Plan Acción Internaconal Madrid Envejecimiento

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Declaración Política

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Plan de Acción Internacional
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Envejecimiento

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Segunda Asamblea Mundial sobre


el Envejecimiento
Madrid, España, 8 a 12 de abril de 2002

asdf Naciones Unidas z Nueva York, 2003


Los documentos incluidos en este libro no están sometidos a las reglas derechos de
autor, por lo que pueden ser reproducidos sin autorización expresa, si bien debe constar
que se trata de un texto de las Naciones Unidas y comunicarlo a la Organización en su
caso.

Para cualquier información diríjase al Centro de Información de las Naciones Unidas de su


país o a la oficina más cercana, o en cualquier caso a:

Departamento de Información Pública


Oficina S-1040, Naciones Unidas
Nueva York, NY 10017, USA
Fax: (212) 963-1186
ÍNDICE

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iv

Primera parte
Declaración Política . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Segunda parte
Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento

I. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

II. Recomendaciones para la adopción de medidas


A. Orientación prioritaria I
La personas de edad y el desarrollo. . . . . . . . . 13
B. Orientación prioritaria II
El fomento de la salud y el bienestar
en la vejez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
C. Orientación prioritaria III
Creación de un entorno propicio y favorable . . 41
III. Aplicación y seguimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

Anexo
Representación de los Estados Miembros . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

iii
PRÓLOGO

El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y la Declaración Política


que fueron aprobados por la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en abril de
2002 marcan un punto de inflexión en la percepción mundial del desafío decisivo que supone la
construcción de una sociedad para todas las edades.
Desde la celebración de la primera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en 1982, el
mundo ha cambiado de tal manera que actualmente resulta casi irreconocible. En aquel enton-
ces el envejecimiento de la población era un problema que afectaba fundamentalmente a los
países desarrollados, mientras que hoy en día también está cobrando verdadero protagonismo
en los países en desarrollo. En cierta medida, el envejecimiento se podía considerar entonces
un problema aislado o una ocurrencia nueva, pero en la actualidad somos conscientes de que
una transformación demográfica de tamaña magnitud tiene profundas repercusiones en todos
los aspectos de la vida de las personas y las comunidades, así como en los planos nacional e
internacional.
El Plan de Acción de Madrid constituye un nuevo y ambicioso programa para encarar el
reto del envejecimiento en el siglo XXI. El Plan de Acción se centra en tres ámbitos priorita-
rios: las personas de edad y el desarrollo, el fomento de la salud y el bienestar en la vejez y la
creación de un entorno propicio y favorable, sirve de base para la formulación de políticas y
apunta a los gobiernos, a las organizaciones no gubernamentales y a otras partes interesadas las
posibilidades de reorientar la manera en que sus sociedades perciben a los ciudadanos de edad,
se relacionan con ellos y los atienden. Es también la primera vez que los gobiernos han aceptado
vincular las cuestiones del envejecimiento a otros marcos del desarrollo social y económico y
de los derechos humanos, en particular los convenidos en las conferencias y cumbres celebradas
por las Naciones Unidas durante el pasado decenio.
Los documentos trascendentales que se presentan en esta publicación son resultado de años
de duro trabajo y del genuino espíritu de cooperación demostrado en Madrid. La Asamblea,
organizada con generosidad y eficacia por el Gobierno de España, mostró a las Naciones
Unidas en el desempeño de su función esencial, a saber, incluir entre las cuestiones candentes
de actualidad los problemas que se vislumbran en el horizonte. Con todo, el principal obstáculo
consistirá en llevar a la práctica ese programa. Todos y cada uno de nosotros, jóvenes y ancia-
nos, tenemos algo que aportar al mismo con el fin de promover la solidaridad entre las gene-
raciones, combatir la discriminación de las personas de edad y construir para las personas de
todas las edades un futuro de seguridad, oportunidad y dignidad. Insto a los Estados Miembros
y al mundo entero a que se tomen este problema en serio y den muestras de audacia en la bús-
queda de un planteamiento adecuado para abordar el que será, sin duda, uno de los temas más
destacados de este siglo.

Kofi A. Annan

iv
Primera parte

Declaración
Política
DECL
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Declaración Política
Artículo 1
Nosotros los representantes de los Gobiernos reunidos en la Segunda
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid, hemos deci-
dido adoptar un Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento para res-
ponder a las oportunidades que ofrece y los retos que plantea el envejecimiento
de la población en el siglo XXI y para promover el desarrollo de una sociedad
para todas las edades. En el marco de ese Plan de Acción, estamos resueltos a
adoptar medidas a todos los niveles, inclusive a nivel nacional e internacional, en
tres direcciones prioritarias: las personas de edad y el desarrollo; la promoción
de la salud y el bienestar en la vejez, y el logro de entornos emancipadores y
propicios.

Artículo 2
Celebramos el aumento de la esperanza de vida en muchas regiones del mun-
do como uno de los mayores logros de la humanidad. Reconocemos que el mun-
do está experimentando una transformación demográfica sin precedentes y que
de aquí a 2050 el número de personas de más 60 años aumentará de 600 millones
a casi 2.000 millones, y se prevé que el porcentaje de personas de 60 años o más
se duplique, pasando de un 10% a un 21%. Ese incremento será mayor y más
rápido en los países en desarrollo, donde se prevé que la población de edad se
multiplique por cuatro en los próximos 50 años. Esa transformación demográfica
planteará a todas nuestras sociedades el reto de aumentar las oportunidades de las
personas, en particular las oportunidades de las personas de edad de aprovechar al
máximo sus capacidades de participar en todos los aspectos de la vida.

Artículo 3
Reiteramos el compromiso contraído por nuestros Jefes de Estado y de
Gobierno en las principales conferencias y cumbres de las Naciones Unidas, en
sus procesos de seguimiento, y en la Declaración del Milenio, con respecto a la
promoción de entornos internacionales y nacionales que promuevan el estableci-
miento de una sociedad para todas las edades. Además, reafirmamos los princi-
pios y las recomendaciones contenidos en el Plan de Acción Internacional sobre
el Envejecimiento, que la Asamblea de las Naciones Unidas hizo suyo en 1982,
y los principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad aproba-
dos por la Asamblea General en 1991, que ofrecieron una orientación sobre las
cuestiones de la independencia, la participación, los cuidados, la autorrealización
y la dignidad.

Artículo 4
Destacamos que la mejora de la cooperación internacional es esencial para
complementar los esfuerzos nacionales encaminados a aplicar rigurosamente el
Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. Por consiguiente,
alentamos a la comunidad internacional a seguir promoviendo la cooperación
entre todas las partes interesadas.

3
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

Artículo 5
Reafirmamos el compromiso de no escatimar esfuerzos para promover la
democracia, reforzar el Estado de derecho y favorecer la igualdad entre hombres
y mujeres, así como promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales, incluido el derecho al desarrollo. Nos comprometemos a eliminar
todas las formas de discriminación, entre otras, la discriminación por motivos de
edad. Asimismo, reconocemos que las personas, a medida que envejecen, deben
disfrutar de una vida plena, con salud, seguridad y participación activa en la vida
económica, social, cultural y política de sus sociedades. Estamos decididos a real-
zar el reconocimiento de la dignidad de las personas de edad y a eliminar todas
las formas de abandono, abuso y violencia.

Artículo 6
El mundo moderno posee una riqueza y una capacidad tecnológica sin
precedentes y nos brinda extraordinarias oportunidades: habilitar a los hombres
y a las mujeres para que lleguen a la vejez con mejor salud y disfrutando de un
bienestar más pleno; procurar la inclusión y la participación cabales de las per-
sonas de edad en las sociedades; permitir que las personas de edad contribuyan
más eficazmente a sus comunidades y al desarrollo de sus sociedades, y mejorar
constantemente los cuidados y el apoyo prestados a las personas de edad que los
necesitan. Reconocemos que es necesaria una acción concertada para transformar
las oportunidades y la calidad de vida de los hombres y las mujeres a medida que
envejecen y para asegurar la sostenibilidad de sus sistemas de apoyo, construyendo
así el fundamento de una sociedad para todas las edades. Cuando el envejecimien-
to se acepta como un éxito, el recurso a las competencias, experiencias y recursos
humanos de los grupos de más edad se asume con naturalidad como una ventaja
para el crecimiento de sociedades humanas maduras, plenamente integradas.

Artículo 7
Al mismo tiempo, los países en desarrollo, en particular los menos adelan-
tados, así como algunos países con economías en transición tienen que superar
todavía numerosos obstáculos para integrarse en mayor medida y participar ple-
namente en la economía mundial. A menos que las ventajas del desarrollo social
y económico lleguen a todos los países, cada vez más personas, en particular
personas de edad de todos los países e incluso de regiones enteras, quedarán al
margen de la economía mundial. Por ese motivo, reconocemos la importancia de
incluir el tema del envejecimiento en los programas de desarrollo, así como en
las estrategias de erradicación de la pobreza, y de tratar que todos los países en
desarrollo logren participar plenamente en la economía mundial.

Artículo 8
Nos comprometemos a llevar a cabo la tarea de incorporar eficazmente el
envejecimiento en las estrategias, políticas y acciones socioeconómicas, teniendo
presente que las políticas concretas variarán en función de las condiciones de cada
país. Reconocemos que la perspectiva de género debe incorporarse en todas las
políticas y programas para que se tengan en cuenta las necesidades y experiencias
tanto de las mujeres como de los hombres de edad.

4
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Artículo 9
Nos comprometemos a proteger y prestar asistencia a las personas de edad
en las situaciones de conflicto armado y ocupación extranjera.

Artículo 10
El potencial de las personas de edad es una sólida base para el desarrollo
futuro. Permite a la sociedad recurrir cada vez más a las competencias, la expe-
riencia y la sabiduría que las personas de edad aportan, no sólo para asumir la
iniciativa de su propia mejora, sino también para participar activamente en la de
toda la sociedad.

Artículo 11
Destacamos la importancia de las investigaciones internacionales sobre
el envejecimiento y las cuestiones relacionadas con la edad, como instrumento
importante para la formulación de políticas relativas al envejecimiento, que se
basen en indicadores fiables y uniformes, preparados, entre otras entidades, por
organizaciones de estadística nacionales e internacionales.

Artículo 12
Las expectativas de las personas de edad y las necesidades económicas de
la sociedad exigen que las personas de edad puedan participar en la vida econó-
mica, política, social y cultural de sus sociedades. Las personas de edad deben
tener la oportunidad de trabajar hasta que quieran y sean capaces de hacerlo, en
el desempeño de trabajos satisfactorios y productivos, y de seguir teniendo acceso
a la educación y a los programas de capacitación. La habilitación de las personas
de edad y la promoción de su plena participación son elementos imprescindibles
para un envejecimiento activo. Es necesario ofrecer sistemas adecuados y soste-
nibles de apoyo social a las personas de edad.

Artículo 13
Destacamos la responsabilidad primordial de los gobiernos de promover y
prestar servicios sociales básicos y de facilitar el acceso a ellos, teniendo presen-
tes las necesidades específicas de las personas de edad. A tal fin, tenemos que
trabajar con las autoridades locales, la sociedad civil, incluidas las organizaciones
no gubernamentales, el sector privado, los voluntarios y las organizaciones de
voluntarios, las propias personas de edad y las asociaciones de personas de edad
y las que se dedican a ellas, así como con las familias y las comunidades.

Artículo 14
Reconocemos la necesidad de conseguir progresivamente la plena realiza-
ción del derecho de todas las personas a disfrutar del grado máximo de salud
física y mental que se pueda lograr. Reafirmamos que alcanzar el grado más alto
posible de salud es un objetivo social de suma importancia en el mundo entero, y
para que se haga realidad es preciso adoptar medidas en muchos sectores sociales
y económicos aparte del sector de la salud. Nos comprometemos a proporcionar
a las personas de edad acceso universal y en condiciones de igualdad a la aten-
ción médica y los servicios de salud, tanto servicios de salud física como mental,

5
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA

y reconocemos que van en aumento las necesidades de una población que está
envejeciendo, por lo que es preciso adoptar nuevas políticas, en particular en
materia de atención y tratamiento, promover medios de vida saludables y entor-
nos propicios. Favoreceremos la independencia y la habilitación de las personas
de edad y sus posibilidades de participar plenamente en todos los aspectos de
la sociedad. Reconocemos la contribución de las personas de edad al desarrollo
mediante su función de cuidadores.

Artículo 15
Reconocemos lo importante que es la función de las familias, los voluntarios,
las comunidades, las organizaciones de personas de edad y otras organizaciones
de base comunitaria para prestar a las personas de edad apoyo y cuidados no
estructurados, complementarios a los que proporcionan los gobiernos.

Artículo 16
Reconocemos la necesidad de fortalecer la solidaridad entre las generaciones
y las asociaciones intergeneracionales, teniendo presentes las necesidades parti-
culares de los más mayores y los más jóvenes y de alentar las relaciones solidarias
entre generaciones.

Artículo 17
Los gobiernos son los primeros responsables de asumir la iniciativa de las
cuestiones conexas con el envejecimiento y la aplicación del Plan de Acción
Internacional sobre el Envejecimiento, 2002, pero es esencial que exista una
colaboración eficaz entre los gobiernos nacionales y locales, los organismos
internacionales, las propias personas de edad y sus organizaciones, otros sectores
de la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, y el sector
privado. La aplicación del Plan de Acción exigirá la colaboración y la partici-
pación de muchas partes interesadas: organizaciones profesionales, empresas,
trabajadores y organizaciones de trabajadores, cooperativas, instituciones de
investigación, universitarias y otras instituciones educativas y religiosas y los
medios de comunicación.

Artículo 18
Subrayamos la importante función del sistema de las Naciones Unidas, en
concreto de las comisiones regionales, para ayudar a los gobiernos, a petición de
éstos, a aplicar y supervisar la aplicación del Plan de Acción Internacional sobre
el Envejecimiento, 2002, teniendo en cuenta las diferencias que existen entre los
países y las regiones desde el punto de vista económico, social y demográfico.

Artículo 19
Invitamos a todas las personas de todos los países y todos los sectores socia-
les a que, a título individual y colectivo, se sumen a nuestro compromiso con una
visión compartida de la igualdad para las personas de todas las edades.

6
Segunda parte

Plan de Acción Internacional


de Madrid sobre el
Envejecimiento, 2002
DECL
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Plan de Acción Internacional de Madrid


sobre el Envejecimiento, 2002
I. Introducción
1. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento1, aprobado en la pri-
mera Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Viena, ha orien-
tado el pensamiento y la acción sobre el envejecimiento durante los últimos 20
años, mientras se han ido plasmando iniciativas y políticas de importancia crucial.
Las cuestiones relacionadas con los derechos humanos de las personas de edad se
abordaron en la formulación, en 1991, de los Principios de las Naciones Unidas
en favor de las personas de edad2, en los que se proporcionaba la orientación
en las esferas de la independencia, la participación, los cuidados, la realización
personal y la dignidad.
2. En el siglo XX se produjo una revolución de la longevidad. La esperanza
media de vida al nacer ha aumentado 20 años desde 1950 y llega ahora a 66 años,
y se prevé que para 2050 haya aumentado 10 años más. Este triunfo demográfico
y el rápido crecimiento de la población en la primera mitad del siglo XXI signi-
fican que el número de personas de más de 60 años, que era de alrededor de 600
millones en el año 2000, llegará a casi 2.000 millones en el 2050, mientras que se
proyecta un incremento mundial de la proporción del grupo de población defini-
do como personas de edad del 10% en 1998 al 15% en 2025. Ese aumento será
más notable y más rápido en los países en desarrollo, en los que se prevé que la
población de edad se cuadruplicará en los próximos 50 años. En Asia y América
Latina la proporción del grupo clasificado como personas de edad aumentará del
8% al 15% entre 1998 y 2025, mientras que en África se prevé que esa propor-
ción aumente sólo del 5% al 6% durante ese período, y que después se duplique
para el año 2050. En el África subsahariana, donde se sigue luchando contra la
pandemia del VIH/SIDA y las dificultades económicas y sociales, el porcentaje
llegará a la mitad de ese nivel. En Europa y América del Norte, entre 1998 y 2025
la proporción de población clasificada como personas de edad aumentará del 20%
al 28% y del 16% al 26%, respectivamente. Una transformación demográfica
mundial de este tipo tiene profundas consecuencias para cada uno de los aspectos
de la vida individual, comunitaria, nacional e internacional. Todas las facetas de
la humanidad —sociales, económicas, políticas, culturales, psicológicas y espiri-
tuales— experimentarán una evolución.
3. La notable transición demográfica que se está produciendo hará que para
mediados de siglo los porcentajes de la población mundial correspondientes a
viejos y jóvenes sean iguales. Según se prevé, el porcentaje de las personas de
60 y más años en todo el mundo se duplicará entre el año 2000 y el 2050 y pasa-
rá del 10% al 21%; se proyecta, en cambio, que el porcentaje correspondiente a
los niños se reducirá en un tercio y pasara del 30% al 21%. En algunos países
desarrollados y con economías en transición el número de personas de edad
supera ya al de los niños, y las tasas de natalidad han descendido por debajo del
nivel de reemplazo. En algunos países desarrollados el número de personas de

9
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

edad, para el año 2050, será más del doble que el de los niños. (Se espera que en
los países desarrollados el valor medio de 71 hombres por 100 mujeres aumente
a 78. En las regiones menos desarrolladas, las mujeres de edad no superan en
número a los hombres de edad en la misma medida que en las regiones desarro-
lladas, ya que las diferencias de género en cuanto a esperanza de vida suelen ser
menores. Actualmente la proporción media en los países en desarrollo es de 88
hombres por 100 mujeres entre las personas de 60 años y más, y se proyecta un
ligero cambio de esa cifra, que bajará a 87 para mediados de siglo.)
4. El envejecimiento de la población pasará a ser una cuestión de primordial
importancia en los países en desarrollo, que, según se proyecta, envejecerán rápi-
damente en la primera mitad del siglo XXI. Se espera que para 2050 el porcentaje
de personas de edad aumentará del 8% al 19%, mientras que el de niños descen-
derá del 33% al 22%. Este cambio demográfico plantea un problema importante
en materia de recursos. Aunque los países desarrollados han podido envejecer
gradualmente, se enfrentan a problemas resultantes de la relación entre el enveje-
cimiento y el desempleo y la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, mientras
que los países en desarrollo afrontan el problema de un desarrollo simultáneo con
el envejecimiento de la población.
5. Los países desarrollados y los países en desarrollo presentan otras impor-
tantes diferencias demográficas. Mientras que en la actualidad en los países
desarrollados la inmensa mayoría de personas de edad vive en zonas clasificadas
como urbanas, la mayoría de personas de edad de los países en desarrollo vive
en zonas rurales. Las proyecciones demográficas indican que para el año 2025 el
82% de la población de los países desarrollados vivirá en zonas urbanas, mientras
que menos de la mitad de la población de los países en desarrollo vivirá en ellas.
En los países en desarrollo hay una mayor proporción de personas de edad en las
zonas rurales que en las zonas urbanas. Aunque es necesario seguir estudiando
la relación entre el envejecimiento y la urbanización, las tendencias indican que
en el futuro habrá en las zonas rurales de muchos países en desarrollo una mayor
población de personas de edad.
6. Existen también diferencias significativas entre los países desarrollados y
los países en desarrollo en cuanto a los tipos de hogares en que viven las per-
sonas de edad. En los países en desarrollo, una gran proporción de las personas
de edad vive en hogares multigeneracionales. Esas diferencias suponen que las
medidas de política serán distintas en los países en desarrollo que en los países
desarrollados.
7. El grupo de personas de edad que crece más rápidamente es el de los más
ancianos, es decir, los que tienen 80 años de edad o más. En el año 2000 su
número llegaba a 70 millones, y se proyecta que en los próximos 50 años esa cifra
aumentará más de cinco veces.
8. Las mujeres de edad superan a los hombres de edad, y cada vez más a
medida que la edad aumenta. La formulación de políticas sobre la situación
de las mujeres de edad debería ser una prioridad en todas partes. Reconocer
los efectos diferenciales del envejecimiento en las mujeres y los hombres es
esencial para lograr la plena igualdad entre mujeres y hombres y para formular

10
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

medidas eficaces y eficientes para hacer frente al problema. Por consiguiente,


es decisivo lograr la integración de una perspectiva de género en todas las polí-
ticas, programas y leyes.
9. Es indispensable integrar el proceso del envejecimiento mundial, que está en
curso de evolución, en el proceso más amplio del desarrollo. Las políticas sobre
el envejecimiento deben ser examinadas cuidadosamente desde una perspectiva
de desarrollo que incluya el hecho de la mayor duración de la vida y con un punto
de vista que abarque toda la sociedad, tomando en cuenta las recientes iniciativas
mundiales y los principios orientadores establecidos en importantes conferencias
y reuniones en la cumbre de las Naciones Unidas.
10. El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002 requiere
cambios de las actitudes, las políticas y las prácticas a todos los niveles y en
todos los sectores, para que puedan concretarse las enormes posibilidades que
brinda el envejecimiento en el siglo XXI. Muchas personas de edad envejecen
con seguridad y dignidad y también potencian su propia capacidad para partici-
par en el marco de sus familias y comunidades. El objetivo del Plan de Acción
Internacional consiste en garantizar que en todas partes la población pueda
envejecer con seguridad y dignidad y que las personas de edad puedan conti-
nuar participando en sus respectivas sociedades como ciudadanos con plenos
derechos. Sin dejar de reconocer que los cimientos de una ancianidad sana y
enriquecedora se ponen en una etapa temprana de la vida, el objeto del Plan es
ofrecer un instrumento práctico para ayudar a los encargados de la formulación
de políticas a considerar las prioridades básicas asociadas con el envejecimiento
de los individuos y de las poblaciones. Se reconocen las características comunes
del envejecimiento y los problemas que presenta y se formulan recomendaciones
concretas adaptables a las muy diversas circunstancias de cada país. En el Plan se
toman en cuenta las muchas etapas diferentes del desarrollo y las transiciones que
están teniendo lugar en diversas regiones, así como la interdependencia de todos
los países en la presente época de mundialización.
11. El concepto de una sociedad para todas las edades, formulado como lema
del Año Internacional de las Personas de Edad, que se celebró en 1999, tenía
cuatro dimensiones: el desarrollo individual durante toda la vida; las relaciones
multigeneracionales; la relación mutua entre el envejecimiento de la población y
el desarrollo; y la situación de las personas de edad. El Año Internacional con-
tribuyó a promover la conciencia de esos problemas, así como la investigación
y la acción en materia de políticas, en todo el mundo, inclusión hecha de los
esfuerzos por incorporar las cuestiones relacionadas con el envejecimiento a las
actividades de todos los sectores y promover oportunidades relativas a todas las
fases de la vida.
12. En las principales conferencias y reuniones en la cumbre de las Naciones
Unidas, los períodos extraordinario de sesiones de la Asamblea General y los
procesos de seguimiento y examen se han fijado metas, objetivos y compromisos
a todos los niveles con el fin de mejorar las condiciones económicas y sociales
de todos. Ello establece el contexto en que deben situarse las contribuciones e
inquietudes concretas de las personas de edad. Aplicar sus disposiciones permi-

11
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

tiría a las personas de edad contribuir plenamente al desarrollo y beneficiarse de


él en condiciones de igualdad. En todo el Plan de Acción Internacional sobre el
Envejecimiento, 2002 se plantean varios temas centrales que están vinculados a
esas metas, objetivos y compromisos, entre ellos:
a) La plena realización de todos los derechos humanos y libertades fun-
damentales;
b) El envejecimiento en condiciones de seguridad, lo que entraña reafir-
mar el objetivo de la eliminación de la pobreza en la vejez sobre la base de los
Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad;
c) La habilitación de las personas de edad para que participen plena y
eficazmente en la vida económica, política y social de sus sociedades, incluso
mediante trabajo remunerado o voluntario;
d) Las oportunidades de desarrollo, realización personal y bienestar del
individuo en todo el curso de su vida, incluso a una edad avanzada, por ejem-
plo, mediante la posibilidad de acceso al aprendizaje durante toda la vida y la
participación en la comunidad, al tiempo que se reconoce que las personas de
edad no constituyen un grupo homogéneo;
e) La garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las per-
sonas de edad, así como de sus derechos civiles y políticos, y la eliminación de
todas las formas de violencia y discriminación contra las personas de edad;
f) El compromiso de reafirmar la igualdad de los sexos en las personas
de edad, entre otras cosas, mediante la eliminación de la discriminación por
motivos de sexo;
g) El reconocimiento de la importancia decisiva que tienen para el desa-
rrollo social las familias y la interdependencia, la solidaridad y la reciprocidad
entre las generaciones;
h) La atención de la salud, el apoyo y la protección social de las personas
de edad, incluidos los cuidados de la salud preventivos y de rehabilitación;
i) La promoción de una asociación entre el gobierno, a todos sus niveles,
la sociedad civil, el sector privado y las propias personas de edad en el proceso
de transformar el Plan de Acción en medidas prácticas;
j) La utilización de las investigaciones y los conocimientos científicos y
el aprovechamiento del potencial de la tecnología para considerar, entre otras
cosas, las consecuencias individuales, sociales y sanitarias del envejecimiento,
en particular en los países en desarrollo;
k) El reconocimiento de la situación de las personas de edad pertene-
cientes a poblaciones indígenas, sus circunstancias singulares y la necesidad
de encontrar medios de que tengan una voz eficaz en las decisiones que les
afectan directamente.
13. La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, es esencial para la creación de

12
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

una sociedad incluyente para todas las edades, en que las personas de edad par-
ticipen plenamente y sin discriminación y en condiciones de igualdad. La lucha
contra la discriminación por motivos de edad y la promoción de la dignidad de
las personas de edad es fundamental para asegurar el respeto que esas personas
merecen. La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales es importante para lograr una sociedad para todas las edades. Para
ello, la relación mutua entre las generaciones debe cultivarse, acentuarse y alen-
tarse mediante un diálogo amplio y eficaz.
14. Las recomendaciones para la adopción de medidas se organizan con arreglo
a tres orientaciones prioritarias: las personas de edad y el desarrollo; fomentar la
salud y el bienestar hasta llegada la vejez; y crear entornos propicios y favorables.
El grado de seguridad de que gocen las personas de edad en sus vidas depende
muy considerablemente de los progresos que se hagan en esas tres direcciones.
Las orientaciones prioritarias tienen por objeto guiar la formulación y aplicación
de políticas hacia el objetivo concreto del ajuste con éxito a un mundo que enve-
jece, y en el que el éxito se mida en función del mejoramiento de la calidad de
la vida de las personas de edad y de la sustentabilidad de los diversos sistemas
—tanto estructurados como no estructurados— en que se funda el bienestar de
que se goce en todo el curso de la vida.
15. Es indispensable incorporar la cuestión del envejecimiento a los programas
mundiales. Hace falta un esfuerzo concertado para adoptar un enfoque amplio y
equitativo en materia de integración de políticas. La tarea por realizar es vincular
el envejecimiento con otros marcos del desarrollo social y económico y con los
derechos humanos. Si bien las políticas concretas han de variar según los países
y regiones, el envejecimiento de la población es una fuerza universal y tiene
tanto poder para moldear el futuro como la mundialización. Es indispensable
reconocer la capacidad de las personas de edad para hacer aportes a la sociedad
no sólo tomando la iniciativa para su propio mejoramiento sino también para el
perfeccionamiento de la sociedad en su conjunto. Un pensamiento progresista
reclama que aprovechemos el potencial de la población que envejece como base
del desarrollo futuro.

II. Recomendaciones para la adopción de medidas


A. Orientación prioritaria I
Las personas de edad y el desarrollo
16. Las personas de edad deben ser participantes plenas en el proceso de desa-
rrollo y compartir también los beneficios que reporte. No debe negarse a nadie la
posibilidad de beneficiarse del desarrollo. Los efectos del envejecimiento de la
población sobre el desarrollo socioeconómico de la sociedad, combinados con los
cambios sociales y económicos que están teniendo lugar en todos los países, crean
la necesidad de adoptar medidas urgentes para garantizar la constante integración
y habilitación de las personas de edad. Además, la migración, la urbanización,
el cambio de la familia extendida hacia familias más pequeñas y móviles, la
falta de acceso a tecnologías que promueven la independencia y otros cambios

13
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

socioeconómicos pueden marginar a las personas de edad apartándolas de la


corriente principal del desarrollo, privándolas de funciones económicas y sociales
significativas y debilitando sus fuentes tradicionales de apoyo.
17. El desarrollo puede beneficiar a todos los sectores de la sociedad, pero
para que la legitimidad del proceso pueda sostenerse se requiere la introduc-
ción y mantenimiento de políticas que garanticen la distribución equitativa
de los beneficios del crecimiento económico. Uno de los principios de la
Declaración3 y el Programa de Acción4 de Copenhague consiste en que los
gobiernos establezcan un marco para cumplir su responsabilidad con las
generaciones presentes y futuras asegurando la equidad entre las generacio-
nes. Además, en la Cumbre del Milenio se afirmó el imperativo a largo plazo
de la eliminación de la pobreza y del cumplimiento de los objetivos sociales
y humanitarios establecidos por las conferencias mundiales celebradas en el
decenio de 1990.
18. Los encargados de la formulación de políticas han debido afrontar la nece-
sidad simultánea de introducir ajustes para tener en cuenta las consecuencias del
envejecimiento de la fuerza de trabajo y mejorar al mismo tiempo la productivi-
dad y competitividad del trabajo, garantizando además la sustentabilidad de los
sistemas de protección social. En todos los casos pertinentes habría que aplicar
estrategias múltiples de reforma para dotar a los sistemas de pensiones de una
base financiera sólida.

Cuestión 1: Participación activa en la sociedad y en el desarrollo


19. Una sociedad para todas las edades incluye el objetivo de que las perso-
nas de edad tengan la oportunidad de seguir contribuyendo a la sociedad. Para
trabajar en pro de la consecución de ese objetivo es necesario eliminar todos los
factores excluyentes o discriminatorios en contra de esas personas. La contribu-
ción social y económica de las personas de edad va más allá de sus actividades
económicas, ya que con frecuencia esas personas desempeñan funciones crucia-
les en la familia y en la comunidad. Muchos de sus valiosos aportes no se miden
en términos económicos, como en el caso de los cuidados prestados a los miem-
bros de la familia, el trabajo productivo de subsistencia, el mantenimiento de los
hogares y la realización de actividades voluntarias en la comunidad. Además,
esas funciones contribuyen a la preparación de la fuerza de trabajo futura. Es
necesario reconocer todas esas contribuciones, incluidas las del trabajo no remu-
nerado que realizan en todos los sectores las personas de todas las edades, y en
particular las mujeres.
20. La participación en actividades sociales, económicas, culturales, deportivas,
recreativas y de voluntariado contribuye también a aumentar y mantener el bien-
estar personal. Las organizaciones de personas de edad constituyen un medio
importante de facilitar la participación mediante la realización de actividades de
promoción y el fomento de la interacción entre las generaciones.
21. Objetivo 1: Reconocimiento de la contribución social, cultural, económica
y política de las personas de edad.

14
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Medidas
a) Asegurar el pleno goce de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales promoviendo la aplicación de los convenios y convenciones de
derechos humanos y otros instrumentos de derechos humanos, particularmente
en la lucha contra todas las formas de discriminación;
b) Reconocer, alentar y apoyar la contribución de las personas de edad a
la familia, la comunidad y la economía;
c) Ofrecer oportunidades, programas y apoyo para alentar a las personas
de edad a participar o seguir participando en la vida cultural, económica, polí-
tica y social y en el aprendizaje a lo largo de toda la vida;
d) Proporcionar información y acceso para facilitar la participación de
las personas de edad en grupos comunitarios intergeneracionales y de ayuda
mutua y brindar oportunidades para la realización de todo su potencial;
e) Crear un entorno que posibilite la prestación de servicios voluntarios
en todas las edades, que incluya el reconocimiento público, y facilitar la par-
ticipación de las personas de edad cuyo acceso a las ventajas de dedicarse a
actividades voluntarias puede ser limitado o nulo;
f) Promover una comprensión más amplia de la función cultural, social y
económica y de la constante contribución que hacen las personas de edad a la
sociedad, incluida la del trabajo no remunerado;
g) Las personas de edad deben recibir un trato justo y digno, independien-
temente de la existencia de discapacidad u otras circunstancias, y ser valoradas
independientemente de su contribución económica;
h) Tener en cuenta las necesidades de las personas de edad y respetar el
derecho a vivir dignamente en todas las etapas de la vida;
i) Promover entre los empleadores actitudes favorables a la capacidad
productiva de los trabajadores de edad, de manera que puedan seguir emplea-
dos, y promover la conciencia de su valor en el mercado laboral, incluida la
conciencia de sus propias posibilidades;
j) Promover la participación cívica y cultural como estrategia para luchar
contra el aislamiento social y apoyar la habilitación.

22. Objetivo 2: Participación de las personas de edad en los procesos de adop-


ción de decisiones a todos los niveles.
Medidas
a) Incorporar las necesidades de las personas de edad y las cuestiones que
les preocupan a los procesos de adopción de decisiones a todos los niveles;
b) Estimular, en los casos en que todavía no existan, el establecimiento
de organizaciones de personas de edad a todos los niveles, entre otras cosas
para representar a las personas de edad en los procesos de adopción de deci-
siones;

15
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

c) Adoptar medidas para permitir la participación plena e igual de las


personas de edad, en particular de las mujeres de edad, en la adopción de
decisiones a todos los niveles.

Cuestión 2: El empleo y el envejecimiento de la fuerza de trabajo


23. Se debe permitir a las personas de edad seguir realizando tareas remunerati-
vas mientras lo deseen y puedan hacerlo productivamente. Por lo común, el des-
empleo, el subempleo y la rigidez del mercado laboral impiden que esto ocurra,
con lo que se restringen las oportunidades de los individuos y se priva a la sociedad
de su energía y sus conocimientos. Por las mismas razones, el cumplimiento del
compromiso 3 de la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social3, relativo
a la promoción del objetivo del pleno empleo, tiene una importancia fundamental,
lo mismo que las estrategias y políticas formuladas en el Programa de Acción de
la Cumbre4 y las nuevas iniciativas para el crecimiento del empleo recomendadas
en el vigésimo cuarto período extraordinario de sesiones de la Asamblea General5.
Es necesario que en el lugar de trabajo se cobre más conciencia de las ventajas de
tener personas de edad en la fuerza de trabajo.
24. En los países en desarrollo y en los países con economías en transición la
mayoría de las personas que hoy son ancianas y siguen trabajando forman parte
de la economía no estructurada, lo que por lo común las priva de los beneficios
de unas condiciones de trabajo apropiadas y de la protección social que ofrece el
sector estructurado de la economía. La esperanza de vida en muchos países desa-
rrollados y países con economías en transición supera la edad fijada para la jubi-
lación. En esos países, además, son menos las personas que se incorporan a la
fuerza de trabajo debido a la disminución de la fecundidad, tendencia que suele
ir acompañada, paradójicamente, por la discriminación por razones de edad. Es
probable que se produzca una escasez de mano de obra como consecuencia de la
disminución de la reserva de personas jóvenes que van ingresando en el mercado
de trabajo, del envejecimiento de la mano de obra y de la tendencia a adelantar
la jubilación. En este contexto, es indispensable adoptar políticas para ampliar
las posibilidades de empleo, como nuevas modalidades de trabajo basadas en la
jubilación flexible, los entornos laborables adaptables y la rehabilitación profe-
sional para personas de edad con discapacidades, de forma que las personas de
edad puedan combinar el empleo remunerado con otras actividades.
25. Los factores que afectan a las mujeres de edad en el mercado laboral mere-
cen una especial atención, particularmente los que afectan la participación de la
mujer en el trabajo remunerado (como, entre otros, los sueldos más bajos, la falta
de desarrollo profesional debido a las interrupciones de la actividad laboral y las
obligaciones relacionadas con la atención de la familia), su capacidad de generar
pensiones y otros recursos para su jubilación. La falta de políticas favorables
para la familia en relación con la organización del trabajo puede incrementar esas
dificultades. La pobreza y los bajos ingresos durante los años productivos de las
mujeres pueden ser a menudo causa de la pobreza en la vejez. Un objetivo inte-
gral del Plan de Acción consiste en lograr la diversidad de edades y el equilibrio
de los sexos en los lugares de trabajo.

16
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

26. Al abordar el objetivo del empleo para todos hay que reconocer que el
empleo continuado de los trabajadores mayores no reduce necesariamente
las oportunidades de trabajo para los jóvenes y que efectúa una contribución
constante y valiosa al mejoramiento de la actividad y la producción económica
nacional, lo cual puede beneficiar a su vez a todos los miembros de la sociedad.
La economía general también puede beneficiarse de otros planes para utilizar la
experiencia y los conocimientos de los trabajadores de edad para capacitar a los
empleados más jóvenes y nuevos.
27. En los casos en que pudiera haber escasez de mano de obra podrían requerirse
cambios importantes en las estructuras de incentivos existentes a fin de alentar a
más trabajadores a aplazar voluntariamente la jubilación completa y permanecer en
el empleo, a tiempo parcial o como empleados a tiempo completo. Las prácticas
y políticas de gestión de los recursos humanos deberían tener en cuenta y resolver
algunas de las necesidades específicas de los empleados de edad. Tal vez se requie-
ra efectuar ajustes apropiados en el entorno laboral y en las condiciones de trabajo
para asegurar que los trabajadores de edad tengan los conocimientos, la salud y la
capacidad necesarios para seguir empleados en una etapa posterior de sus vidas.
Esto indica que los empleadores, las organizaciones de trabajadores y el personal
de recursos humanos deberían prestar más atención a las nuevas prácticas laborales,
tanto nacionales como internacionales, que pudieran facilitar la retención y la parti-
cipación productiva de los trabajadores de edad en la fuerza de trabajo.

28. Objetivo 1: Brindar oportunidades de empleo a todas las personas de edad


que deseen trabajar.
Medidas
a) Hacer que el crecimiento del empleo ocupe un lugar central en las polí-
ticas macroeconómicas, por ejemplo asegurando que las políticas del mercado
laboral tengan como objetivo fomentar elevadas tasas de crecimiento de la
producción y del empleo en beneficio de las personas de todas las edades;
b) Permitir que las personas de edad continúen trabajando mientras deseen
trabajar y puedan hacerlo;
c) Adoptar medidas para aumentar la participación en la fuerza de trabajo
de toda la población en edad de trabajar y reducir el peligro de exclusión o de
dependencia en una etapa posterior de la vida. Esta medida debe fomentarse
mediante la aplicación de políticas como el aumento de la participación de las
mujeres de edad, unos servicios sostenibles de atención de la salud relacionada
con el trabajo, haciendo hincapié en la prevención, la promoción de la salud y
la seguridad ocupacionales para mantener la capacidad de trabajar, y el acceso
a la tecnología, el aprendizaje a lo largo de toda la vida, la educación perma-
nente, la capacitación en el empleo, la rehabilitación profesional y medidas de
jubilación flexible, así como procurar la reintegración en el mercado de trabajo
de los desempleados y las personas con discapacidad;
d) Hacer esfuerzos especiales para incrementar la tasa de participación de las
mujeres y los grupos en situación desventajosa, tales como las personas desem-
pleadas desde hace mucho tiempo y las personas con discapacidades, reduciendo

17
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

con ello el riesgo de su exclusión o dependencia en una etapa posterior de la


vida;
e) Promover iniciativas de empleo independiente para las personas de edad,
por ejemplo, alentando el desarrollo de pequeñas empresas y microempresas y
garantizando el acceso al crédito a las personas de edad, en particular sin discri-
minación por razones de sexo;
f) Ayudar a las personas de edad que ya estén realizando actividades en el
sector no estructurado a mejorar sus ingresos, su productividad y sus condicio-
nes de trabajo;
g) Eliminar los obstáculos por razones de edad en el mercado de trabajo
estructurado fomentando la contratación de personas de edad e impidiendo que
los trabajadores que van envejeciendo comiencen a experimentar desventajas en
materia de empleo;
h) Promover, según proceda, un nuevo enfoque de la jubilación que tenga en
cuenta las necesidades del empleado, así como las del empleador, en particular apli-
cando el principio de las políticas y prácticas de jubilación flexible al tiempo que se
protegen los derechos adquiridos a la pensión. Entre las posibles medidas para lograr
este objetivo figuran reducir los incentivos y las presiones para una jubilación antici-
pada y eliminar los desincentivos para trabajar después de la edad de jubilación;
i) Reconocer y tomar en cuenta las obligaciones que tiene un número cada
vez mayor de trabajadores de atender a las personas de edad de su familia, a
las personas con discapacidades y a quienes padecen enfermedades crónicas,
incluido el VIH/SIDA, formulando, entre otras cosas, políticas favorables para las
familias y que tengan en cuenta los aspectos de género, encaminadas a reconciliar
las obligaciones laborales y de prestación de atención;
j) Eliminar los desincentivos al trabajo después de la edad de jubilación,
por ejemplo, protegiendo los derechos adquiridos a las pensiones, los derechos a
las prestaciones por discapacidad y los beneficios de salud, que no deben verse
afectados por el retraso en la edad de jubilación;
k) Promover nuevas disposiciones laborales y prácticas innovadoras en el
lugar de trabajo encaminadas a conservar la capacidad de trabajo y tener en
cuenta las necesidades de los trabajadores a medida que envejecen, entre otras
cosas estableciendo programas de asistencia a los empleados;
l) Prestar apoyo a los trabajadores para que adopten decisiones fundamenta-
das acerca de los efectos financieros, para la salud y de otro tipo que puede tener
prolongar su participación en la fuerza de trabajo;
m) Promover una imagen realista de los conocimientos y capacidades de los
trabajadores de edad corrigiendo estereotipos perjudiciales acerca de los trabaja-
dores de edad o de los candidatos para ciertos empleos;
n) Tener en cuenta los intereses de los trabajadores de edad cuando los
en- cargados de la formulación de políticas o de la adopción de decisiones
aprueben fusiones de empresas, de forma que esas personas no sean víctimas
de desventajas, de la reducción de sus prestaciones o de la pérdida del empleo
en mayor medida que sus homólogos más jóvenes.
18
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Cuestión 3: Desarrollo rural, migración y urbanización


29. En muchos países en desarrollo y países con economías en transición hay un
pronunciado envejecimiento de la población de las zonas rurales debido al éxodo
de los jóvenes adultos. Es posible que las personas de edad tengan que perma-
necer en las zonas rurales sin contar con el apoyo familiar tradicional e incluso
sin recursos financieros adecuados. Las políticas y programas de seguridad
alimentaria y producción agrícola deben tener en cuenta las consecuencias del
envejecimiento en las zonas rurales. Las mujeres de edad en las zonas rurales son
particularmente vulnerables desde el punto de vista económico, especialmente
cuando su función se limita a la realización de tareas no remuneradas de atención
de la familia y su propia supervivencia depende del apoyo que reciban de otros.
Las personas de edad de las zonas rurales de los países desarrollados y países
con economías en transición todavía suelen carecer de los servicios básicos, y los
recursos económicos y comunitarios de que disponen son insuficientes.
30. A pesar de las restricciones a la migración internacional lícita, las corrientes
migratorias en el plano internacional han aumentado. En los países en desarrollo
y países con economía en transición el apoyo económico, incluidas las remesas
de los hijos que se encuentran en el extranjero, suele ser decisivo para la super-
vivencia de las personas de edad y, por su conducto, para sus comunidades y la
economía local. A medida que los migrantes internacionales de decenios anterio-
res van envejeciendo, algunos gobiernos procuran prestarles asistencia.
31. Por lo general, el medio urbano es menos favorable que las zonas rurales
a sostener la red tradicional de familias extendidas y el sistema de reciprocidad.
Las personas mayores que han migrado de las zonas rurales a las zonas urbanas
de los países en desarrollo con frecuencia tienen que hacer frente a la pérdida
de las redes sociales y a la falta de infraestructura de apoyo en las ciudades, lo
que puede llevar a su marginación y exclusión, sobre todo si están enfermas o
discapacitadas. En los países que tienen una larga historia de migración de las
zonas rurales a las urbanas y de expansión de ciudades subdesarrolladas hay una
población cada vez mayor de personas de edad que viven en la pobreza. Para los
migrantes de más edad de los países en desarrollo y países con economías en
transición, el medio urbano suele caracterizarse por el hacinamiento, la pobreza,
la pérdida de autonomía económica y la escasa atención material y social que
prestan los familiares que deben trabajar fuera del hogar.

32. Objetivo 1: Mejoramiento de las condiciones de vida y de la infra-estructura


de las zonas rurales.
Medidas
a) Fortalecer la capacidad de los campesinos de edad proporcionándoles
acceso continuado a los servicios financieros y de infraestructura y a la capa-
citación en técnicas y tecnologías agrícolas mejoradas;
b) Alentar el establecimiento y la reactivación de las empresas en pequeña
escala mediante el suministro de financiación o el apoyo a proyectos genera-
dores de ingresos y cooperativas rurales y mediante una diversificación econó-
mica cada vez más amplia;

19
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

c) Promover el desarrollo de servicios financieros locales, incluidos los


planes de microcrédito y las instituciones de microfinanciación, en las zonas
que no los tienen en cantidad suficiente, a fin de alentar la inversión;
d) Promover en las zonas rurales y lejanas la educación permanente para
adultos y las actividades de capacitación y readiestramiento;
e) Conectar a las poblaciones rurales y lejanas con la sociedad y la economía
basadas en los conocimientos;
f) Velar por que se tengan en cuenta los derechos de las mujeres de edad en
las zonas rurales y lejanas en relación con la igualdad de acceso a los recursos
económicos y el control sobre dichos recursos;
g) Estimular medidas apropiadas de protección social/seguridad social
para las personas de edad en las zonas rurales y lejanas;
h) Asegurar el acceso universal de las personas de edad a los servicios
sociales básicos en las zonas rurales y remotas.

33. Objetivo 2: Alivio de la marginación de las personas de edad en las zonas


rurales.

Medidas
a) Elaborar y aplicar programas y prestar servicios para mantener la inde-
pendencia de las personas de edad en las zonas rurales, incluidas las personas
de edad con discapacidades;
b) Facilitar y fortalecer los tradicionales mecanismos de apoyo rurales y
comunitarios;
c) Apoyar especialmente a las personas de edad que en las zonas rurales
carecen de parientes, y en particular a las mujeres de edad, que afrontan una
vejez más prolongada y a menudo con menos recursos;
d) Habilitar prioritariamente a las mujeres de edad de las zonas rurales
mediante el acceso a servicios financieros y de infraestructura;
e) Promover mecanismos innovadores de apoyo, rurales y comunitarios,
incluidos, entre otros, los que faciliten el intercambio de conocimientos y
experiencias entre las personas de edad.

34. Objetivo 3: Integración de los migrantes de edad avanzada en sus nuevas


comunidades.
Medidas
a) Fomentar redes sociales de apoyo a los migrantes de edad;
b) Formular medidas para ayudar a los migrantes de edad a mantener la
seguridad económica y en materia de salud;
c) Adoptar medidas de base comunitarias, como el establecimiento de
centros de reunión para personas de edad, para prevenir o compensar las con-
secuencias adversas de la urbanización;

20
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

d) Alentar el diseño de viviendas que promuevan la coexistencia inter-


generacional, cuando resulte apropiado desde el punto de vista cultural y los
individuos lo deseen;
e) Ayudar a las familias a compartir sus alojamientos con los familiares
de edad que así lo deseen;
f) Elaborar políticas y programas que faciliten, según sea necesario y de
manera acorde con las leyes nacionales, la integración de los migrantes de
edad en la vida social, cultural, política y económica de los países de destino
y que promuevan el respeto por esas personas;
g) Eliminar las barreras idiomáticas y culturales al prestar servicios públi-
cos a los migrantes de edad.

Cuestión 4: Acceso al conocimiento, la educación y la capacitación


35. La educación es una base indispensable para una vida activa y plena. En
la Cumbre del Milenio se asumió el compromiso de garantizar que, a más tardar
para 2015, todos los niños completaran la educación primaria. Una sociedad basa-
da en el conocimiento requiere la adopción de políticas para garantizar el acceso
a la educación y la capacitación durante todo el curso de la vida. La educación y
la capacitación permanentes son indispensables para conseguir la productividad
de los trabajadores y de las naciones.
36. Los países en desarrollo cuentan hoy con un gran número de personas que
llegan a la vejez con conocimientos mínimos de las primeras letras y la aritmética
elemental, lo cual limita su capacidad para ganarse la vida y constituye por lo
tanto un obstáculo para gozar de la salud y el bienestar. En todos los países, la
educación y la capacitación permanentes son también requisitos previos para la
participación de las personas de edad en el empleo.
37. Un lugar de trabajo en el que exista diversidad en cuanto a la distribución
por edades crea un entorno en que las personas pueden intercambiar técnicas,
conocimientos y experiencias. Este tipo de capacitación mutua puede formali-
zarse en políticas y acuerdos colectivos o impartirse en forma de prácticas no
estructuradas.
38. Los cambios tecnológicos pueden contribuir a la alienación de las
personas de edad carentes de educación o capacitación: un mayor acceso
a la educación en la juventud beneficiará a las personas a medida que van
envejeciendo, incluso para afrontar los cambios tecnológicos. No obstante,
pese a ello, los niveles de analfabetismo siguen siendo elevados en muchas
regiones del mundo. La tecnología puede utilizarse para unir a las personas y
contribuir de esta forma a reducir la marginación, la soledad y la separación
entre las edades. Por consiguiente, habría que adoptar medidas para permitir a
las personas de edad el acceso, la participación y la adaptación a los cambios
tecnológicos.
39. La capacitación, el reciclaje y la educación son determinantes importantes
de la capacidad de un trabajador para cumplir su trabajo y adaptarse a los cambios

21
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

en el entorno laboral. Los cambios tecnológicos y de organización pueden hacer


que los conocimientos de un empleado sean obsoletos y reducir enormemente
el valor que se asigna a la experiencia laboral acumulada previamente. Hay que
hacer más hincapié en el acceso a las oportunidades de adquirir conocimientos,
educación y capacitación de las personas de edad en la fuerza de trabajo. Es
frecuente que esas personas experimenten más dificultades para adaptarse a los
cambios tecnológicos y de organización que los trabajadores más jóvenes, par-
ticularmente cuando se tiene en cuenta el uso cada vez más generalizado de las
tecnologías de la información.

40. Objetivo 1: Igualdad de oportunidades durante toda la vida en materia de


educación permanente, capacitación y readiestramiento, así como de orientación
profesional y acceso a servicios de colocación laboral.
Medidas
a) Lograr un mejoramiento del 50% en los niveles de alfabetización de
adultos para el año 2015, en particular para las mujeres, y ofrecer un acceso
equitativo a la educación básica y permanente para los adultos;
b) Alentar y promover la capacitación en primeras letras y en aritmética
elemental para las personas de edad y los miembros de más edad de la fuerza
de trabajo, incluida la alfabetización especializada y la capacitación en infor-
mática para personas de edad con discapacidades;
c) Aplicar políticas que promuevan el acceso a la capacitación y el rea-
diestramiento de los trabajadores de edad y los alienten a seguir utilizando los
conocimientos y las técnicas adquiridos después de la jubilación;
d) Garantizar que todos puedan aprovechar los beneficios de las nuevas
tecnologías, en particular de las tecnologías de la información y de las comuni-
caciones, teniendo en cuenta las necesidades de las mujeres de edad;
e) Elaborar y distribuir información adecuada para las personas de edad con
objeto de ayudarlas a afrontar las exigencias tecnológicas de la vida cotidiana;
f) Estimular el diseño de equipo de computadoras y de materiales impre-
sos y auditivos que tengan en cuenta los cambios en las aptitudes físicas y la
capacidad visual de las personas de edad;
g) Estimular más investigaciones que permitan determinar mejor la rela-
ción entre la capacitación y la productividad a fin de demostrar claramente a
los empleadores y a los empleados las ventajas de la capacitación y la educa-
ción permanentes de las personas de edad;
h) Lograr que las organizaciones de empleadores y de trabajadores estén
conscientes del valor del readiestramiento de los trabajadores de edad, espe-
cialmente las mujeres.
41. Objetivo 2: Utilización plena de las posibilidades y los conocimientos
de las personas de todas las edades, reconociendo los beneficios derivados de la
mayor experiencia adquirida con la edad.

22
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Medidas
a) Examinar medidas que permitan aprovechar plenamente el potencial y
los conocimientos de las personas de edad en la educación;
b) Crear, dentro de los programas educativos, oportunidades para el inter-
cambio de conocimientos y experiencias entre las generaciones, que incluyan
la utilización de nuevas tecnologías;
c) Permitir a las personas de edad actuar como mentores, mediadores y
consejeros;
d) Alentar y apoyar las actividades tradicionales y no tradicionales de
asistencia mutua intergeneracional dentro de la familia, la vecindad y la comu-
nidad, aplicando una clara perspectiva de género;
e) Alentar a las personas de edad que realicen tareas de voluntariado a que
aporten sus conocimientos en todas las esferas de actividad, en particular las
tecnologías de la información;
f) Alentar el aprovechamiento del potencial y de los conocimientos en
materia social, cultural y educativa de las personas de edad.

Cuestión 5: Solidaridad intergeneracional


42. La solidaridad entre las generaciones a todos los niveles —las familias,
las comunidades y las naciones— es fundamental para el logro de una sociedad
para todas las edades. La solidaridad constituye también un requisito previo
primordial de la cohesión social y es el fundamento tanto de la beneficencia
pública estructurada como de los sistemas asistenciales no estructurados. Las
cambiantes circunstancias demográficas, sociales y económicas requieren el
ajuste de los sistemas de pensiones, de seguridad social, de salud y de aten-
ción a largo plazo a fin de sostener el crecimiento económico y el desarrollo y
garantizar el mantenimiento adecuado y eficaz de los ingresos y la prestación
de servicios.
43. A nivel de la familia y la comunidad, los vínculos intergeneracionales
pueden ser valiosos para todos. Pese a la movilidad geográfica y a otras presio-
nes de la vida contemporánea que pueden mantener separadas a las personas,
la gran mayoría de las personas de todas las culturas mantienen relaciones
estrechas con sus familiares durante toda la vida. Estas relaciones funcionan
en ambos sentidos, ya que las personas de edad suelen hacer contribuciones
importantes tanto desde el punto de vista financiero como —lo que es decisi-
vo— en lo que respecta a la educación y cuidado de los nietos y otros miem-
bros de la familia. Todos los sectores de la sociedad, incluidos los gobiernos,
deben procurar fortalecer esos lazos. Sin embargo, es importante reconocer
que la vida junto a las generaciones más jóvenes no siempre es la opción pre-
ferida por las personas de edad ni la mejor opción para ellos.
44. Objetivo 1: Fortalecer la solidaridad mediante la equidad y la reciprocidad
entre las generaciones.

23
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

Medidas
a) Promover, mediante la educación pública, la comprensión del envejeci-
miento como una cuestión que interesa a toda la sociedad;
b) Considerar la posibilidad de revisar las políticas existentes para garan-
tizar que promuevan la solidaridad entre las generaciones y fomenten de este
modo la cohesión social;
c) Elaborar iniciativas dirigidas a promover un intercambio productivo y
mutuo entre las generaciones, concentrado en las personas de edad como un
recurso de la sociedad;
d) Maximizar las oportunidades para mantener y mejorar las relaciones
intergeneracionales en las comunidades locales, entre otras cosas, facilitando
la celebración de reuniones para todos los grupos de edades y evitando la
segregación generacional;
e) Estudiar la necesidad de abordar la situación específica de la genera-
ción que tiene que ocuparse al mismo tiempo de sus padres, de sus propios
hijos y de los nietos;
f) Promover y fortalecer la solidaridad entre las generaciones y el apoyo
mutuo como elemento clave del desarrollo social;
g) Emprender investigaciones sobre las ventajas y desventajas de los dis-
tintos arreglos en materia de vivienda de las personas de edad, con inclusión de
la residencia en común con los familiares y las formas de vida independiente,
en diferentes culturas y contextos.

Cuestión 6: Erradicación de la pobreza


45. La lucha contra la pobreza de las personas de edad con miras a erradicarla
es uno de los objetivos fundamentales del Plan de Acción Internacional sobre el
Envejecimiento. Aunque recientemente se ha dedicado mayor atención en todo
el mundo a los objetivos y políticas encaminados a la erradicación de la pobreza,
en muchos países las personas de edad todavía suelen ser excluidas de esas polí-
ticas y programas. En las zonas en que la pobreza es endémica, las personas que
sobreviven a una vida de pobreza suelen llegar a una vejez en que la pobreza es
cada vez mayor.
46. En el caso de las mujeres, la parcialidad institucional de los sistemas de pro-
tección social, en particular los que se basan en una actividad laboral ininterrum-
pida, intensifica la feminización de la pobreza. Las desigualdades y disparidades
entre los géneros en lo que se refiere al poder económico, la desigual distribución
del trabajo no remunerado entre las mujeres y los hombres, la falta de apoyo
tecnológico y financiero para las empresas de las mujeres, la desigualdad en el
acceso al capital y el control de éste, en particular la tierra y los créditos, y en
el acceso a los mercados laborales, así como todas las prácticas tradicionales y
consuetudinarias perjudiciales, han obstaculizado la habilitación económica de la
mujer y han intensificado la feminización de la pobreza. En muchas sociedades
los hogares encabezados por mujeres, incluidas las divorciadas o separadas, las

24
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

solteras y las viudas, son particularmente vulnerables a la pobreza. Hacen falta


medidas especiales de protección social para hacer frente a la feminización de la
pobreza, en particular en el caso de las mujeres de edad.
47. Las personas de edad discapacitadas son también más vulnerables a la
pobreza que las personas de edad no discapacitadas, en parte debido a la dis-
criminación en el lugar de trabajo, incluida la discriminación ejercida por los
empleadores, y a la inexistencia de condiciones para atender sus necesidades en
el lugar de trabajo.

48. Objetivo 1: Reducción de la pobreza entre las personas de edad.


Medidas
a) Reducir la proporción de personas que viven en la pobreza extrema en
un 50% para 2015.
b) Incluir a las personas de edad en las políticas y programas encaminados
a alcanzar el objetivo de reducción de la pobreza;
c) Promover la igualdad de acceso de las personas de edad al empleo y
a las oportunidades de generación de ingresos, el crédito, los mercados y los
activos de bienes;
d) Garantizar que en las estrategias de erradicación de la pobreza y en los
programas con que se aplican se tengan en cuenta expresamente las necesida-
des particulares de las mujeres de edad, de las personas muy ancianas, de las
personas de edad con discapacidad y de las que viven solas;
e) Elaborar cuando corresponda y en todos los niveles adecuados indi-
cadores de la pobreza relacionados con la edad y el género como medios
indispensables para determinar las necesidades de las mujeres de edad pobres
y alentar el uso de los indicadores de la pobreza existentes para que el examen
se lleve a cabo por grupos de edad y géneros;
f) Prestar apoyo a los programas innovadores encaminados a habilitar
a las personas de edad, en particular a las mujeres, para que aumenten sus
contribuciones a las iniciativas de desarrollo y se beneficien de ellas con el fin
de erradicar la pobreza;
g) Afianzar la cooperación internacional en apoyo a las iniciativas nacio-
nales encaminadas a erradicar la pobreza en consonancia con las metas conve-
nidas internacionalmente a fin de lograr apoyo social y económico sostenible
para las personas de edad;
h) Fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para superar los
obstáculos que dificultan su participación en una economía cada vez más
mundializada, a fin de prestarles asistencia en sus empeños por erradicar la
pobreza, en particular la pobreza entre las personas de edad.

Cuestión 7: Seguridad de los ingresos, protección social /seguridad social y


prevención de la pobreza

25
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

49. Las medidas de seguridad de los ingresos y protección social/seguridad


social, requieran o no contribuciones de los interesados, comprenden tanto planes
no estructurados como planes considerablemente estructurados. Forman parte de
los fundamentos de la prosperidad económica y la cohesión social.
50. Generalmente se considera que la mundialización, los programas de ajuste
estructural, las restricciones fiscales y una población de edad cuyo número va
en aumento ejercen presiones sobre los sistemas de protección social/seguridad
social estructurados. La posibilidad de mantener la seguridad de los ingresos
en un nivel adecuado tiene gran importancia. En los países en desarrollo que
disponen de sistemas oficiales de protección social/seguridad social de cobertura
limitada, los grupos de población son vulnerables a los efectos del mercado y a
los infortunios personales, que dificultan la prestación de apoyo familiar. En los
países con economías en transición las transformaciones económicas han empo-
brecido a sectores enteros de la población, en particular a las personas de edad y
a muchas familias con niños. La hiperinflación, en los países en que la ha habido,
ha quitado prácticamente todo valor a las pensiones, a los seguros de invalidez, a
las prestaciones de salud y a los ahorros.
51. Se requieren medidas adecuadas de protección social/seguridad social para
hacer frente a la feminización de la pobreza, en particular en relación con las
mujeres de edad.

52. Objetivo 1: Promoción de programas que permitan a todos los trabaja-


dores obtener una protección social/seguridad social básica que comprenda,
cuando corresponda, pensiones, seguro de invalidez y prestaciones de salud.
Medidas
a) Elaborar y aplicar políticas encaminadas a asegurar que todas las perso-
nas dispongan de una protección económica y social suficiente en la vejez;
b) Esforzarse por asegurar la igualdad entre los géneros en los sistemas de
protección social/seguridad social;
c) Asegurar, cuando corresponda, que los sistemas de protección social/
seguridad social abarquen a una proporción cada vez mayor de la población
que trabaja en el sector estructurado y no estructurado;
d) Examinar programas innovadores de protección social/seguridad social
para las personas que trabajan en el sector no estructurado;
e) Introducir programas para promover el empleo de trabajadores de edad
poco calificados que den acceso a sistemas de protección social/seguridad
social;
f) Esforzarse por asegurar la integridad, sostenibilidad, solvencia y trans-
parencia de los planes de pensiones y, cuando corresponda, los seguros de
invalidez;
g) Establecer un marco normativo para las pensiones privadas y comple-
mentarias y, cuando corresponda, los seguros de invalidez;

26
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

h) Proporcionar a las personas de edad servicios de información y asesora-


miento sobre todos los aspectos de la protección social/seguridad social.

53. Objetivo 2: Ingresos mínimos suficientes para las personas de edad, con espe-
cial atención a los grupos en situación social y económica desventajosa.
Medidas
a) Considerar la posibilidad de establecer, cuando proceda, un sistema de
pensiones y prestaciones por discapacidad que no requiera aportaciones de los
interesados;
b) Organizar, con carácter de urgencia, donde no existan, sistemas de
protección social/seguridad social que garanticen unos ingresos mínimos a las
personas de edad que carezcan de otros medios de subsistencia, la mayoría de
las cuales son mujeres, en particular a las personas que viven solas, que en
general son más vulnerables a la pobreza;
c) Tener en cuenta el nivel de vida de las personas de edad cuando se refor-
men los regímenes de pensiones y los seguros de invalidez, según corresponda;
d) Adoptar medidas para contrarrestar los efectos de la hiperinflación en las
pensiones, los seguros de invalidez y los ahorros, según corresponda;
e) Invitar a las organizaciones internacionales, en particular las instituciones
financieras internacionales, a que, de conformidad con sus mandatos, ayuden a
los países en desarrollo y a todos los países necesitados en su esfuerzo por lograr
una protección social básica, en particular para las personas de edad.

Cuestión 8: Situaciones de emergencia


54. En las situaciones de emergencia, tales como los desastres naturales y otras
situaciones de emergencia humanitaria, las personas de edad son especialmente
vulnerables, y ello debe reconocerse, ya que pueden estar aisladas de su familia
y de sus amigos y les resulta más difícil hallar alimento y resguardo. También
pueden tener que asumir la responsabilidad principal en la prestación de cuidados.
Los gobiernos y los organismos de socorro humanitario deben reconocer que las
personas de edad pueden hacer un aporte positivo en las situaciones de emergen-
cias y promover la rehabilitación y la reconstrucción.

55. Objetivo 1: Igualdad de acceso de las personas de edad a los alimentos, la


vivienda y la atención médica y otros servicios durante y después de los desastres
naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria.
Medidas
a) Adoptar medidas concretas para proteger y ayudar a las personas
de edad que se encuentran en situaciones de conflicto armado y ocupación
extran-jera, incluso mediante la prestación de servicios de rehabilitación física
y mental a los discapacitados a causa de estas situaciones;
b) Instar a los gobiernos a que protejan, asistan y presten asistencia
humanitaria y asistencia de emergencia de carácter humanitario a las personas

27
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

de edad en situaciones de desplazamientos internos de conformidad con las


resoluciones de la Asamblea General;
c) Localizar e identificar a las personas de edad en las situaciones de
emergencia y velar por que se tengan en cuenta sus aportaciones y factores de
vulnerabilidad en los informes de evaluación de las necesidades;
d) Crear conciencia entre el personal de los organismos de socorro sobre
las cuestiones de salud y estado físico propias de las personas de edad y sobre
las formas de adecuar a sus necesidades básicas el apoyo que se preste;
e) Procurar garantizar que existen servicios adecuados y que las personas
de edad tienen acceso físico a ellos, así como que participan en la planificación
y prestación de los servicios, según corresponda;
f) Reconocer que los refugiados de edad de orígenes culturales distintos
que envejecen en entornos nuevos y no familiares suelen estar especialmente
necesitados de redes sociales y apoyo adicional, y procurar garantizar que
tengan acceso físico a esos servicios;
g) Referirse expresamente a la asistencia de las personas de edad en los
planes de socorro para casos de desastre y elaborar directrices nacionales a tal
efecto que incluyan la preparación para los casos de desastre, la capacitación de
trabajadores de socorro y la disponibilidad de bienes y servicios;
h) Ayudar a las personas de edad a restablecer sus vínculos familiares y
sociales y a superar el estrés postraumático;
i) Establecer mecanismos, después de ocurridos los desastres, para impe-
dir la explotación financiera de las personas de edad por oportunistas con fines
fraudulentos;
j) Sensibilizar sobre los abusos físicos, psicológicos, sexuales o financie-
ros que puedan cometerse en situaciones de emergencia, prestando especial
atención a los riesgos particulares que corren las mujeres, y proteger a las
personas de edad al respecto;
k) Alentar a que se incluya a los refugiados de edad de manera más
específica en todos los aspectos de la planificación y ejecución de programas,
entre otros medios, ayudando a las personas activas a ser más independientes
y promoviendo la mejora de las iniciativas comunitarias de atención de las
personas muy ancianas;
l) Aumentar la cooperación internacional en aspectos como la distribución
de la carga y la coordinación de la asistencia humanitaria a los países afectados
por desastres naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria y poste-
riores a los conflictos de modos que fomenten la recuperación y el desa-rrollo
a largo plazo.
56. Objetivo 2: Posibilitar que las personas de edad hagan mayores contribucio-
nes al restablecimiento y la reconstrucción de las comunidades y la trama social
después de las situaciones de emergencia.

28
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Medidas
a) Incluir a las personas de edad en la prestación de socorro comunitario y
en los programas de rehabilitación, incluso definiendo los grupos de personas
de edad vulnerables y prestándoles asistencia;
b) Reconocer el potencial de las personas de edad como líderes de la familia
y la comunidad en materia de educación, comunicación y solución de conflic-
tos;
c) Ayudar a las personas de edad a restablecer su autosuficiencia econó-
mica mediante proyectos de rehabilitación que incluyan la generación de ingre-
sos, programas educativos y actividades ocupacionales, teniendo en cuenta las
necesidades especiales de las mujeres de edad;
d) Proporcionar asesoramiento jurídico e información a las personas de edad
desplazadas y privadas de sus tierras y otros medios de producción y bienes
personales;
e) Prestar una atención especial a las personas de edad en los programas y
medios de asistencia humanitaria ofrecidos en situaciones de desastre natural
y otras situaciones de emergencia humanitaria;
f) Intercambiar y aplicar, según corresponda, las enseñanzas obtenidas de
las prácticas en que se han utilizado con éxito los aportes de las personas de
edad tras las situaciones de emergencia.

B. Orientación prioritaria II
El fomento de la salud y el bienestar en la vejez
57. La buena salud es un bien inapreciable de las personas. Del mismo modo,
para el crecimiento económico y el desarrollo de las sociedades es indispensable
que la población en general tenga un nivel elevado de salud. Los beneficios de
una larga vida saludable todavía no son compartidos por toda la humanidad, como
demuestra el hecho de que haya países enteros y ciertos grupos de población que
todavía tengan tasas elevadas de morbilidad y mortalidad en todas las edades.
58. Las personas de edad tienen pleno derecho a contar con acceso a la atención
preventiva y curativa, incluida la rehabilitación y los servicios de salud sexual.
El pleno acceso de las personas de edad a la atención y los servicios de salud,
que incluye la prevención de las enfermedades, entraña el reconocimiento de
que las actividades de promoción de la salud y prevención de las enfermedades
a lo largo de la vida deben centrarse en el mantenimiento de la independencia, la
prevención y la demora de las enfermedades y la atención de las discapacidades,
así como el mejoramiento de la calidad de vida de las personas de edad que ya
estén discapacitadas. Los servicios de salud deben incluir la capacitación del
personal necesaria y recursos que permitan atender las necesidades especiales
de la población de edad.
59. La Organización Mundial de la Salud define la salud como un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no meramente como la ausencia

29
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

de enfermedades o padecimientos. Llegar a la vejez gozando de buena salud


y bienestar requiere un esfuerzo personal durante toda la vida y un entorno
en el que ese esfuerzo pueda tener éxito. La responsabilidad de las personas
consiste en llevar un modo de vida saludable; la de los gobiernos, en crear
un entorno favorable a la salud y al bienestar incluso en la vejez. Tanto por
razones humanitarias como económicas es necesario brindar a las personas de
edad el mismo acceso a la atención preventiva y curativa y a la rehabilitación
de que gozan otros grupos. Al mismo tiempo, debe disponerse de servicios
de salud concebidos para atender las necesidades especiales de las personas
de edad, teniendo en cuenta la introducción de la medicina geriátrica en los
planes de estudio universitarios y sistemas de atención de la salud pertinentes,
según corresponda. Además de los gobiernos hay otros agentes importantes, en
particular las organizaciones no gubernamentales y las familias, que propor-
cionan apoyo a los individuos para que mantengan un modo de vida saludable
al tiempo que cooperan estrechamente con los gobiernos en la creación de un
entorno propicio.
60. Actualmente se está registrando en todas las regiones del mundo una tran-
sición epidemiológica consistente en que dejan de predominar las enfermedades
infecciosas y parasitarias en favor de las enfermedades crónicas y degenerativas.
Sin embargo, muchos países en desarrollo y países con economías en transi-
ción deben afrontar la doble carga de combatir las enfermedades transmisibles
que están apareciendo o reapareciendo, tales como el VIH/SIDA, la tuberculosis
y el paludismo, y hacer frente a la amenaza creciente de las enfermedades no
transmisibles.
61. La creciente necesidad de asistencia y tratamiento de una población que
envejece exige políticas adecuadas. La falta de ese tipo de políticas puede oca-
sionar aumentos importantes de los costos. Las políticas que propician la salud
durante toda la vida, incluidas las de promoción de la salud y la prevención
de las enfermedades, la tecnología de asistencia, los cuidados para la rehabi-
litación, cuando estén indicados, los servicios de salud mental, la promoción
de los modos de vida saludables y los entornos propicios pueden reducir los
niveles de discapacidad asociados con la vejez y permitir obtener economías
presupuestarias.

Cuestión 1: El fomento de la salud y el bienestar durante toda la vida


62. Fomentar la salud supone estimular a las personas a vigilar y mejorar
su propia salud. En la Carta de Ottawa para el Fomento de la Salud (1986)6 se
enuncian estrategias básicas para el fomento de la salud. En la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo (1994)7 se fijó como objeti-
vos aumentar los años de vida con buena salud, mejorar la calidad de vida de
todas las personas, reducir las tasas de mortalidad y morbilidad y aumentar
la esperanza de vida. Esos objetivos pueden alcanzarse con mayor eficacia
mediante la aplicación de las medidas recomendadas por la Organización
Mundial de la Salud para mejorar la salud pública y el acceso a una atención
sanitaria adecuada.

30
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

63. Las actividades de promoción de la salud y el acceso universal de las per-


sonas de edad a los servicios de salud durante toda la vida son el pilar del enve-
jecimiento con salud. Una perspectiva que tenga en cuenta la vida entera supone
reconocer que las actividades dirigidas al fomento de la salud y a la prevención
de las enfermedades deben concentrarse en mantener la independencia, prevenir y
demorar la aparición de enfermedades y discapacidades y proporcionar atención
médica, y mejorar el funcionamiento y la calidad de vida de las personas de edad
que ya sufren discapacidades.
64. Para mantener y mejorar la salud hace falta algo más que medidas enca-
minadas específicamente a influir en la salud de los individuos. Los factores
ambientales, económicos y sociales, como el entorno físico, la geografía, la edu-
cación, la ocupación, los ingresos, la condición social, el apoyo social, la cultura y
el género, influyen notablemente en la salud. Las mejoras que se produzcan en la
situación económica y social de las personas de edad generarán también mejoras
en su salud. Pese a las mejoras introducidas en la legislación y en la prestación
de servicios, en muchos ámbitos todavía no se ha hecho efectiva la igualdad de
oportunidades para la mujer a lo largo de toda la vida. Es particularmente impor-
tante para la mujer que el bienestar en la vejez se tenga en cuenta durante toda
la vida, ya que a lo largo de ésta se enfrenta a obstáculos que tienen un efecto
acumulativo para el bienestar social, económico, físico y psicológico de que goce
en sus últimos años.
65. Los niños y las personas de edad son más susceptibles a diversas formas de
contaminación ambiental que las personas de edades intermedias, y es más pro-
bable que les afecten incluso niveles mínimos de contaminación. Las afecciones
debidas a la contaminación ambiental reducen la productividad e inciden en la
calidad de la vida de las personas que envejecen. La malnutrición y la nutrición
deficiente causan también un riesgo desproporcionado a las personas de edad y
pueden afectar adversamente a su salud y su vitalidad. Las principales causas
de muerte, discapacidad y mortalidad en las personas de edad pueden mitigarse
mediante medidas de promoción de la salud y prevención de las enfermedades
concentradas, entre otras cosas, en la nutrición y en la actividad física, así como
en el abandono del hábito de fumar.

66. Objetivo 1: Reducción de los efectos acumulativos de los factores que


aumentan el riesgo de sufrir enfermedades y, por consiguiente, la posible depen-
dencia en la vejez.
Medidas
a) Conceder prioridad a las políticas de erradicación de la pobreza a fin
de, entre otras cosas, mejorar el estado de salud de las personas de edad, en
particular los pobres y marginados;
b) Asegurar, según corresponda, unas condiciones que permitan a las fami-
lias y comunidades proporcionar cuidados y protección a las personas a medida
que envejecen;
c) Establecer objetivos, en particular en función del sexo, para mejorar el esta-
do de salud de las personas de edad y reducir las discapacidades y la mortalidad;

31
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

d) Determinar los principales factores ambientales y socioeconómicos


que contribuyen a la aparición de enfermedades y discapacidad en la vejez y
hacerles frente;
e) Concentrar las actividades de promoción de la salud, la educación sani-
taria, las políticas de prevención y las campañas de información en los riesgos
conocidos importantes derivados de una dieta poco saludable, de la inactividad
física y de otras formas de comportamiento perniciosas para la salud, como el
hábito de fumar y el abuso del alcohol;
f) Adoptar medidas de amplio alcance para prevenir el abuso del alcohol,
reducir la utilización de productos derivados del tabaco y la exposición involun-
taria al humo del tabaco, y para ayudar a las personas de toda edad que quieran
dejar de fumar;
g) Establecer y aplicar medidas jurídicas y administrativas y organizar
campañas de información pública y promoción de la salud que incluyan cam-
pañas para reducir la exposición a los contaminantes del medio ambiente desde
la infancia y a lo largo de toda la vida;
h) Promover el uso seguro de todos los medicamentos y reducir al mínimo
el uso indebido de medicamentos de venta con receta mediante la adopción de
las medidas reglamentarias y educativas apropiadas, con participación de la
industria y de los sectores profesionales interesados.

67. Objetivo 2: Elaboración de políticas para prevenir la mala salud entre las
personas de edad.
Medidas
a) Adoptar formas de intervención temprana para impedir o posponer la
aparición de enfermedades y discapacidades;
b) Promover los programas de vacunación de adultos como medida pre-
ventiva;
c) Garantizar la disponibilidad de programas primarios de reconocimien-
tos médicos y de prevención, diferenciados en función de los sexos, a un costo
accesible para las personas de edad;
d) Capacitar y ofrecer incentivos a los profesionales de los servicios socia-
les y de la salud para que asesoren y guíen a las personas que están llegando a
la vejez sobre los modos de vida saludables y el cuidado de la propia salud;
e) Prestar atención a los peligros resultantes del aislamiento social y las
enfermedades mentales y reducir los riesgos que plantean para la salud de las
personas de edad apoyando a los grupos de habilitación comunitaria y asisten-
cia mutua, entre otras cosas, mediante actividades de divulgación por los pares
y programas de visita de vecindarios, y facilitando la participación activa de
las personas de edad en actividades voluntarias;
f) Promover la participación de las personas de edad en actividades cívi-
cas y culturales como estrategia para luchar contra el aislamiento social y
favorecer su habilitación;

32
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

g) Aplicar rigurosamente y fortalecer cuando corresponda las normas de segu-


ridad nacionales e internacionales dirigidas a impedir lesiones en todas las edades;
h) Prevenir las lesiones involuntarias promoviendo una mejor compren-
sión de sus causas, adoptando medidas de protección de los peatones, ejecu-
tando programas para prevenir las caídas, reduciendo al mínimo los riesgos,
incluido el de incendios, en el hogar, y proporcionando asesoramiento en
cuestiones de seguridad;
i) Elaborar en todos los niveles indicadores estadísticos sobre enfermeda-
des comunes en las personas de edad que sirvan de orientación para las políti-
cas encaminadas a prevenir nuevas enfermedades en ese grupo de población;
j) Alentar a las personas de edad a que mantengan o adopten modos de
vida activos y saludables que incluyan actividades físicas y deportes.

68. Objetivo 3: Acceso de todas las personas de edad a los alimentos y a una
nutrición adecuada.
Medidas
a) Promover la igualdad de acceso de las personas de edad al agua potable
y a los alimentos aptos para el consumo;
b) Lograr la seguridad alimentaria garantizando un suministro de ali-
mentos sin riesgos y adecuado en lo referente a la nutrición tanto en el plano
nacional como internacional. A ese respecto, asegurar que los alimentos y los
medicamentos no se usen como instrumento de presión política;
c) Promover una nutrición sana y adecuada desde la primera infancia,
prestando especial atención a asegurar que se atienden las necesidades nutri-
cionales particulares de los hombres y las mujeres durante toda su vida;
d) Alentar a que se adopte una dieta equilibrada que proporcione la ener-
gía suficiente, impida la deficiencia de macro y micronutrientes y se base
de preferencia en alimentos locales, entre otros medios, estableciendo metas
nacionales sobre el régimen alimentario;
e) Prestar especial atención a las deficiencias nutricionales y las enferme-
dades conexas en la formulación y aplicación de programas preventivos y de
fomento de la salud para las personas de edad;
f) Educar a las personas de edad y al público en general, incluidas las
personas que prestan cuidados de manera no profesional, sobre las necesidades
nutricionales especiales de las personas de edad, incluso en lo relativo a la
ingesta suficiente de agua, calorías, proteínas, vitaminas y minerales;
g) Promover los servicios dentales asequibles para prevenir y tratar los
desórdenes que pueden dificultar el acto de comer y causar malnutrición;
h) Incorporar información sobre las necesidades nutricionales especiales
de las personas de edad en los programas de capacitación de todos los profe-
sionales de la salud y de los encargados de atender a otras personas;

33
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

i) Asegurar que en los hospitales y en otros centros de asistencia se pro-


porcione a las personas de edad una nutrición y alimentos accesibles de forma
adecuada y suficiente.

Cuestión 2: Acceso universal y equitativo a los servicios de atención de la salud


69. Las inversiones destinadas a la atención de la salud y la rehabilitación de las
personas de edad prolongan sus años de actividad en goce de buena salud. El obje-
tivo último es un continuo asistencial que va desde la promoción de la salud y la
prevención de la enfermedad hasta la prestación de atención primaria de salud en
condiciones de igualdad, el tratamiento de enfermedades agudas, la rehabilitación,
la atención comunitaria de los problemas crónicos de salud, la rehabilitación física
y mental de las personas de edad, incluidas las personas de edad con discapacida-
des, y la atención paliativa8 para las personas de edad que padecen enfermedades
penosas o incurables La atención eficaz de las personas de edad requiere la integra-
ción de los factores físicos, mentales, sociales, espirituales y ambientales.
70. La atención primaria de la salud es una atención esencial de la salud susten-
tada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente válidos y socialmente
aceptables que se ponen universalmente a disposición de las personas y de las
familias en la comunidad mediante su plena participación y a un costo que la
comunidad y el país puedan mantener en todas las etapas de su desarrollo en un
espíritu de autovalimiento y libre determinación. Las personas de edad pueden
tropezar con obstáculos financieros, físicos, psicológicos y jurídicos para la utili-
zación de los servicios de salud. Es posible también que deban hacer frente a la
discriminación por la edad y a la discriminación por discapacidades relacionadas
con la edad en la prestación de servicios porque tal vez se considere que su trata-
miento tiene menos valor que el de las personas más jóvenes.
71. Reconocemos la gravedad de los problemas de salud pública que afligen
a muchos países en desarrollo y a países menos adelantados, especialmente
los resultantes del VIH/SIDA, la tuberculosis, el paludismo y otras epidemias.
Destacamos la necesidad de que el Acuerdo de la Organización Mundial del
Comercio sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacio-
nados con el Comercio forme parte de las medidas nacionales e internacionales
encaminadas a encarar esos problemas.
72. La protección de la propiedad intelectual es importante para la formulación
de nuevos medicamentos. Reconocemos también las preocupaciones relaciona-
das con sus efectos sobre los precios. Convenimos en que el Acuerdo sobre los
Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio
no impide ni debe impedir que los miembros adopten medidas de protección de la
salud pública. En consecuencia, si bien reiteramos nuestra adhesión al Acuerdo,
afirmamos que puede y debe interpretarse y aplicarse de una manera que sustente
el derecho de los gobiernos a proteger la salud pública y, en particular, a fomentar
el acceso a los medicamentos para todos.
73. Los gobiernos tienen la responsabilidad primaria de establecer normas de
atención de la salud para las personas de todas las edades y supervisar su aplica-
ción y de brindar atención de la salud para las personas de todas las edades. Las

34
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

asociaciones entre el Gobierno, la sociedad civil, incluidas las organizaciones no


gubernamentales y de base comunitaria, y el sector privado constituyen contribu-
ciones valiosas a los servicios y la atención de las personas de edad. Es indispen-
sable, sin embargo, reconocer que los servicios prestados por las familias y las
comunidades no pueden reemplazar a un sistema de salud pública eficaz.

74. Objetivo 1: Eliminación de las desigualdades sociales y económicas por


razones de edad o sexo o por otros motivos, incluidas las barreras lingüísticas, a
fin de garantizar que las personas de edad tengan un acceso equitativo en condi-
ciones de igualdad a la atención de la salud.
Medidas
a) Adoptar medidas para velar por la distribución, en condiciones de
igualdad, a las personas de edad de los recursos para la atención de la salud
y la rehabilitación y, en particular, ampliar el acceso de las personas de edad
pobres y fomentar la distribución de recursos a las zonas subatendidas, como
las zonas rurales y remotas, incluido el acceso a los medicamentos esenciales
y a otras medidas terapéuticas a precios asequibles;
b) Promover el acceso en condiciones de igualdad a la atención de salud
de las personas de edad que son pobres y también de las que habitan en zonas
rurales o remotas, entre otras cosas, mediante la reducción o eliminación de los
aranceles para usuarios, el establecimiento de planes de seguros y otras medidas
de ayuda financiera;
c) Promover el acceso a medicamentos esenciales y otras medidas tera-
péuticas a precios asequibles;
d) Educar y potenciar a las personas de edad en la utilización y selección
eficaz de servicios de salud y rehabilitación;
e) Poner en ejecución las obligaciones internacionales de garantizar el
acceso de las personas de edad a la atención primaria de la salud sin discrimi-
nación por razones de edad u otras formas de discriminación;
f) Mejorar el acceso de las personas de edad a la atención primaria de
salud y tomar medidas para eliminar la discriminación en la atención de salud
por razones de edad y otras formas de discriminación;
g) Utilizar tecnologías tales como la telemedicina, cuando se disponga de
ellas, y la enseñanza a distancia, para reducir las limitaciones geográficas y
logísticas en el acceso a la atención de la salud en zonas rurales.

75. Objetivo 2: Desarrollo y fortalecimiento de los servicios de atención prima-


ria de salud para atender a las necesidades de las personas de edad y promover su
inclusión en el proceso.
Medidas
a) Adoptar medidas para ofrecer acceso universal y en condiciones de
igualdad a la atención primaria de la salud y establecer programas comunita-
rios de salud para las personas de edad;

35
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

b) Respaldar a las comunidades locales en la prestación de servicios sani-


tarios de apoyo a las personas de edad;
c) Incluir a la medicina tradicional en los programas de atención primaria
de salud cuando ello resulte apropiado y beneficioso;
d) Impartir a los trabajadores de atención primaria de salud y a los traba-
jadores sociales nociones básicas de gerontología y geriatría;
e) Alentar en todos los niveles las disposiciones e incentivos para movi-
lizar a las empresas comerciales, especialmente a las empresas farmacéuticas,
a fin de que hagan inversiones en investigaciones encaminadas a descubrir
medicamentos que se puedan distribuir a precios asequibles para curar las
enfermedades que afligen en particular a las personas de edad en los países
en desarrollo, e invitar a la Organización Mundial de la Salud a que considere
la posibilidad de mejorar las alianzas entre los sectores público y privado en
materia de investigaciones sobre la salud.

76. Objetivo 3: Instituir un continuo de atención de la salud para atender a las


necesidades de las personas de edad.

Medidas
a) Formular mecanismos reglamentarios en los niveles pertinentes para
establecer normas apropiadas de atención de la salud y la rehabilitación de las
personas de edad;
b) Aplicar estrategias de desarrollo comunitario para hacer una evaluación
sistemática de referencia de las necesidades básicas con destino a la planifica-
ción, ejecución y evaluación de los programas de salud locales. Esa referencia
debería incluir aportaciones de las personas de edad;
c) Mejorar la coordinación de la atención primaria de salud, la atención a
largo plazo y los servicios sociales y otros servicios comunitarios;
d) Apoyo a la prestación de atención paliativa8 y su integración en la
atención general de la salud. A este fin, formular normas sobre capacitación
y atención paliativa8 y alentar los enfoques multidisciplinarios de todos los
proveedores de servicios de atención paliativa;
e) Promover el establecimiento y la coordinación de una gama completa
de servicios de atención continua, incluidos los de prevención y promoción,
atención primaria, cuidados intensivos, rehabilitación, atención de enfermeda-
des crónicas y atención paliativa8, de modo que los recursos se puedan desple-
gar con flexibilidad para atender a las variables y cambiantes necesidades de
salud de las personas de edad;
f) Establecer servicios gerontológicos especializados y perfeccionar la
coordinación de sus actividades con los servicios de atención primaria de salud
y los servicios de asistencia social.

36
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

77. Objetivo 4: Participación de las personas de edad en el desarrollo y fortaleci-


miento de los servicios de atención primaria de salud y de atención a largo plazo.
Medidas
a) Incluir a las personas de edad en la planificación, la ejecución y eva-
luación de los programas de atención de la salud y rehabilitación;
b) Educar a los profesionales de salud y asistencia social para que
incluyan plenamente a las personas de edad en la adopción de las decisiones
relativas a su propia atención;
c) Fomentar la autoasistencia de las personas de edad y aprovechar al
máximo sus ventajas y capacidades en los sectores sanitario y social;
d) Integrar las necesidades y percepciones de las personas de edad en la
formulación de la política sanitaria.

Cuestión 3: Las personas de edad y el VIH/SIDA


78. El diagnóstico del VIH/SIDA en las personas de edad resulta difícil porque
los síntomas de la infección pueden confundirse con otros síndromes de inmu-
nodeficiencia que se dan en las personas de edad. Éstas pueden experimentar un
riesgo mayor de infección por el VIH sólo porque en general no son destinatarias
de campañas de información pública y, en consecuencia, no reciben educación
sobre cómo protegerse de la enfermedad.

79. Objetivo 1: Mejorar la evaluación de los efectos del VIH/SIDA sobre la


salud de las personas de edad, tanto para las infectadas como para las que atien-
den a familiares infectados o sobrevivientes.
Medidas
a) Garantizar y ampliar la compilación de datos sobre el VIH/SIDA a fin
de que se pueda evaluar el alcance de la infección por el VIH/SIDA en las
personas de edad;
b) Prestar especial atención a las personas de edad que cuidan a pacientes
del VIH/SIDA, incluso mediante la compilación de datos cuantitativos y cua-
litativos sobre el estado de salud y las necesidades de las personas de edad que
prestan esa atención.

80. Objetivo 2: Proporcionar información adecuada, capacitar para la presta-


ción de cuidados y proporcionar asistencia médica y apoyo social a las personas
de edad infectadas por el VIH/SIDA y a quienes les brindan cuidados.

Medidas
a) Modificar, según corresponda, las estrategias de salud pública y pre-
vención en función de la epidemiología local. La información relativa a la
prevención y los riesgos del VIH/SIDA destinada a la población general debe
atender a las necesidades de las personas de edad;

37
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

b) Capacitar a las personas de edad que atienden a otras para ayudarles a


prestar una atención eficaz y al mismo tiempo reducir al mínimo los posibles
efectos adversos sobre su propia salud y bienestar;
c) Velar por que las estrategias de tratamiento y apoyo reconozcan las
necesidades de las personas de edad infectadas por el VIH/SIDA.

81. Objetivo 3: Fortalecimiento y reconocimiento de la contribución de las per-


sonas de edad al desarrollo cuando brindan cuidados a los niños con enfermedades
crónicas, incluido el VIH/SIDA, y cuando sustituyen a los padres.
Medidas
a) Examinar los efectos económicos del VIH/SIDA en las personas
de edad, especialmente cuando brindan cuidados, según lo acordado en la
Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA9;
b) Introducir políticas para proporcionar apoyo en especie, atención de
la salud y préstamos a las personas de edad que atienden a otros para ayu-
darlos a responder a las necesidades de hijos y nietos, de conformidad con la
Declaración de Milenio10;
c) Promover la cooperación entre los organismos públicos y las organiza-
ciones no gubernamentales que trabajan con niños, jóvenes y personas de edad
en las cuestiones relacionadas con el VIH/SIDA;
d) Alentar la realización de estudios para comprender mejor y destacar la
contribución de las personas de edad al desarrollo económico y social en todos
los países, en particular los afectados gravemente por el VIH/SIDA, y divulgar
esas comprobaciones con la mayor amplitud posible.

Cuestión 4: Capacitación de los proveedores de servicios de salud y de los pro-


fesionales de la salud
82. Existe en todo el mundo una necesidad imperiosa de ampliar las oportuni-
dades educacionales en geriatría y gerontología para todos los profesionales de la
salud que atienden a personas de edad y de ampliar los programas educacionales
sobre la salud y las personas de edad dirigidos a los profesionales del sector de
servicios sociales. Las personas que atienden a otros en un contexto no estructu-
rado necesitan también tener acceso a la información y capacitación básica en la
atención de personas de edad.

83. Objetivo 1: Mejorar la información y la capacitación de los profesionales


y paraprofesionales de salud y servicios sociales sobre las necesidades de las
personas de edad.
Medidas
a) Iniciar y promover programas de educación y formación para los profe-
sionales de la salud y de los servicios sociales y de las personas que atienden
a otros en un contexto no estructurado respecto de los servicios y la atención
para las personas de edad, incluidas la gerontología y geriatría, y apoyar a
todos los países, en particular a los países en desarrollo, en estas actividades;

38
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

b) Instituir programas de educación continuada para los profesionales de


la salud y los servicios sociales con miras a aplicar un enfoque integrado de
la salud, el bienestar y la atención de las personas de edad, así como de los
aspectos sociales y psicológicos del envejecimiento;
c) Ampliar la educación profesional en gerontología y geriatría, incluso
haciendo esfuerzos especiales para ampliar la matrícula de estudiantes de
geriatría y gerontología.

Cuestión 5: Necesidades relacionadas con la salud mental de las personas de


edad
84. En todo el mundo, los problemas de la salud mental se cuentan entre las
causas principales de discapacidad y de reducción de la calidad de la vida. Es
evidente que los problemas de salud mental no son un resultado inevitable del
envejecimiento, pero el envejecimiento de la población hace prever un aumento
importante del número de personas de edad que padecen enfermedades menta-
les. Muchas veces las pérdidas y los cambios de distinto tipo que se sufren en la
vida pueden dar lugar a una serie de trastornos de salud mental cuyo diagnósti-
co, de no ser el adecuado, puede ocasionar dar un tratamiento equivocado del
paciente, la falta de tratamiento o un internamiento innecesario desde el punto
de vista clínico.
85. Las estrategias para hacer frente a esas enfermedades incluyen la medica-
ción, el apoyo psicosocial, los programas de formación con un enfoque cognitivo,
la formación de los familiares y profesionales que cuidan a los enfermos y las
estructuras especiales de atención en régimen interno.

86. Objetivo 1: Desarrollo de servicios amplios de atención de la salud mental


que comprendan desde la prevención hasta la intervención temprana, la presta-
ción de servicios de tratamiento y la gestión de los problemas de salud mental de
las personas de edad.
Medidas
a) Formular y aplicar estrategias nacionales y locales destinadas a mejo-
rar la prevención, la detección temprana y el tratamiento de las enfermedades
mentales en la vejez, con inclusión de los procedimientos de diagnóstico, la
medicación adecuada, la psicoterapia y la capacitación de los profesionales y
demás personas que atienden a los ancianos;
b) Formular, de ser necesario, estrategias eficaces para elevar el nivel de
calidad de la evaluación y el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y
otros trastornos relacionados en las primeras etapas de su manifestación. Esos
trastornos deben investigarse partiendo de una base pluridisciplinaria en que
se vean atendidas las necesidades de los pacientes, de los profesionales de la
salud y de las personas que cuidan a los enfermos;
c) Ofrecer programas para ayudar a las personas que padecen la enferme-
dad de Alzheimer o enfermedades mentales debidas a otras causas de demen-
cia a vivir en sus hogares hasta tanto sea posible y a subvenir a sus necesidades
de salud;

39
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

d) Formular programas de apoyo a la autoayuda y prestar servicios de


cuidados temporales para los pacientes, sus familias y otras personas que
presten asistencia;
e) Formular programas de terapia psicosocial para contribuir a la reinte-
gración de los pacientes dados de alta de los hospitales;
f) Organizar una gama completa de servicios continuados en la comuni-
dad para prevenir el internamiento innecesario;
g) Crear servicios y establecimientos que ofrezcan seguridad y tratamien-
to y que promuevan la dignidad personal para atender las necesidades de las
personas de edad que sufren trastornos mentales;
h) Promover la divulgación de información sobre los síntomas, el trata-
miento, las consecuencias y el pronóstico de las enfermedades mentales;
i) Prestar servicios de salud mental a las personas de edad que residen en
establecimientos de atención a largo plazo;
j) Impartir formación permanente sobre la detección y evaluación de
todos los trastornos mentales y la depresión a los profesionales de la salud.

Cuestión 6: Las personas de edad con discapacidad

87. La incidencia de la disminución de la capacidad y la discapacidad


aumenta con la edad. Las mujeres de edad son particularmente vulnerables
a la discapacidad en la vejez debido, entre otras cosas, a las diferencias entre
los géneros por lo que respecta a la esperanza de vida y a la propensión a las
enfermedades, así como a las desigualdades por razón de sexo que han sufrido
durante su vida.
88. Los efectos de la disminución de la capacidad y la discapacidad se
ven agravados con frecuencia por los estereotipos negativos acerca de las
personas con discapacidad, que pueden causar que se minusvalore su capa-
cidad y que las políticas sociales no les permitan hacer efectivas todas sus
posibilidades.
89. Las intervenciones propiciatorias y los entornos favorables para todas
las personas de edad son indispensables para promover la independencia y
habilitar a las personas de edad que tienen discapacidades para que participen
plenamente en todos los aspectos de la sociedad. El envejecimiento de las
personas con problemas cognitivos es un factor que debe tenerse presente en
los procesos de planificación y de adopción de decisiones.

90. Objetivo 1: Mantenimiento de una capacidad funcional máxima durante


toda la vida y promoción de la participación plena de las personas de edad con
discapacidad.

40
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

Medidas
a) Garantizar que en los programas de trabajo de los organismos encarga-
dos de las políticas nacionales y la coordinación de programas sobre la disca-
pacidad se preste atención a las cuestiones relativas a las personas de edad con
discapacidad;
b) Formular políticas, legislación, planes y programas nacionales y loca-
les, según convenga, para tratar y prevenir la discapacidad, en los que se tenga
en cuenta el sexo y la edad y asimismo los factores sanitarios, ambientales y
sociales;
c) Proporcionar servicios de rehabilitación física y mental para las perso-
nas de edad con discapacidad;
d) Formular programas de base comunitaria para impartir educación sobre
las causas de la discapacidad e informar sobre la forma de prevenirla o sobre-
llevarla durante toda la vida;
e) Crear normas y entornos propicios para las personas de edad con el fin
de contribuir a impedir la aparición o el empeoramiento de la discapacidad;
f) Promover la construcción de viviendas para personas de edad con dis-
capacidad en que se reduzcan los obstáculos y se potencien los estímulos para
llevar una vida independiente, y, siempre que sea posible, hacer accesibles a las
personas de edad con discapacidad los espacios, transportes y otros servicios
públicos, así como los locales y servicios comerciales que utilice el público en
general;
g) Estimular que se ofrezca rehabilitación, cuidados adecuados y tecnolo-
gías de asistencia a las personas de edad con discapacidad a fin de satisfacer su
necesidad de servicios, apoyo y plena integración en la sociedad;
h) Garantizar que los productos farmacéuticos o las tecnologías médicas
sean accesibles para todos sin discriminación, incluidos los sectores más vul-
nerables de la población, y sus precios sean asequibles para todos, incluidos
los grupos socialmente desfavorecidos.
i) Alentar y facilitar la creación de organizaciones de autoayuda de las
personas de edad con discapacidad y las personas que las cuidan;
j) Alentar la receptividad de los empleadores respecto de las personas de
edad con discapacidad que siguen siendo productivas y capaces de realizar un
trabajo remunerado o voluntario.

C. Orientación prioritaria III


Creación de un entorno propicio y favorable
91. El fomento de un entorno propicio para el desarrollo social fue uno de
los objetivos principales convenidos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social. Ese objetivo fue reafirmado y fortalecido en el vigésimo cuarto perío-
do extraordinario de sesiones de la Asamblea General, dedicado al desarrollo
social. El compromiso incluía un marco de condiciones esenciales, tales
como sistemas políticos participatorios, transparentes y responsables, y el
buen gobierno en los planos nacional e internacional, como se estipula en la

41
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

Declaración del Milenio; el reconocimiento de la naturaleza universal, indivi-


sible, interdependiente e interrelacionada de todos los derechos humanos; el
aumento de la asistencia externa a los países en desarrollo mediante la asistencia
oficial para el desarrollo y el alivio de la deuda; el reconocimiento de la impor-
tante interacción entre las políticas ambientales, económicas y sociales; un mejor
acceso de los países en desarrollo y los países con economías en transición a los
mercados de los países desarrollados; y la reducción de las consecuencias adver-
sas de las perturbaciones financieras internacionales. La realización de esos y
otros aspectos de un entorno propicio, junto con el crecimiento económico y
el desarrollo social al que contribuyen, hará posible el logro de los objetivos y
políticas convenidos en el presente Plan de Acción Internacional.
92. La movilización de recursos nacionales e internacionales destinados
al desarrollo social es un componente esencial para la aplicación del Plan
de Acción Internacional sobre el Envejecimiento. Desde 1982 se presta una
atención cada vez mayor a las reformas encaminadas a promover la utiliza-
ción eficaz y eficiente de los recursos existentes. Sin embargo, las deficien-
cias en la generación y recaudación de los ingresos nacionales, sumadas a
los nuevos problemas de los servicios sociales y los sistemas de protección
social como consecuencia, por ejemplo, de cambios demográficos y de otros
factores, hacen peligrar la financiación de los servicios sociales y los sistemas
de protección social en muchos países. También se acepta cada vez más que
la creciente carga de la deuda a que se enfrentan los países en desarrollo más
endeudados es insostenible y constituye uno de los obstáculos principales para
que se pueda progresar en el desarrollo sostenible centrado en las personas y
en la erradicación de la pobreza. Para muchos países en desarrollo, así como
para países con economías en transición, el excesivo servicio de la deuda ha
limitado gravemente su capacidad de promover el desarrollo social y propor-
cionar servicios básicos.
93. Observamos con preocupación las estimaciones actuales de una terrible
escasez de los recursos necesarios para lograr los objetivos de desarrollo conve-
nidos internacionalmente, incluidos los contenidos en la Declaración del Milenio.
El logro de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos
los contenidos en la Declaración del Milenio, exige una nueva asociación entre
los países desarrollados y en desarrollo. Nos comprometemos a adoptar políticas
saneadas, a llevar a cabo una buena administración a todos los niveles y a aplicar
el principio de legalidad. También nos comprometemos a movilizar recursos
nacionales, a atraer corrientes internacionales, a promover el comercio interna-
cional como motor del desarrollo, a aumentar la financiación internacional y la
cooperación técnica para el desarrollo, la financiación sostenible de la deuda y el
alivio de la deuda externa, y a mejorar la coherencia y consistencia de los sistemas
de comercio, financieros y monetarios internacionales.
94. Son también indispensables los compromisos de fortalecer las políticas
y programas con el objeto de crear sociedades inclusivas y cohesionadas para
todos: hombres y mujeres, niños, jóvenes y personas de edad. Sean cuales
fueren las circunstancias en que se encuentren las personas de edad, todas
ellas tienen derecho a vivir en un entorno que realce sus capacidades. Si bien

42
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

algunas personas de edad necesitan un alto grado de atención y apoyo físicos, la


mayoría quieren seguir siendo activas y productivas, incluso mediante actividades
voluntarias, y son capaces de hacerlo. Es necesario adoptar políticas que habiliten
a las personas de edad y respalden sus aportaciones a la sociedad. Esto incluye el
acceso a los servicios básicos, tales como el agua potable y los alimentos adecua-
dos. Es necesario también adoptar políticas que fortalezcan el desarrollo y la inde-
pendencia durante toda la vida y presten apoyo a las instituciones sociales sobre
la base de los principios de la reciprocidad y la interdependencia. Los gobiernos
deben desempeñar una función primordial en la formulación y aplicación de polí-
ticas que promuevan un entorno propicio de esa índole y al mismo tiempo hagan
participar a la sociedad civil y a las propias personas de edad.

Cuestión 1: La vivienda y las condiciones de vida


95. Para las personas de edad, la vivienda y el entorno son particularmente
importantes debido a factores como la accesibilidad y la seguridad, la carga
financiera que supone mantener un hogar y la importante seguridad emocional
y psicológica que brinda el hogar. Es un hecho reconocido que una vivienda
satisfactoria puede ser beneficiosa para la salud y el bienestar. También es
importante que, siempre que sea posible, las personas de edad tengan la posibi-
lidad de elegir debidamente el lugar donde quieren vivir, factor que es preciso
incorporar a las políticas y programas.
96. En los países en desarrollo y en algunos países con economías en transi-
ción se está produciendo un envejecimiento demográfico rápido en un marco
de urbanización constante, y un número cada vez mayor de personas que
está envejeciendo en las zonas urbanas carece de vivienda y de servicios ase-
quibles. Al mismo tiempo, un gran número de personas está envejeciendo en
soledad en las zonas rurales y ya no en el entorno tradicional de la familia
extensa. Abandonadas a sus propios medios, a menudo carecen de transporte
adecuado y de sistemas de apoyo.
97. En los países desarrollados, las zonas edificadas y el transporte adecuado
para las personas de edad son también causa de creciente preocupación. Las
nuevas zonas residenciales suelen estar pensadas para familias jóvenes que
cuentan con medios de transporte propios. El transporte es problemático en
las zonas rurales porque las personas de edad, a medida que van envejeciendo,
dependen más del transporte público, que suele ser deficiente en esas zonas.
Por otra parte, algunas personas de edad tal vez sigan viviendo en casas que ya
no pueden mantener después de que sus hijos han dejado el domicilio familiar
o después de la muerte del cónyuge.

98. Objetivo 1: Promover el envejecimiento en la comunidad en que se ha


vivido, teniendo debidamente en cuenta las preferencias personales y las posibili-
dades en materia de vivienda asequible para las personas de edad.
Medidas
a) Promover el desarrollo de comunidades en que se integren las distintas
edades;

43
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

b) Coordinar los esfuerzos multisectoriales que se realicen para apoyar


el mantenimiento de la integración de las personas de edad con sus familias y
comunidades;
c) Alentar las inversiones en infraestructuras locales como las de trans-
porte, salud, sanidad y seguridad, concebidas en apoyo de comunidades mul-
tigeneracionales;
d) Instaurar políticas y apoyar iniciativas dirigidas a facilitar el acceso de
las personas de edad a los bienes y servicios;
e) Promover la asignación equitativa de viviendas sociales a las personas
de edad;
f) Vincular la vivienda asequible con los servicios de protección social
para lograr la integración de las condiciones de alojamiento, la atención a largo
plazo y las oportunidades de interacción social;
g) Promover el diseño de viviendas adaptadas a la edad de sus habitan-
tes y accesibles, y garantizar la facilidad de acceso a los edificios y espacios
públicos;
h) Proporcionar a las personas de edad, a sus familias y a las personas que
las cuidan información y asesoramiento, de modo oportuno y eficaz, sobre las
opciones de que disponen en materia de vivienda;
i) Garantizar que en las viviendas destinadas a las personas de edad se
tengan suficientemente en cuenta sus necesidades de asistencia y culturales;
j) Promover la creciente variedad de opciones existentes en materia de
vivienda para las personas de edad.

99. Objetivo 2: Mejoramiento del diseño ambiental y de la vivienda para pro-


mover la independencia de las personas de edad teniendo en cuenta sus necesida-
des, particularmente las de quienes padecen discapacidad.
Medidas
a) Velar por que en los nuevos espacios urbanos no haya obstáculos a la
movilidad y el acceso;
b) Promover el uso de tecnología y de servicios de rehabilitación conce-
bidos para propiciar una vida independiente;
c) Diseñar alojamientos y espacios públicos que satisfagan la necesidad
de disponer de viviendas compartidas y multigeneracionales;
d) Ayudar a las personas de edad a conseguir que sus viviendas estén
libres de obstáculos a la movilidad y el acceso.

100. Objetivo 3: Mejorar la disponibilidad de transporte accesible y económi-


camente asequible para las personas de edad.
Medidas
a) Mejorar la disponibilidad de servicios eficientes de transporte público
en las zonas rurales y urbanas;

44
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

b) Facilitar el crecimiento de las nuevas formas de transporte público y


privado en las zonas urbanas, como las empresas y servicios basados en la
vecindad;
c) Promover el adiestramiento y la evaluación de los conductores de edad,
el diseño de carreteras más seguras y de nuevos tipos de vehículos que tengan
en cuenta las necesidades de las personas de edad y de las personas con dis-
capacidades.

Cuestión 2: Asistencia y apoyo a las personas que prestan asistencia


101. La asistencia a quienes la necesitan, ya sea prestada por personas de edad
o destinada a ellas, corre a cargo principalmente de la familia o la comunidad,
especialmente en los países en desarrollo. Las familias y las comunidades tam-
bién desempeñan una función fundamental en la prevención, la atención, el apoyo
y el tratamiento para las personas afectadas por el VIH/SIDA. Cuando quienes
prestan asistencia son personas de edad, deben tomarse medias para ayudarlas,
y cuando son esas personas las que reciben la asistencia es necesario establecer
y reforzar los recursos humanos y las infraestructuras de salud y sociales como
medida ineludible para lograr unos servicios eficaces de prevención, tratamiento,
asistencia y apoyo. Este sistema asistencial debe estar respaldado y reforzado por
políticas públicas a medida que aumenta la proporción de población necesitada
de esa asistencia.
102. Incluso en los países que cuentan con políticas de asistencia estructurada
bien formuladas, los vínculos intergeneracionales y el sentimiento de reciprocidad
hacen que la mayor parte de la asistencia que se presta siga siendo no estructurada.
La asistencia no estructurada tiene un carácter complementario y no sustituye a la
asistencia profesional. En todos los países se considera que lo ideal es envejecer
en el seno de la propia comunidad. Sin embargo, en muchos la atención familiar
no remunerada está creando nuevas tensiones económicas y sociales. Hoy se
reconoce, en particular, el costo que representa para la mujer, que sigue prestando
la mayor parte de la asistencia no estructurada. Las mujeres que la prestan deben
soportar el costo financiero de una contribución reducida a los regímenes de pen-
siones debida a sus ausencias del mercado laboral, a la pérdida de oportunidades
de ascenso y a sus menores ingresos. También deben afrontar el costo físico y
emocional de las tensiones resultantes de intentar compaginar las obligaciones
laborales con las domésticas. Esa situación reviste una dificultad especial para las
mujeres con hijos que deben atender también a personas de edad.
103. En muchas partes del mundo, especialmente en África, la pandemia del
VIH/SIDA ha obligado a mujeres de edad que ya viven en circunstancias difíciles
a asumir la carga adicional del cuidado de hijos y nietos con VIH/SIDA y de nie-
tos a los que el SIDA ha dejado huérfanos. En un momento en que es más normal
que los hijos adultos se ocupen de los padres que envejecen, muchas personas
de edad se encuentran con la inesperada responsabilidad de atender a sus hijos
enfermos o de convertirse en los únicos padres de sus nietos.
104. En los dos decenios últimos, la atención comunitaria y el envejecimiento
en el seno de la propia comunidad han pasado a ser un objetivo de las políticas

45
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

de muchos gobiernos. En ocasiones el motivo subyacente ha sido financiero,


porque, partiendo del supuesto de que las familias prestarán la mayor parte de la
atención, se espera que la asistencia comunitaria cueste menos que la residencial.
Si no se les presta una ayuda suficiente, los miembros de la familia encargados
de atender a las personas de edad pueden verse superados por esa carga. Además,
aun en los casos en que existen sistemas estructurados de asistencia comunitaria,
éstos suelen carecer de la capacidad suficiente porque tienen escasos recursos y
están mal coordinados. En consecuencia, la asistencia residencial puede ser la
solución preferible para las personas de edad enfermas y para los encargados de
atenderlas. Dada la multiplicidad de aspectos que presentan estas cuestiones, es
conveniente disponer de diversas soluciones económicamente asequibles que
abarquen desde la asistencia familiar hasta la institucional. En última instancia,
la participación de las personas de edad en la evaluación de sus propias necesi-
dades y la supervisión de la prestación de los servicios es decisiva a la hora de
optar por la solución más conveniente.

105. Objetivo 1: Ofrecer asistencia y servicios continuados, de diversas fuentes,


a las personas de edad, y apoyo a las personas que prestan asistencia.

Medidas
a) Tomar medidas para proporcionar asistencia comunitaria y apoyo a la
atención familiar;
b) Mejorar la calidad de la asistencia y el acceso a la asistencia comunita-
ria a largo plazo que se presta a las personas de edad que viven solas, a fin de
prolongar su capacidad para vivir con independencia como posible alternativa
a la hospitalización y al ingreso en residencias de ancianos;
c) Apoyar a los encargados de prestar asistencia impartiéndoles capaci-
tación, suministrándoles información y utilizando mecanismos psicológicos,
económicos, sociales y legislativos;
d) Tomar medidas para garantizar la prestación de asistencia a las per-
sonas de edad que no dispongan de apoyo no estructurado, hayan dejado de
tenerlo o no lo deseen;
e) Facilitar el estudio comparativo de los sistemas de asistencia de distin-
tas culturas y contextos;
f) Formular y aplicar estrategias para atender las necesidades especiales
de las personas de edad que prestan asistencia a personas con discapacidades
cognitivas;
g) Establecer y aplicar normas y mecanismos para garantizar la calidad de
la asistencia prestada en contextos estructurados;
h) Organizar sistemas de apoyo social, estructurados y no estructurados,
a fin de potenciar la capacidad de las familias para cuidar a las personas de
edad en el ámbito familiar, inclusive, en particular, la prestación de apoyo y
servicios a largo plazo al número creciente de personas de edad que tienen una
salud delicada;

46
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

i) Potenciar, mediante las medidas convenientes, la independencia de las


mujeres y hombres de edad y crear condiciones que promuevan su calidad de vida
y les permitan trabajar y vivir de forma independiente en su propia comunidad
tanto tiempo como sea posible o como ellos deseen;
j) Promover la prestación de asistencia comunitaria y el apoyo a la aten-
ción familiar tomando en consideración la distribución equitativa entre las
mujeres y los hombres de las responsabilidades de los cuidados mediante
medidas para lograr una mejor compaginación de la vida laboral y familiar.

106. Objetivo 2: Apoyo a la función asistencial que desempeñan las personas


de edad, particularmente las mujeres de edad.
Medidas
a) Estimular la prestación de apoyo social, los servicios para aliviar la
carga de trabajo, el asesoramiento y la información con destino a las personas
de edad que se ocupan de atender a otros y a los familiares bajo su cuidado;
b) Determinar formas de ayudar a las personas de edad, especialmente a
las mujeres de edad, que prestan asistencia a otros, y atender sus necesidades
sociales, económicas y psicológicas particulares;
c) Fortalecer el papel positivo de los abuelos en la crianza de sus nietos;
d) Tener en cuenta, en los planes de prestación de servicios, el número
cada vez mayor de personas de edad que proporcionan asistencia a otros.

Cuestión 3: Abandono, maltrato y violencia


107. El abandono, el maltrato y la violencia contra las personas de edad pueden
adoptar muchas formas —física, psicológica, emocional, financiera— y se pro-
ducen en todas las esferas sociales, económicas, étnicas y geográficas. El proceso
del envejecimiento entraña la reducción de la capacidad de recuperarse, por lo
que las personas de edad que han sido víctimas de malos tratos pueden no llegar
a recobrarse nunca del todo, física o emocionalmente, de la experiencia sufrida.
El efecto de la experiencia traumática puede verse agravado por el hecho de que
la vergüenza y el miedo producen una renuencia a pedir ayuda. Las comunidades
deben trabajar unidas para prevenir los malos tratos, el fraude al consumidor y
los delitos contra las personas de edad. Es necesario que los profesionales reco-
nozcan los riesgos de abandono, maltrato o violencia por parte de los encargados,
profesionales o no, de atender a las personas de edad en el hogar o en contextos
comunitarios o institucionales.
108. Las mujeres de edad corren mayor riesgo de ser objeto de maltrato físico
y psicológico debido a las actitudes sociales discriminatorias y a la no realización
de los derechos humanos de la mujer. Algunas prácticas tradicionales y costum-
bres perjudiciales se traducen en malos tratos y violencia contra las mujeres de
edad, situación que suele verse agravada por la pobreza y la falta de acceso a la
protección de la ley.

47
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

109. La pobreza de la mujer se relaciona directamente con la ausencia de opor-


tunidades económicas y autonomía, la falta de acceso a los recursos económicos,
incluidos el crédito, la tenencia de la tierra y la herencia, la falta de acceso a la
educación y los servicios de apoyo, y su participación mínima en los procesos de
adopción de decisiones. Asimismo, la pobreza puede poner a la mujer en situa-
ciones en que es vulnerable a la explotación sexual.

110. Objetivo 1: Eliminación de todas las formas de abandono, abuso y violen-


cia contra las personas de edad.
Medidas
a) Sensibilizar a los profesionales y educar al público en general, valién-
dose de los medios de difusión y campañas de concienciación, sobre la cues-
tión de los abusos contra las personas de edad y sus diversas características y
causas;
b) Abolir los ritos de viudez que atentan contra la salud y el bienestar de
las mujeres;
c) Promulgar leyes y establecer medidas legales para eliminar los abusos
contra las personas de edad;
d) Eliminar las prácticas nocivas tradicionales que afectan a las personas
de edad;
e) Promover la cooperación entre el gobierno y la sociedad civil, incluidas
las organizaciones no gubernamentales, para hacer frente al mal trato de las
personas de edad, entre otras cosas, desarrollando iniciativas comunitarias;
f) Reducir al mínimo los riesgos que entrañan para las mujeres de edad
todas las formas de abandono, maltrato y violencia, creando en el público
mayor conciencia de esos fenómenos y protegiéndolas de ellos, especialmente
en situaciones de emergencia;
g) Alentar a que se sigan investigando las causas, naturaleza, magnitud,
gravedad y consecuencias de todas las formas de violencia contra las mujeres
y los hombres de edad y dar amplia difusión a las conclusiones de las investi-
gaciones y estudios.

111. Objetivo 2: Creación de servicios de apoyo para atender a los casos de


abuso y mal trato contra las personas de edad.
Medidas
a) Establecer servicios para las víctimas de malos tratos y procedimientos
de rehabilitación para quienes los cometen;
b) Alentar a los profesionales de la salud y de servicios sociales y al
público en general a que informen sobre los casos en que se sospeche la exis-
tencia de malos tratos a personas de edad;
c) Alentar a los profesionales de la salud y de servicios sociales a que
informen a las personas de edad que puedan haber recibido malos tratos de la
protección y apoyo de que disponen;

48
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

d) Incluir en la capacitación de las profesiones asistenciales la forma de


encarar los casos de maltrato a las personas de edad;
e) Establecer programas de información para prevenir a las personas de
edad del fraude contra los consumidores.

Cuestión 4: Imágenes del envejecimiento


112. Una imagen positiva del envejecimiento es un aspecto esencial del Plan
de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. El reconocimiento de la
autoridad, la sabiduría, la dignidad y la prudencia que son fruto de la experiencia
de toda una vida ha caracterizado normalmente el respeto con que se ha tratado
a la ancianidad en el curso de la historia. En algunas sociedades, a menudo se
desatienden esos valores y se representa a las personas de edad desproporciona-
damente como rémoras para la economía debido a sus crecientes necesidades en
materia de servicios de salud y apoyo. Aunque el goce de la salud en los años de
la vejez es, naturalmente, una cuestión cada vez más importante para las personas
de edad, la concentración de la atención pública en la magnitud y el costo de los
servicios de atención a la salud, las pensiones y otros servicios ha promovido
una imagen negativa del envejecimiento. Las imágenes que destacan el atractivo,
la diversidad y la creatividad de las personas de edad y su contribución vital a
la sociedad deben competir con ella por despertar la atención del público. Las
mujeres de edad se ven particularmente afectadas por los estereotipos engañosos
y negativos: en lugar de representarlas de manera que reflejen sus aportaciones,
sus puntos fuertes, su inventiva y sus calidades humanas, suelen ser representadas
como débiles y dependientes, lo que refuerza las prácticas excluyentes a nivel
nacional y local.

113. Objetivo 1: Mayor reconocimiento público de la autoridad, la sabiduría, la


productividad y otras contribuciones importantes de las personas de edad.
Medidas
a) Elaborar y promover ampliamente un marco normativo en el que exista
una responsabilidad individual y colectiva de reconocer las contribuciones
pasadas y presentes de las personas de edad, procurando contrarrestar mitos
e ideas preconcebidas y, por consiguiente, tratar a las personas de edad con
respeto y gratitud, dignidad y consideración;
b) Alentar a los medios de difusión a promover imágenes en que se destaquen
la sabiduría, los puntos fuertes, las aportaciones, el valor y la inventiva de las muje-
res y los hombres de edad, incluidas las personas de edad con discapacidad;
c) Alentar a los educadores a que reconozcan e incorporen en sus cursos
las aportaciones hechas por las personas de todas las edades, incluidas las
personas de edad;
d) Alentar a los medios de difusión a trascender la presentación de este-
reotipos e iluminar la diversidad plena de la humanidad;
e) Reconocer que los medios de difusión son precursores del cambio y
pueden actuar como factores orientadores en la promoción del papel que co-

49
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

rresponde a las personas de edad en las estrategias de desarrollo, incluso en


las zonas rurales;
f) Facilitar las aportaciones de las mujeres y hombres de edad a la presenta-
ción de sus actividades y preocupaciones por parte de los medios de difusión;
g) Alentar a los medios de difusión y a los sectores público y privado a
evitar la discriminación por razones de edad en el empleo y a presentar imáge-
nes positivas de las personas de edad;
h) Promover una imagen positiva de las aportaciones de las mujeres de
edad a fin de aumentar su autoestima.

III. Aplicación y seguimiento


114. La aplicación del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento,
2002 requerirá una acción sostenida en todos los niveles a fin de responder a
los cambios demográficos que se producirán y de movilizar las capacidades y
energías de las personas de edad. Requerirá una evaluación sistemática a fin de
responder a nuevos desafíos. Además hay una necesidad crítica y permanente de
asistencia internacional para ayudar a los países en desarrollo a aplicar políticas
relativas al envejecimiento.
115. La aplicación del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento,
2002 requiere también, entre otras cosas, una concepción política, económica,
ética y espiritual del desarrollo social de las personas de edad basada en la digni-
dad humana, los derechos humanos, la igualdad, el respeto, la paz, la democracia,
la responsabilidad mutua y la cooperación y el pleno respeto de los distintos
valores religiosos y éticos y contextos culturales.

Medidas en el plano nacional


116. Los gobiernos tienen la responsabilidad primordial de aplicar las reco-
mendaciones generales del Plan de Acción Internacional. Una primera medida
necesaria para que la aplicación del Plan sea un éxito es incorporar el enveje-
cimiento y los problemas de las personas de edad a los marcos nacionales de
desarrollo y las estrategias nacionales de erradicación de la pobreza. Se procederá
simultáneamente a la renovación de los programas, la movilización de recursos
financieros y el desarrollo de los recursos humanos necesarios. En consecuencia,
los progresos en la aplicación del Plan dependerán de que se establezca una cola-
boración eficaz entre los gobiernos, todos los integrantes de la sociedad civil y
el sector privado, así como un entorno propicio basado, entre otras cosas, en la
democracia, el imperio de la ley, el respeto de todos los derechos humanos, las
libertades fundamentales y el buen gobierno a todos los niveles, incluidos los
niveles nacional e internacional.
117. Es importante el papel que cumplen las organizaciones no gubernamenta-
les de apoyo a los gobiernos en la aplicación, evaluación y seguimiento del Plan
de Acción Internacional, 2002.

50
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

118. Habrá que promover mecanismos institucionales de seguimiento del Plan


de Acción Internacional, incluida, en su caso, la creación de organismos encar-
gados del envejecimiento y comités nacionales. Los comités nacionales sobre
el envejecimiento con representantes de los sectores pertinentes de la sociedad
civil, especialmente organizaciones de personas de edad, pueden aportar contri-
buciones muy valiosas y servir como mecanismos nacionales de asesoramiento y
coordinación sobre el envejecimiento.
119. Entre otros elementos decisivos de la aplicación se cuentan: la existencia
de organizaciones eficaces de personas de edad; la realización de actividades edu-
cacionales, de capacitación e investigación sobre el envejecimiento; y la reunión
de datos nacionales y su análisis, como la compilación de información desglosada
por sexo y por edad para la planificación, supervisión y evaluación de políticas.
También es valiosa la supervisión independiente e imparcial de los progresos de
la aplicación que puedan llevar a cabo instituciones autónomas. Los gobiernos,
y también la sociedad civil, pueden facilitar la movilización de recursos por las
organizaciones que representan y apoyan a las personas de edad aumentando los
incentivos.

Medidas en el plano internacional


120. Reconocemos que la mundialización y la interdependencia están abrien-
do nuevas oportunidades mediante el comercio, las corrientes de inversiones y
capital y los avances de la tecnología, incluida la tecnología de la información,
para el crecimiento de la economía mundial y el desarrollo y mejoramiento de los
niveles de vida en el mundo entero. Al mismo tiempo, persisten graves proble-
mas, incluidas graves crisis financieras, la inseguridad, la pobreza, la exclusión y
la desigualdad en el seno de las sociedades y entre ellas. Los países en desarrollo,
especialmente los países menos adelantados, así como algunos países con eco-
nomía en transición, siguen encarnando obstáculos considerables para lograr una
mayor integración y la plena participación en la economía mundial. A menos que
los beneficios del desarrollo social y económico se extiendan a todos los países,
un número cada vez mayor de personas de todos los países e incluso regiones
enteras permanecerán marginadas de la economía mundial. Debemos actuar en
este momento a fin de superar esos obstáculos que afectan a los pueblos y a los
países y hacer realidad el pleno caudal de posibilidades que se presentan para
beneficio de todos.
121. La mundialización ofrece oportunidades pero plantea problemas. Ante
esos problemas y oportunidades, los países en desarrollo y los países con eco-
nomía en transición se enfrentan con dificultades especiales. El proceso de mun-
dialización debe basarse en la equidad e incluir a todos; hay una gran necesidad
de formular y aplicar políticas y medidas en los planos nacional e internacional,
con la plena y activa participación de los países en desarrollo y los países con
economía en transición para ayudarlos a superar esos problemas y aprovechar
esas oportunidades.
122. A fin de complementar los esfuerzos nacionales de desarrollo es impres-
cindible aumentar la cooperación internacional para apoyar a los países en desa-
rrollo, los países menos adelantados y los países con economía en transición en

51
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

la aplicación del Plan de Acción Internacional, 2002, reconociendo al mismo


tiempo la importancia de la ayuda y la prestación de asistencia financiera, entre
otras formas mediante:
‡  El reconocimiento de la necesidad urgente de aumentar la coherencia,
buena gestión y cohesión de los sistemas monetarios, financieros y comer-
ciales internacionales a fin de complementar la labor de desarrollo a nivel
nacional. Con este fin, subrayamos la importancia de que siga mejorando la
gestión de la economía mundial y se siga fortaleciendo el liderazgo de las
Naciones Unidas en el fomento del desarrollo. Con ese mismo propósito, se
deberían redoblar los esfuerzos en el plano nacional para mejorar la coor-
dinación entre todos los ministerios e instituciones pertinentes. De igual
modo, deberíamos promover la coordinación de las políticas y programas
de las instituciones internacionales y la coherencia a nivel operacional e
internacional a fin de alcanzar las metas de desarrollo de la Declaración del
Milenio, a saber: un crecimiento sostenido, la erradicación de la pobreza y
un desarrollo sostenible;
‡  /D FRQVWDWDFLyQ GH OD LPSRUWDQWH ODERU LQWHUQDFLRQDO TXH VH HVWi OOHYDQGR D
cabo para reformar la arquitectura financiera internacional, que es necesario
se base en una mayor transparencia y cuente con la participación efectiva
de los países en desarrollo y de los países con economía en transición. Uno
de los principales objetivos de la reforma es aumentar la financiación para el
desarrollo y la erradicación de la pobreza. Reafirmamos nuestro compromiso
de mantener sectores financieros sólidos en nuestros respectivos países, que
hacen una gran contribución a la labor de desarrollo nacional, como elemento
importante de una arquitectura financiera internacional que respalde el desa-
rrollo;
‡  (OOODPDPLHQWRDXQDDFFLyQUiSLGD\FRQFHUWDGDSDUDKDFHUIUHQWHHQIRUPD
efectiva a los problemas de la deuda de los países menos adelantados y los paí-
ses en desarrollo de ingresos bajos y de ingresos medios en una forma amplia,
sostenible y orientada hacia el desarrollo equitativo, mediante la adopción de
diversas medidas en los planos nacional e internacional, a fin de lograr que su
deuda sea sostenible a largo plazo, incluso aplicando, según proceda, meca-
nismos metódicos existentes de reducción de la deuda como los de conversión
de la deuda para la financiación de proyectos;
‡  (O UHFRQRFLPLHQWR GH TXH VHUi QHFHVDULR DXPHQWDU FRQVLGHUDEOHPHQWH OD
asistencia oficial para el desarrollo y otros recursos para que los países en
desarrollo puedan alcanzar las metas y objetivos de desarrollo convenidos
internacionalmente, incluidos los que figuran en la Declaración del Milenio.
Instamos a los países desarrollados que aún no lo hayan hecho a que adopten
medidas concretas para dedicar, en concepto de asistencia oficial para el desarro-
llo, el 0,7% de su producto nacional bruto (PNB) a los países en desarrollo y el
0,15% a los países menos adelantados, e invitamos a los países en desarrollo a que
consoliden los progresos logrados para utilizar eficazmente la asistencia oficial
para el desarrollo a fin de alcanzar sus metas y objetivos de desarrollo.

52
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

123. Una mayor cooperación internacional con una orientación definida y


un compromiso efectivo de los países desarrollados y los organismos inter-
nacionales de desarrollo harán posible y reforzarán la aplicación del Plan de
Acción Internacional. Se invita a las instituciones financieras internacionales y
a los bancos regionales de desarrollo a examinar y reajustar sus procedimientos
de concesión de préstamos y subsidios para garantizar que se reconozca a las
personas de edad como un recurso para el desarrollo y se las tenga en cuenta
en las políticas y proyectos como parte del esfuerzo por ayudar a los países en
desarrollo y países con economías en transición a aplicar el Plan de Acción
Internacional, 2002.
124. Del mismo modo, es importante que los fondos y programas de las
Naciones Unidas se comprometan a incorporar la cuestión del envejecimiento
a sus programas y proyectos, incluso a nivel nacional. También es sumamente
importante el apoyo de la comunidad internacional y de los organismos inter-
nacionales de desarrollo a las organizaciones dedicadas concretamente a pro-
mover la capacitación y la creación de capacidad en materia de envejecimiento
en los países en desarrollo.
125. Otras prioridades para la cooperación internacional sobre el envejecimien-
to deben incluir intercambios de experiencias y prácticas óptimas, investigadores
y resultados de la investigación y reunión de datos para apoyar la elaboración de
políticas y programas según proceda; la institución de proyectos generadores de
ingresos, y la difusión de información.
126. La Junta de Jefes Ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas para la
coordinación debería incluir en su programa la aplicación en todo el sistema
del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. Los centros de
coordinación que se establecieron en el sistema de las Naciones Unidas como
parte de los preparativos para la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento
deberían mantenerse y reforzarse. Habría que mejorar la capacidad institucional
del sistema de las Naciones Unidas para cumplir sus obligaciones en lo referente
a la aplicación del Plan.
127. En su carácter de centro de coordinación sobre el envejecimiento del
sistema de las Naciones Unidas, la actividad primordial del programa sobre
envejecimiento del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales consistirá
en facilitar y promover el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento,
2002, lo que incluirá: la formulación de directrices para el desarrollo y la aplica-
ción de políticas; la promoción de medios de incorporar las cuestiones relativas
al envejecimiento a los programas de desarrollo; el diálogo con la sociedad civil
y el sector privado; y el intercambio de información.
128. A las comisiones regionales de las Naciones Unidas les corresponde la res-
ponsabilidad de traducir el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimien-
to, 2002, en planes de acción regionales. Igualmente, deben prestar asistencia a
las instituciones nacionales que lo solicitan para la aplicación y supervisión de las
medidas que adopten en relación con el envejecimiento. El Consejo Económico
y Social podría fortalecer la capacidad de las comisiones regionales al respecto.
Asimismo deberían apoyarse las actividades de las organizaciones no guberna-

53
SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

mentales regionales encaminadas a desarrollar redes para promover el Plan de


Acción Internacional.

Investigación
129. Es preciso promover y desarrollar una investigación integral, diversificada
y especializada sobre el envejecimiento en todos los países, en particular en los
países en desarrollo. La investigación, inclusive la reunión y el análisis de datos
en que se tengan en cuenta la edad y el género, ofrece un fundamento esencial
para la adopción de políticas eficaces. Una de las tareas principales del compo-
nente de investigación del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimien-
to, 2002, es facilitar, según proceda, la aplicación de las recomendaciones y
medidas definidas en el Plan de Acción Internacional. La disponibilidad de
información fiable es indispensable para identificar nuevos problemas y adoptar
recomendaciones. Para facilitar la oportuna adopción de políticas es necesario
también elaborar y utilizar, según proceda, instrumentos prácticos y completos
de evaluación como indicadores clave.
130. También se necesita investigación internacional sobre el envejecimiento
en apoyo a la adopción de políticas sobre el envejecimiento y al éxito operacional
del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002. De esta forma
se ayudaría a promover la coordinación internacional de la investigación sobre
el envejecimiento.

Supervisión, examen y actualización en el plano mundial


131. Para que el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002,
consiga mejorar la calidad de vida de las personas de edad es fundamental que los
Estados Miembros efectúen un examen sistemático de su aplicación. Los gobier-
nos, en colaboración con otros interesados, pueden decidir las formas de examen
adecuadas. Convendría que los Estados Miembros compartieran los resultados de
este examen periódico.
132. La Comisión de Desarrollo Social se encargará del seguimiento y la
evaluación de la ejecución del Plan de Acción Internacional sobre el Envejeci-
miento, 2002. La Comisión integrará en su labor las distintas dimensiones
del envejecimiento de la población consideradas en el actual Plan de Acción
Internacional. Los exámenes y las evaluaciones serán de importancia crítica para
un seguimiento eficaz por la Asamblea, y sus modalidades deben decidirse a la
brevedad posible.

54
DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

ANEXO

Representación de los Estados Miembros

En la Asamblea estuvieron representados los siguientes Estados:

Afganistán Côte d’Ivoire


Albania Croacia
Alemania Cuba
Andorra Dinamarca
Angola Ecuador
Arabia Saudita Egipto
Argelia El Salvador
Argentina Emiratos Árabes Unidos
Armenia Eritrea
Australia Eslovaquia
Austria Eslovenia
Azerbaiyán España
Bahamas Estados Unidos de
Bahrein América
Bangladesh Estonia
Barbados Etiopía
Bélgica ex República Yugoslava
Belice de Macedonia
Benin Federación de Rusia
Bhután Filipinas
Bolivia Finlandia
Bosnia y Herzegovina Francia
Botswana Gabón
Brasil Gambia
Brunei Darussalam Ghana
Bulgaria Grecia
Burkina Faso Guatemala
Burundi Guinea
Cabo Verde Guinea-Bissau
Camboya Guinea Ecuatorial
Camerún Guyana
Canadá Haití
Chad Honduras
Chile Hungría
China India
Chipre Indonesia
Colombia Irán (República Islámica
Costa Rica del)
Côte d’Ivoire Iraq

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SEGUNDA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO, MADRID, ESPAÑA DECL

Irlanda Perú
Islandia Polonia
Israel Portugal
Italia Qatar
Jamahiriya Árabe Libia Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
Jamaica del Norte
Japón República Àrabe Siria
Jordania República Checa
Kazajstán República de Corea
Kenya República Democrática del Congo
Kirguistán República Democrática Popular Lao
Kuwait República Dominicana
Letonia República de Moldova
Líbano República Unida de Tanzanía
Liechtenstein Rumania
Lituania Rwanda
Luxemburgo Saint Kitts y Nevis
Madagascar Santa Sede
Malasia Senegal
Malawi Sierra Leona
Maldivas Singapur
Malí Sri Lanka
Malta Sudáfrica
Marruecos Sudán
Mauricio Suecia
Mauritania Suiza
México Suriname
Micronesia (Estados Tailandia
Federados de) Togo
Mónaco Trinidad y Tobago
Mongolia Túnez
Mozambique Turquía
Myanmar Ucrania
Namibia Uganda
Nepal Uruguay
Nicaragua Uzbekistán
Nigeria Vanuatu
Noruega Venezuela
Nueva Zelandia Viet Nam
Omán Yemen
Países Bajos Yugoslavia
Pakistán Zambia
Panamá Zimbabwe
Paraguay

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DECLARACIÓN POLÍTICA Y PLAN DE ACCIÓN INTERNACIONAL DE MADRID SOBRE EL ENVEJECIMIENTO

NOTAS

1
Informe de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, Viena,
26 de julio a 6 de agosto de 1982 (publicación de las Naciones
Unidas, No. de venta: S.82.I.16), cap. VI, secc. A.
2
Resolución 46/91 de la Asamblea General, anexo.
3
Informe de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social,
Copenhague, 6 a 12 de marzo de 1995 (publicación de las
Naciones Unidas, No. de venta: S.96.IV.8), cap. I, resolución 1,
anexo I.
4
Ibíd., anexo II.
5
Véase el anexo de la resolución S-24/2 de la Asamblea General.
6
WHO/HPR/HEP/95.1.
7
Informe de la Conferencia Internacional sobre la Población y el
Desarrollo, El Cairo, 5 a 13 de septiembre de 1994 (publicación
de las Naciones Unidas, No. de venta: S.95.XIII.18), cap. I, reso-
lución 1, anexo.
8
La definición de atención paliativa, basada en la de la Organización
Mundial de la Salud, es la de atención total activa a los pacientes
cuya enfermedad no responda al tratamiento curativo, a saber,
mitigando el dolor y otros síntomas de la enfermedad y ofrecien-
do apoyo psicológico, social y espiritual a los pacientes y a sus
familiares.
9
Resolución S-26/2 de la Asamblea General, anexo.
10
Resolución 55/2 de la Asamblea General.

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