Informe de Gestion Del Cambio
Informe de Gestion Del Cambio
Informe de Gestion Del Cambio
4. Implantación del cambio: La implantación del cambio implica el llevar a cabo todas y cada
una de las actuaciones programadas en la fase de planificación.
5. Evaluación y control del cambio: La implantación de los cambios nos exige ir
controlándolos, esto es, valorando si se están consiguiendo los beneficios cuantitativos y
cualitativos previstos. Si no son los esperados, se deberán analizar las causas que impiden el
cumplimiento de lo previsto, y se rediseñarán las estrategias y procedimientos de cambio hasta
alcanzar la situación deseada, esta información de retroalimentación es muy enriquecedora para
conseguir el objetivo previsto con el cambio e incluso para cambios o decisiones futuras, ya que,
en esta fase, nuevas contingencias pueden aparecer que pueden amenazar el éxito de la
estrategia de cambio.
5) COMO PREPARARSE PARA EL CAMBIO
La estrategia para un cambio efectivo:
Poner en marcha con éxito un plan estratégico de gestión de cambio requiere una planificación
integrada en los procesos antes, durante y después del cambio.
ANTES
1. Entender las iniciativas previas al cambio. Para realizar un plan efectivo es necesario saber lo
que ocurrió con situaciones de cambio anteriores. Hay que trabajar con los directivos y staff para
aprender lo que funcionó, lo que no y cuáles son los gaps que debemos completar.
2. Involucrar a los directivos. Para obtener el mayor éxito, es imperativo que los líderes,
incluyendo Dirección General, estén claramente apoyando el esfuerzo, son ellos los que impulsan
el cambio en las organizaciones. Recursos Humanos tiene que demostrar a sus ejecutivos que
gestionar el cambio no va a ser siempre agradable, pero sí necesario para garantizar la alineación
entre la gestión del talento de la organización y la estrategia del negocio.
3. Identificar a las personas que pueden bloquear o facilitar el cambio. Ayudar a las personas a
entender sus fortalezas y debilidades. Además, el manager puede utilizar los resultados para crear
un perfil de equipo y comentar con ellos cómo las actitudes individuales pueden afectar a la
dinámica del grupo.
4. Diseñar un proceso de cambio. Lo importante es señalar las áreas clave en las que el capital
humano puede verse afectado. Poner en marcha iniciativas para ayudar a adaptarse a los
cambios.
5. Construir un sistema de comunicación eficaz. Debemos construir la comunicación del cambio
desde todo lo que hacemos, como, por ejemplo, tenerlo en cuenta en nuestros sistemas de
rendimiento de managers y en las publicaciones de nuestra intranet.
DURANTE Y DESPUÉS
6. Proporcionar el apoyo necesario a los directivos para dirigir a sus colaboradores en procesos
de cambio. Puede llevarse a cabo en grupo o en interacciones individuales. En ocasiones, es útil
mantener a los directivos juntos, porque el proceso de ejecutar el cambio puede ser una
experiencia muy solitaria. Asimismo, es recomendable que tengan reuniones individuales con
cada miembro de su equipo.
7. Ofrecer coaching a los managers que necesiten un apoyo complementario. Proporcionar el
apoyo y desarrollo adecuados y necesarios para ayudar a conducir el cambio a través de la
organización. Si no son capaces de comunicar de forma efectiva la visión y estrategia, y conseguir
así el compromiso de sus equipos durante el proceso, el cambio no tendrá éxito.
8. Medir el éxito. Debemos primero saber cómo definimos el éxito en cada caso y utilizar una
metodología apropiada para evaluar si efectivamente se ha conseguido. Por ejemplo, en algunos
casos, es posible que se necesite medir la habilidad de un manager para sostener una
conversación eficaz sobre el cambio con un colaborador, en ese caso puede ser óptimo un 360º
sobre sus interactuaciones. Sin embargo, si el éxito se define midiendo el comportamiento de la
organización en su conjunto, entonces quizás sea adecuado pedir a los colaboradores que
completen una encuesta de opinión antes y después del gestionar el cambio.
Aumento del control de los empleados. Los cambios organizativos pueden aumentar el control
administrativo de los empleados, y este proceso puede hacer que los empleados se vuelvan
resistentes a tales propuestas.
Factores económicos. Los cambios organizativos a veces se pueden ver desde el lado del
empleado simplemente como algo que disminuirá su salario u otros privilegios económicos que
les brindaba la empresa hasta la implementación del proceso de cambio. Es normal esperar que
las personas que sienten que perderán la parte de su salario se resistan al cambio.
Amenaza de confort. Los cambios organizativos en muchos casos resultan en incomodidad
personal y dificultan la vida de los empleados. Cada nueva tarea requiere olvidar los viejos
métodos de hacer el trabajo y aprender cosas nuevas que llevan al desperdicio de energía y
causan insatisfacción.
Seguridad en el empleo. El cambio organizacional puede eliminar algunos puestos de trabajo,
puede producir excesos tecnológicos, despidos y otras circunstancias que no tardarán en
desencadenar la resistencia al cambio.
Implicaciones en los planes personales. El cambio organizacional puede detener otros planes,
proyectos u otras actividades personales o familiares. De tal manera, esto se convierte en una de
las causas de la resistencia al cambio para aquellas personas que se vean afectadas por la
transformación.
Dudas acerca del proceso. Los empleados, generalmente, se resisten al cambio cuando no
entienden el verdadero propósito de la transformación propuesta. En esos casos, suelen asumir
que llega algo malo, lo que los anima a presentar resistencia.
Diferentes valoraciones y percepciones. Diferentes evaluaciones y percepciones pueden afectar
los cambios organizacionales si hay personas que consideran los cambios propuestos como una
mala idea. Por eso son resistentes a los cambios propuestos.
Miedo a lo desconocido. El cambio organizacional, en muchos casos conduce a la incertidumbre.
Es normal que las personas sientan el miedo, ya que piensan que los cambios son algo peligroso.
Esta incertidumbre afecta a los miembros de la organización y les hace resistir el cambio
propuesto.
Experiencia previa. Todos los empleados ya tienen algo de experiencia con un proceso de cambio
organizativo anterior. Entonces, saben que esta transición no es un proceso fácil. Si, además, los
procesos de cambio vividos en el pasado fueron un fracaso, será probable que aparezca la
resistencia al cambio.
Existen 5 efectivas técnicas que las empresas pueden utilizar para enfrentar la resistencia al
cambio organizacional:
Educación y comunicación:
La mejor forma de combatir la resistencia al cambio es anticiparse a cualquier reclamo generado
por falta de información. Desde el inicio del proceso, los responsables deben comunicar al
personal la importancia del cambio, sus consecuencias y las acciones a tomar con el fin de que
ellos no se vean sorprendidos y estén al tanto de los procesos que significa.
Participación:
• Descongelar
• Cambiar
• Volver a congelar
Como físico de profesión,
Lewin utilizó el ejemplo
de convertir un cubo de
hielo en un cono de hielo
y lo aplicó a la gestión del
cambio organizacional.
En primer lugar, un
equipo u organización
debe "descongelar" su
proceso de negocio y las
percepciones actuales al prepararse para los cambios inminentes. Este paso ayuda al equipo a
abordar la tarea o el desafío desde cero, sin prejuicios ni malos hábitos.
• Negación
• Enojo
• Negociación
• Depresión
• Aceptación
Si los equipos y las empresas pierden de vista a quién afectan más sus cambios, entonces sus
intentos de hacer esos cambios serán en vano. Cambiar una organización no es como cambiar un
neumático; existen factores emocionales que se deben considerar.
Una advertencia que hay que tener en cuenta con esta estrategia de gestión del cambio es que
estas etapas no siempre son secuenciales y que todos pueden avanzar a través de ellas de manera
diferente, por lo que su eficacia no siempre es predictiva. Como tal, también se puede utilizar
para complementar otros modelos de gestión del cambio para un enfoque doble.
5. Modelo de las 7 S de McKinsey
El modelo de las 7 S de McKinsey fue desarrollado en la
empresa consultora McKinsey por Thomas J. Peters y
Robert H. Waterman durante la década de 1970 para
evaluar cómo trabajan en conjunto las diferentes partes
de una organización. Según el modelo de las 7 S, existen
siete elementos fundamentales en todas las empresas:
Elementos objetivos (muy fáciles de identificar y
controlar)
1. Estrategia
2. Estructura
3. Sistema
Elementos subjetivos (difíciles de cambiar)
4. Valores compartidos
5. Personal
6. Estilo
7. Habilidades
Estos elementos están interconectados y, si se modifica un elemento, el cambio se propagará y
afectará a los demás elementos. Las empresas tienden a utilizar el modelo de las 7 S cuando
implementan cambios en la organización y necesitan alinear diferentes departamentos y
procesos de negocio.
6. Modelo PDCA
También conocido como el ciclo de control o el círculo de Deming, el modelo PDCA fue
desarrollado por William Deming durante la década de los cincuenta. El modelo “Planear, hacer,
verificar y actuar”, que se identifica con su sigla en inglés PDCA, es un proceso cíclico e iterativo
para la mejora y el cambio continuos.
Ayuda a las organizaciones a realizar
mejoras siguiendo un proceso simple:
idear, probar e implementar un plan,
evaluar el éxito de este y realizar los
cambios necesarios. Aclara y repite.
Como ciclo poderoso y versátil, el ciclo
PHVA se usa mejor cuando se realizan
seguimientos de control, se detectan
ineficiencias y se desarrollan nuevos
procesos dentro de las empresas e
industrias.
7. Modelo de transición de Bridges
Terminar, perder y dejar ir: Por contradictorio que parezca, el primer paso en el modelo de
transición comienza con un final y suele ser el más emotivo para los empleados. La incapacidad
de reconocer los sentimientos de los empleados puede provocar que ellos rechacen los cambios,
por lo que es importante comunicar claramente el objetivo y los beneficios del cambio.
Zona neutral: Durante esta fase, los empleados se adaptan al cambio y logran el mayor
rendimiento con los nuevos procesos. Comunícate de forma rápida y clara cuando surjan
problemas para evitar confusión y frustración.
Nuevos comienzos: La última etapa de la transición es la aceptación. Los empleados tienen un
sentido de dirección y comprenden por qué se necesitaban los cambios. Resalta el éxito de los
cambios para demostrar los resultados tangibles del trabajo arduo de los empleados.
8) INFLUENCIA DE LA CULTURA ORGANIZACIONAL
La cultura ofrece formas definidas de pensamiento, sentimiento y reacción que guían la toma de
decisiones y otras actividades de los que forman parte de la estructura organizacional de una
compañía.
Dentro de una empresa comparte conceptos comunes. Subraya la importancia de los valores y
creencias compartidos y su efecto sobre el comportamiento. Es el pegamento social o normativo
que mantiene unida a una compañía. Incluye lineamientos perdurables que dan forma al
comportamiento.
Para el desarrollo de una cultura organizacional se consideran como clave a los siguientes:
Compromiso con los valores, desde los niveles superiores de la organización. La alta dirección se
mantiene en estrecho contacto, visitando y dialogando con “el frente de batalla”.
Es importante que las empresas posean una cultura organizacional definida, y que el personal
sepa exactamente la función que debe desempeñar para cumplir con los objetivos y metas
trazados por la alta gerencia.