La regularidad de estas variaciones sugirió a Santa Cruz la idea de obtener por su medio la longitud, y para ello hizo un instrumento semejante a una aguja azimutal, con el cual hallando la línea meridiana por dos alturas de sol, conocía la variación.Martín Fernández de Navarrete. Marinos y descubridores. Página 98. 1944.