TESIS JESÚS HERAS - Compressed
TESIS JESÚS HERAS - Compressed
TESIS JESÚS HERAS - Compressed
Por
México, 2018
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Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, AC.
Por
México, 2018
Agradecimientos
Al Dr. Carlos Delgado Díaz, Rector de la Multiversidad Mundo Real
Edgar Morin, por su extraordinaria labor académica para darle continuidad a
este gran proyecto de innovación y transformación educativa en Latinoamérica
y en el mundo.
Al Dr. José Gustavo Casas Álvarez, Codirector de esta tesis por parte
de la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, académico, investigador y
docente de amplio prestigio, por aportar y compartir sus puntos de vista críticos
para que este proyecto de investigación concluyera exitosamente.
Dedicatorias
Síntesis
Introducción .........................................................................................................................1
Capítulo 1. El objeto de investigación y el planteamiento del problema ............15
1.1. Planteamiento del problema de investigación ...............................................16
1.2. Objetivos de la investigación .............................................................................18
1.2.1. Objetivos generales .......................................................................................20
1.2.2. Objetivos particulares .......................................................................................20
1.3. Las preguntas de investigación .........................................................................21
1.4. Ejes problematizadores .......................................................................................22
1.5. Planteamiento de los supuestos de trabajo de primer orden .....................23
1.6. Planteamientos de los supuestos de trabajo de segundo orden ..............23
Capítulo 2. Marco teórico, epistemológico y metodológico de la investigación
...............................................................................................................................................24
2.1. ¿Por qué es pertinente delimitar un conjunto de orientaciones teóricas,
epistemológicas y metodológicas para este proyecto de investigación? ......24
2.2. Configuración de un marco conceptual pertinente al problema de
investigación ..................................................................................................................26
2.3. Delimitando un marco conceptual distinto a las posturas clásicas
positivistas .....................................................................................................................27
2.4. Delimitando un marco conceptual desde la ontología del explicar ..........29
2.5. Delimitando un marco conceptual sobre una epistemología del
observador como investigador ..................................................................................32
2.6. Construyendo los dominios explicativos del observar teórico-
conceptual en torno al objeto de investigación ....................................................40
2.6.1 El dominio explicativo de la complejidad como primer hilo conductor
teórico-conceptual de la investigación ................................................................44
2.6.2 El dominio explicativo de la histórica hermenéutica como segundo
hilo conductor teórico-conceptual de la investigación ...................................50
2.6.3. El dominio explicativo de la teoría de la imagen como tercer hilo
conductor teórico-conceptual de la investigación ...........................................60
2.7. Propuesta metodológica para abordar el estudio de las imágenes
expuestas en los libros escolares objeto de investigación ................................68
2.7.1 Diseño metodológico de la investigación .................................................73
2.7.2. Diseño de las unidades de análisis cuantitativo ....................................74
2.7.3. Diseño de las unidades de análisis de la plástica de la imagen .........75
2.7.4. Las unidades de análisis hermenéutico ...................................................82
2.8. La propuesta metodológica, sus implicaciones transdisciplinarias y su
articulación con el pensamiento complejo .............................................................85
Capítulo 3. Los libros escolares como objeto de investigación historiográfica
...............................................................................................................................................90
3.1. El estado del conocimiento.................................................................................91
3.2. El libro escolar y sus imágenes: aspectos teóricos-epistemológicos y
metodológicos .............................................................................................................104
3.3. El libro escolar como fuente de investigación: implicaciones teóricas y
metodológicas .............................................................................................................107
3.4. El libro escolar para la escuela primaria en México a finales del siglo XIX
y principios del siglo XX: consensos y disensos históricos ...........................111
3.5. ¿Por qué el periodo de estudio 1890-1959? La fundamentación
metodológica de los cortes históricos de la investigación ..............................117
3.6. Integración de una base de datos con las fuentes documentadas para el
proyecto de investigación.........................................................................................123
3.6.1. Modelado de la base de datos relacional ...............................................125
3.6.2. Diseño de un algoritmo de búsqueda para definir los libros
escolares a utilizar en la investigación: procesamiento de datos,
depuración de registros y los resultados obtenidos ......................................130
3.6.3. Continuidades y rupturas en autores y libros escolares investigados
.....................................................................................................................................142
3.7. Dimensiones de complejidad en el orden transdisciplinario implicados
en el proyecto de investigación...............................................................................156
Capítulo 4. Imágenes escolares: complejidad e historicidad...............................160
4.1. Componentes de complejidad denotativos y connotativos de
historicidad en las imágenes expuestas en los libros escolares de Historia
Patria ..............................................................................................................................163
4.2. La construcción de imaginarios históricos y su pautación como tiempo
histórico a partir de las imágenes escolares .......................................................168
4.3. Las imágenes y su juego histórico retórico y analógico: un acto
instituyente de la matriz de significación..............................................................181
4.4. Imagen, imaginario e imaginación del tiempo histórico ............................187
4.5 Imagen y complejidad: su contribución a la construcción de imaginarios
histórico-sociales de la mexicanidad .....................................................................191
Capítulo 5. Matrices de significación: imagen y tiempo histórico, construcción
de imágenes de significación tipo-lógicas ...............................................................196
5.1. Componentes epistémicos de las matrices de significación a partir de
las imágenes denotativas de historicidad ............................................................200
5.2. De la linealidad y simplicidad de las imágenes a la construcción
compleja de imaginarios históricos y la comprensión de sus matrices de
significación .................................................................................................................202
5.3. La imagen denotativa de historicidad como construcción simbólica de
tipos-lógicos históricos .............................................................................................205
5.3.1. Imágenes históricas tipo-lógicas de la época antigua ........................208
5.3.2. Imágenes históricas tipo-lógicas de la conquista y de la época
virreinal ......................................................................................................................212
5.3.3. Imágenes históricas tipo-lógicas de la independencia de México...223
5.3.4. Imágenes históricas tipo-lógicas del México independiente ............225
5.3.5. Imágenes históricas tipo-lógicas de la mujer en la historia patria ..229
5.3.6. Laicidad y educación: imágenes religiosas en los libros escolares de
Historia Patria 1890-1959.......................................................................................230
5.4. El orden implicado en la significación de imágenes tipo-lógicas y el
papel de la enseñanza de la Historia Patria como acto simbólico instituyente
de identidad nacional .................................................................................................232
Conclusiones y reflexiones finales.............................................................................234
El proceso de investigación como proceso complejo de comprensión
transformadora ............................................................................................................235
¿Qué sabemos hoy del objeto de investigación? ...............................................236
¿Qué conocimientos aporta este abordaje de investigación al estado del
conocimiento? .............................................................................................................239
Referencias .......................................................................................................................241
Consultas Electrónicas..................................................................................................246
Diccionarios .....................................................................................................................246
Biblioteca de autores de libros escolares .................................................................247
Libros Escolares 1890-1933. “Nueva Escuela Porfirista y Escuela de la
Transición de la Revolución Mexicana” ................................................................247
Libros Escolares 1934-1945 “Escuela Socialista” ..............................................248
Libros Escolares 1946-1959 “Escuela del Amor y de la Unidad Nacional” ..249
Publicaciones del autor de la tesis .............................................................................250
Introducción
Todo trabajo de investigación a nivel doctoral permite apreciar el modo de
pensar del estudioso, puesto que, al asumir ciertas reflexionemos se está
definiendo frente a eso que denominamos realidad, al abordar un determinado
objeto de investigación.
1
En el Capítulo 1, se diseñó el objeto de investigación y se estructuró
el planteamiento del problema, junto con los objetivos del estudio. Para ello,
se documentaron los libros escolares publicados y aprobados para circular en
las escuelas durante el periodo de estudios, los cuales fueron considerados
como fuentes de investigación historiográfica de primer orden, y con ello,
configurar una propuesta metodológica que permitió abordar la complejidad y
el orden implicado en el análisis de las imágenes desde donde se enseñó la
Historia Patria en el contexto escolar durante el periodo 1890-1959.
1
Es pertinente señalar que, todos los textos utilizados y las imágenes obtenidas de los
mismos, están libres de derechos de autor, pues tienen más de cincuenta años de antigüedad.
2
ello, aportar posibles respuestas interpretativas sobre la historia social y
conceptual denotada y connotada en los libros escolares durante el periodo de
investigación.
3
3. Formular una propuesta metodológica de investigación en torno a las
imágenes que denotan y connotan momentos de historicidad, basadas
en las dimensiones de la complejidad postuladas por Edgar Morin, en
la historia social y conceptual formulada por Reinhart Koselleck y la
hermenéutica de la imagen, con el objeto de documentar el orden
implicado en su significación y representación simbólica como tiempo
histórico denotado y connotado en la enseñanza de la Historia Patria.
4
Esta postura epistemológica, delimita –y configura– la comprensión de
los universos simbólicos que fueron considerados desde los lenguajes teóricos
propuestos y puestos como dominio explicativo, el cual sirvió de matriz
transdisciplinaria para que todas las afirmaciones y proposiciones fuesen
validables al operar en el contexto de esta investigación, y su relación con la
ciencia, el lenguaje y el conocimiento desde el paradigma de la complejidad,
lo que permitió entretejer conceptualmente el objeto de investigación en el
dominio explicativo seleccionado, de acuerdo con los alcances metodológicos
de la presente investigación.
5
En el Capítulo 3, se abordó el problema de los libros escolares como
objeto de investigación. En un primer momento se trabajó la categoría libros
escolares, como una condición nodal de análisis y como espacio de prácticas
significantes, donde los sujetos escolares se apropiaron de diversos saberes
y conocimientos sobre las diferentes épocas de la historia patria enseñada en
la educación primaria de México, teniendo presente las diversas modalidades
de recepción y apropiación del texto en el contexto de la enseñanza
obligatoria, espacio en el cual, la imagen juega un papel como puente cognitivo
entre el conocimiento del presente y la lógica de los acontecimientos del
pasado.
6
ilustrados en los textos. Para ello, se debía contar con toda la información
sobre los libros escolares publicados entre 1890 y 1959.
Así, lo primero que se tuvo que documentar fue cuáles fueron los libros
escolares para la enseñanza de la Historia en la Educación Básica que se han
editado en México desde 1850 a 1970 para tener cierto conocimiento y
comprender cuál es universo de investigación
7
En un primer análisis efectuado al observar el nivel de ilustración que
posee cada libro escolar ordenado en la Biblioteca de Investigación sobre los
Libros Escolares de Historia Patria para la Educación Primaria 1890-1959
−BILESHEP 1890-1959−, pueden señalarse los siguientes datos cuantitativos:
9
de las épocas estudiadas. Invitan a una mirada compleja del acontecimiento
histórico denotado y connotado, adaptadas para delimitar mediante diversos
procesos analógicos y metafóricos, el orden lógico-simbólico interno de la
historicidad de los acontecimientos en las épocas señaladas en el orden
metodológico de esta investigación.
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Se aporta un modelo de análisis metodológico para documentar los
componentes de complejidad de la imagen y el orden implicado en su
modelado.
A finales del siglo XIX y mediados del XX, el debate nacional entre
católicos y liberales por la formación de una cultura nacional, las imágenes
jugaron un papel importante, tanto en el plano conceptual como social. Al
incluir imágenes en los libros escolares de Historia Patria, los liberales del siglo
XIX obtuvieron resultados importantes en la vida escolar y social, al utilizarlas
como expresión política de dominio, desarrollo y expansión del pensamiento
liberal en el ámbito histórico, político y social.
De este modo, una nueva imagen viene a materializar otra era, otro
escenario del drama nacional: muestra los pasos y su continuidad de la
empresa colectiva de edificar una nueva nación. Entonces, las imágenes sobre
11
la historia patria mostradas en los libros escolares se instituyen como el
espectáculo que el poder propone como modelo de país, como su obra en
acción y como acto de sí mismo.
12
escolares, hacer de la Historia Patria su espectáculo, en donde éste es el autor
y actor a la vez.
Sin embargo, existe una enorme distancia entre los que piensan que las
imágenes tienen una naturaleza esencial de aquellos para los cuales cualquier
“naturaleza” es más un deseo, o el resultado una cierta historia de los modos
de conceptualizarlas.
13
Desde otra perspectiva teórica, la imagen no es un texto, argumenta
Melot (2005). “Para leer una imagen como un texto, como un discurso, se debe
tener presente que la imagen “no es ni un concepto ni una combinación de
ideas sucesivas. Ella no habla. No tiene ninguna gramática, la esencia de lo
que expresa es irreductible al lenguaje. Las palabras deben ser tratadas por
las palabras y dejar la imagen en la imagen.” (p. 361).
14
Capítulo 1. El objeto de investigación y el
planteamiento del problema
Todo trabajo de indagación permite apreciar el modo de pensar de los
investigadores, puesto que al asumir ciertas reflexionemos se está definiendo
realmente, en eso que denominamos realidad de un determinado objeto de
investigación.
15
Un peligro que trae consigo la no problematización de la investigación
es, por ejemplo, que la metodología cualitativa sea considerada una instancia
del diseño de investigación, y no un cambio sustancial en la construcción del
objeto y en la concepción de realidad.
16
problemas en la ciencia contemporánea y con ello abrir nuevas perspectivas a
la tesis de la “complejidad", la cual, Paul Valéry había definido como “una
inteligible imprevisibilidad esencial”. (MULTIVERSIDAD “MUNDO REAL”,
EDGAR MORIN, Glosario de la Complejidad, s/a, p. 11)
Los LEs, fueron escritos por diversos autores, publicados por distintas
casas editoriales, los cuales recibieron su respectiva aprobación por parte de
las autoridades educativas de la época, para circular como fuente de
enseñanza de la Historia Patria. Estos no eran gratuitos ni obligatorios.
17
historia conceptual y social, denotada y connotada en los libros escolares
durante el periodo de investigación.
18
Por ello, los objetivos de la investigación pueden definirse en grados
sucesivos de análisis para enterar del objeto de investigación. Así, cada
definición delimitará cada uno de los nodos de la complejidad concretados en
el trazado de una “hipérbola equilátera”, los cuales se aproximan a los ejes
cuanto se quiera, pero sin tocarlos nunca; es decir, la hipérbola y los ejes son
tangentes a una de las múltiples posibilidades de investigación del objeto de
estudio.
19
Esto permite probar que, los objetivos definidos en los dos niveles de esta
investigación –generales y particulares– pueden ser abordados desde las
siguientes posibilidades:
20
educación primaria, durante el período 1890-1959 como fuentes
documentales de primer orden, privilegiando el estudio de las imágenes
y su distinción conceptual y social.
2. Documentar las imágenes presentes en los libros escolares de Historia
Patria desde la perspectiva epistémica de la complejidad, la
hermenéutica de segundo orden, y la histórica hermenéutica,
apoyándose para ello, en una metodología de investigación
transdisciplinaria.
3. Formular la propuesta metodológica de investigación en torno a las
imágenes que denotan y connotan distintos momentos de historicidad,
basada en los principios de complejidad postulados por Edgar Morin, en
la historia conceptual y social expuesta por Reinhart Koselleck y la
hermenéutica de la imagen, con el objeto de documentar el orden
implicado y su significación simbólica como tiempo histórico
representado en la enseñanza de la Historia Patria.
21
con relación a la Historia Patria que se enseñó en la educación primaria
durante el periodo estudiado?
22
intencionadamente a construir simbólicamente la identidad histórica de la
nación durante los siglos XIX y XX.
23
Capítulo 2. Marco teórico, epistemológico y
metodológico de la investigación
En este capítulo expresaré –al menos desde una primera aproximación– cuál
es mi punto de vista sobre el papel de la teoría para este proyecto de
investigación, sabiendo de las dificultades y complejidades del tema.
25
⎯ Fuentes secundarias. Están conformadas por publicaciones en libros,
artículos, investigaciones, tesis, reportes de investigación de
asociaciones, sitios de Internet en tres áreas de conocimiento en
particular: saberes sobre el pensamiento complejo y la
transdisciplinariedad; la teoría de la Historia y en particular lo referente
a la historia conceptual y social planteada por Reinhart Koselleck, y, por
último, sobre los estudios acerca de la teoría de la imagen.
27
explicaciones diversas y complejas– que operan a distintos niveles de
abstracción para explicar un amplio rango de fenómenos, con el propósito de
destacar los aportes de algunas de sus orientaciones –como son los casos del
empirismo, el pragmatismo, el positivismo, el marxismo contemporáneo, entre
otras–, inciden en los enfoques de investigación, las cuales conducen a
nuevas teorizaciones más que a la conformación de una teoría por sí misma.
28
denotan y connotan un momento determinado de historicidad, de acuerdo con
lo que expresan las imágenes seleccionadas dentro del universo de libros
escolares para la enseñanza de la Historia Patria 1890-1959, las cuales son
hermenéuticamente interpretadas en el anacronismo y la subjetividad de la
mirada del investigador.
29
El observador no es un supuesto ontológico a priori. El observador aparece
en la distinción del observar al hacer la pregunta por el observador y el
observar. El observador es lo que queremos explicar y el observar es el
instrumento con que queremos explicarlo. Esto no es una contradicción lógica
porque la explicación y lo explicado pertenecen a distintos dominios. Lo
explicado es el resultado del proceso que se propone como explicación y,
como tal, ocurre en un dominio diferente, disjunto con respecto al dominio en
que ocurre el proceso que le da origen. La relación entre lo explicado y la
explicación no es una relación en el ámbito de la lógica deductiva, sino que es
una relación generativa. […]
Lo que explicamos es nuestra experiencia, y explicamos nuestra experiencia
con las coherencias de nuestra experiencia, y al explicar nuestras
experiencias cambia nuestra experiencia. Esto es lo peculiar de nuestra
existencia humana como seres que existen en el lenguaje, y es al mismo
tiempo que nuestra condición de comprensión de nuestra existencia, la fuente
de nuestra libertad. (Maturana, 2011, pp. 9-11).
Para Maturana (2011) “los seres humanos, operamos como observadores,
esto es, hacemos distinciones en el lenguaje”. […] Cualquier cosa que nos
pase, nos pasa como una experiencia que vivimos […] sin embargo […]
usualmente no nos damos cuenta de esto porque colapsamos la experiencia
con la explicación de la experiencia, quedándonos sólo con la explicación de
la experiencia”. (pp. 17-18).
[…] sus explicaciones son válidas por su referencia a entidades que él o ella
asume que existen independientemente de lo que él o ella hacen. Materia,
energía, Dios, naturaleza, mente, conciencia…, pueden ser tales entidades, y
puede haber allí tantas diferentes clases de ontología trascendentales como
diferentes tipos de entidades que uno mismo o diferentes observadores
30
pueden asumir que existe independientemente de lo que él o ella hace y a fin
de validar sus explicaciones.
Debido a esto, para un observador en un dominio ontológico trascendental
particular, cualquier afirmación que no pertenezca a él, o que no sea sostenida
por él, es intrínsecamente falsa. (Maturana, 2011, p. 27).
En otro sentido, un observador que se sitúa (Maturana, 2011) “[…] en el
dominio de ontologías constitutivas sostiene que lo que valida sus
explicaciones como reformulación es de su praxis del vivir con elementos de
su praxis del vivir, es la actual coherencia operacional que los constituye en su
praxis del vivir, independientemente del criterio de aceptación usado.” (p. 28).
31
Pero, como esta tesis surge en el dominio explicativo de la complejidad
y la transdisciplina, sus criterios de validación, las afirmaciones y las
explicaciones planteadas en este contexto, sólo pueden ser validadas en el
dominio de una comunidad de observadores científicos, estos, a su vez,
pueden reemplazar o validar el proceso de investigación mediante el cual se
pretende generar una explicación científica del objeto de investigación.
Figura 2.1. Diagrama ontológico propuesto por H. Maturana, (Maturana, 2011, p. 28).
32
Desde esta perspectiva, la epistemología se ubica en la distinción de
cómo conocen los que conocen, es decir, la epistemología da cuenta de las
propiedades del observar intencionadamente desde una perspectiva teórica y
metodológica en el acto de conocer, aquello que se conoce y documentar
aquello que se quiere explicar sobre las propiedades del objeto a conocer.
33
constitutivo. Ésta representa el dominio explicativo para dar cuenta del "juego”
del observador, que se juega en un domino explicativo, determinado en ciertos
lenguajes marcados por la teoría y el método, para "crear” epistémicamente
una explicación posible, sobre los cimientos de universos simbólicos sujetos
al lenguaje de un mundo cultural, social e histórico, desde donde observa
como sujeto de la investigación y se observa recursivamente.
34
través de las coherencias operacionales de su praxis del vivir, y todo lo que un
observador dice, pertenece a uno de ellos.” (pp. 28-29).
35
teórico-metodológicas sobre su objeto de estudio, documenta una
explicación en un determinado dominio del lenguaje científico, como
plano dialógico.
36
2. El papel epistemológico de la teoría. En su sentido epistemológico,
la teoría puede ejercer una acción recursiva sobre los dominios
explicativos del observador. En este sentido la teoría distingue
recursivamente lo que se formula como dominio explicativo sobre el
quehacer investigativo del observador, posibilitando nuevas
distinciones conceptuales sobre el objeto de estudio, y a la vez,
muestra nuevas distinciones explicativas en otras realidades del
multiverso del observador, que, luego determinan y pautan nuevos
accesos epistemológicos desde el domino teórico explicativo
inicialmente seleccionado. Esta operación epistémica de la teoría en
el dominio de la ontología constitutiva del observador, representan
las nuevas distinciones explicativas de la realidad del observador. El
sentido teórico de la teoría es una operación por medio de la cual se
transforman, modifican, reorganizan, reordenan, los dominios
explicativos del observador sobre las entidades físicas observadas
o sus representaciones simbólicas, distinguidas teórica y
epistémicamente por el observador.
37
del observador y el oikos (los otros), representan los dominios
explicativos de la comunidad de observadores científicos, quienes
con sus distinciones pueden redefinir el acceso teórico-
metodológico en dominios explicativos diferentes sobre el
conocimiento metodológico del objeto de investigación.
38
observador, de otro fenómeno, así como de las operaciones que el
observador debe hacer en su praxis del vivir para experimentarlo.
d) La experimentación el observador de aquellos fenómenos adicionales
deducidos en (c), en la medida de que él o ella ejecuta en su praxis del
vivir aquellas operaciones que, de acuerdo con lo que han sido también
deducidas en (c), serían generadas en ella cuando él o ella las realiza.
(Maturana, 2011:31-32).
Cuando estas cuatro condiciones han sido satisfechas en la praxis del vivir del
observador, y sólo entonces, el mecanismo propuesto en (b) como un
mecanismo generativo que producen, como una consecuencia de su operar,
el fenómeno especificado en (a), se convierte en una explicación científica de
aquel fenómeno para el observador. Más aún, el mecanismo generativo
propuesto en (b), permanece para el observador como explicación científica
del fenómeno especificado en (a), solamente mientras todos los fenómenos
deducidos en (c) serán experimentados por él o ella, de acuerdo con las
indicaciones también deducidas en (c).” (Maturana, 2011, pp. 31-32)
Todas estas nociones tienen que ver con una epistemología del observador –
operador en este caso del proyecto de investigación–, el cual genera las
distinciones teórico-metodológicas que configuran un nuevo orden epistémico
en un dominio explicativo determinado; o fracasa en generarlas, siendo el
desorden teórico-conceptual y epistémico-metodológico la manifestación de
dicho fracaso; o genera un nuevo dominio explicativo al comparar diferentes
distinciones teórico-conceptuales y epistémico-metodológicas que permiten
desanudar la complejidad del objeto de investigación.
39
simbólico, es el espacio de las experiencias en los dominios explicativos cuya
existencia depende de lo que el observador hace en un contexto de las
múltiples realidades que construye como experiencia explicativa sobre lo que
ahí sucede, como resultante de una elección teórico-conceptual en un
determinado dominio explicativo.
A cada una de esas partes se les denomina hilo y cada uno de ellos
define un camino de ejecución interdependiente. Se puede ver a la
programación multihilo como una forma especializada de multitarea (Lewis &
Berg, 1999). En esta investigación trabajaré tres hilos metodológicos
fundamentales:
40
⎯ Una metodología transdisciplinaria que permita construir matrices de
significación compleja.
41
Figura 2.2. Diagrama para representar la propuesta teórico-metodológica de
investigación transdisciplinaria, basada en una lógica “multihilos”. Autor: Jesús Heras
Ramírez.
43
epistemológica y metodológica, y sus implicaciones propositivas como dominio
explicativo para darle validez a la investigación.
44
La importancia de esta una nueva visión de la realidad tiene profundas
implicaciones sociales en la manera como pensamos el mundo, de cómo se
construye el saber científico y cómo investigamos para acceder a su posible
transformación.
45
implicados en el estudio de la imagen, sus múltiples dimensiones implicadas
en su universo simbólico.
Para Morin:
46
política. La Ontología de Occidente se funda entidades cerradas, como es la
sustancia, la identidad, la causalidad (lineal), el sujeto, el objeto. Esas
entidades no se comunican entre ellas, su oposición provocó la repulsión o la
cancelación de un concepto por el otro (como sujeto/objeto); la «realidad»
podía entonces ser englobada mediante ideas claras y distintas. (Morin, 2005,
p. 73).
Su desacuerdo teórico con respecto a la metodología científica reduccionista
y cuantitativa, Morin fundamenta con claridad y ubica la naturaleza del
problema en el siguiente contexto:
Sin embargo, ante este panorama que domina en el campo de las ciencias
disciplinarias, Morin, plantea un posible cambio radical de paradigma mediante
las siguientes explicaciones:
48
“[…] concierne a la complejidad de la organización viviente, a la complejidad
de la organización cerebral y a la complejidad socioantropológica.” (p. 113).
49
Debo aclarar por qué he preferido utilizar el término “fases” en lugar de
“etapas” en el proyecto de investigación. El término “etapas” me parece una
concepción muy mecanicista, como si se tratara de estaciones en un cierto
camino lineal. A riesgo de estar equivocado, es pertinente introducir el término
de “fase”, el cual permite pensar los diversos momentos de la investigación de
una manera más rica y compleja.
Podemos decir que aquello que es complejo recupera, por una parte, al mundo
empírico, la incertidumbre, la incapacidad de lograr la certeza, de formular una
ley, de concebir un orden absoluto. Y recupera, por otra parte, algo relacionado
con la lógica, es decir, con la incapacidad de evitar contradicciones. […]
Por eso es por lo que la complejidad es diferente de la completud. Creemos,
a menudo, que los que enarbolan la complejidad pretenden tener visiones
completas de las cosas. ¿Por qué lo pensarían así? Es verdad que pensamos
que no podemos aislar los objetos unos de otros. En última instancia, todo es
solidario. Si tenemos sentido de la complejidad, tenemos sentido de la
solidaridad. Más aún, tenemos sentido del carácter multidimensional de toda
realidad. (Morin, 2005, 91-92).
Del mismo modo, no hay que confundir complejidad y complicación. La
complicación, que es el entrelazamiento extremo de las inter-retroacciones, es
un aspecto, uno de los elementos de la complejidad. […]
Complejidad y complicación no son datos antinómicos, ni se reducen el uno al
otro. La complicación es uno de los constituyentes de la complejidad. (Morin,
2005, p. 93).
51
Desde la fundación del viejo topos, la «expresión historia magistra vitae»2 fue
acuñada por Cicerón apoyándose en ejemplos helenísticos. 3 Hobbes recoge
esta milenaria idea de la historia como “maestra de la vida”, cuando en su
traducción de la obra de Tucídides afirma: “La tarea principal y propia de la
historia es instruir y capacitar a los hombres, mediante el conocimiento de
acciones del pasado, a conducirse prudentemente en el presente y con
previsión hacia el futuro.”. (Hobbes citado en: Strauss, 2006, p. 118).
2
“Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis
qua voce alia, nisi oratoris, inmortalitati commendatur?”. (La historia es de hecho el
testimonio de los tiempos, la luz de la verdad, la vida de la memoria, maestra de la vida,
el mensajero de la antigüedad, ¿por cuál otra voz, sino por la del orador, es recocida su
inmortalidad?). Cicerón, citado en: Reinhart Koselleck, Futuro pasado. Para una semántica
de los tiempos pasados, Barcelona, Paidós, 1993, p. 43. En negritas traducción de Jesús
Heras.
3
Polibio, citado en: Koselleck, Futuro pasado… óp. cit., p. 43.
52
naturaleza del saber histórico a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX,
vació de contenido la fusión del informe ejemplar con la narración de lo
sucedido (la Historia Magistra Vitae y la Historie) provocando una crisis
paradigmática importante en el antiguo topos, cuyo giro conceptual operó en
favor de la historia como Geschichte.
53
sentido, es decir, como un plan trazado que fluye en la modelación de un
proyecto humano que se revela en su historicidad.
54
Es decir, Como complejo proceso hermenéutico de recuperación de un
espacio de experiencias y su horizonte de expectativas gestados en el
acontecer de la historia efectiva del sujeto.
55
tanto, al abordar el análisis e interpretación de las fuentes seleccionadas como
objeto de investigación, no hay nada evidente, por lo cual, es pertinente
cuestionarse y reflexionar sobre los propios límites teóricos, epistemológicos
metodológicos de la interpretación puesta en juego por el investigador. La
Geschichte puede depender del archivo como lugar privilegiado para el
análisis e interpretación del acontecimiento, pero la Histórica no está anclada
en esta condición, ni epistémica ni metodológicamente.
56
historicidad de las imágenes, expuestas en los libros escolares seleccionados
como fuentes de investigación, fundamentando teóricamente, cómo el curso
de la historia que se enseña descansa sobre el hecho de que, el campo de
experiencias y el horizonte de expectativas que comunican, son
potencialmente repetibles, no sólo por su reelaboración narrativa, sino
también, por la historia conceptual y social que las posibilitan, como acto
formativo que otorga identidad a los sujetos que las recrean.
57
La lógica de investigación histórica implicada. Este análisis de
indicadores denotativos y connotativos se seguirá a lo largo de todas las
fuentes de investigación seleccionadas, a partir de cómo se expresa la fuerza
de los actos de significación, enmarcados en algunas de las imágenes
expuestas en los textos.
58
En este punto, expongo cuáles son los componentes –ver figura 2.3–
desde los cuales abordaré el análisis e interpretación de los textos
seleccionados como fuentes de investigación.
Estos son:
Los tres niveles de análisis temporal que propone Braudel son: primero, el
tiempo largo, con referencia a una historia de duración muy prolongada,
atenta al curso de las civilizaciones o de las sociedades. Segundo, el tiempo
medio, el cual corresponde al estudio del tiempo característico de la historia
económica y social, que comprende la evolución de la economía, los cambios
y transformaciones de los grupos sociales, el tiempo histórico de algunas
generaciones. Por último, el tiempo corto, como “medida” histórica de los
individuos, de la vida cotidiana, de nuestras perspectivas y de nuestra toma de
59
conciencia; el tiempo rápido, el de la noticia y del periodista; el de la política o
de los hechos singulares. (Braudel, 1974: pp. 64-65).
Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, la mayoría de los libros
escolares destinados a la enseñanza en la Educación Primaria, utilizan
imágenes para pautar la historia que narran; pero desafortunadamente, existe
una tradición de investigación en orientar la atención en el contenido escrito
de los libros escolares y rara vez se ha dedicado tiempo de indagación a la
exploración de las imágenes expuestas en ellos.
60
En los últimos años, como respuesta a lo que se ha descrito por algunos
historiadores como "historia visual", se ha prestado atención al estudio e
investigación de las imágenes.
Por ello, en la presente tesis, se parte del supuesto de que las imágenes
que se presentan en muchos libros escolares destinados a la enseñanza de la
historia patria en la educación primaria se pueden considerar como referente
de investigación del pasado, como documentos y archivos históricos, a
diferencia de ciertas concepciones que ven las imágenes sólo como
ilustraciones de la historia escrita, en lugar de abordarlas como fuentes de
investigación historiográfica.
Por ello, Burke (2001) señala que es “[…] preciso utilizar las imágenes
con cuidado, incluso con tino −lo mismo que cualquier tipo de fuente− para
darse cuenta de su fragilidad.” (pp. 14-15)
62
en sus tres dimensiones: antropocéntrica, antropológica y antropomórfica,
dentro de un dominio explicativo de lenguaje pautado por un contexto histórico,
social y cultural determinado.
Por muy diferentes que puedan ser sus componentes individuales –los
que pueden ser leídos en una matriz de significación– la imagen tiene una
identidad común en la significación de su historicidad, la cual constituye su
propia originalidad y adquiere correlativamente su identidad en un contexto
conceptual y social, para una cultura histórica específica.
63
La imagen, y su matriz de significación, constituye la organización
recursiva de sus diferencias y como tal, representa una relación escópica
complementaria entre sus diferentes y diversas partes, así como entre las
partes y el todo.
64
momento de significaciones pueda ser hegemónico sobre las partes y el todo,
lo que contribuye a complejizar el universo simbólico que conforma la imagen.
65
conservadora y transformadora; imaginaria y real del pasado histórico
significado.
Por ello, toda imagen se presenta ante el tiempo (Didi Huberman, 2005)
mientras tanto, su universo simbólico de significación permanezca fijo en sus
66
formas y dentro del texto que la connota como tiempo abierto y/o como tiempo
cerrado, por la significación simbólica denotada en la imagen.
67
La primera es desde la categoría tipo ideal planteado por Max Weber, quien al
respecto argumenta:
68
problema del sentido, desde una perspectiva, que, cuando menos, toma
distancia sobre la postura del estructuralismo semiótico de corte positivista.
69
Con el concepto “dialógico” quiero expresar que, en este proceso de
análisis e interpretación de las imágenes se articulan al menos dos lógicas: la
lógica de los autores de los libros escolares y su narrativa textual sobre el
pasado y la lógica del investigador, la lectura desde el presente de la narrativa
del pasado. Por tanto, la perspectiva hermenéutica y la histórica postulada por
Koselleck, me posibilitarán epistémica y metodológicamente construir una
posible interpretación conceptual y social de las imágenes objeto de
investigación.
70
postulados, para llegar a la definición del principio que gobierna el objeto
estudiado.
71
En este sentido, la teoría y el método de interpretación de Panofsky, usados
tradicionalmente para el estudio de las imágenes, puede superarse desde el
planteamiento formulado por Lizarazo (2004) en los siguientes términos:
72
Para Joly (2009), el estudio histórico-crítico de las imágenes fijas “[…]
debería permitirnos comprender mejor ciertos aspectos de las imágenes y de
los implícitos que la acompañan, no sólo en relación con la imagen en sí, sino
también en relación con el lenguaje, al que a menudo fácilmente la ponemos.”
(p. 14).
73
2.7.2. Diseño de las unidades de análisis cuantitativo
74
2.7.3. Diseño de las unidades de análisis de la plástica de la imagen
75
prestar a confusiones. El conector lógico “o” – or –, puede tener
metodológicamente dos posibles interpretaciones: en la conexión lógica
inclusiva A o B, se interpreta, A o B, o inclusive ambas; en la conexión lógica
exclusiva A o B, se interpreta A o B, pero no ambas. Por ello, para evitar
posibles confusiones metodológicas en la interpretación de los componentes
plásticos de la imagen, decidí sustituir el conector lógico “o”, por [y], de tal
manera que la interpretación metodológica es A y B. Para analizar la plástica
de la imagen, metodológicamente, es como se muestra en la figura 2.6.
76
De los signos plásticos no específicos
− Jerarquiza la visión.
− Acentúa el relieve y profundiza las sombras.
− Intensifica los colores y los valores en su trayecto.
− “Sensualiza” la representación, hacen vibrar las diversas texturas y, más allá
de la vista, llama al tacto.
− “Temporaliza” la representación la que se situará una mañana, una noche o
una tarde, efecto que, una vez más, influirá sobre nuestra lectura y sobre
nuestra interpretación. (Joly, 2009, p. 123)
La forma. Define los elementos plásticos que están dentro del marco y
pueden ser: morfológicos, –puntos, líneas, planos, textura y color–; formales –
volumen y perspectiva; materiales, cuando el punto pasa de ser forma a ser
fondo.
77
líneas curvas con la suavidad o con la feminidad, la líneas rectas con la
virilidad, las oblicuas ascendientes hacia la derecha con el dinamismo, las
oblicuas descendientes hacia la izquierda con la caída, las formas cerradas o
abiertas con impresiones de encierro, confort o evasión, las líneas cortadas y
los ángulos agudos con la agresividad, las formas triangulares o piramidales
con el establecimiento o con el equilibrio, etcétera. (Joly, 2009, pp.124-125).
En el análisis de la plástica de la imagen seguiré estos principios organizativos
de la forma, desde luego, teniendo presente que, un principio organizativo no
constituye la única interpretación posible, sino que puede primar uno sobre
otro.
En este sentido, las funciones del plano espacial para el análisis de las
imágenes serán las siguientes: como creador de profundidad; como expresión
de tamaño; como delimitador de las formas y por convertir un plano no pintado
en imagen.
4
Pregnancia. 1. f. Cualidad de las formas visuales que captan la atención del observador por
la simplicidad, equilibrio o estabilidad de su estructura. Obtenido del Diccionario de la Lengua
Española, Real Academia de la Lengua en línea. Recuperado de: http://lema.rae.es/drae/
78
La textura. Para Joly (2009), es “[…] una propiedad de superficie, como
el color, y puede describirse a partir de sus cualidades «rítmicas» (la repetición
de microelementos) o, más «sensuales», de «erizamiento», de «blandura», de
«viscosidad», etc.” (p. 125).
79
marco de la imagen, en efecto, fue considerado durante mucho tiempo, según
la famosa definición de Meyer Shapiro, un «Cerco regular que aísla el campo
de la representación de la superficie circundante». (Joly, 2009, p.127)
El marco es la weltanschauung en términos de Panofsky, es el mundo del
productor de la imagen y es el espacio destinado a su espectador. A menudo,
rectangular. Para Joly (2009), “representa un límite, una frontera física que
delimita y separa dos espacios distintos que son el espacio representado (en
el interior del marco) y el espacio de la exposición o de la demostración (en el
exterior del marco el fuera de cuadro).” (p. 127).
80
La anamorfosis o la “analogía en broma” resultan siempre en un discurso
secreto. (Joly, 2009, p. 136).
Joly (2009) argumenta al respecto: “[…] Lo que no se dice abiertamente, se
dice anamorfóticamente: escenas eróticas, escatológicas, esotéricas,
metáforas filosóficas, parábolas religiosas […]” (p. 136).
Pose del modelo. La pose del modelo remite al signo icónico, y la significación
que producen estos. Al respecto, Joly (2009) sostiene:
[…] nos remitirá a nuestra experiencia, nos llevará a interpretar estos signos
como los signos socioculturales mismos: código de los objetos, código de la
vestimenta, de los lugares, etcétera. El mismo fenómeno se producirá con la
significación de aquello que llamamos proxémica (la gestión del espacio) o de
la gestualidad o de la kinética (interpretación de los movimientos, sugeridos
en la imagen fija) […] (Joly, 2009, p. 138).
No existe una definición de “proxémica” en el Diccionario de la Real Academia
Española, sin embargo, el concepto fue introducido por el antropólogo
Hall (1969) fue para referir las distancias conmensurables entre las personas
cuando interactúan entre sí. En su obra The Hidden Dimension (1969) narra
cuáles son las dimensiones subjetivas que denotan las distancias físicas que
mantienen las personas al relacionarse entre sí, de acuerdo con ciertas reglas
culturales muy sutiles. En ciertas culturas las personas imponen determinadas
distancias entre ellos al interactuar socialmente, lo que se instituye como el
"territorio" de cada persona. Hall, introdujo el estudio de la proxémica para
demostrar cómo el uso del espacio por parte del hombre puede afectar las
relaciones personales y comerciales, las interacciones interculturales, la
arquitectura y la planificación urbana, entre otras.
Una vez terminada esta parte del proceso, las imágenes filtradas
plásticamente, se obtiene un primer acercamiento hermenéutico a éstas,
mediante la formulación de un modelo de intención, con el cual serán tratadas
inicialmente en las unidades de análisis hermenéutico.
82
análisis en los siguientes planos de complejidad de la histórica conceptual y
social:
83
Hermenéuticamente, la imagen también marca una dirección de lectura
y, por lo tanto, una forma de comprender el tiempo y el espacio, por tanto,
definen una secuencia histórica.
Una vez que se han cubierto estos “prerrequisitos”, se tamizan las imágenes
en la matriz de significación propuesta, la cual está definida por cuatro ejes
ordenadores de sentido y seis ejes problematizadores interpretativos.
84
⎯ La imagen como re-producción del orden histórico convencional. La
imagen sustituye a la realidad sin reflejar ninguna de sus características
visuales.
Cuando una imagen se le atribuye una expresión conceptual, la característica
más notable es la existencia de un referente figurativo y otro de sentido,
entonces, la imagen re-crea el acontecimiento histórico.
85
complejidad? ¿Cómo abordar la problemática del método en el quehacer
científico? ¿Seguimos atrapados en las ideas fundamentales de la lógica del
método? es decir ¿en la lógica que conduce al conocimiento intencional y
programado que garantice la validez de la evidencia de su contenido, como
verdadero, como certeza, sin sombra de duda?
Desde luego, estas no son las únicas preguntas –tal vez ni las más
pertinentes- que surgen al momento de la investigación. En lo personal
visualizo tres posibles alternativas para salir de la “trampa lógica” en que se
encuentra ceñido el problema metodológico:
86
1. El método como Argumentum Patens, entendido como pathos. El
método utilizado como argumento de persuasión retórica que
conmueve e impresiona por su patente epistemológica. Por la lógica
metodológica empleada en su praxis investigativa, se producen
resultados insatisfactorios, primordialmente en función de la aplicación
de ciertos instrumentos metodológicos al objeto de estudio, sin
distinguir la especificidad entre lo que se decide llamar causas y lo que
por lo común se consideran efectos, como lo postula Devereux (1983).
2. El método como Argumentum Domus, entendido como ethos. El
método utilizado como argumento de persuasión paradigmática y como
fundamento de la praxis investigativa, se distingue de acuerdo con el
perfil epistemológico que adopta el modelo que lo engendra. La lógica
metodológica conduce a una praxis de investigación tipo Procustes, Es
decir, prácticas de deformación investigativa por defecto paradigmático,
de acuerdo con la definición de las prácticas empleadas por Procustes
(el estirador), bandido de la región de Ática, según la mitología griega.
También se le identificaba con los nombres de Damastes (el
avasallador o el controlador) o Polipemón (el que causa muchos daños).
Se identifica a la cama o lecho de Procustes como el arbitrario
metodológico que busca forzar las evidencias y la lógica de
investigación para ajustarlas a su fuente paradigmática y con ello
“fortalecer” su corpus teórico-epistemológico.
3. El método como Argumentum Complexŭs palabra en latín que
significa (Álvarez, 2009: 152) “abrazo, rodeo // brazos // atadura //
choque // combate, armorum, combate cuerpo a cuerpo // extensión //
conexión, encadenamiento, sermonis, de palabras // lazo afectuoso,
amor, relación. Por ello asumo que "complexŭs" significaría tejido en
común, refiriéndose a algo que incluye múltiples y diversos
componentes mutuamente entretejidos. Argumentum complexŭs
entendido como logos, es decir, como lo distingue Morin (2009), una
dialógica de pensamiento ante todo relacionada −religada o doblemente
87
ligada por la dialógica como fundamento epistemológico−, entrelazada
o entretejida, cuyo significado es el más cercano al término complexus.
Esto −desde mi punto de vista− corresponde a decir que lo método-
lógico como Argumentum Complexŭs representa una ruptura
paradigmática con respecto a las dos perspectivas tradicionales de la
postura metodológica, las cuales dividen el campo del conocimiento en
espacios disciplinarios fragmentarios, aislando los objetos de
investigación de su contexto, para suprimir u ocultar su complejidad al
conocer. En cuanto al Argumentum Complexŭs, como proceso
metodológico se plantea reinsertar el objeto de conocimiento en el
contexto de la complejidad a la cual pertenece. Esto posibilitaría
rescatar la lógica del método del reduccionismo lineal e instrumentalista
a que está subordinada por el metaparadigma Socrático-Platónico-
Aristotélico-Newtoniano-Cartesiano. Permitiría sustraer al método de
sus superficialidad y fragilidad estructural como estrategia de
conocimiento científico.
88
investigación, que recupera la emergencia de los sistemas estudiados,
construyendo o deconstuyendo un discurso con sentido y significado al
devenir de los cambios auto-eco-organizados, entretejidos por la
complejidad del contexto del objeto de investigación y la racionalidad y
el imaginario de sus investigadores (principio dialógico).
89
Capítulo 3. Los libros escolares como objeto de
investigación historiográfica
El concepto libros escolares, es una condición nodal del análisis en esta
investigación, la cual, se trabajará en un primer momento como un espacio de
prácticas significantes, donde los sujetos escolares se apropiaron de diversos
saberes y conocimientos sobre las diferentes épocas de la Historia Patria
enseñada en la educación primaria en México.
Pero ¿qué se entiende por libro escolar? Con tal denominación se habrá
alusión a todos aquellos libros destinados a la enseñanza –en este caso de la
Historia Patria–, que, refiriéndose a un programa preciso, presentaron a los
maestros y estudiantes de la escuela primaria entre 1890 y 1959, el contenido
curricular según su progresión manifiestamente definido, bajo la forma de
90
lecciones o secuencias didácticas, especificadas en los planes y programas
de estudio para tres tipos distintos de escuelas: la Nueva Escuela Porfirista y
la Escuela de la Transición de la Revolución Mexicana, 1890-1933; la Escuela
Socialista, 1934-1945; y la Escuela del Amor y de la Unidad Nacional, 1946-
1959.
91
conjunto de investigaciones y publicaciones, con el objetivo fundamental de
explotar y difundir las bases de datos creadas con tal propósito.
92
− Historia del currículo escolar.
− El nacionalismo en América Latina a través de los textos escolares.
− Los géneros didácticos en los manuales escolares.
− Currículum oculto y currículum manifiesto.
− Los libros escolares de iniciación a la lectura y a la escritura.
− Los manuales de urbanidad en el siglo XIX y primer tercio del XX.
− Los manuales de retórica y de literatura en la enseñanza secundaria
− La educación cívica y la enseñanza del derecho elemental en los
manuales escolares.
− Textos y materiales en la educación de las personas adultas.
− Las ilustraciones en los manuales escolares. (Tiana, 2012, p. 142).
Durante los últimos años del siglo XX, se han publicado numerosos trabajos
sobre el valor pedagógico de la imagen en los libros de texto. El análisis
temático de ellos revela diferentes formas de considerar su potencial
educativo. Desde el punto de vista didáctico, los aportes y orientaciones de la
93
psicología cognitiva, tres contenidos adquieren especial relevancia en su
análisis:
94
axiomática preocupación por la identificación de las funciones educativas que
podrían cumplir las imágenes e ilustraciones en los contextos escolares.
− Función de atención;
− función explicativa, y,
− función retentiva.
De acuerdo con estos autores, las imágenes pueden servir para ayudar a
conseguir que los estudiantes mejoren su atención hacia una determinada
tarea, para ayudar a explicar el contenido o para ayudar a recordar o retener
lo que ha sido enseñado.
Cuadro 3.1. Funciones de la imagen en los libros de texto. Fuente: (Levie y Lentz,
1982, p. 216).
96
históricamente, con el propósito de analizar la complejidad de su
representación como densidad significante de identidad histórica, en
tanto condición simbólica significante que más adelante definiré
como imagen tipo-lógica, articulada en la matriz de significación de
identidad nacional.
97
mexicana, como instrumento político de legitimación del Estado
Mexicano. Es pertinente tener presente las diferencias de método
y contenido que pueden separar esta investigación de la efectuada
por los historiadores del arte y de los estudiosos de la producción
visual. El interés investigativo en esta tesis doctoral se propone dar
cuenta del sentido y significado simbólico del montaje conceptual
y social, que aportan las imágenes expuestas en estos libros
escolares, con relación a la complejidad de su núcleo iconográfico
articulador de sentido y significado del tiempo y el espacio
histórico, como resultado del interés político del Estado Mexicano
por controlar los planes de estudio y los contenidos de los libros
escolares autorizados oficialmente para la enseñanza de la
Historia Patria, durante el periodo 1890-1959. Desde esta
dimensión de legitimidad política del Estado Mexicano, se
indagará la compleja significación visual que denota la imagen en
los libros escolares y comprender lo que convierte a éstas en un
referente simbólico de identidad histórica, para que pueda ser
considerada como referente significativo de un determinado
momento histórico.
⎯ La imagen como re-producción simbólica del orden social y
conceptual histórico enseñado. En los libros escolares se
diseñaron diferentes imágenes para denotar históricamente
conceptos de procesos sociales, de personajes, de lugares o de
diferentes objetos que expresan identidad con relación al pasado
de nuestro país. ¿Cuáles son los alcances y posibilidades que
tienen las imágenes expuestas en el libro escolar para significar
simbólicamente la comprensión conceptual y social de la historia
narrada en el texto? Al modelar el orden implicado en su
significación simbólica, se puede apreciar la complejidad de su
valor como referente de historicidad con relación a la historia que
se enseñó y distinguir la configuración simbólica del evento
98
histórico denotado. Aquí, es pertinente tener presente los límites
interpretativos, tanto metodológica como epistemológicamente,
para no establecer criterios deterministas de interpretación
reduccionista de las imágenes, pues tampoco se plantea realizar
un inventario exhaustivo de catalogación de las imágenes
escolares, ya que, en determinados momentos de la investigación,
tal vez sólo se puedan obtener segmentos, trozos, parcialidades
del universo simbólico histórico representado. Se tiene que cuidar
metodológicamente la selección de las imágenes de acuerdo con
el tiempo histórico que se proponen representar. Epistémicamente
se tiene que respetar su multiplicidad de significados simbólicos
posibles, su heterogeneidad denotativa y connotativa con relación
a la narrativa en el texto, para otorgar validez metodológica a la
matriz de significación como propuesta de evidencia de
interpretación. Se trata de ligar teóricamente la mirada
investigativa, con el propósito de que los “ojos” del investigador
encuentren “cosas” en las imágenes analizadas más allá de las
clasificaciones habituales aportadas por el “sentido común”; que
los “ojos” como testigos del historiador obtengan una matriz de
significación como posibilidad de aportar algunas reflexiones y
conocimientos que permitan “abrir los ojos” del investigador, sobre
aspectos inadvertidos del mundo representado históricamente por
las imágenes escolares expuestas en los texto escolares para la
enseñanza de la Historia Patria en México.
⎯ La imagen como re-presentación simbólica del acontecimiento
histórico narrado en el texto. Las imágenes en los libros escolares
contribuyen a re-configurar simbólicamente el acontecimiento
histórico enseñado; re-distribuyen y re-orientan el sentido y
significado del evento histórico y lo instituyen para pensarlo como
acontecer continuo; lo re-unen como un todo determinado y
configuran las fronteras de su significación desde de múltiples y
99
complejas interpretaciones. En esta perspectiva de investigación,
las imágenes expuestas en los libros escolares van más allá de
ser sólo montajes que contribuyen a facilitar el contar las historias
del país: instituyen significaciones simbólicas cuya densidad
hacen posible la coexistencia en una misma superficie —o lámina
del texto— diferentes formas de comunicación del acontecimiento
histórico a partir del orden implicado en su denotación y
connotación. Al abordar el estudio de las imágenes presentes en
los libros escolares objeto de investigación, constituye una forma
de ver el mundo historiado y de reconocerlo desde el punto de vista
de la narrativa de la historia que se enseñaba en el texto. Es en
esta dirección, la investigación busca analizar e interpretar cómo
se entrecruzan las narrativas asociadas a la explicación de los
acontecimientos históricos determinados, y, el modo en que las
imágenes pautan su significación, y, cómo éstas finalmente
contribuyen a la construcción conceptual y social de lo imaginado
e imaginable históricamente.
⎯ La imagen como re-significación simbólica del tiempo histórico
enseñado. El libro escolar para la enseñanza de la Historia Patria
en la educación primaria emerge conceptualmente como una
narrativa continua de (re)comprensión del mundo histórico. En
primer lugar, porque el mundo historiado conlleva constantemente
una (des)composición del tiempo histórico. Con ello, las imágenes
presentes en los libros escolares contribuyen a disolver el mundo
previo de significaciones sobre el acontecer histórico, que los
sujetos escolares poseen como consecuencia de los procesos de
socialización previos a la enseñanza escolarizada. Mediante este
nuevo proceso de significación simbólico del tiempo histórico, las
imágenes escolares instituyen “el verdadero” significado del
complejo acontecer histórico, o en su caso, instauran un campo de
conflictos con respecto a los procesos de significación histórica en
100
su dimensión simbólica, previos a la escolarización. Al atender la
significación simbólica propuesta por las imágenes expuestas en
los libros escolares, éstas re-configuran el sentido histórico del
tiempo denotado, y por su connotación mediante su vinculación
con la narrativa del texto, de acuerdo con el papel central que
ocupa la historia que se enseña durante el periodo de
investigación.
101
esta es connotada en el texto, de acuerdo con el momento histórico en que
emergen.
102
a su ambiente eco-socio-lógico-político-simbólico). El oikos como categoría de
análisis del imaginario colectivo se emprende metodológicamente como
perspectiva estructurante de la multirealidad del sujeto social. La organización
(como espacio socialmente regulado), se afronta desde la perspectiva de la
noción de la organización del proceso de enseñanza escolarizado. Estas
categorías conceptuales son retomadas de los planteamientos expresados por
Morin (2009, pp. 86-91 y 129-136).
103
3.2. El libro escolar y sus imágenes: aspectos teóricos-
epistemológicos y metodológicos
Desde el punto de vista teórico, epistemológico y metodológico, se deberá
tener cuidado de no asumir una actitud reduccionista respecto a la lectura e
interpretación de las imágenes y sus textos, y tener presente que, los libros
escolares son resultado de un complejo contexto de producción institucional,
cultural, tecnológico, intelectual y social, para un momento histórico
determinado, destinados a un proyecto educativo en un contexto histórico
particular.
104
Se propone abrir un campo de investigación y reflexión sobre qué
historia se enseñaba en los libros escolares seleccionados, puesto que, es
pertinente comprender la matriz conceptual y social de la que provienen dichas
imágenes, sus implicaciones teórico-simbólicas dentro del paradigma de la
historia que se enseñaba en el contexto escolar y su intención de connotar el
contexto histórico al cual hacen referencia el texto.
105
los autores de los libros escolares de Historia Patria publicados entre 1890-
1959.
106
3.3. El libro escolar como fuente de investigación:
implicaciones teóricas y metodológicas
Desde finales del siglo XX, los libros escolares han sido considerados como
una de las fuentes documentales pertinentes para el estudio y conocimiento
de los sistemas educativos. Evidentemente no son las únicas fuentes de
investigación, pero sí son posiblemente los que más información pueden
aportar sobre la realidad educativa si se plantean y analizan preguntas
pertinentes, y se intenta reconstruir el contexto en el que han sido formulados
al intentar reconstruir su uso escolar.
Los libros escolares son objeto de una sensible atención por parte de
los investigadores dado su valor en el ámbito educativo. Su análisis ha
adquirido una mayor complejidad, al estudiarse tanto por la lógica de sus
características internas como los contextos sociales en que se usan tanto por
parte del alumnado como del profesorado, incluso, más allá de las
comunidades escolares.
107
El análisis de la bibliografía y de las investigaciones publicadas, muestra
una gran diversidad en cuanto a orientación, enfoque, objetivos y metodología.
Esta proliferación de trabajos empíricos permite construir determinadas líneas
de investigación que aglutinan numerosas aportaciones en torno a contenidos
específicos de este instrumento cultural en la educación.
108
contenidos, los modelos curriculares, las políticas educativas, entre otras,
constituyen temáticas específicas de esta línea de investigación en México.
Así, lo primero que se tiene que documentar es ¿cuáles son los libros
escolares para la enseñanza de la Historia en la educación básica que se han
editado en México desde 1890 a 1959? para tener cierto conocimiento y
comprender cuál es universo de investigación
110
bibliográficos, principalmente en las colecciones y fondos reservados de la
Biblioteca Nacional de México y de la biblioteca del Ayuntamiento de la Ciudad
de México.
Figura 3.1. Entrevista con los maestros Francisco Ziga (izquierda) y Susano Espinosa
(al centro) Jesús Heras (a la derecha) en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas
de la UNAM. Marzo de 2014.
La bibliografía de libros de historia documentada por Ziga y Espinosa, incluye
un total de 407 textos para el período 1850-1970. Con este listado bibliográfico,
se decidió documentar adecuadamente las fuentes historiográficas primarias
de investigación para este proyecto. En realidad, se documentan 406 libros
escolares en virtud de que en uno de ellos existe un error de secuencia en el
listado original de Ziga.
111
investigación histórica, al reconocer en la sistematización de las normas a que
están sujetos su publicación como un campo de fuerzas, determinado por la
reglas impuestas desde el Estado, por lo cual, la interpretación de lo escrito y
los métodos de enseñanza y de aprendizaje, expuestos en las publicaciones
escolares, son obras que expresan –mediante sus funcionarios y sus
especialistas–, su poder y su prestigio, al momento de aprobar los libros
escolares.
1a. Los libros de texto para la Escuela Primaria Elemental, deberán estar
conformes en cuanto a su asunto, con el programa respectivo vigente en el
momento de su adopción. […]
3a. Los textos meramente instructivos se dispondrán de tal manera, que sirvan
para los usos siguientes:
113
I. Ayudará a retener una noción que haya sido suficientemente explicada
por el profesor y comprendida por el alumno.
II. Servir para los repasos periódicos o de preparación de exámenes.
III. Como quiera o limitación de la asignatura, tanto durante el curso, como
en los actos de prueba o examen.
4a. En los libros de texto se observarán las siguientes prescripciones:
I. Contenderán en resumen los conocimientos más generales y prácticos
de la asignatura a que se dedican.
II. Se procurará que los conocimientos que comprendan, según el año a
que estén destinados, estén al alcance de la instrucción y grado de
desenvolvimiento intelectual de los alumnos.
III. Su estilo debe ser conciso, claro y preciso.
IV. En los textos destinados a la enseñanza científica, deberá usar hace
el tecnicismo propio de la materia, omitiendo la forma puramente
literaria.
V. Para los textos de Historia, Moral e Instrucción cívica, destinados a
despertar sentimientos y mover voluntades, se empleará la forma
puramente literaria. (SEP, 1976, pp. 99-100).
5
Adjetivo confutativo m. Sing. (Lat. Confutare). Tr. Impugnar de modo convincente la opinión
contraria. (singular masculino: confutativo, masculino plural: confutativos, femenino singular:
confutativa, femenino plural: confutativas). Describir algo que tiende a contradecir una tesis o
doctrina que especifica su error, inexactitud o falsedad, a través de argumentos opuestos.
114
En el primero, es el Estado quien tiene el privilegio de manifestarse
conceptual y socialmente mediante el monopolio sobre los programas y
contenidos escolares de los planes de estudio; sobre los contenidos, usos y
autorización de los libros escolares. En el segundo caso, son los sujetos
escolares y la sociedad quienes tienen la posibilidad de interpretar y significar
conceptual y socialmente los contenidos expresados en los libros escolares
que circulaban en los ambientes escolares. Es decir, al recibir y re-interpretar
simbólicamente el sentido y el significado instituido por el Estado, el sujeto
social asume el destino de su identidad histórica y social como un acto auto-
eco-organizativo.
Silabeo: con| fu |ta |ti |vo. Etimología. Deriva de confutare, ser refutado. Correlativo a:
confutare, refutar. Fuente: Diccionario Enciclopédico Quillet en ocho tomos. (1973). Tomo
Tercero Comprender - Estrucurú. Buenos Aires: Editorial Argentina Arístides Quillet, S. A., p.
17.
115
gratuitos ni de obligatorios, escritos principalmente por autores con prestigio
pedagógico, diseñados, impresos y distribuidos por editoriales extranjeras y
nacionales. Los libros de textos gratuitos son los libros escolares, escritos,
diseñados, editados, publicados y distribuidos por el Estado Mexicano, a partir
de 1960, mediante la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto
Gratuito en 1959. En ambos casos, la intervención multifactorial del Estado es
uno de sus rasgos distintivo.
De manera insistente, desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, la
infancia y la adolescencia se configuran como empeños de primer orden para
el Estado Mexicano, con el propósito de forja un tipo de ciudadano, como
queda expresado en palabras de Joaquín Baranda (1888), en el siglo XIX:
116
A través de los tiempos admiramos las fabulosas hazañas en que abunda la
historia de las Repúblicas Griegas, y vienen a nuestros labios los nombres de
aquellos héroes legendarios, modelos eternos de abnegación y patriotismo;
pero oportuno y justo es recordar que a esos héroes los hizo el Estado,
educándoles según las costumbres y tendencias de su época, arrancando al
niño del seno de la familia para identificarlo con la patria y enseñarle a morir
por ella. (Hermida, 1975, p. 88).
De este modo, la educación pública desde el siglo XIX hasta nuestros días se
ha propuesto cohesionar al conjunto de la sociedad en una tradición que
acentúa los modelos de abnegación y patriotismo al que tanto ha influido la
enseñanza de la historia en la Educación primaria en nuestro país, la cual
asume así el perfil de una iniciación en las relaciones sociales
interindividuales.
117
En este sentido, el tiempo histórico es recuperable para su datación y
comprobación en unidades de tiempo; sin embargo, la determinación del
tiempo histórico va más allá de su determinación natural en su dimensión
puramente física.
Pero también, para Le Goff (2011), “[…] una nueva concepción del tiempo
histórico cumple una importante función. La historia seguiría ritmos diferentes,
y la función del historiador sería, ante todo, reconocer esos ritmos.” (p. 16).
118
[…] parece reducirse a una sucesión de intervalos homogéneos, portadores
de la explicación causal o nomológica; por otra, se dispersa en multiplicidad
de tiempos, cuya escala se ajusta a la de las entidades analizadas: tiempo
corto del acontecimiento, tiempo semilargo de la coyuntura, larga duración de
las civilizaciones, duración larguísima de los símbolos creadores del estatuto
social como tal. (Ricœur, 2009, p. 293).
En este sentido, en el marco de esta tesis, se construyen los puntos de
referencia temporales apropiados al objeto de investigación, desde los cuales
se privilegie la noción de continuidad y cambio como especificidad del corte
del tiempo histórico, desde el cual, se busca explicar la intencionalidad de las
imágenes sobre la historia prehispánica y la conquista española, expuestas en
los libros escolares utilizados en las escuelas primarias para la enseñanza de
la historia durante el periodo de 1890-1959.
119
conocimiento. Por tanto, se puede sentar desde las propuestas teóricas de
Koselleck la idea de tiempo histórico asociada con la idea de un tiempo
diferente de otros tiempos.
[…] únicamente tiene sentido a partir del siglo XVIII, una vez que la vieja
historia naturalis fue temporalizada y, de este modo, historificada. Remitir a la
historia humana, política y social, y la estructura histórica permite separar
analíticamente diferentes niveles temporales en los que se mueven las
personas, se desarrollan los acontecimientos o se averiguan sus presupuestos
de larga duración. (p. 30).
En un sentido paralelo a Braudel (1974), Koselleck (2001) diferencia tres tipos
fundamentales de tiempo histórico, estableciendo su dimensión antropológica
como adquisición de experiencia en el siguiente sentido:
120
[…] si se aceptan las tres modalidades de experiencia aquí desarrolladas y
formalizadas puede concluirse que las historias están posibilitadas tanto por
los espacios de tiempo a corto y mediano plazo como por los de a largo plazo.
La presión de la experiencia bajo la que estaban y actúan los hombres tiene
una distinta profundidad en cada época. (Koselleck, 2001, pp. 49-56.)
Elaborar una propuesta de periodización de los esquemas temporales para
esta investigación, asumiendo la teoría histórica propuesta por Koselleck
obliga además a vincular el tiempo histórico de estudio a la práctica de la
historia conceptual y la historia social.
Por ello, tal vez sea más pertinente retomar aquí el concepto de “pasado
indígena” propuesto por López Austin y López Luján. Al respecto cf.: López
Austin, Alfredo y López Luján, Leonardo. (2012). El pasado indígena. México:
FCE/El Colegio de México.
121
Figura 3.2. Planos metodológicos de los cortes históricos implicados en el análisis e
interpretación de algunas de las imágenes expuestas en los libros escolares como
fuentes de investigación. Autor: Jesús Heras Ramírez.
122
De este modo, el primer corte histórico de corta duración 1890-1933,
permite referenciar los libros escolares que se editaron para la “Escuela
Nueva” floreciente bajo el régimen de Porfirio Díaz y la escuela de la
“Transición” de la Revolución Mexicana.
123
De los datos contenidos en las fichas bibliográficas documentadas en
la Bibliografía Pedagógica Tomo V, por Ziga y Espinosa (1981-1982), el único
atributo que cumple con el requisito de asegurar la integridad referencial de la
información bibliográfica a incluir en nuestra base de datos, es un número de
cuatro dígitos que los investigadores asignaron de manera única y secuencial
a cada una de las obras pedagógicas listadas en orden alfabético por autor,
por lo cual, se determinó que el Identificador Único (ID), para diseñar la base
de datos, es este atributo.
124
Gráfica 3.1. Los libros pedagógicos de Historia 1850-1970 documentados por Ziga y
Espinosa (1981-1982). Fuente: Base de Datos de Investigación (BDI).
informacion_general_de_la_obra; informacion_sobre_los_autores_
de_la_obra; caracteristicas_editoriales_de_la_obra y
contenido_educativo_de_la_obra.
126
A estas cuatro entidades se le incorporaron sus respectivos atributos, además
de establecer las relaciones entre entidades a partir de su integridad
referencial entre llaves primarias (ID) y llaves secundarias (llaves foráneas).
(Ver figura 3.4.)
Figura 3.4. Modelo relacional de la base de datos del proyecto de investigación. Autor:
Jesús Heras Ramírez.
127
Adicionalmente, se modeló otra entidad para construir una base de datos para
generar y documentar los índices de todas las imágenes contenidas en los
libros escolares seleccionados. (Ver figura 3.5).
Figura 3.5. Modelo de entidades para crear la base de datos generadora del índice
estandarizado de imágenes del proyecto de investigación. Autor: Jesús Heras
Ramírez.
128
Figura 3.6. Criterios de estandarización y diseño de la Base de Datos del Índice
Estandarizado de Imágenes (BDIEIM). Autor: Jesús Heras Ramírez.
Una vez terminado el diseño conceptual de las dos bases de datos −Base de
Datos de Investigación BDI y la Base de Datos del Índice Estandarizado de
Imágenes BDIEIM−, se procedió a crear digitalmente el modelado propuesto
(en adelante, referiré a la Base de Datos de Investigación como BDI y a la
Base de Datos del Índice Estandarizado de Imágenes como BDIEIM), de tal
modo que, las entidades pasan a ser las tablas, los atributos se transforman
en datos contenidos en registros, con el objeto de manipular los datos que las
constituyen para depurar todos los registros y sólo dejar en la BDI aquellos
que cumplan con los siguientes criterios:
129
c) se eliminan los autores con obras repetidas o publicadas por
diversas editoriales, permaneciendo en este caso, la primera
publicación editorial o según sea el caso.
130
Se procedió a eliminar de la BDI, todos los registros publicados antes de 1890,
y los posteriores a 1959. Se eliminaron todos los registros de libros escolares
que no contienen ilustraciones, además de eliminar los catecismos, las
cartillas, los materiales didácticos, los textos de divulgación histórica y los
textos para las escuelas locales. Una vez depurada la BDI se obtuvieron los
siguientes resultados (ver gráfica 3.2):
Gráfica 3.2. Los libros pedagógicos de Historia Patria 1890-1959 documentados para
el proyecto de investigación. Fuente: Base de Datos de Investigación (BDI).
131
Desde luego, es pertinente aclarar el sentido del análisis cuantitativo que se
pretende efectuar respecto a las imágenes escolares, pues no se trata de una
investigación sociológico-estadística en sí misma, por lo que, se trata
únicamente de observar al conjunto de imágenes contenidas en los 21 libros
escolares que conforman la BILESHEP 1890-1959, los cuales forman parte
de nuestra biblioteca de investigación. (Ver Gráfica 3.3.)
Gráfica 3.3. Los libros pedagógicos de Historia Patria seleccionados para el periodo
1890-1959. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
132
Estos datos están referidos a los siguientes componentes: los cortes
históricos delimitados para el análisis –mediana y corta duración–; el número
de obras cuantificadas; los autores de las obras; los títulos de los libros
documentados; el año de la publicación de la obra; el número de páginas de
cada libro; el total de imágenes que contiene cada texto. Todos estos datos se
refieren para documentar lo que aquí llamamos “el universo de imágenes”, las
cuales serán filtradas cuantitativamente en la Unidad A, de nuestra propuesta
metodológica.
133
Gráfica 3.4. Porcentajes de libros de Historia Patria por cortes históricos de corta
duración. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
134
⎯ C Corte Histórico 1946-1959, “Escuela del Amor y de la Unidad
Nacional”: 716 imágenes en 1,318 páginas, lo que representa el 54%
en siete textos de la BILESHEP 1890-1959.
135
Cuadro 3.2. Imágenes documentadas en los libros escolares de Historia Patria de
acuerdo con los textos de los autores seleccionados. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
El siguiente paso metodológico fue agrupar las imágenes por medio de ciertas
categorías analíticas, de acuerdo con su contenido histórico. (Véase Cuadro
3.3. Categorización de las Imágenes documentadas en los libros escolares de
Historia Patria de acuerdo con los textos de los autores seleccionados).
136
Cuadro 3.3. Categorización de las Imágenes documentadas en los libros escolares
de Historia Patria de acuerdo con los textos de los autores seleccionados. Fuente:
Biblioteca de Investigación de Libros Escolares de Historia Educación primaria
(BINLESHEP 1890-1959).
137
En la leyenda sobre los significados de las letras usadas en mayúsculas para
su codificación fueron utilizadas para etiquetar las columnas referidas a las
imágenes categorizadas, lo cual expresa los distintos temas definidos para su
ordenación. Este proceder metodológico permitió pasar a la Unidad B del
análisis cuantitativo y realizar su comparación.
138
Cuadro 3.4. Análisis comparativos de las imágenes en los libros escolares de Historia
Patria, ordenados por categorías correspondientes a los periodos históricos
ilustrados. Fuente: BINLESHP 1890-1959.
139
Cuadro 3.5. Ejemplo de los índices estandarizados para referenciar
metodológicamente las imágenes objeto de investigación. Fuente: BDIEIM.
140
Cuadro 3.6. Base de Datos del Índice Estandarizado de Imágenes para los veintiún
autores seleccionados. Fuente: BDIEIM.
141
3.6.3. Continuidades y rupturas en autores y libros escolares
investigados
Las obras incluidas para cada uno de los autores seleccionados están
referenciadas con base en los datos aportados por la investigación de Ziga y
Espinosa, anteriormente documentada. La elaboración de la tabla de datos es
de mi autoría, como aporte a esta línea de investigación.
142
“Nueva Escuela” porfirista y los de la “Escuela de la Transición de la
Revolución Mexicana, (A Corte Histórico 1890-1933); el rojo, pertinentes a la
escuela “Socialista”, (B Corte Histórico 1934-1945); en color rosa, los que se
editaron para la “Escuela del Amor y de la Unidad Nacional” (C Corte Histórico
1946-1959). Todos los códigos de colores utilizados siguen la misma lógica de
ilustración.
Cuadro 3.7. Los veintiún autores y sus libros escolares seleccionados. Fuente:
BILESHEP 1890-1959.
143
En el cuadro 3.8., se documentó la continuidad de las obras de los veintiún
autores seleccionados para cada uno de los cortes históricos referenciados.
144
Gráfica 3.5. Los diez autores con el mayor número de libros escolares de Historia
Patria, publicados durante el corte histórico de mediana duración. Fuente: BDI.
146
historicidad (cambios y transformaciones) de las imágenes sobre la época
prehispánica y la conquista española.
Gráfica 3.6. Títulos predominantes en los veintiún libros seleccionados para el corte
histórico de mediana duración. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
147
instituir y controlar escolarmente desde el siglo XIX. Con este concepto, quiero
expresar lo señalado por el Lic. Joaquín Baranda, Secretario de Justicia e
Instrucción Pública, el 1 de diciembre de 1889: “Hacer de la instrucción pública
el factor originario de la unidad nacional que los constituyentes del 57
estimaban como base de toda prosperidad y de todo engrandecimiento (SEP,
1976).
Apuesto aquí por una reflexión inicial sobre el discurso político del
Estado Mexicano sobre la “educación como base de la conciencia histórica del
mexicano”, en el ámbito del aprendizaje de la Historia en la educación básica.
Sobre la lógica del discurso educativo “moderno” del Estado Mexicano,
subyace la vieja lógica decimonónica de la enseñanza de la historia como una
especie de rito de iniciación social del mexicano. Por ello, el sentido de
“conciencia histórica nacional” está prefigurada desde la lógica de una especie
de iniciación ritualística en los acontecimientos históricos como actos de
memoria, los cuales, a fuerza de reiterar y asegurar escolarmente el retorno
de estos acontecimientos a la memoria colectiva, son portadores de identidad
histórica y social de la nacionalidad mexicana.
6
Así, la Historia de la Patria, con negritas, itálicas y mayúsculas.
148
Estado Mexicano, de acuerdo con el diseño de los planes de estudio y sus
respectivos contenidos de enseñanza, (en Herrera, 2003).
149
la experiencia conceptual y social de acuerdo con las imágenes que se tiene
escolarmente de los “héroes nacionales”, en determinados momentos de la
historia del país. Por ello, no resulta casual que el título predominante de los
libros escolares de historia durante el periodo de larga duración –1890-1959–
sea el de “Historia Patria”, como se mostró en la gráfica 3.6.
150
libros escolares, puesto que, al ocuparse del diseño y la impresión de los
contenidos curriculares oficialmente aprobados por el Estado Mexicano,
vinculan sus actividades editoriales con el orden político y social dominante,
de modo tal que, la libertad y creatividad de los autores, no debe contrariar los
presupuestos políticos definidos por el Estado, quien es el que se arroga el
derecho de autorizarlos para que puedan circular en las escuelas públicas.
A finales del siglo XIX y principios del XX, las poderosas editoriales
francesas como Garnier, Ollendorff, Hachette y Charles Bouret determinaron
en buena medida qué autores y qué títulos debían ser ofertados en los
mercados americanos, principalmente al sector hispanoparlante.
151
Como habrá de observarse en la gráfica 3.7, la producción de libros
escolares de Historia para el mercado de las escuelas primarias se encontraba
fuertemente dominado durante el corte histórico de mediana duración (1890-
1933), dominio que se fue diluyendo en el transcurso de la mitad del siglo XX
(1946-1959).
Gráfica 3.7. Casas editoras de los libros escolares de Historia Patria para todo el
periodo histórico de mediana duración. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
Las aquiescencias que el editor debe hacer al usuario de los libros escolares
son dobles: de orden intrínseco y de orden extrínseco. En ambos sentidos
debe conciliar la comprensión del lenguaje y la narrativa del libro escolar con
su desplazamiento en el mercado educativo, de modo tal que, su aparato
publicitario lo movilice económicamente.
152
A la geometría y a la sobriedad de algunas de las tapas diseñadas para
los libros escolares de Historia Patria durante el periodo de estudio, se
contrapone a menudo, con el anagrama figurativo de las portadas cargadas
de colores, que reproducen un cuadro o una escultura, un objeto sedimentado
de la creación artística, un documento asimilado o asimilable como patrimonio
histórico simbolizado, el cual resulta expresivo para la comunidad escolar a la
cual está destinada.
153
Figura 3.7. Ejemplos representativos de algunas de las portadas correspondientes a
los libros escolares de Historia Patria 1890-1959. Fuente: BILESHEP 1890-1959.
Esto explicaría por qué el autor del libro escolar de la Historia Patria
trata de identificarse –al menos intencionalmente– con la «atemporalidad» de
su obra, buscando permanecer en el mercado escolar el mayor tiempo posible,
minimizando en todo lo operable –con las sutilezas del caso– la labilidad de su
argumentación sobre los acontecimientos históricos narrados en su obra
escolar.
154
En la misma dirección de análisis –pero en otro sentido interpretativo–,
el editor de libros escolares –desde su lógica comercial–, reconoce la
importancia económica de permanecer en el mercado escolar, procurando por
todos los medios a su alcance, que sus obras publicadas no sean canceladas
y con ello quedar “fuera del mercado”.
155
3.7. Dimensiones de complejidad en el orden transdisciplinario
implicados en el proyecto de investigación
En este capítulo se supera la postura reduccionista respecto a la interpretación
de las imágenes de los libros escolares, las cuales, son resultado de un
complejo contexto de producción institucional, cultural, tecnológico, intelectual
y social, para un momento histórico determinado, destinados a un proyecto
educativo en un contexto histórico particular.
156
una categoría teórica de análisis, la cual supone comprender cómo éstas están
connotadas históricamente en el texto, para cada una de las épocas de la
historia patria en el México estudiado, y su vinculación con respecto a la lógica
compleja como referente de identidad de una época histórica específica.
157
El propósito básico de esta esta investigación es concretar diversas
aportaciones académicas desde una perspectiva transdisciplinaria, que
permitan comprender su complejidad.
La complejidad implícita en los libros escolares tiene que ver con la idea
de la historia patria de sus diversos autores, sus modalidades de ilustración y
su producción editorial, las políticas de autorización para que circularan como
textos oficiales en las escuelas públicas obligatorias, entre otros aspectos.
Respecto a las imágenes se piensan desde la perspectiva del
pensamiento complejo, a partir de cuatro dimensiones ordenadoras, con el
objeto de dar sentido y significado a la construcción de una matriz de análisis
de significaciones simbólicas que delimiten conceptual y socialmente las
imágenes a investigar.
⎯ La imagen como re-presentación simbólica de la historia que se
enseña.
⎯ La imagen como re-producción simbólica del orden conceptual y
social histórico.
⎯ La imagen como re-presentación simbólica del acontecimiento
histórico narrado en el texto.
⎯ La imagen como re-significación simbólica del tiempo histórico.
En este capítulo pues se tiene que tener presente que se busca obtener el
conocimiento más amplio y reflexivo sobre las imágenes con las que se
enseña historia en los libros escolares. Para ello, se debe considerar que, uno
de los principales obstáculos en la búsqueda investigativa es el propio
pensamiento del investigador, por lo cual debemos proceder como apunta
Morin (2009a):
158
Por ello, durante el trayecto investigativo se debe tener cuidado de no caer en
el reduccionismo y la simplificación, como postula Morin en El espíritu del valle
(2009a):
159
Capítulo 4. Imágenes escolares: complejidad e
historicidad
Para los propósitos de esta investigación, las imágenes expuestas en los libros
escolares de Historia Patria constituyen un objeto de historicidad complejo,
que se sitúa entre lo sensible y lo inteligible de las épocas estudiadas. Invitan
a una mirada compleja del acontecimiento histórico, denotado en la imagen y
connotado en la narrativa del texto, las cuales fueron adaptadas para definir –
mediante diversos procesos analógicos y metafóricos– el orden lógico-
simbólico interno de historicidad de los acontecimientos, en las épocas
señaladas, de acuerdo con en el orden metodológico estipulado en esta
investigación.
160
Así, las imágenes “animan el pasado”, le confieren perceptibilidad, las
confronta con las exigencias –no siempre imaginable– de la comunidad
escolar que las hace explícitas. Es por este motivo que la investigación de las
imágenes constituye una categoría privilegiada de conocimiento de la vida
escolar cotidiana.
161
Historia Patria y sus imágenes, como partes determinantes de la educación
obligatoria impartida por el Estado Mexicano.
162
La imagen histórica como metáfora de la dependencia y de la
explotación en una sociedad determinada, funda y fundamenta históricamente
la tarea de quien enseñó la historia patria, y la distingue de quienes investigan
la historia de la nación mexicana.
163
tiene un corpus teórico sólido para emprender el tratamiento de las imágenes
desde la configuración metodológica de una investigación historiografía.
Siempre ante la imagen, estamos ante el tiempo. Como el pobre ignorante del
relato de Kafka, estamos ante la imagen como ante la ley: como ante el marco
de una puerta abierta. Ella no nos oculta nada, bastaría con entrar, su luz casi
nos ciega, nos controla. Su misma apertura –y no menciono al guardia– nos
164
detiene: mirarla es desearla, es esperar, es estar ante el tiempo. Pero ¿qué
clase de tiempo? ¿De qué plasticidades y de qué fracturas, de qué ritmos y de
qué golpes de tiempo puede tratarse en esta apertura de la imagen? (Didi-
Huberman, 2006, p. 11).
Las distinciones denotativas y connotativas en las imágenes tienen que ver
con su compleja diferenciación icónica, la cual expresa una cualidad de la que
participan todas. Estas distinciones tienen que ver con complejos procesos de
transformaciones históricas, antropológicas y sociológicas, entre otras razones
porque puede ser mostrado en un continuum y lo que es observado desde la
complejidad en el orden implicado en éste.
165
Figura 4.1. Componentes de complejidad de la imagen y el orden implicado en su
modelado y recepción simbólica conceptual y social. Autor: Jesús Heras Ramírez.
166
. Dimensión Beta. Como primer proceso complejo de elaboración de
la imagen, es decir la preparación del esquema pre-icónico con las
primeras modelizaciones de la “realidad” histórica creada en las mentes
de los autores de la imagen –como bild/image–, ilustradores y editores
de los libros escolares. Aquí se expresan los componentes dialógicos
(las lógicas imaginarias de autores, ilustradores y editores de los libros
escolares sobre las historias a ilustrar en los textos) y componentes
recursivos (refinamientos mentales sucesivos del modelo icónico de la
“realidad” histórica a representar por los creadores de las imágenes).
167
4.2. La construcción de imaginarios históricos y su pautación
como tiempo histórico a partir de las imágenes escolares
Los primeros libros ilustrados surgidos de la das werk der Bücher −la
fabricación de los libros−, producto del invento de la imprenta, aparecen en
Alemania en el siglo XV. En 1476, señala Barbier (2005), “[…] se publica un
libro con las fábulas de Esopo –primer libro impreso en contener ilustraciones–
, y posteriormente, en 1493 el Liber chronicarum, obra compuesta en dos
columnas, con títulos, folios y párrafos bien señalados y una excepcional
utilización de la xilografía en su ilustración con más de mil ochocientos
grabados. (p. 109).
El oficio del libro, ese poderoso condensador de ideas, que suele acumular en
unas cuantas páginas toda la fuerza viva gestada por la humanidad en su
evolución; ese gran economizador de gasto intelectual para el niño y para el
hombre; el libro de texto tiene ya en la escuela primaria superior, misión más
vasta, y puede prestar, presta ya, y prestará cada día más, a medida que los
textos recojan mejor el fruto de la experiencia de los maestros, inestimables
servicios; con tal, sin embargo, que no tiendan a suprimir la comunicación
directa entre el maestro y el discípulo, que es el alma, el verbo mismo de la
enseñanza”.
168
[…] El Congreso desea poner al alcance de la mayoría inmensa de los niños
de la República, un libro limpio, barato y duradero, imposible de elaborarse
con estas condiciones en nuestro país. Ha temido que esta traba a la difusión
de la enseñanza obligatoria siga como hasta hoy, resuelta a medias, en favor
del texto extranjero, mal traducido con frecuencia, y mal ajustado a nuestras
ideas y aspiraciones. Hemos querido, al trazar las bases definitivas de nuestra
educación nacional, llamar a la vida al libro nacional, sin el que corre el peligro
de ser frustrante o de retardar por algunas generaciones sus efectos
redentores. (SEP, 1976, pp. 124-125).
En el dictamen de la Primera Comisión del Segundo Congreso Nacional de
Instrucción 1890-1891, con respecto a los métodos, procedimientos y sistemas
en la enseñanza elemental, presentada el 16 de septiembre de 1890, la cual
fue presidida por Enrique C. Rébsamen, Vocales, Antonio García Cubas,
Miguel F. Martínez, José M. Rodríguez y Cos (hijo) y como relator, Ricardo
Gómez, en el punto 16, se puntualizó:
7
El subrayado corresponde al autor de la tesis.
169
No resulta casual que tanto el Ing. Antonio García Cubas como el Lic. Justo
Sierra Méndez, 8 sean autores de los primeros libros escolares ilustrados para
la enseñanza de la Historia Patria en la
educación primaria en el país, como lo
recomendó el Segundo Congreso de
Instrucción Pública a finales del siglo XIX.
Veamos la visión de García Cubas respecto a
la enseñanza de la historia en las escuelas
primarias mexicanas con la imagen del
monumento a Colón en la Cd. de México.
Niños queridos:
La historia constituye el libro más útil de enseñanza para los pueblos; porque
al narrar los acontecimientos y al exponer las causas que los han producido,
pone de manifiesto los errores y vicios que han arruinado á unas sociedades,
ó las virtudes y hechos heroicos que han engrandecido á otras; es decir que
tanto presenta defectos morales que desechar como ofrece acciones nobles y
dignas de ser imitadas. Concentrándonos á nuestro propio país, vemos que la
degradación de una sociedad produjo la destrucción de un imperio floreciente,
que como el tolteca, había adquirido un alto grado de esplendor bajo el justo
gobierno de Mitl; que la tiranía y la debilidad de un monarca como
Motecuhzoma II fueron causa de la pérdida de la nacionalidad azteca, a pesar
de lo sublime se esfuerzos de un Cuitláhuac y de un Cuauhtémoc, dechados
de patriotismo; que las disensiones intestinas, cuando no comprometen la
nacionalidad de un país, retardan por lo menos su progreso material; que nada
causa mayor daño, calamidad más grande á la nación, que la falta de respeto
á la ley, pues e induce á cometer actos inconsecuentes, como nos dió de ello
pernicioso ejemplo que el Congreso de 1829, que al anular las elecciones de
los Estados, desgarro la Carta constitucional; que la honradez y el sentimiento
del deber forman insignes gobernantes como D. Antonio de Mendoza, D. Luis
de Velasco y el marqués de Casa Fuerte durante la dominación española; que
8
El Lic. Justo Sierra, se desempeñó como presidente del Segundo Congreso de Instrucción.
El Ing. Geógrafo Antonio García Cubas, asistió como delegado por el Estado de Colima y
participó como integrante de la Comisión de Estudios sobre Instrucción Primaria, al lado de
Enrique C. Rébsamen, (presidente de la Comisión), Miguel F. Martínez, José M. Rodríguez y
Cos (el hijo), Ricardo Gómez (Relator) y Manuel Zayas. Respecto a José Ascensión Reyes,
no se dispone de información significativa.
170
el patriotismo hace héroes como Hidalgo, Morelos y Guerrero; y por último,
que un gran corazón inspira acciones se heroicas como la de D. Nicolás Bravo,
que perdonó á 300 prisioneros cuando se le hizo saber el fusilamiento de su
padre. Virtudes y defectos, buenas y malas acciones, como las citadas,
tendréis ocasión, caros niños, de apreciar en el curso de esta pequeña historia.
Aprovechados de los buenos ejemplos, y refrenad las malas pasiones; y así
cada uno de vosotros será un motel ciudadano, pues por tal debe tenerse
aquel que sabe cumplir con sus deberes respecto de Dios, de la patria y de la
familia (sic).
Antonio García Cubas (García Cubas, 1890, pp. 3-4).
A la izquierda. Figura 4.3. Portada del libro escolar
Segundo año de Historia Patria, de Justo Sierra, 1894.
Preliminar
Este primer libro contendrá las materias de la enseñanza
histórica obligatoria en el tercer año, es decir, según la ley
vigente los sucesos notables de la Antigüedad mexicana, la Conquista y el
Período colonial. He seguido el plan que en obritas análogas ha adoptado con
tan buen éxito M. Lavisse, que no sólo es uno de los profesores de historia
más notables de nuestra época, en Francia, el primero quizás después de la
desaparición de Renán, Taine y Coulanges, sino un verdadero educador
nacional en toda la fuerza de la expresión. Pero acomodándonos a los
consejos de pedagogos eminentes extranjeros y nacionales, hemos sustituido
lo relatos de Lavisse con pequeñas biografías. Creemos haber concordado así
la prescripción legal con los fines de la ciencia. (Sierra, 1894, p. 6).
José Ascensión Reyes es otro de los primeros autores de libros de Historia
Patria cuya obra contiene imágenes. Aunque Reyes no especifica el
destinatario de su mensaje inicial, plantea su visión de la enseñanza de la
historia teniendo como imagen de fondo la bandera nacional y se expresa en
los siguientes términos:
El país donde nacimos, la religión que nos enseñó nuestra madre y el lenguaje
que nos comunicó á (sic) través de los besos de sus labios: todo eso es la
patria. Pues le debemos la alegría de ser y de amar, debámosle también la
vida que nos diera. No lo olvides jamás, y la patria será grande; tanto como
nuestro amor lo desee, nuestro trabajo lo procure y nuestra vida lo realice.
(Reyes, 1897, p. 5).
171
A la derecha. Figura 4.4. Primera página del libro
Nociones de Historia Patria de José Ascensión Reyes
1897.
Los pueblos más civilizados son aquellos en que, 1º hay más escuelas y más
niños que en ellas se eduquen para que, cuando sean hombres, puedan
proporcionarse mayor y mejor trabajo, contribuyendo así al mejoramiento ó
progreso de la sociedad en que viven; en que, 2° hay más ferrocarriles y
telégrafos que lleven personas y mercancías, los unos y palabras los otros,
con una rapidez, comodidad, y baratura, que antes ni se soñaba, entre un lugar
y otro; así, á (sic) medida que los hombres y las ciudades y los pueblos se
han comunicado más frecuentemente y más pacíficamente entre sí, el
progreso ha sido mayor. Otras circunstancias distinguen además a los países
civilizados como, por ejemplo, el número de los sabios que en ellos han
aumentado el bienestar, transformando la industria, es decir, inventando
maquinarias, descubriendo motores para ponerlas en actividad como el vapor
y la electricidad, encontrando sustancias a que hagan más productivo el
trabajo y más fácil de lo que antes era, etc. Los literatos, los artistas, también
contribuyen á (sic) civilizar: ellos, dando forma al pensamiento, hacen pensar;
ellos decoran la vida con objetos bellos ó (sic) la endulzan con la poesía y con
la música, v. g.
Pero todo esto vale muy poco, sin un pueblo no hay libertad, es decir, si los
habitantes de una nación no tienen el derecho o facultad de hacer cuanto
gusten, con tal de no impedir á (sic) los demás hacer lo mismo, sin no hay
justicia, es decir, si el Gobierno ó (sic) Autoridad no tienen cuidado en
172
proteger esos derechos y de sus deberes. Mas (sic) para respetar a los otros
es preciso respetarse a sí mismo, es preciso procurar el bien de los demás,
en cuanto sea posible; entonces seremos hombres morales, y como o donde
no hay hombres morales, ni hay justicia, ni hay libertad, tampoco habrá una
verdadera civilización.
[…] la Historia cuenta lo que ha pasado de más notable en la vida de los
pueblos y explica porqué (sic) los hechos pasaron de un modo y no de otro.
(Sierra, 1894, p. 11).
Sierra (1894:7-8) presenta una nota aclaratoria al maestro, la cual es muy
significativa de la historia que se enseña en las escuelas primarias desde un
sentido positivista: “(1) Recurra siempre el maestro en sus explicaciones al
sistema de comparar lo presente con el pasado para inculcar la noción de
adelantamiento y progreso y desenvolvimiento, base de la historia.⎯ Las
palabras subrayadas tienen por objeto fijar la atención del discípulo y del
maestro, que procurará definirlas ó explicarlas valiéndose de ejemplos
sencillos”.
Los pueblos más civilizados de la tierra son aquellos: 1º., en que hay más
moralidad y virtud; es decir, en que hay mayor número de hombres virtuosos
y justos, que huyen del mal, practican el bien, aman y temen á Dios, procuran
el bienestar de sus próximos y buscan en todo la verdad y la justicia; 2º., en
que hay mayor número de hombres ilustrados, y, por consiguiente, mayor
número de escuelas, colegios, academias, bibliotecas, etc.; y 3º., en que hay
mayores comodidades para la vida; es decir, donde hay más y mejores y más
baratos medios de transporte y de comunicación; donde las artes producen
más y mejores y más baratos muebles y objetos de ornato; donde hay más
centros de honesto recreo; en una palabra, donde la mayoría de la población
disfruta de mayor bienestar material. La historia es la narración escrita de los
sucesos pasados importantes. […] (Reyes, 1897:11).
173
Para Teodomiro Manzano (1905), “[…] la Historia de México es la ciencia que
narra los acontecimientos que han pasado en la Nación que se llama
República Mexicana ó (sic) Estados Unidos Mexicanos”. (Manzano, 1905, 5).
En este mismo sentido, Rafael Aguirre Cinta define la Historia como “la
ciencia que narra los acontecimientos pasados”. (Aguirre Cinta, 1911, p. 11).
Para Alfonso Teja Zabre (Teja, 1934) otro de los autores de los libros
escolares de la Escuela Socialista, la Historia es “la marcha del tiempo” y
señala que ésta “comienza cuando se forma una cultura. La cultura empieza
por el cultivo de la tierra y la formación de grupos de familias, tribus, pueblos
y de grupos de pueblos.” (Teja, 1934, p. 15).
Por su parte, Jorge de Castro Cancio (de Castro, 1937), sostiene que:
“[…] la Historia debe estar relacionada con una interpretación económica, toda
vez que la escuela socialista que inicia su implantación requiere esta
característica esencial en el estudio de los hechos pasados, y es el
materialismo histórico uno de los básicos aspectos de la filosofía marxista.” (de
Castro, 1937, p. 1).
174
niños mexicanos, y que, precisamente, como resultado natural de ese tipo de
enseñanza señala que:
a […] los niños mexicanos de muchas generaciones han sentido odio para los
dominadores iberos, y han mantenido el falso concepto de que el pueblo
mexicano actual, es el mismo que habitó este suelo antes de la conquista, y
que nosotros somos los continuadores y herederos del pueblo conquistado por
Hernán Cortés hace cuatrocientos años” […] Tiempo es ya de rectificar
nuestras enseñanzas a este respecto, a fin de que las nuevas generaciones
se den cuenta exacta de que el pueblo mexicano de hoy no es el continuador
del azteca, sino el heredero de dos razas, la conquistadora y la conquistada,
lo mismo desde el punto de vista biológico que del sociológico, y que no
podemos abominar de ninguno de nuestros progenitores sin abominar de
nosotros mismos. (Bonilla, 1939, pp. 7-8).
Sin duda, el profesor Bonilla es uno de los críticos de la educación socialista,
al conceptuarla como una escuela basada en el “odio y la lucha de clases”, la
cual debería ser sustituida por una escuela basada en el “amor” y la “unidad
nacional.” (Bonilla, 1939, pp. 7-8).
175
la consumación de la independencia en 1821. La historia de México
independiente, hasta nuestros días”. (García Cubas, 1890, p. 6).
Justo Sierra, desde su visión positivista plantea que la historia de la humanidad
es la del conjunto de los pueblos de la tierra, porque “un pueblo es una fracción
de la humanidad sometida a las mismas leyes, de tal modo que las hordas, los
clanes y las tribus, constituyen el pasado común de toda la humanidad. (Sierra,
1894, p. 8).
176
III. ⎯ Desde la prisión de Iturrigaray hasta la entrada del ejército trigarante en
México, el 27 de septiembre de 1821; y
IV. ⎯ Desde la consumación de la Independencia hasta nuestros días.
(Aguirre, 1911, pp. 11-12).
Enrique Santibáñez (Santibáñez, 1928) define “[…] la Historia de México
comprende cuatro grandes prelados, divididos los dos últimos en épocas.
177
el Prof. R. Martínez C. (1952) en su texto Primeras Lecciones de Historia Patria
para el tercer año de educación primaria, plantea tres épocas en la historia de
nuestro país, clasificándolas del siguiente modo:
178
Figura 4.5. “De las posiciones de los mexicanos salió de repente un fuerte y
gigantesco guerrero, vestido lujosamente, armado de escudo y tres piedras, que
avanzó resuelto hacia los castellanos. Se llamaba Tzilacatzin”. Fuente: Torres, 1908,
p. 105.
9
Esta edición no está paginada, se toma la referencia que aparece en el índice. Así para todas
las imágenes de esta edición.
179
A la izquierda. Figura 4.6. La imagen como re-creación
del tiempo histórico.
Imágenes por su funcionalidad convencional.
Este grupo de imágenes instituyen la realidad de
lo histórico, mediante la plástica como
componente re-configurador de sus signos
icónicos, los cuales muestran la visualidad de lo
simbolizado. La representación en este caso es
arbitraria, sujeta a
la interpretación
creativa de la
historia por parte
del autor de la imagen (imagen
C2HCCLNM1950-sp).
180
Figura 4.8. El color, la iluminación y la forma como componentes plásticos que
denotan la historicidad en la imagen.
181
Desde mi punto de vista, la imagen como fuente de investigación en el trabajo
del historiador y sus aplicaciones tiene un amplio alcance en tres direcciones
posibles:
“Ella no nos oculta nada, bastaría con entrar, su luz casi no ciega, nos
controla. Su misma apertura –y no menciono al guardia– nos detiene: mirarla
es desearla, es esperar, es estar ante el tiempo. Pero ¿qué clase de tiempo?
¿De qué plasticidades y de qué fracturas, de qué ritmos y de qué golpes de
tiempo puede tratarse en esta apertura de la imagen?” (Didi-Huberman, 2006,
p. 11).
182
distinciones generan una diversidad de modos de ver, los cuales se han
constituido en el decurso de la historia, desde el cual se significan, se piensa
y se crean las imágenes para poder pensar simbólicamente el mundo.
Sin embargo, existe una distancia entre los que piensan con y desde
las imágenes, sobre aquellos sentidos y significados simbólicos articulados
metafórica, alegórica y analógicamente en la narrativa histórica plasmada por
la propia “naturaleza” del texto, la cual es más un deseo, o el resultado de una
cierta historia de los modos de conceptualizar a las imágenes.
183
distinguirlo claramente como “conocimiento icónico”, el cual mantiene
distinciones respecto a su componente lingüístico.
184
Panofsky (Panofsky, 1983), en particular, debido a la perspectiva de su
concepto de imagen como forma simbólica, el cual, facilita una dimensión
adecuada para llevar a cabo un análisis hermenéutico de esta.
10
El vocabulario derivado del sustantivo Bild es particularmente rico en Alemania (imagen,
aspecto, estampa, figura, retrato, dibujo, esquema, grabado, ilustración, principalmente): no
porque no exista como en griego, una pluralidad diferenciada de términos para designar una
imagen desde diferentes puntos de vista, sino porque existe un conjunto de palabras
especialmente complejas y modeladoras relacionadas sistemáticamente con Bild; para el
sustantivo Urbild (paradigma, arquetipo, original, prototipo); para Abbild, (copia, reproducción,
retrato); para Gleichbild, ("copia", pero enfatizando en el parecido más que su fabricación);
Nachbild ("ectype", como copia de un original, una imitación mediante su reproducción, como
una impresión), Bildung (educación, cultura); Einbildung, (imaginación, fantasía, ficción,
ilusión, presunción), y así sucesivamente. El desarrollo de este sistema es representativo de
una gran parte de la historia de la filosofía alemana. Fuente para fundamentar estos
argumentos: Cassin, Barbara. (2014). Dictionary of Untranslatable. A Philosophical Lexicon.
New Jersey: Princeton University Press. Princeton and Oxford. Gottfried Boehm una
personalidad destacada de la hermenéutica de historia del arte, interpretó el significado de la
imagen como Bild; como retrato o reflejo, Abbild; e imaginación como Einbildungskraft, desde
lo cual, se reclama la subordinación histórica del lenguaje y el logos propio de la imagen en el
contexto de la tradición filosófica alemana, empezando por Kant, y siguiendo a Nietzsche,
Heidegger, Gadamer, así como las obras de Wittgenstein y Merleau-Ponty, principalmente. Al
respecto véase: Gottfried Boehm, “El giro icónico”: Una carta. Correspondencia entre Gottfried
Boehm y W. J. Thomas Michell (I),” en: Ana García Varas, Filosofía de la imagen. Salamanca,
Ediciones Universidad de Salamanca, pp. 74-80.
185
relacionado con una estructura simbólica identitaria; como gebilde, para
definir la imagen tipo-lógica como obra, o producto de una figura portadora de
“ideas fuerza” que dimensionan a la imagen tipo-lógica como formas
simbólicas relacionales; y como gestaltung, en su sentido de imagen tipo-
lógica que contribuye a la formación de un sistema modelador de identidad.
186
4.4. Imagen, imaginario e imaginación del tiempo histórico
El encuadre y su sentido simbólico del tiempo histórico. En el análisis
realizado, tanto del encuadre como de la perspectiva, constituyen un
componente específico de la plástica de la imagen que contribuye a comunicar
visibilidad histórica al plano de representación.
187
La pose del modelo. En este punto de la propuesta metodológica −la
última de las unidades de análisis de la plástica de la imagen−, las
observaciones efectuadas sobre la pose del modelo, sus signos icónicos y la
significación simbólica que generan sobre la noción de historicidad, las
imágenes están muy relacionadas con la propuesta visual de los libros
escolares, de acuerdo con las escuelas a que estuvieron destinados.
188
La gestualidad en las imágenes que refieren historicidad, su plástica y
su iconicidad están diseñadas con toda una intencionalidad política, social e
institucional, incluso se puede afirmar que, en diversos casos, la gestualidad
de las imágenes que describen rasgos de historicidad en los personajes
ilustrados estuvo mediada por el Estado Mexicano, quien finalmente
autorizaba la circulación de los libros escolares en los espacios de las escuelas
públicas.
189
Figura 4.11. La gestualidad proxémica en momentos históricos críticos.
190
Figura 4.12. La gestualidad proxémica de Cuitláhuac como representación simbólica
del gobernante que lucha a lado de su pueblo.
191
escolares de historia, para la educación primaria, es cruzar el análisis teórico
de historia conceptual y social, con la crítica aportada por los estudios visuales,
para probar cómo estas significan un referente de historicidad.
192
plástico Atenodoro Pérez Soto; y en la obra de Héctor Campillo Cuautli, 1950,
la propuesta plástica es de José Bardasano.
11
Por el estilo de abordar la narrativa de la historia desde la perspectiva de la vida cotidiana
de las antiguas civilizaciones, estos dos autores utilizan la técnica de ilustración de la
historieta.
193
históricos, de acuerdo con la narrativa histórica connotada en el texto. Toda la
iconografía referenciada tiene un carácter informativo, en sentido simbólico
con relación a lo expresado en el argumento de la narrativa de la historia en el
libro escolar.
194
simbólico de la “identidad con la historia patria” imagen C5GyGUVP1957-127
(González y Guevara, 1957, p.
127). No es casual −como se
documentó en el Capítulo 3− que el
título dominante de los libros
escolares sea precisamente el de
“Historia Patria”, el cual permaneció
hasta los años 50’ del siglo XX.
195
Capítulo 5. Matrices de significación: imagen y tiempo
histórico, construcción de imágenes de significación
tipo-lógicas
¿Copia, representación, similitud, símbolo, signo? Las imágenes contenidas
en los libros escolares en el periodo de estudio (1890-1959) no se definen por
lo que son en su sentido estético/pictórico, sino por aquello a lo que remiten
simbólicamente: su modelo de intención, respecto al cual se revela, sin
embargo, sólo como un enigmático “reflejo” de la realidad histórica
representada.
196
“La imagen en sí es intemporal e indiferente al lenguaje. No hay que forzar su
discurso.” (p. 365).
197
Epistemológicamente, toda mirada argumenta Lizarazo (2004) “[…] nos
modifica incluso biológicamente, ya que las neuronas que participan del
proceso también presentan cambios. Y puesto que la retina forma parte ya del
cerebro, nosotros mismos nos transformamos con esa mirada.” (p. 54).
Por otra parte, la ciencia post positivista, también llamada por Margenau
como “la ciencia del siglo XX” es ideológica; para ella, los hechos son
importantes sólo en conexión con las ideas; los conceptos trascienden el
198
dominio de los hechos mensurables; su principal objetivo es la creación de
teorías, para cuya construcción, el científico escoge libremente entre
diferentes hipótesis, moviéndose por la fe. Ello implica la selección de un
camino ante la existencia de dudas, en la cual no hay verdades absolutas ni
dogmas y la aceptación de una vinculación entre la ciencia y la filosofía.
199
2. Delimita lo que está dentro del marco –la imagen histórica– y lo que está
fuera del marco –la narrativa del tiempo histórico–.
3. Deslinda el punto de vista del investigador. La parte de la
representación que acota, –qué dejo dentro del análisis, qué dejo fuera.
Es la llamada función de enmarcado, que señala que es lo que se mira
en la imagen y qué es lo que observa el investigador en la misma-.
4. Define social y conceptualmente el lugar del espectador. El plano lejano
–lector distante–, plano cercano –lector implicado–.
200
evidencias (los libros escolares) de Historia Patria en el ámbito escolar y el
horizonte de expectativas que éstas generan el sujeto de estos aprendizajes.
Para Michel Melot (2005), la mayor parte de lo que expresa una imagen
es irreductible al lenguaje. Se pregunta, sobre la naturaleza de la imagen y la
condición de su existencia y, explica que ésta es una creación de la mente y
de la cultura; por lo tanto, su entorno, su contexto, su integración debe ser
estudiada en un marco más amplio como un requisito previo para su
comprensión. “La imagen entra en el mundo de la analogía: no es un texto,
201
incluso si la escritura puede convertirse en imagen, más de lo que es la
realidad”. (Melot, 2005, p. 361).
202
societario y como horizonte de expectativas contribuyen a la transformación
del pensamiento infantil en símbolos de identidad patria.
Si bien, –como señalan González, R., Dorotinsky, D., Vargas, D., [et.
al], 2010– los libros escolares “[…] contienen ilustraciones muy simples porque
se juzga que serían mucho más comprensibles para los niños”, (González, R.,
Dorotinsky, D., Vargas, D., [et. al], 2010, p. 12) la construcción compleja de
imaginarios con respecto a la enseñanza de la Historia Patria se instituye por
la existencia de un plano matricial de significación conceptual y social de la
identidad simbólica del imaginario sobre la identidad con la patria. (Ver figura
5.1.).
203
Figura 5.1. Plano matricial de significaciones en torno a las imágenes de la Historia
Patria en los libros escolares de educación primaria 1890-1959. Autor: Jesús Heras
Ramírez.
204
Planos recursivos. Estos planos de complejidad –líneas punteadas de
color verde– muestran cómo las imágenes de una época se introducen
recursivamente en los otros planos dialógicos.
206
y sostenidas desde la complejidad de una lógica impecable e implacable, lo
que no impide que su funcionamiento haga de todas ellas una fuente de
emociones configuradores de la identidad nacional, emociones que confirmar
su aprobación o desaprobación; de cólera y del odio popular.
Como se ha señalado, los libros escolares desde finales del siglo XIX
hasta mediados del siglo XX no eran ni obligatorios, ni gratuitos, pero si eran
autorizados por las burocracias educativas del Estado Mexicano para que
circularan en el contexto escolar.
207
Las imágenes históricas como evidencia del paso del tiempo son factor
de configuración de las identidades sobre la nacionalidad para las nuevas
generaciones, y, a la muerte de los hombres, aquellas son puestas a prueba
para evidenciar su perdurabilidad.
De este modo, una nueva imagen viene a materializar otra era, otro
escenario del drama nacional: muestra los pasos y la continuidad de la
empresa colectiva de edificar una nueva nación. Entonces, las imágenes sobre
la historia patria mostradas en los libros escolares se instituyen como el
espectáculo que el poder propone como modelo de país, como su obra en
acción y como acto de poder en sí mismo.
208
Lo que se distingue siguiendo esas peregrinaciones, pertenece siempre
al poder y a lo sagrado; cada época histórica en México inscribió a su manera
una cosa y la otra, las cuales se muestran como sus imágenes de poder, con
el objeto de dar continuidad a lo que sus predecesores habían edificado como
la Gran Tenochtitlan.
209
Torres (1908) describe el acto fundacional de la siguiente manera:
A la izquierda. Figura
5.3. La fundación de
México en el imaginario
histórico de la “Escuela
del Amor y de la Unidad
Nacional”,
210
Justo Sierra (1894) describe de la siguiente manera la naturaleza de los
mexicas fundadores de Tenochtitlan:
211
5.3.2. Imágenes históricas tipo-lógicas de la conquista y de la época
virreinal
12
El agregado entra corchetes y negrillas es nuestro.
13
En el mismo sentido que la nota anterior.
212
A la izquierda. Figura 5.8. Imagen de Hernán Cortés
con la cara borrada.14
Abajo a la derecha. Figura 5.9. Imagen de la
contraportada del libro de Aguirre Cinta con el nombre
de la niña Concepción Jiménez Alarcón.15
14
La imagen de Hernán Cortés aparece borrada porque la historiadora Concepción Jiménez
Alarcón señala que cuando era niña se la borró con la goma de su lápiz, porque este personaje
de la historia de México “no le caía bien”.
15
El original del libro escolar Lecciones de Historia General de México. Desde los tiempos
primitivos hasta nuestros días, en su edición de 1911, está en la colección privada de la Dra.
Luz Elena Galván Lafarga. Cuando me permitió sacarle copia y vi el nombre de “Concepción
Alarcón”, una de las niñas que lo usaron en la escuela, entrevisté a la historiadora Concepción
Jiménez Alarcón, para preguntar si ella había usado este libro. Su respuesta fue afirmativa,
pues me comentó que ella no usaba de niña el apellido Jiménez, sólo el Alarcón, por ser el
apellido de mayor significado en Tixtla Guerrero. Cuando le pregunté por la cara borrada en
la imagen de Hernán Cortés, me confirmó que ella lo uso, y que le borró la cara con la goma
del lápiz porque este personaje “no le caía bien”.
213
Figura 5.10. La imagen de Hernán Cortés y su ejército derrotado por los guerreros
mexicas en la llamada “Noche Triste”.
Si bien – como afirman los autores señalados en la nota 128 – con la fundación
de Tenochtitlan se crea el mito del surgimiento de la nación mexicana, es el
drama de Cuāuhtémōctzīn el último tlatoani mexica, quien llegó a este
momento tras haber sido tlacatlecutli de la resistencia a los conquistadores, es
quien cierra simbólicamente la circularidad del mito fundador de la nación
mexicana. El drama de su vida en resistencia le da un aire de identidad a los
mexicanos en el devenir de la historia patria. Veamos cual es la narrativa de
García Cubas en su libro escolar de 1890 al respecto:
214
Figura 5.11. El
drama del
tormento de
Cuauhtémoc
como símbolo
de resistencia
y dignidad
frente al
invasor.
16
El subrayado es nuestro.
215
.
Tal vez, por esta razón su imagen es una de las que más han cambiado en los
libros escolares durante el periodo de investigación 1890-1959, por lo cual se
216
elaboró una línea del tiempo para observar como parece ser otro hombre con
un rostro diferente durante todo este tiempo.
217
Figura 5.16. Imágenes de Cuauhtémoc en los libros escolares 1934-1945. Autor:
Jesús Heras Ramírez.
218
Figura 5.17. Imágenes de Cuauhtémoc en los libros escolares 1946-1959. Autor:
Jesús Heras Ramírez.
219
Las imágenes presentes en los libros escolares durante el gobierno virreinal
1535-1821, muestran las figuras de los diversos virreyes y personajes de la
época. Destacan como imágenes tipo-lógicas los abusos de los
conquistadores y encomenderos y la labor de los misioneros en defensa de
los indígenas. Veamos la narrativa de los autores de los libros escolares de la
época porfirista:
A la derecha. Figura
5.19. La imagen
como metáfora del
dolor histórico.
220
Figura 5.20. La imagen como sentencia histórica.
221
Figuras 5.21., 5.22. y 5.23. Protección de los indígenas por parte de los misioneros
católicos en contra de las acciones de los conquistadores.
222
5.3.3. Imágenes históricas tipo-lógicas de la independencia de México
223
A la izquierda. Figura 5.27. La imagen como
interrogación retórica de historicidad
A la Izquierda. Figura
5.29. La imagen como
personificación de unidad
histórica.
224
5.3.4. Imágenes históricas tipo-lógicas del México independiente
225
varios alumnos del Colegio militar, niños héroes que, con su martirio, honraron
a la patria y dejaron inmortal ejemplo a la juventud mexicana. (Reyes, 1897,
p. 167)
Gregorio Torres Quintero, profesor normalista y uno de los autores más prolijos
y exitosos de diversas obras escolares señala al respecto:
226
A la Izquierda. Figura 5.33. Imagen tipo-lógica
de la derrota del ejército francés.
227
A la izquierda. Figura 5.37. La imagen
como epíteto de historicidad.
Respecto a la polémica figura del general
Porfirio Díaz, veamos como lo describen
conceptual y socialmente algunos autores
de los libros escolares.
228
5.3.5. Imágenes históricas tipo-lógicas de la mujer en la historia patria
Ello pone de relieve el sesgo de género por parte de los autores y los
ilustradores de los libros escolares durante el periodo de investigación.
Además, en el caso de la imagen de Doña Marina (ver figura 5.38.), el libro
escolar para la escuela del “Amor y de la Unidad Nacional” (Monroy, 1958, p.
14) presenta el rostro de una mujer indígena totalmente occidentalizada; en el
caso de la imagen de Doña Josefa Ortiz de Domínguez (ver figura 5.40.), el
libro escolar de la “Escuela Socialista” (Bonilla, 1939, p. 40) autor pone el
énfasis (negritas) en que ésta es la esposa del corregidor de Querétaro.
De izquierda a derecha. Figuras 5.38. Doña Marina; 5.39. Sor Juana Inés de la Cruz;
5.40. Doña Josefa Ortiz de Domínguez y 5.41. Carlota Amalia. La imagen de la mujer
en la historia patria.
229
5.3.6. Laicidad y educación: imágenes religiosas en los libros escolares
de Historia Patria 1890-1959
230
Figura 5.42. La religión como espectáculo histórico-político.
231
5.4. El orden implicado en la significación de imágenes tipo-
lógicas y el papel de la enseñanza de la Historia Patria como
acto simbólico instituyente de identidad nacional
Como se puede leer en Campbell (1984):
Siempre ha sido función primaria de la mitología y del rito suplir los símbolos
que hacen avanzar el espíritu humano, a fin de contrarrestar aquellas otras
fantasías humanas constantes que tienden a darlo al pasado. (Campbell,
1984, p. 11).
De este modo, se puede comprender el orden implicado en la significación
tipo-lógica de las imágenes como acto simbólico instituyente de identidad
nacional como arquetipos, en el sentido que lo describe Campbell (1984):
232
Cuadro 5.1. Cuadro comparativo de las imágenes por cortes históricos, tomando
como punto de referencia las épocas históricas documentadas. Fuente: BDIEM del
proyecto de investigación.
233
Conclusiones y reflexiones finales
Las historicidades de las imágenes se significan en un entramado complejo
(matriz de significación), de comunicación intencional que expresa conceptual
y socialmente el razonamiento histórico discursivo de los autores de los libros
escolares considerados en esta investigación.
234
Desde una perspectiva histórica, ella muestra posibles significados
conceptuales y sociales: es su condición histórica y hermenéutica. “La imagen
procede, pues, de un modelo que la genera, sin que por ello se asemeje
necesariamente a él. La imagen no es una cosa, sino una relación. Es siempre
imagen de algo o de alguien sin que por ello sea una copia”. (Melot, 2007, pp.
12-13).
235
proveen. La naturaleza de la imagen vista entonces desde el logos no verbal,
determinan las relaciones entre los iconos y lo que puede ser dicho acerca de
ellos.
236
y contexto incluye texto, discurso, lenguaje, palabras, conceptos. Historiemos
entonces desde la histórica, desde la hermenéutica histórica, desde la historia
social y conceptual. Pero se requiere históricamente también
descontextualizar, porque el significado simbólico de la imagen se resiste a la
univocidad significante del texto, se escurre entre sus palabras, y como
sostiene Didi-Huberman, anacronicemos el estudio de la imagen y desafiemos
también la noción de que el saber histórico puede comprenderlo todo.
Por ello, interesa analizar las imágenes relacionadas con los conceptos
históricos y sociales movilizados en la narrativa de los autores como "formas
simbólicas relacionales", para caracterizar las posibles historias que se
enseñan, abordando su análisis e interpretación desde la histórica con un
enfoque hermenéutico.
237
Este vínculo relacional imagen/texto puede observarse en los
planteamientos teóricos postulados por Mitchell “quien revela la inextricable
imbricación de la representación y el discurso, la forma en que la experiencia
visual y verbal están entretejidas” (Mitchell, 2009, p. 79), en su complejidad,
por ello, se tiene la convicción de que en las “formas simbólicas relacionales”
existen tensiones entre las representaciones visuales y las verbales, las cuales
no pueden desligarse de las distintas lecturas e interpretaciones que se tienen
de éstas en la reflexión académica, en el campo de las artes visuales y aún en
la pragmática del discurso en las distintas culturas políticas.
238
¿Qué conocimientos aporta este abordaje de investigación al
estado del conocimiento?
La distinción entre imagen e imagen se significa en el modo de designar el
objeto material que contiene la imagen y la imagen en sí misma. “Hay un
sentido en que la imagen es inmaterial; se nombra una aparición, un
fenómeno, o quizá una relación que llega a la conciencia. Es una imagen de
algo para alguien.
Para leer una imagen como un texto, como un discurso, se debe tener
presente que la imagen “no es ni un concepto ni una combinación de ideas
sucesivas. Ella no habla. No tiene ninguna gramática, la esencia de lo que
expresa es irreductible al lenguaje. Las palabras deben ser tratadas por las
palabras y dejar la imagen en la imagen.” (Melot, 2005, p. 362).
239
decir, con su modelo tiene un vínculo posible, mientras la lengua funciona
como código, puesto que se sustenta en símbolos.
240
Referencias
(coordinador), V. N. (2011). Estudiando imágenes. Miradas múltiples. México: Publicaciones
de la Casa Chata.
Azara, P. (1995). La imagen y el olvido. El arte como engaño en la filosofía de Platón. Madrid:
Ediciones Siruela.
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