La Emboscada de Puerres fue un ataque perpetrado por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) el 15 de abril de 1996 contra una columna motorizada del Ejército Nacional de Colombia, en La antena cerca de Los Alisales, en zona rural del municipio de Puerres, departamento de Nariño.[2] Tras el ataque, realizado por aproximadamente 150 guerrilleros, 31 militares murieron y 16 quedaron heridos. El asalto de Puerres constituye el primer gran golpe dado por las FARC-EP a las Fuerzas Militares durante la ofensiva de 1996-1998.[3]
En la tarde del 15 de abril, una caravana de 6 vehículos Avir del Grupo Cabal fue atacado por 150 insurgentes de los frentes 29, 32 y 48 de las FARC-EP,[1] en momentos en que estos se movilizaban en la parte alta de la zona rural de Puerres, después de haber recogido a un grupo de soldados, armamento y material de intendencia de la Base de los Alisales y El Páramo (que tienen la misión de proteger el Oleoducto Transandino de Ecopetrol).[4] La columna estaba al mando del capitán Ricardo Vásquez Ríos, que ese mismo día había sido relevado en su puesto por el subteniente Darío Ernesto Coral Lucero.[5][6]
Los insurgentes habían planeado cuidadosamente el ataque, cubriendo un área de 1500 metros con su dispositivo y colocando la mayoría de sus cargas explosivas en el lugar donde la tubería del Oleoducto quedaba a la vista, es decir expuesta a la carretera. A las 17: 45 del 15 de abril de 1996, las primeras cargas hicieron explosión, cuando el convoy se hallaba a 18 kilómetros de cualquier puesto militar que pudiera brindar refuerzo. De forma paralela los guerrilleros abrieron fuego con fusiles, ametralladoras, granadas de mano y cohetes contra el resto de la columna.[7] En ese momento el petróleo se inflamo por las detonaciones e incineró al menos 2 de los vehículos del Ejército con sus ocupantes a bordo. La hora del ataque -efectuado al anochecer en un área de páramo densamente nublado- impidió a los militares reaccionar eficazmente ante el asalto rebelde.[4] La caravana fue copada en pocos minutos y los guerrilleros procedieron a robar el armamento y el material de intendencia de los soldados caídos. Según las autoridades militares varios de los uniformados heridos, fueron rematados con tiros de fusil por los subversivos.[7] Los otros militares que sobrevivieron al ataque, incluyendo al Capitán y 2 suboficiales, se replegaron en pequeños grupos para evitar ser masacrados por los guerrilleros.[6]
Solo en la madrugada del 16 de abril, tropas del Ejército Nacional pudieron llegar al área de los combates, debido a la dificultad del terreno y las pésimas condiciones climáticas del lugar. 19 militares sobrevivieron al ataque, 11 de ellos con heridas de diversa consideración.