Piero De Benedictis nació en Italia, en el Golfo de Taranto, y a los tres años viajó a la Argentina con su familia, para instalarse primero en Banfield y, en 1951, en Allen, en el Valle del Río Negro. Allí Piero cursó la escuela primaria y también se inició en la música.
Tenía 11 años cuando se trasladó con un compañero a Viedma, con la intención de cursar la escuela secundaria, y fue entonces cuando hizo un breve paso por la carrera de seminarista, camino religioso que abandonó a fines del 63, a los 18 años.
Ya decidido por la música se instala entonces en Buenos Aires y -todavía influenciado por la canción italiana que por entonces tenía gran auge en Argentina y en el mundo- hace su debut como cantante el 6 de enero de 1964 en el programa de tv Remates Musicales.
En 1968 conoce a José Tcherkaski y con él compone sus primeros éxitos, como Mi viejo, que fue un suceso con más de 500 versiones registradas, tanto en toda América como en Europa, e integró su primer LP, en 1969. A partir de allí, títulos como Juan Boliche, Como somos –ganadora del Festival Buenos Aires de la Canción-, Tengo la piel cansada de la tarde, Llegando llegaste o Si vos te vas definieron una personalidad única entre los cantautores de la época y le valieron la más amplia y calurosa popularidad, en Argentina y Latinoamérica.
Al año siguiente gana con Pedro Nadie –de su segundo disco-, el 5º Festival Internacional de Río de Janeiro, donde competían 36 países representados por artistas como Nino Bravo por España, Richie Havens –recordado por su aparición en Woodstock- por USA o Iva Zanicchi por Italia, entre muchos otros, ante un Maracanazinho con 30.000 personas cada noche. Presidía el jurado Paul Simon junto a Ray Comiff, Lalo Schiffrin, Francoise Hardy, Carmen Sevilla, Roberto Cantoral y otros.
Coplas de mi país fue la primera en trascender entre sus canciones políticamente más comprometidas, y a ellas siguieron Que se vayan ellos y Para el pueblo lo que es del pueblo y Los Americanos,, que se convierten en verdaderos himnos populares en todo un continente en estado de ebullición.
Pero a comienzos de 1976 como tantos otros debe exiliarse, primero en Italia y luego en España, donde se instala en un molino en Utande, a una hora de Madrid, y allí aprende la producción de cultivos orgánicos, mientras interrumpe su labor de compositor y se repliega en la introspección y el trabajo sobre sí mismo.
Hasta que en 1981 decide regresar al país, y su nueva producción habla de paz interior, de amor y solidaridad. Con el grupo Prema publica los discos Calor Humano y Recuerdos, y recorre varias veces todo el país y ofrece más de 500 conciertos, ante más de 2.000.000 de personas. Por esos años edita Canto de la Ternura, Un Hombre Común y Qué generosa sos, mi tierra, todos discos de oro y platino.
Tan grande convocatoria pronto se convierte en motor de proyectos sociales y culturales, en un entramado que enlazaba en torno suyo escuelas, universidades y otras organizaciones y que consigue movilizar la adhesión de otros músicos. Con lo recaudado en sus masivos conciertos de aquellos años se construyen más de 15 obras, entre escuelas, guarderías, jardines de infantes y la primera Facultad de Agroindustria, en Roque Sáenz Peña, Chaco, y se ayudan a concluir otras tantas.
Desde la Fundación Buenas Ondas trabaja principalmente en la creación de ecogranjas educativas, donde jóvenes en situación de riesgo social se capacitan en agricultura orgánica y ecología, como vehículo de formación solidaria. Ante el compromiso con ese proyecto decide alejarse de los escenarios argentinos por un par de años, y el par se convirtió en 12, aunque nunca dejó de actuar en Latinoamérica.
En plena crisis argentina asume la Subsecretaría de Cultura del gobierno peronista de la provincia de Buenos Aires, y así hasta que llegan el 19 y 20 de diciembre de 2000, que lo encuentran en la calle como un manifestante más.
A partir de 2002, sus giras por el continente se multiplicaron y sus discos Folklore a mi manera, Un hombre común, Sinfonía inconclusa en `la´ Mar, Canto de la ternura, Piero 30 años y Colección de Oro se editan en más de 20 países donde obtuvieron hasta hoy 12 discos de oro y 8 de platino, además de incontables premios y distinciones, de gobiernos y de asociaciones civiles. Entre ellas, el presidente Ernesto Samper le otorgó la ciudadanía colombiana, en un bello acto donde se lo homenajeó en nombre del pueblo colombiano a su muy querido artista
Piero ofreció en Latinoamérica más de 4000 conciertos para 5.000.000 de espectadores, y lleva vendidos más de 3.000.000 millones de discos. Su popularidad se extiende principalmente a Colombia, México, Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Perú, Centroamérica y también a Estados Unidos, Japón y varios países de Europa, donde colma teatros, estadios o plazas de toros.
Durante su trayectoria, Piero compartió escenarios con artistas como Caetano Veloso, Bob Dylan, Pablo Milanés, Ivan Lins, Joan M. Serrat, Inti Illimani, Richie Havens, Atahualpa Yupanqui, Joaquín Sabina, Paul Simon, Mercedes Sosa, Phil Manzanera, Iva Zanicchi, Nino Bravo, David Gilmour, Fito Paez, Quilapayún, Julio Iglesias, León Gieco, Leonardo Favio, Roger Daltrey (The Who), Silvio Rodríguez, Raimundo Fagner, Joan Báez, Crosby, Still, Nash & Young y muchísimos otros.