Tecnicas Argumentativas

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LAS TÉCNICAS ARGUMENTATIVAS

Es importante señalar que antes vimos cómo se clasifican las premisas según un criterio de
contenido respecto de cuál podría ser la naturaleza de aquello que puede avalar un enunciado-
conclusión [premisas entimemáticas]. En esta sección, la clasificación apunta a la interacción
entre premisa-conclusión, tal como la realiza CH. Perelman (1989). Es decir, la clasificación de
las técnicas debe tener en cuenta, dado X (conclusión), debe examinarse si P (premisa) actúa
como causa, consecuencia, etc.
Una serie de delimitaciones resultan necesarias. Las estrategias discursivas y argumentativas
tienen en común el ser acciones/actividades que se constituyen en base a una meta. En el
caso de las discursivas, funcionan no sólo para convencer sino también para informar, para
obtener un efecto estético, etc., mientras que las argumentativas atienden únicamente a lograr
la adhesión a la posición sustentada por el locutor. Las primeras son más genéricas y
abarcativas; en un esquema comunicacional, las últimas se incluirían dentro de lo apelativo,
aunque no sólo dependientes de elementos lingüísticos.
Por último,  tanto el orden de los argumentos  -su ubicación en función de la persuasión o
convencimiento- también forma parte de las acciones finalistas o actividades seleccionadas en
función de una meta.
Por ejemplo, dada una conclusión:
VOTE A X
las razones esgrimidas pueden ser:
a.- Premisa: porque traerá bienestar a la población (avala a la conclusión en función de las
consecuencias que podrían resultar del triunfo del candidato).
b.- Premisa: porque es su segundo período de gobierno y se pueden constatar sus obras
y esfuerzos (avala la conclusión en función de que hay causas, entendidas éstas como...).
c.- Premisa: porque pertenece a un partido con gran trayectoria en el sector popular
(avala el pedido de voto en función de la pertenencia del candidato a un grupo).
d.- Premisa: porque es una persona capacitada y honesta (avala la conclusión en función de
una determinada concepción o definición de la persona)
A continuación, ofrecemos una clasificación -aunque no es la única posible- respecto de los
tipos de razones que sustentan una conclusión. Para la misma, nos guiamos especialmente por
Perelman (1989).
El fin que se propone el autor es analizar la estructura de los argumentos aislados, aunque
advierte que toda estructura argumentativa se realiza en una situación y que es el resultado de
la interacción de los argumentos. Además, advierte que la clasificación que propone no es la
única posible ya que un mismo enunciado puede traducir diferentes esquemas.
Explicita que si la finalidad es la del análisis de los esquemas argumentativos, esta tarea
supone dividir las articulaciones que son parte integrantes del discurso, disociarlas del todo y
advierte que esto constituye un peligro, ya que no se puede analizar un argumento
aisladamente, sin su contexto.
La primera gran clasificación de las técnicas es:
ARGUMENTOS CUASILÓGICOS : aquellos semejantes al pensamiento formal y matemático. Su
propiedad diferencial es que son más convincentes que persuasivos ya que son semejantes a
los razonamientos formales, lógicos o matemáticos. La diferencia entre los lógicos y
cuasilógicos es que sólo por un esfuerzo de reducción o de precisión, de naturaleza no formal,
se puede dar a los segundos una apariencia demostrativa. El valor de los argumentos
cuasilógicos consiste en que extraen su fuerza persuasiva de los modos de razonamiento
incuestionable con mayor prestigio.  Subdivide los argumentos cuasilógicos en:
 LOS QUE APELAN A ESTRUCTURAS LÓGICAS :
- Contradicción o incompatibilidad
- Identidad total: Definiciones persuasivas, tautología.
- Identidad parcial: regla de justicia, - reciprocidad, transitividad.
 LOS QUE APELAN A RELACIONES MATEMÁTICAS:

- Parte con el todo: inclusión de las partes en el todo; división del todo en sus partes.
- Argumento de comparación; por el sacrificio.
ARGUMENTOS BASADOS EN LA ESTRUCTURA DE LO REAL : es decir, argumentos fundamentados
en la naturaleza de las cosas. Si los argumentos cuasilógicos tienen validez por su aspecto
racional, los que trataremos ahora se sirven de la estructura de lo real para establecer una
solidaridad entre ideas admitidas y otras que intenta promover. Los subclasifica en:

ENLACES DE SUCESIÓN; unen fenómenos con sus causas o consecuencias. Incluye: causa,
consecuencia, medio/fin, argumento del despilfarro, de la superación, de la dirección.
ENLACES DE COEXISTENCIA: consisten en asociar una persona con sus actos: acción del acto
sobre agente, del agente sobre el acto; asociar una esencia con su manifestación; asociar un
grupo con los individuos.

ARGUMENTOS QUE FUNDAMENTAN LA ESTRUCTURA DE LO REAL : se trata de argumentos


analógicos, reestructuran ciertos elementos del pensamiento según esquemas admitidos en
otros grupos de lo real.
El argumento por el caso particular, constituido por:
EJEMPLO.
ILUSTRACIÓN.
MODELO.
ANALOGÍA.
ARGUMENTOS CUASILÓGICOS

I.-LOS QUE APELAN A ESTRUCTURAS LÓGICAS :


I.1.- CONTRADICCIÓN E INCOMPATIBILIDAD
En lógica, la aserción de una proposición y su negación constituye la evidencia de una
contradicción que la hace inutilizable.
Por el contrario, en la lengua natural, y como los enunciados no son unívocos, cuando se
afirma y se niega hay que ver cómo debe interpretarse la incoherencia.
En estos casos, no se habla de contradicción sino que se esforzará por mostrar que las tesis
sustentadas por el adversario, por ejemplo, son incompatibles. Se trata, en realidad, de una
refutación.
La incompatibilidad consiste en dos aserciones, entre las cuales es preciso elegir, a menos que
se renuncie a las dos. Las tesis incompatibles aparecen como aserciones contradictorias no
sólo por razones formales. Pueden depender también de la naturaleza de las cosas o de una
decisión humana. En un diálogo familiar podría darse la siguiente situación:
¡En la mesa no se habla!
Y vos ¿por qué hablás?
Muchas veces, el adversario exagera la tesis de su oponente y la torna incompatible. Se trata
de la técnica del absurdo.
Por ejemplo, en un comentario publicado por la Revista Descubrir, observamos:
“Si fuera así, se daría la insólita situación de funcionarios públicos, atendiendo bocas de
expendio de estupefacientes. Todos podríamos observar al piloto de avión que nos va a
conducir a 1000 metros de altura mientras se inyecta una dosis, o alguno de los lectores
entregaría a su esposa a punto de dar a luz en manos de un obstetra que “para calmar los
nervios” necesita una inhalación”.
El locutor se opone a la despenalización de la droga y se emplea la refutación por el absurdo:
marca la inconsistencia de la propuesta de liberalización al señalar sus consecuencias y
exagera, planteando con situaciones ficticias, las consecuencias para reafirmar así la situación
ridícula a la que podría llevar la despenalización.
I.2.- IDENTIDAD TOTAL: DEFINICIONES PERSUASIVAS, TAUTOLOGÍA.
Los procedimientos fundamentales de la argumentación también están constituidos por la
identificación de diferentes elementos que son objeto de discusión.
Todo uso de conceptos, clasificación, inducción, implica una reducción de ciertos elementos a
lo que en ellos hay de idéntico e intercambiable. La reducción cuasi-lógica se da siempre que la
identificación de los conceptos, seres o acontecimientos no sea del todo evidente, sino
justificada argumentativamente.
I.2.1.- Técnicas que tienden a una identificación completa de los elementos.
El procedimiento más usado para esta técnica es la DEFINICIÓN, por aproximación o
ejemplificación.
DEFINICIÓN
Es un instrumento para la univocidad, para evitar ambigüedades. En general, los requisitos de
una definición son:
. debe ser tan precisa como el término definido.
. Los términos que aparecen en la definición deben ser mejor comprendidos que el definido.
. Debe evitarse la circularidad, la metáfora, la carga moral. Una definición es persuasiva cuando
tiene una carga positiva o negativa que proviene del locutor. En realidad, la base del
funcionamiento argumentativo reside en la confusión y ambigüedad semánticas.
Volviendo al debate sobre la despenalización de la droga, tenemos dos posiciones posibles:

Conclusión No a la penalización Sí a la penalización

Porque el hombre es un Porque el hombre es un


Premisa
ser libre ser que necesita ser
protegido por reglas y
normas
Esto quiere decir que según la concepción que se sustente del hombre -manifestada en la
definición - se fundamentan las respectivas posiciones.
La redefinición puede funcionar para refutar y como técnica de resistencia a la refutación. Con
relación a la última, hay dos modalidades:
 dada una refutación, se responderá que el contraejemplo no es lo mismo. Por lo tanto,
se busca redefinir la cosa, de modo que el contraejemplo quede excluido.
 Se rechaza el contraejemplo, aduciendo que no pertenece a la misma clase.
La posibilidad del uso argumentativo de las definiciones es posible porque son posibles
múltiples tipos de definiciones, entre las cuales se elige.
I.3.- IDENTIDAD PARCIAL.
I.3.1.- La Regla de Justicia
Consiste en la aplicación del tratamiento idéntico a seres o situaciones que pertenecen a la
misma categoría.
Por ejemplo, dada una conclusión: Es injusto discriminar a los homosexuales
Premisa: porque son humanos como todos nosotros.
En el caso, notamos que se combinan las técnicas de definición y regla de justicia.
Para que la regla de justicia sea el fundamento, los objetos a los que se aplica deben ser
intercambiables.
Para refutar este procedimiento, habitualmente se apunta a la clasificación efectuada de que
los seres pertenezcan a la misma categoría y su tratamiento precedente. Este tipo de
argumentación es pilar en el discurso jurídico.
I.3.2.- Argumentos de Reciprocidad
También suponen una identificación parcial. El procedimiento consiste en aplicar un mismo
tratamiento a dos situaciones que forman pareja.
La identificación de las situaciones, seres u objetos es indirecta, ya que se requiere la
aplicación de la ley de simetría. En lógica formal, hay simetría cuando su conversa es idéntica:
entre a y b hay idéntica relación que entre b y a. Es decir, se puede invertir el orden del
antecedente.
El argumento de reciprocidad supone situaciones similares al considerar que ciertas relaciones
son simétricas.
Por ejemplo y con relación al cupo del 30% de participación femenina en la legislatura,
quedaría del siguiente modo:
Conclusión Me opongo al cupo
Premisa porque, ¿qué pasaría si la aplicáramos para los hombres?
O:
Conclusión Es injusto que festejemos el día de la mujer
Premisa o también festejemos el día del hombre
Hay distintas modalidades:
 La simetría puede resultar de la transposición de puntos de vista opuestos (Usted está
equivocado, porque si le parecen ridículas las costumbres de los orientales, estos
piensan que son absurdas las de los occidentales).
 La identificación de situaciones puede darse porque dos actos entre sí tienen el mismo
efecto.
 Otra forma consiste en presentar como inversa una de otra, dos acciones, dos
conductas, dos acontecimientos: lo que se aplica a una, se aplica a la otra : Es incorrecto
que los cristianos vayan a la comedia porque los actores son condenados por ofrecerla.
El argumento cuasi-lógico de reciprocidad se aplica si se olvida todo lo que diferencia a los
seres u objetos tratados. Por un proceso de reducción, se las hace simétricas. Por esta razón,
estos argumentos no pueden usarse siempre, ya que la identificación de situaciones puede
desechar diferencias esenciales; además, depende de la importancia que se les asigna a las
situaciones. Es posible rechazar la simetría cuando se le atribuye a un elemento un valor
superior.
I.3.3.- Argumentos de Transitividad
Se trata de una propiedad formal de ciertas relaciones que permite pasar de la afirmación de
que existe la misma relación entre A y B y entre B y C, a la conclusión de que también existe
entre A y C: las relaciones de igualdad, inclusión, ascendencia, son relaciones transitivas.
Los argumentos basados en las relaciones de alianza o antagonismo entre personas y grupos
se basan en la transitividad. Por ejemplo, los amigos de tus amigos son mis amigos / los
amigos de tus enemigos son mis enemigos.
Respecto del empleo de las relaciones transitivas, son muy importantes en los casos en que no
se pueden confrontar elementos iguales: más pesado que, mayor que, más que. La relación de
implicación es una de las relaciones transitivas más importantes. Emplea fundamentalmente la
relación de consecuencia lógica, la propia del razonamiento silogístico está centrada en la
transitividad. La cadena silogística, en calidad de relación consecuencia lógica, es la más
importante cadena transitiva de la argumentación cuasi-lógica.
II.-LOS QUE APELAN A RELACIONES MATEMÁTICAS :

II.1.- LA RELACIÓN DE LA PARTE CON EL TODO


La relación de inclusión da lugar a dos grupos:
II.1.1.- LOS ARGUMENTOS QUE CONSIDERAN LA INCLUSIÓN DE LAS PARTES EN EL TODO.
En estos casos, se confronta el todo con una de las partes y no se atribuye ninguna calidad al
todo ni a la parte.
Hay diferentes modalidades:
1.- Sólo realiza un análisis de las relaciones que permiten la comparación casi matemática
entre el todo y las partes: lo que vale para el todo, vale para la parte.
2.- Casi siempre hay una estimación cuantitativa entre el todo y la parte, porque el todo
engloba a la parte, es más importante.
Otra variedad del argumento basado en la inclusión es aquél que relaciona lo que comprende y
lo que es comprendido: el mentiroso es superior a los que se miente, porque sabe que miente.
La superioridad de los filósofos sobre los otros, porque su objeto abarca la ciencia, los
principios que la gobiernan.
II.1.2.- LOS QUE USAN LA DIVISIÓN DEL TODO EN PARTES Y LA RELACIÓN ENTRE LAS PARTES.
La concepción del todo y la suma de las partes es fundamento de una serie de argumentos,
llamados argumento de división.
En el argumento por división, las partes deben ser consideradas exhaustivamente, sin omitir
nada. Se trata de un argumento no puramente formal, ya que exige el conocimiento de las
relaciones que las partes mantienen con el todo.
Los argumentos por división se emplean en las operaciones de adición, sustracción y
combinación. Se emplean para demostrar:
 la existencia del conjunto (por enumeración de las partes).
 la existencia o no de una de las partes. Se argumenta por exclusión. Esta es la base del
dilema: aquí se examinan dos hipótesis para concluir que cualquiera sea la elegida, se
llega a un mismo efecto o a dos resultados con idéntico valor negativo, o acarrean una
incompatibilidad con una regla a la cual se ligaba. La refutación del dilema puede darse
por conversión.
El argumento por división implica todas las relaciones entre las partes que hacen que su suma
pueda reconstituir el conjunto. Estas relaciones pueden vincularse a la estructura de lo real (los
barrios de una ciudad) o de naturaleza lógica.
II.2.- ARGUMENTO DE COMPARACIÓN
Consiste en la confrontación de diferentes objetos para evaluar unos con otros. Son diferentes
de los argumentos de analogía e identificación.
El argumento cuasi-lógico de comparación aparece cuando la medida o el criterio que permite
compararlos se omite. Son pretensiones del orador más que realidades así organizadas.
Se pueden oponer elementos por:
. oposición: lo pesado y lo ligero
. ordenación: lo más pesado que
. por ordenación cuantitativa: por unidades cuantitativas.
Cuando son nociones tomadas del sentido común, los criterios son más complejos: por
ejemplo, para evaluar el grado de santidad de X, se tiene en cuenta el resultado obtenido y los
pasos para conseguirla.
En la comparación los términos entran en interacción de dos modos:
 el nivel absoluto del término patrón puede influir en el valor de los términos
pertenecientes a la misma serie y con lo que se lo compara. Por ejemplo, el delito es el
mismo: o robar al estado o malgastar el dinero en contra del interés público.
 la confrontación aproxima dos términos considerados como inconmensurables; por
ejemplo, la comparación entre dios y los hombres: actúa en provecho del inferior y en
detrimento del superior.
Puede haber uso descalificatorio de la comparación: al confrontar a alguien con lo que
desprecia, a pesar de que se puede afirmar su superioridad, desde ese momento, resulta
descalificado porque todos los seres forman parte del mismo grupo.
Este argumento aparece por el superlativo: cuando se considera a algún objeto superior a
todos los seres de una serie, o incomparable. Es decir, son únicos en su género. Los juicios que
usan el superlativo son más impresionantes por su aspecto cuasilógico. El efecto del
superlativo a veces está reforzado con una restricción: da la impresión de que se trata de una
comparación efectiva.
La fuerza persuasiva de la argumentación por comparación reside en su cercanía a la
estructura matemática.
II.2.1- ARGUMENTACIÓN POR EL SACRIFICIO
Es un tipo de argumentación de comparación que se funda en el sacrificio que se está
dispuesto a sufrir para llegar a algo.
Esta argumentación está en la base de todo sistema de intercambio -venta, trueque, alquiler-.
Pensemos por ejemplo en las transacciones comerciales en las cuales el vendedor expresa
cómo el artículo ha sido cuidado y valorado, todos los esfuerzos realizados por conservarlo;
pero que, sin embargo y por circunstancias excepcionales, consiente desprenderse de él.
En estos casos, los términos se determinan uno por otro. Se debe calcular el valor atribuido al
motivo por el cual se acepta el sacrificio: David amaba a Dios porque estuvo a punto de
sacrificar a su hijo. Otra modalidad de esta argumentación es la significación del sacrificio por
parte de los demás, el cual depende de la valoración del que efectúa el examen.
Se puede objetar la argumentación por el sacrificio, ya que la psicología contemporánea indica
la ambivalencia del término. La medida por el sacrificio supone elementos que están sujetos a
variaciones, acerca de cómo se califica el sacrificio.
Este argumento se aplica a todo el campo de las relaciones de medio a fin. El medio es un
sacrificio, un esfuerzo. El aspecto cuasi-lógico de este argumento se evidencia cuando, para
valorar algo, transformamos otra cosa en medio apto. Este argumento aproxima los términos
confrontados y establece una interacción entre ellos.
ARGUMENTOS BASADOS EN LA ESTRUCTURA DE LO REAL

Estos argumentos se basan en la estructura de lo real para establecer una solidaridad entre
juicios admitidos y otros que intenta promover. El modo más evidente de evidenciar la
solidaridad consiste en presentarlos como partes de un todo. Es posible clasificarlos en:
1.- Argumentos que se aplican a ENLACES DE SUCESIÓN : aquí se unen fenómenos con sus
consecuencias o sus causas.
2.- Argumentos empleados en ENLACES DE COEXISTENCIA: entre persona y acto, entre grupo e
individuo.
I.1. - ENLACES DE SUCESIÓN

I.1.1.- ENLACE CAUSAL


El enlace causal cumple una función fundamental en la argumentación. Se observan dos tipos
de argumentación causal:
1.1.- los que, dado un acontecimiento, tratan de descubrir la causa.
1.2.- los que, ocurrido un acontecimiento, se centran en el efecto que se deriva.
El criterio establecido por Perelman (1989) para hablar de argumentación causal consiste en
aquellos que, por el nexo causal y desde un acontecimiento dado, pretenden aumentar o
disminuir la creencia en la existencia de una causa o el efecto que resulta. En el primer caso, la
causa es la conclusión, y el efecto la premisa; en el segundo caso, el efecto es la conclusión, y
el causa la premisa.
En general, podemos decir que el fundamento de la argumentación por la causa supone que
los actos son razonables, racionales.
A la búsqueda de la causa corresponde, en otras circunstancias, la del efecto; en el último
caso, el argumento se desarrolla de modo similar: el acontecimiento garantiza determinadas
consecuencias; las consecuencias previstas, si se realizan, contribuyen a probar la existencia
del fenómeno que lo condiciona.
Los manuales de retórica distinguen entre la existencia de una relación causal entre dos
acontecimientos y la relación de causalidad tiene el estatuto de tesis o conclusión. Aquí se
trata de argumentación causal, en donde se busca establecer ese lazo causal (ciencia). Otra
posibilidad se ofrece cuando la causa tiene el estatuto de argumento, causalidad que depende
de un punto de vista. Esta es la verdadera relación de causalidad establecida por la
argumentación.
Se buscan precisar las condiciones a las cuales obedece una buena determinación causal: éstas
son evidentemente, la de los métodos hipotético-deductivos: E1---Causa---E2. La causa tiene
estatus de hecho y funciona como conclusión.
La argumentación causal propone una reflexión sobre este lazo. El objetivo es encontrar la
causa y la elección manifestada es reveladora de los intereses del locutor. Tiene elementos
comunes con la investigación científica. Apela a las siguientes nociones:
 Causalidad múltiple: los acontecimientos se producen bajo el efecto de
convergencias causales múltiples.
 Causas particulares y generales.
 Causas inmediatas y causas próximas: La asignación causal depende del
punto de vista adoptado. Estas causas no son excluyentes sino que se
encadenan sobre planos diferentes. Cada uno fija un tipo de
responsabilidad, determina un modo de intervención específica sobre la
cadena causal.
Se los considera los argumentos más pobres en tanto argumentos, en la medida en que el
examen de la validez de la relación causal es exterior a la argumentación propiamente dicha.
Para el empleo de este argumento, se recomienda:
 Preguntarse si el argumento explica cómo la causa produce el efecto. Entre A y B
además de correlación, debe especificarse en qué sentido A conduce a B. Además, debe
explicitarse por qué se establece la conexión entre A y B.
 Preguntarse si la causa postulada es la más probable ya que siempre hay varios sucesos
que pueden ser causa.
 Examinar y evaluar que no todo lo anterior en el tiempo es causa.
 Observar si la correlación establece la dirección de la causalidad: corroborar que A
causa B y no a la inversa.
 Analizar si las causas no son complejas, ya que en algunos casos, hay múltiples causas;
en muy pocas ocasiones nos encontramos con una sola causa.
I.1.1.A.- EL ARGUMENTO PRAGMÁTICO.
La cadena causal supone la vía de la causa al efecto y del efecto a la causa. La vía de la causa al
efecto es una relación descendente; se evidencia fundamentalmente en las personas, en
donde se trata de un enlace de coexistencia, no de sucesión: por ejemplo, se devalúa a los
hombres porque descienden de los animales; se otorga un valor al niño por sus padres, etc.
El argumento pragmático permite apreciar un acto o acontecimiento según sus consecuencias
favorables o desfavorables. Este argumento es muy importante y general la consideración de
que para apreciar un acontecimiento, es preciso remitirse a sus efectos. Y en la medida en que
permite apreciar algo por sus consecuencias presentes o futuras, resulta central para la acción.
La condición de validez de esta argumentación consiste en que se constate el enlace
hecho-consecuencia y puede desarrollarse siempre que haya acuerdo acerca del valor de las
consecuencias.
Los procedimientos consisten en transferir en la causa el valor de las consecuencias. No sólo se
limita a transferir a la causa una cualidad de la consecuencia, sino que también permite pasar
de un orden de valores a otros: por ejemplo, permite reducir la superioridad de una conducta
partiendo de la utilidad de las consecuencias.
Habitualmente el éxito es el criterio de validez para valorar la consecuencia; también la
felicidad aparece como justificación última.
Los límites para el desarrollo del argumento pragmático consisten en que conviene que la
causa sea próxima; si está muy alejada, no se efectúa la transferencia de valor y, además,
puede ser refutada. Hay que tener en cuenta un gran número de consecuencias, buenas o
malas. Y puede refutarse indicándole otras causas. Los adversarios pueden indicar que es
posible elegir entre las consecuencias. Los moralistas en general le cuestionan su utilitarismo.
Esta técnica es muy utilizada en el discurso publicitario y en aquellos más pragmáticos. Por
ejemplo:
Conclusión Compre jabón de la ropa X
Premisa porque garantiza la blancura de su ropa

I.1.2.- EL FIN Y LOS MEDIOS


En la lógica de valores se distingue entre medios y fines, y fines últimos -valores absolutos-. En
la práctica, hay permanente interacción entre los objetos perseguidos y los medios usados; y
por tanto, los objetivos se constituyen y se precisan según la evolución de la situación en la
que entran los medios. Además, ciertos medios pueden identificarse con determinados fines e
incluso convertirse en fines. En publicidad y política, por ejemplo, la estrategia consiste en
crear necesidades nuevas, suprimir otras o transformarlas. Hay fines deseables porque los
medios están creados o son accesibles o porque son de fácil realización. Esta técnica es
frecuente en los discursos políticos de los funcionarios. Pensemos en los economistas que
solicitan apoyo a un plan que antes no tuvo éxito porque se carecía de los medios respectivos.
También el medio puede convertirse en un fin que se perseguirá por sí mismo.
Conclusión Debemos aceptar el proyecto Medio
Premisa porque garantiza bienestar Fin
Conclusión Debo esforzarme Medio
Premisa Porque quiero obtener el puesto Fin/medio
(Porque quiero ganar más dinero) Final principal
Asimismo, un fin puede transformarse en medio, y así queda devaluado.
Cuando se confrontan dos actividades, se puede tomar una como medio y, de ese modo, se la
devalúa; por ejemplo, hay que comer para vivir y no vivir para comer. La condición de
aplicación de este tipo de argumentos es que la cadena causal entre los dos términos se
presente como una sucesión continua de los elementos.
Conviene tomar como fin el que consiga mayor adhesión. El fin puede valorar los medios, pero
no siempre los justifica: el medio puede ser condenable en sí o por sus consecuencias, aunque
el fin sea excelente. Pero cabe agregar que un fin noble puede hacer disminuir el valor
negativo del medio: asesinar al tirano.
El mismo discurso puede ser objeto de reflexión e ingresar en la clasificación; hay varias
posibilidades de tratamiento:
. como hecho que genera consecuencias.
. como consecuencia.
. Como medio.
. Como fin.
Estos empleos están justificados en la hipótesis de que todo acto intencional tiene una razón.
I.1.3.- EL ARGUMENTO DEL DESPILFARRO
Son argumentos que se refieren a la sucesión de acontecimientos, de situaciones, y aunque no
excluyen la idea de causalidad, no está en primer plano. Este argumento consiste en decir que,
ya que se comenzó algo, se han hecho sacrificios, es inútil renunciar; se insta a continuar en la
misma dirección, seguir con la acción hasta el final.
Este argumento se opone al del sacrificio inútil. Como el sacrificio es valorado, se incita a
continuarlo.
Las modalidades son:
 La argumentación de lo posible y de lo fácil, se acerca al argumento del
despilfarro: la naturaleza o dios hicieron un esfuerzo que no se debe
despreciar.
 Los que se sirven de una ocasión que no hay que dejar pasar, de un medio
que hay que aprovechar. La idea del despilfarro instiga a completar
estructuras, cuya falta se siente como una carencia. Instiga también al
conocimiento, al estudio y la curiosidad.
 También se relaciona con la preferencia que se da a lo decisivo: uno puede
votar a un candidato si cree que puede tener éxito.
La refutación de este argumento consiste en devaluar la acción, insistiendo en su carácter
redundante ya que esta característica, en este caso, descalifica. Aquí se supone que hay que
abstenerse de continuar con la acción porque no logra aumentar el efecto.
I.1.4.- ARGUMENTO DE LA DIRECCIÓN
Este argumento también supone una relación medio-fin, pero el fin está descompuesto en
diferentes etapas y se examina cómo se transforman las situaciones; se trata de un punto de
vista parcial y dinámico.
En el argumento por etapas, no se muestra al interlocutor el fin, sino que se divide el intervalo
en secciones: es decir, en fines parciales cuya realización no provoque oposiciones tan fuertes:
si el paso de A a C plantea dificultades y no hay ningún inconveniente de A a b, será mejor usar
el procedimiento de las etapas o el argumento por etapas. Aquí se argumenta en favor de una
medida entendida como primera en una dirección que se desea, aunque también puede
ocurrir que el argumento sea sólo una maniobra dilatoria: es decir, se presenta una reforma
como una etapa, cuando se sabe que no se continuará. En este tipo de argumento, la
estructura de lo real condiciona la elección de las etapas, no las impone.
El caso del argumento de la dirección es diferente. Este consiste en advertir contra el uso del
procedimiento de las etapas: si uno cede una vez, deberá ceder siempre. Todas las
argumentaciones en varios tiempos pueden asimilarse a este tipo de argumento. Por ejemplo:
Conclusión No votemos este proyecto de ley
Premisa porque si aceptamos este, tendremos que acatar todas las otras
propuestas.

Conclusión No debemos soportar rebeliones


Premisa porque, si negociamos esta vez, deberemos seguir haciéndolo.
La condición de empleo de este argumento es que un objeto pueda presentarse como una
etapa de una dirección. La división puede realizarse según la opinión que se tenga, la mayor o
menor facilidad para salvar las etapas. Es muy importante el orden de las etapas, ya que no es
indiferente.
Puede objetarse este procedimiento al indicar que la división puede ser inútil o perjudicial.
Perelman (1989) señala las diferencias entre el argumento de la dirección y la aprehensión de
lo precedente. En el último caso, hay oposición a una acción por temor a su repercusión sobre
otras acciones en el futuro; concierne a acciones de igual tipo. En el argumento de la dirección,
es igual a lo precedente en la primera parte, pero se diferencia porque evoca acciones que,
aunque diferentes de la acción en cuestión, acarrean un cambio en el mismo sentido. Este
argumento pretende que una etapa sea solidaria con el desarrollo posterior.
El argumento de la dirección está sustentado en que después ya no se podrá parar o porque el
objetivo es temido.
Para refutarlo, se ataca la base de sustentación del argumento; presenta varias modalidades:
 el argumento de la dirección es inútil porque la acción ofrece interés en sí misma, se la
aprecia independientemente de la dirección.
 Indicar que hay etapas diferentes de las que parecían temibles.
 Indicar que entre la etapa en discusión y las siguientes hay diferencias cualitativas.
 Señalar que siempre es posible pararse porque hay límites jurídicos, formales o porque
se supone un pluralismo que equilibra.
 Mostrar que uno ya está en la pendiente fatal que se teme y que es indispensable un
paso en una dirección y después pararse.
Respecto del discurso, tenerlo en cuenta como construido en una sucesión, con un orden
-orden de los argumentos-, puede resultar importante ya que puede facilitar el paso de una
etapa a otra.
I.1.5.- LA SUPERACIÓN
Se trata de un argumento diferente del de la dirección: insiste en la posibilidad de ir siempre
más lejos en un sentido determinado, con un valor creciente. Aquí lo que cuenta no es realizar
un objetivo, una etapa, sino continuar, superar, trascender en el sentido indicado por dos o
más etapas. Lo importante no es un objetivo bien definido, sino que cada situación sirva de
trampolín para seguir en cierta dirección.
Las modalidades son:
 Presentar al final un ideal inaccesible, del cual las etapas serían sus
imágenes.
 Para transformar un argumento en contra en un argumento a favor, muestra
que lo que se creía un obstáculo, era un medio para alcanzar un estadio
superior.
La refutación de este argumento se basa en que es imposible ir indefinidamente en la
dirección propuesta porque se termina en un absoluto; o porque se llega a una
incompatibilidad: es decir, la superación continua puede llevar al ridículo.
Para evitar la refutación se propone equilibrar aquellos valores que, en caso contrario,
entrarían en conflicto.
I.2 - ENLACES DE COEXISTENCIA

I.2.1. - LA PERSONA Y SUS ACTOS

En los enlaces de sucesión, los términos confrontados están en un mismo plano fenomenal.
Por el contrario, en los enlaces de coexistencia, se unen dos realidades del diferente nivel, una
de las cuales es más importante, más explicativa que otra. Este nivel desigual se da porque uno
de los términos está más estructurado que el otro. En general, los enlaces de coexistencia
permiten aproximar una esencia a sus manifestaciones. Y la manifestación más importante de
este tipo de argumentos es la relación persona/actos.
Respecto de la persona, su construcción está sustentada en los actos. Es decir, fundada en la
diferencia entre lo que se considera natural, propio del ser que habla y lo que se estima
transitorio, exterior al sujeto.
Entre persona y acto no hay una relación necesaria, pero la simple repetición de un acto puede
llevar a una reconstrucción de la persona o reforzar la reconstrucción anterior.
La idea de persona contiene en sí una mayor estabilidad, aunque ésta nunca está totalmente
asegurada. Sin embargo, hay técnicas lingüísticas que indican cierta permanencia (nombre
propio, epítetos, calificativos), procedimientos por los cuales se busca que ciertos caracteres
sean inmutables, y cuya estabilidad refuerza la de la persona. No obstante, la noción de
estabilidad de la persona se opone a su libertad, espontaneidad.
En la argumentación, la persona -considerada como soporte de una cualidad- es un ser
duradero alrededor del cual giran fenómenos a los que él da coherencia y significación. Pero
como ser libre, puede cambiar y transformarse.
La persona está asociada con las nociones de responsabilidad, mérito, culpabilidad. El acto, por
el contrario, con la norma, la regla.
La disociación entre acto/persona es siempre parcial y precaria. Es muy importante destacar
que estas dos nociones son independientes como para poder servirse de ellos aisladamente.
Pero también están tan vinculadas como para que su interacción conjunta caracterice campos
enteros de la vida social.
I.2.1.1.- ACCIÓN DEL ACTO SOBRE EL AGENTE
Se emplea para modificar la concepción de la persona por medio de actos pasados o recientes.
Casi siempre son más importantes los últimos.
En este tipo de argumentos, la concepción de la persona es el conjunto estructurado de sus
actos conocidos. La relación entre la esencia de la persona y sus actos (su manifestación)
aparece definida de una vez y para siempre. Pero esta rigidez no es absoluta, ya que se puede
introducir un elemento nuevo, una nueva concepción, etc.
En esta argumentación, el acto ya no es sólo indicio, sino el medio por el cual se accede a la
persona. En la concepción habitual, se trata de un elemento que permite construir y
reconstruir la imagen de la persona y clasificarla dentro de una categoría a la que se aplican
ciertas calificaciones.
El valor atribuido al acto es idéntico al que se atribuye a la persona. Todo lo que pueda
considerarse emanación de la persona -acciones, modos de expresión, reacciones emotivas,
tics, juicios-, son considerados aquí actos. Por ejemplo:
Conclusión Vote / No vote a X
Premisa porque hizo Y, Z.
Las técnicas de acción del acto sobre la persona -tanto demostrativos como refutatorios--
consisten en valorizar o desvalorizar a la persona; también aparece esta como medio que
permite pasar de actos conocidos a desconocidos, de actos pasados a la previsión de actos
futuros. Esta técnica es muy usada en los debates judiciales.
Para atacar al adversario, pueden atribuírsele muchos actos, todos errados y negativos.
La garantía de un acto con otro también se aplica a las opiniones de una persona: por ejemplo,
desconfiar del tomismo porque era aristotélico y Aristóteles no cuestionó la esclavitud.
Los actos pasados y los efectos pueden constituir un pasivo -de la persona--con valor
perjudicial o positivo. Se trata de un capital incorporado a la persona.
I.2.1.2.- ACCIÓN DE LA PERSONA SOBRE EL ACTO
La idea de la persona es la base de la argumentación y sirve para prever actos desconocidos o
evaluar los conocidos. La idea estable de persona es el eje que permite el empleo de esta
técnica, a punto tal que permite prejuzgar sus actos.
Muchos enunciados ambiguos son aclarados cuando se conoce el autor. En muchos casos, sólo
la persona permite apreciar el acto. Respecto de los actos futuros, el papel de la persona es
importante porque es el eslabón de unión. También se apela a la intención -según el carácter
permanente de la persona- para evaluar actos desconocidos.
La intención está ligada al agente: es su emanación. Puede evidenciarse por actos repetidos,
pero muchas veces sólo es central la idea del agente: un mismo acto realizado por otro será
interpretado de modo diferente, porque se le puede atribuir otra intención. El recurrir a la
intención puede ser central en la argumentación. Aquí se subordina el acto al agente, cuya
intención permite comprender el acto.
En la acción de la persona sobre el acto es central el concepto de prestigio. Esta noción alude a
la calidad de la persona que se reconoce en sus efectos; es la calidad de aquellos que
despiertan en otros el deseo de imitarlos. El prestigio o su carencia se define en base a un
sistema de valores determinados. En los casos de mala fama, se devalúa todo lo que dice; todo
lo que hace queda marcado con signo negativo por la identificación con la persona.
Esta argumentación tiende a invalidar otra argumentación y desacredita a la persona que la
sostiene. En su punto límite, le niega a esta persona el derecho a hablar sobre el tema en
cuestión.
La argumentación sobre la persona está mal denominada por dos razones:
. No se tiene que ver un proceso argumentativo “positivo” en el curso del cual se busca apoyar
una conclusión para un argumento, sino una táctica de rechazo que se relaciona con la
refutación: refutación “ad hominem”.
. La refutación recubre maniobras argumentativas muy diferentes en las cuales hay que
distinguir:
 la validez o no validez lógica.
 la eficacia retórica, no en relación con el adversario, sino con el público testigo.
La refutación sobre la persona puede ser válida en dos casos al menos, que señalan dos formas
diferentes del principio de contradicción. Es legítimo exigir del adversario que sus actos estén
de acuerdo con sus palabras y que las creencias que exhibe o defiende sean coherentes.
La refutación ad hominem es válida cuando Y demuestra que el conjunto de creencias de X es
incoherente y es a éste último a quien corresponde modificarlas en algo; puede ser
abandonando las creencias, que será considerada refutada.
I.2.1.2.1.- ARGUMENTO DE AUTORIDAD
La argumentación de autoridad apoya la verdad de la conclusión en la persona del enunciador.
La discusión de este modo de argumentar gira alrededor de la cuestión de saber en qué
condiciones y en qué medida ciertos locutores ven sus palabras acreditadas de un peso
suplementario por el simple hecho de que sean ellos quienes las sostienen. El argumento de
autoridad sería perfecto si la autoridad fuera omnisciente y si no mintiera jamás, condición
que no satisface ningún locutor ordinario.
Para que un argumento de autoridad esté bien formado, el verbo principal de la premisa
factual debe hacer referencia a un acto de habla del individuo revestido de autoridad, sin
presuponer la verdad o falsedad de su completiva: decir, afirmar, pero también sostener,
creer, pensar.
Hay casos que muestran la autoridad lingüística, en donde al argumento funciona
impecablemente. El acto se asimila al decir, producir el decir basta para atestiguar el acto.
Hay otros casos en donde los enunciados deben considerar un real que los preexista. Se
plantea entonces el problema de las relaciones de la autoridad con los expertos, del poder al
saber.
Se trata de un argumento cuyo alcance está condicionado por el prestigio de la persona que se
elige para avalar una conclusión. El caso más evidente de argumentación por el prestigio es el
de la autoridad: en estas argumentaciones, se usan actos o juicios de una persona o grupo de
personas como medio de prueba en favor de una tesis. En este caso, hallamos una
contradicción en la mención de que en este argumento se emplean los actos. Si sólo
relacionamos el empleo del argumento con la cita, podemos concluir que éste es menos
cuestionable que el modelo porque tiene que ver con el saber, de modo que es más
convincente, más racional. Se trata de palabras y no de personas que son ejemplos de
conducta. Así, el modelo es más persuasivo.
El argumento de autoridad es atacado en ámbitos científicos porque supone la paralización del
pensamiento crítico. Por el contrario, para Perelman es un tipo de argumento siempre
importante y lícito cuestionar la autoridad elegida. El autor señala que el ataque al argumento
de autoridad, en realidad, es un cuestionamiento a la autoridad invocada, no al procedimiento.
Los tipos de autoridades empleadas son variados: científicos, filosóficas, iglesia, de disciplinas
particulares, la opinión.
Casi nunca se usa sólo el argumento de autoridad, sino que se lo selecciona para completar
una argumentación. Se emplea cuando puede haber cuestionamiento, aunque él también
puede ser cuestionado. Ocasionalmente será necesario argumentar justificando la autoridad,
siempre y cuando sea indiscutible y pertenezca a un dominio específico.
Para el empleo de este argumento, se recomienda:
 Citar las fuentes para dar mayor fiabilidad.
 Calificar las fuentes: seleccionar expertos en el tema para evitar las falacias.
 Siempre es importante evaluar si son fuentes interesadas o involucradas. Es necesario
buscar fuentes imparciales.
 Que el lector pueda encontrar las fuentes por sí mismo.
 Tener en cuenta que un ataque personal descalifica a la autoridad.
Un ejemplo de este tipo es:
Conclusión: Debemos ser solidarios
Premisa porque así lo ordenó XX.
I.2.2. - EL DISCURSO COMO ACTO DEL ORADOR

Esta noción es importante porque el discurso es manifestación de la persona; y porque la


interacción entre orador y discurso es central para la función argumentativa: el oyente
considera orador/discurso como una interacción. Y esta característica es lo que permite
distinguir la argumentación de la demostración.
La persona-orador es el contexto más valioso para apreciar el sentido y el alcance de una
afirmación.
Asimismo, las palabras de los demás, reproducidas por el orador, cambian de significación, ya
que quien las repite adopta una postura siempre nueva (argumento de autoridad).
Es general en todos los manuales de Retórica, dar consejos prácticos al orador en el sentido de
que intente captar la simpatía del auditorio; no hacerlo sentir inferior; es decir, no presentarse
con soberbia. Hay que buscar la comunión con el auditorio; caso contrario, no habrá
persuasión. Además, se le sugiere que desprestigie a los adversarios, atacando a su persona e
intenciones. Sin embargo, el ataque ad personam (refutación), siempre corre el riesgo de
volverse en contra; además, en épocas de revalorización de la ciencia y la verdad, casi siempre
se lo critica al evadir la cuestión.
A tal punto hay interacción entre discurso/orador, que una argumentación floja perjudica al
orador. Además, es posible cuestionar o alabar a un auditorio según los argumentos que
acepta o por el tipo de orador al que escucha.
I.2.3 - EL GRUPO Y SUS MIEMBROS

Es otro caso de la interacción persona/acto, en virtud de que el grupo es manifestación del


miembro. Los individuos influyen en la imagen que tenemos de los grupos a los que
pertenecen, e inversamente, lo que pensamos del grupo nos predispone la imagen que
tenemos de los integrantes.
El valor del individuo cae sobre el grupo; por tanto, una deficiencia del individuo puede caer
sobre el grupo entero; Pero también el prestigio del grupo puede favorecer la propagación de
modas, ideas, costumbres, productos.
El argumento grupo/miembro es más complejo y más sujeto a controversias que la de
persona/acto porque:
 una persona puede pertenecer a grupos múltiples.
 la noción de grupo es más indeterminada que la de persona en la medida en que hay
múltiples criterios de clasificación -nacionales, familiares, religiosos, profesionales- los
que luego pueden ser subdivididos en otros más específicos, en una escuela por
ejemplo.
 La realidad del grupo depende de la actitud de los miembros y también de los que son
ajenos a él.
El uso de este argumento puede tener la finalidad de devaluar o evaluar tanto al individuo
como al grupo; se puede desvalorizar a un individuo para atacar al grupo; es más, si uno no
puede alabarse, puede presentarse como perteneciendo a un grupo con prestigio.
El valor de los actos depende del prestigio del individuo; el del individuo, del que se atribuye al
grupo. Persona y grupo desempeñan un papel semejante respecto de los actos e individuos.
Las técnicas de ruptura de la interacción no presentan límites como las de persona/acto. La
única posibilidad existente es la exclusión del individuo del grupo, por parte del grupo o de él
mismo.
Son más frecuentes las técnicas de frenado; se recurre al prejuicio y a la excepción; y la técnica
tiene más éxito cuanto menos representativo sean los individuos. Y una de las maneras de
mostrar que el individuo no pertenece al grupo es indicando que pertenece a dos grupos
diferentes.
Ejemplos de lo dicho son:
Conclusión: Esta persona es buena/mala
Premisa: porque participa en X grupo

Conclusión: Debemos desconfiar de este grupo (partido, organización)


Premisa: porque allí está Y
ARGUMENTOS QUE FUNDAMENTAN LA ESTRUCTURA DE LO REAL

I.- EL FUNDAMENTO POR EL CASO PARTICULAR:


I.1.- EJEMPLO
La argumentación por el EJEMPLO permitirá una generalización. ¿Cuándo se introduce un
fenómeno en el discurso como ejemplo, o sea, como el principio de una generalización?
En las ciencias se tratan los casos particulares, ya como ejemplos que deben llevar a la
formulación de una ley o a la determinación de una estructura, ya como muestra o como
ilustración de una ley o de una estructura conocida.
El empleo de la argumentación por el ejemplo tiende a menudo a hacernos pasar de éste a una
conclusión igualmente particular, sin que se enuncie ninguna regla; esto es lo que se llama
argumentación de lo particular a lo particular.
El EJEMPLO invocado, para ser tomado como tal, deberá tener del estatuto de hecho; la gran
ventaja que implica su utilización es la de llamar la atención sobre ese estatuto.
La elección del EJEMPLO en calidad de elemento de prueba compromete al orador, ya que se
puede suponer que la firmeza de la tesis es solidaria con la argumentación que pretende
establecer.
Cabe señalar que los EJEMPLOS se influyen entre sí puesto que la mención de un EJEMPLO nuevo
modifica la significación de los EJEMPLOS ya conocidos y, además, permite precisar el punto de
vista desde el que debían considerarse los hechos anteriores. Se trata de un procedimiento
importante para justificar una posición y para evaluar la de los otros. Por ejemplo:
Conclusión: Hay gran inseguridad en el barrio
Premisa: Ayer hubo un asalto cerca de casa
Requisitos de validez de los EJEMPLOS:
 que sean ciertos.
 que sean representativos de la población respecto de la cual se hace la generalización.
 que haya precisión en el enunciado del ejemplo.
 que sea posible examinar si el ejemplo pasa la prueba del contraejemplo.

Respecto del contraejemplo o exemplum in contrarium, en este caso se impide una


generalización indebida, mostrando que es incompatible con él e indica en qué única dirección
está permitida la generalización.
I.2.- LA ILUSTRACIÓN
Sostiene una regularidad establecida. Si el ejemplo fundamenta la regla, la ILUSTRACIÓN refuerza
la adhesión una regla ya conocida y admitida, proporcionando casos particulares que
esclarecen el enunciado general, muestran el interés de éste por la variedad de aplicaciones
posibles, aumentan su presencia en la conciencia.
Si el ejemplo -para ser considerado como tal- no debe ser cuestionado, la ILUSTRACIÓN puede ser
más dudosa. Tiene por objeto facilitar la comprensión de la regla, con ayuda de un caso de
aplicación indiscutible.
La ILUSTRACIÓN voluntariamente inadecuada puede constituir una forma de ironía.
I.3.- EL MODELO Y ANTIMODELO
Proponiendo a los demás un MODELO o ANTIMODELO, se sobreentiende que uno mismo se
esfuerce igualmente por acercarse a ellos o distinguirse de ellos. Esta técnica, a diferencia del
argumento de autoridad en el que se citan palabras o ideas de otro, aspira a incitar o disuadir a
una acción. El MODELO incita a la imitación y el ANTIMODELO tiende a evitarla.
El argumento por el MODELO o el ANTIMODELO puede aplicarse espontáneamente al discurso
mismo: el orador que afirma creer en ciertas cosas, no las fundamenta sólo con su autoridad.
Su comportamiento al respecto, si tiene prestigio, puede servir de MODELO, animar a
comportarse como lo hace, y a la inversa, si es el ANTIMODELO, se alejará de él.
Los inconvenientes de la argumentación por el MODELO o el ANTIMODELO se manifiestan cuando
el MODELO implica rasgos reprensibles, o el ANTIMODELO, cualidades dignas de imitación. No sólo
una persona puede funcionar como MODELO o ANTIMODELO sino también un grupo
representativo -los romanos, los nazis, etc-.
I.4.- ANALOGÍA
Se apela a un solo EJEMPLO o caso ya que, como son semejantes en diferentes aspectos,
también lo serán en otros.
Para que sea válido, deberá:
1.- Preguntarse por la veracidad del EJEMPLO que sirve de comparación.
2.- Examinar si las ANALOGÍAS destacadas son relevantes o si son más importantes las diferencias
puesto que, en el segundo caso, sería posible su refutación.
BIBLIOGRAFÍA

Perelman CH y Olbrechts Tyteca, L (1989): Tratado de la Argumentación. Madrid, Gredos.

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