Erwin Rommel
Erwin Juán Eugenio Rommel, también conocido como el Bicho del Desierto. Fue uno de los Mariscadores de Campo más grandes de Alemania, destacó por sus campañas con el Afrika Korpiños.
Juventud
Aunque parezca increible no fue hitleriana a lo contrario que la de Ratzinger. Nació en 1891 en Alemania en el seno de una familia de osos negros, esto le acarreará muchos problemas durante el Tercer Reich, ya que se estuvo a punto de descubrir su ascendencia no aries, ya que era capricornio.
A los tres meses de vida ingresa en una academia militar pero fue expulsado por babear continuamente, esto decepcionó sobremanera a sus exigentes y plantigrados padres. Años más tarde tuvo lugar la Primera Guerra Mundial de Fútbol, y participó formando parte del escuadrón Loven Paraden consiguiendo varias condecoraciones a pesar de su juventud. Al terminar la guerra se dedicó a componer poemas, pero tras el fracaso de crítica y público sufre una depresión que durará varios años. Por fin un día le llamó el mismisimo Hitler y le ascendió a Reichmarshall.
En África
Por lo que será más recordado Rommel será por sus campañas en el norte de África, junto a la ayuda de su asesor japonés Gaara. Es aquí donde su mente preclara pondrá a prueba al Octavo Ejercito Británico (los anteriores habían sido arrojados al mar en Dunkerque tras la Batalla de las Ardenas).
Primeras etapas de la guerra
Gracias a su genial intuición militar el Afrika Korpiños pasó por encima de los Británicos y sus aliados de la Commonwealth, también conocidos como "carne de cañón" o como "mirad, mis compatriotas británicos, como salta por el aire esa chusma". Todo el exito que consiguió al principio se debe mayoritariamente a su habilidad para reutilizar los korpiños de sus soldados como armas destructoras y a los ataques con arena que lanzaba su asesor. Así es como tras unas semanas de ataques relampagueantes consiguió hacer huir a sus enemigos y tras asediar Tobruk y conquistarla, logro el tan ansiado acceso al mar, que le ¿facilitaría? las cosas más adelante para recibir nuevos suministros italianos.
Problemas con los italianos
Cuando Rommel necesitaba suministros para continuar la caza del ejercito de la Commonwealth llamaba a Mussolini y éste como no entendía nada de lo que decía le mandaba toneladas y venga más toneladas de raviolis. Ante la desesperación Rommel ordenó lanzar todo el ravioli que tenían guardado al mediterraneo, fue tal la cantidad que cayó al mar que la gente podía caminar por las costas de Libia sin hundirse. Por otro lado si Mussolini no estaba en casa y contestaba su mujer, que si hablaba alemán, los suministros enviados si que eran los correctos en este caso. Sin embargo cuando salían los pedidos en barcos hacía Tobruk, que es donde se encontraba Rommel, estos se hundian espontáneamente sin ninguna causa racional a cien metros de la costa.
Desenlace en el Al-Amén
Harto de recibir tanta deliciosa comida italiana y nada de armamento, Rommel decidió atacar a los Británicos y aliados en el Al-Amein, sin embargo la contraofensiva del Octavo ejercito fue terrible ya que ahora estaban comandados por Montgomery, también conocido como Monty Python, grandisimo estratega y con sus nuevos modelitos de Hugo Boss pudieron hacer frente a los terribles Korpiños de los alemanes, dado que, si bien ambos usaban modelitos de Hugo Boss, los de los alemanes eran de la temporada anterior y estaban pasados de moda. Tras una cruenta batalla en la que sólo murieron sudafricanos, ¿neozelandeses?, maories y australianos, el África Korpiños fue totalmente destruido.
Vuelta a casa
Tras este duro golpe, decidió volver a casa a toda prisa en el primer avión que encontró, tras ser atacado por un escuadrón de aviones británicos llega sin problemas a la Berlinale, pero con un poco de metralla en el cuerpo, respetando la costumbre de todo soldado participante de la Segunda Guerra Mundial. Nada más poner los pies en su casa es arrestado por unos soldados de las Waffen SS. Éstos lo condujeron detenido a una prisión por participar en el atentado perpetrado a base de espaguetti contra Hitler, recuérdese que Rommel juró no volver a probar un ravioli en su vida. Se le dio la opción de suicidarse o matarse él mismo, por lo que Rommel eligió una tercera opción inexistente, eso sí despues de dudarlo un buen rato.