REPORTE DE LECTURA - La Retorica - Dafne - LDE29

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

CENTRO UNIVERSITARIO

UAEM ATLACOMULCO
REPORTE DE LECTURA
ALUMNA: Dafne de la Cruz
Monroy.
DERECHO DE LOS
CONTRATOS
CATEDRATICO: Aquiles Reyes
Mejia
QUINTO SEMESTRE
GRUPO LDE29
➢ Libro: “La Retórica” de Aristóteles.
➢ Paginas Leídas: 104 páginas.

INTRODUCCION
El libro nos explica que la retórica es producto del estado democrático este obviamente vinculado con el
estado democrático la propiedad y el capital. En el sistema de procedimiento judicial los litigantes tenían
que saber acerca del manejo de la retórica pues aun cuando no hubiera pruebas tenía que hacer uso del
argumento de probabilidad para la reconstrucción de un hecho.

La retórica es el lenguaje mismo que influye en la comunicación entre los individuos en el marco político,
social y mucho más, es un conjunto sistemático de conocimientos, tan sistemático como el lenguaje mismo,
es un “arte”. El orador más capacitado para descubrir la verdad es asimismo el más apto para encontrar lo
verosímil, así como conocer el alma de quien le escucha y el tipo de discurso que más le conviene a su
especie de alma o de carácter, y bien conocer la técnica de los silencios, de las intervenciones oportunas
y de las especies de discursos mejor adaptadas y más recomendables para cada caso, Sólo así existiría
una verdadera “arte retórica”.

En la retórica muchos no hacen caso de una verdad o moralidad absoluta que regule el discurso retórico
desde la lógica y la ética, sino más bien de una verdad o moralidad esencialmente político-social y por tanto
variable. Para Platón la persuasión consta de tres aspectos: uno, el de la persuasión de una tesis verdadera
a través de un argumento, que es cosa de la dialéctica; dos, el aspecto psicológico-ético-político que surge
inevitablemente del encuentro del hablante con su auditorio, donde juegan muchos otros factores como los
sentimientos, la experiencia, los prejuicios, etc., y tres: la organización del discurso retórico, que es un
factor muy importante para que cumpla su esperado efecto.

La retórica es, por un lado, semejante a la dialéctica, la ciencia que controla la lógica de los argumentos,
pero, por el otro, se parece a los razonamientos sofísticos, que atendían sobre todo a ganarse el aplauso
del auditorio. Nos dice que la dialéctica, o ciencia que controla la lógica de los argumentos, es una facultad,
mientras que la sofística es una desviación de ese control de la lógica de la que es responsable la dialéctica
pero que sólo existe un nombre para el arte del discurso retórico, tanto el controlado por la lógica de la
dialéctica, como el francamente desviado de ella, es la retórica.

Para Aristóteles la retórica es un arte porque responde con semejanzas o equivalencias punto por punto al
arte de la dialéctica, que es el arte que controla sistemáticamente el raciocinio silogístico, que es deductivo
o inductivo.
DESARROLLO
La Retórica de Aristóteles consta de tres libros: el primero trata sobre la estructura de la retórica y sobre
las especies de la retórica. El segundo libro está dirigido al público, ya que trata de cuánto es capaz de
razonar y en cuánto está sujeto a pasiones y modos de ser. El Libro tres estudia la forma más adecuada
de los discursos con vías a la persuasión.

Aristóteles define la retórica como la contraparte de la dialéctica. Retórica y dialéctica están, así,
estrechamente relacionadas con el saber; ambas se fundan en verdades comunes. Pero mientras la
segunda expone, la primera persuade o refuta.

La Retórica Aristotélica concilia el discurso como un mensaje y lo divide en emisor, mensaje y receptor. Su
obra está compuesta por el emisor, el receptor y el mensaje. Para Aristóteles el emisor define la retórica y
su objeto. Es la forma de concebir y argumentar, forma de adaptarse al público. Por ejemplo, acerca del
carácter moral de orador (ethos). El receptor es el público, carácter, costumbres y pasiones de la gente,
que disponen en favor del orador a los receptores (pathos). El libro del mensaje es el discurso (logos). Se
estudia la disposición de las diferentes partes del discurso, su estilo y forma de declamarlo.

A partir de su Colección de Artes Retóricas, Aristóteles buscaba hacer de una actividad o práctica común
(la de argumentar y hablar en público persuasivamente sobre asuntos generales y cotidianos), un arte.

Todo mundo cuando quiere convencer a alguien y habla persuasivamente por hábito ya improvisadamente
está haciendo un arte retórica sin darse cuenta. Para Aristóteles, la retórica es «la facultad de conocer en
cada caso aquello que puede persuadir. La retórica puede ser cultivada, pero se deben conocer sus
principios». La retórica se basa en lo verosímil: mediante el razonamiento se debe demostrar aquello que
la gente cree posible. Para ello quien emite el discurso se vale de la lógica del sentido común: lógica de
opinión pública. Aristóteles la define como “más vale un verosímil imposible, que un posible inverosímil».
Con esto, Aristóteles cree que se debe contar a la gente aquello que cree posible.

Aristóteles desarrolla el arte de la retórica como un árbol con diferentes ramificaciones. El detalle de éste
abarca distintos aspectos. La invención es la operación mayor. Se trata de establecer pruebas o
argumentos para persuadir durante el discurso. Es el cuerpo lógico y psicológico: el contenido. En la
búsqueda de argumentos y persuasiones se debe convencer y emocionar.

Se debe convencer a través de la fuerza lógica de los argumentos, existiendo dos tipos de pruebas:

➢ Las extra-técnicas (leyes, juramentos, testigos, contratos y confesiones). Son las que nos han sido
impuestas, ya existían y están fuera del orador.
➢ Las técnicas son las inventadas por el orador, a partir de su propio razonamiento. Se debe recurrir a
ejemplos o epítemas. El ejemplo es la inducción: del objeto particular se infiere una clase, y de ésta se
deriva un nuevo objeto particular que es ocupado en el lugar del primero. Es un argumento por analogía
(o contrarios) cuya persuasión radica en la similitud de características entre hechos distintos.
La epítema, en cambio es deducción. Desde ciertas premisas, se deriva una conclusión determinada. Es
el silogismo retórico.

Las premisas pueden ser de tres tipos:

➢ Índices seguros que son hechos obvios y evidentes. Indicio necesario, verdadero o irrefutable.
➢ Signos, son hechos que sirven para entender otro hecho, por lo que requiere apoyo (por ejemplo, si
alguien tiene fiebre, respira agitadamente).
➢ Verosímil, hecho sobre el cual la gente está de acuerdo (hay que respetar a los viejos). La epítema es
el gran argumento sobre el cual descansa la retórica. El orador persuade desde lo que el público piensa,
sus conclusiones desde las premisas compartidas por el sentido común.

Para Aristóteles las emociones son la parte psicológica de la retórica. Se adapta el discurso al oyente. El
orador debe ganarse al oyente y para ello debe presentarse como una persona digna de confianza y creíble.
La otra alternativa, es fomentar las pasiones, apelando a los sentimientos de los que los escuchan. La
disposición es determinar el lugar y el orden de los argumentos en el discurso. El exordio y el epílogo son
un llamado a los sentimientos, en cambio la narración y la demostración son un llamado a la razón.

El exordio es la introducción, parte clave en la que gana la atención del público. La narración debe ser
verosímil, clara y breve. En la demostración se define la causa a ser discutida, y se argumenta con relación
a esta causa. En el epílogo se emociona al público, disponiendo, amplificando, atenuando, excitando
pasiones y trayendo recuerdos de la memoria. La elocución es la parte estética del discurso, centrada en
el lenguaje por lo que se deben elegir cuidadosamente las palabras. Aristóteles recomienda utilizar figuras
retóricas y dar al estilo un aire extranjero porque esto exalta la imaginación. Destaca el uso de la voz alta
(inflexiones y ritmos), estableciendo siete cualidades en la elocución: saber, pureza, grandeza,
conveniencia, ritmo, período, cultura y vivacidad.

En el proceso del discurso retórico que son tres factores: el alma del orador, las almas de los oyentes y sus
respectivos caracteres y pasiones. El carácter del orador y la emotividad el oyente son también estrategias
persuasivas y el discurso retorico “prueba o parece ser”. La metáfora clave para entender el giro que
experimenta la Retórica de Aristóteles en este momento es la que dice que “la retórica se reviste con el
atuendo de la política”.

La retórica es considerada como un arte que lo invade todo, porque es fundamentalmente arte del lenguaje,
que es un ente social y políticamente ubicuo, es decir, que está en todas partes, y creen que hay que hacer
uso de ella sin más ni más en todo contexto político-social.

En la retórica, la persuasión consta de tres aspectos: uno, el de la persuasión de una verdad a través de
un argumento, que es cosa de la dialéctica; dos, el aspecto psicológico-ético-político que surge del
encuentro del hablante con su auditorio. Y tres: la organización del discurso retórico, que es un factor
importante para que cumpla su esperado efecto.
El orador debe saber la verdad de lo que dice o escribe y luego ha de conocer al oyente, con el que entabla
una relación, una comunicación, una relación psicológico-ético- política, y, finalmente, debe cuidar de la
organización y la organicidad de su discurso.

Hay dos pasajes de la Retórica de Aristóteles en el primero dice que la retórica es, por un lado, semejante
a la dialéctica, la ciencia que controla la lógica de los argumentos pero, por el otro, se parece a los
razonamientos sofísticos, que atendían sobre todo a ganarse el aplauso del auditorio, es decir, la retórica
en cuanto método correlativo de la dialéctica, sistemático y lógico, basado en un conocimiento de causas
y efectos, es un “arte” similar o comparable al de esa rama de la filosofía.

Pero la retórica práctica, revestida del atuendo de la política, como “arte” que no admite la certeza o
exactitud absoluta, sino sólo lo probable, como arte que emplea las proposiciones de todas las artes y los
axiomas comunes a todas ellas, como arte que carece de objeto concreto y que es capaz de argumentar
sobre los polos opuestos de una misma cuestión, se parece a los discursos sofísticos.

En el segundo, nuestro filósofo nos dice que la dialéctica, o ciencia que controla la lógica de los argumentos,
es una facultad, mientras que la sofística es una desviación de ese control de la lógica de la que es
responsable la dialéctica (y en este punto es platónico), pero que sólo existe un nombre para el arte del
discurso retórico, tanto el controlado por la lógica de la dialéctica, como el francamente desviado de ella, a
saber: la retórica.
COMENTARIO FINAL
Como comentario final podemos deducir que, según Aristóteles, todos pretendemos tener siempre la razón,
y lo mismo nos defendemos a nosotros mismos que acusamos a otros, cosa que cada uno hace a su
manera; hacerlo bien solo se lograra con el arte e la retórica. La retórica de Aristóteles se plantea como
una filosofía del lenguaje y la comunicación que además de auxiliar en el arte de decir bien también lleva
a persuadir la verdad.

El libro es muy interesante, aunque debo admitir que debo leerlo más de una vez para comprender
perfectamente, es complejo pero excelente. Es necesario ir directamente a las obras de los autores para
conocer su pensamiento más profundamente.

En las obras de Aristóteles sin duda ninguna puedo decir que es un gran personaje, excelso, magnánimo
por decir poco, que han aportado grandes pensamientos que dan para analizar mucho acerca de la vida y
de la sociedad, y cuando menciono la palabra vida, me refiero a muchos de sus aspectos más importantes,
Aristóteles escribió sobre infinidad de temas: animales, física, lógica, tópica, democracia, etc.

La Retórica es un tema que me interesa mucho ya que mi profesión demanda que sea buena en ese
aspecto, aun mas con la implementación de los juicios orales.

REFERENCIAS
Aristóteles. (s/f). La Retórica. Alianza Editorial.

También podría gustarte