Tecnica de Restauracion de Suelos - Vitrificacion

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Universidad Católica de Honduras

“Nuestra Reyna Señora de la Paz”

Grupo #3: Emily Trujillo Salgado – 0801200311182

Alejandro José Méndez Ramírez - 0810200200078

Catedrático(a): Lic. Carmen Izaguirre

Clase de Gestion y Calidad del Suelo

Investigacion: Técnicas de Restauración de Suelos (Vitrificación)

Sección: 1001

Jueves, 27 de julio, 2023


Introducción

El suelo se puede contaminar por muchos motivos, en algunos casos, nosotros los seres humanos
tenemos gran influencia en esto ya que nosotros somos culpables de contaminar el suelo. Si bien
a veces los suelos se pueden contaminar por casos naturales por medio de la erosión, la pérdida
de carbono orgánico, la salinización, la compactación, la acidificación y la contaminación química
que son los principales responsables del deterioro actual del suelo.

La contaminación del suelo es una alteración del suelo por la presencia de sustancias químicas
producidas por el hombre. En otras palabras, es la degradación o destrucción de la superficie y
del suelo como resultado de la acción directa o indirecta de los seres humanos.

Pero no todo este perdido, existen varias técnicas para poder restaurar o recuperar los suelos, La
recuperación de un suelo consiste en hallar o proponer un estado alternativo mejor de la inicial.
La rehabilitación se entiende si se logra un avance en la funcionalidad del ecosistema, pero aún
en una situación a medio camino de la función ecológica original. La restauración se produce si
se alcanza el estado original del sistema u estado primigenio. En este informe veremos una técnica
y veremos cómo se aplica en casos de la vida real.
Objetivos

1. Explicar cómo funciona la técnica de restauración de suelos Vitrificación, como funciona


y sus objetivos.
2. Demostrar y poner en practica la técnica en un caso de la vida real utilizando esta técnica
para restaurar suelos contaminados.
3. Enumerar el proceso o procedimiento en la que se aplica y se realiza esta técnica.
Vitrificación

La vitrificación es una técnica in situ e ex situ que, mediante el calentamiento del suelo
contaminado a alta temperatura, transforma éste en un material cristalino y químicamente
estable. Con ello se consigue reducir la movilidad de los contaminantes inorgánicos y
destruir los compuestos orgánicos por reacciones de oxidación y/o pirolisis. La técnica
opera favoreciendo la fusión del suelo para lo cual es preciso que éste contenga (o, en su
defecto, hay que añadirlos) los minerales que permiten la formación de la masa vítrea
(óxidos de silicio, aluminio, fósforo y plomo) y los óxidos alcalinos (Na, Li, K) que le
confieren estabilidad y durabilidad.

En su aplicación ex situ, el calentamiento del suelo se puede conseguir a través de


diversos sistemas (plasma, corriente eléctrica directa, combustión, inducción o
microondas), siendo la aplicación de una corriente eléctrica el más extendido. Una vez
separados los elementos gruesos del suelo y, en caso necesario, añadidos los agentes
vitrificantes, el suelo se introduce en un horno similar a los utilizados para la fabricación
de vidrio, sometiéndolo a una corriente eléctrica hasta alcanzar temperaturas de 1.100-
1.400°C. El vapor de agua y los gases generados en el tratamiento se captan y tratan antes
de su emisión a la atmósfera.

En las aplicaciones in situ, la temperatura de tratamiento es mayor (de 1.600 a 2.000°C).


El proceso comienza depositando una capa de un material de alta conductividad eléctrica
(por ejemplo, grafito) sobre el terreno a tratar, la cual se calienta con electrodos hasta
conseguir su fusión y la del suelo subyacente. Este proceso se repite, incrementando
progresivamente la profundidad de suelo vitrificado. El vapor de agua y los productos
resultantes de la pirolisis se recogen en una campana que funciona en ligera depresión y
se conducen al sistema de tratamiento de gases para eliminar partículas y otros
contaminantes. Para un equipo medio (en torno a 50 t/día), la duración del proceso es de
unos 10 días, necesitándose varios meses para que el suelo tratado se enfríe.

Campo de aplicación

Esta técnica ha demostrado su efectividad en un amplio rango de contaminantes, desde


inorgánicos (principalmente mercurio, plomo, cadmio, arsénico, bario, cromo y cianuros)
hasta orgánicos volátiles y semivolátiles, pesticidas, PCBs y dioxinas. El tipo de
contaminación presente en el suelo (en particular, compuestos orgánicos y sustancias
volátiles) condiciona sobre todo el sistema de tratamiento de gases, más que el equipo de
vitrificación propiamente dicho. En todo caso, se recomienda que el contenido en
compuestos orgánicos no supere el 7-10% en peso (para no dificultar ni dañar los equipos
de tratamiento de gases) y el de metales sea inferior al 40% en peso.

En cuanto a las características del suelo, hay que garantizar un contenido en sílice
suficiente para la formación de la masa vítrea y un contenido alcalino (óxidos de Na, Li,
K) entre 1,4 y 15% en peso (rango óptimo de 2-5%). La mayor parte de los suelos
naturales poseen estas características, por lo que es infrecuente tener que corregir estos
parámetros mediante adiciones o mezclas. La granulometría aceptable del suelo es muy
amplia; no obstante, se debe vigilar que el contenido de limos y arcillas no llegue a
impedir la liberación del agua al calentar el suelo.

En aplicaciones in situ también es importante la textura (la presencia de huecos o


macroporos dificulta el proceso) y consistencia del terreno, que pueden aconsejar una
compactación previa al tratamiento. No obstante, hay que tener en cuenta que, a mayor
densidad, se requerirá más energía y tiempo para la vitrificación, encareciéndola.

Vitrificación Ex situ

En cuanto a la humedad del suelo, el rango aceptable también es muy amplio (se citan
casos hasta un 70%). No obstante, para su aplicación in situ a suelos saturados de
formaciones de permeabilidad media o alta (orientativamente, de conductividad
hidráulica superior a 10-6 m/s), se recomienda rebajar el nivel freático antes de vitrificar.
En este tipo de aplicación, la profundidad máxima alcanzable es de unos 6-7 metros en
formaciones porosas homogéneas; en formaciones heterogéneas con alternancia de capas
y presencia de niveles rocosos, dicha profundidad se reduce a unos 5 metros.

Con esta técnica se consigue una eliminación prácticamente completa de los


contaminantes orgánicos y una inmovilización de los contaminantes inorgánicos. En el
conjunto del tratamiento (vitrificación propiamente dicha más depuración de gases) se
han comprobado rendimientos de eliminación de PCBs y COVs superiores al 99%. En
cuanto a metales pesados, se ha conseguido inmovilizar en la masa vitrificada porcentajes
que oscilan del 70 al 99%; los más volátiles (por ejemplo, mercurio) pasan en buena
medida a la corriente de gases a tratar antes de su emisión a la atmósfera.

El suelo vitrificado resultante del tratamiento es un material resistente, duradero y con un


potencial de lixiviación muy bajo. Es todavía una técnica de escasa aplicación a escala
real en Europa, debido a su alto consumo energético y coste. Para analizar la viabilidad
de la aplicación de esta técnica es necesario conocer, al menos, las siguientes propiedades
del suelo: granulometría, humedad, contenido en sustancias inorgánicas (en particular,
óxidos de sodio, litio y potasio, sílice) y contaminantes orgánicos, potencial de
lixiviación. Para su aplicación in situ, conviene conocer además la distribución espacial
de la contaminación (extensión y profundidad), la densidad del suelo y la presencia de
huecos y macroporos en el mismo.

Vitrificación In situ

Ventajas y Desventajas

Ventajas: Se utilizan microorganismos, Contaminantes inorgánicos y PCBs, otros


SVOCs, pesticidas (DDT) y dioxinas.

Desventajas: El consumo energético es elevado (entre 700 y 1.000 kWh/tonelada para las
aplicaciones in situ). Una vez tratado el suelo, su estructura original queda totalmente
modificada, por lo que la posible reutilización del mismo se ve limitada.
Costes

El coste de aplicación de esta técnica in situ varía entre 650 y 900 € (17,752 y 24,580.57
lempiras) por m3. La aplicación ex situ a suelos contaminados ha sido hasta el momento
mucho más limitada. Los escasos datos disponibles indican costes entre 500 y 1.000 €
(13,655.87 y 27,311.74) por m3 para la vitrificación ex situ, de los cuales el consumo de
energía eléctrica supone un 60-70%.

Caso

Vitrificación solar de lodos de flotación de la zona minera de Sierra Almagrera


(Almería, ciudad en España)

La minería del Pb-Ag en el área de Sierra Almagrera (Almería) ha generado importantes


cantidades de lodos de flotación, originados en la concentración de los sulfuros. Todo ello
ha producido una importante contaminación por metales (Ag, As, Ba, Cu, Pb, Sb y Zn)
en los suelos de la zona del Arteal (Cuevas del Almanzora) y Jaravías y en los sedimentos
de la rambla de Canalejas (afluente del río Almanzora). Para evaluar la posible
remediación de las zonas mineras afectadas se han realizado ensayos de vitrificación de
los lodos mediante un horno solar y se ha estudiado la capacidad de lixiviación de los
residuos mineros, una vez vitrificados. Así, en el caso del residuo del Arteal, los lixiviados
obtenidos indican que disminuye claramente la movilidad del Ba, Cu, Fe y Ni,
incrementándose la del Pb y Sb, mientras que Cd y Mn presentan concentraciones
parecidas en los lixiviados de las muestras tratadas y sin tratar. Por el contrario, en el caso
del residuo minero de Jaravías, con un tratamiento térmico a mayor temperatura, la
movilidad de los principales contaminantes se reduce sensiblemente (Fe, Mn, Pb y Zn),
salvo en el caso del As y Ba.

Marco geológico

La actividad minera en esta región, situada al NE de la provincia de Almería, se ha


centrado en la explotación de mineralizaciones hidrotermales de carácter filoniano en
Sierra Almagrera y estrato ligadas en las Herrerías y Jaravías, habiéndose desarrollado
durante distintos periodos históricos y encontrándose entre las más antiguas de la
Península Ibérica.

La primera zona objeto de este estudio, depósito de lodos del Arteal en Sierra Almagrera,
se encuentra situada en el sector oriental del valle bajo del río Almanzora, cerca de uno
de sus afluentes: la rambla de Canalejas, y limita al E con Sierra Almagrera. Dicha Sierra
es básicamente un conjunto de filitas grafitosas, filitas cuarcíticas y metavulcanitas de
composición ácida, asimilables a la unidad Nevado-Filábride del Lomo de Bas. Estos
materiales se extienden en un gran arco geotectónico que va desde el Norte de Águilas
hasta Sierra Almagrera, prolongándose por Sierra Cabrera y Sierra Alhamilla, en una
posición similar al manto del Veleta. Por encima de los niveles filíticos aparecen filitas
coloreadas, cuarcitas y una formación carbonatada, de carácter alpujárride. La estructura
actual de los materiales les parece controlada por una serie de fracturas posteriores a la

disposición de los mantos, y que en este sector son un sistema de fracturas paralelo al
sistema de Alborán, y al desgarre senestro de Terrenos de dirección N15-E, paralelo a la
falla de Palomares. El vulcanismo neógeno aflora en Sierra Almagrera (Cala Panizo, Pozo
del Esparto) y en áreas cercanas (isla de Terreros), así como en varias zonas de la cuenca
de Vera y depresión de Pulpí (Cerro Colorado, Alifraga, Guazamara, etc.).

La segunda zona de estudio, depósito de lodos de Jaravía, se sitúa al norte de Sierra


Almagrera, en una zona elevada próxima a la cubeta de Terreros, en la Sierra del Aguilón,
ocupando la zona minera explotada un corredor de unos 3 km de longitud en dirección
SW-NE. Los materiales encajantes de las mineralizaciones explotadas son los mármoles
de la unidad Nevado-Filábride, aunque también se explotaron depósitos filonianos
encajados en las filitas y esquistos.

Mineralizaciones y residuos mineros

En el caso de Sierra Almagrera nos encontramos con un conjunto de yacimientos


filonianos de carácter epitermal, y posiblemente de sulfuración caracterizados por la
existencia de cuerpos mineralizados ciegos y que no afloran en superficie y constituidos,
mayoritariamente, por galena, esfalerita, sulfosales de Pb, calcopirita, pirita y con barita
y siderita como minerales dominantes en la ganga. Así, en Sierra Almagrera se explotaron
filones de carácter hidrotermal en la época más reciente, durante el periodo 1838-1957,
procediéndose únicamente al lavado de escombreras desde 1969 hasta 1991. La minería
subterránea se llevó a cabo con mayor intensidad durante el siglo XIX, explotándose hasta
45 grandes filones de 0,15-7 m de anchura media y con corridas de hasta 0,8 km,
habiéndose alcanzado profundidades de casi 500 m, sobre todo cuando a principios del
siglo XX se construye un sistema de desagüe que permite drenar el campo filoniano hasta
los 180 m bajo el nivel del mar. La producción de Pb de este sector superó, posiblemente,
las 500.000 t de Pb-metal, llegando a las 2.000 t de Ag.

Los fangos de flotación existentes en la zona de El Arteal en Sierra Almagrera, estimados


en 3,5 Mt, se han originado como resultado de las labores mineras más recientes,
centradas en la explotación de las antiguas escombreras. Sobre el terreno aparecen
dispuestos en forma de grandes terrazas escalonadas, desprovistas de vegetación y
continuamente sometidas a la acción del viento y de la escorrentía superficial. La
formación de fases secundarias como consecuencia de los procesos de neutralización y/o
hidrólisis constituye el principal mecanismo de atenuación de los productos de oxidación
generados por los sulfuros presentes en los depósitos de lodos y escombreras. En climas
semiáridos, como el de esta zona, las fases secundarias que aparecen son el resultado de
una concentración elevada (saturación) de los productos de oxidación y de la
neutralización ácida, provocando la movilización de los contaminantes por disolución de
dichas fases, en periodos húmedos y afectando a los suelos y aguas subterráneas, lo que
justifica la remediación de las áreas afectadas.

Análisis de suelos y residuos

Para caracterizar estas antiguas zonas mineras se han llevado a cabo distintas campañas
de muestreo realizadas. En el caso de los residuos mineros, suelos y sedimentos, tras su
cuarteado, secado y molienda, se determinaron mediante activación neutrónica (INAA)
los siguientes elementos: Au, Ag, As, Ba, Br, Ca, Co, Cr, Cs, Fe, Hf, Hg, Ir, Mo, Na, Ni,
Rb, Sb, Sc, Se, Sn, Sr, Ta, Th, U, W, Zn, La, Ce, Nd, Sm, Eu, Tb, Yb y Lu. Mediante
digestión ácida y posterior espectrometría de emisión atómica con plasma acoplado por
inducción (ICP-AES), se determinaron: Ag, Cd, Cu, Mn, Mo, Ni, Pb, Zn, Al, Be, Bi, Ca,
K, Mg, P, Sr, Ti, V, Y e S, en Actlabs (Ontario, Canadá). También se han llevado a cabo
determinaciones mediante difracción de rayos X, empleando un difractó metro Philips
PW 1050 equipado con una fuente de Cu R-X y operando a 40 kv y 30 mA (Actlabs).

Horno solar

El equipo empleado consta esencialmente de un helióstato plano que realiza un


seguimiento solar continuo, un espejo parabólico concentrador, un atenuador o persiana
y la zona de ensayos situada en el foco del concentrador, donde se ubica el horno solar.
El espejo captador plano (helióstato) refleja generándose una potencia de 70 kW, cuando
el atenuador está totalmente abierto y se produce una radiación solar de 1.000 W/m². La
vitrificación de los materiales se realiza en un crisol cerámico instalado sobre la mesa de
ensayos, en una cámara abierta en dirección al concentrador, y cuyo giro permite un
calentamiento suficientemente uniforme de las muestras, hasta alcanzar su fusión.

Vitrificación

Los ensayos realizados muestran resultados bastante diferentes en las muestras, a causa
de la diferencia entre las temperaturas alcanzadas y la duración de las experiencias. Así,
en el caso del residuo del Arteal no se alcanza un verdadero vitrificado, mientras que en
el caso del lodo de Jaravías se obtiene un material que recuerda a la escoria de fundición,
posiblemente por la cantidad de Fe presente. Además, en el ensayo con el residuo del
Arteal la temperatura alcanzada únicamente llega a los 1.200°C al final de la experiencia
(12:33 h), permaneciendo durante buena parte de ella por debajo de 1.200 °C y sufriendo
algunas variaciones debido a las condiciones meteorológicas. Por el contrario, en el caso
del ensayo con el lodo minero de Jaravías, se alcanzan los 1.300 °C, sobrepasándose los
1.200 °C durante más de una hora de ensayo.

En relación con los resultados de los ensayos de lixiviación, puede observarse en ambos
casos la movilización del As, el cual aparecía en concentraciones inferiores a 30 μg/l en
los lixiviados de los residuos sin tratar, mientras que alcanza concentraciones de 200 μg/l
y 159 μg/l en los lixiviados de las muestras tratadas del Arteal y Jaravías, respectivamente.
Para los demás elementos se detecta un comportamiento muy distinto, según la muestra
vitrificada. Así, en el caso del residuo del Arteal, cuyo tratamiento se realizó a menor
temperatura, únicamente disminuye claramente la movilidad del Bas, Cu, Fe y Ni,
incrementándose la del Pb y Sb, mientras que Cd y Mn presentan concentraciones
parecidas en los lixiviados de las muestras tratadas y sin tratar. La razón debe estribar en
la baja temperatura alcanzada en el tratamiento térmico, habiéndose producido un
material calcinado o “tostado”, más que un material vitrificado. Así, en un proceso de
tostación, la reacción general que afecta a los sulfuros es la siguiente:

MeS (s) + ½ O2 (g) = MeO (s) + ½ S2 (g)

En el caso del Pb y del Sb podrían generarse óxidos más o menos solubles, que explicarían
la movilización de estas sustancias, así como en el caso del Zn, aunque los datos analíticos
no son concluyentes al respecto. Por el contrario, en el caso del residuo minero de
Jaravías, cuyo tratamiento térmico a mayor temperatura produjo un material escoriáceo
la movilidad de los principales contaminantes se reduce sensiblemente, salvo en el caso
del As y Ba. En ese sentido destacan los resultados obtenidos para el Fe, Mn, Pb y Zn,
pasando los lixiviados del residuo sin tratar de concentraciones de 8.190, 1.850, 310 y
285 μg/l respectivamente, a concentraciones de 520, 351, 22,1 y 41,2 μg/l
respectivamente, en la muestra tratada. En relación con el Cd, Cu, Ni y Sb se consiguen
también reducciones apreciables. En cuanto a la movilización del As, su causa debe estar
en la forma de presentarse el metaloide en los residuos, probablemente entrando a formar
parte de la pirita arsenical, común en todas las mineralizaciones explotadas. En ese
sentido, resulta interesante señalar la similar concentración de As en las muestras de
residuos y de material tratado, lo que indicaría que el As no se ha volatilizado, en contra
de lo que cabría esperar. Así, en la tostación de piritas arsenicales mediante el empleo de
hornos de “turbulencia” o de lecho fluid izado, el As queda íntegramente en las cenizas,
tal y como parece suceder en las experiencias realizadas.

Legislación vigente en el país relacionada con la conservación del Suelo.

Ley/Reglamento Articulo Descripción


Son obligaciones de los
propietarios de predios
Ley de Reforma Agraria rurales mantener un buen
Articulo 43 y 46
(1975) estado de conservación los
suelos y demás recursos
naturales no renovables.
Toda persona es libre de
producir en el campo,
observando las
disposiciones vigentes
Ley de Modernización de sobre conservación de
Artículo 13, 77 y 78
la Agricultura suelos, agua de demás
recursos naturales. Los
programas de
investigación y asistencia
técnica consideran el
aprovechamiento óptimo y
racional de los suelos,
aguas, boques y demás
recursos naturales a fin de
prevenir el deterioro y
degradación de ambiente.
Los suelos deberán usarse
de manera racional y
compatible con su
vocación natural. Quienes
realicen actividades
agropecuarias deberán
conservar o incrementar la
fertilidad de los suelos,
utilizando métodos de
explotación apropiados,
que prevengan la
Ley General del Ambiente degradación como
Articulo 48,49 y 50
(1993) resultado de la erosión,
acidez, salinidad,
contaminación, drenaje
inadecuado y otros
similares. Los suelos en
pendientes pronunciadas
cuyo aprovechamiento
pueda causar erosión
acelerada o deslizamiento
de tierras deben
mantenerse con cubierta
vegetal permanente.
Conclusiones

 Los suelos son un recurso natural muy importante, no solo porque son una parte
fundamental en el equilibrio de los ecosistemas: funciona como filtro y amortiguador
al retener sustancias, protege las aguas subterráneas y superficiales contra la
penetración de agentes nocivos y transforma compuestos orgánicos
descomponiéndolos o modificando su estructura consiguiendo la mineralización,
también por que el suelo es vida.
 Hay que cuidar los suelos porque, los suelos saludables pueden garantizar la seguridad
alimentaria, proporcionar mejores medios de subsistencia y reducir la migración
forzada. La degradación de los suelos supone la pérdida de fuentes de alimentos y
medios de vida.
 Los diferentes sistemas de conservación del suelo garantizan el uso a largo plazo de
la tierra y la mantienen productiva para las generaciones futuras. La conservación del
suelo es una parte fundamental de la agricultura sostenible.
Bibliografía

 http://www.madrid.org/cs/BlobServer?blobkey=id&blobwhere=1196191019103
&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-
Disposition&blobheadervalue1=filename%3DCapitulo+8.pdf&blobcol=urldata
&blobtable=MungoBlobs#:~:text=La%20vitrificaci%C3%B3n%20es%20una%
20t%C3%A9cnica,material%20cristalino%20y%20qu%C3%ADmicamente%20
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0NzYzNDg3MTI0NjE5ODcyMzQy
 https://es.slideshare.net/FAOoftheUN/respuestas-del-marco-legal-e-
institucional-frente-a-las-necesidades-para-el-manejo-sostenible-del-suelo-en-
honduras-64125673

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