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00 Grupos Familiares Cristianos 3.
Jesús le dijo a Martha vs 40 y 41 ¿No te he dicho que si crees, verás la
- gloria de Dios? Año de El Dios de Milagros ¿ A fin de fortalecer la fe de Marta, Jesús resumió lo que le había dicho antes, ya fuera por medio de un mensajero (11:4) o directamente (11:23, 25, 26); Título: Dios de milagros, el ultimo milagro del evangelio 11:23: “Tu hermano resucitará”. 11:25, 26: “Yo soy la resurrección y Tema: La resurrección de Lázaro el milagro la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que Texto: Juan 11:38-44 vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? Pastor: Luis Cruz Todo esto se resume brevemente en las palabras: “¿No te he dicho, que Fecha: Sábado 19 de octubre de 2024 si crees, verás la gloria de Dios?” G. F. 2024-41 Desde luego, Jesús no puede haber querido decir que la realización del milagro dependía del ejercicio de fe por parte de Marta. 1. Jesús frente al sepulcro vs 38 Lo que quería comunicar era que si Marta dejaba de pensar en el Jesús se dirigió a la tumba conmovido. La tumba tenía forma de cadáver y concentraba su atención en Jesús, confiando completamente caverna o recámara excavada en la roca. Nos imaginamos a la roca en él (en su poder y amor), vería este milagro como verdadera señal, sobresaliendo de la tierra, quizá ligeramente inclinada hacia atrás. A como ilustración y prueba de la gloria de Dios reflejada en el Hijo de fin de ahuyentar a los animales salvajes, sobre ella reposaba una lápida Dios. de piedra. 4. Jesús da gracias vs.41 y 42 Al realizar milagros Jesús no malgastaba su poder. Sólo Dios puede Antes de realizar el milagro Jesús ofreció una oración, hermosa por su resucitar a los muertos, pero los hombres pueden quitar la lápida de confianza, sencillez, y sinceridad. una tumba. Oró como el Enviado del Padre (3:17, 34; 5:36, 37; 8:18, 27, 29); o Por esto Jesús les pidió que lo hicieran. Adviértase la brevedad del sea, oró como el Mediador, ya que era el Hijo de Dios. mandato, dijo Jesús: quitad la piedra (aoristo imperativo activo). Alzó los ojos, porque el trono de Dios está en lo alto, y dijo, “Padre (no nuestro padre; Dios es su Padre en un sentido único; véase sobre 2. El mandato de Cristo vs. 39 “Quitad la piedra” (1:14; 3:16), te doy gracias por haberme oído”. En ese momento Marta, la hermana del que había muerto, fijando la Jesús podía decir esto, hablando como si el milagro ya se hubiera atención en el cadáver del hermano y no en el Conquistador de la realizado, porque tenía la certeza en el corazón de que iba a realizarse. muerte le dijo: Señor hiede ya, porque hace cuatro días que murió. Por el bien del auditorio Jesús pronunció estas palabras en voz alta, y El evangelista refiere esta objeción de Marta a fin de poner de relieve por el bien de ellos agrego, “yo sabía que siempre me oyes”. la grandeza del milagro Que el Padre siempre oye al Hijo se desprende naturalmente de 5:30 y No es necesario ni tampoco aconsejable traducir el original como si 10:30 dijera, “Señor, ya hay olor” (Biblia de las Américas). El propósito de la oración, en la que aparece, desde luego, la íntima Cuando Marta agrega “porque hace cuatro días que murió”, atribuye el relación entre el Padre y el Hijo, fue que la multitud que los rodeaba olor a la descomposición del cuerpo. La preparación del cuerpo para creyera (aoristo ingresivo: πιστεύσωσι) que Jesús es el Enviado, sepultarlo no era tan meticulosa en Palestina como en Egipto. el verdadero Mesías, con la comisión divina de llevar a cabo su tarea Embalsamar era una costumbre ajena al pueblo hebreo, pero lo mediadora. practicaban con mucha meticulosidad los egipcios influyentes (Gn. 50:2, 26). 5. Jesús clama a gran voz vs 43,44 La unción que habían adoptado los judíos prominentes era menos Y habiendo dicho esto—habiendo colocado el milagro, que iba a efectiva. 11:44. La fe de Marta vaciló momentáneamente. Por ello realizarse, en el marco apropiado—, clamó a gran voz. Acerca de la gran voz véase también Mt. 27:46, 50; Lc. 23:46; 1 Ts. 4:16; y Jn. 5:28, 29. No era para nada necesaria la gran voz, el grito penetrante para 2. Incrementó la ira de sus enemigos, quienes ahora, en una sesión despertar al muerto (Mr. 5:41; Lc. 7:14). oficial del Sanedrín, comenzaron a tramar su muerte (11:46–54; Pero Jesús gritó para que todos los de la multitud estuvieran versículo (57). conscientes del hecho de que el muerto iba a responder a su 3. Produjo gran excitación entre la multitud pascual en Jerusalén llamamiento. (11:55–57). Lo que Jesús gritó fue, Lázaro, ven fuera (literalmente, “Lázaro, acá, 4. Fortaleció la fe de María y Marta y de los discípulos (excepto, claro afuera” dos adverbios). está, de Judas, que no la tenía; 12:4). Fue esta voz de Jesús, la expresión de su voluntad omnipotente la que hizo que el muerto volviera a la vida y obedeciera el mandato. No sabemos cómo sucedió, porque fue un milagro, y el milagro trasciende la comprensión humana. Con sencillez majestuosa se relata la maravillosa obra: El que había muerto salió. Se describe a Lázaro “como muerto”, no en el sentido de “habiendo estado muerto y todavía muerto”, lo cual convertiría todo en algo sin sentido, sino muerto en el sentido que había estado muerto y en este momento era devuelto a la vida. Se presenta un cuadro vívido de Lázaro saliendo del sepulcro. Tenía atadas las manos y los pies (literalmente, atado respecto a los pies y las manos) con vendas, fajas de lino que envolvían sus extremidades. No se dice nada de la sábana blanca que envolvía el cuerpo. Parece que, aunque atado de manos y pies, Lázaro pudo caminar, aunque quizá con dificultad. Y el rostro envuelto en un sudario o pañuelo. La palabra que se utiliza (σουδάριον) se deriva del latín sudarium, de sudor. La gloria de Dios, la revelación de sus maravillosos atributos (poder, amor.), se manifestó para que todos la vieran. Y esto es lo que el evangelista quiere enfatizar, porque Jesús mismo lo subrayó (11:4). Por ello, el Señor desalentó toda vana curiosidad. No quiso que Lázaro permaneciera ahí para dejar boquiabiertos a los curiosos o para contestar preguntas; por ejemplo, “¿Dónde estaba tu alma?” “¿Cómo se siente uno al volver a la tierra?” Para impedir todo esto y para ayudar a Lázaro, que todavía estaba impedido por las vendas y el sudario, Jesús emitió un breve mandato Jesús les dijo: desatadle, y dejadle ir (dos imperativos aoristos, el segundo seguido de infinitivo presente)
Conclusión: Se implica claramente o se relata en forma precisa un efecto
cuádruple: 1. El milagro hizo que muchos de los judíos, que antes habían mostrado enemistad hacia Jesús, llegaran a creer en él (11:45).