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Sistema de alarma

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Central de alarma inalámbrica con teclado incorporado Honeywell, basado en el ADEMCO LYNXR-I
Gabinete de sirena exterior de un sistema de alarma.

Un sistema de alarma se compone de diferentes elementos o dispositivos electrónicos, que en conjunto, son capaces de detectar y registrar eventos de una situación anormal o de riesgo y producir una señal de alerta para obtener una respuesta de emergencia inmediata. Comúnmente es conocido por ser un componente de seguridad pasiva. Esto significa que, aunque no puede prevenir una situación anormal, sí puede prevenir o reducir riesgos al advertirnos sobre estos, cumpliendo una función disuasoria frente a posibles problemas. Por ejemplo:

- La intrusión de personas no autorizadas.

- El inicio de un incendio.

- El desbordamiento de un tanque.

- La presencia de agentes tóxicos.

- Cualquier situación que sea anormal para nosotros.

Estos sistemas pueden reducir el tiempo de respuesta de la policía y facilitar las acciones a tomar según el problema presentado, disminuyendo así las pérdidas.



Funcionamiento

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Una vez que la alarma comienza a funcionar, o se activa dependiendo del sistema instalado, esta puede tomar puede mandar un mensaje telefónico a uno o varios números. El uso de la telefonía para enviar mensajes, de señales o eventos se utilizó desde hace 60 años pero desde 2005 con la digitalización de las redes de telefonía, la comunicación deja de ser segura, actualmente la telefonía es solo un vínculo más y se deben enviar mensajes mediante GPRS a direcciones IP de servidores que ofician de receptores de las señales o eventos, también se utiliza la conectividad propia de las redes IP.

Si se detecta la presencia de humo, calor o ambos, mandar un mensaje al "servicio de monitoreo" o accionar la apertura de rociadores en el techo, para que apaguen el fuego. Si se detecta la presencia de agentes tóxicos en un área, cerrar las puertas para que no se expanda el problema.

Para esto, la alarma tiene que tener conexiones de entrada, para los distintos tipos de detectores, y conexiones de salida, para activar otros dispositivos que son los que se ocupan de hacer sonar la sirena, abrir los rociadores o cerrar las puertas.

Todos los sistemas de alarmas traen conexiones de entrada para los detectores y por lo menos una de salida para la sirena. Si no hay más conexiones de salida, la operación de comunicar a un servicio de monitoreo, abrir el rociador o cerrar las puertas deberá ser realizada en forma manual por un operador.

Uno de los usos más difundidos de un sistema de alarma es advertir el allanamiento en una vivienda o inmueble. Los equipos de alarma pueden estar conectados con una Central Receptora, también llamada Central de Monitoreo, con el propietario mismo (a través de teléfono o TCP/IP) o bien simplemente cumplir la función disuasoria, activando una sirena localmente (la potencia de la sirena estará regulada por las distintas leyes de seguridad del Estado o región correspondiente). En la actualidad existen servicios de "monitoreo por Internet" que no utilizan una "central receptora" ni una "central de monitoreo" sino redes compartidas en Internet donde se derivan directamente las señales o eventos a teléfonos inteligentes, tabletas y portátiles conectados a Internet utilizando un navegador de código abierto (Mozilla Firefox), envían la información directamente a los usuarios o titulares de los servicios, al personal técnico para la reparación de falsas alarmas, a los operadores de monitoreo quienes verifican las señales que requieren de procesamiento humano y/o a la autoridad de aplicación (Policía, Bomberos, etc.) para el caso de hechos reales donde el estado debe intervenir.

Para la comunicación con una Central Receptora de Alarmas o un actual "servicio de monitoreo", se necesita de un medio de comunicación, como podrían serlo: la línea telefónica RTB o el canal GPRS de una línea GSM, un transmisor por radiofrecuencia o mediante transmisión TCP/IP que utiliza una conexión de banda ancha ADSL, enlaces TCP/IP inalámbricos y servicios de Internet por medio de un enrutamiento y gestión de cables

Partes

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Un sistema de alarma se compone de varios dispositivos conectados a una central procesadora.[1]

  • Central procesadora o panel de control: es la CPU del sistema. En ella se albergan la placa base, la fuente y la memoria central. Esta parte del sistema es la que recibe las diferentes señales que los diferentes sensores pueden emitir, y actúa en consecuencia, disparando la alarma, comunicándose con "el servicio de monitoreo" por medio de un módem, comunicador incorporado o no por TCP/IP, GPRS o Transmisor de radio. Se alimenta a través de corriente alterna y de una batería de respaldo, que en caso de corte de la energía, le proporcionaría una autonomía al sistema de entre 12 horas y 4 días (dependiendo de la capacidad de la batería).
Sensor PIR activo por un movimiento, como indica el piloto LED rojo encendido
  • Teclado: es el elemento más común y fácil de identificar en una alarma. Se trata de un teclado numérico del tipo telefónico. Su función principal es la de permitir a los usuarios autorizados (usualmente mediante códigos prestablecidos) armar (activar) y desarmar (desactivar) el sistema. Además de esta función básica, el teclado puede tener botones de funciones como: Emergencia Médica, Intrusión, Fuego, etc. Por otro lado, el teclado es el medio más común mediante el cual se configura el panel de control.
  • Sirena exterior: es el elemento más visible desde el exterior del inmueble protegido. Se trata de una sirena con autonomía propia (puede funcionar aun si se le corta el suministro de corriente alterna o si se pierde la comunicación con la central procesadora) colocada dentro de un gabinete protector (de metal, policarbonato, etc.). Puede tener además diferentes sistemas luminosos que funcionan en conjunto con la disuasión sonora. La sirena exterior es opcional y en algunos sitios desaconsejada, en cambio la sirena interior resulta obligatoria de acuerdo con las normas europeas y americanas.
  • Detectores de movimiento: Son sensores que detectan cambios de temperatura, movimiento y humedad. Si estos sensores detectan movimiento estando el sistema conectado, dispararán la alarma. El detector de movimiento foto-sensor, es aquel que se compone de una fuente de luz (láser) enfocada y un sensor de luz. Cuando la trayectoria del láser se interrumpe, se envía una señal la caja de control, activando la alarma. El detector de movimiento por sensor de infrarrojos pasivos. (PIR) son sistemas de seguridad más sofisticados, pues reconocen la energía infrarroja emitida por el calor de un cuerpo. Estos detectores están diseñados para activar la alarma sólo cuando hay un aumento repentino en los niveles de energía.
  • Contactos magnéticos: se trata de un sensor que forma un circuito cerrado por un imán y un contacto muy sensible que al separarse, cambia el estado (se puede programar como NC o NA) provocando un salto de alarma. Se utiliza en puertas y ventanas, colocando una parte del sensor en el marco y otra en la puerta o ventana misma.
  • Sensores inerciales o sísmicos: están preparados para detectar golpes sobre una base. Se colocan especialmente en cajas fuertes, también en puertas, paredes y ventanas. Detectan el intento de forzar su apertura.
  • Detectores de rotura de cristales: son detectores microfónicos, activados al detectar la frecuencia aguda del sonido de una rotura de cristal.
  • Lapa (detector termovelocimétrico): elemento adherido a una caja fuerte. Advierte de un posible butrón o intento de sabotaje de la misma. Adopta el nombre de termovelocimétrico dado que en su interior alberga tres tipos de detectores seriados, uno de cambio de temperatura, un sísmico, y uno de movimiento.
  • Detector personas caídas (hombre muerto) : elemento inalámbrico que permite detectar desvanecimientos o caídas de personas solas.
  • Detector automáticos y pulsadores manuales
  • Sirena interior: Dispositivo Sonoro encargado de alertar de manera local, el fallo o instrucción en el Domicilio protegido.

Referencias

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  1. Sommerville, Ian (2005). Ingeniería del software. Pearson Educación. ISBN 9788478290741. Consultado el 25 de diciembre de 2017.