Centro Español de Derechos Reprográficos

El Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) es la asociación registrada como sin ánimo de lucro de autores y editores de libros, revistas y otras publicaciones, editadas en cualquier medio y soporte, que se encarga de defender y gestionar de forma colectiva sus derechos de propiedad intelectual de tipo patrimonial (reproducción, transformación, comunicación pública y distribución). Fue autorizado para ello en 1988 por el Ministerio de Cultura, al amparo de la Ley de Propiedad Intelectual de España.

Entre las principales funciones de CEDRO se encuentra la recaudación de derechos económicos que genera la utilización de obras protegidas por el Derecho de Autor y su posterior reparto entre sus correspondientes titulares.

En 2022, CEDRO firmó un acuerdo con LaLiga Tech para la persecución de la piratería digital.​

Controversias

CEDRO ha sido cuestionado por diversos sectores, tanto autores como lectores y usuarios de contenido por diferentes razones y casos puntuales en los cuales se han visto irregularidades en su funcionamiento.​

Entre los cuales se encuentran:

Cobro de regalias por obras de dominio público ​ ​

Diversos autores que no se han asociado a CEDRO han denunciado públicamente que CEDRO ha cobrado a priori por su trabajo sin consultarles y obligandoles a asociarse a ellos para cobrar lo que ellos han recibido a través de una obra que no le pertenece y que no tienen permiso del autor para cobrar por esta. ​

Abuso del derecho, falta de transparencia e imposición de precios ​​​​​

En el año 2012, CEDRO acusó a las universidades Carlos III y Autónoma de Barcelona de "Pirateria" y quiso obligarlas a pagar un canon por alumno, cuyo precio fue fijado unilateralmente por CEDRO. Las universidades a través de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) estuvieron negociando desde el año 2010 con CEDRO a través de una comisión mediadora del Ministerio de Cultura de España para llegar a un acuerdo, sin embargo las negociaciones se frenaron cuando la CRUE pidió a CEDRO la lista de autores a los que dicen representar. ​

La CRUE aseguró que la lista de autores que ellos manejan en las universidades llega a 100 mil, mientras que CEDRO declara que representa 18.648 autores y 1.749 editoriales. Por lo que consideraban una condición sin equa non una lista transparente de autores por los cuales las universidades debían pagar.

Asimismo, la Conferencia de Rectores denunció que CEDRO utilizaba su poder de judicialización e influencia en medios de comunicación para obligarles a negociar cuando las universidades siempre estuvieron abiertas a negociar, solo que bajo un estándar de transparencia que CEDRO no estaba dispuesto a cumplir. ​

Como consecuencia de este conflicto, la CRUE logró que el Tribunal Supremo español impugnara la orden ECD/2574/2015, del 2 de diciembre de 2015, sobre la metodología bajo la cual las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual pueden establecer las tarifas exigibles por el uso de su repertorio. ​

En otros ámbitos, CEDRO también ha sido acusada por actores importantes del sector de monitoreo de medios de imponer aumentos de precios excesivos de manera unilateral y de un tratamiento desigual para el sector, ya que en comparación con las agencias de comunicación, las empresas de monitoreo deben pagar 55 veces más por el mismo contenido, desoyendo el mandato de la Ley de Propiedad Intelectual, que en el artículo 164 indica que “las entidades de gestión están obligadas a establecer tarifas generales, simples y claras”.​

Cuestionamientos a su gestión y reparto de ingresos ​​

Asociados de CEDRO como el abogado, antiguo juez y fiscal Ramon Grau Morancho, o el director adjunto del diario El Confidencial, Ángel Villarino han sido críticos sobre la gestión llevada a cabo por CEDRO.

Grau en una de las entradas de su blog titulada "El timo de CEDRO" ​, denuncia que para los años 2015-2016, (época en la que fue escrito este artículo), recibía poco más de 100 euros al año como autor asociado, teniendo alrededor de 30 libros publicados.

Esta realidad es contrastada por el ex juez zaragozano, comparando estos ingresos que recibe con los datos provistos por Ángel Villarino en su artículo publicado en el año 2016 "Pleitos, dietas y sueldazos: la lujosa decadencia de la 'SGAE de los escritores". ​

El directivo de El Confidencial, explica entre otros polémicos asuntos que las oficinas de CEDRO están situadas en las zonas más caras de Madrid y Barcelona, que los directivos cobran 310 euros por reunión cuando algunos autores como Manuel Rico, presidente de la Asociación Colegial de Escritores, que cuenta que por 20 libros publicados recibe anualmente solo 60 euros, es decir, por cada reunión a la que asisten los directivos de CEDRO mensualmente estos cobran 5 veces más que Rico y 3 veces más que Grau, anualmente.

Más allá de este dato que parece anecdótico, el artículo de El Confidencial, menciona una denuncia realizada por uno de los miembros de la Comisión de Control Económico que revela que entre los 37 empleados que CEDRO tenía para el año 2016, se repartían 2 millones de euros, lo que representaba casi un tercio del total recaudado, todo esto mientras están registrados como una asociación sin fines de lucro.

Monopolio ​

Según informes emitidos Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)​el mercado de "Las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual realizan su actividad desde una posición monopolística.".

Esto ha generado problemas y distorsiones para los autores y para los usuarios del contenido ya que en todo momento han dependido de la voluntad de CEDRO para resolver sus problemas ya que no existe en España ningún otro organismo, ni privado ni público que pueda gestionar de manera diferente o mejor de manera colectiva derechos de autor de asociados.

En respuesta a estos problemas, en el año 2021 se modificaron las normativas para que no fuera obligatoria la gestión colectiva de los derechos de autor​, permitiéndole a los medios y autores negociar individualmente sus derechos si así lo desean, sin embargo, el único ente gestor colectivo de derechos sigue siendo CEDRO, y debido a la desventaja que ofrece para muchos la negociación individual, pese a las numerosas quejas sobre irregularidades, muchos autores y medios siguen escogiendo ceder la gestión de sus derechos a la organización.

Véase también

• Propiedad intelectual
• Abuso del derecho
• Monopolio artificial

Enlaces

• Página oficial de CEDRO
• Ley de Propiedad Intelectual Española

• Datos: Q5761246