos de la sociedad


azteca

En el siglo XVI se encontraba a la cabeza de la jerarquía social


mexica el emperador. Poseía los títulos de tlatoa i El ue ha la
y de Tlacatecuthtli, hefe de los gue e os . E a, ta ié , el pad e y
la madre de los axtecas, estando obligado a proporcionarles tie-
rras y medios de subsistencia. Disfrutaba de poderes absolutos y
se consideraba encarnación de dios.

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LOS AZTECAS
ELIGEN UN NUEVO EMPERADOR

Cuándo moría el señor o rey, para elegir otro juntábanse los senadores
que llamaba tecutlatoque, y también los viejos del pueblo que llamaban
achcacauhtin; y también los sátrapas que llamaban tlenamacazque
O papauaque
Todos éstos se juntaban en lasc asas reakesm y allí deliberaban y
determinaban quién había de ser señor, y escogían uno de los más nobles
de la línea de los señores antepasados, que fuese hombre valiente, ejercita-
do en las cosas de la guerra, osado y animoso, y que no supiese beber vino;
que fuese prudente y sabio, que fuese criado en el Calmécac, que supiese
bien hablar, fuese entendido y recatado, y animoso y amoroso, y cuando
todos, o los demás, concurrían en uno, luego le nombraban por señor.
No se hacía esta elección por escrutinio, o por votos, si no que todos
juntos, confiriendo los unos con los otros, venían a concertarse en uno.

Bernardino de Sahagún: Historia general de las cosas de Nueva


España

A partir del nombramiento de Acamapichtli, los reyes conforma-


ron un linaje especial que monopolizó el poder. Incluso se casa-
ban entre parientes aunque, además poseían numerosas muje-
res secundarias, puesto que dichos matrimonias les permitían
entablar alianzas con los calpullis y otros pueblos.
El cargo del rey era electivo, recayendo, no obstante, siempre
en un hermano, hijo o sobrino del monarca difunto. Efectuaban la
elección de un consejo, integrado por funcionarios de alto rango,
sacerdotes, guerreros y representantes de los cakpullis.
asesoraba al soberano otro consej0o, el Tlatocan, el el cual
jugaba importante papel el Cihuacóatl, uje se pie te , espe ie
de viceemperador. Actuaba como juez supremo, resolviendo las
apelaciones de las sentencias en primera istancia; recompensa-
ba a los guerreros distinguidos en batalla; designaba los coman-
dantes de los ejércitos, y reemplazaban al rey cuando se usentaba
de Tenochtitlán.

INDUMENTARIA DE LOS NOBLES AZTECAS

Usaban los señores una manera de mantas muy ricas que se llamaban
coaxayacayo tilmatli, era la manta leonada y tenía la una cara de

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Monstruo, o de diablo, dentro de un círculo plateado, en un campo
colorado; estaba toda ella llena de estos círculos y caras, y tenía una franja
todo alrededor; de la parte de adentro tenía una labor de unas eses,
contrapuestas en unos campos cuadrados, y de estos campos unos van
ocupados y otros vacíos; de la parte de afuera esta franja tenía unas
esférulas macizas, no muy juntas. Estas mantas usaban los señores y
dábanlas por librea a las personas notables y señaladas en la guerra.

Bernardino de Sahagún: Historia de las cosas de Nueva


España

A continuación se encontraban los nobles; sus orígenes se remon-


taban a la época en que los aztecas reconocieron lazos de paren-
tesco con los toltecas. Las familias que podían demostrarlo, pasa-
ron a construir una nobleza hereditaria que, probablemente, decen-
día en forma directa de los fundadores de cada linaje, descen-
día en forma directa de los fundadores de cada linaje. Eran
llamados tecuhtli a alle o o seño . A ellas se ag egó, des
pués de las conquistas aztecas, una noblewza adquirida. Los ple-
vetos distinguidos en las guerras eran recompensandos con tie-
rras y esclavos, regalos y mujeres, liberándolos del pago de
tributos. También eran llamados tecuhtli, y sus hijos pilli. Éstos,
sin embrgo, no heredaban la condición del padre; si deseaban
ascender en la jerarquía social debían demostrar las condiciones
de valor o sabiduría que les permitieran sobresalir entre los de su
misma generación.
Los pilli eran enviados a escuelas para nobles, el calmenac,
donde, además de adiestramiento militar, recibían instrucción
religiosa, científica y artística. Debido a esta educación superior,
el rey reclutaba entre ellos a quienes debían ocupar los cargos más
importantes del imperio: gobernadores civilis o tlacochtecuhtli;
recaudadores y administradores de impuestos, los calpixque , y los
jueces.
La nobleza azteca no era, pues, un estamento cerrado; cual-
quiero hombre común que se destacase en actividades civiles,
guerreras o sacerdotales, podía aspirar a ingresar a ella

LOS ORFEBRES AZTECAS

kLos oficiales que labran oro son de dos maneras, uno de ellos se llaman
martilladores amajadores, porque éstos labran oro de martillo, majando el
oro con piedras o con martillos, para hacerlo delgado como papel; otros se
llaman tlatlalianime, que quiere decir, que asientan el oro, o alguna cosa
en el oro o en la plata (y) éstos son verdaderos oficiales que por nombre se
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Llaman totelca; pero están divididos en dos partes, porque labran el oro
cada uno de su manera

Bernardino de Sahagún: Historia general de las cosas de Nueva


España.

Al tercer estamento pertenecían los macehualli, u hombres comunes, dedicados a la orfebrería, artesanía y al cultivo de
las tierras comunitarias, En razón al oficio desempeñado tenían distintas posiciones sociales. Los orfebres y artesanos
vivían en un mismo barrio, confeccionando delicados objetos de metales, piedras preciosas (oro, plata, esmeraldas,
turquesas, etc.) conchas o hermosos tejidos de plumas. Se les llamaban tolte as aest os , a tesa os e áhuatl,
porque pensaban que su arte provenían de Quetzalcóatl, la divinidad que conocieron en Tula. Sus obras y servi.
cios estaban bienr enumerados. Eran especialistas de tiempocompleto; no trabajaban las tierras, comprando alimentos
en el mercado. Estaban excentos del servicio Militar.
Orfebres y artesanos constituían oficios hereditarios, puesto que los talleres se encontraban en las casas, trabajando en
ellos, como aprendices, los hijos desde muy pequeños. los campesino ocupaban el último estrato de los hombres
libres. Se les llamaban calpuleque para indicar que usufructaban las tierras del capulli. Sobre ellos recaían todas las
obligaciones tributarias y militares. Además de cultivar las parcelas asignadas por el Capillec debían laborar las que la
comunidad le reservaba a éste y aquellas destinadas al monarca y principales funcionarios.

ASPECTO DE LA MUJER AZTECA

Usaban las señoras vestir los huipiles labrados y tejidos de muy muchas maneras de labores.
Usaban también las señoras de poner mudas en la cara con color colorado o amarillo, o prieto hecho de incienso
quemado con tinta; y también untaban los pies con el miso color prieto.
Y también usaban traer los cabellos largos hasta la cinta, y otras traían los cabellos hasta las espaldas; y otras traían los
cabellos largo de una parte y otra de las sienes y orejas, y otras traían los cabellos largos de una parte y otra de las sienes
y orejas, y toda la cabeza trasquilada; y otras traían los cabellos torcidos con hilo prieto de algodón, y los tocaban a la
cabeza, así lo usan hasta ahora, haciendo de ellos como unos cornezuelos sobre la frente; y otras tienen más largos los
cabellos, y cortan igualmente el cabo de los cabellos por hermosearse, y en torciéndolos y atándolos
parecen ser todos iguales, y otras trasquilan la cabeza

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Usan también las mujeres teñir los cabellos con lodo prieto, o con una
Yerba verde que se llama Xiuhquíltl, por hacer relucientes los cabellos, a
Manera de color morado; y también limpian los dientes con color colorado
O grana.
Usaban también pintar las manos con todo el cuello y pecho. También
Las señoras usaban el bañarse y enjabonarse, y enseñábanlas a ser vergon-
Zosas y hablar con reverencia, y tener acatamiento a todos, y ser diestras y
Diligentes en las cosas necesarias a la comida, etc.
BERNARDO DE SAHAGÚN: Historia General de las cosas de Nueva España.

Los capuleque tenían, sin embargo, la posibilidad de llegar a


Ocupar un rango más alto en la jerarquía social, destacándose en
La guerra u otras tareas encomendadas por el Estado. Asimismo
Podían descender a una categoría inferior, puesto que les era
Permitido, mediante contratos claramente estipulaos, trasfor-
Marse en esclavo de un noble o comerciante, recibiendo, a cam-
Bio, una cierta cantidad de dinero. Recuperaban la libertad cuan-
Do cancelaban la deuda. Este tipo de esclavitud era absolutamen-
Te individual y para nada afectaba a sus hijos o esposa. Incluso
Continuaban durmiendo junto a su familia y podían ser reempla-
Zados por otro mienbre de ésta. Sus amos tenían prohibición de
Maltratarlos.

Con la entrega de tierras a los nobles comenzó a formarse un


Cuarto estrato, el de los a e ues, a pesi os si tie a . El
Estado, al premiar con terrenos a un gran guerrero, entregaba
Superficies que ya tenían dueño. Éstos al perderlas, necesaria-
Mente quedaban obligados a colocarse bajo las órdenes del nuevo
Propietario, quien les permitía continuar trabajándolas a condi-
Ción que le sirvieran y le dieran un porcentaje de las cosechas. Por
Su especial posición los mayeques no eran ciudadanos, no eran
Hombres libres, no pagaban impuestos; su única obligación con-
Sistía en integrase al servicio militar cuando así les fuese solici-
Tado.
El último peldaño de la estructura socias estaba ocupado por
Los esclavos o tlacotli. Ta situación recaía sobre mujeres y niños
Apresados en las guerras de conquista; los hombres, como se
Recordará, eran sacrificados. También existía una esclavitud con-
Tractual, es decir, una persona podía venderse como tal a fin de
Cancelar alguna deuda o un tributo. Otro tipo de esclavos eran
Delincuentes, cuyo delito no les hacía merecedores de la pena de
Muerte. Similar castigo recibían los traidores.
El esclavo gozaba de ciertas garantías: poseer bienes, tener
Familia y vivir junto a ella disponer de otros esclavos, no ser
Vendido o traspasado sin su consentimiento, y recuperar la liber-

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Tad. La esclavitud era completamente individual; los hijos nacían
Libres. Generalmente servían como criados, se ocupaban de las
Tareas agrícolas, o cargaban sobre sus hombros los pesados far-
Dos con mercaderías comprados por su amos.

FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN:
FORMAR GUERREROS Y SACERDITES

Los aztecas concebían la misión del hombre sobre la tierra como


Un medio para ensalzar a los dioses y, a través de ello, glorificar a
Su pueble. Conquistar y servir en los templos eran, entonces, las
Principales funciones recaídas sobre los hombres libres; para eso,
Eran adiestrados desde muy temprana edad.
La educación militar se iniciaba cuando, a los seis o siete años,
El niño ingresaba al telpochcalli, escuela pública mantenida por
Cada calpulli. A los diez participaba en los combates recibiendo su
Primera distinción cuando lograba apresar un enemigo. A partir
De ese momento se le abrían amplias perspectivas de progreso en
La estructura social; sin embargo, si luego de otros combates no
Repetía la hazaña, debía retirarse del ejército. Volvía al calpulli
Convertido en macehual, en hombre común dedicado a la labran-
Za de las tierras.
Quienes cumplían el objetivo, acción atribuida a los dioses,
Continuaba ascendiendo en el escalafón de los guerreros hasta
Integrarse, conjuntamente con los nobles, a las órdenes militares
Superiores: los caballeros tigre, soldados de Tescatlipoca
, que llevaban como distintivo una piel de jaguar,

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