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Junio 2002)
El deterioro cognitivo es la pérdida o alteración de las funciones mentales, tales como me-
moria, orientación, lenguaje, reconocimiento visual, conducta, que interfiere con la activi-
dad e interacción social de la persona afectada. Deterioro cognitivo y demencia son con-
ceptos similares, diferenciándose sólo por el grado de la alteración, y estos términos se uti-
lizarán indistintamente en el presente capítulo mientras no se hagan distinciones específi-
cas. En forma similar, puede hablarse también de deterioro cognitivo demencial y no de-
mencial.
Suele atribuirse a Philippe Pinel haber introducido el término demencia en el siglo XVIII,
para identificar la pérdida de funciones cognitivas de un cerebro previamente normal. Este
concepto se mantiene hasta la actualidad. En tiempos de Pinel, el término amencia, hoy en
desuso, se aplicaba a aquellos trastornos mentales en los que nunca se había alcanzado un
nivel de cognición normal. Hoy en día denominamos a éstos oligofrenia. Por ello las oligo-
frenias o retrasos mentales, en particular moderados o severos, que son consideradas de-
mencias en el sentido jurídico, no son sin embargo demencias desde el punto de vista mé-
dico.
El síndrome demencial
-no se puede hacer diagnóstico de demencia con imágenes u otros estudios neurológicos
complementarios. Con ellos, podrán describirse lesiones, atrofias, enfermedad vascular o
alteraciones electroencefalográficas, pero tales métodos no permiten establecer si el pa-
ciente está o no demente
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-es imposible por todo ello, como con frecuencia la justicia pretende, efectuar un diagnós-
tico de demencia en un fallecido, al no existir ya un paciente para evaluar
-tampoco es posible hacer un diagnóstico retrospectivo ("…a tal fecha…"), ya que la evolu-
ción es muy variable; la única manera de establecer tal cosa es poder contar con una eva-
luación formal efectuada en la fecha que se solicita.
Diagnóstico
Para precisar entonces la magnitud de las fallas cognitivas y en función de ello confirmar o
descartar la presencia de deterioro, se llevan a cabo exámenes específicos que cuantifican
las funciones mentales, denominados "examen neuropsicológico cuantitativo" o "examen,
pruebas o tests psicométricos". Los hay de distinta complejidad y longitud, desde pruebas
simples que pueden efectuarse "al pie de la cama" hasta baterías de tests que requieren va-
rias sesiones para completarse. También varían en su orientación y objetivo, ya que hay
pruebas diseñadas para el diagnóstico del deterioro en general, para el lenguaje, orienta-
das a la enfermedad de Alzheimer, al deterioro vascular, a la depresión, etc. Pueden ser
efectuadas por médicos o no médicos (psicólogos, fonoaudiólogos), pero siempre deben ser-
lo por personas entrenadas. La neuropsicología es la subespecialidad de la neurología y dis-
ciplinas afines que se ocupa de estas evaluaciones. Es importante subrayar que ellas difie-
ren sustancialmente de las que se hacen en el llamado "Psicodiagnóstico", que tiene otro
fin, orientado fundamentalmente a establecer trastornos de aprendizaje y conducta, y ni-
vel intelectual en la infancia y juventud. En el apéndice se consignan algunas de las prue-
bas de uso frecuente en el diagnóstico cuantitativo del deterioro cerebral.
Se reconocen los siguientes, aunque no todos suponen un trastorno patológico. Todos ellos
tienen criterios diagnósticos debidamente tipificados sobre la base de las pruebas neuropsi-
cológicas, que no es del caso detallar aquí.
Trastorno de la memoria asociado a la edad: antiguamente llamado "olvido benigno del ge-
ronte". Se refiere a cambios de la memoria de fijación, en comparación con sujetos jóve-
nes. Se vinculan por lo tanto fundamentalmente a la edad. El sujeto es absolutamente au-
toválido, no tiene alteraciones suficientes para que pueda considerárselo portador de dete-
rioro. Se trata de cambios propios del envejecimiento normal.
Deterioro cognitivo leve: en este caso ya hay nivel de deterioro en la memoria, pero no su-
ficiente para ser considerado propio de demencia, porque las funciones cognitivas globales
se preservan. Este grado es motivo de profundo estudio en la actualidad. Un 10-15% de pa-
cientes de este grupo evolucionan anualmente a la demencia.
Enfermedad de Alzheimer: causa el 50% de las demencias en occidente. Tiene una anato-
mía patológica característica (placas seniles, ovillos neurofibrilares y degeneración granulo-
vacuolar), pero que puede observarse también en la edad avanzada sin demencia. Biomole-
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cularmente es una enfermedad por amiloidosis. Las placas seniles y los ovillos neurofibrila-
res contienen amiloide. Produce un deterioro llamado de tipo "cortical", caracterizado por
trastorno cognitivo no acompañado de signos neurológicos motores en las etapas iniciales
de la enfermedad. Comienza típicamente por alteración de la memoria reciente a lo que le
sigue luego desorientación temporal, espacial, apraxia (trastorno del movimiento aprendi-
do) y agnosia (trastorno del reconocimiento). Es común referirse a este cuadro como "De-
mencia tipo Alzheimer (DTA)" porque estrictamente no puede afirmarse la enfermedad si
no hay anatomía patológica: 15 a 20% de los diagnósticos clínicos de DTA no resultan final-
mente enfermedad de Alzheimer en la patología. El 10-20% de casos de demencia "cortical"
son debidos al llamado "Complejo Pick" (enfermedad de Pick, atrofias frontotemporales y
otras), en el que la manifestación inicial es de cambio de conducta (desinhibición frontal,
irritabilidad, apatía y otras en forma variable) y no cognitiva. Ésta aparece más tarde.
El deterioro cerebral debe haber alcanzado hoy repercusión y consecuencias sociales de im-
portancia, para que al mismísimo Sumo Pontífice se le cuestionen su lucidez y capacidad
para continuar conduciendo a la Iglesia Católica. El crecimiento del trastorno corre paralelo
con el aumento exponencial del envejecimiento poblacional del mundo, cuya proyección a
los próximos veinte años adquiere características de epidemia. La Argentina es el segundo
país de mayor población de edad avanzada de Latinoamérica, superada sólo por Uruguay.
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En la Argentina, la proporción de personas mayores de 60 años es 15%, y en la ciudad de
Buenos Aires, 20%. La frecuencia de demencia aumenta con el crecimiento de la población
anciana. Son varias las consecuencias sociales y legales de esta situación a las que nos he-
mos visto enfrentados los médicos, algunas de las cuales pueden enumerarse a continua-
ción:
-la búsqueda por parte de la familia de inhibición legal ante una persona deteriorada que
es inducida fraudulentamente a firmar compromisos legales como la venta de propiedades,
contratos, pagarés, etc.
-la situación opuesta, es decir, el interés, generalmente por algún heredero, en buscar una
inhibición legal cuando la evaluación muestra resultados dentro del rango normal, dudosos
o reversibles
-la opuesta de la opuesta, o sea la de familiares que buscan negar un deterioro evidente
-el sorpresivo hallazgo de indicios de deterioro en un paciente a quien su abogado, por ej.
para poder testar, le solicita, por parte del médico, un certificado que abone "la plena po-
sesión de sus facultades mentales". Ocurre con frecuencia que paciente y familia se indig-
nen con el médico, en lugar de hacerlo con la enfermedad, si éste les hace saber de tales
indicios y de la consiguiente imposibilidad de afirmar lo que se pide. "Yo no estoy loco" o
"Lo que Ud dice no es cierto, ¡mi padre entiende todo!" son las expresiones habituales. Hay
casos límite que impiden al médico expedirse con certeza, y que hacen necesario un exa-
men neuropsicológico al que el paciente, que "no está loco", se niega. Es comprensible, mu-
chas veces hay intereses económicos importantes de por medio, pero el médico no puede
dejar de informar lo que encuentra. Es como pretender negar la existencia de un tumor de
pulmón que es evidente en las radiografías
-los casos de agresión verbal o física debidos a formas de demencia que comienzan con ta-
les manifestaciones
Estas situaciones y otras se irán presentando más y más en relación con el aumento de la
población con demencia. Está la sociedad argentina preparada para ello?
Orientadas a la demencia de tipo cortical: Mini Mental State (MMS) Test de Folstein, MMS
Test ampliado, prueba de Blessed, test del reloj.
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Baterías orientadas a lenguaje
Test de Hamilton
Escala de Deterioro Global de Reisberg (Global Deterioration Scale, GDS), Clinical Dementia
Rating (Morris)
LECTURAS RECOMENDADAS
5. Practice parameter for diagnosis and evaluation of dementia. Report of the Quality Stan-
dards Subcommittee of the American Academy of Neurology. Neurology 1994; 44: 2203-6
6. Practice parameter: Early detection of dementia: Mild cognitive impairment (an evi-
dence-based review). Report of the Quality Standards Subcommittee of the American Acad-
emy of Neurology. Neurology 2001; 56: 1133-42