FINAL EVALUACION II Completo
FINAL EVALUACION II Completo
FINAL EVALUACION II Completo
2. Psicología de la Salud. Fernandez Molina, citando a Godoy, señala que la psicología de la salud, se refiere al:
“Conjunto de contribuciones científicas y profesionales de la psicología, relativas a la promoción y acrecentacion de la
salud, prevención, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad, análisis y mejora del sistema sanitario y de las
políticas de salud, consistentes en la investigación de la importancia de los factores comportamentales en la
preservación de la salud y la elaboración, aplicación y evaluación de programas destinados al control de la
enfermedad.
Señala además:
“a) dirige su área de actuación al individuo como al conjunto de instituciones que están relacionadas con la salud; b)
primas aspectos de promoción de la salud y prevención de la enfermedad; c) potencia la investigación destinada a
conocer como contribuyen a la salud los factores comportamentales y a la elaboración de estrategias para su
evaluación y control o modificación; d) analiza y mejora las políticas de salud y el sistema de atención a la salud.
Relaciones entre psicología clínica y psicología de la salud.
El psicólogo de la salud, no puede prescindir de la formación en psicología clínica.
El psicólogo de la salud, emplea procedimientos de intervención de la psicología clínica, con algunos
procedimientos propios.
La psicología de la salud, supone contenidos de formación complementaria en áreas biomédicas, facetas
sociales de la salud, organización sanitaria, epidemiologia.
La psicología de la salud, no puede prescindir de los tres pilares de la psicología clínica: psicodiagnostico –
psicopatología y técnicas de tratamiento.
La psicología clínica, está dedicada a los trastornos mentales y la psicología de la salud, a los fenómenos y
problemas psicológicos en su relación con los problemas médicos.
3. Psicodiagnostico. Termino utilizado por primera vez por Rorschach (1921), con connotaciones de orientación
médico-psiquiátrica, psicodinámica, pretendiéndose un acercamiento global al funcionamiento y dinámica de la
personalidad.
Las características eran: a) conocimiento aplicado a arte, falible y susceptible de ser enseñado; b) predomina lo
cualitativo y la experiencia personal, ajuste a un pronóstico; c) se distingue de la intervención; d) se refiere a lo
patológico; e) se trata de un acercamiento individualizado.
Debido a una variedad de críticas que aparecen, surge la aproximación conductual de la evaluación.
Actualmente se utiliza cuando el objetivo de la evaluación psicológica es el diagnostico.
Las diferencias entre la evaluación psicológica y el psicodiagnostico son:
El psicodiagnostico apunta al conocimiento “que”, la evaluación a la estimación de “como” y “cuanto”.
El psicodiagnostico apunta a un saber sobre ciertos estados del sujeto o diferencias individuales, la evaluación
al saber sobre las variaciones de procesos que se detectan o diferencias contextuales y situacionales.
El psicodiagnostico apunta a cierta “mente”, que puede hallarse en distintos estados, la evaluación subraya los
aspectos comportamentales de los fenómenos.
2 perspectivas del Psicodiagnostico: la de orientación medico psiquiatría y psicodinámica que ha tenido una posición
dominante en nuestra psicología y otra que se desarrolla desde enfoques sistematizados sin una orientación teórica,
que supone el diseño descriptivo correlacional de la evaluación psicológica, con objetivos diagnósticos.
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4. Psicopatología. Hay 4 modelos que explican la psicopatología de acuerdo a Fernandez Molina. El primero, basado
en criterios estadísticos, indica que las variables que definen psicológicamente a una persona poseen una distribución
normal en la población, consecuentemente será psicopatológico todo aquello que se desvié. Sin embargo, no todo lo
infrecuente resulta patológico. Además es importante, el criterio de continuidad, exacerbación por defecto o exceso de
algunos de los elementos que constituyen y se presentan en la normalidad.
El segundo, representado por criterios sociales e interpersonales, consensuales y referidos a la adaptación dentro de los
parámetros de normalidad. El tercero, por los criterios subjetivos intrapsiquicos que hace referencia al sufrimiento
propio o ajeno. Finalmente, el ultimo sustentando en criterios biológicos, donde la psicopatología es la expresión de
alteraciones en el funcionamiento normal del proceso biológico que las sustenta. Tales alteraciones pueden estar
causadas por agentes patógenos externos, por carencias de elementos constituyentes, o por una ruptura en el equilibrio
normal de los procesos, elementos o estructuras involucradas. Es necesario tener en cuenta todos estos criterios,
ninguno es suficiente en su mismo.
5. Epidemiologia. Se ocupa del estudio de los problemas de la salud-enfermedad a nivel colectivo. Esta fundada en la
ecología, en la estadística y en el método científico, cuyo objeto es el estudio descriptivo y analítico de la salud
enfermedad como fenómenos biológicos, ecológicos, sociales y políticos. Estudia la distribución poblacional y los
factores determinantes de riesgo, lesiones y eventos asociados a la salud, proponiendo medidas específicas de
prevención a partir de la planificación, administración y valoración de los sistemas, programas, servicios y acciones de
salud.
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la psicología en la que por medio de técnicas psicofisiológicas se investiga evalúa y trata los componentes
psicofisiológicos de la conducta normal y de los trastornos físicos y psicopatológicos. Medicina conductual en esta se
utilizan diversas técnicas de modificación de conducta, en la psicofisiologia clínica solo se utilizan las
psicofisiológicas.
CONCEPTO DE PSICOLOGIA DE LA SALUD: La salud entendida como un estado integral de bienestar es algo
más que la mera ausencia de enfermedad. Salud implica sentirse bien tanto consigo mismo como en las relaciones con
el entorno social y ambiental. La salud depende de una relación de equilibrio entre tres factores: organismo, conducta
y ambiente.
La psicología adquiere un papel fundamental en el abordaje de este tipo de enfermedades. La división de Psicología de
la Salud de la Asociación Americana de Psicología (APA) ha establecido diez objetivos prioritarios para la psicología
de la salud:
1- Comprender y evaluar la interacción existente entre el estado de bienestar físico y los diferentes factores
biológicos, psicológicos y sociales.
2- Entender como las teóricas, los principios y los métodos de investigación psicológica pueden aplicarse para
potenciar los enfoques biomédicos en la promoción de la salud y el tratamiento de la enfermedad.
3- Comprender la naturaleza de la respuesta de estrés y su importancia en la etiología y el proceso de adquisición
de un gran número de problemas de salud.
4- Entender como los métodos y técnicas conductuales y cognitivas pueden ayudar a las personas a afrontar y
controlar el estrés.
5- Desarrollar las habilidad necesarias para diseñar y aplicar programas cuyo objetivo sea el de crear o
incrementar hábitos y estilos de vida personales de salud.
6- Comprender las dificultades que experimentan los pacientes al decidir buscar tratamiento para sus molestias y
problemas.
7- Ser consciente del estado y de las condiciones experimentadas por los pacientes en el ámbito hospitalario asi
como de los factores que afectaran la adherencia a los tratamientos médicos y las fuentes de problemas en lo
que a las relaciones medico-paciente se refiere.
8- Entender las diferencias existentes entre los métodos psicológicos y médicos para reducir el dolor y como se
combinan estos para mejorar la eficacia del tratamiento.
9- Ser conscientes del impacto que las enfermedades incapacitantes y terminales producen en los propios
pacientes y sus familias.
10- Descubrir y entender como las técnicas y los principios psicológicos pueden aplicarse para ayudar a los
pacientes a afrontar y tratar de controlar las enfermedades crónicas.
La psicología de la salud puede considerarse como un área de especialización de la psicología que nace para dar
respuesta a una demanda sociosanitaria. Los psicólogos de la salud, procedentes en su mayoría de la psicología clínica
y de la medicina conductual fueron adaptando sus técnicas a un nuevo campo de aplicación en el cual, ademas de la
rehabilitación es necesaria la prevención y la promoción de la salud. Por otra parte, aunque siguen el modelo
conductual en cuanto a contenidos y posición teórica, los psicólogos de la salud tambien utilizan el modelo
Psicométrico puesto que ta no se trabaja a nivel individual sino de una comunidad. La psicología de la salud es el
campo de especialización de la psicología que centra su interés en el ámbito de los problemas de salud, especialmente
físicos o médicos, con la principal función de prevenir la ocurrencia de los mismos o de tratar de rehabilitar estos en
caso de que tengan lugar, utilizando para ello la metodología, los principios y los conocimientos de la actual
psicología científica sobre la base de que la conducta constituye junto con las causas biológicas y sociales, los
principales determinantes tanto de la salud como de la mayor parte de las enfermedades y problemas de salud
existentes en la actualidad.
Introducción. Como ya lo hemos expresado en trabajos anteriores,entendemos la evaluación psicológica como una
rama específica del quehacer profesional del psicólogo, que puede desarrollarse en distintos campos: clínico,
educacional, laboral, jurídico, comunitario.
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A partir de diversos modelos conceptuales, la evaluación propone estrategias metodológicas específicas con el
objetivo central de verificar o estimar en qué medida se alcanzan las metas de las acciones propuestas y desarrolladas
o se accede a la obtención de datos relativos a constructos o variables bajo estudio. En este sentido, las tareas de
evaluación en Psicología Clínica incluyen básicamente todos los procesos relacionados con el estudio de individuos,
grupos, instituciones o comunidades en relación con el proceso salud-enfermedad.
El Psicodiagnóstico conforma una subárea importante y específica dentro del campo de las evaluaciones psicológicas
en Psicología Clínica, las que en sí mismas lo trascienden.
Un psicodiagnóstico es el proceso a través del cual los clínicos obtienen la necesaria comprensión del paciente para
tomar decisiones de manera informada. Su propósito central es describir al individuo, sujeto, grupo o comunidad, de
forma tan completa como sea posible, en todas sus facetas y niveles. Cuando la unidad de análisis de este quehacer es
na comunidad, hablamos de estudios epidemiológicos.
Podemos realizar tareas de evaluación psicológica en el campo de la Psicología Clínica que no supongan o impliquen
un psicodiagnóstico; es factible, por ejemplo, ocuparse de la valoración de programas o de la evaluación de la eficacia
de determinados procesos terapéuticos.
Ninguna de las evaluaciones mencionadas puede ser categorizada como un psicodiagnóstico, aunque el proceso
psicodiagnóstico pueda formar parte, en algún momento, de las mismas. Pero, tanto la valoración de un programa
como la consideración de la eficacia de una psicoterapia específica, pueden ser procesos evaluativos importantes que
se concretan en el ámbito de la Psicología Clínica.
Por otra parte, los psicólogos desarrollamos tareas de evaluación psicológica de relevancia fuera del campo clínico. Así,
por ejemplo, podemos ocuparnos de la evaluación de la calidad de los aprendizajes o de los vínculos docente-alumno en el
campo de la Psicología Educacional y Escolar; de la evaluación ecopsicológica del medio ambiente carcelario en el campo
de la Psicología Jurídica o Forense; de la evaluación de las Representaciones Sociales que un grupo cultural determinado
tiene acerca de la salud y la enfermedad, en el campo de la Psicología Social Comunitaria; de la percepción subjetiva del
clima laboral en el campo de la Psicología del Trabajo. Todos estos ejemplos dan cuenta de importantes acciones
evaluativas que no son clínicas y sí psicológicas.
El proceso psicodiagnóstico
Aspectos conceptuales e históricos. Coincidimos con Avila Espada, quien expresa que el Psicodiagnóstico es una
disciplina científica íntimamente relacionada con la Psicología en tanto ciencia. El psicodiagnóstico no puede reducirse a
una mera tecnología psicológica (los tests o instrumentos de medición), sino que en él se articulan los distintos planos que
constituyen una disciplina científica aplicada. Las distintas teorías psicológicas dotan al proceso psicodiagnóstico de
marcos de referencia y de estrategias metodológicas. El psicodiagnóstico brinda a aquellas una vertiente aplicada
específica: el estudio descriptivo, comprensivo y explicativo de los comportamientos de los sujetos y grupos humanos en
relación con los contextos socioculturales específicos en los que concretan sus existencias cotidianas y con sus particulares
historias de vida, frutos de circunstancias personales y sociohistóricas concretas.
Desde una perspectiva diacrónica es posible delimitar y describir diferentes modelos teóricos que han servido de sustento a
formas específicas de concretar el proceso.
En líneas generales, cabe decir que hasta la década de 1930 no puede hablarse de modelos teóricos del psicodiagnóstico,
sino de un desarrollo progresivo de los principios psicométricos básicos y de la aparición de técnicas diversas de
evaluación, surgidas de propuestas teóricas variadas, así como de necesidades prácticas específicas.
Circunstancias sociales y políticas concretas derivadas de la Segunda Guerra Mundial harán posible el surgimiento de
propuestas teóricas y tecnológicas centradas en el modelo clínico-médico, con cierto énfasis en el empleo de los
denominados tests psicológicos, tanto objetivos como proyectivos.
En la década de 1950 va a hacer eclosión la polémica entre los denominados "defensores del modelo clínico-médico"(en su
mayoría profesionales formados en contextos médico-hospitalarios, con puntos de vista mayoritariamente psicoanalíticos o
muy próximos a ellos, y que resaltan los determinantes intrapsíquicos y minimizan los ambientales), y los "defensores de la
predicción estadística", que formulan a los anteriores duras críticas metodológicas.
Detrás de ambas posturas se irán configurando las características centrales de las que, posteriormente, se confrontarán
como propuestas alternativas.
Con el nombre de Clínico surgen las prácticas de un modelo médico-clínico y se van a ir diferenciando las propuestas
básicas de un modelo psicoanalítico, así como las preocupaciones de tipo humanista y fenomenológico existenciales acerca
de un proceso psicodiagnóstico centrado en el sujeto. El enfoque psicométrico o diferencial va a plantear la necesidad de
usar modelos extensivos, el empleo de métodos estandarizados, dando mayor peso a las evaluaciones de tipo objetivo.
A mediados de la década de 1960 aparece una fuerte crítica de corte conductista a los dos modelos anteriormente
mencionados, y se comienza a hablar de la necesidad de un análisis funcional de la conducta.
La mayor parte de los autores consultados que han analizado este tema coinciden en señalar que el comienzo de la década
de 1970 marca el momento de más bajo prestigio de todo lo relacionado con la evaluación y el psicodiagnóstico,
especialmente frente a las deficiencias que en las prácticas clínicas concretas evidencian tanto el llamado modelo clínico
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como el denominado estadístico. Tal vez uno de los principales aportes de la crítica conductista sea el haber planteado que
toda evaluación se realiza para poder planificar una intervención y está a su servicio, así como remarcar que toda
evaluación debe ocuparse de la valoración de las intervenciones realizadas y de la reorientación de las mismas.
A finales de la década de 1970 surge una mayor preocupación académica y profesional por los temas concernientes a la
evaluación clínica, en especial como fruto de:
1) la inserción de los psicólogos en áreas específicas de trabajo relacionadas con la salud comunitaria;
2) el reconocimiento de la incidencia de las diferencias culturales y sociales en los distintos comportamientos humanos;
3) el reconocimiento de la baja confiabilidad de los diagnósticos clínicos;
4) la falta de criterios claros para tomar decisiones respecto del tipo de tratamiento adecuado que necesitan distintos tipos
de pacientes;
5) la necesidad de brindar respuestas más eficaces a los distintos tipos de "malestares humanos".
Empiezan a tomar más cuerpo las ideas planteadas en su momento por K. Lewin, quien había argumentado que toda
conducta está en función de la persona y su entorno: la comprensión de la subjetividad humana requiere un conocimiento
sistemático de las oportunidades, demandas y fuerzas sociales y situacionales.
La Psicología Ambiental va a marcar la necesidad de descentrarse del sujeto y ocuparse de las condiciones en las que está
inmerso.
El resurgimiento de la comprensión del sujeto y sus allegados en términos de estilos interpersonales,se vincula con un
mayor interés por el estudio del contexto familiar y social y el análisis del funcionamiento grupal en términos
transaccionales. Por otra parte se producen hallazgos de importancia en cuanto a los correlatos biológicos de la conducta.
La neuropsicología, con las neurociencias, se ha desarrollado hacia un mayor conocimiento del sistema nervioso y de las
relaciones entre cerebro y experiencias subjetivas. También debemos tomar en consideración el desarrollo de la
denominada Psicología de la Salud, antigua Psicología Médica, preocupada por la condición médica del paciente en
relación con sus conflictos intrapsíquicos. Interesa conocer qué tipo de factores psicológicos inciden en el comienzo o
curso de un trastorno somático específico, las consecuencias psicológicas de una enfermedad orgánica, el tipo de actitudes,
valores, expectativas, estrategias de afrontamiento que condicionan las reacciones de los pacientes frente a los tratamientos
médicos. Un tema crucial, reconocido mayoritariamente en nuestros días, se relaciona con la necesidad de fomentar e
incrementar las tareas de investigación psicológica y psiquiátrica. Una buena investigación requiere de una evaluación
cuidadosa de las variables dependientes, independientes e intervinientes que se relacionan con el problema bajo estudio. A
su vez, numerosos trabajos publicados sobre el tema que nos ocupa enfatizan que el entrenamiento en tareas de evaluación
y diagnóstico sigue siendo uno de los mejores caminos para aprender la estructura y funcionamiento del psiquismo
humano,por lo que debe estar presente en las curricula de grado y postgrado de las carreras universitarias formadoras de
profesionales de la salud mental.
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Las tareas que lo conforman: Un proceso psicodiagnóstico que pretenda ser válido, confiable y útil debe integrar los
siguientes aspectos:
1) La presentación que el sujeto o grupo hace de los síntomas que lo aquejan. La capacidad manifiesta para poder
vivenciar aspectos contrastantes de los hechos, sentimientos y conflictos que se relatan.
Los sujetos humanos se diferencian notablemente en la posibilidad de poder poner en palabras sus afectos. La entrevista
libre y la observación siguen siendo los recursos básicos en esta etapa.
Cuando el sujeto presenta características alexitímicas (imposibilidad de verbalizar sentimientos y sensaciones), será
necesario recurrir a entrevistas estructuradas o semiestructuradas, así como a cuestionarios autoadministrables.
2) Una valoración delestilo de las relaciones interpersonales, datos que se pueden obtener analizando los aspectos
transferenciales y contratransferenciales. En muchos casos es necesario complementarlos con la información que brinden
los miembros de sus grupos primarios de pertenencia.
La inclusión de técnicas de relatos, como el test de Philipson o el Rorschach, aportan material sumamente valioso.
3) Una evaluación del "estilo cognitivo", entendido como la manera en que el sujeto o grupo procesa la información sobre
su subjetividad, así como la referida al mundo externo.Pruebas como las Escalas de Inteligencia de Weschler o el test de
Rorschach brindan datos importantes sobre este aspecto.
4) Información detallada sobre la autopercepción consciente de un sujeto, cómo se ve a sí mismo en relación a cómo
quiere ser visto. Es importante poder evaluar en qué medida la persona puede diferenciar entre mundo interno y mundo
externo. En este rubro son valiosos los datos que puedan aportar cuestionarios autoadministrables como el MMPI-2, el
Inventario Clínico Multiaxial de Millon o las pruebas de Autoconcepto.
5) Información sobre las características de los mecanismos de defensa que el sujeto utiliza frente a situaciones de
conflicto; es importante poder analizarlos tanto desde el puntode vista de su naturaleza (primitivos o maduros) como de su
función (evitar sentimientos desagradables, prevenir la desintegración).
6) Poder plantear los diagnósticos diferenciales posibles, la posibilidad de pensar en el compromiso de factores
neurobiológicos, teniendo muy en claro la necesidad de usar una nosología que explicite criterios psicopatológicos de
inclusión y exclusión de signos, síntomas y síndromes. En este sentido, a nivel internacional se propicia el uso de
clasificaciones como las propuestas por la OMS o el DSM-IV.
7) Recabar información sobre la etiopatogenia del malestar actual, la etapa de ciclo de desarrollo o edad en que se
manifiestan los primeros síntomas, las estrategias de afrontamiento puestas en juego frente a ellos, así como su relación
posible con sucesos o eventos estresantes del ciclo vital personal. Esta información puede obtenerse mediante el uso de
entrevistas clínicas y escalas autoadministrables
8) La integración de la información relevada y la posibilidad de plantear juicios clínicos basados más en inferencias e
interpretaciones de bajo nivel que en generalizaciones arrolladoras del tipo de las que Freud denominó "análisis salvaje".
9) Brindar una atención más respetuosa a los puntos de vista del propio paciente sobre los malestares que lo aquejan y las
soluciones posibles.Tener en cuenta sus concepciones así como las de los representantes de su entorno cultural inmediato,
acerca de la salud y la enfermedad.
10) Ocuparnos de manera sistemática, en especial en el marco de las instituciones hospitalarias, del estudio de las redes de
apoyo social con las que cuenta el paciente.Para poder decidir acerca de la internación o no de una determinada persona,
así como sobre su externación, necesitamos conocer cómo percibe la integración de su red afectiva de apoyo y sostén.
Sería ineficaz a la vez que muy poco ético "externalizar" a un paciente que carece de red alguna. Dejaría de ser paciente
psiquiátrico, por ejemplo, para convertirse en un solitario vagabundo de alguna plaza pública o estación ferroviaria.
11) Formular recomendaciones terapéuticas en base a las inferencias e integraciones realizadas.
Comentarios finales. Nos interesa destacar, a modo de síntesis, que toda evaluación clínica no es sino un esfuerzo
humano que pretende ayudar a los individuos a que puedan solucionar los problemas que los aquejan.
En la actualidad, frente a este siglo XX que va finalizando, los profesionales interesados por las tareas de Evaluación
Psicológica debemos reconocer la existencia de modelos teóricos diversos, así como la necesidad imperiosa de un
abordaje interdisciplinario de nuestro quehacer. Los seres humanos, pacientes o profesionales de la salud, somos al mismo
tiempo sujetos del inconsciente, actores sociales, miembros de grupos culturales específicos, portadores de un cuerpo a
partir del cual edificamos nuestras identidades, sujetos con autoimágenes conscientes que regulan en gran medida nuestras
acciones cotidianas. Un abordaje integrador redundará en un trabajo profesional más eficaz, posibilitará sintetizar y
superar controversias ya arcaicas y estériles, y nos permitirá apostar por un modelo que nos atrevemos a llamar socio-
interaccional, cognitivo-psicodinámico-contextualizado, centrado en las necesidades y expectativas de los pacientes.
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“Evaluación clínica. ACUÑA.
Evaluación clínica: el diagnóstico y el tratamiento.
El evaluador integra la información a partir de habilidades y conocimientos especializados sobre el comportamiento
humano. Un error bastante común es poner el acento en los tests o pruebas psicológicas o confundir la administración de
estos con el proceso de evaluación. La evaluación clínica (diagnóstico) es útil sólo cuando puede limitar y definir los
problemas individuales que han originado la consulta, y se puedan guiar decisiones que conduzcan a la solución de ellos
(tratamiento). Es de gran importancia contextualizar el problema.
La evaluación del problema. El evaluador es responsable de devolver al sujeto información que le sea útil y responder las
preguntas que han sido formuladas. Para valorar adecuadamente la situación, es necesario considerar, además de lo
explicitado, las expectativas tácitas, los motivos más confusos y la complejidad de las relaciones interpersonales.
Anarte y Godoy proponen como guía, los contenidos que en la primera recogida de información nos permiten definir el
problema, tanto su origen, contexto, curso como el estado actual. Estos contenidos son: el motivo de consulta y la
descripción, los datos demográficos, la historia académica, la historia ocupacional, el inicio del problema, los síntomas
nuevos o repetición del problema, el contexto ambiental y posibles precipitantes, el curso del problema, la historia y
tratamientos previos, otros problemas actuales y el funcionamiento actual de la vida diaria.
Los contenidos de la entrevista inicial, deberán someterse a un doble ajuste: al tipo de demanda (planificación) y a las
características del sujeto (formato).
Los modos en que la información va a ser solicitada en cada caso depende de dos decisiones que tomará el evaluador: el
grado de estructuración de las preguntas y respuestas, junto al estilo o grado de dirección que asumirá la intervención. El
material obtenido conducirá a la elaboración de las hipótesis diagnóstica (entrevista como técnica de primer nivel) y la
posibilidad de decidir las técnicas y /o tests a utilizar, teniendo en cuenta para ello, el problema, la adecuación y
aplicabilidad a la situación única del sujeto. Para ello se requiere que el evaluador esté familiarizado con las definiciones
operacionales de variables. La competencia de administración y puntuación de pruebas no garantiza de ninguna manera la
efectividad de la evaluación. También se debe considerar, que la administración y puntuación de las pruebas no suplantan
los conocimientos requeridos sobre la estandarización, la confiabilidad y a la validez de las técnicas a utilizar. Por último,
es necesario que los evaluadores conozcan la efectividad y utilidad que tienen las técnicas.
Recolección de datos. Cuando el problema ha sido definido el evaluador puede comenzar con la recogida de datos a partir
de una amplia variedad de fuentes como historias personales, observaciones comportamentales y los resultados de
técnicas o pruebas psicológicas. Se necesita el uso de varias de estas fuentes para verificar la consistencia de las
observaciones totales realizadas.
Evaluación de los datos. Maloney y Ward proponen las siguientes fases: 1. Recolección inicial; 2. Desarrollo de
inferencias; 3. Rechazo, modificación y aceptación de las inferencias; 4. Desarrollo e integración de las hipótesis; 5.
Modelo dinámico de persona; 6. Variables situacionales y 7. Predicción del comportamiento (esta última es fundamental
porque involucra los procesos de toma de decisión que se requiere para la efectividad del tratamiento.
Todo esto puede ubicarse en el diseño correlacional. (En la ficha hay un cuadro que ayuda a recontra resumir todo esto, y
es lo mismo que vimos en evaluación I).
La planificación del tratamiento. El objetivo de la evaluación psicológica clínica implica una ayuda para solucionar los
problemas mediante la decisión que resulte más óptima para el cliente. Se deben considerar los recursos, características
personales y circunstancias ambientales de los evaluadores.
La planificación del mejor tratamiento debe elaborarse a partir de principios generales como son, el soporte empírico de
los tratamientos (comunicado en un extenso cuerpo de investigaciones clínicas), los resultados del diagnóstico y la
unicidad del sujeto.
Además de la frecuencia y la duración del tratamiento a partir del contexto, se deben tener en cuenta recomendaciones que
permitan optimizar el ambiente del sujeto.
Uno de los errores del terapeuta es intervenir de la misma o muy similares maneras con sus pacientes. Las variables que
intervienen en la efectividad de una terapia merecen la individualización de los tratamientos. Es necesario disponer de una
flexibilidad y amplio rango de habilidades para la tarea clínica.
Para Beutler y Clarkín en la selección del enfoque adecuado para el tratamiento se pueden identificar seis dimensiones
referidas al paciente, vinculadas a diferentes tipos de decisiones. La primera de estas dimensiones está referida al
deterioro funcional provocado por el problema, e incluye tópicos de decisión respecto a la restricción, a la intensidad, a la
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intervención médica vs la intervención psicológica, al pronóstico y a la urgencia que suponen los objetivos. La segunda
variable dimensional está referida al soporte social. Es decir, a la elección respecto a cuestiones tales como,
comportamiento cognitivo vs mejoras en las relaciones, duración del tratamiento, intervenciones psicosociales vs
medicación y posibles intervenciones grupales. Una tercera dimensión se define a partir de la variable de complejidad y
cronicidad del problema y está referida al foco del tratamiento, si es específico, discreto, síntomas relacionados con el
ambiente, o áreas de conflicto interno crónico sin resolver. El estilo de afrontamiento es la cuarta dimensión propuesta. Se
trata de una variable que puede guiar la decisión respecto a si debería promoverse un cambio conductual externo o más
dirigido hacia niveles de cambio más orientados al insight. La dimensión de resistencia, en quinto lugar, tiene
implicancias respecto al estilo más o menos directivo que deberán tener las intervenciones. El malestar subjetivo como
sexta dimensión, puede ser utilizado por el psicólogo clínico como una guía para determinar si el nivel de activación-
excitación del paciente debería incrementarse o disminuirse. Finalmente una séptima dimensión es propuesta por
Prochaska y DiClemente y está referida a la adaptación de las intervenciones basadas en la fase de solución del problema
en el que se encuentra el paciente.
Cada una de esas dimensiones se evalúa mediante una combinación multitécnica (entrevistas, observaciones, tests, etc.).
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vectores para continuar mediante preguntas amplias y abiertas, señalar situaciones de bloqueo por el incremento
de angustia para asegurar el cumplimiento del objetivo, preguntar sobre aspectos que no hayan sido referidos
espontáneamente, despejar ambigüedades, contradicciones y verbalizaciones confusas.
En esta instancia se da lugar al encuadre, concebido como como el conjunto de estipulaciones explícitas o
implícitas que aseguran por un lado, el mínimo de interferencias en las actividades que se desarrollan entre
paciente y analista y por otro, un máximo de utilidad al analista para la realización de estimaciones diagnósticas y
pronósticas (incluye constantes teóricas, funcionales, temporales, espaciales y de la persona del analista).
2. Entrevista de Historia Vital: el objetivo de esta etapa es conocer la historia del padecimiento y contextualizarla
dentro de la historia vital en correspondencia con las series complementarias planteadas por Freud. La HV
relatada está determinada por: la constitución sexual, la vivencia infantil, la vivencia accidental más la situación
de entrevista y el entrevistador
como objeto de transferencia.
En esta entrevista es importante comenzar con una consigna clara y precisa, donde se explicite al paciente que
hable libremente de cada una de los tópicos y que intervendremos haciendo preguntas, y que ello servirá para
conocerlo y encontrar los motivos de su situación
.
3. Administración de tests y técnicas proyectivas: el objetivo de esta etapa reside en la recolección de material que
permita comparar un mismo tipo de contenido disparado por diferentes estímulos o instrumentos. Se propone
desde el enfoque psicodinámico en esta etapa la planificación y administración de una batería de tests y técnicas
proyectivas.
García Arzeno (1993) propone que los factores a considerar deben ser quién formula el pedido, la edad
cronológica del examinado, el nivel sociocultural del sujeto y su grupo étnico, déficit sensorial o comunicacional,
momento vital, contexto espacio-temporal y elementos de la personalidad a investigar.
La secuencia recomendada por Berardo de Bauduco (1992) incluye para adultos y adolescentes:
Una primera sesión con tests gráficos: gráfico libre, DAP, familia, HTP. Si se presumen problemas de madurez o
afección orgánica se incluye a continuación el test de Bender.
Una segunda sesión que incluya el test de Rorschach y el Desiderativo, finalizando con el
relato de un recuerdo o sueño para no despedir al paciente tan movilizado.
Una tercera sesión donde se administra el test de Phillipson, conocido como TRO.
La intención es responder sobre las defensas 3 manifiestas y latente, sobre el por qué y con qué fin han sido
optadas por el yo, sobre el nivel evolutivo de la defensa y las características patológicas o adaptativas, así como el
grado de elasticidad y de compromiso de la personalidad.
4. Entrevista de Devolución: Siquier de Ocampo (1974) destaca que la devolución funciona como prueba de realidad
de que el psicólogo ha salido indemne del depósito de los aspectos más dañados o dañinos del paciente, que los ha
aceptado junto con los buenos y reparadores reconociéndolos como coexistentes y propios del examinador. La
devolución de la información supone una oportunidad para verse a sí mismo con más criterio de realidad y con
menos distorsiones idealizadoras o peyorativizantes. Sin embargo, Etchegoyen (1997) resalta que la devolución
no debe ir más allá del objetivo de la tarea realizada, aconsejar el tratamiento más conveniente, y sucintamente los
fundamentos de la indicación.
Sendín (2000) postula como objetivos de esta entrevista el sintetizar e integrar elementos del funcionamiento
psicológico; clarificar aspectos descriptivos y en su caso etiopatogénicos de los trastornos que originaron la
consulta; orientar y aportas vías de solución a través de una planificación de la intervención; cerrar el proceso
evaluativo dándole un sentido propio; registrar las reacciones de los destinatarios ante los aportes de información:
comparar la dinámica interpersonal de esta entrevista con la que tuvo lugar en entrevistas anteriores; y recopilar
información con valor pronóstico.
En este momento, pueden surgir nuevos elementos que complementen el panorama y que permitan mantener o
reformular la recomendación terapéutica que se había considerado. La devolución supone el final del
psicodiagnóstico con el evaluado, en tanto que para el caso del
derivante se considera una última fase que incluye el informe escrito.
5. Entrega de información: Rosenfeld y Avrutin (2004) expresan que a través del informe escrito se intenta despejar
las dudas y/o preguntas del derivante que motivaron el pedido del psicodiagnóstico. Se trata de la comprensión a
la que el psicólogo ha llegado respecto del significado de los síntomas, la etiología de los mismos, así como la de
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la estructura psíquica del sujeto. Estas autoras destacan que los datos relevantes para realizar un informe en el área
clínica son: la fecha, los datos de filiación,
motivo de consulta, pruebas administradas, características significativas del sujeto (modo de vestir, modalidad de
contacto, modalidad de presentación, datos significativos de su historia, etc.), conducta mantenida durante el
proceso, recursos intelectuales, recursos afectivos, conflictos, diagnóstico descriptivo, pronóstico y estrategias a
seguir.
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7. Entrevista de Historia Vital: el objetivo de esta etapa es conocer la historia del padecimiento y contextualizarla
dentro de la historia vital en correspondencia con las series complementarias planteadas por Freud. La HV
relatada está determinada por: la constitución sexual, la vivencia infantil, la vivencia accidental más la situación
de entrevista y el entrevistador como objeto de transferencia.
En esta entrevista es importante comenzar con una consigna clara y precisa, donde se explicite al paciente que
hable libremente de cada una de los tópicos y que intervendremos haciendo preguntas, y que ello servirá para
conocerlo y encontrar los motivos de su situación.
8. Administración de tests y técnicas proyectivas: el objetivo de esta etapa reside en la recolección de material que
permita comparar un mismo tipo de contenido disparado por diferentes estímulos o instrumentos. Se propone
desde el enfoque psicodinámico en esta etapa la planificación y administración de una batería de tests y técnicas
proyectivas.
García Arzeno (1993) propone que los factores a considerar deben ser quién formula el pedido, la edad
cronológica del examinado, el nivel sociocultural del sujeto y su grupo étnico, déficit sensorial o comunicacional,
momento vital, contexto espacio-temporal y elementos de la personalidad a investigar.
La secuencia recomendada por Berardo de Bauduco (1992) incluye para adultos y adolescentes:
Una primera sesión con tests gráficos: gráfico libre, DAP, familia, HTP. Si se presumen problemas de madurez o
afección orgánica se incluye a continuación el test de Bender.
Una segunda sesión que incluya el test de Rorschach y el Desiderativo, finalizando con el
relato de un recuerdo o sueño para no despedir al paciente tan movilizado.
Una tercera sesión donde se administra el test de Phillipson, conocido como TRO.
La intención es responder sobre las defensas 3 manifiestas y latente, sobre el por qué y con qué fin han sido
optadas por el yo, sobre el nivel evolutivo de la defensa y las características patológicas o adaptativas, así como el
grado de elasticidad y de compromiso de la personalidad.
9. Entrevista de Devolución: Siquier de Ocampo (1974) destaca que la devolución funciona como prueba de realidad
de que el psicólogo ha salido indemne del depósito de los aspectos más dañados o dañinos del paciente, que los ha
aceptado junto con los buenos y reparadores reconociéndolos como coexistentes y propios del examinador. La
devolución de la información supone una oportunidad para verse a sí mismo con más criterio de realidad y con
menos distorsiones idealizadoras o peyorativizantes. Sin embargo, Etchegoyen (1997) resalta que la devolución
no debe ir más allá del objetivo de la tarea realizada, aconsejar el tratamiento más conveniente, y sucintamente los
fundamentos de la indicación.
Sendín (2000) postula como objetivos de esta entrevista el sintetizar e integrar elementos del funcionamiento
psicológico; clarificar aspectos descriptivos y en su caso etiopatogénicos de los trastornos que originaron la
consulta; orientar y aportas vías de solución a través de una planificación de la intervención; cerrar el proceso
evaluativo dándole un sentido propio; registrar las reacciones de los destinatarios ante los aportes de información:
comparar la dinámica interpersonal de esta entrevista con la que tuvo lugar en entrevistas anteriores; y recopilar
información con valor pronóstico.
En este momento, pueden surgir nuevos elementos que complementen el panorama y que permitan mantener o
reformular la recomendación terapéutica que se había considerado. La devolución supone el final del
psicodiagnóstico con el evaluado, en tanto que para el caso del derivante se considera una última fase que incluye
el informe escrito.
10. Entrega de información: Rosenfeld y Avrutin (2004) expresan que a través del informe escrito se intenta despejar
las dudas y/o preguntas del derivante que motivaron el pedido del psicodiagnóstico. Se trata de la comprensión a
la que el psicólogo ha llegado respecto del significado de los síntomas, la etiología de los mismos, así como la de
la estructura psíquica del sujeto. Estas autoras destacan que los datos relevantes para realizar un informe en el área
clínica son: la fecha, los datos de filiación, motivo de consulta, pruebas administradas, características
significativas del sujeto (modo de vestir, modalidad de contacto, modalidad de presentación, datos significativos
de su historia, etc.), conducta mantenida durante el proceso, recursos intelectuales, recursos afectivos, conflictos,
diagnóstico descriptivo, pronóstico y estrategias a seguir.
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La evaluación psicológica y el psicodiagnostico en la Argentina: perspectivas en la formación académica y en el
ejercicio profesional.
La formación Universitaria. Desde que se creó la carrera en 1948, se incluyó el área de Evaluación y Diagnostico
Psicológicos, cuyas designaciones fueron variando con los cambios curriculares, cubriendo la formación básica en
técnicas proyectivas y psicométricas para niños y adultos.
Si analizamos el lugar que ha tenido en la formación universitaria, se podría decir que se ha pasado de un periodo de
desvalorización, a un periodo de revalorización y fortalecimiento en los 90. Dicho fortalecimiento tiene su expresión en la
fundación de asociaciones científicas específicas, una a nivel nacional y otra a nivel internacional. Se intensifico la
producción científica por la posibilidad de comunicar hallazgos y experiencias en ámbitos específicos, congresos o
publicarlos en revistas de la especialidad; se produjo un contacto más intensivo entre docentes especialistas en evaluación
como entre los psicólogos que en su práctica se dedicaron a esta área. Dos factores externos a la disciplina han
contribuido: por un lado las nuevas y crecientes exigencias del sistema de ciencia y técnica que se impuso en Argentina a
comienzos de los 90; por otro, el acelerado desarrollo de las comunicaciones.
Otro aspecto relevante es la coexistencia en el ámbito universitario con el modelo psicoanalítico, al que adscribe la mayor
parte del cuerpo docente y que, por lo tanto impregna los contenidos de casi todas las asignaturas. Como consecuencia, el
alumno se siente más motivado a aprender la teoría psicoanalítica, que evaluación psicológica.
La consolidación del área depende, no solo de la formación universitaria, también del lugar que dicha área tiene en el
ejercicio profesional. Esto se presenta vinculado con los sistemas de salud, que se denominan “Obras Sociales”. Desde
este enfoque cabe hacer una consideración: no todas ellas cubren prestaciones psicológicas y las que lo hacen, tienden a
limitar el número de sesiones.
Evaluación Psicológica e Investigación. Haciendo un análisis de las tecnologías y metodologías empleadas por diversos
proyectos de investigación, a las que hemos tenido acceso, se destaca que un gran número de proyectos emplean
instrumentos de evaluación, ya se trate de test estandarizados o de técnicas construidas especialmente. Con ello
intentamos mostrar que la evaluación está fuertemente arraigada en las tareas de investigación.
Evaluación Psicológica y Psicodiagnostico. En los 90, se fue instalando progresivamente en el lenguaje académico, el
constructo “Evaluación Psicológica” que coexiste con el clásico de “Psicodiagnostico”, este último muy arraigado en la
práctica, en los códigos de comunicación interdisciplinarios y en las obras sociales.
Llama la atención el uso de estos términos, en ocasiones como sinónimos, en otras de un modo confuso. Nos interesa
señalar que las múltiples acepciones actuales del termino psicodiagnostico no le confieren una significación univoca:
psicodiagnostico, valoración diagnostica, evaluación psicológica han creado bastante confusión.
Rorschah, usa por primera vez el término “Psicodiagnostico”. Posteriormente comenzó a emplearse como evaluación, con
más de una prueba y en Europa se lo uso como sinónimo de evaluación psicológica. En los países anglosajones, fue
utilizado en las evaluaciones en el campo clínico (ámbito en que había surgido) y se centró en la detección de aspectos
patológicos y deficitarios. En aquellos como en algunos países latinoamericanos, el término aparece vinculado a dos
modelos: el modelo médico y el psicoanalítico.
El termino Psychological Assessment, nace en un contexto no clínico, a partir de la publicación Assessment of Man, de la
oficina de servicios estratégicos del ejército de EE. UU. Incluye las dos vertientes mencionadas, e incorpora una nueva, el
interés por conocer los recursos potenciales enfatizando en los aspectos sanos del comportamiento y no solo en los
psicopatológicos.
El termino EP es comprehensivo y contiene como una subcategoría al Psicodiagnostico. Este sería una forma de
evaluación que supone, situarnos en el plano de la salud-enfermedad a fin de determinar en qué medida el sujeto presenta
algún tipo de psicopatología que va a necesitar una determinada intervención.
En suma, consideramos más amplio y flexible al concepto de EP, y al Psicodiagnostico, como un modelo de trabajo valido
centrado en el campo de la clínica, con énfasis en la psicopatología.
Perspectivas futuras. Una mayor consolidación del área, puede derivarse de las acciones que los colegios profesionales
ejerciten frente a los responsables de las políticas de salud, posibilitando que la comunidad tenga acceso a los servicios de
asistencia psicológica. Es un desafío la construcción y puesta a prueba de nuevos instrumentos que permitan mayor
eficiencia y eficacia en la intervención del psicólogo evaluador. En los ámbitos universitarios de Argentina, sería
saludable la superación del monoparadigma.
Falta aún profundizar la discusión acerca de los alcances y límites de las nociones de Evaluación y Psicodiagnostico,
partiendo que en el siglo que acabamos de iniciar la psicología tiende a centrar su atención en los enfoques salugenicos
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más que en los psicopatológicos, y la evaluación psicológica, tendrá mayor utilidad social en la medida que pueda mostrar
con las capacidades y potencialidades del sujeto y no solo sus rasgos psicopatológicos.
UNA POSICIÓN EPISTEMOLÓGICA. Desde una visión científica, se puede pensar que existen dos dominios: la
realidad y la teoría. Eso si, se espera que haya una perfecta correspondencia entre estas y además, altos niveles de
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isomorfismo e isofuncionalidad. Ello permite que se configuren paradigmas de aproximación al fenómeno de interés, que
en este caso es el proceso de salud-enfermedad. Con ello se asume que se estudiará ese modelo con la visión de que los
hallazgos allí, serán el reflejo exacto del funcionamiento de la realizador postura epistemológica, la búsqueda de la verdad
(Entendida como el conocimiento exacto de las leyes que rigen los fenómenos... o sea el manual de funcionamiento de la
naturaleza!) es la motivación central del científico, pero esta nunca será alcanzada por la insaturabilidad de la ciencia. O
sea nunca se tendrá la certeza de que una u otra teoría es la realmente valida.
Dado lo anterior solo queda utilizar estrategias que permitan acercar teoría y realidad: incrementar la probabilidad de que
la teoría sea el reflejo de la realidad ; o su complemento, disminuir la probabilidad de error y azar en la información, en
términos más directos, que los datos que se obtienen sean validos (veraces ).
ALGUNOS CONCEPTOS DE EVALUACIÓN. Sin pretender una amplia revisión sobre el concepto evaluación, se debe
recordar que esta consiste en un proceso de asignación de "números" a las diferentes "magnitudes" o "clases" en que se
pueda manifestar una dimensión o variable, como el tiempo de evolución, la temperatura corporal, el nivel ansiedad o el
genero de un consultante. Por ello en el fondo y en mayor o menor medida, evaluar significa usar el modelo matemático
para diferenciar las manifestaciones de un fenómeno y es mejor en la medida en que el proceso de asignación del número
sea más perfecto, o sea que la variable se acerque más al funcionamiento del modelo de las matemáticas (Acá el
paradigma de análisis es el modelo matemático y la realidad, las variables que se pretenden evaluación.
Podría pensarse que la evaluación hace perder la visión integral del ser humano ya que en realidad al hacer la medición es
necesario predefinir específicamente la variable objeto de medición. No obstante, en si mismo, optar por medir una
dimensión con un instrumento particular no genera que desde el nivel humanista se pierda el concepto global del ser
humano sino que desde este marco se pretende observar cómo es el comportamiento del individuo en una variable. Aun
cuando el instrumento, sólo pueda medir una o algunas de las dimensiones humanas, es en el análisis diagnóstico de esta
información donde se debe reflejar la habilidad del profesional para mantener la integralidad humana. Posiblemente no
exista un instrumento que sea capaz de ponderar la amplia gama de dimensiones presentes en un individuo e inclusive en
un proceso organizacional, clínico o similares y por ello es necesario que hayan diversos instrumentos según los objetivos
de la evaluación.
Tal vez uno de los conceptos centrales de la evaluación en salud es la validez, entendida como "la certeza de que la
información obtenida sea el reflejo de la realidad". O como en la jerga coloquial se diría "Que se mida lo que se quiere
medir". En otros términos, que si el psicólogo pretende evaluar la calidad de atención percibida por el paciente, el
instrumento realmente informe el nivel en que se encuentra su percepción en esta variable y no hayan otros elementos que
puedan ser conceptualmente los causales de la valoración obtenida como podría ser la actitud del paciente hacia su
padecimiento o hacia el personal de salud que le atendió.
Dentro de la más simple psicometría la validez se calcula por el grado de correlación de una prueba con otra ya
previamente conocida, ello por ende exige que se tenga un instrumento para validar otro o por lo menos que puedan darse
indicadores clínicos tomables como gold standard o patrones de oro.
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d : Número de sanos (no deprimidos) diagnosticados por la prueba como negativos (no deprimidos) que efectivamente no
presentaban la condición de salud evaluada (depresión). Acierto diagnóstico.(Verdaderos no-deprimidos)
Lo anterior muestra descriptivamente que el resultado de una prueba (Positivo-negativo), visto por si solo no es garantía
de un evaluación adecuada o diagnóstico( enfermo-No enfermo), como en este caso se le está llamando. Ello requiere
entonces, que el clínico no solo atienda al resultado estricto de una evaluación sino que exija conocer propiedades de
validez de los instrumentos. Con base en la misma tabla, se podrían calcular los siguientes indicadores de validez:
UNA VISIÓN DEMOGRÁFICA DE LA EVALUACIÓN. Corresponde también al área de salud el análisis del
comportamiento poblacional de los grupos sociales o comunidades en las cuales se va prestar el servicio. La demografía
es el área del conocimiento que tiene por objeto el análisis de los comportamientos poblacionales sean vistos como
estáticos o dinámicos. Dentro de esta, las cuatro variables básicas de interés son la mortalidad, la natalidad, la fecundidad
y las migraciones. Se suman a ellas el estudio de la morbilidad, la estructura poblacional, los brotes epidémicos y el
mapeo de riesgos, entre un sinnúmero de fenómenos. la comprensión del perfil de morbimortalidad ayuda al grupo de
salud y dentro de el, al psicólogo, a la planificación
de estrategias localizadas para la disminución de los índices e inclusive posteriormente permite evaluar el impacto real de
las medidas o programas establecidos, entre otros usos. Igualmente el conocimiento de la estructura poblacional y su
dinámica permiten las proyección demográficas y con ello el establecimiento de políticas de salud. El psicólogo no debe
estar al margen de ello. Adicionalmente, la morbilidad vista demográficamente pero con un componente epidemiológico
permitiría hacer análisis de riesgo con lo cual se podrían identificar los factores de exposición y según su polaridad y
fuerza de asociación, diferenciar los factor es de riesgo de los factores protectores y obviamente actuar sobre ellos de
manera que la morbilidad se pudiese controlar.
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Por su parte, el conocimiento de la fecundidad y la natalidad permiten conocer indicadores de crecimiento poblacional y
con ello, prever la demanda de recursos de salud, de profesionales e infraestructura general. Para psicología
específicamente, sería de interés conocer en esta área la tasa de proporción de abortos y si fuese posible, la de abortos
inducidos no patológicos, además, la proporción de nacimientos deseados versus no deseados, entre otros.
En conjunto la visión demográfica complementada con la aproximación epidemiológica permiten el uso de la información
para establecer estrategias de vigilancia epidemiológica. A nivel de las variables de interés para la psicología son contados
los casos en los cuales se cuenta con programas que permitan mediante indicadores directos e indirectos, informen de
manera oportuna y eficaz, la elevación de un índice de morbilidad que genera una reacción de control por parte de los
organismos de salud. La vigilancia epidemiológica sería el sistema de alerta para que el psicólogo actúe sobre el ambiente
o grupos sociales en los cuales se disparó un indicador de alteración de salud en su área de interés.
EVALUACIÓN DE LA EVALUACIÓN. No se puede pasar por alto, la actitud crítica que en torno a la evaluación se
debe tener tanto por parte del clínico como de los investigadores de psicología de la salud.
la evaluación de la evaluación, es un requerimiento obligatorio y ello parte no sólo del análisis conceptual de los
parámetros de validez sino también de aspectos más puntuales. Interrogar respecto al "intervalo de lo normal" que
implícitamente debe tener la prueba es uno de los aspectos requeridos, aún cuando cuestionable, representa el esfuerzo
para medir y cuantificar en la variable cómo es el comportamiento cuando el individuo no presenta la alteración
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convirtiéndose en el punto de referencia para posteriormente analizar la alteración. Ello exige entonces, que en el proceso
de construcción de los instrumentos no solo se contemplen los grupos patológicos extremos sino que además, haya
representación de la gama de manifestación de la variable, de tal manera que el instrumento pueda ser más sensible y
específico que si solo se le somete a grupos marcadamente afectados. Como línea de investigación, el psicólogo de la
salud, debería explorar el comportamiento "normal" de los grupos de referencia para posteriormente poder tipificar las
desviaciones.
UNA VISIÓN ÉTICA. No por dejarse de última, esta es menor importante, eso sí, debe ser la preocupación permanente
del psicólogo de la salud como clínico y como investigador y es precisamente la evaluación una de las primeras áreas que
le establece dilemas éticos explícitos o implícitos. Sólo se resaltará que también es requerimiento ético el conocimiento
adecuado y actualizado de las estrategias evaluativas ya que no se puede privar al paciente de acceder a una adecuada
tecnología por carencia de conocimiento del profesional , de hecho someter a un individuo a técnicas de evaluación no
validadas o con baremos no conocidos o inapropiados, puede llevar a diagnósticos inadecuados que no solo configuran un
error clínico sino dado que se originan en una falta de rigor científico, tipifican una acción éticamente cuestionable.
UNIDAD 2.
ACUÑA. “Modelos teóricos de personalidad y su intervención.
Los modelos teóricos de la personalidad se definen a partir de modelos teóricos de la psicología.
Antuña, Cano y García proponen que esos modelos podrían agruparse teniendo en cuenta: a) la relación entre los autores o
los principios fundamentales de cada modelo; b) la clasificación de tipo dimensional que consiste en utilizar una seria de
dimensiones a priori que se utilizan para ubicar a cada modelo a lo largo de las mismas (p.e. psicoanálisis y conductismo
como polos) y c) la clasificación epistemológica que trata de agrupar a las teorías de acuerdo a criterios internos a ellas,
teniendo en cuenta sus basamentos como: naturaleza del ser humano, del mundo, el método, los elementos a investigar,
etc.). En este último caso, se admiten cuatro grandes metateorías: la psicodinámica, la fenomenológica, la objetivista
(programas de investigación de rasgos, biológico, conductual y sociocognitivo) y la constructivista (programas de
investigación cognitivo, social y de narrativas).
Otra perspectiva clasificatoria es la que propone Luengo, quien expresa que desde las teorías clínicas, el concepto de
personalidad aparece vinculado al contexto clínico y a los modelos psicodinámicos. Dichas teorías hacen hincapié en la
comprensión global de la conducta en función de relaciones existentes en la estructura de la personalidad. Las técnicas
proyectivas surgen, basadas en la importancia que se le atribuye a los procesos inconscientes en las teorías
psicodinámicas. Pero también, a la influencia de otros enfoques fenomenológicos que destacan las interpretaciones, que
hace el sujeto de sí mismo y del mundo externo, como experiencia subjetiva. Mientras que, para las teorías psicométricas,
la estrategia factorial se sustenta en la definición de personalidad como un conjunto mayor o menor de disposiciones
(rasgos o tipos) que pueden cuantificarse, son graduables y permiten analizar diferencias individuales.
Existen dos niveles de análisis para estos supuestos: a) el que está influido por la tradición biotipológica médica, el
desarrollo de las teorías constitucionalistas y los desarrollo de la escuela soviética, centrados en el análisis de dimensiones
temperamentales prefijadas biológicamente1; b) el nivel relacionado con los estudios de psicología diferencial que se
centra más en la raíz biológica de las disposiciones temperamentales, en el análisis correlacional de respuestas habituales
que se agrupan empíricamente en forma de rasgo, o conjuntos de rasgos, tipos.
El Enfoque Conductual, representó un llamado de atención sobre el uso que se hacía del concepto rasgo y de las técnicas
de evaluación, al desconocer el efecto de lo situacional, en la definición y evaluación de la personalidad.
El modelo interaccionista modifica las unidades de estudio de rasgos globales inferidos a partir de signos conductuales,
por actividades cognitivas y patrones de conductuales que se evalúan siempre en relación a las condiciones que los
evocan, los mantienen y los cambian. Asimismo, aproxima el estudio de la personalidad al campo de la cognición social y
otorga gran importancia a los factores cognitivos.
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Delgado expresa que la personalidad es un sistema de disposiciones individuales dominantes según el cual se ordena y
manifiesta la vida anímica de cada sujeto en lo que respecta a su espontaneidad, a su impresionabilidad y a su modo de
reaccionar con cierto grado de coherencia y con mayor o menor conciencia e intención por parte del yo.
Distingue dos puntos de visa en el estudio de la estructura general de la personalidad. El primero analítico, atiende a la
distribución de propiedades y rasgos como toda actitud determinada, inherente al sujeto y manifiesta en situaciones más o
menos precisas. El segundo, sintético que la reduce a planos de integración.
Feldman destaca que el término personalidad, se utiliza de dos maneras diferentes pero relacionadas. Por un lado, se
refiere a las características que distinguen a las personas y las hacen únicas. Por otro, la personalidad se utiliza como una
manera de explicar la estabilidad de la conducta de las personas que los lleva a actuar de modo similar en diferentes
situaciones y tiempos distantes.
Vinculado al concepto de personalidad aparece el de temperamento, referido a las disposiciones innatas, genéticamente
dadas y representadas constitucionalmente de lo que va a formar parte de la personalidad. El temperamento incluye
aspectos afectivos y cognitivos, relaciona al individuo con el mundo. Determinará patrones habituales de conducta los
cuales constituirán el carácter. Este último, por lo tanto deriva de la interacción entre el temperamento y las relaciones con
el mundo externo y los otros; y es el reflejo conductual de la identidad.
La idea de trastorno o desorden de personalidad. Ansell y Grilo destacan que el concepto de desorden o trastorno de la
personalidad, no está referido simplemente a una personalidad con “dificultades”.
En el DSM IV se hace explicita la definición de personalidad: “los rasgos de personalidad son patrones persistentes de
formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se pone de manifiesto en una amplia
gama de contextos sociales y personales”. Los trastornos de personalidad se construyen a partir de estas unidades y la idea
de patología es que estos rasgos poseen características definidas de inflexibilidad, desadaptación, provocan un deterioro
funcional significativo o un malestar subjetivo. Se indican cuatro dominios de detección: cognitivo, afectivo, interpersonal
y control de estímulos; y que no sean efecto de una enfermedad médica (p.e traumatismo craneal), de efectos fisiológicos
producidos por sustancias.
En el caso de la CIE-10, el autor mencionado, considera que la idea planteada es similar en el sentido en que se apela a la
estabilidad de la afectividad, excitabilidad, al control de los impulsos, a formas de percibir y pensar y al estilo de
relacionarse con los demás
En síntesis, los modelos estructurantes de la personalidad son dimensionales y cuantitativos, mientras el modelo que
defienden los sistemas clasificatorios como CIE y DSM, son de tipo categorial.
La segunda clasificación propuesta más arriba3, está basada en los desarrollos de Beck y
Freeman quienes proponen una teoría sobre los trastornos de personalidad, que representa una teoría general de la
personalidad, caracterizada como cognitiva y asentada en una epistemología evolucionista, de la que se deriva una
determinada forma de acción terapéutica (el cambio de creencias). Los trastornos de personalidad se proponen como
creencias disfuncionales y desadaptativas que hacen a los sujetos vulnerables cognitivamente.
La personalidad es una organización relativamente estable compuesta por sistemas y modalidades. Estos esquemas se
organizan según sus funciones y contenido. Asimismo en los esquemas se distinguen subsistemas.
Los trastornos de personalidad también han sido foco de enfoques y modelos como el llamado modelo de los cinco
grandes; y como el propuesto por el mismo autor (Pelechano) bajo la nominación de modelo de parámetros.
El modelo de los cinco grandes postula la técnica de factorización para la delimitación de las dimensiones básicas de la
personalidad partiendo del material obtenido mediante el lenguaje cotidiano. Se entiende que el análisis racio-empírico del
lenguaje proporciona una serie de facetas (equivalentes a factores racionales de primer orden) que convenientemente
analizadas y sometidas a análisis factorial resultan en un modelo de cinco dimensiones: neuroticisimo, extraversión,
apertura a la experiencia, cordialidad y escrupulosidad que a su vez incluyen distintas facetas. Su hipótesis básica es la
existencia de proporcionalidad entre la relevancia psicológica y personal de las expresiones lingüísticas referidas a los
afectos y maneras de comportantes por un lado y la frecuencia de uso de estas expresiones en el lenguaje por otro. Así, la
estructura resultante incluye el patrón de covariancia propio de las expresiones más frecuentes, entendiendo la frecuencia
como un criterio de normalidad.
Por otra parte, el modelo de parámetros propone una concepción de personalidad representada por diferentes niveles de
análisis que van desde lo bioquímico hasta lo básico funcional y desde las dimensiones muy resistentes al cambio hasta
los elementos de reactividad situacional.
La aparición de un trastorno no se da solo en la presencia de una puntuación extrema sino también en la relaciones entre
ellas que resultan fundamental para la elaboración de un diagnostico estructural, con mayores posibilidades a la hora de
enfrentarse a las distintas entidades psicopatológicas
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Algunos instrumentos asociados al enfoque categorial del DSM IV son: Evaluación de los trastornos de personalidad
(IPDE), Entrevista clínica estructurada para el Eje II del DSM IV (SCID II), MCMI III (Inventario clínico multiaxial de
Millon), Inventario del Eje II de Coolidge (CATI), Procedimiento de evaluación de Shelder y Western (SWAP-200),
entrevista diagnóstica para trastornos narcisistas, entrevista diagnóstica para trastornos limítrofes, Lista de criterios
psicopáticos revisada (PCL-R).
Otros instrumentos asociados a la psicología de la personalidad 16 factores de personalidad de Cattell (16PF), Inventario
multifásico de personalidad de Minnesota II y revisado factorialmente (MMPI II MMPI RF), Inventario de estilos de
personalidad de Millon (MIPS), Inventario de personalidad NEO PI revisado (NEO PI R), Inventario de la personalidad
(PAI), Inventario de la personalidad de California (CIP) entre muchos otros.
Métodos proyectivos y psicoanálisis. Para Celener el aparato psíquico plasmado por Freud, constituye el mismo objeto
modelo que el psicólogo quiere conocer y explicar a partir de métodos proyectivos (no es lo mismo método psicoanalítico
clínico que metodos proyectivos).
Hipótesis que subyacen a estos métodos:
1. Determinismo o causalidad psíquica: toda respuesta a un sujeto debe ser considerada como condicionada por lo
psíquico inobservable y por lo tanto la interpretación adecuada de dicha respuesta, permitirá aprehender el
fenómeno psíquico no observable. Las respuestas obededen a una causa psíquica.
2. Hipótesis de proyección: toda actividad de un individuo dado lleva en si el sello de su individualidad. De este
modo, si se la interpreta correctamente, cualquier conducta deberá servir como índice de la individualidad y de
sus características de adaptación o inadaptación. Se considera en ella, la proyección, es todo modo de organizar el
mundo privado del sujeto.
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Freud “la proyección, sirve para resolver un conflicto afectivo, en un conjunto de situaciones psíquicas
conducentes a la neurosis, pero, la proyección, no es únicamente un medio de defensa, pues la observamos
asimismo en casos que no existe conflicto. La proyección desempeña un papel capital en nuestro modo de
representación del mundo exterior. “
3. Hipótesis de la apercepción: referida a la interpretación en diversa medida subjetiva que hacemos de un objeto. El
proceso aperceptivo se puede explicar del siguiente modo: nuestro sentido son impresionados por un objeto con el
que toman contacto físico; los impulsos nerviosos originados en los receptores sensoriales llegan a los centros
cerebrales, donde de alguna manera, entran en la corriente de la vida, que los conforma según sus requerimientos;
el dato inicialmente objetivo, asi configurado auto morficamente, es re situado en el mundo externo (proyección)
y recién entonces accede a la conciencia que se ubica ante el mismo como si fuera tal como ella lo capta. En el
caso de la percepción objetiva, juegan un rol minimo los factores internos, como si el objeto fuera indiferente para
el programa perceptivo, que por tanto no lo impregna y por eso no encontramos allí proyección (Mirotti).
En las apercepciones se respeta el dato objetivo y se aprovechan los requicios que dejan la ambigüedad para
introducir lo subjetivo, pero cuando los factores internos ejercen tal presión que los aspectos objetivos son
ignorados o deformados hablamos de distorcion aperceptiva.
Técnicas proyectivas y juicio clínico. El principal objetivo del psicólogo clínico es el estudio dela personalidad, de su
desarrollo y de sus descompensaciones psicopatológicas.
Entre los recursos técnicos, las técnicas proyectivas aparecen como los instrumentos que le permiten recoger la mas
amplia muestra de conductas en el marco de un situacion estandarizada. Se trata de materiales poco estructurados que
requieren que la persona lo estructure de acuerdo a sus propias pautas, que cobran sentido cuando son interpretados. Lo
importante es como se elaboran los juicios clínicos.
Podríamos caracterizar al juicio clínico como los pasos a seguir en la elaboración de hipótesis clínicas. Descriptivamente,
un juicio clínico es un proceso de transformación de datos.
Sarlin, pretende dar cuenta del proceso cognitivo involucrado en la formación de juicios clínicos. Ellos definen la
inferencia como “la transformación cognitiva de un conjunto de eventos a través de otro conjunto de eventos que
producen conocimientos nuevos acerca del primero.”
Los modelos lógicos no dan cuenta del proceso afectivo involucrado en el juicio clínico, referido no ya a predecir
conductas manifiestas sino a comprender la experiencia interna de otra persona.
Harty, propone un modelo diferente. El clínico puede hacer una contribución única a partir de su habilidad de construir un
modelo interno del otro, que existe como una subestructura de su propio yo y que se forma en parte mediante un proceso
psíquico regresivo.
Money-Kyle, hablando de la inferencia psicoanalítica, le describe como una forma de pensamiento antropomórfico que
permite inferir un motivo en las conductas de otro a través de un conocimiento de la relación entre motivo y conducta en
el análisis mismo.
Convendría indicar que los juicios clínicos son formulaciones que un experto elabora acerva de otra persona, que se hallan
avaladas por los conocimientos científicos específicos del experto. Toda persona se maneja con un esquema estable de
expectativas y anticipaciones sobre la conducta de otras personas.
Esto nos ubica entre juicios precientificos y científicos, estos son los que emite el psicólogo en el juicio clínico. Podemos
reconocer la incidencia de 3 variables:
a) Modelo teorico que el psicólogo maneja.
b) Su experiencia clínica.
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c) Sus características de personalidad y estilo cognitivo.
El manejo interpretativo de materiales clínicos, no se basa, en la aplicación de ninguna regla mecánica sino que descansa
fundamentalmente en la habilidad del psicólogo para integrar indicios significativos. De ahí que no solo indican el marco
teorico que este maneja y su experiencia clínica, sino también las características de su personalidad y su estilo cognitivo
(capacidad empática, apertura del clínico).
Lunazzi de Jubany refiere que el equipo mental del psicólogo será el único y verdadero punto de articulación de la Teoria
con la Tecnica en la practica porque el psicólogo que administra y evalua no es separable de las técnicas, ellas valen lo
que vale quien las aplica e interpreta.
Dentro de los requerimientos para construir un juicio clino confiable n psicodiagnostico, L. d Jubany encuentra:
I. La formulación de hipótesis que puedan ser indagadas ridurosamente.
II. Selección e integración de indicadores que permitan transformar un conjunto de datos en otro, que le corresponda
pero que permita su delimitación teorica, dinámica y singular.
III. Se sustentara en una indagación analítica de fenómenos diversos que comenzaran a insistir posteriormente:
criterio de recurrencia en determinados aspectos.
IV. La rigurosidad se sustenta en un tratamiento suficientemente amplio y abarcativo del problema y su contexto.
V. Tarea investigativa que involucra en el psicólogo sus aspectos cognitivos, su formación y su experiencia técnica,
sus marcos teóricos, su disponibilidad afectiva e ideologica.
Recurrencia: reiteración de un mismo indicador en varias áreas del material brindado por el sujeto. Ej, omisión de las
manos en todas las figuras.
Concurrencia: reiteración de una secuencia dinámica que se expresa a través de indicadores disimiles y en algunos casos
hasta opuestos. Por ej, dibujo pequeño, botones alineados, pechos sombreados en figura femenina, boca, convergen en:
inseguridad y dependencia.
Requerimientos implícitos para la construcción adecuada de juicios clínicos, se consideran:
Capacidad para disponer de nuestras fantasias y emociones.
Capacidad para tolerar la cualidad del vinculo propuesto: compromiso y tolerancia a la frustración de su duración,
distancia y separación.
Capacidad para percibir y ser contingentes del sufrimiento y de las transferencias inductivas, sosteniendo el
encuadre a pesar de ello.
Plasticidad para obrar cambios.
Permeabilidad para aceptar y confrontar las propias motivaciones icc.
Curiosidad por el mundo interior propio y del otro.
Técnicas proyectivas expresivas o graficas. Las técnicas expresivas son definidas como un procedimiento en el que se
requiere que el sujeto ejecute una producción grafica. En estas técnicas no existe para este tipo de técnicas ningún objeto
a percibir o manipular.
Daniel Widlôcher (1971) destaca 4 modalidades de trasmitir sentido a través de la imagen dibujada:
El gesto grafico, la manera con que los sujetos organizan la superficie blanca expresa ciertos elementos de su estado
emocional. Este sería el valor expresivo del dibujo y apunta a la vida afectiva del sujeto.
El estilo general de la producción grafica revela disposiciones fundamentales de la visión de del mundo del sujeto siendo
este su valor proyectivo. No se trata de analizar los detalles sino de captar el efecto global que produce, su estilo.
J.Nejamkis, sostiene que el dibujo de un sujeto se observa una combinación de estilos donde prevalece uno de ellos, un
estilo base, que si bien puede ir modificándose en el tiempo, siempre queda una estructura básica en el sujeto. Dichos
estilos dan cuenta del sentido que le da una persona a su realidad interna y externa. Nejamkis nombra 6 estilos de
expresión plástica: abstracto, idealista romántico, expresionista, realista, fantástico surrealista y barroco.
El valor narrativo del dibujo se centra en la posibilidad de acceder a los centros de interés, preocupaciones y gustos del
sujeto. Existe una sobre determinación de móviles, incluso cuando la consigna especifique lo que debe dibujar. El valor
narrativo del dibujo tiene una significación simbólica.
Debe mencionarse y distinguirse una cuarta modalidad de transmisión de sentido que se encuentra asociada a los
pensamientos y sentimientos inconscientes que pueden ser revelados a través del dibujo. El punto de vista psicoanalítico
aparece cuando, estudiando el contenido de los dibujos, podemos comprobar la repetición de determinados temas, la
reincidencia en la elección de objetos, y ciertas particularidades estilísticas que resultan inexplicables para el sujeto.
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Esta modalidad de expresión se inscribe en un registro de pensamientos inconscientes al cual no se puede acceder más que
por procedimientos deductivos de interpretación.
Los contenidos inconscientes no se manifiestan por sí mismos sino como productos transaccionales como las
producciones graficas.
Las técnicas expresivas mas utilizadas en los procesos evaluativos, principalmente en el psicodiagnosticos son:
La Técnica del Dibujo Libre evidencia ser sumamente útil al inicio y final del proceso psicodiagnóstico para indagar
fantasías de enfermedad y curación.
A través de esta técnica es posible indagar al menos dos cuestiones básicas: como se presenta el sujeto y como queda
metaforizada la conflictiva.
Ana María González (1991) sostiene la hipótesis de que el dibujo libre facilita el rapport para la apertura del proceso
psicodiagnóstico y disminuye la ansiedad por la connotación lúdica de la actividad.
HTP. Hammer (1969) sostiene que estos conceptos poseen gran potencia simbólica que se saturan de las experiencias
emocionales e ideacionales ligadas al desarrollo de la personalidad.
Consiste en la posibilidad de observar la imagen interna que el examinado tiene de si mismo y de su ambiente.
La casa representa un modo de proyectar el cuerpo hacia el espacio exterior e indagar espacios potenciales entre el adentro
y afuera, además sintetiza numerosas vivencias y puede remitir al espacio familiar.
El árbol, el sujeto proyecta la imagen de si mismo mas inconsciente destacando aspectos relacionados con el crecimiento
del sujeto.
Esta imagen facilita la proyección de la personalidad en tanto promueve la identificación con lo humano.
La figura humana también es abordada por K. Machover a través de la técnica DAP (Draw a person) Parte de la hipótesis
de que siendo el cuerpo la referencia del Yo, el dibujo de la figura humana sirve de vehículo para la proyección de la
personalidad. Esta proyección sufre omisiones y disfraces en relación a la conflictiva del sujeto que permite una
interpretación simbólica y clínica.
Test de la pareja humana, formulado po Bernstein. Busca explorar los aspectos vinculares del sujeto, en esta técnica se
consideran las posibilidades del sujeto de establecer un vínculo con el otro, indagar qué tipo de vínculo establece y si es
capaz de sostener una distancia proyectiva con su producción.
El dibujo de la familia. Esta técnica permite indagar sobre la representación internalizada por el Yo de un escenario
familiar con acuerdos y conflictos de mayor o menor grado, permite inferir los roles de cada miembro y el tipo de vinculo
que establecen entre ellos.
El dibujo de la persona bajo la lluvia. permite evaluar cómo se defiende el sujeto en situaciones ambientales estresantes.
En la interpretación de esta técnica se busca obtener la imagen corporal del individuo bajo condiciones ambientales
desagradables, tensas, en los que la lluvia representa el elemento perturbador.
Es licito y enriquecedor comparar esta técnica con la producción que un mismo sujeto haga de la técnica de figura humana
de Machover, ya que al faltar el elemento estresante, permitirá comparar sus defensas frente a situaciones relajadas o de
tensión. (Silvia Querol 2008).
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En los graficos es en general la administración colectiva. Si la administración se realiza en grupos pequeños,
algunas de las conductas individuales son aun observables.
Después de obtenidos los dibujos, el examinador debe hacer una rápida inspección de los mismos, y
eventualmente solicitar aclaración sobre algunos aspectos, particularmente si hay algún rasgo muy original o algo
aparece como una posible distorsión; los aportes del examinado pueden ser una valiosa ayuda a la interpretación.
Las características de un dibujo que la estadística indican como “comunes”, son en general poco significativas, si
bien esto debe confirmarse en cada caso; lo original, muy personal en cambio, siempre debe ser atendido.
En general los dibujos tienen aspectos conscientes y otros no. Lo consciente no carece de importancia.
El tamaño grande supone expansión y pobre control, lo pequeño, inhibición o demasiado control. Un dibujo vacío
carente de detalles, es más primitivo, mientras el exceso de detalles sugiere un esfuerzo de control casi obsesivo.
En los gráficos es de interés atender a la “simbólica del espacio”: lo que ésta arriba es lo valioso, igual que lo más
grande; a la derecha lo evolutivo, la realidad, lo normativo y paterno; a la izquierda lo regresivo, lo emocional, lo
materno. Abajo lo malo o no valioso.
Se parte del supuesto de que el dibujo está “determinado”. Podemos entonces aceptar con suficiente seguridad
(aunque no dogmáticamente), que las conductas “nucleares” pueden considerarse en tal sentido determinadas;
pero no puede excluirse la posibilidad de conductas “periféricas”. Tampoco debe olvidarse que la respuesta a una
técnica proyectiva es resultante de proyección, expresión y adaptación en grado diverso según las personas.
En el estado actual del conocimiento sobre los test graficos, estos no deben ser utilizados sino como
complemento dentro de una batería de test mas probados.
Análisis. El conjunto de la conducta del sujeto y del dibujo debe ser atendida como un todo y puesta en relación con los
restantes datos obtenidos en otras pruebas o entrevistas.
Primero debe hacerse un cuidadoso análisis descriptivo, asociando las características del dibujo con las significaciones
asignadas funcionalmente o culturalmente.
Se comienza por el análisis de lo estructural, que después se integrará con lo que aporta el contenido.En el dibujo también
se proyectan defectos o problemas corporales reales.
El dibujo puede ser una representación de la autoimagen del ideal del yo de alguna persona significativa; puede indicar el
conflicto o la defensa, o ambos, el defecto o la compensación o ambos, o una combinación de todas estas cosas, que
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pueden proyectarse sobre la figura del propio sexo o la otra; por eso se dice que en este aspecto la interpretación es un
desafío.
A medida que las figuras empequeñecen. Es muy probable que sean proyección de sentimientos de minusvalía, con los
que casi siempre se asocia inhibición social por timidez, inseguridad, etc.
Las hacen así generalmente personas que responden a la presión ambiental disminuyéndose, anulándose.
Si los rasgos faciales están bien delineados, posiblemente les cueste entrar en relación con extraños, pero logran integrarse
suficientemente fantasías de auto exaltación superan la evaluación realista de su propia condición.
El dibujo grande hace suponer que el sujeto responde a las presiones ambientales con sentimientos de expansión. Hay
escaso control y tendencia a la descarga impulsiva, a veces también agresividad. Hay que evaluar en cada caso si esto
puede verificarse en la conducta o sólo en la fantasía. Es muy importante observar si existen indicadores de control:
dibujo diferenciado, con adecuados detalles, líneas firmes, etc. permite un juicio más positivo en cuanto a actuación y
adaptación.
Cuando los rasgos faciales están ausentes, es más seguro que predomina la inhibición y aun el aislamiento.
Si estos pequeños dibujos son realizados con líneas firmes y adecuados detalles, es muy probable que expresen un gran
control, y no tanto la inhibición y la minusvalía, o que estos rasgos no sean preeminentes en la conducta. Los que hacen
los dibujos pequeños tienen con mayor o menor claridad, conciencia de sus sentimientos negativos hacia sí mismos; lo
que no excluye que puedan alimentar fantasías de dominio social.
El dibujo pequeño se asocia mas seguramente con el control de impulsos. Los depresivos se dibujan en el limite inferior
de la norma en cuanto al tamaño, o sus dibujos pueden ser algo mas chicos, pero no minúsculos.
Ubicación en la hoja. Si dividimos el papel en mitades iguales con una línea horizontal y otra vertical, una figura de
tamaño normal se ubicará aproximadamente en la vertical central, tal vez levemente hacia la izquierda, con el punto
medio del dibujo algo por encima de la horizontal.
La experiencia dice que en el área citada dibujan los sujetos suficientemente bien adaptados, centrados, pero también los
que gustan colocarse en el centro de la atención en razón de su narcisismo o por cierto exhibicionismo.
Los dibujos muy pequeños se encuentran casi siempre en el ángulo superior izquierdo, como si el que dibujara buscara
auto-marginarse en un rincón, confirmando los sentimientos de minusvalía, inseguridad e inhibición social que
habitualmente expresan. En la mitad superior de la hoja a veces cerca del tope de la misma. Figuras casi siempre algo más
chicas que la norma, sin ser minúsculas, indicarían, según Hammer, un “fugarse del ambiente hacia lo alto, sea en el
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estado de ánimo o los valores”. Son sujetos que o se plantean metas muy elevadas, o buscan sus satisfacciones más en la
fantasía que en la realidad.
Algo más bajo de lo que hemos considerado ubicación normal” se relaciona con serenidad y estabilidad; también quienes
se orientan a un realismo concreto. En la mitad inferior encontramos dibujos de depresivos, que aparte de lo simbólico de
tal ubicación, posiblemente por su astenia no realizan movimientos de suficiente amplitud como para alcanzar la zona del
papel más alejada del propio cuerpo.
Personas inseguras y dependientes, que necesitan apoyarse en algo sólido” suelen utilizar el límite inferior de la hoja
como un “piso” para su dibujo.
Posición o “pose”. La actitud física de una persona en la vida real es expresiva de su modalidad habitual o de lo que en ese
momento pasa en su interior.
Lo esperable es el dibujo de tamaño mediano, de frente, de pie y con una leve insinuación de movimiento.
Siendo habitual dibujar “de frente”, no tiene esto particular significación. Sin embargo debe tenerse en cuenta que en cada
caso puede haber una diferente razón para dibujar así:
-Las figuras regresivas y muy infantiles se hacen de frente.
-Los que buscan acentuar la simetría, el detallismo, los rasgos sexuales.
-También sujetos autoafirmados y seguros, los que se plantan agresivamente ante el medio, o son defensivamente tensos y
rígidos.
-Los narcisistas y los que gustan exhibirse.
Los dibujos de perfil implican algo de evasivos en cuanto al enfrentarse con el mundo. El dibujo de perfil es más
frecuente en varones. El cuerpo de frente y la cabeza de perfil pueden indicar ambigüedad en la actitud.
Son raros los dibujos de espalda: puede haber una relación con un deseo de fuga. También se asocian sentimientos de
inadecuación sexual, como un deseo de disimular las diferencias de los sexos.
Ocasionalmente se observan posiciones confusas, alejadas de la representación realista, que según la distorsión indica la
gravedad de la falla del juicio de la realidad; alguna vez se dibuja el tronco con brazos de frente, cabeza, pies y aun
piernas de perfil. Marchover dice que quienes dibujan de esta manera esta confundidos respecto a la orientación en su vida
e intentan ir por diferentes caminos.
Otras distorsiones son más bizarras, como cuando el cuerpo se dibuja de perfil y ambos brazos de frente; o un rostro en el
que boca y nariz se presentan de perfil, ambos ojos de frente; en casos así, no se trata de una deficiencia intelectual, sino
que hay que sospechar psicosis.
Posiciones pasivas: figuras acostadas, sentadas, arrodilladas, suelen ser dibujadas por personas pasivas, asténicas,
depresivas; puede tratarse también de sujetos emocional o físicamente agotados por situaciones actuales; también en
personas de vida activa que añoran una tranquila pasividad.
En quienes integran comunidades religiosas, la posición de rodillas no es rara y puede estar relacionada con la dedicación
a la oración.
Un dibujo de pie en falsa escuadra, indica inestabilidad, inseguridad, se los ha visto preanunciando un derrumbe psicótico.
Dibujos con movimiento. Un gran despliegue de movimientos parece indicar impulsos a la actividad física y/o ideacional;
en maniacos estos son dibujos desprolijos y desmañados. Dibujos con mucho movimiento y adecuados pueden verse en
“personas de acción”.
La insinuación de movimiento aparece bloqueado o no desarrollado, sobre todo si aparecen rasgos autistas y de
introversión.
La manifiesta rigidez debe considerarse expresión de una actitud defensiva de quien siente que su control es precario.
Todos sujetos recurren a mecanismos de tipo obsesivo para controlar la angustia. Sus dibujos son simétricos.
Los esquizoides evidencian su retracción con dibujos rigidos y brazos muy pegados al cuerpo.
Línea del suelo o piso. No siempre aparece en los dibujos, y por lo tanto su ausencia no tiene particular significación.
Trazada a la ligera, tampoco merece interpretación. Tal vez sólo insinué cierto realismo práctico.
El sujeto inseguro e inestable lo suele expresar reforzando la línea de la base.
Una línea de base notablemente inclinada también se asocia a inseguridad y labilidad; o puede que se trate de alguien que
siente la inminencia de un cambio significativo en algún aspecto importante de su vida.
Cuando la línea del suelo se traza a alguna distancia por debajo de los pies, sugiere desarraigo de sus relaciones con el
medio. Si el dibujo se asienta en un espacio cerrado como si fuera una pequeña isla, seguramente hay sentimientos de
soledad, tendencia al aislamiento.
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El fondo. Quienes dibujan un fondo con muchos elementos son casi siempre personas infantiles. En todo caso es de
interés analizar que elementos componen dicho fondo.
La línea. La línea que marca el contorno del dibujo es como la piel del mismo. Cada una de sus características es un
elemento de significación que debe juzgarse en consonancia con las características del dibujo, en conjunto y/o
especialmente respecto a un área determinada.
La característica general de la línea debe entenderse como expresión del tipo de relación con el medio ambiente que tiene
el dibujante, pero la modalidad de un trazo en un área determinada se corresponde con la significación funcional o
simbólica de ese sector del dibujo.
El predominio de trazos curvos, redondeados, se asocia a lo femenino, de allí con dependencia, pasividad, emotividad; los
trazos rectos con masculinidad, racionalidad, si sin angulosos y más si tiene conformación puntiaguda, expresan
agresividad.
Una línea de trazo largo y firme habla de decisión y autoafirmación, mientras que sujetos inseguros o ansiosos dibujan
con líneas cortas, interrumpidas, como yapadas para darles continuidad.
La presión del trazo es un indicador del nivel de energía del dibujante:
Una línea débil, en sujetos de tono depresivo, inseguros y vacilantes, con poca energía física y psíquica.
La línea pesada, en sujetos agresivos y en personas muy tensas.
Una presión media y constante refleja un buen nivel de energía y vitalidad y un estado de ánimo equilibrado.
La presión fluctuante y despareja se ve en inestable.
El contorno del dibujo trazado con una línea fuerte, señala la necesidad asilar al yo y protegerlo de presiones externas que
pongan en riesgo un precario sentimiento de individuación.
También se ve esto en sujetos inseguros e inconscientes, que requieren de una caparazón.
Un énfasis en reforzar la periferia del cuerpo también se encuentra en quienes temen perder el control de sus impulsos.
Acentuación de la simetría. En todos los casos, la simetría da sensación de equilibrio; por eso quien necesita reforzar una
precaria sensación con respecto a su equilibrio y estabilidad emocional, y mantenerse en posición defensiva ante los
impulsos, exagera la simetría hasta llegar muchas veces a dar una fuerte impresión de tensión y rigidez.
Así suelen dibujar sujetos inseguros de sus reacciones, su control es signo obsesivo con represión y refuerzo de la
intelectualización y el aislamiento, por eso son casi siempre emocionalmente fríos y distantes.
También los depresivos suelen acentuar la simetría, pero como sus dibujos no son detallados, el efecto es menos notable
ante el observador. Una asimetría notable puede reflejar problemas con el esquema corporal en sujetos con dificultades de
motricidad. También se ve en personas con poco control y autocrítica.
Si la asimetría da al dibujo características bizarras, es casi seguramente producto de una desorganización psicótica de la
imagen del cuerpo o deficiencia intelectual.
Acentuación de la línea media. Según Marchover, los que acentúan la línea media suelen dibujar una figura masculina
débil y una femenina con características agresivas.
La preocupación por mantener la integridad del cuerpo-reflejo de la ansiedad por la integridad del psiquismo- se puede
manifestar también:
-Remarcando las articulaciones.
-Dibujando primero unas líneas esquemáticas, casi siempre débilmente trazadas, que sirven como guía para realizar
alrededor de las mismas el dibujo.
-A veces la misma intención se limita a marcar con unos puntos en el papel un esquema virtual como referencia de apoyo
para construir el dibujo.
Se ven estas modalidades de dibujar en sujetos dependientes, inmaduros. En mayor o menor grado indican la necesidad de
reforzar el sentido de la integridad corporal y por lo tanto del psiquismo ante temores regresivos de desorganización.
En personas mas integradas, con dibujos realistas, puede indicar la necesidad del sujeto de contar con marcos de
referencia externos que lo sostengan y ayuden a mantenerse estructurado: familia, grupo, etc.
Transparencia. Se considera cuando se dibuja el cuerpo y se agrega después la vestimenta, dejando que aquel sea
visualizado a través de la ropa.
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En general es signo de deficiente apreciación de la realidad. En particular, es un indicador de conflictos con relación al
área transparentada.
Así la transparencia de las piernas de la figura masculina a través del pantalón hace sospechar rasgos homosexuales si el
dibujante es varón. En la figura femenina, la transparencia en caderas y piernas a través de la pollera es un indicador
general de problemas relacionados con la sexualidad. Si el que dibuja asi es varon, se presume una sexualidad infantil,
fantasias sexuales y tal vez desviaciones de la sexualidad normal.
A veces el que dibuja se percata de lo inadecuado, e intenta cubrir la transparencia con un sombreado. En sujetos
desorganizados, una transparencia notable aumenta la sospecha de psicosis. Las transparencia de órganos internos es casi
definitivamente psicótica.
Sombreado.
Se considera sombreado cuando:
• Se hace un rayado vigoroso, desprolijo, expresando desordenada liberación de tensiones y pobre control de la
motricidad; tal descarga tiene algo de agresiva, más si la línea es de fuerte presión.
• En forma más controlada, se “colorea” un área, como un difuminado (lo que en técnica gráfica se llama
propiamente sombreado).
• Se adjuntan líneas débiles a la principal que delinea determinada área; esta modalidad es la más frecuentemente
usada en el tratamiento de los hombros de la figura masculina, en los senos de la figura femenina, o en la
entrepierna de figuras de ambos sexos.
• La forma más elaborada consistes en agregar dibujos, en general de geometrismo simple, a la vestimenta. Suelen
tener forma de flores, cuadriculados, rayas que quieren representar pliegues, etc. se usa con frecuencia en la
pollera de la vestimenta femenina.
Un sombreado intenso y con presión en el área sexual femenina realizado por un varón hace pensar en un sujeto con
fuertes componentes sádicos en su actividad sexual.
Sombrear todo el cuerpo de la figura del propio sexo, sugiere que hay un fuerte rechazo del cuerpo.
De modo que borrar ocasionalmente para corregir un trazo es enteramente normal y supone una sana capacidad crítica.
Usar insistentemente la goma hace pensar en una actitud hipercrítica, en disconformidad, inseguridad, o perfeccionismo
según el caso.
Borran mucho, sujetos ansiosos que por eso “no pueden quedarse quietos”.
Algunos borran cada trazo para rehacerlo igual que antes; este “deshacer lo hecho‟ recuerda la “anulación retroactiva” de
los obsesivos. Borrar y rehacer una parte del dibujo, sobre todo si se lo hace varias veces, es signo seguro de ansiedad
respecto al significado de esa zona; a veces esta conducta aparece como una verdadera “fijación”.
No pocas veces el cambio que se realiza borrando y rehaciendo pone de manifiesto el conflicto entre el impulso y la
defensa.
Se supone que el borrar está más sometido la conciencia que la línea o el sombreado como indicador de conflicto.
Secuencia. Es de interés atender a como va realizando el dibujo. Lo que habitualmente hace es comenzar por la cabeza,
continuando sucesivamente hasta los pies, completando después algunos detalles. Esto se relaciona con un pensamiento
lógicamente ordenado.
Sujetos obsesivos y perfeccionistas suelen ir completando después de algunos detalles el dibujo, a medida que avanzan.
Deteniéndose a veces para retocar minuciosamente, agregar, borrar, rehacer.
La excitación del maníaco, así como el desorden de pensamiento del esquizofrénico, pueden expresarse en la secuencia
confusa y sin plan, denunciando serias fallas en la lógica del pensamiento.
Toda secuencia extraña requiere una explicación; en principio hace sospechar desajustes, pero no debe descartarse que se
trate de algún modo original de dibujar, sin otra connotación que la ruptura de lo convencional.
Detallismo. La acumulación de detalles en la figura es característica de una modalidad que usa preferentemente defensas
obsesivas. Hammer, “las ejecuciones gráficas demasiado perfectas, hechas con un control y cuidado fuera de lo común,
expresan el esfuerzo para mantenerse integrado contra la amenaza de una desorganización inminente… implica la
presencia de un yo bastante débil que teme tanto la irrupción de sus impulsos prohibidos, que no se atreve a descuidar su
vigilancia controlada. En estos sujetos puede haber ocasionales irrupciones impulsivas”.
“acentuación de la simetría”, ambas modalidades suponen un particular esfuerzo por ejercer un cuidadoso control y una
agudizada vigilancia por parte de la conciencia, y el consiguiente riesgo de fallas ocasionales de este control”.
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ANALISIS DE CONTENIDO. La figura humana tiene una organización y proporción que debe mantenerse en el dibujo,
aún dentro de la amplia libertad que se dispone para hacerlo. La falta de armonía en el dibujo, sobre todo cuando no hay
una integración realista de las diversas áreas, se relaciona con la falta de coordinación armónica de las funciones
representadas, y de allí con inadecuada organización de la personalidad.
La cabeza. Siempre ha sido asociada al poder de gobierno, control y racionalidad. No es raro que la cabeza sea dibujada
de un tamaño algo mayor que el exigido por ideales relaciones de proporción con el resto del cuerpo.
La cabeza dibujada de un tamaño sensiblemente mayor es un indicio de especial catectizacion, lo que puede suceder por:
Preocupaciones con base objetiva.
Hipervaloracion en la función de control mediante intelectualización.
Narcisismo de rendimiento intelectual.
La inflación del yo en paranoides con ideas de grandeza se expresa con frecuencia dibujando una cabeza algo mas
grande que la norma.
También los que tienen una dolorosa conciencia de una capacidad intelectual que no alcanza a llenar sus
aspiraciones.
Casi siempre la figura que representa una autoridad social y/o intelectual suele tener la cabeza más grande.
Si la línea de la cabeza está bien marcada, a veces incluso reforzada, en contraste con un cuerpo de tamaño
relativamente normal, trazado con líneas débiles e inseguras, puede pensarse en una especial necesidad de
participación social, deseada pero no lograda, o en la realización fantaseada de impulsos narcisistas de dominio
social. Si en cambio es la cabeza la que se presenta con líneas débiles y poco detalladas (rasgos faciales) podemos
pensar que se trata de una persona tímida, con dificultades para actuar socialmente.
El rostro. Es considerado la “epifanía de lo psíquico”, por ser el centro de posibilidades expresivas y de comunicación. La
expresividad es más completa en el rostro de frente, de allí lo evasivo del perfil.
Acentuar los rasgos, sobre todo cuando el resto del dibujo no ha sido tratado con el mismo cuidado se ve, en los
que buscan compensar en su actuación social, la debilidad de su autoafirmación, aunque a veces el intento sea
inadecuado o quede en la fantasía.
Si el rostro es dibujado recién al final, se vincula a dificultad en las relaciones.
La omisión de rasgos faciales, o un descuidado y diluido dibujo de ellos, se encuentra en quienes tienen
manifiestas dificultades para relacionarse y actuar en sociedad.
Si en tales casos hay claros signos de agresividad, puede haber evasión ante el carácter conflictual de las
relaciones humanas; el trato con los demás es entonces cauteloso, superficial, a veces con algo de agresivo.
Si la cara se omite o diluye, pero el contorno de la cabeza está a la vez remarcado, hay necesidad de participación
social, impedida por algún bloqueo interno.
Arrugas en rostro aparecen en los sujetos que ponen enfasis en la reflexión.
Las orejas. Son frecuentemente omitidas en los dibujos o aparecen apenas insinuadas o cubiertas por cabello, en las
figuras de frente.
Se ven acentuadas en personas con dificultades auditivas, y en sujetos sensibles a la critica social.
Los ojos.
No se dibujan, sugiriendo un aislamiento social, un no enfrentarse a la realidad, escaparse en la fantasía.
Se dibujan cerrados: puede ser que se trate de una defensa contra tendencias voyeristas, o un no querer
manifestarse o expresarse por algún motivo; o no querer ver una realidad indeseable propia o externa.
Ojos pequeños, cerrados o casi cerrados, a veces indicados por un par de breves líneas, hacen pensar en el
narcisista que se “autoabastece” sin mayor interés en los datos de la realidad. En un contexto de madurez pueden
indicar tendencia a la auto observación.
Ojos pequeños dentro de una fosa orbital grande: ambivalencia. Culpa por curiosidad sexual.
Ojos sin pupila, vacíos: significan un mirar egocéntrico e inmaduro. Si son grandes y remarcados pueden indicar
ambivalencia entre curiosidad sexual y culpa.
Ojos como círculos vacios, en un dibujo que a la vez presenta una boca o botones de igual forma, se ven en
sujetos infantiles y regresivos, indicadores de independencia.
Los paranoides dibujan ojos penetrantes, remarcando pupilas.
En varones homosexuales y en mujeres adolescentes la función de seducción sexual de la mirada suele expresarse
en ojos grandes, maquillados y largas pestañas.
Las cejas. En la figura masculina, cejas bien pobladas acentúan la masculinidad y virilidad.
La nariz.
Sujetos con problemas sexuales tipo impotencia, eyaculación precoz, etc. distorsionan a veces el dibujo de la nariz
hasta hacerla parecer una inequívoca representación del pene.
Fantasías compensatorias de agresividad fálica, suele expresarse en una nariz notablemente alargada y
puntiaguda.
Distorsiones aún poco conspicuas, borraduras, sombreados, refuerzos de la línea, etc. hacen sospechar algún
conflicto en lo sexual. Según Marchover, todo varón que dibuja así, tiende a proyectar sus dificultades en la
mujer.
La ausencia total puede indicar sentimiento de castración.
Una nariz prominente y enérgica, puede indicar agresividad.
Marchover asocia el remarcar los orificios nasales con agresividad aunque no brinda fundamentos.
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Los labios. Bien delineados, gruesos, sensuales, mas aun si tienen forma de arco de cupido, en la figura masculina los
dibuja homosexuales, junto con otros signos de nercisismo. En la figura femenina las adolescentes con fantasias de
seducción.
La lengua. Casi nunca aparece. Señala refuerzo de las tendencias orales con características primitivas y eventualmente
fantasias eróticas de ese nivel.
Los dientes. Tampoco aparecen con frecuencia. Suelen verse en sujetos inmaduros. Indica agresividad infantil.
El mentón.
El mentón ancho y anguloso, cuadrado corresponde a personajes enérgicos, agresivos, muy masculinos, o que
compensan su debilidad presentándose como socialmente fuertes y dominantes.
El mentón débil, fino y redondeado, aparece en rostro de figuras femeninas.
Alargado y puntiagudo corresponden a figuras, habitualmente masculinas con algo de diabólicas, enigmáticas y
de intenciones tortuosas. Afinado y saliente (brujas) es característico de malignidad.
Mentón y nariz habitualmente hacen juego con similar significación, si son contradictorios puede indicar rasgos
de carácter disociado.
La barba. La necesidad de acentuar los rasgos viriles, en sujetos que necesitan compensar un sentimiento de inseguridad
en cuanto a su identidad sexual.
El bigote. Cumple la misma función. Cuando en dibujos hechos por una mujer, la figura masculina aparece con barba y
bigote, puede indicar la necesidad de definir el propio rol sexual acentuando las diferencias, sobre todo si los dibujos con
en ese aspectos ambiguos.
Si la figura dibujada es claramente una representación paterna, la barba y el bigote pueden ser en ese caso sólo un
estereotipo.
El cuello. El cuello cumple funciones de comunicación. Un cuello proporcionado sin refuerzos ni sombreados sugiere que
el sujeto se siente con comodidad y confianza en la relación impulsos-control.
Características generales: un cuello largo y fino es un rasgo femenino. Corto y grueso, masculino.
Si es demasiado corto habla de la tendencia a l actuación impulsiva, espontanea, dificultades para mantener el control
racional.
En sujetos moralistas o rigido control, se encuentra un cuello mas bien fino y notablemente largo.
Un cuello alto y delgado, dando impresión de agil y flexible se puede relacionar con una vigilancia paranoide.
A veces algun aditamiento (ej, gargantilla) es usado para representar la necesidad de poner barreras.
Remarcar la “nuez de Adán” es un modo de reforzar los rasgos viriles.
El tronco.
Si es omitido, estaríamos frente a un dibujo patológicamente regresivo.
En personas depresivas o desorganizadas se suelen encontrar el tronco dibujado en dos líneas paralelas que bajan
hasta los pies desde unos hombros estrechos.
En sujetos mejor integrados, un dibujo sin cerrar la parte inferior, se asocia a preocupaciones sexuales.
Uno muy delgado a sentimientos de debilidad, disconformidad con el propio cuerpo.
Los hombros. Caracterizan en gran medida la forma del pecho, si son anchos se refieren poder físico y virilidad. Sujetos
tímidos, inhibidos, desvalorizados, dibujan hombros débiles, a veces casi inexistentes, en la figura masculina. En la figura
femenina, no se le presta a los hombros mayor atención; cuando se presentan notables, casi “masculinos”, sugieren una
imagen fálica de la mujer, que puede entonces representar una imagen materna fuerte y dominante.
Los senos. En los dibujos realizados por varones casi siempre, se relacionan con sentimientos de dependencia, si el dibujo
es realizado por una mujer junto con otras evidencias de o “seducción” pueden tener más bien una significación
relacionada con lo sexual.
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Varones inmadurs y dependientes, aparece sombreados, refuerzo del trazo o pueden ser reemplazados los senos por
bolsillos en su lugar.
Varones con confusión sexual pueden insinuar senos en la figura masculina y masculinizar la femenina.
Zona pélvica. Representa la función sexual, con sus diversas connotaciones, y tiene con frecuencia particular importancia
en el dibujo de la figura femenina. Se supone que se han de diferencias los dibujos de los sexos en el tratamiento de
caderas, la no diferenciación insinúa conflictos.
Si la mujer no insunua la forma pélvica femenina, se puede decir que esta en desacuerdo con su rol, o que se trata de una
fuerte represión sexual. En cambio, si remarca esta área puede ser que se apoye y se reasegure en su rol femenino.
El varon que redondea la cadera de la figura amsculina muy probablemente tenga fuertes tendencias homosexuales.
En general, se resumen problemas en lo sexual si la zona pélvica esta remarcada, sombreada, borrada, transparentada, etc.
La cintura. Una cintura muy estrecha y ajustada puede expresar el deseo de acentuar las caderas y su significado, o la
necesidad de aislar y controlar los impulsos sexuales.
La negación o de la cintura evidencia problemas con la sexualidad.
Brazos y manos. Funcionalmente son depositarios de la capacidad de acción y de realización, de manejo y dominio del
medio.
Brazos:
Depresivos y esquizofrénicos, a veces la omiten (falta de interés con personas y cosas). También en sentimientos
de culpa que hace sentir al que dibuja con los brazos cortados.
Varones rechazos por sus madres pueden dibujar la figura femenina sin brazos.
Brazos largos y fuertes a la figura femenina supone la necesidad de una madre protectora y afectuosa.
Brazos hace pensar n confianza, en la propia capacidad de realizaciones.
Si son mas largo que lo habitual, sugieren ambicion o incluso agresividad.
Sin son largos y débiles, hace suponer que se busca relación con el medio pero sin llegar a un manejo activo del
mismo.
Notablemente cortos sugiere retraimiento, dificultades para relacionarse.
Brazos asimétricos, inseguridad en la acción, ambivalencia respecto a las realizaciones.
Caidos, flojos, sugiere poca energía para la acción.
Separados del cuerpo dando senscion de actividad hablan de impulsos agresivos, positivos o no.
Rigidos y separados del cuerpo, se asocian a contactos pobres con afectos, si calidad ni profundidad.
Tensos, pegados al cuerpo sugieren rigidez defensiva.
Las manos.
Manos borrosas: falta de confianza en la propia productividad.
Sombreadas, deformes , culpa por algo, casi siempre relacionado con la sexualidad o agresividad.
Puños cerrados se asocia a la agresión reprimida. Si los brazos están pegados al cuerpo manifiesta la gresion en
síntomas. Si esta alejado del cuerpo es probable que la agresividad pueda ser actuada.
La mano abierta con los brazos algo alejados del cuerpo habla de indefensión o renuncia a la agresión. Sobretodo
si la palma esta claramente de frente.
Los dedos.
Unilineales, indican agresividad primitiva.
Dedos largos y agudos en forma de garras son indicadores de agresividad.
Dedos muy cortos, signo de infantilismo.
Si los dedos se dibujan muy juntos se consideran indicadores de agresión reprimida.
Sujetos ambiciosos pueden dibujar mas de cinco dedos. La falta de algún dedo puede asociarse a la castración.
Uñas. Son nuestras armas naturales, junto con los dientes y conservan significado de agresividad.
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Delgadas, débiles y vacilantes, tanto en si contextura como en la línea, se ven en sujetos inseguros, con poca
autoconfianza.
El dibujo de piernas y pies se presta también para pensar conflictos sexuales:
Varones sexualmente inmaduros dibujan las piernas bajando desde el tronco como si fueran líneas que
representan una “pollera” y después en la línea central intentan dar idea de pantalones.
Piernas notablemente musculosas, de aspecto masculino en la figura femenina se asocia a confusión sexual.
Resistencia a relacionarse sexualmente lleva a algunas mujeres a dibujar la figura femenina con piernas
firmemente apretadas; aunque esto también puede ser expresión de un deseo reprimido.
Si la figura femenina es dibujada así por un varón, se trata a veces de temor a sentirse rechazado sexualmente.
Los pies:
Pies pequeños, rasgos femeninos. Por lo tanto pies pequeños en hombres puede señalar inseguridad. Dibujarlos
grandes y notables habla de la necesidad de seguridad.
Omitirlos, no es raro.
Los pies pueden tener connotación fálica.
Vestimenta.
Botones: aparecen multiplicados y reforzados en sujetos dependientes. Cuando aparecen como pequeños círculos,
son signos de dependencia oral. También sucede que los botones, aunque en sí dibujados de modo irrelevante, se
utilizan para acentuar la línea media de la figura, sobre todo en el dibujo masculino, revelan preocupaciones
sexuales, agregados en el puño, acrecientan el matiz obsesivo.
Bolsillos: también están asociados con dependencia y carencia afectiva. Dibujados en el pecho de la figura
femenina, reemplazan de una manera en mayor o menor medida elaborada, la acentuación de los senos.
Cinturón: marca y refuerza la cintura, y su significación pone en evidencia la necesidad de establecer una
separación, sobre todo si es grueso, sombreado, etc.
Los desnudos: no son frecuentes, puede decirse que la figura desnuda, señala un problema en el área sexual. Una
intención subyacente puede ser poner en evidencia las diferencias sexuales, lo que señala inseguridad respecto a la
propia identidad sexual. Por otro lado, los psicóticos suelen remarcar de modo groseros los órganos sexuales de
sus regresivos dibujos.
Cuestionario. Marchover propone realizar un cuestionario luego de finalizados los dibujos. Se pide en primer lugar al
sujeto que narre una historia como si la persona dibujada fuera un persona de una novela, después se pregunta sobre la
misma:Qué está haciendo? Qué edad tiene? Está casado? Cuantos hijos tiene? Con quien vive? Con quién se identifica
más: padre o madre?, etc, etc.
Neurosis psicosis y gráficos. Siguiendo a Grassano, en la delimitación teórica de neurosis, psicosis y psicopatías, el
diagnóstico diferencial de grados de patología tiene por objetivo determinar, más allá de las modalidades clínicas de
comunicación, las características del funcionamiento del aparato psíquico a través de la investigación de los logros o
perturbaciones que presentan las funciones mentales que establecen relaciones con el mundo externo y con la realidad
psíquica.
El aparato psíquico capaz de organización intrapsíquica en función del mecanismo de represión (consciente-inconsciente)
que posibilita el desarrollo del pensamiento simbólico y el establecimiento de relaciones simbólicas con la realidad, así
como desarrollos logrados en las funciones de juicio de realidad, discriminación y sentido de realidad.
Se pueden encontrar producciones con cualidades psicóticas en tests verbales, y en cambio gráficos conservados con
estructuración neurótica, sobre todo durante crisis vitales, o crisis de descompensación fóbica.
Se agrupan los indicadores dentro de dos áreas:
1) La integración del aparato psíquico y desarrollo de funciones de discriminación. Delimitación de mundo interno y
externo, juicio y sentido de realidad, tendencias organizadoras o desorganizadoras.
a) Delimitación y relación del objeto grafico con el mundo externo representado por la hoja en blanco y los otros objetos
graficado.
b) Plasticidad y movimiento versus esterotipia y deshumanización.
c) Adecuacion o inadecuación lógico formal de las figuras graficas.
2) Desarrollo de funciones simbolizantes: pensamiento lógico-abstracto, reparación y sublimación.
Evaluación de la personalidad según el modelo de los "cinco grandes"- Prof. Lorena Etcheverry Domeño
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Se trata de un instrumento relativamente nuevo, con la estructura del “Big Five” que ha demostrado ser útil tanto en el
marco de investigación como clínico. Actualmente es uno de los más prestigiosos para la evaluación de rasgos de
personalidad en condiciones de “normalidad”.
Este instrumento es una forma de valorar el modelo de personalidad de cinco factores.
Estos factores representan las dimensiones más básicas que fundamentan los rasgos identificados tanto en los lenguajes
naturales como en los cuestionarios psicológicos. Los factores se definen como grupos de rasgos intercorrelacionados
denominados facetas y cada grupo de facetas son los dominios.
El instrumento en su versión revisada, valora la personalidad en personas adultas entendida como cinco dimensiones:
Neuroticismo, Extraversión, Apertura, Acuerdo y Escrupulosidad.
Cada una de las cuales está conformada por seis facetas o subdimensiones.
Describiendo el perfil del sujeto en cada uno de los cinco factores, se obtiene un estudio comprensivo que sintetiza sus
estilos emocionales, interpersonales, de experiencia y de actitud. Los dominios son una medida de la personalidad en este
nivel y las facetas son un análisis más detallado que permite medir rasgos específicos dentro de cada uno de los cinco
dominios.
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En los últimos treinta años el modelo de los cinco grandes se ha aceptado como la clasificación de rasgos de personalidad
más validada y consensuada, por este motivo, se recomienda el uso de esta prueba en todos aquellos contextos evaluativos
en los que es conveniente medir la personalidad. También se recomienda el uso de la versión revisada del instrumento
frente a versiones anteriores, Está conformado por 240 ítems con un formato de respuesta de tipo likert con cinco
opciones de respuestas (Totalmente en Desacuerdo-Desacuerdo-Neutro-Acuerdo-Totalmente de Acuerdo).
El NEO-FFI y el NEO-FFI-R son dos versiones abreviadas del NEO-PI-R y son útiles en investigación, sobre todo cuando
se requiere administrar gran cantidad de cuestionarios.
El NEO-FFI es una versión reducida que recoge los 60 mejores elementos y permite evaluar en un tiempo mínimo los
cinco factores pero sin el desglose en facetas.
ADMINISTRACIÓN: En primer lugar, se facilita al sujeto el protocolo. Luego de completar información demográfica y
leer las instrucciones, se le pregunta si tiene dudas.
Una vez finalizada la prueba se revisa que no queden respuestas en blanco, de manera que el sujeto tenga tiempo de
completarlas. En caso de no decidirse, tiene opción N (neutra).
Condiciones para la administración: Quedan excluidos para su uso, personas con patologías como psicosis o cuadros
demenciales. En el caso de sujetos con bajo nivel de comprensión lectora o sujetos disminuidos visuales se recomienda
que el evaluador lea los reactivos y complete las respuestas.
PUNTUACION: No se puede puntuar si faltan responder 41 o más respuestas. De faltar menos de 41 respuestas, se
calculan esos ítems como si hubieran tenido respuesta N (neutra). Si faltan 3 puntajes de una misma escala, se sugiere
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interpretar con cuidado el perfil.
Aquiescencia: Se denomina de esta forma si se contabilizan 150 o más ítems con respuesta “A” o “TA”. En este caso la
interpretación del perfil se realiza con cuidado.
Respuestas negativas: Si hay 50 o menos ítems con respuesta “A” o “TA” la interpretación se realiza con cuidado.8
Respuestas marcadas al azar: Si se han respondida de forma consecutiva más de 6 ítems “TD”, más de 9 ítems
consecutivos “D”, más de 10 ítemes consecutivos “N”, más de 14 ítemes consecutivos “A” o más de 9 ítemes
consecutivos “TA”.
Calculo de Puntaje de las facetas: La corrección se puede realizar de forma manual, con la hoja de respuesta (ver anexo).
Allí se realiza un circulo en la opción seleccionada para cada ítem: TD, D, N, A, TA que tiene un puntaje entre 0 y 4 según
corresponda el ítem.
Una vez señaladas en la Hoja de Respuestas todas las respuestas del sujeto se suman los valores para los ocho ítems por
fila y se adquiere el Puntaje Bruto de la faceta. A modo de ejemplo: Ítem 1 + 31 + 61 + 91 + 121 + 151 + 181 + 211 (fila
1) = PB de Ansiedad.
Nº TD D N A TA Nº TD D N A TA Nº TD D N A TA Nº TD D N A TA Nº TD D N A TA Nº TD D N A TA Nº TD D N A
TA Nº TD D N A TA F P.B P.P
1 4 3 2 1 0 31 0 1 2 3 4 61 4 3 2 1 0 91 0 1 2 3 4 121 4 3 2 1 0 151 0 1 2 3 4 181 4 3 2 1 0 211 0 1 2 3 4 N1 22
De la misma manera se adquiere el valor de las 30 facetas.
N (Neuroticismo) = N1 + N2 + N3 + N4 + N5 + N6
E (Extroversión) = E1 + E2 + E3 + N4 + N5 + N6
O (Apertura) = O1 + O2 + O3 + O4 + O5 + O6
A (Acuerdo) = A1 + A2 + A3 + A4 + A5 + A6
C (Escrupulosidad) = C1 + C2 + C3 + C4 + C5 + C6
Calculo de Puntaje de las dimensiones: Una vez obtenidos los PB de todas las facetas, se continúa obteniendo el valor de
las dimensiones. Como cada dimensión está conformada por 6 facetas, se suma el valor de PB de las 6 facetas logrando el
PB de la dimensión.
Los PB de cada dimensión y PB de cada faceta se transforman en puntaje percentilar utilizando los baremos por sexo (ver
anexo) y luego se trasladan a la hoja de perfil donde que grafica el perfil de personalidad (ver figura 1)
INTERPRETACION: Es importante considerar que los valores brutos de las escalas no tienen significado y adquieren
valor al comparar con las respuestas de otros sujetos utilizando baremos.
Para interpretar un perfil del NEO-PI-R el evaluador debe conocer cuál es el constructo que valora la prueba para luego
poder integrar la información de los puntajes de las escalas en un perfil significativo.
El primer paso es examinar las escalas de los cinco dominios para entender personalidad en un nivel más amplio.
El abordaje multifacético en la medición de los cinco factores surge del hecho de que las diferencias individuales
significativas se pueden ver dentro de los dominios.
El examen detallado de las facetas es sobre todo útil, cuando el dominio presenta un puntaje promedio.
El perfil se interpreta en cinco niveles: muy bajo, bajo, promedio, alto y muy alto. A diferencia de otros instrumentos de
personalidad categoriales como el MMPI, que presenta un punto de corte a partir del cual se separa a aquellos que tienen
un rasgo de aquellos que no lo tienen, en el NEOPIR tanto un puntaje bajo, promedio o alto es informativo del sujeto,
dado que es un instrumento dimensional de la personalidad. Así por ejemplo, la dimensión Extroversión (E), representa
una dimensión continua, donde el sujeto puede mostrar una combinación de tendencias de introversión y extroversión para
las facetas que la componen.
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la última desde un punto de vista intermedio donde se combinan ambos elementos. Esta última línea es la que permite un
análisis estructural, dinámico de la personalidad, al suponer integración de aspectos tales como la inteligencia, el análisis
caracterológico y la afectividad con los conflictos y fantasías del paciente. Por lo tanto optada por la escuela argentina
postula como objeto de análisis aspectos de personalidad referidos a las funciones yoicas las cuales se estudian en base a:
adaptación a la realidad, sentido de la realidad, control de los impulsos, objetos internos y relaciones objétales, procesos
de pensamiento, inteligencia y mecanismos defensivos. Es decir, el diagnostico y el pronostico presuntivo se establecen
mediante el estudio de las funciones yoicas junto a las interacciones dinámicas establecidas en la situación de prueba.
Bauduco, “el test de Rorschach por sí solo no puede darnos una visión total de la personalidad del individuo, si es un
instrumento que usado eficientemente aporta datos de gran valor sobre el funcionamiento psíquico de un individuo. Los
resultados deberán ser corroborados con los otros datos del proceso psicodiagnóstico.
ADMINISTRACIÓN:
A-Material: -10 laminas que deben estar ubicadas hacia abajo el orden de I a X, el paciente no debe observarlas antes de
ser entregadas por el administrador.
-Las hojas de registro de respuesta donde se consignan textualmente las respuestas del evaluado. Al mismo tiempo
permite realizar la clasificación de las mismas.
-Un cronometro para consignar los tiempos de reacción y total que insume cada lamina.
- Localizadores. Contienen la reproducción de las 10 láminas en tamaño reducido y sin colores. No es conveniente que el
sujeto las vea antes de que se le presenten las láminas por primera vez. Se dispondrá de una hoja de localización para
respuestas principales y otra para respuestas adicionales.
B- Procedimiento: la administración puede ser dividida en tres partes:
1- Administración, presentación de la consigna. No se le impone tiempo al sujeto. Se le entrega la lámina mientras se le
pregunta: ¿Qué ve Ud. Aquí?. Se registra la respuesta, la posición de la lámina y los tiempos de reacción.
2- Interrogatorio o encuesta: supone una segunda consigna, mediante la cual se le indicara al sujeto que se le volverán a
mostrar las láminas para aclarar las respuestas dadas, y se le solicitará que intente ver cosas nuevas en diferentes
posiciones. La finalidad de este momento, es obtener la información necesaria para poder clasificar las respuestas de
acuerdo a las categorías de:
- Localización: en que lugar de la mancha se da la respuesta.
- Determinantes: qué motivo la respuesta, la forma, el color cromático o acromático, el claroscuro y los movimientos.
- Contenido: qué fue lo que interpretó.
- Frecuencia: si son respuestas habituales y en qué grado.
3- Examen o prueba de límites: supone la intervención activa del evaluador, que incluye la solicitud de información
específica respecto a las respuestas brindadas.
CLASIFICACIÓN:
Localizaciones: las respuestas de acuerdo a su ubicación en la lámina se puede clasificar como: W- globales: son las
respuestas que utilizan todo el espacio de la mancha.
D- Detalles usuales: son las respuestas que utilizan partes de la mancha fácilmente percibidas por la diferencia de
tonalidades o colores.
Dd- Detalles inusuales: son las respuestas que utilizan recortes personales de la mancha que no son usuales.
S- Espacio en blanco: son las respuestas que utilizan los espacios en blanco de la mancha.
SC- Espacio en blanco complementario: se encuentra en respuestas que incluyen el espacio en blanco en un plano igual,
fusión figura fondo, inversión figura fondo, que el resto de la mancha.
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organización de la realidad y de si mismo. El ver exclusivamente formas significa dejar de lado, disociando otros aspectos
mediante los cuales se expresan fantasías, emociones, impulsos y sentimiento, determinantes de color.
CALIDAD FORMAL: no todas las respuestas de F son iguales, sino que presentan grandes variaciones teniendo en
cuenta su calidad. Klopfer, tres elementos para determinar la calidad de la forma.
1) Cualidades formales del concepto tal cual se lo imagina el sujeto.
2) Cualidades formales de la mancha
3) Cualidades convencionales de la forma del concepto en la realidad.
La escuela argentina identifica cuatro tipos de calidades formales:
F+: forma precisa o exacta: el concepto percibido es semejante al objeto real y es preciso. Por ejemplo: una persona,
un animal específico, un objeto específico, avión, una copa, etc.
F+: forma imprecisa. El precepto es semejante al real, pero impreciso. Por ejemplo un animal sin especificar, insecto,
bicho, aves, etc., un objeto sin especificar, cosa, objeto, etc.
F+: forma parcialmente inexacta. Lo percibido tiene una forma inexacta con respecto al objeto real, no es semejante
pero tampoco absolutamente arbitrario y preciso.
F-: forma inexacta. Son formas precisas pero arbitrarias, no son semejantes al objeto en la realidad.
PREDOMINIO FORMAL: Además de las F puras, encontramos respuestas donde la forma se encuentra acompañada de
otros determinantes. El predominio formal supone la existencia de tres relaciones posibles: --Qué predomine la F sobre el
determinante. – Qué predomine el determinante sobre la F. – Qué el determinante se encuentre puro.
MOVIMIENTOS: El movimiento es el determinante de naturaleza proyectivo que no se encuentra en las láminas, se trata
de la proyección de acciones sobre la imagen de la mancha que es estática. La escuela argentina, siguiendo a Klopfer,
propone considerar 3 tipos de movimientos: el humano, respuestas quinestésicas, el animal y el inanimado, respuestas
quinéticas. Todas las respuestas de movimiento requieren la verbalizacion y/o el gesto de la persona que confirma el
movimiento en el interrogatorio. Los diversos tipos de movimientos aluden a determinadas modalidades de
funcionamiento de la personalidad, M (movimiento humano) expresa lo más reconocido y aceptado por el sujeto. FM
(movimiento animal) expresa tendencias observables por los demás pero no aceptados por el sujeto, y m (movimiento
inanimado) representa fantasías ajenas a la persona.
M- Movimiento humano: se trata de respuestas de acciones humanas inmediatas o inminentes, realizadas por personas o
partes de ellas e incluye todas las respuestas de movimiento antromórfico que puede ser realzado por animales, vegetales
u objetos, por ejemplo: osos charlando, máscaras sonriendo, etc.). Las respuestas M, a su vez pueden ser activas (Ma) o
pasivas (Mp). Estas últimas hacen referencias a personas acostadas, mirando enfrentadas, durmiendo, paradas, sentadas,
apoyadas.
FM- Movimiento animal: Se clasifica como respuesta FM aquella en que aparecen acciones animales en animales o en
personas ejecutando acciones que corresponden al reino animal, por ejemplo, dos personas labrándose. Este tipo de
determinante, aparece ligado a los impulsos reprimidos como los agresivos, eróticos o ambos y que pueden estar referidos
a rabia, excitación, rivalidad, competencia, etc.
m- Movimiento inanimado: Se considera determinado por el movimiento menor o inanimado a los objetos en movimiento
propio o provocado por otra fuerza externa. De acuerdo al predominio formal se clasifican las respuestas m: como Fm (un
barrilete empujado por el viento) mF (un bicho cayendo) o m pura (una explosión). Se trata de señales de aviso de tensión
de frustración, de presión, y de hostilidad en la integridad de la personalidad.
COLORES:
C- color cromático: desde el punto de vista evolutivo, el color determina las respuestas antes que la forma. El color
realmente se encuentre en la mancha y que desempeña un papel reconocible en la formación conceptual. Ademas del uso
del color, siguiendo a Klopfer es clasificado para la Escuela argentina considerando la clase:
1) Forzado: no es el que tiene en la realidad, pero el sujeto en vez de excluirlo lo fuerza incluyéndolo en todos modos.
Sangre verde.
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2) Arbitrario: el color es utilizado pero solo para delimitar áreas dentro del precepto. Se trata de un uso convencional
que aparece en respuestas de contenido geográfico, anatómico, etc. Un mapa donde cada color es una región o
provincia.
3) simbólico: el color se utiliza como símbolo de algo generalmente abstracto, rojo pasión.
4) Nombrado: la persona designa los colores que ve pero no puede llegar a integrarlos con las formas.
5) Descripción del color: se trata de respuestas en las que el color es utilizado sin relación con un nivel formal, a
través de una descripción casi técnica de los matices o cualidades del mismo.ej: el rosa da lugar al verde, que hacia el
centro es más amarronado y verde claro hasta quedar anaranjado.
COLOR ACROMÁTICO: son respuestas de color acromático aquellas que se basan en el blanco, gris y negro como
determinantes. Sus usos como: forzado, arbitrario, simbólico, nombrado y descriptivo. Para la escuela argentina, no se
clasifica C´ cuando se utiliza el color para localizar y no como determinante, por ejemplo “acá en lo blanco”. Cuando
menciona el negro en sus conceptos pero no lo usa como determinante, dos personas negras cocinando”, y el
interrogatorio expresa que pensó en dos personas negras por la forma de sus cabezas.
CLAROSCUROS: son estímulos propios de las láminas. Las respuestas de claroscuros unen el sombreado más claro y
más oscuro de las áreas grises, también de las áreas cromáticas para contribuir a uno de los tres posibles efectos
importantes.
a) El sombreado crea una impresión tridimensional o de profundidad en el sentido de difusión KF o K o vista FK.
b) El sombreado crea la impresión de una expresión tridimensional proyectada en un plano bidimensional:k.
c) El sombreado crea una impresión de superficie o textura.
Klopfer, destaca que las respuestas de claroscuros dan cuenta del manejo de las necesidades primares de dependencia, de
seguridad, de afecto y pertenencia. Alonso, destacan que este tipo de respuestas implican un reconocimiento de la angustia
y de la dependencia. Indican mayor sensibilidad interna.
K- Claroscuro de profundidad: estas respuestas se producen a partir de la percepción de las variaciones de tonos, luces y
sombras que dan la idea de profundidad. Las respuestas FK y KF a su vez pueden distinguirse en tipos de:
a) Vistas aéreas: son vistas de paisajes, observadas desde arriba como desde un avión.
b) Objetos con volumen: para las respuestas FK se destaca que se trata de objetos con forma precisa, haciendo referencia a
la masa del cuerpo y no a la superficie de la figura, mientras que en el caso de respuestas KF, se nomina como objetos con
forma indefinida visto como volumen.
c) Respuestas de reflejos: es importante que se trate de una respuesta donde el reflejo es producto de la percepción de las
tonalidades y no sólo de la simetría de las láminas. En el caso de ser KF se destaca que se trata de respuesta de reflejos
indefinidos.
D) Respuestas de perspectiva, distancia y/o profundidad: FK se trata de respuestas donde es en paisajes o conceptos
arquitectónicos percibidos como vistas horizontales, el sombreado produce la impresión de cercanía y lejanía o delante y
atrás sin embargo la mera perspectiva lineal, sin el uso de las tonalidades no se clasifica como respuestas de claroscuro.
Para las respuestas KF se denomina este tipo como respuestas imprecisas de perspectiva, distancia y/o profundidad.
e) difusión: en el caso de FK se trata de una difusión con forma definida y hace referencia al intento de darle a una
respuesta difusa una forma determinada. En el caso de KF se nomina el tipo como difusión con límite espacial pero con
forma indefinida.
f) Concavidad y convexidad determinadas por el claroscuros en un concepto.
K- claroscuro tridimensional reducido a un plano bidimensional: son respuestas en las que por medio de las tonalidades,
se presentan contenido tridimensionales en una reducción bidimensional, donde lo resultante es un plano, producto de
arbitro técnicos o científicos, mapas topográficos, etc.
c- Claroscuro de superficie o textura: son las respuestas que suponen la interpretación de las diferentes tonalidades de las
manchas como marcando una superficie o plano no uniforme, que puede ser acompañada con gesticulación y
movimientos de representación táctil al ser comunicadas por el sujeto.
CONTENIDOS: para clasificar las respuestas de acuerdo a los elementos contenidos en la respuesta. Los contenidos en
tres grandes grupos:
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- Vitales: se definen en este grupo todos aquellos contenidos que tienen que ver con la vida animal y humana.
Comprende contenidos humanos, sexuales, anatómicos y animales.
Respuestas de contenido humano:
H- humanos: figuras completas con vida (personas, un hombre, una mujer).
H- Humano incompleto: una persona sin cabeza, un hombre que le falta un brazo, etc.
Y aquellas en donde se encuentra el contenido si vida como H humano desvitalizado, una persona, hombre o mujer
muerto/a.
Hd- Humano detalle: hace referencia a partes externas del cuerpo humano, la mano de una persona, el pie de un
hombre, etc.
H y Hd- Humano irreal, humano detalle irreal: retrata de respuestas sobre figuras mitológicas, de ficción, caricaturas,
dibujos animados.
Respuestas de contenido animal:
A: completo, incompleto, desvitalizado, detalle, animal irreal, animal detalle irreal: figuras animales pertenecientes al
mundo de la ficción o de la mitología. At: se trata de las respuestas sobre partes internas del cuerpo humano o animal.
Por ejemplo vísceras, órganos, etc. Contenido sexual: sex: son respuestas de órganos sexuales externos e internos, asi
como productos sexuales como semen.
AMORTIGUADORES: se trata de los contenidos que tienen un carácter relativamente neutral. Obj. Objeto: cualquier
objeto manufacturado, alfombra, avión, etc. Arq arquitectura: casa, edificio, etc.
PERTURBADORES: los contenidos de esta categoría tienen una fuerte carga afectiva, generalmente de tinte desagradable
o regresivo e indican que la persona muestra algo que le esta ocurriendo.
FRECUENCIA: se refiere a lo frecuente e infrecuente del contenido de la respuesta: P- populares: cuando se da una vez
cada tres protocolos. O- originales: aparecen una vez cada 100 protocolos. Habituales: no se les asigna sigla, se deja la
columna de frecuencia en blanco.
FENOMENOS ESPECIALES: verbalizaciones del sujeto, no clasificables y que por lo tanto se colocan como
observaciones, en la última columna de la hoja de clasificación. A modo de ilustración se describen algunos. Uso del
diminutivo: indican un gran monto de agresión encubierta. Acción padecida: se refiere a una acción que se ha sufrido, en
el pasado, presente o futuro. Son respuestas donde un objeto, persona o animal sufre pasivamente el efecto de una acción
ajena, como ser golpeado, aplastado, atado, etc. Se trata de respuestas vinculadas a fantasías asociadas a situaciones
externas reales de sufrimiento, peligro y/o destrucción. Se asocia la respuesta a alguna cuestión personal.
PSICOGRAMA Y CÓMPUTOS: una vez que las respuestas han sido clasificadas, se confecciona la hoja de cómputos y
el psicodrama. Supone la clasificación de las respuestas principales.
CARLOS RODRIGUEZ SUTIL. Evaluación de la personalidad y sus trastornos a través de los métodos
proyectivos o pruebas basadas en la actuación.
CUESTIONES SOBRE LA DEFINICION DE LOS INSTRUMENTOS DIAGONOSTICOS. Los términos “objetivo” y
“proyectivo”, aplicados habitualmente a pruebas psicológicas no sólo son inexactos desde el punto de vista científico, sino
también problemáticos desde un punto de vista profesional.
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El término “objetivo” evoca una serie de connotaciones positivas, que parecen implicar la objetividad en la predicción,
cuando en realidad sólo quiere decir que la puntuación se halla de forma mecánica (o “actuarial”). Por otra parte, parece
muy dudoso que la proyección sea el mecanismo que funcione de manera esencial en la realización de los tests llamados
“proyectivos”, salvo en algunas respuestas aisladas. Además, el término “proyectivo” ha adquirido una serie de
connotaciones negativas por su asociación con las teorías psicoanalíticas.
Meyer y Kurtz proponen el nombre de “inventarios de autoinforme” o de “cuestionarios puntuados por el paciente” para
los antes llamados “tests objetivos”. Sin embargo, no les resulta tan fácil encontrar un término que sustituya al de
“proyectivo”. Se ha propuesto “pruebas basadas en la actuación”–que es la que me parece que está teniendo más éxito–,
también “medidas de respuesta libre”, “métodos constructivos”, “métodos implícitos” o, incluso, “tests atributivos”, pero
estos autores no se definen por ninguna de las posibilidades enunciadas. Poco después Robert Bornstein propone un
“marco de para clasificar los tests. Y comenta que los tests antes llamados “objetivos” mejor sería denominarlos “tests de
autoatribución”, y a los proyectivos, “tests de atribución de estímulos”. No se excluye la proyección, pues toda proyección
es atribución. Las características centrales de estas pruebas (en las que estarían el Rorschach y los temáticos) es que la
persona atribuye significado a unos estímulos ambiguos, atribuciones determinadas en parte por las características propias
de los estímulos, y en parte por las características propias de la persona, como son su estilo cognitivo, motivos, emociones
y estados internos.
SITUACION ACTUAL DE RORSCHACH Y DE LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS. Hace ya bastante tiempo que se
anunció la muerte de la principal y más conocida de entre las técnicas proyectivas, el test de Rorschach, por su escaso
valor científico.
Ni el Rorschach ni el TAT, ni el resto de las pruebas asociadas, son tests en un sentido estricto. No fueron creadas
teniendo en cuenta criterios psicométricos de validez y fiabilidad. Dicho sea de paso, tampoco se pensó en su adaptación a
los criterios diagnósticos del DSM, elaborados mucho después, ya sea en sus síndromes (Eje I) o en los trastornos de la
personalidad (Eje II).
El Rorschach permite recoger las interpretaciones y verbalizaciones personales de cada sujeto. Permite observar una
mayor cantidad de fenómenos en poco tiempo.
Exner ha trabajado de forma sistemática con el método de test-retest, consiguiendo correlaciones elevadas en adultos, con
intervalos de más de un año; con niños estos períodos se reducen. En cuanto a la fiabilidad inter-jueces de las
puntuaciones, la conclusión que alcanza Exner en repetidas ocasiones, es que el Rorschach es fiable cuando es aplicado
por evaluadores entrenados en el SC.
Podría entenderse, por tanto, que el Rorschach posee una fiabilidad aceptable, que un estudio bibliométrico compara con
la del MMPI y del WAIS. El Rorschach y las técnicas proyectivas presentan importantes dificultades a la hora de
establecer su validez predictiva y concurrente. Dichas dificultades surgen de los propios problemas en la definición del
criterio. Los tests permiten diagnosticar ciertas características personales, pero la conducta es una función del entorno
tanto como de la persona.
Con frecuencia se ha juzgado que la “validación de constructo” es el método de elección para las técnicas proyectivas.
Kevin Parker, después de revisar los 39 trabajos de investigación sobre el Rorschach, publicados entre 1971 y 1980,
muestra que se pueden esperar fiabilidades de hasta .81 y superiores, y coeficientes de validez superiores o iguales a .45,
cuando las hipótesis están apoyadas por la teoría o por estudios empíricos anteriores y cuando se utilizan pruebas
estadísticas poderosas.
El Rorschach, el TAT y otras “pruebas basadas en la actuación” requieren un entrenamiento especial y prolongado para
poder ser utilizadas por el profesional, y consumen mucho tiempo.
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Los instrumentos tradicionales en la evaluación clínica, como el MMPI-2 y el Rorschach siguen desempeñando un papel
central en la evaluación forense.
No se puede reducir la cuestión de si el Rorschach es válido de una sola respuesta, sí o no. se ha encontrado que las
personas que padecen trastornos de tipo límite es más probable que muestren patología en una prueba no estructurada,
como es el Rorschach, que en las pruebas estructuradas de autoinforme, y que el Rorschach es sensible a la existencia de
procesos esquizofrénicos subyacentes antes de que estos encuentren una expresión clínica abierta.
Normalmente, en el proceso del diagnóstico clínico debemos alcanzar una descripción coherente de la personalidad y del
comportamiento del individuo, que posea validez interna, o conceptual. Para ello utilizamos una gran diversidad de
fuentes, no sólo los test.
INDICADORES PROCEDENTES DEL RORSCHACH Y DEL TAT ÚTILES PARA EL DIAGNÓSTICO DE LOS
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD. El Rorschach es una situación de resolución de problemas perceptivos que
proporciona una muestra de cómo puede ser la forma en que el sujeto se enfrenta a las tareas en el mundo real.
Son pocas las investigaciones que se han realizado de la personalidad esquizoide con el Rorschach y en cambio, sí
parecen más abundantes con la esquizotípica.
La presencia de procesos alterados de pensamiento son apreciables observando la calidad formal del Rorschach, aunque
en mayor grado en los pacientes que padecen esquizofrenia que en los esquizotípicos.
Entre las variables de respuesta del Rorschach que me parecen más importantes en este proceso, citaré las respuestas de
color, el índice de egocentrismo junto con la aparición de respuestas de reflejo como tal, la frecuencia de respuestas
populares, la cantidad y calidad de contenidos humanos, el índice de aislamiento, la relación entre movimientos activos y
pasivos, frecuencia de movimientos humanos y de movimientos agresivos y cooperativos, las respuestas en espacios
blancos y su calidad y algunos fenómenos especiales.
CONCLUSIONES. Las técnicas proyectivas, pruebas basadas en la actuación, como el Rorschach y TAT siguen estando
en uso y, para muchos profesionales, son instrumentos valiosos en el diagnóstico y evaluación de los trastornos de la
personalidad.
Para que su uso sea adecuado deberán estar integradas dentro del más complejo proceso diagnóstico que es donde deben
ser valoradas. Hasta ahora, parte de la crítica que se dirige a estas pruebas ha podido estar propiciada por una confusión
entre lo que es la
“aplicación de tests psicológicos” y lo que es “evaluación psicológica”. La evaluación psicológica es una tarea compleja
que utiliza información derivada de tests, junto con los datos del historial, motivo de consulta, observaciones directas e
informaciones de terceros.
La aplicación de tests psicológicos es un proceso relativamente simple mediante el cual se aplica una escala concreta para
obtener una puntuación específica (por ejemplo, la aplicación de un subtest de las escalas de Wechsler). Posteriormente se
puede aplicar un significado descriptivo a esa puntuación, a partir de los hallazgos normativos, nomotéticos. La
evaluación psicológica, en cambio, se ocupa del clínico que toma una serie de puntuaciones de tests, obtenidas
generalmente de múltiples métodos, y considera los datos en el contexto de la historia, la información con que se derivó al
paciente, y la conducta observada para comprender a la persona que está siendo evaluada, con objeto de responder a las
preguntas que provocaron la derivación y comunicar los hallazgos al paciente, a sus personas cercanas y a la fuente de
derivación.
La evaluación psicológica tiene a su disposición una serie de instrumentos, cada uno de ellos con sus ventajas e
inconvenientes que pueden ser aplicados en conjunto, de manera complementaria.
La primera
Etapa se refiere a la formalización de la teoría psicoanalítica en torno a los principales postulados freudianos que incluyen
41
una visión divalente del valor del diagnóstico. La segunda incluye la expansión y difusión internacional en paralelo a las
teorías postfreudianas y disidencias. Una tercera se produce a raíz del interés por el diagnóstico basado en la exploración
psicológica mediante técnicas de evaluación que en su mayor parte no estaban basadas en la teoría
psicoanalítica. En la cuarta de estas etapas es posible ubicar la crisis y el rechazo del diagnóstico por posiciones radicales
dentro del psicoanálisis. Finalmente la quinta etapa propone una renovación de planteamientos y métodos de diagnóstico,
con especial énfasis en el desarrollo de sistemas nosológicos propios y nuevas técnicas construidas desde las teorías
psicoanalíticas.
Fernández Ballesteros (2004) realiza una descripción de este modelo de evaluación destacando
que se trata del estudio de la estructura de la personalidad desde una perspectiva molar en función de los distintos
conceptos psicodinámicos tales como la estructura del yo, los mecanismos defensivos y los dinamismos propuestos en el
que los procesos inconscientes son relevantes. Al basarse en el estudio de la conducta anormal es aplicado
fundamentalmente en situaciones clínicas.
García Arzeno (1993) destaca que no siempre hacer un diagnóstico psicológico significa lo mismo que realizar un
psicodiagnóstico, en el sentido en que este último implica la administración de
tests. El psicodiagnóstico para esta autora es imprescindible porque permite saber qué sucede, las causas y como
responder a un pedido que dio inicio a la consulta, porque es necesario como paso previo a un tratamiento y porque
permite una protección en sentido ético y clínico del profesional que lo realiza. Los fines perseguidos son el diagnóstico,
la evaluación del tratamiento
(valoración), facilitar la comunicación y aceptación de las recomendaciones y la investigación. El objetivo del
psicodiagnóstico es poder describir a alguien en su particular y propio modo de ser, mediante una tarea compleja que
exige experiencia. El concepto de psicodiagnóstico, desde este enfoque teórico, define un proceso mediante el cual
es posible realizar un profundo estudio y descripción de la personalidad y su dinámica con fines
clínicos.
En el caso del enfoque psicodinámico, el interés prioritario se ubica en el proceso diagnóstico dando particular
importancia a la formulación diagnóstica utilizando una taxonomía basada en la posición estructural del sujeto (neurosis-
psicosis- perversión).
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dentro de la
historia vital en correspondencia con las series complementarias planteadas por Freud
. La HV relatada está determinada por: la constitución sexual, la vivencia infantil, la vivencia accidental más la
situación de entrevista y el entrevistador
como objeto de transferencia.
En esta entrevista es importante comenzar con una consigna clara y precisa, donde se explicite al paciente que
hable libremente de cada una de los tópicos y que intervendremos haciendo
preguntas, y que ello servirá para conocerlo y encontrar los motivos de su situación
.
3. Administración de tests y técnicas proyectivas: el objetivo de esta etapa reside en la recolección de material que
permita comparar un mismo tipo
de contenido disparado por diferentes estímulos o instrumentos. Se propone desde el enfoque
psicodinámico en esta etapa la planificación y administración de una batería de tests y técnicas
proyectivas.
García Arzeno (1993) propone que los factores a
considerar deben ser quién formula el pedido, la edad cronológica del examinado, el nivel
sociocultural del sujeto y su grupo étnico, déficit sensorial o comunicacional, momento vital,
contexto espacio-temporal y elementos de la personalidad a investigar.
La secuencia recomendada por Berardo de Bauduco (1992)
incluye para adultos y adolescentes:
Una primera sesión con tests gráficos: gráfico libre, DAP, familia, HTP. Si se presumen problemas de madurez o
afección orgánica se incluye a continuación el test de Bender.
Una segunda sesión que incluya el test de Rorschach y el Desiderativo, finalizando con el
relato de un recuerdo o sueño para no despedir al paciente tan movilizado.
Una tercera sesión donde se administra el test de Phillipson, conocido como TRO.
La intención es responder
sobre las defensas 3 manifiestas y latente, sobre el por qué y con qué fin han sido optadas por el
yo, sobre el nivel evolutivo de la defensa y las características patológicas o adaptativas, así como
el grado de elasticidad y de compromiso de la personalidad.
4. Entrevista de Devolución: Siquier de Ocampo (1974) destaca que la devolución funciona como
prueba de realidad de que el psicólogo ha salido indemne del depósito de los aspectos más dañados o dañinos del
paciente, que los ha aceptado junto con los buenos y reparadores
reconociéndolos como coexistentes y propios del examinador. La devolución de la información supone una
oportunidad para verse a sí mismo con más criterio de realidad y con menos
distorsiones idealizadoras o peyorativizantes. Sin embargo, Etchegoyen (1997) resalta que la
devolución no debe ir más allá del objetivo de la tarea realizada, aconsejar el tratamiento más
conveniente, y sucintamente los fundamentos de la indicación.
Sendín (2000) postula como objetivos de esta entrevista el sintetizar e integrar elementos del funcionamiento
psicológico; clarificar aspectos descriptivos y en su caso etiopatogénicos de los
trastornos que originaron la consulta; orientar y aportas vías de solución a través de una
planificación de la intervención; cerrar el proceso evaluativo dándole un sentido propio; registrar las reacciones
de los destinatarios ante los aportes de información: comparar la dinámica
interpersonal de esta entrevista con la que tuvo lugar en entrevistas anteriores; y recopilar
información con valor pronóstico.
En este momento, pueden surgir nuevos elementos que complementen el panorama y que permitan mantener o
reformular la recomendación terapéutica que se había considerado. La devolución supone el final del
psicodiagnóstico con el evaluado, en tanto que para el caso del
derivante se considera una última fase que incluye el informe escrito.
5. Entrega de información: Rosenfeld y Avrutin (2004) expresan que a través del informe escrito se intenta despejar
las dudas
y/o preguntas del derivante que motivaron el pedido del psicodiagnóstico. Se trata de la
comprensión a la que el psicólogo ha llegado respecto del significado de los síntomas, la etiología de los mismos,
43
así como la de la estructura psíquica del sujeto. Estas autoras destacan que los datos relevantes para realizar un
informe en el área clínica son: la fecha, los datos de filiación,
motivo de consulta, pruebas administradas, características significativas del sujeto (modo de
vestir, modalidad de contacto, modalidad de presentación, datos significativos de su historia, etc.), conducta
mantenida durante el proceso, recursos intelectuales, recursos afectivos, conflictos,
diagnóstico descriptivo, pronóstico y estrategias a seguir.
Estilos de vida
En resumen, el estilo de conducta hace referencia a un grupo de patrones habituales de conducta, relativamente
estables en el tiempo, consistente con las situaciones y que además
integran las dimensiones del sujeto.
Estilos cognitivos
Los estilos cognitivos son constructos hipotéticos que explican procesos cognitivos mediacionales, es decir aquello que
ocurre en la mente del sujeto cuando éste elabora una respuesta frente a los estímulos ambientales, los procesa y se
enfrenta a la realidad. Se trata de un estilo organizativo que caracteriza la relación que cada sujeto tiene con el
ambiente, por lo
tanto posibilitan la explicación de las diferencias individuales en la organización del medio. Los estilos cognitivos van
más allá de las diferencias individuales,
de nivel cognitivo, hacen referencia a los modos generales de cada individuo para procesar la
información que proviene del ambiente y para enfrentarse a situaciones en las que debe
44
desarrollar un procedimiento o una estrategia de resolución.
Una de las investigaciones más destacadas sobre acomodación donde los sujetos ejecutaban
acciones durante la percepción de la verticalidad (Asch & Witkin), permitió distinguir dos
patrones de acomodación de las percepciones. La teoría que surge de esta investigación se ha
extendido a varios comportamientos y dimensiones psicológicas, donde se destacan los efectos de los estilos cognitivos
en los procesos de aprendizaje.
Las sumas de los puntajes obtenidos por columnas, permiten obtener los valores de experiencia
concreta (EC), observación reflexiva (OR), conceptualización abstracta (CA) y experimentación activa (EA). Para
determinar el estilo de aprendizaje se debe calcular la relación entre las cuatro
modalidades, usando dos combinaciones de puntajes CA-EC y EA-OR.
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aprendizaje. Mientras más cerca de una de las cuatro esquinas, más definido está en un estilo
particular de aprendizaje.
El estilo de aprendizaje DIVERGENTE, se caracteriza por ser kinestésico y aprender con el movimiento, reproduce lo
aprendido, es flexible y se acomoda hasta alcanzar el conocimiento, tiene propuestas originales y es creativo e informal.
Los desempeños son mejores cuando se trata de cuestiones concretas y de observación reflexiva. El punto más fuerte es
la capacidad imaginativa porque tiene a considerar situaciones concretas desde muchas perspectivas.
En cuanto al estilo de aprendizaje ASIMILADOR, son características la reflexión y el razonamiento sobre lo aprendido, es
analítico, organizado, metódico y sistemático. Se concentra
en el aprendizaje, es secuencial y tiende al razonamiento deductivo. Hay un predominio de
conceptualización abstracta (CA) y de observación reflexiva (OR). Su punto más fuerte es la capacidad para crear
modelos teóricos. El razonamiento es inductivo y posibilita el agrupamiento
de observaciones dispares en una explicación integral. Se interesa más en los conceptos abstractos teóricos.
Estilos de vida
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Se ha definido como estilo de vida, al conjunto de patrones conductuales de una persona, que
poseen cierta consistencia en el tiempo bajo condiciones más o menos constantes, y que pueden
, dependiendo de su naturaleza, constituirse en dimensiones de riesgo o de seguridad. Del Barrio enfatiza que la relación
entre modos de vida o estilos de conducta y salud o enfermedad supone un esfuerzo para definir operacionalmente
variables que predicen la salud y una mayor
investigación sobre la relación entre la enfermedad y los aspectos psicosociales. Por lo tanto,
desde este enfoque, algunos modos o estilos de vida vinculados a determinadas estructuras
orgánicas, posibilitarían explicaciones parciales de algunos tipos de enfermedad. Existen
elementos externos (estresores) que se ven afectados en aumento o inhibición, por elementos propios del sujeto
(personalidad- tipos de patrones conductuales) y del entorno (apoyo social),
que condicionan los distintos estilos de enfrentarse a los estresores (afrontamiento) mediante las
respuestas al estrés y las estrategias diferentes en las que se concreta.
El patrón de conducta tipo A (PCTA), es definido por Romsenman como un complejo acción-emoción que incluye
disposiciones conductuales tales como
ambición, agresividad, competitividad e impaciencia, conductas especificas tales como tensión
muscular, alerta, un estilo de habla rápido y enfático, un ritmo de actividad acelerado que es acompañado por
respuestas emocionales tales como irritación, hostilidad, y un elevado potencial para la ira.
Se ha encontrado apoyo empírico que avala la relación entre este tipo de patrón conductual y el
riesgo de enfermedades coronarias, pero también aparecen estudios que muestran que no posee
valor predictivo respecto de las enfermedades coronarias. Por ello, se define la situación como
controvertida y comienzan a desarrollarse enfoques que proponen la conceptualización de la PCTA como un estilo de
afrontamiento que se manifiesta en conductas observables que son
favorecidas por disposiciones más o menos estables de personalidad. Basado en ello, Del Pino entiende que el
procedimiento de evaluación más apropiado será el que controle las condiciones estimulares y permita captar más
niveles de respuesta. La entrevista estructurada
permite registrar el contenido semántico de las respuestas, el estilo verbal y la conducta motora del entrevistado.
Respecto del entorno, el apoyo social en tanto elemento destacable del entorno está referido a
la existencia o disponibilidad de personas en quienes se puede confiar, que cuidan, valoran y
quieren y que forman parte de una red
de obligaciones mutuas que facilita el enfrentamiento durante las crisis y la adaptación al cambio.
Este inventario puede utilizarse desde los 18 años en adelante tanto como entrevista
48
Para evaluar las respuestas se suman los valores de los ítems y se coloca el valor obtenido
debajo de cada columna. Por último, se trasladan los puntajes directos obtenidos al perfil donde, se indicará con un
círculo el número que corresponda al puntaje bruto de cada escala. Al finalizar
con todas las escalas se unen mediante una línea los círculos; cada perfil se marca con líneas horizontales.
La evaluación del afrontamiento es de gran importancia tanto para la planificación como para la
valoración de los tratamientos (evaluación clínica). Recordemos que Beutler y Clarkín identifican al afrontamiento como
una de las dimensiones que deben considerarse para la toma
de decisión respecto del tipo de cambio que debe promoverse, de tipo más externo o más
orientado al insight.
Los objetivos de la psicopatología son la descripción de las manifestaciones clínicas que caracterizan cada una
de las alteraciones conductuales, y la explicación de la conducta anormal.
Una de las críticas que ha recibido el diagnostico en la psicología es la que afirma su efecto de etiquetamiento
y estigmatización a la persona. Otra crítica, recae en la validez de los sistemas nosológicos clasificatorios que
se utilizan.
Ningún diagnostico psicopatológico puede describir al individuo abarcando la totalidad del funcionamiento de
la personalidad o de las situaciones que determinan su comportamiento. Por ello, los datos clínicos
clasificatorios no pueden extrapolarse a otros ámbitos.
Del Barrio (2004) postula que el profesional llega a formular un juicio clínico caracterizado según dos
parámetros: a) las propiedades psicométricas de validez y confiabilidad de los instrumentos, b) el modo en el
que el experto utiliza la información.
I. Entrevistas clínicas estructuradas o semiestructuradas
se trata de herramientas que establecen una relación fija de categorías para ser investigadas. La mayor parte
de estas entrevistas toman como base la propuesta clasificatoria que considera la agrupación de distintos
sistemas nosológicos, es decir, la clasificación de trastornos.
La entrevista diagnóstica psicopatológica para adultos de Casullo
1- Síndrome orgánico cerebral 2- Desórdenes debido al uso indebido de sustancias psicoactivas 3- Desórdenes
afectivos 4- Desórdenes neuróticos y somatoformes 5- Disfunciones fisiológicas asociadas a problemas
psicopatológicos 6- Esquizofrenia 7- Trast. De personalidad y conducta 8- Retardo mental 9- Estrés
postraumático
Para cada una de esas categorías se indagan los datos básicos o centrales, la significación social de los
síntomas y los datos relativos a la ubicación cronológica de los síntomas. Sólo se considera que se cumple con
los 2 primeros. Las respuestas se consignan en la Hoja de Resp mediante la valoración de “si”o”2” cuando se
cumple con ambos criterios. Toda resp negativa se codifica 1 y toda positiva 2. Si la pregunta no se formuló se
codifica 8. Si no se obtuvo resp se codifica 9.
II. Autoinformes clínicos de personalidad
Este tipo de pruebas deben utilizarse como screening para localizar el problema básico y una focalización y
análisis posterior del problema aislado como técnica de embudo.
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MMPI-2
Inventario multifásico de personalidad de Minnesota. Las dificultades surgidas en relación a la versión original
dieron lugar a que se presentara una segunda versión de la prueba el MMPI-2.
El MMPI-2 está compuesto por 567 afirmaciones a las que el sujeto responderá mediante un formato
dicotómico de verdadero – falso. Se obtienen los puntajes brutos de las escalas de validez, clínicas y de
contenido que se transforman a puntajes T. La interpretación se realiza tanto desde el contenido individual
como global (perfil) de las escalas. Definida como prueba que mide psicopatologías normal o anormal de la
personalidad a partir de los 18 años (en el caso de adolescentes se propone la versión del MMPI-A).
PAI
El inventario de evaluación de la personalidad (PAI), se propuso como una alternativa para la evaluación de la
personalidad.
El proceso de construcción del PAI se fundamentó en una estrategia de validación secuencial del constructo,
en la que tanto la naturaleza conceptual como la adecuación empírica de los ítems fueron importantes. el PAI
actualmente marca el estándar en la evaluación de la personalidad y la psicopatología mediante autoinforme.
Descripción del PAI
Puede ser aplicado individual o colectivamente bajo las Directrices internacionales para el uso de los tests. se
recomienda a partir de los 18 años en adelante, que puede leer y comprender los ítems. El nivel ha sido
establecido como similar a un alumno a partir del 4to grado de primaria.
de 12 a 18 años se dispone de la versión adolescente del instrumento (PAI-A).
La versión adulta se compone de 344 ítems que estructuran 22 escalas: 4 de validez, 11 clínicas, 5 de
consideraciones para el tratamiento y 2 de relaciones interpersonales:
ESCALA DESCRIPCION
DE VALIDEZ
INCONSISTENCIA (INC) : Indica si el evaluado responde de forma inconsistente a lo largo de la
prueba. (ítems altamente relacionados entre sí)
INFRECUENCIA (INF): Indica si el evaluado ha respondido con poco cuidado, al azar o de una
forma muy peculiar.
IMPRESIÓN NEGATIVA (IMN): Indica si el evaluado está presentando una imagen de sí mismo
extremadamente desfavorable que pueda sugerir exageración de síntomas.
IMPRESIÓN POSTIVA (IMP): Indica si el evaluado está presentando una imagen de sí mismo muy
favorable y evita admitir pequeños "defectos".
CLINICAS
Quejas somáticas(SOM): Evalúa las preocupaciones relacionadas con la salud física y las quejas
somáticas
Subescalas
1. Conversión(SOM-C): Evalúa los síntomas asociados especialmente alteraciones motoras o
sensoriales
2. Somatización(SOM-S): Evalúa la aparición frecuente de diversos síntomas físicos comunes y de
quejas imprecisas de cansancio y mala salud.
3. Hipocondría(SOM-H); Evalúa la preocupación por el estado de salud y los problemas físicos.
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Ansiedad(ANS) : Evalúa las manifestaciones y los signos observables de ansiedad con especial
énfasis en la ev de sus distintas modalidades.
Subescalas
4. Cognitiva(ANSC): Ev la presencia de inquietudes sobre los asuntos cotidianos y preocupaciones
rumiativas q afectan y limitan su capacidad de At y concentracion
5. Emocional(ANSE) : Ev la presencia de tensión, cansancio y dificultad para relajarse como resultado de
alto nive lde estrés percibido
6. Fisiologica(ANSF): Ev los signos físicos manifiestos de tensión y estrés
Trastornos relacionados
con la ans (TRA): Ev los síntomas y conductas relacionadas con trastornos específicos de la
ansiedad
7.Obsesivo-comp (TRA-OC): Ev la presencia de comportamientos opensamientos intrusivos, como la rigidez,
indecisión, perfeccionismo.
8. Fobias(TRA-F): Ev la presencia de miedos fóbicos
9. Estrés postraumático (TRA-E): Ev la presencia de hechos traumáticos q continúan causando malestar y que
el sujeto percibe como hechos que le han cambiado en algún aspecto fundamental de sí mismo.
Depresión (DEP) Ev las manifestaciones y síntomas de los trastornos depresivos.
10.Cognitiva(DEP-C): ev la presencia de pensamientos de desesperanza, inutilidad y fracaso personal
11. Emocional (DEP-E): ev la presencia de sentimientos de tristeza, falta de interés en las acts cotidianas
y anhedonia.
12. Fisiológica (DEP-F): ev los niveles de act, energía y rendimiento físico.
Manía (MAN) Ev los síntomas afectivos, cognitivos y conductuales de la manía y la hipomanía
13. Nivel de act (MAN-A): Ev la desmedida participación en una amplia variedad de acts de manera
desorganizada y la experimentación de pp de pensamiento y comportamientos alterados
14.Grandiosidad (MAN-G): ev la existencia de una autoestima hipertrofiada casi como cierta expansividad y la
creencia de que tiene habilidad eso talentos únicos y especiales.
15. Irritabilidad (MAN-I): Ev la existencia de tensión en sus relaciones debido a la frustracion del sujeto por
la incapacidad o la falta de voluntad de los otros para seguir sus planes, sus exigencias y sus ideas
probablemente poco realistas.
Paranoia (PAR) Ev los síntomas paranoides y las caracteristicas mas estables dela personalidad
paranoide
16.Hipervigilancia (PARH): ev la suspicacia y la tendencia a estar atento a posibles desaires reales o
imaginarios producidos por otros
17.Persecucion (PARP): Ev lacreencia de haber sido tratado injustamente y de que existe un interes común
entre las diversas personas para socavar sus intereses
18.Resentimiento (PARR): Ev la presencia de Resent y desconfianza en las relaciones interpersonales y una
tendencia a guardar rencor y a echar culpa a los demás de cualquier desgracia
Esquizofrenia (ESQ): Evalúa los síntomas clave del amplio espectro de los trastornos esquizofrénicos.
19.Experiencias psicóticas(ESQP): Evalúa la presencia de sensaciones y percepciones poco comunes.
20. Indiferencia social(ESQ-S): Evalúa el aislamiento social.
21. Alteración del pensamiento(ESQ-A): Evalúa la confusión, los problemas de concentración y la
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desorganización de los procesos de pensamiento.
Rasgos límites(LIM):
Subescalas Evalúa los atributos indicativos de la personalidad límite
22. Inestabilidad emoc(LIM-E): Evalúa la sensibilidad emocional, los cambios bruscos de humor y el escaso
control emocional.
23. Alt. de la identidad (LIM-I): Evalúa la existencia de dudas sobre los principales aspectos de la vida y la
presencia de sentimientos de vacío, de falta de realización y de ausencia de objetivos.
24. Relaciones interp problemáticas(LIM-P): Evalúa la historia de relaciones intensas y ambivalentes en las que
se ha sentido traicionado y explotado.
25. Autoagresiones(LIM-A): Evalúa la impulsividad en áreas que tienen alto potencial de consecuencias
negativas.
Rasgos antisociales (ANT) Evalúa el historial de actos ilegales y problemas con la autoridad así como el
egocentrismo, la falta de empatía y lealtad, la inestabilidad y la búsqueda de sensaciones.
26. Cond antisoc(ANT-A): Evalúa el historial de actos antisociales y la implicación en actividades ilegales
27. Egocentrismo (ANTE): Evalúa la falta de empatía o remordimiento y un enfoque generalmente explotador
de las relaciones interpersonales
28.Búsquedade sensaciones(ANTB): Evalúa el ansia por nuevas sensaciones y emociones así como una baja
tolerancia al aburrimiento y una tendencia a ser temerario y a asumir riesgos.
Problema con las drogas: Evalúa las consecuencias negativas del consumo de drogas y rasgos indicativos de su
dependencia.
RELACIONADAS CON EL TTO
Agresión(AGR) Evalúa las características y actitudes relacionadas con la ira, la asertividad, la hostilidad y la
agresión.
29.Act agresiva (AGRA): Evalúa la hostilidad, el escaso control de la expresión de la ira y la creencia en la
utilidad instrumental de la agresión
30.Agresiones verbales(AGRB): Evalúa las expresiones verbales de ira, incluyendo desde las asertivas a las
ofensivas, así como una tendencia a expresar su ira a los demás
31.Agresiones físicas(AGRF): Evalúa la tendencia a manifestar físicamente su ira, incluyendo los daños a la
propiedad, las peleas físicas y las amenazas de violencia.
Ideaciones suicidas (SUI): Evalúa la ideación suicida cubriendo un amplio espectro que va desde la
desesperanza hasta los pensamientos y planes concretos de suicidio.
Estrés Mide el impacto de circunstancias o situaciones estresantes recientes en la vida del sujeto.
Falta de apoyo soc (FAS): Evalúa la falta de apoyo social percibido teniendo en cuenta el nivel y la calidad de
apoyo disponible.
Rechazo al tto (RTR): Evalúa aquellos atributos y actitudes que indican una falta de interés y motivación para
hacer cambios personales psicológicos o emocionales.
DE RELACIÓN INTERP
Dominancia (DOM): Evalúa el grado en que una persona es controladora e independiente en sus relaciones
personales. Las puntuaciones altas se relacionan con un estilo dominante y las bajas con el estilo sumiso
Afabilidad (AFA): Evalúa el grado en que una persona se interesa por aquellas relaciones interpersonales
empáticas y de apoyo. Puntuaciones altas estilo afable y sociable, puntuaciones bajas estilo frío e indiferente.
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ÍNDICE COMPLEMENTARIO DESCRIPCIÓN
VALIDEZ
Inconsistencia al final
del cuestionario (INC-F): Indica si el evaluado ha respondido la parte final del cuestionario de forma
inconsistente. Para ello compara las respuestas del sujeto a las escalas SUI y ALC en la primera parte del
cuadernillo (primeros 165 ítems) y en la segunda parte.
Índice de simulación (SIM): Evalúa la presencia de ocho características del perfil que suelen observarse más
frecuentemente en muestras de simuladores.
Función discriminante de Rogers (FDR): Índice resultado de la función discriminante calculada para maximizar
la diferencia entre sujetos instruidos para responder simulando síntomas frente a pacientes clínicos genuinos.
Índice de defensividad (DEF): Evalúa la presencia de ocho características del perfil que suelen observarse más
frecuentemente en muestras de disimuladores. Función discriminante de Cashel (FDC): Índice resultado de la
función discriminante calculada para maximizar la diferencia entre sujetos instruidos para presentarse
idealmente frente a sujetos que respondían honestamente a la prueba.
INDICES POTENCIALES
Índice potencial de suicidio (IPS): Evalúa la presencia de 20 características del perfil que suelen estar asociadas
a la conducta suicida. Es un indicador indirecto ya que no incluye la puntuación en la escala SUI que evalúa
explícitamente la presencia de ideación suicida.
Índice potencial de violencia (IPV): Evalúa la presencia de 20 características del perfil que suelen estar
asociadas a la conducta violenta hacia otros y peligrosidad. Es un indicador indirecto.
Índice de dificultad en el tratamiento (IDT): Evalúa la presencia de 12 características del perfil que suelen estar
asociadas a dificultades en el tratamiento o la intervención.
INDICES ESTIMADOS
Índice estimado de problemas con el
alcohol (ALC-Est): Indica qué puntuación en la escala ALC cabría de esperar a partir de las puntuaciones en
otras escalas del PAI.
Índice estimado de problemas con las
drogas (DRG-Est): Indica qué puntuación en la escala DGR cabría de esperar a partir de las puntuaciones en
otras escalas del PAI.
El formato de respuesta incluye 4 opciones: “1” completamente verdadero, “2” bastante verdadero, “3”
ligeramente verdadero y “4” falso. Las puntuaciones del PAI se transforman mediante puntuaciones T típicas.
Respecto de la interpretación los autores destacan que no se debe considerar al PAI como única fuente de
información. Se invalida la interpretación a partir de las 18 omisiones, o dobles respuestas.
Para la interpretación del PAI se establecen las siguientes etapas:
1- Análisis de la validez: supone considerar los ítems omitidos y los indicadores de distorsión del perfil
2- Análisis de las escalas
3- Análisis de las sub escalas
4- Análisis de los índices complementarios
5- Análisis de los ítems críticos
El PAI ha sido validado en distintas muestras de tratamiento y varias de sus escalas ha sido correlacionadas
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satisfactoriamente con escalas de otros instrumentos frecuentemente utilizados para el estudio de la
personalidad y los diagnóstico.
En la actualidad se desarrolla el estudio y adaptación de este instrumento, en el contexto local.
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