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Puerta Santa (Santiago de Compostela)

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Cola para entrar atravesando el acceso exterior a la Puerta Santa.

La Puerta Santa (Porta Santa en gallego) se encuentra situada en la parte trasera de la Catedral de Santiago de Compostela, y se abre la víspera del Año Santo.

La costumbre establece que se abra desde fuera, en una ceremonia encabezada por las autoridades religiosas para entrar en la Catedral, y que durante el Año Santo permanezca abierta para que peregrinos, turistas y curiosos puedan entrar desde la Plaza de La Quintana.

Cómo cruzar la Puerta Santa

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Puerta Santa, bajo una vidriera.

Se piensa que el deambulatorio alrededor del altar, la propia bajada al sepulcro del Apóstol Santiago (y posterior subida) podrían formar parte de un viaje ritual que representaría la peregrinación que finaliza en Compostela. La parte final de ese viaje ritual terminaría entonces con la redención y el acceso a una vida nueva, una salida a la luz simbolizada por la salida del peregrino cruzando una abertura del templo hacia la salida del Sol, semejante a la descrita en el mito de la Caverna de Platón.

La Puerta Santa, sin embargo, no se abre exactamente al Este, lo que parece rebatir esta teoría. En el lugar donde tendría que estar la apertura a la salida del Sol lo que hay es una capilla (la Capilla del Salvador), y la Puerta Santa está desviada varios grados a la derecha.

Por ello se explica que la Puerta Santa no es la original. Perdida la conexión con la tradición original, la Puerta Santa fue tratada como un elemento constructivo más y desplazada a su lugar actual cuando se quiso edificar la Capilla del Salvador. Lo mismo sucedió en el exterior cuando, por pasar de moda el románico, un muro rectilíneo cerró a la vista el ábside, tapando aún más la luz y creando la falsa Puerta que se puede ver desde la Quintana, junto a un sarcófago blasonado con las armas antiguas de los Abraldes.

El único vestigio que indica la dirección original de salida está en el pavimento, donde un Sol/Estrella simbólico indica todavía el lugar.

Notas

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  1. La orientación de los templos es con frecuencia Este-Oeste de modo que la fachada —también la del Obradoiro— mira a la puesta del Sol. Eso implica que cuando los fieles rezan cara al altar, rezan mirando a la salida del Sol. Una curiosa coincidencia con las religiones de culto solar, como señala J. Hani en su obra.
  2. Otros ritos sufren importantes transformaciones incluso en periodos más cortos de tiempo. Ya hay quien confunde al Maestro Mateo, el 'santo dos Croques', y toma por tal la figura que sujeta a los monstruos al pie del Pórtico de la Gloria. En cambio ignora la pequeña figura que, al otro lado del parteluz, humildemente reza cara al altar.
  3. Platón describió el mito de la caverna en el libro VII de La República.
  4. En Santiago's tomb and Plato's cave A. Naveiro destaca las similitudes entre el simbolismo de la caverna de Platón, el santuario del Apóstol y el culto solar de Mithra). Ver especialmente pp. 32-35 y la abundante bibliografía complementaria.
  5. En el medieval Códice Calixtino, considerado una 'Guía medieval del Peregrino', se da cuenta de la costumbre entonces vigente de entrar por la puerta Norte, la actual Azabachería: Cuando nosotros los franceses queremos entrar en la basílica del Apóstol, lo hacemos por la parte septentrional (...) Libro V, Capítulo IX.
  6. (...) ni tampoco la tercera es la actual Puerta Santa, que data del s. XVI (...) anotan al pie de la página 557 de su traducción del Códice Calixtino los prf. Moralejo, Torres y Feo
  7. Viajes rituales en el interior de los templos, como el sugerido aquí, no pertenecen únicamente a las religiones mistéricas: en la propia Catedral de Santiago se celebra todos los años la ceremonia denominada traslatio donde lo que se rememora es el traslado del cuerpo decapitado del Apóstol desde Palestina hasta su ubicación actual. Acostumbra a hacerse el 30 de diciembre.
  8. Almanzor peregrinó a su manera a Santiago: destruyó el templo prerrománico en 997. En la crónica Al-Bayano Al-Mogrib del musulmán Aben Absarí se narran los hechos: (...) se veía desierta la ciudad cuando penetró en ella el siempre vencedor adalid. Sin embargo, Almanzor encontró allí a un muy anciano monje, sentado a par del sepulcro de Jacobo: —¿Quién eres?. le preguntó. —El guardián de estas reliquias, responde. Y volviéndose Almanzor a los suyos, mandó que nadie se atreviera a hacerle ningún daño (...). Citado de la misma edición del Códice Calixtino, pág. 489. Se dice que Almanzor respetó la tumba en sí, pero quemó el resto del edificio, que en sucesivas remodelaciones ha cambiado grandemente, siendo fortificado, ornamentado, etc.

Trivia

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En la película Indiana Jones y la última cruzada hay una escena en la que el protagonista afirma '...y nunca hay una X señalando el lugar', para a continuación encontrar una X en el pavimento, en un lugar equivalente a la marca que señala la antigua Puerta Santa en la Catedral de Santiago.

En el film de Spielberg, la historia de la custodia del Grial por su anciano guardián muestra una similitud asombrosa con la citada crónica de Ibn Idhari.

Referencias

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