Educación, Conocimiento y Nuevas Tecnologías. IV SEM
Educación, Conocimiento y Nuevas Tecnologías. IV SEM
Educación, Conocimiento y Nuevas Tecnologías. IV SEM
y Nuevas Tecnologías
Educación, Conocimiento y Nuevas Tecnologías
Autores Compiladores:
Hernán Courard
Paola Quintanilla
Edición:
Álvaro Cuadra
Berenice Ojeda
Carlos Ossandón
Diseño y Diagramación:
Sandra Gaete Z.
I Programa de la Asignatura 5
En este curso se abordarán algunos de los principales enfoques críticos de las reformas educati-
vas. Teniendo como punto de referencia la reforma educacional chilena —tema del curso anterior— se
comenzará presentando las críticas que proceden del mundo de los ideólogos y gestores de esta refor-
ma, crítica referida, principalmente, a aspectos parciales y a problemas de aplicación, más que a la con-
cepción integral de la reforma. A esta crítica, se le denominará crítica interna. En la segunda parte del
curso se desarrollará la crítica a las reformas educacionales desde la perspectiva de aquellos defienden
el estado docente o republicano, para quienes la crítica a las reformas viene a ser en realidad la crítica a
la escuela neoliberal. Finalmente, en la tercera parte, se abordará aspectos de la llamada crítica huma-
nista posmoderna.
1.2. Objetivo
El objetivo de este tercer curso en la Mención Educación del Doctorado es realizar una reflexión
crítica de la reforma educacional chilena desde dos perspectivas: la crítica interna por un lado tal como
se halla expuesta en el informe de la OCDE, y dos enfoques críticos procedentes de paradigmas diferen-
tes a aquellos que subyacen a la elaboración de la reforma, pero que tienen gran relevancia dentro del
campo más amplio de la educación.
1.3.1.1. Calidad
El informe de la OCDE examina el tema de la calidad basándose, principalmente, en los resultados
del SIMCE. Se pregunta en primer lugar, si acaso el sistema de subvención de la educación privada en
Chile ha sido un medio eficiente para mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Considera que, a juzgar
por los puntajes promedio del SIMCE ello no ha ocurrido, puesto que han permanecido esencialmente
estáticos desde 1996 al 2002, período en que son comparables. Asimismo, observa que han permane-
cido inalteradas las diferencias de los resultados entre los tres tipos de establecimientos (municipales,
particulares subvencionados y particulares pagados).
A juicio de los redactores del informe, la acción del mercado no ha generado mayores aprendizajes
por parte de los estudiantes. ¿Es que la competencia ha sido insuficiente? ¿Una mayor competencia
entre escuelas mejoraría el rendimiento de los alumnos?, se pregunta. Pareciera que no, se responde en
el informe, apoyándose en el hecho de que en los seis años en que los puntajes de las pruebas fueron
comparables, los alumnos de colegios particulares de 4º y 8º básico no hicieron mayores avances que
los establecimientos públicos en las pruebas de cada año.
La competencia habría actuado más bien en otro sentido: los factores más usados para competir
entre establecimientos no son los resultados de las pruebas, sino otros, como la clase socioeconómica
del grupo de pares, la disciplina de los alumnos (en el sentido de que existe más disciplina en los cole-
gios subvencionados), y el acceso a la educación media en el mismo establecimiento.
Ante la pregunta ¿Los colegios particulares subvencionados son más efectivos que los estableci-
mientos municipales?, el informe muestra cómo los estudiantes de un status socioeconómico similar
en colegios particulares subvencionados laicos (dos tercios del total) obtienen un puntaje algo menor
que los estudiantes de establecimientos municipales. No así en los religiosos, donde la selección y el
financiamiento compartido es mayor. Los colegios religiosos gastan más por alumno y tienen mejores
rendimientos.
Desde el punto de vista de la eficiencia, los encargados de políticas pueden argumentar que la sub-
vención para colegios particulares tiene beneficios financieros en la forma de bajos costos por unidad
de rendimiento de los estudiantes y, lo que es más importante, un costo público más bajo por logros de
los estudiantes. Esta mayor eficiencia estaría asociada a un menor rendimiento de los alumnos en los
colegios subvencionados no religiosos.
1 Es notable que en los discursos que circulan en estos días —especialmente después de la movilización estudiantil, y desde
todos los sectores— se plantee que los objetivos de la reforma habían sido aumentar la cobertura, y que a partir de ahora
habría entonces que enfrentar el tema de la calidad. Sin embargo, en múltiples documentos del Ministerio de Educación
se señala que el tema central ha sido siempre mejorar la calidad, puesto que los grandes temas de cobertura estaban en
su mayor parte resueltos antes de la reforma. El mismo informe de la OCDE concuerda con que “el primer énfasis de las
reformas de los últimos trece años ha sido tratar de mejorar la calidad general del sistema educacional”.
1.3.1.2. Equidad
En términos generales, el informe de la OCDE, así como otras declaraciones de los gestores de las
políticas, consideran que el tema de la desigualdad no ha sido enfrentado con éxito, salvo posiblemen-
te en las primeras etapas de la reforma, por el énfasis que entonces tuvo en los programas focalizados.
Posteriormente, sin embargo, estos programas habrían tendido a disminuir a favor de los programas
universales.
La evaluación de la OCDE se pregunta si acaso la reforma educacional en Chile no habría llegado al
techo impuesto por limitaciones estructurales, de manera que los efectos en la equidad, que eran clara-
mente visibles en las primeras etapas de la reforma de los años 90 (expansión de la matrícula en todos
los niveles, disminución en la tasa de deserción, resultados documentados de programas específicos y
medidas de discriminación positiva), estarían disminuyendo y haciéndose menos identificables, y si los
obstáculos estructurales no estarían poniendo un límite a futuros resultados de medidas de reforma en
este campo. Dichos factores estructurales se expresarían en dinámicas tales como:
• La selectividad por escuelas y un énfasis en la selección produce un sistema altamente estra-
tificado en el cual hay una creciente concentración de alumnos en escuelas con alumnos de
antecedentes socio-económicos similares.
• Las reglas del juego son diferentes para las escuelas municipales y privadas. Mientras las escue-
las privadas pueden tanto seleccionar como expulsar alumnos, estas posibilidades no estarían
al alcance de las escuelas municipalizadas, deteriorando sus posibilidades de competir.
• Las condiciones que favorecen la segmentación entre escuelas municipales y privadas subven-
cionadas han ido aumentando desde que el gobierno democrático asumió el poder. Con el
financiamiento compartido la composición social de los establecimientos municipales y sub-
vencionados se está diferenciando cada vez más.
• Si se ve que las escuelas particulares subvencionadas ofrecen una educación mejor o al menos
la oportunidad de mezclarse con estudiantes de más alto nivel socioeconómico, los padres
con ingreso un poco mayor optarán por enviar a sus hijos a estas escuelas; principio detrás de
la libre elección. La libre elección se convierte así en una causa de desigualdad.
Al igual que en el análisis de la calidad, el informe estima, entonces, que no han existido progresos
importantes con respecto a la proyectada disminución de la desigualdad.
1.3.1.3. Administración
La administración del sistema también es objeto de críticas por parte del informe de la OCDE. Entre
las principales estarían:
• La falta de capacidad de liderazgo instruccional y administrativo entre los directores de escue-
las y la falta de supervisión.
• Las debilidades administrativas de las regiones y municipalidades y cómo la ambigüedad fun-
cional en la división de responsabilidades a través de los niveles administrativos perjudican
una entrega más efectiva de educación de calidad a los niños socialmente marginados.
• Los funcionarios de Santiago son insensibles a la información que se les entrega para modifi-
car las políticas y facilitar el ajuste a las realidades locales.
• La mayoría de los programas de perfeccionamiento no tienen impacto para mejorar la peda-
gogía.
• Debilidad de las estructuras de nivel medio: oficinas educacionales regionales y provinciales
que parecen sólo administrar los mandatos educacionales del gobierno central.
• Heterogeneidad de las municipalidades. Difieren en su capacidad para administrar recursos
educacionales. También en su interés por la educación y en la capacidad para identificar pro-
blemas y soluciones de diseño.
• No todas las municipalidades asumen la equidad como un criterio importante para la adminis-
tración de la educación.
• Dificultades de gestión asociadas al estatuto docente.
En definitiva, si bien el documento reconoce los esfuerzos realizados en los años de gobierno
democrático, estima que no han sido suficientes y que no siempre han ido en la dirección correcta,
apoyándose con excesivo optimismo en la acción del mercado. Parte de estas críticas han sido asumi-
das públicamente por algunos de los líderes de la reforma, especialmente después de la movilización
estudiantil de junio.
Una crítica mucho más radical que la anterior, que cuestiona los fundamentos mismos de la nueva
organización de la escuela, proviene de los defensores del estado docente o la educación republica-
na. Desde esta perspectiva, la nueva escuela neoliberal estaría abandonando los valores culturales que
habían constituido el eje de la transmisión escolar durante la mayor parte del siglo XX, —los valores
morales, de ciudadanía, del trabajo y de igualdad— para reemplazarlos por otros valores, que serían
los valores propios del mercado, centrados en el interés personal y la adaptación exitosa al mundo del
empleo. Ello supondría el fin del humanismo clásico.
En el nuevo escenario, la escuela habría ido perdiendo progresivamente su autonomía relativa en
tanto institución, para convertirse en una organización invadida por el discurso del mercado. Si bien
este discurso habría estado siempre presente, especialmente en Estados Unidos, antes competía con
otros discursos y valores, mientras que ahora se habría convertido en el discurso hegemónico.
La escuela neoliberal, se sostiene, consiste en un modelo que considera la educación como un
bien privado con un valor económico. Es utilitarista en su concepción del saber y liberal en el modo de
organización, dando lugar a una creciente “licuefacción” de la institución escolar, tendencia que proven-
dría de un concepto de escuela como empresa “administrada según los principios de la nueva gestión
empresarial y sometida a la obligación de resultados e innovaciones”. El nuevo modelo estaría cruzado
por un acentuamiento de la competitividad en todos los niveles, tanto dentro de la escuela como en la
competencia que las escuelas establecen entre sí. Este “nuevo orden educativo mundial”, caracterizado
por estar al servicio de la competitividad económica, por estar estructurado como un mercado y ges-
tionado a la manera de las empresas, tendería a concebir al alumno más como un cliente-consumidor
que como un estudiante en formación.
De este modo, la segunda parte del curso se abocará al estudio de la crítica a la escuela neolibe-
ral centrándose en el examen de temas especialmente conflictivos, como el nuevo papel del Estado, el
gasto social en educación, la equidad, la nueva institucionalidad del sector, el significado de la hege-
monía del mercado en educación, y la organización empresarial de la escuela. En sus aspectos teóricos,
esta parte del curso se basa principalmente en el texto de Christian Laval La Educación no es una Empre-
sa (Paidós, 2004), y respecto de la realidad chilena, en diversos documentos del Colegio de Profesores
de Chile.
Si bien la crítica que más se escucha en el foro público tiene relación con las tensiones entre esta-
do docente vs. mercado, existen también otras perspectivas críticas que resulta interesante conocer.
Entre ellas, la llamada crítica humanista posmoderna, que si bien coincide en muchos puntos con la crí-
tica de la escuela neoliberal expuesta en el punto anterior, pone el énfasis ya no tanto en los aspectos
macroeducativos, sino en aquellos que conciernen a aspectos más internos, por así decir, del proceso
educacional.
En nuestro medio, una de las personas que ha asumido un liderazgo en este campo como repre-
sentante de este tipo de crítica, pero con un lenguaje propio y que ha tenido una cierta figuración
pública, es el biólogo Humberto Maturana.
El tema central que plantea la crítica humanista es la pregunta por el sentido profundo de la educa-
ción en general y de un colegio en particular. Como plantea Maturana en uno de los artículos que for-
man parte de la compilación, planteamiento que deriva de un enunciado más general: “cuando en un
conjunto de elementos comienzan a conservarse ciertas relaciones, se abre espacio para que todo lo demás
cambie en torno a las relaciones que se conservan”. En un colegio en definitiva todo se ordena en torno a
un propósito fundamental. Si el propósito central es que los niños desarrollen habilidades para el mer-
cado laboral, lo demás se ordenará en torno a esto. Si el propósito es que sean personas obedientes y
disciplinadas, se ordenará en torno a ello. Por supuesto nunca hay un solo propósito, pero sí uno gran-
de que domina a los demás.
La pregunta relevante entonces es qué es lo que se quiere educar en definitiva en el niño. Para
Maturana lo más importante que hay que educar en el niño no es el intelecto, sino son las emociones.
El nivel emocional, dice, es el nivel formador de la persona. Se aventura a sostener incluso, que no es
cierto que haya niños más inteligentes que otros. La diferencia estaría en las emociones, en lo que uno
quiere. Si alguien quiere estudiar algo, lo va a estudiar, sostiene, y lo va a aprender: “Las capacidades
intelectuales, plantea Maturana, la capacitación de las matemáticas, de la historia, de la biología, etc., son
fundamentales como instrumentos de la cultura, pero son sólo instrumentos, que se aprenden desde la for-
mación fundamental del niño que es la formación humana en el nivel emocional”.
Más aún, las emociones afectan la conducta inteligente. El miedo, la ambición, el enojo, la competi-
tividad, reducen la inteligencia humana. La única emoción, concluye Maturana, que amplía la conducta
inteligente es el amor. Y ¿qué es el amor? Es aceptar al otro como otro, aceptar su legitimidad y sus cir-
cunstancias. Al hacerlo, uno “ve” al otro. La primera tarea de un profesor por tanto, es generar confianza,
respeto, a través del amor. Lo mismo pasará entre los alumnos. La educación deberá consistir esencial-
Lectura Nº 1
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Informe
Sobre Chile, 2004.
Capítulo 4
Este capítulo trata sobre los incentivos, los mercados educativos y la eficiencia; da una mirada al subsi-
dio del sistema de educación privada y analiza si la mayor competencia entre las escuelas es un medio
para mejorar los logros de los alumnos. Discute y compara la eficiencia de las escuelas particulares sub-
vencionadas versus las escuelas municipalizadas así como el efecto que tiene el pago de incentivos a
los profesores según los logros de los alumnos en el rendimiento mismo de los estudiantes.
¿Es el sistema de subvención de la educación privada en Chile un medio eficiente para mejorar
el aprendizaje de los estudiantes?
La principal “innovación” educacional de Chile en los años 80 —aclamada por pensadores conser-
vadores como Milton Friedman como un gran avance para la creación de un sistema educacional más
1 Prawda, Juan (1993). “Educational Decentralisation in Latin America: Lessons Learned”. International Journal of Educatio-
nal Development, pp.13, 3, 253-64.
Sólo uso con fines educativos 16
Gráfico 1. Gasto del Gobierno por Alumno, por nivel educacional, 1980-2000
(pesos 2000)
1800
1600
Miles de Pesos por Alumno
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
0 8 0 92 4 6 8 0
8 82 8 4 8 6 8 9
19 19
9
19
9
19
9 0
19 19 19 19 19 19 20
Año
Fuente: Estimación usando información sobre gasto público y matrícula por nivel educacional proporcionada por
el Ministerio de Educación de Chile (MINEDUC)
3000
2500
2000
Matrícula (miles)
1500
1000
500
0
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000
Año
2 Sin embargo, de acuerdo a la información del SIMCE 2002 (4º básico), el 47% de los padres afirma que la cercanía al hogar
es uno de los 3 motivos más importantes para enviar sus hijos a un colegio, y sólo un 30% señala que los resultados de
aprendizaje del establecimiento es una de las 3 razones más importantes para elegir uno.
3 Hsieh, Chang Tai y Miguel Urquiola (2002).
4 Para la evaluación del potencial efecto de entregar mayor información a los padres acerca de los establecimientos y los
puntajes de sus hijos, fue importante conocer que en muchos países desarrollados, los puntajes están disponibles para
los padres hace tiempo, con poco o nada de impacto en el desempeño promedio de los estudiantes.
5 McEwan, P. J., and M. Carnoy. (2000). “The effectiveness and efficiency of private schools in Chile’s voucher system”. Edu-
cational Evaluation and Policy Analysis, 22(3), 213-239; McEwan, P. J. (2001). The Effectiveness of Public, Catholic, and Non-
Religious Private Schools in Chile’s Voucher System. Education Economics, 9(2).
6 Parry, T. R. (1996) “Will pursuit of higher quality sacrifice equal opportunity in education? An analysis of the education
7 Para una revisión de las diferencias de contratos de profesores entre el sector público y privado, ver Alejandra Mizala y
Pilar Romaguera. “Regulación, Incentivos y Remuneraciones de los Profesores en Chile”, en C. Cox (editor) Políticas Educa-
cionales en el Cambio de Siglo. La Reforma del Sistema Escolar en Chile, Santiago, Editorial Universitaria, 2003, cap. 10.
8 En efecto, el equipo de revisión visitó una escuela multigrado rural municipal en el sur de Chile que era altamente inefi-
ciente, con sólo 14 alumnos que presentaban un rendimiento bastante más bajo que sus capacidades porque su relati-
vamente bien pagado y experimentado profesor(a) establecía bajas expectativas de logro y obtenía bajos resultados. El
equipo también visitó una escuela multigrado particular subvencionada del sector, que probablemente era más eficiente
ya que tenía 22 alumnos y dos docentes (uno a jornada completa y otro por media jornada), con mejores puntajes en los
exámenes. Sin embargo, el equipo también visitó colegios particulares subvencionados de relativo alto costo, en zonas
urbanas, que no parecían estar obteniendo un rendimiento por peso invertido comparable al de las escuelas municipales
visitadas, donde los docentes trabajaban tan duro o más, con un grupo menos selecto de estudiantes.
El pago de incentivos a los profesores, basados en los logros de los estudiantes, ¿aumenta el
rendimiento escolar?
El Sistema Nacional de Evaluación de Desempeño de los Establecimientos Educacionales Subvenciona-
dos (SNED) entrega premios al mérito a todos los profesores de un colegio sobre la base principalmente
de los resultados de los alumnos. Los premios están basados en el rendimiento de la escuela medido
por medio de un índice compuesto por seis factores:
• Efectividad, que incluye el promedio SIMCE en lenguaje y matemáticas. (37%).
• Mejoramiento, que incluye el diferencial promedio del SIMCE para lenguaje y matemáticas
(28%).
• Iniciativa, que incluye indicadores en términos de la capacidad mostrada por el establecimien-
to para adoptar innovaciones educacionales, y su habilidad para lograr el compromiso de
actores externos a las actividades educacionales, como el desarrollo de actividades regulares
de la unidad técnica pedagógica entre los profesores y la existencia de un Proyecto Educativo
Institucional (6% —los indicadores son revisados y modificados antes de la aplicación de cada
SNED de acuerdo a las nuevas políticas que el Ministerio esté promoviendo).
• Condiciones de Trabajo Mejoradas y un Adecuado Funcionamiento Escolar, que incluye la cali-
ficación del colegio basada en un sistema de inspección (2%).
• Igualdad de Oportunidades, que incluye indicadores relativos al acceso y permanencia de los
estudiantes en el sistema escolar, la integración de niños con necesidades especiales, la tasa de
aprobación de los alumnos, tasa de retención, grupos diferenciales en funcionamiento, ausen-
cia de prácticas discriminatorias hacia los estudiantes y ausencia de medidas punitivas inapro-
Un aspecto importante del sistema SNED es que establece competencia entre escuelas que son
aproximadamente comparables en términos de la población que atienden, el nivel socioeconómico de
las comunidades en que están localizadas, y otros factores externos que afectan los resultados de los
alumnos, usando el análisis de grupo (cluster analysis). Este método se aplica separadamente para cada
región y para cuatro categorías: establecimientos de enseñanza básica urbana, básica rural, secundaria
urbana y secundaria rural (con o sin educación básica). El SNED establece un ranking de los estableci-
mientos dentro de cada grupo, de acuerdo a sus puntajes en el índice y asigna premios a las escuelas
en el orden del ranking, hasta el punto donde la matrícula de las escuelas ganadoras reúnen al 25% del
total de la matrícula de ese grupo. Los fondos que se distribuyen a los establecimientos sólo pueden ser
usados para entregar bonos a los docentes (incluyendo al director de la escuela). El noventa por ciento
de los fondos son distribuidos sobre la base del número de horas que cada profesor trabaja en la escue-
la y el 10% restante puede ser entregado a los profesores que hicieron la contribución más “destacada”
al desempeño profesional. Los colegios ganadores son seleccionados cada dos años.
Según Mizala y Romaguera, una mayoría de los profesores está de acuerdo con que el sistema de
premios basados en el desempeño docente tiene sentido. Esto implica, argumentan, que la resistencia
a los pagos por incentivo ha declinado y que el cuerpo docente está preparado para aceptar algún tipo
de variación en el pago basado en la habilidad de los profesores para mejorar el desempeño de los
estudiantes.
Además de los resultados de las entrevistas a docentes en que se consulta su opinión sobre el SNED
(Mizala y Romaguera, 2001), no existe análisis estadístico del impacto del SNED en el desempeño de los
estudiantes. Puesto que el SNED es un programa relativamente caro dirigido a mejorar el aprendizaje
de los alumnos, se debería hacer algún intento para evaluarlo. Luego de más de seis años de imple-
mentación, sería útil saber si los incentivos para los docentes en Chile están contribuyendo a una mejor
docencia y mejores resultados de los alumnos.
Para el equipo de revisión es difícil formular recomendaciones para el Ministerio respecto al SNED.
El equipo de revisión se da cuenta de que políticamente es arriesgado suprimir la bonificación para los
profesores si las escuelas y el cuerpo docente han llegado a esperar dicha bonificación. Los profesores
pueden considerar que ahora el SNED es parte de su estructura de remuneraciones, particularmente
si existe un cierto elemento aleatorio respecto a cuál será el 25% de las escuelas que recibirá el SNED
cada año. Sin embargo, el equipo de revisión considera que el Ministerio debería realizar un serio estu-
dio respecto al SNED y sus efectos reales en los resultados de los estudiantes.
Capítulo 7
Este capítulo esta centrado en la igualdad de oportunidades para aprender, las políticas educativas de
equidad y las principales fortalezas de la reforma educativa que promueven la equidad. Identifica los
puntos débiles en las políticas nacionales de equidad y describe una visión desde la sala de clase sobre
lo que aprenden los alumnos y una visión desde las escuelas sobre las políticas educativas. Trata temas
relacionados con estructuras, la gestión y la equidad, y las debilidades administrativas en las regiones y
municipalidades para proveer igualdad de oportunidades en educación.
La equidad educacional es un objetivo importante en el Chile de hoy, por buenas razones. Algu-
nos responsables de políticas educacionales de Chile sostienen que la legitimidad de la democracia se
cimenta en la medida en que proporciona a la gente igualdad de oportunidades, entre las cuales la más
importante es la oportunidad de recibir educación de calidad.10
Por lo tanto, es comprensible que los funcionarios del gobierno chileno se dirijan a las escuelas
para incrementar el apoyo popular a la democracia. En una encuesta de opinión pública periódica, el
porcentaje de la población chilena que indica que la democracia es preferible a cualquier otra forma
de gobierno llegó a su punto más bajo, de 45%, en 2001 (de 61% en 1997). Este fue más bajo que el
apoyo a la democracia en Argentina (58%), Costa Rica (71%), Perú (62), Uruguay (79%) o Venezuela
(57%).11 Entre los países incluidos en esta encuesta periódica, Chile es uno donde el mayor porcentaje
de la población es indiferente al tipo de régimen (31% de los encuestados en 2002 indicaron que eran
indiferentes a un régimen de tipo democrático vs. uno de tipo no democrático). En comparación, en
Uruguay y Costa Rica una proporción muy pequeña de la población dijo que era indiferente (9% y 7%
9 El equipo de revisión aprecia la generosa información de Beatrice Avalos, Marcela Gajardo, Juan Enrique Hinostroza, Lore-
to Fontaine, Sonia Lavín, Sergio Martinic y Ernesto Schiefelbein quienes comentaron el borrador de este documento.
10 García-Huidobro, Juan Eduardo. Políticas Educacionales y Equidad en Chile. En Reimers, Fernando (Ed.) (2000) Unequal
Schools, Unequal Chances. The Challenges to Equal Opportunity in the Americas. Cambridge, MA. Harvard University Press.
Pp. 160-181.
11 Latinobarómetro. Citado en The Economist. July 28, 2001. Vol 360. Issue 8232.
12 Latinobarómetro. Informe de Prensa Latinobarómetro 2002.
Cuadro 17. Chile: Resultados SIMCE de 4º Básico, por Grupo Socioeconómico, 2002
Pocas de las iniciativas de políticas recientes han enfocado explícitamente los temas de acceso a la
educación o razones para la deserción de la educación media. Hay grandes disparidades en el acceso a
la educación secundaria por grupo de ingreso y éstas han cambiado positivamente en términos de los
criterios de equidad durante los años 90, como se muestra en el Cuadro 18. Las probabilidades de ser
matriculado en la educación media eran 21% mayores para un joven del quintil más alto de la distribu-
ción del ingreso que para uno en el más pobre en 1990, las mismas probabilidades bajaron a 16% en
2000.
13 CEPAL (2002). Panorama Social de América Latina 2001-2002, Santiago.
14 Ibid. p. 108.
Basado en estas brechas de equidad, el acceso a la educación superior en Chile es también alta-
mente desigual con consecuencias predecibles para las oportunidades que tienen grupos de diferentes
ingresos para ejercer un liderazgo político y social. Un estudio reciente de liderazgo en Chile destaca
que 82% de los líderes en negocios y 45% de los líderes políticos son egresados de escuelas privadas,
aún cuando tales establecimientos sirven sólo al 9% de los estudiantes (La Tercera, Junio 7, 2003, p.3).
15 Cox, C. y Lemaitre (1999) “Market and state principles of reform in Chilean education: policies and results”, en G. Perry, y
D.M. Leipziger (editores). Chile: Recent policy lessons and emerging challenges. World Bank Institute, Washington.
Ingreso
Grupo de Educación de Estudiantes
Familiar (en % del Total Computador Internet
Ingreso los Padres de 4º Básico
USD)
A 1,621 7 años 28.099 10 4 1
B 2,151 9 años 87 395 32 8 2
C 3,270 11 años 100 993 37 22 8
D 6,947 13 años 39 403 14 53 27
E 20,118 15,5 años 18 974 7 88 67
Fuente: “Prueba SIMCE 4º Básico 2002: Análisis de Resultados” Mineduc, Julio 2003.
El equipo tuvo la oportunidad de analizar cada uno de estos positivos programas de acción y otros
programas dirigidos a asegurar la equidad. Considera que éste es uno de los aspectos fuertes de la
reforma educacional chilena. Es importante mantener la equidad como uno de los principales criterios
para definir y juzgar las decisiones de política porque en las sociedades altamente desiguales hay fuer-
zas sociales que fomentan la desigualdad educacional. Estas presiones necesitan ser explícitamente fre-
nadas para mantener y mejorar la igualdad de oportunidad educacional y mayor equidad en los resul-
tados. El ejemplo chileno de buscar intencionalmente medidas de equidad en cada una de sus decisio-
nes de políticas es importante para otros países y debería ser fortalecido dentro del país mismo.
A pesar de este valioso énfasis en algunos de los programas del Ministerio, la mayoría de las deci-
siones de políticas no son programas específicos ni de acciones positivas, sino que están dirigidos a
todas las escuelas sin importar su contexto cultural o el nivel de ingreso de las familias. Esto es efectivo,
de hecho, en los más importantes aspectos de las reformas educacionales del pasado reciente: la refor-
ma curricular misma, textos gratuitos, desarrollo profesional para los profesores, reformas en la admi-
nistración de las escuelas y proyectos escolares, infraestructura educacional, sistemas de evaluación e
información, etc. La pregunta desde el punto de vista de la equidad con respecto a estas políticas glo-
bales y de largo alcance es si llegan a los diferentes sectores socio-económicos y culturales de la pobla-
ción de la misma manera y con la misma calidad, o si condiciones contextuales diferentes en institucio-
nes diferentes y el proceso de implementación de estas políticas las transforman con la consecuencia,
no intencional, de exacerbar las brechas de equidad.
En muchos casos, se necesitan estudios más focalizados para poder responder la pregunta de
cómo varias políticas actuales están influyendo en la igualdad de oportunidades educacionales. Es
generalmente aceptado el hecho de que es más difícil que los insumos educacionales se traduzcan en
19 Schiefelbein, E y Schiefelbein, P. “Eficiencia en educación básica en Chile: Evaluación de resultados y propuestas de políti-
cas”, en Persona y Sociedad, Vol. XVII, No. 1 Abril 2003, pp. 149-164.
Esto es así en todos los cursos y para todas las edades, cuando los resultados de investigaciones
indican que el tamaño de los cursos afecta más a los estudiantes más jóvenes que a los mayores y que
las clases pequeñas pueden ser especialmente beneficiosas para apoyar el éxito académico de los estu-
diantes de bajos ingresos.20 Los estudiantes de los primeros tres años encuentran difícil funcionar en
clases con más de 30 niños y las salas de preescolares no deberían tener más de 20. Los niños mayores,
después de 4º básico, pueden manejarse mejor con un número mayor de compañeros y por lo tanto,
menos oportunidad y frecuencia de contacto personal con el profesor, aunque aún en edades supe-
riores, los cursos de gran tamaño pueden afectar el rendimiento del estudiante, especialmente de los
menos aventajados. Investigaciones recientes también han mostrado que el tamaño de los cursos y la
consecuente reducción de oportunidades de contacto personal con los profesores, afecta a los niños
más pobres más que a los más aventajados económicamente, ya que para estos últimos el hecho de
que “les guste la escuela” (i.e., sentirse aceptados, respetados, en contacto gratificante con adultos y
niños en la escuela) es uno de los factores más importantes para explicar diferencias en sus logros edu-
cacionales. Esto probablemente ayudaría a explicar por qué las escuelas particulares subvencionadas
en Chile, que tienden a usar los fondos de manera más eficiente incluyendo los recursos humanos, tie-
nen un promedio más bajo de rendimiento en las escuelas que sirven a estudiantes de los dos quintiles
más bajos de ingreso que las escuelas municipales (ver Informe de Antecedentes, Capítulo 2). Por lo
tanto, parecería aconsejable revisar las reglas sobre el tamaño de las clases y diferenciar por grado y
nivel socio-económico de la población, aún cuando esto fuera una reforma cara.
Las políticas para la educación intercultural y bilingüe han sido una idea agregada más tarde en las
reformas educacionales recientes y aún tienen que manifestarse como condiciones que han cambia-
do significativamente las oportunidades de aprendizaje de los niños indígenas. En efecto, no está claro
que haya una política coherente para la educación intercultural bilingüe en el Ministerio, aunque un
20 Para una revisión de literatura reciente sobre el efecto del tamaño de las clases en el rendimiento de los estudiantes, ver
el Summer 1999 issue del Educational Evaluation and Policy Analysis (Vol. 21, No. 2): Special Issue: Class Size: Issues and
New Findings.
La literatura que describe estos programas establece que su enfoque está centrado en la intercultu-
ralidad, fomentando el desarrollo de objetivos comunes del currículo nacional entre los niños indígenas
y también enfocando objetivos específicos de las competencias interculturales y de los objetivos para
desarrollar una identidad indígena. Actualmente, no hay un currículo de educación bilingüe e intercul-
tural, aunque esta es una meta que se debe alcanzar en los próximos dos años. Por el momento, hay
propuestas locales desarrolladas por grupos de profesores y comunidades indígenas.
Otras acciones incluidas en esta política son las campañas para fomentar la participación local con
respecto a la educación intercultural. Por el momento hay un concurso nacional de cuentos indígenas,
que se espera lleve a la publicación de libros de cuentos basados en la cultura y tradiciones indígenas.
Una meta es apoyar el desarrollo profesional de 1000 profesores de las escuelas escogidas para la
educación bilingüe intercultural y el entrenamiento inicial y de postgrado para la capacitación de espe-
Cuadro 21. Becas para Estudiantes Indígenas, por Nivel de Educación 2002-2003
21 Según cálculos estimativos del Centro de Estudios Públicos, los retornos privados para la inversión en cada año de universi-
dad (basados en los ingresos de quienes tienen educación universitaria completa comparados con los ingresos de quie-
nes están en la fuerza laboral con educación secundaria completa) han aumentado de 13% en 1960 y de 20% en 1970, a
24% en 2000. Al mismo tiempo, los retornos a la educación secundaria declinaron de 19% en 1960 a 10% en 2000.
La visión desde la sala de clases. ¿Qué aprenden los estudiantes en las escuelas chilenas?
El equipo de revisión quedó favorablemente impresionado por las conversaciones con los estudian-
tes de varios niveles del sistema educacional. Son inteligentes y tienen confianza en sí mismos, hablan
favorablemente acerca de sus escuelas y profesores y parecen ansiosos por aprender. Se incorporan
fácilmente a las conversaciones con miembros del equipo de revisión. En las escuelas rurales de Nueva
Imperial, al sur de Temuco, el equipo de revisión tuvo animadas conversaciones con niños mapuches
que estaban orgullosos de compartir su trabajo escolar en lenguaje y matemáticas, leer muestras de su
propia escritura, contar historias de héroes mapuches, cantar canciones y recitar poesías que reflejan
su herencia cultural y se entusiasmaban fácilmente con el aprendizaje de nuevos contenidos en estas
materias.
Igualmente impresionantes fueron los estudiantes de educación media con los métodos de inves-
tigación que usaban en laboratorios de computación en establecimientos particulares subvencionados
con fondos públicos en Temuco. Estaban investigando temas elegidos por ellos mismos, usando Inter-
net para acceder a la información y usando procesadores de palabras y programas de computación
básicos para presentaciones que realzaban sus proyectos. Hablaban con facilidad y elocuencia acerca
de sus proyectos de investigación y parecían felices y entusiasmados con sus tareas de investigación.
22 Snow, C., M. Susan Burns y P. Griffin, Eds. Preventing Reading Difficulties in Young Children. National Academy Press. 1998.
23 OECD (2003), Destrezas de lecto-escritura para el mundo de Mañana —más resultados de PISA 2000, Paris.
Por las razones mencionadas arriba, el equipo recomienda que los responsables de las políticas
educacionales en Chile den una mirada detenida a las estructuras subyacentes de las políticas, que con-
tribuyen a la creciente segmentación de la sociedad chilena. El paradigma de los últimos veinte años ha
incluido una particular definición de eficiencia en la entrega educacional que ha producido una marca-
da tendencia hacia la segmentación educacional y social. Esto afecta los valores e instituciones demo-
cráticos y puede constituir un “lastre” para mayores progresos en el aprendizaje de los estudiantes.
El equipo también sugiere que sean estudiados más a fondo y reforzados los puntos fuertes de las
escuelas municipalizadas para servir a los niños pobres.
27 González, Pablo, Alejandra Mizala y Pilar Romaguera (2001) “Recursos diferenciados para la educación subvencionada en
Chile”, Centro de Economía Aplicada, Universidad de Chile, Santiago.
6 10.3 12.6 14.2 14.4 12.5 9.9 11.4 8.7 4.5 1.4
8 2.4 4.5 6.8 10.1 12.2 8.1 15.9 18.6 15.7 5.6
No hay
1.0 1.2 1.8 1.5 19.8 68.0 1.7 1.7 2.1 1.2
información
Fuente: González et.al., 2001. La información del sexto decil de ingresos familiares está afectado por un 68% de información
que no hay acerca de ese grupo.
28 Revista Mensaje “Más y Mejor Democracia”. Editorial Nº 519. Junio 2003. Santiago, págs. 4-5.
Tradiciones sociales
Las tradiciones sociales arbitran la implementación de las políticas y reproducen un pasado des-
igual. Tradiciones chilenas de autoritarismo y dominio masculino establecidas durante largo tiempo,
son el contexto dentro del cual operan las escuelas. Por ejemplo, aún cuando los profesores trabajan
duro para estimular el éxito académico de las niñas así como el de los niños, las oportunidades dispo-
nibles para cada género son más fuertes que el contenido de los libros o las charlas de los profesores.
Algunas de éstas son las oportunidades diferentes para el progreso enfrentadas por profesores hom-
bres y mujeres. En cuanto al porcentaje de profesoras promovidas a directoras, Chile tiene el sistema
de educación más desigual de todos los de Latinoamérica. En una encuesta conducida por UNESCO
en 1998 entre profesores y estudiantes de tercer y cuarto año, el 82% de los profesores chilenos eran
mujeres, pero sólo 44% de los directores eran mujeres. En contraste, había casi paridad de género en
las oportunidades de hombres y mujeres para ser directores en Argentina, Brasil y Paraguay.
Las normas y tradiciones locales conservadoras también juegan un rol debilitando la capacidad del
sistema educacional para servir a los más desventajados. Por ejemplo, en un área rural el equipo visitó
dos escuelas, cada una con seis cursos, una con un solo profesor y la otra con un profesor a jornada
completa y uno parcial. Una era una escuela municipal. El equipo vio poca evidencia de enseñanza con
estándares altos y el aprendizaje mecánico y la memorización de datos dominaban las presentaciones
de los estudiantes. Las oportunidades de aprendizaje más atractivas parecían ser las asociadas con el
uso de computadores proporcionados por el proyecto Enlaces. La visión que el profesor tenía de los
niños y de la comunidad ponía énfasis en cómo las tradiciones de los padres y los problemas de pobre-
za y alcoholismo, le impedían hacer un trabajo mejor. Mostró al equipo los libros de asistencia haciendo
notar los altos índices de ausentismo, alrededor de 50% en el mes de la visita. Este profesor explicó que
debido a su espíritu empresarial él había instalado una escuela privada cerca de ahí —que podía verse
desde la escuela municipal— la que era administrada por su hijo.
Luego, el equipo visitó en la comunidad una escuela particular subvencionada, ubicada a menos
de 5 kilómetros de la primera escuela. El equipo quedó mejor impresionado con la participación de los
estudiantes en las tareas académicas de esta escuela y por el sentido de propósito más claro de los pro-
fesores. Mientras ellos también reconocían que el ambiente a su alrededor estaba deprimido debido al
alto desempleo, tomaban esto como un desafío para construir una cultura académica de altas expec-
tativas y significado para los niños. El equipo preguntó a la profesora por qué los padres no transfe-
Recomendaciones
Apoyar una iniciativa de política multipropósito de alto nivel para renovar la instrucción de lecto-
escritura en Chile con énfasis en el desarrollo de destrezas tempranas de lecto-escritura en niños cuyos
padres tiene bajos niveles de educación. Esta iniciativa tendría varios componentes: campañas de edu-
cación de adultos usando los medios de comunicación para desarrollar competencias entre padres para
desarrollar conciencia fonológica, motivación para la lectura, y expresión oral.
Es el énfasis en la equidad como objetivo de políticas lo que más claramente distingue las reformas
de educación de la última década de aquellas que se realizaron bajo los 17 años de gobierno militar.
Los actuales líderes de Chile entienden que en una democracia, proporcionar a todos los niños y jóve-
nes las oportunidades para aprender a alto nivel, es esencial para la legitimidad de un régimen demo-
crático, esencial para mantener una sociedad abierta y un imperativo para aumentar la productividad
económica. El equipo de revisión quedó bien impresionado por los numerosos esfuerzos para fomen-
tar la igualdad de oportunidades educacionales en Chile. Si no fuera por estos decididos esfuerzos, los
efectos devastadores de las perniciosas reformas implementadas por los gobernantes autocráticos en
los años 1970 y 1980 habrían aumentado aún más las divisiones sociales en Chile y ubicado el derecho
básico a una educación decente aún más lejos del alcance de las familias pobres. El consenso político en
este tema, estimulado por los líderes democráticos que han gobernado Chile durante la última década,
es verdaderamente notable. Programas tales como el P-900 y el más reciente programa sobre escuelas
críticas, así como el Programa de Jornada Escolar Completa, son esfuerzos visibles de los resultados de
este compromiso político para apoyar el rendimiento educacional de los niños de los pobres.
A pesar de este énfasis, en Chile subsisten serios desafíos para nivelar la cancha de juego educacio-
nal para todos los niños. Esto es en parte debido a que normas y tradiciones culturales, como también
mayores desigualdades sociales y económicas, apoyan la reproducción de oportunidades desiguales en
educación para diferentes niños. Pero también es porque la mayoría de los esfuerzos de la reforma de la
última década se ha centrado en mejorar la calidad y se ha preocupado de la equidad como un objetivo
subsidiario. Entre los imperativos más urgentes para cerrar las brechas de equidad están los esfuerzos
deliberados para eliminar la deserción en educación secundaria. A medida que los líderes democráti-
cos de la nación continúan su búsqueda para proveer a todos los ciudadanos las destrezas y disposi-
ciones necesarias para ser ciudadanos democráticos, preparados para vivir vidas plenas y productivas,
harían bien en profundizar su compromiso con la equidad como objetivo educacional, porque esto ha
demostrado ser el Talón de Aquiles de las recientes reformas en Chile y en otras partes. En lo que sigue,
Llevar a cabo una Auditoría de Equidad de todos los programas que actualmente están siendo
implementados por el Ministerio de Educación. Esta auditoría examinaría los impactos del programa
sobre la equidad, sin importar los objetivos esperados del programa, y buscaría identificar oportunida-
des para avanzar en equidad a través de una reorientación de la gestión de los programas.
Realizar evaluaciones de los beneficios de las políticas que actualmente se están implementando
para apoyar a los niveles de kinder a 4º medio que específicamente comparen perspectivas de padres
de bajos ingresos con los de sus contrapartes de más altos ingresos en términos de cómo perciben los
beneficios de los programas y que busquen identificar oportunidades para mejorar los programas que
reflejen las perspectivas de las comunidades de bajos ingresos. Al mismo tiempo conducir evaluaciones
de necesidades en las comunidades marginadas, y particularmente en las comunidades mapuches, que
identifiquen necesidades educacionales imperiosas que no están siendo satisfechas actualmente por
las políticas en funcionamiento.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
Durante la última generación, Chile ha trabajado sistemáticamente para mejorar el rendimiento
en las escuelas y, al mismo tiempo, ha expandido el acceso a la educación secundaria. Desde 1990, las
principales estrategias para lograr un aumento en el rendimiento han sido dar especial importancia a
las condiciones de las escuelas de bajo rendimiento; poner materiales pedagógicos de alta calidad a
disposición de todas las escuelas; completar la reforma de currículo de 1º básico a 4º medio; aumentar
sustancialmente los sueldos de los profesores de manera de hacer de la docencia una profesión más
deseable, más atractiva a los mejores graduados de educación secundaria, y avanzar hacia una jornada
más larga para todos los niños.
Más que cualquier país de Latinoamérica, Chile ha podido sostener el proceso de reforma debido
al acuerdo político que prevalece en un país que pasó por un período de agitación en lo económico y
social a comienzos de los años 1970 seguidos de diecisiete años de gobierno militar.
El acuerdo incluyó el esfuerzo por combinar dos políticas de reformas coexistentes pero ideoló-
gicamente en conflicto. Una es la noción de que los mercados educacionales, con competencia entre
escuelas, un alto grado de elección de los establecimientos escolares por parte de los padres, y una
administración privada de dichos establecimientos, proporcionan la mejor esperanza de eficiencia edu-
cacional y el rendimiento escolar más alto posible. La otra es la noción de que el gobierno central debe
intervenir en el sistema educacional con una clara visión de lo que constituye una buena educación y
cómo lograrla para asegurar que los estudiantes tengan la mayor oportunidad de aprender.
El resultado de esta mezcla es un modelo de reforma en la cual el Ministerio de Educación es un
activo interventor en el desarrollo de un currículo requerido de calidad relativamente alta, que estable-
ce requisitos para una jornada escolar más larga, y revitaliza las escuelas de bajo rendimiento, pero los
profesores y alumnos son responsables de implementar estas reformas, y tienen autonomía casi total
para hacerlo. Más aún, como en muchas otras actividades, la formación inicial de la fuerza laboral para
las escuelas —profesores básicos— se realiza independientemente del Ministerio de Educación que
sólo puede tratar de influenciar a las universidades autónomas para que formen profesores según los
estándares inherentes al nuevo currículo.
La educación chilena está influenciada por una ideología que da una importancia indebida a los
mecanismos de mercado para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Por lo tanto, el intervencionismo
activo del centro, está limitado por mecanismos de mercado. Los mecanismos de mercado, en la prác-
tica, son generalmente débiles estímulos para la implementación o mejoramiento educacional, por
Nexo Fuerte
Recomendaciones
Las recomendaciones del equipo de revisión que vienen a continuación, están divididas por seccio-
nes, de acuerdo con los temas principales de los Capítulos 2-7 de este informe.
Corto plazo
Promover el Programa de Asignación de Excelencia Pedagógica – AEP para ayudar a que más
profesores postulen y tengan éxito en lograr la certificación como Maestros de Maestros. Se podría
emplear a estos profesores para ayudar a otros profesores a mejorar su enseñanza y como mentores
para profesores que recién se incorporan a la docencia.
El apoyo continuo a los profesores debería alejarse de las formas más generales de entrenamiento
que han caracterizado los talleres para profesores, y dirigirse hacia un apoyo específico y más estruc-
turado para desarrollar pedagogías específicas por materias con el objetivo de ayudar a los grupos de
profesores a desarrollar destrezas para enseñar temas específicos a sus estudiantes. En el corto plazo,
debería darse apoyo intensivo a la enseñanza de la lecto-escritura en educación básica.
Ayudar a los profesores a desarrollar destrezas computacionales para integrar TIC en las prácticas
curriculares; Enlaces debería enfatizar una guía más específica, proporcionar ejemplos de buena prácti-
ca y realizar talleres prácticos de tales aplicaciones.
Se debería considerar el programa de Becas al Extranjero en su forma actual para evaluar si su
impacto positivo vale el gasto involucrado en relación a las prioridades de la política de desarrollo pro-
fesional continuo de los profesores en las actuales circunstancias.
Corto plazo
El Ministerio debería clarificar el propósito primario del SIMCE para enfocarse en el rendimiento
escolar como una medida de la calidad de la educación.
Se debería implementar un programa global de capacitación para mejorar la comprensión de los
profesores, administradores y padres de lo que mide el SIMCE y cómo pueden usar la información del
SIMCE para desarrollar planes con el objetivo de mejorar el aprendizaje en la sala de clase. Esto incluye
revisar cómo se informan los resultados del SIMCE a las escuelas y qué información adicional pueden
necesitar éstas.
Se debería considerar el establecimiento de estándares escolares para el rendimiento de los estu-
diantes medido por el SIMCE. Estos estándares deberían establecer puntos de referencia nacionales
comunes, al mismo tiempo que tomar en cuenta las características de varias poblaciones escolares. Este
establecimiento de estándares debería ser apoyado con perfeccionamiento para profesores y adminis-
tradores en servicio.
Debería desarrollarse más perfeccionamiento en servicio y desarrollo profesional para que los pro-
fesores de aula mejoren la evaluación del aprendizaje en la sala de clases. Acompañar este entrena-
miento con recursos apropiados.
El Ministerio debería estimular una mayor apropiación y uso de la información del SIMCE mejoran-
do la capacidad de las escuelas para tener acceso y analizar la información de las pruebas y estudios del
SIMCE.
La principal medición del “estado del sistema educativo” en Chile es el resultado del SIMCE. Para
diversificar la medición de “calidad” de la educación y quizás estimular un debate público más comple-
jo, el Ministerio debería considerar identificar e informar regularmente sobre indicadores adicionales de
la calidad de la educación. Estos podrían incluir, por ejemplo, la tasa de retención en los establecimien-
tos secundarios, el número de estudiantes que repiten en educación básica, tasas de graduación, tasas
de ausentismo, porcentaje de profesores a tiempo completo y parcial, proporción estudiante/profesor.
Mediano plazo
El Ministerio debería mejorar su método para evaluar los resultados, de manera que la informa-
ción del rendimiento de los estudiantes sea más útil para las decisiones de administración. El método
actual de pruebas nacionales, aunque es útil para algunos propósitos, no precisa el valor agregado en
cada sala de clases y cada escuela. Un mejor sistema de evaluación permitiría a las municipalidades y
al Ministerio identificar escuelas y profesores que están desempeñándose consistentemente bien y los
que están desempeñándose consistentemente mal con sus alumnos. Sin esta información, no puede
haber chequeos ni balances en el sistema educacional.
El Ministerio debería reorientar las fechas del actual SIMCE para evaluar a los estudiantes en 4º y 8º
Básico y en 2º Medio, en años pares o impares de manera que los resultados puedan ser usados para
medir el “valor agregado” de profesores y otros aportes escolares en los últimos cuatro años de la edu-
cación básica y los dos primeros años de la enseñanza media.
Educación Media
Mediano plazo
Los establecimientos técnico-profesionales altamente selectivos deberían reconsiderar su condi-
ción de “escuelas vocacionales” y re-pensar sus ofertas de cursos y su orientación vocacional.
El Ministerio debería expandir sus programas compensatorios para estudiantes de bajos ingresos
en los dos primeros años de educación secundaria como parte de un mayor esfuerzo para reducir la
deserción de la enseñanza media.
El Ministerio debería monitorear la formación inicial universitaria de los profesores secundarios en
materias fundamentales de manera que la habilidad de los profesores nuevos para enseñar el currícu-
lo requerido mejore considerablemente. Como se indicó anteriormente en “Formación de Profesores”,
una manera principal de lograr este objetivo es exigir que los nuevos graduados rindan un examen de
certificación con altos estándares de conocimiento de materias.
El gobierno (Ministerio de Educación o Ministerio del Trabajo) debería considerar el uso de las ins-
talaciones de los establecimientos técnico-profesionales para ofrecer cursos vespertinos a trabajadores
de la industria.
Las instituciones que están autorizadas para ofrecer los nuevos programas de formación de pro-
fesores técnico-profesionales, deberían comprometerse a desarrollar estos locales como centros clave
para la enseñanza y aprendizaje técnicos.
Las municipalidades, en consulta con el Ministerio de Educación y representantes de la industria,
deberían acordar un conjunto de indicadores de desempeño para los establecimientos técnico-profe-
sionales.
Educación superior
Corto plazo
El equipo de revisión apoya los esfuerzos del Ministerio de Educación para extender la acredita-
ción voluntaria de un creciente número de universidades y los esfuerzos para expandir el sistema de
préstamos estudiantiles a las universidades privadas. Aunque el programa de acreditación actual es, en
el mejor caso, una forma blanda de regulación de la calidad, es un comienzo. Es importante que las
universidades privadas e institutos técnicos que participan en programas de acreditación (y que están
acreditadas) tengan prioridad en el acceso al financiamiento de préstamos para estudiantes.
El Ministerio debería asegurar que a los estudiantes razonablemente bien calificados, de ingresos
bajos y medios, que podrían tener éxito en la universidad, no se les niegue el acceso a la educación
Mediano plazo
Junto con las universidades, el gobierno debería crear comités externos para certificar a los profe-
sionales por encima y más allá del método actual de certificación automática de los estudios universita-
rios completos. La certificación profesional es especialmente importante en educación y salud.
Para hacer la expansión de los préstamos estudiantiles más viable y autofinanciada, se debería ase-
gurar el pago de los préstamos, aún a través de un descuento automático en los sueldos como parte
del sistema de pago del impuesto a la renta.
Corto plazo
El Ministerio debería apoyar una iniciativa de política amplia y de alto nivel para renovar la ense-
ñanza de la lectura y escritura en Chile con énfasis en el desarrollo de destrezas tempranas de lecto-
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CAPÍTULO 1
El nuevo modelo escolar y educativo que tiende a imponerse está fundado, en primer lugar, en
el sometimiento más directo de la escuela a la razón económica. Es muestra de un economicismo
aparentemente simplista cuyo primer axioma es que las instituciones en general y la escuela en
particular sólo tienen sentido en el servicio que deber prestar a las empresas y a la economía.
El “hombre flexible” y el “trabajador autónomo” constituyen así las referencias del nuevo ideal
pedagógico.
Una doble transformación tiende a redefinir la articulación de la escuela y la economía en un
sentido radicalmente utilitarista: por una parte, la competencia acrecentada en el seno del espacio
económico mundializado; y por otra, el papel cada vez más determinante de la cualificación y del
conocimiento en la concepción, la producción y la venta de bienes y servicios. Las organizaciones
internacionales de ideología liberal, acompañadas en esto por la mayoría de los gobiernos de los
países desarrollados que propulsaron esta concepción de la escuela, han convertido la competitividad
en el axioma dominante de los sistemas educativos: “La competitividad económica es también la
competitividad del sistema educativo”.1 Los objetivos estratégicos de la “materia gris” o de los “recursos
1 Alto Comité Educación-Economía, Education-économie: Quel systeme éducatif pour la société de l’an 2000?, París, La Docu-
mentation française, 1998, pág. 8. El informe añade que “hoy en día uno de los elementos esenciales de la competitividad
económica de un país está constituido por el nivel de formación de su población, por el stock de conocimientos acumu-
lados en ella, incluso mucho más que por el bajo nivel del salario invertido en su mano de obra”.
2 “L’évolution des politiques économiques et son incidence sur l’évaluation des systemes éducatifs”, Évaluer et réformer les
systemes éducatift, OCDE, 1996, pág. 70.
3 Véase Martin Carnoy y Manuel Castells, Une flexibilité durable, OCDE, 1997, págs. 37-38.
4 Comisión de las Comunidades Europeas, Croissance, compétitivité, emploi, les défis et les pistes pour entrer dans le XXIe siècle,
5 Véase Karl Polanyi, La Grande Transformation, París, Gallimard, 1988 (trad. cast.: La gran transformación, Barcelona, Grijalbo
Mondadori, 1993). Véase igualmente Max Weber, prefacio a L’Éthique protestante et l’esprit du capitalisme (1904), París, Fla-
mmarion, col. “Champú”, 2000 (trad. cast.: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Madrid, Alianza, 2002).
6 Véase Louis Fontvieille, “Croissance et transformation du systeme éducatif et de formation en France aux XIXe et XXe
siècles”, en Jean-Jacques Paul, Administrer, gérer, évaluer les sistèmes éducatifs, París, ESF, 1999.
7 Véase el ejemplo de las escuelas normales primarias estudiado por Christian Nique, L’Imposible Gouvernement des esprits,
14 Adam Smith, Recherches sur la nature et les causes de la richesse des nations, vol. II, libro V; cap. 1, sección 3, París, Garnier
Flammarion, 1991 (trad. cast.: La riqueza de las naciones, Madrid, Alianza, 2002).
15 Guy Brucyy Françoise Ropé, Suffit-il de scolariser?, París, De l’Atelier, 2000, pág. 24.
16 Véase Lucie Tanguy y otros, L’Introuvable Relation formation-emploi, París, La Documentation française, 1986.
17 Lê Thành Khôi, L’Industrie de l’enseignement, París, Minuit, 1973. El libro es excelente y premonitorio desde cualquier punto
de vista. Su lectura muestra cómo la mayoría de los temas que desarrollaron después la OCDE o la Comisión Europea ya
estaban en germen en esta literatura modernizadora treinta años antes.
18 Ibid., pág. 110.
19 Ibid., pág. 115.
20 Ibid., pág. 178.
22 Véase B: Charlot y J. Beillerot (comps.), La Construction des politiques d’éducation et de deformation, París, PUF: 1995, pág.
79.
23 A. Vinokur, “Pourquoi une écononomie de l’éducation?”, en Jean-Jacques Paul, op. cit., pág. 316.
24 Yves Careil, “Le néo-libéralisme dans l’école: un processus déja bien engagé”, Nouveaux Regards, n° 6, junio de 1999.
LA ESCUELA “FLEXIBLE”
Las transformaciones de la organización del trabajo, por un lado reales y por otro idealizadas en
el discurso oficial, explican en gran parte el tipo de mutaciones escolares reclamadas por las fuerzas
económicas y políticas dominantes. El ideal de referencia de la escuela es en adelante el “trabajador
flexible”, según los cánones de la nueva representación de la gestión empresarial. El contratista no
aguardaría ya del asalariado una obediencia pasiva a prescripciones definidas con precisión, sino
que desearía que se sirviese de las nuevas tecnologías y entendiese mejor el conjunto del sistema
de producción o de comercialización en el que se inserta su función, que pudiera hacer frente a la
incertidumbre y diera prueba de libertad, iniciativa y autonomía. Desearía, en suma, que en lugar de
seguir ciegamente las órdenes venidas de arriba, fuera capaz de discernimiento y de espíritu analítico
para prescribirse a sí mismo una conducta eficaz como si estuviera dictada por las exigencias mismas de
lo real. La autonomía que se espera del asalariado, que consiste en que se imparta órdenes a sí mismo,
que se “autodiscipline”, no puede darse pues sin un determinado incremento de saber. En una palabra,
sería preciso que incorporase las maneras de hacer y los conocimientos necesarios para el tratamiento
de los problemas en un universo más complejo, según las fórmulas vigentes. Para ello, la autodisciplina
y el autoaprendizaje van unidos. La jerarquía burocrática y el taylorismo de tipo clásico tenderían así
a eclipsarse ante un autocontrol generalizado. La nueva “regulación” en el trabajo radicaría en un
mayor margen de acción concedido a la periferia y a un autocontrol fundado en el cumplimiento de los
objetivos. Paralelamente, y de acuerdo con la doctrina del capital humano, el trabajador se proveería
de conocimientos y competencias a lo largo de toda su vida, sin que se pudiera ya definir por un
empleo estable o un estatuto determinado: “En la era de la información, el trabajador ya no se define
en términos de empleo, sino en términos de aprendizaje acumulado y de aptitud para aplicar este
aprendizaje a diversas situaciones dentro y fuera del lugar de trabajo tradicional”.26 La noción rectora
es la de “empleabilidad” individual.
Sin que se afirme siempre con claridad, la escuela debería adaptarse y debería adaptar a los
futuros asalariados a esta representación del trabajo y de la nueva subjetividad que se espera de
25 Véase M. Vakaloulis, Le Capitalisme postmoderne: Éléments pour une critique sociologique, París, PUF, 2001.
26 Martin Carnoy y Manuel Castells, op. cit., pág. 39.
30 Robert Castel, Les Métamorphoses de la question sociale: une chronique du salariat, París, Fayard, 1995.
31 Véase, por ejemplo, Serge Paugam, Le Salarié de la précariété, París, PUF, 2000.
32 El informe de Attali afirma, en este sentido, que “ningún diploma tendrá ya legitimidad permanente”. Jacques Attali, Pour
une modèle européen d’enseignement supérieur, MEN, 1998, pág.19.
33 Véase OCDE, op. cit., 2001. En especial el cap. 3: “Le rôle du capital social”, págs. 45 y sigs.
CAPÍTULO 2
34 Friedrich Nietzsche, Sur l’avenir de nos établissements d’enseignement, en Oeuvres philosohpiques complètes, Écrits posthu-
mes 1870-1873, París, Gallimard, 1975, pág. 94 (trad. cast.: Sobre el porvenir de nuestras escuelas, Barcelona, Tusquets, 1980).
35 Ibid.
36 Ibid.
37 Michel Crozier, La société bloquée, París, Seuil, 1970. Reedición en “Points/Seuil”, 1995, págs. 149-150 (trad. cast.: La socie-
dad bloqueada, Buenos Aires, Amorrortu, 1972).
38 La ERT (o Mesa Redonda Europea de los Industriales), fundada en 1985 por unos cuarenta grandes patrones europeos, es
uno de los principales think tanks que inspiran las relaciones de la Comisión Europea, muy especialmente en materia de
educación.
39 James W. Guthrie, “L’évolution des politiques économiques et son incidence sur l’évaluation des systemes éducatifs”, Éva-
40 ERT, Investing in Knowledge: The Integration of Technology in European Education, 1997, pág. 6.
41 Véase en este punto Jean-Pierre Terrail (comp.), La Scolarisation de la France. Critique de l’état des lieux, París, La Dispute,
1997, pág. 230.
42 Michel Crozier y Bruno Tilliette llaman así al hecho de “aligerar la complejidad que aplasta a los individuos, lo que exige
una reducción del volumen de los conocimientos que deben asimilarse, mientras que la escuela tiende a multiplicarlos
sin cesar” (Michel Crozier y Bruno Tilliette, Quand la France s’ouvrira París, Fayard, pág. 145).
43 Véanse sobre este tema los trabajos de la asociación “Défendre et transformer l’école pour tous”, así como la obra publi-
cada por el Institut de recherches de la FSU: Hélène Romian (comp.), Pour une culture commune, París, Hachette, 2000.
44 Véase D. Guellec y P. Ralle, Les Nouvelles Théories de la croissance, París, La Découverte, col. “Repères”, 1995, pág. 52.
sabeth Chatel, Comment évaluer l’éducation? Pour une théorie sociale de l’action éducative, Lausana y París, Delachaux et
Niestlé, 2001. Para una visión de conjunto de los trabajos sobre el tema, véase OCDE, op. cit., 2001, págs. 30 y sigs.
48 Para un análisis de las representaciones que estructuran la búsqueda de empleo, véase Francis Vergne, De l’école à
l’emploi, attentes et représentations, París, Nouveaux Regards/Syllepse, 2001.
49 OCDE, Analyse des politiques d’éducation, 1997, pág. 24.
50 Véase Denis Clerc, op. cit.
51 Véanse sobre este punto los trabajos del Institut de recherches de la FSU y, en especial, Christian Laval y Louis Weber
(comps.), op. cit.
52 Adam Smith, op. cit., libro I, cap. 1, pág. 77.
53 Véase Dominique Foray, L’Économie de la connaissance, París, La Découverte, “Repères”, 2000, págs. 46 y sigs.
54 Véase Dominique Guellec, L’Économie de l’innovation, París, La Découverte, “Repères”, 1999, y D. Guellec y P. Ralle, op. cit.
55 Dominique Foray, op. cit., págs. 20-21.
cation.ucsd.edu/dl/ddm1.html>.
59 Después, Japón adoptó medidas similares al modificar su legislación para conceder a los investigadores del sector públi-
co la mitad de los derechos de patente sobre sus invenciones.
60 Eyal Press y Jennifer Washburn, “The Kept University”, The Atlantic Monthly, marzo de 2000.
61 Ibrahim Warde, “L’université américaine vampirisée par les marchands”, Le Monde diplomatique, marzo de 2001.
62 Eyal Press y Jennifer Washburn, op. cit.
67 Maurice Cassier y Jean-Paul Gaudillière, “Droit et appropiation dans le domaine des biotechnologies, quelques remar-
ques sur l’évolution récente des pratiques”, Réseaux, n° 88-89, 1998. Véase igualmente Brigitte Chamak, “Conséquences
des brevets sur les séquences génomiques: le cas des brevets sur les tests de prédisposition au cancer du sein”, Nouveaux
Regards, n° 15, otoño de 2001.
68 Véase Jean-Loup Motchane, “Génoplante ou la privatisation des laboratoires publiques”, Le Monde Diplomatique, sep-
tiembre de 1999.
69 Véase Christophe Charles, “Université et recherche dans le carcan technocratique”, Le Monde diplomatique, septiembre de
1999.
70 Entrevista concedida por la revista norteamericana Science, citada por Christophe Charles. Este último comenta así esta
declaración: “Los responsables europeos están fascinados por un modelo norteamericano reputado por asociar una baja
financiación pública y una significativa financiación privada, e integrar investigación fundamental, investigación aplica-
da, innovación tecnológica y desarrollo de las empresas [...]”.
71 Jacques Attali, op. cit., págs. 24-25.
CAPÍTULO 3
No existe educación sin ideal humano, sin una idea de la excelencia humana. Sin duda, son poco
numerosos los autores y actores implicados en el terreno educativo que pongan abiertamente en duda
el famoso tríptico jerarquizado de los fines de la escuela republicana: formar al trabajador, instruir al
ciudadano y educar al hombre. ¿Cómo podría erigirse abiertamente como referencia la sumisión
directa a los imperativos económicos? Y, sin embargo, los “hombres nuevos” que hay que formar, si se
presta atención a los discursos más habituales, son en primer lugar los trabajadores y los consumidores
del futuro. Tras el creyente, tras el ciudadano del Estado, tras el hombre cultivado del ideal humanista, la
industrialización y la mercantilización de la existencia redefinen al hombre como un ser esencialmente
económico y como un individuo esencialmente privado. Cuando se pregunta cuál es el “polo de la
educación” en la actualidad, para retomar la expresión de Durkheim,77 es decir, el ideal a la vez uno y
diverso que recapitula el “alma” de un sistema educativo, es necesario volverse hoy hacia las categorías
económicas que permiten pensar la persona humana como un “recurso humano” y un consumidor que
satisfacer.78
Esta transformación de las referencias normativas debe volver a ubicarse en el movimiento de
revalorización de la empresa, “motor y modelo de la sociedad civil” en la representación dominante.
En ruptura con los ideales clásicos de la escuela, se suponía que la referencia al mundo de la empresa
76 Véase André Tosel, “Vers l’école désémancipatrice”, La Pensée, n° 318, abril-junio de 1999.
77 Émile Durkheim, Éducation et sociologie, París, PUF, 1985, pág. 50 (trad. cast.: Educación y sociología, Barcelona, Península,
2003).
78 Véase sobre este punto Riccardo Petrella, “L’éducation victime de cinc pièges”, Le Monde diplomatique, octubre de 2000.
79 Jean-Pierre Le Goff realizó un excelente análisis de la penetración de los temas de la modernización de la gestión empre-
sarial en la escuela. Véase Jean-Pierre Le Goff, Le Mythe de l’entreprise, París, La Découverte, 1992, en especial el capítulo
VII.
80 Un ejemplo de esta operación de traducción sistemática: un director de colegio, en un número de la revista Éducation et
management, presenta su cometido del siguiente modo: “Gestionar es tener en cuenta todos los parámetros materiales y
humanos, evaluar para conseguir la mejor rentabilidad posible, es decir, el éxito escolar del mayor número”, cartas de los
lectores en Éducation et management, n° 19, pág. 32.
81 Quizá las huellas más evidentes de la constitución del “referencial” doctrinal de la gestión empresarial educativa se
encuentren en la revista Éducation et management, publicada por el CRDP de Créteil. La confusión de los géneros se ins-
cribió de entrada en el frontón de la revista. El subtítulo, en forma de oxímoron, de esta revista constituye su programa:
“Los valores de la escuela y el espíritu de empresa”.
82 Alain Louveau, “A quand le professeur manager?”, Éducation et management, n° 10, noviembre de 1992. Para una exposi-
ción del uso del término en el mundo educativo, véase Marcelle Stroobants, Autour des mots “gestion” et “compétence”,
Recherche et formation, n° 30, 1999, págs. 61-64.
83 C. Sauret, “Les organisations qualifiantes, processus de développement des compétences professionnelles”, Entreprise et
personnel, abril de 1989.
84 Véase Lucie Tanguy, “Racionalisation pédagogique et légitimité politique”, en Françoise Ropé y Lucie Tanguy (comps.),
Savoirs et compétences: De l’usage de ces notiuns dans l’école et l’entreprise, París, L’Harmattan, 1994, págs. 23-61.
85 Sería una equivocación creer en una novedad radical. Véase Lê Thành Khôi, op. cit., pág. 211.
86 OCDE, Apprendre à tout âge, 1996, pág. 15.
87 Pierre Laderrière, L’Enseignement: une réforme impossible? Analyse comparée, París, L’Harmattan, 1999, pág. 17.
88 Véase, sobre este punto, Yves Baunay y Annie Clavel (comps.), Toute la vie pour apprendre, un slogan ou un véritable droit
89 Comunicación de la Comunidad Europea, “Réaliser un espace européen d’éducation et de formation tout au long de la
vie”, 21 de noviembre de 2001.
90 La OCDE ya había avanzado tales perspectivas. “Se admite que el aprendizaje se desarrolla en múltiples contextos, for-
males e informales”, OCDE, Analyse des politiques d’éducation, 1997.
91 OCDE, Analyse des politiques d’éducation, 1997.
92 Véase Comisión Europea, Rapport Reiffers: Acomplir l’Europe par l’éducation et la formation, 1997, pág. 20
93 Como señala la OCDE, esta noción “está en conformidad con las necesidades engendradas por las mutaciones que trans-
forman profundamente a los países de la OCDE, los cuales están sometidos a fenómenos tales como los períodos de
continuo crecimiento económico, la innovación tecnológica, la mundialización, la desreglamentación de los mercados, la
evolución demográfica y la expansión de las nuevas economías”, en Analyse des politiques d’éducation, 1997.
94 El Mémorandum sur l’éducation et la formation tout au long de la vie, de octubre de 2000, habla de “ósmosis” entre los sec-
tores de la enseñanza, formales, no formales e informales (y este último se confunde con “la vida cotidiana”).
95 El Mémorandum compara el oficio de orientador con el de corredor de Bolsa: “El futuro papel de los profesionales de la
orientación y del consejo podría describirse como un papel de ‘corretaje’. Teniendo presentes los intereses del cliente, el
‘corredor en orientación’ es capaz de explotar y adaptar un amplio abanico de informaciones que le ayuden a decidir el
mejor camino que seguir en el futuro” (pág. 33).
96 Son los “cuatro pilares de la educación”, según el informe en la Unesco de la Comisión Internacional sobre la Educación
para el Siglo XXI, presidida por Jacques Delors (L’Éducation, un trésor est caché dedans, París, Odile Jacob, 1996).
97 Es “una de esas nociones encrucijada cuya opacidad semántica favorece el uso inflacionista que se ha hecho de ella en
lugares diferentes por agentes con intereses diversos. [...] Es forroso reconocer que la plasticidad de este término es un
elemento de la fuerza social que reviste y de las ideas que vehicula”, escriben F. Ropé y L. Tanguy, op. cit., pág. 14.
98 Véase Danielle Collardyn, La Gestion des compétences, París, PUF, 1996, pág. 57.
99 Luc Boltanski y Ève Chiapello, Le Nouvel Esprit du capitalisme, París, Gallimard, 1999 (trad. cast.: El nuevo espíritu del capita-
lismo, Madrid, Akal, 2002).
100 Centro para la Investigación y la Innovación en la Enseñanza (CERI), Écoles et entreprises: un nouveau partenariat, OCDE,
1992, pág. 11.
101 Ibid., pág. 30. Véase, con un mismo enfoque, Comisión de las Comunidades Europeas, Livre blanc: Enseigner et apprendre
102 Hervé Boillot, “La ‘democratisation’: simulacre et démocratie”, en J. Plantier (comp.), Comment enseigner? Les dilemmes de
la culture et de la pédagogie, París, L’Harmattan, 1999, pág. 56.
103 Citado por L. Tanguy, en F. Ropé y L. Tanguy, op. cit., pág. 33.
104 Véase el informe del Programa Internacional para el Control de los Rendimientos de los Alumnos (PISA), Knowledge and
Skills for Life, aparecido en diciembre de 2001, y su análisis en Nouveaux Regards, n° 16, invierno de 2002.
105 Bernard Charlot, “Le rapport au savoir, ” en Jean Bourdon y Claude Thélot (comps.), Éducation et formation, París, CNRS,
CAPÍTULO 12
Reconstruir la trama del nuevo modelo de la escuela podría producir la falsa impresión de una
coherencia conseguida. Y esto equivaldría a confundir cosas diferentes. El consenso político alrededor
de los grandes principios del liberalismo económico, la omnipresencia de la interpretación utilitarista de
la educación en los organismos internacionales, pedagógicos y profesionales que hemos verificado a lo
largo de todo el libro, no significan que el nuevo orden educativo liberal ya se encuentre plenamente
instalado, ni que sea perfectamente viable. Desde este punto de vista, la escuela neoliberal es un
proceso que, en función de sus progresos, secreta contradicciones de diferentes órdenes. Para entender
su lógica, es preciso ponerlas en relación.
106 Estaengañosa equivalencia, falsamente igualadora, dirige la aplicación del nuevo sistema de acreditación de las unida-
des de enseñanza bautizado por Jack Lang, el antiguo ministro de la Educación Nacional, el “euro de las universidades”.
Véase Emmanuel Davidenkoff, “L’université française entre en classe européenne. Le ministère crée un système favorable
aux échanges”, Libération, 24 de abril de 2001.
EL IMPERIO IMPOSIBLE
Digámoslo de entrada: las contradicciones que surgen de la puesta en marcha de la escuela
neoliberal dan prueba de un callejón sin salida muy general. La lógica del capitalismo global que
se apoya en la acumulación del capital tiende a ampliarse a todas las esferas de la existencia. Esta
107 Incluso en Estados Unidos, el modelo de la escuela comercial mostró sus límites, sociales pero también financieros, como
108 William H. White Jr., L’Homme de l’organisation, París, Plon, 1959, pág. 107.
109 Nico Hirtt, L’École prostituée: L’offensive des entreprises sur l’enseignement, Labor/Espace de libertés, 2001, pág. 68.
110 Samuel Joshua, L’École entre crise et refondation, La Dispute, 1999, pág. 39.
111 Jean-Pierre Raffarin y Luc Ferry defienden así la instauración de “ramas de educación de los oficios” entre los 14 y los 22
años, siguiendo el modelo berlusconiano. Véase la entrevista con J.-P. Raffarin, Le Monde, 1-2 de diciembre de 2002.
112 Véase F. Delle y J. Bouvine, “Insérer pour former”, Éducation-Économie, n° 20, octubre de 1993.
113 Roger Fauroux, Pour L’école, París, Calmann-Lévy, 1996, pág. 23. Citado por S. Johsua, op. cit., pág. 39.
114 Véanse, sobre este punto, los análisis prospectivos presentados por el Haut Comité Éducation-Économie-Emploi, La Tran-
sition professionnelle des jeunes sortant de l’enseignement secondaire, actas, París, La Documentation française, 2001-2002,
págs. 87 y sigs.
115 Véase Paul Santelmann, La Formation professionnelle, un nouveau droit de l’home?, París, Gallimard, col. “Folio/actuel”,
2001, pág. 110.
116 Véase, sobre este punto, Bertrand Geay, Profession: instituteur: mémoire politique et action syndicale, París, Seuil, 1999. El
rechazo del principio del colegio único expresado por una mayoría de educadores se inscribe en este contexto.
117 Stephen Ball y Agnès van Zanten, “Logiques de marché et éthiques contextualisées dans les systèmes français et britan-
nique”, Éducation et sociétés, revue internationales de sociologie de l’éducation, De Boeck Université, n° 1, 1998.
118 Stephen Ball y Agnès van Zanten, op. cit., págs. 68-69. Véase, sobre este mismo punto, Sharon Gewirtz, Stephen J. Ball y
Richard Bowe, op. cit., págs. 176 y sigs.
119 Sharon Gewirtz, Stephen J. Ball y Richard Bowe, op. cit., págs. 98-99.
120 Algunos lo rechazaron y resistieron algunas veces a costa de la relegación en su carrera.
121 J.Ozga, “Deskilling a Profession: Professionalism, Deprofessionalism and the New Managerialism”, en H. Busher y H.
Saran (comps.), Managing Teachers as Professionals in Schools, London Kogan Page, 1995. Véase también Terri Seddon, “La
reconfiguration néo-libérale de l’éducation et de ses professionnels: continuité ou changement”, Éducation et sociétés, De
Boeck Université, n° 6, 2000/2.
122 Véase el dossier “Valeur du travail”, Nouveaux Regards, n° 9, primavera de 2000.
123 Entrevista con André Hussenet, declaraciones recogidas por François-Régis Guillaume, en Recherche et formation, n° 14,
CONTRADICCIONES PEDAGÓGICAS
Una de las dimensiones relevantes del nuevo modelo liberal reside en la recuperación de los
grandes temas de la nueva pedagogía, durante mucho tiempo sostenida por la izquierda e incluso
por la extrema izquierda. Los saberes y las obras no deberían ya constituir el centro de la nueva
escuela según la “pedagogía innovadora” tal como la conciben los grandes organismos que definen y
defienden el nuevo orden educativo mundial. Se considera que estos saberes, juzgados marginales y
antidemocráticos, son profundamente inútiles y fastidiosos. Ya no se trata de establecer la posibilidad
de que los alumnos accedan a ellos, sino que es necesario más bien partir de lo que les interesa en
función de sus medios, de sus condiciones de vida, de sus deseos y de sus destinos profesionales.
De ahí, la preponderancia de los “proyectos”, las “actividades” y los “temas transversales” articulados
con el entorno inmediato del centro escolar, dado que el saber se construiría por “integración de los
conocimientos procedentes del medio”. El docente es el guía discreto y disponible de los estudiantes, el
acompañante y el entrenador, el “facilitador de una construcción” del saber, incluso de una reinvención
tanto de la ciencia como de la lengua, hasta “del tiempo y del espacio”, según la utopía del niño
que, espontáneamente, rehace todos los saberes del mundo. A la noción de “necesidad” del alumno
corresponde el concepto corolario de “servicio” que se debe aportar a cada alumno para responder a su
necesidad específica. Este esquema, adecuado al marco económico liberal, convierte la escolaridad en
una especie de self service en el que el alumno presenta una “demanda” personal a la que el educador
responde con una “oferta” adaptada. Esta concepción del acceso al saber se encuentra en la mayoría
de los textos y los informes oficiales. Sus características son la primacía de la demanda sobre la oferta
de educación, el valor práctico de los conocimientos, la crítica de la educación a través de los libros
(que “convierte al alumno en un recipiente para las ideas ajenas en lugar de hacer de él un investigador
activo de hechos e ideas”,125 como ya decía Spencer), la adaptación a las funciones profesionales, la
definición de un ideal humano centrado en el trabajo y el interés personal. Aquí, la democratización
no se entiende como la necesidad de introducir a los hijos del pueblo en las formas simbólicas, en el
universo de los saberes socialmente construidos y de las grandes obras maestras de la humanidad.
Significa que hay que dotarlos de competencias operativas adecuadas a su desarrollo cognitivo, a
sus necesidades particulares, a sus intereses y a sus proyectos profesionales, y que les permitirán
124 Véanse, sobre este punto, los trabajos de Pierre Legendre, Histoire de l’administration: De 1750 à nos jours, París, PUF,
1968, y, sobre todo, Jouir du pouvoir: Traité de la bureaucratie patriote, París, Éditions de Minuit, 1976.
125 Herbert Spencer, De l’éducation intellectuelle, morale et physique (1861), reedición Marabout Université, 1974, pág. 38.
Véase Christian Laval, “L’école saisie par l’utilitarisme”, Cités, n° 10, París, PUF, 2002.
126 Véase
Arthur Powell, Eleanor Parra y David K. Cohen, The Shopping Mall High School, Winners and Losers in the Educational
Marketplace, Boston, Houghton Mifflin Company, 1985, pág. 8.
127
128 Véase, en especial, Bernard Charlot, Élisabeth Bautier y Jean-Yves Rochex, École et savoir dans les banlieues... et ailleurs,
París, Armand Colin, 1996.
133 LucFerry afirmaba así, en el mes de septiembre de 2002, que “hay que rehabilitar primero la autoridad del saber escolar
para conseguir corroborar la de la escuela y los maestros, y por eso la obligación más urgente de la Educación Nacional
consiste en volver a centrarse en sus cometidos fundamentales: la transmisión de saberes, de valores y, en una palabra,
de una cultura”.
Chile enfrentará en diciembre próximo un nuevo proceso electoral. Del mismo modo como hici-
mos pública nuestra propuesta educacional tanto a la ciudadanía como a los diferentes candidatos a
la Presidencia de la República en la contienda electoral pasada, nos parece oportuno presentar nueva-
mente nuestras propuestas, las que entregaremos a quienes postulan al gobierno de nuestro país para
que las conozcan y las hagan suyas.
El presente documento mantiene aspectos centrales de la propuesta anterior, ya que los principa-
les problemas educacionales y del gremio persisten y las políticas oficiales no han apuntado a enfrentar
los ejes que, a nuestro juicio, son la causa central de esos problemas.
Aun cuando los distintos gobiernos de la Concertación han intentado el diseño de una política edu-
cacional, cuyo objetivo central han definido como de mejoramiento de la calidad y equidad de la educa-
ción; lo cierto es que la inversión en educación ha crecido. Sin embargo, tras las negociaciones del gre-
mio y luego de no pocos conflictos con el gobierno, las rentas docentes han ido aumentando lentamente
dejando en la base del Magisterio, una sensación generalizada de frustración y desencanto y la percep-
ción mayoritaria de la sociedad chilena es de insatisfacción respecto de la educación que se recibe.
El problema es que los distintos cambios que se han venido produciendo continúan operando
desde una lógica de mercado y de permanente avance privatizador. Bajo la excusa de la modernidad se
ha despojado al Estado de sus atribuciones y facultades y se ha instalado la idea de la competencia con
una carga ideológica neoliberal extrema, haciendo coherentes los procesos educativos con la manten-
ción de una economía transnacionalizada y una total apertura de mercados.
Este documento entrega la visión del gremio respecto de la actual situación, fundamenta la necesi-
dad de fortalecer la educación pública y ofrece propuestas de cambio en los ámbitos de financiamien-
to, administración, gestión y currículo. Finalmente, reitera las condiciones mínimas que se requieren
para lograr un efectivo fortalecimiento de la profesión docente.
Proponemos revisar la administración y gestión del sistema educativo, para una efectiva des-
centralización y participación democrática
El desarrollo de una educación pública descentralizada supone una sustantiva gestión local de la
educación, así como la participación protagónica de todos los actores, al mismo tiempo que un sólido y
redefinido rol del Estado que asegure tanto la diversidad como la integración.
La descentralización educacional no puede continuar operando con un Ministerio de Educación
débil y sin atribuciones. Sostenemos que a mayor descentralización, se requiere un centro más fuerte.
De ninguna manera se trata de hacer crecer el aparato del Estado, sino de dinamizarlo y adecuarlo a la
importancia de la función ético social que se le asigna a la educación.
De hecho, en la actualidad, el Ministerio de Educación y otros aparatos del Estado no han sido efi-
caces en dar respuestas efectivas a los problemas que enfrentan las diferentes formas de administra-
ción, en todos sus niveles.
Por ello se requiere con urgencia evaluar seriamente la actual forma de descentralización que en la
práctica se ha traducido en una desconcentración de la gestión y que sigue operando en los marcos de
la municipalización impuesta al país durante el régimen militar, lo que permitiría revisar y buscar formas
Una de las 36 medidas anunciadas para los primeros 100 días del Gobierno de la pre-
sidenta Bachelet es dar suma urgencia al proyecto de ley de subvención preferencial
presentado al Parlamento en octubre de 2005.1 Las críticas e interrogantes que plan-
tea este proyecto que pretende resolver la inequidad educativa, urgen un debate con
profundidad del mismo.
Desde 1988 cada aplicación del SIMCE (Sistema de Medición de la Calidad de la Educación) ha mos-
trado al país la tremenda desigualdad de logros de aprendizaje de los niños dependiendo del nivel
socioeconómico de sus familias. Por ejemplo, en el último SIMCE (4º básico, 2005) la distancia promedio
que separa a los hijos de familias de nivel socioeconómico alto de sus pares de nivel bajo supera los 80
puntos en Lenguaje y los 90 en Matemáticas. Esta desigualdad no disminuye en los cursos superiores
y los resultados de la PSU (Prueba de Selección Universitaria) ratifican, casi una década después, esta
temprana inequidad. Alterar esta dinámica intergeneracional de injusticia socioeducativa es el loable y
urgente propósito del proyecto de ley de subvención preferencial.
Desde el punto de vista de algunos, el problema que hay que abordar con la creación de la sub-
vención escolar preferencial para los alumnos más pobres es bastante simple: dado que educar a los
niños pobres es más costoso, la subvención escolar que se entregue por esos alumnos debe ser mayor.
Así planteado el asunto, esta subvención adicional no sería diferente a otras ya existentes en el sistema
escolar, como lo es la subvención entregada a los liceos técnico-profesionales o a las escuelas rurales.
Sin embargo, el problema de la inequidad educativa es mucho más complejo que una simple “correc-
ción de precios”.
La desventaja educativa que afecta a los niños pobres tiene raíces familiares y sociales profundas.
Ellos han crecido en ambientes menos estimulantes y han sufrido privaciones a temprana edad que han
limitado su desarrollo social y cognitivo, dejándoles menos preparados para iniciar su vida escolar. Ellos
cuentan con menos recursos educativos en sus hogares: desde padres menos escolarizados, hasta falta
de espacio y de materiales para hacer sus tareas y estudiar. Pero estas desigualdades de recursos no se
limitan a los hogares de los niños, también tienen manifestaciones en la institucionalidad del sistema
escolar chileno. Los niños pobres asisten mayoritariamente a escuelas que cuentan con menos recursos
económicos. Los cobros a los padres que realizan las escuelas particulares subvencionadas (p.e., a través
del financiamiento compartido), son la principal fuente de inequidad entre este sector y las escuelas
Sistema de control público: sanciones e incentivos a las escuelas según los resultados de aprendizaje de sus
alumnos
El proyecto también crea un sistema de regulaciones que, en sus aspectos fundamentales, regirían
sobre el conjunto de escuelas subvencionadas, aunque decidan no postular a la subvención preferen-
cial. El sistema se basa en clasificar a las escuelas según los resultados de aprendizaje de sus alumnos,
otros indicadores educativos y el nivel socioeconómico de las escuelas. Dicha clasificación y la informa-
ción que la sustenta deberá ser distribuida a todos los apoderados y postulantes de los establecimien-
tos subvencionados. El propósito sería informar a las familias sobre la efectividad relativa de la escuela.
Adicionalmente, las escuelas que sean clasificadas como Con Necesidad de Medidas Especiales por
más de dos años así como las escuelas En Recuperación, deberán someterse a un Plan de Reestructu-
ración cuyo objetivo es mejorar los resultados de aprendizaje de sus alumnos para ser clasificadas al
menos como Emergentes en un plazo máximo de 3 años. Consultores externos (acreditados por el
Ministerio de Educación) tendrán un rol central en el diseño del Plan de Reestructuración, el que podrá
incluir (con carácter obligatorio para el sostenedor) la reorganización o reubicación de los docentes y
directivos de la escuela. Si en el plazo establecido el Plan no logra los objetivos planteados, la escuela
puede ser sancionada con la pérdida de reconocimiento oficial, lo que implicaría su cierre o su traspaso
a otra entidad administradora.
Finalmente, el proyecto de ley dota al Ministerio de Educación de mayores capacidades de fiscaliza-
ción y de herramientas de sanción para las escuelas que no cumplan con las obligaciones establecidas
en la ley, incluyendo un mayor control sobre los fondos adicionales entregados.
La decisión de asignar más recursos públicos a los establecimientos donde se educan los niños más
pobres debe ser valorada y celebrada. Ella intenta corregir una inequidad que socava el compromiso
ético y político con la igualdad de oportunidades en Chile. También es positivo que se intente mejorar
los mecanismos de información y control del sistema escolar, así como promover procesos de mejo-
ramiento educativo centrados en los aprendizajes de los alumnos. Aunque se trata de un problema
urgente, la gran trascendencia de los objetivos en juego, la magnitud de los recursos involucrados y la
complejidad de los cambios propuestos aconsejan una discusión tranquila, amplia e informada.
Discrepancias generales
Aunque la necesidad de dar más recursos a las escuelas que educan a los niños más pobres es clara,
no es evidente que el mecanismo para asignar estos recursos deba ser una extensión del sistema de
subvención escolar a la demanda. Pese a que el país acumula más de dos décadas de asignación de
recursos mediante el sistema de subvención, no existe ninguna evidencia empírica acerca de su efec-
tividad para mejorar los aprendizajes. Todo indica que la subvención escolar, que pudo tener efectos
dinamizadores del sistema educativo (estimulando la expansión y retención escolar), no ha aportado al
mejoramiento de la calidad de la educación. Más aun, la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Introducción
La gestión educativa data de los años sesenta en Estados Unidos, de los años setenta en el Reino
Unido y de los años ochenta en América Latina. Es por lo tanto, una disciplina de desarrollo muy recien-
te. Por ello, tiene un bajo nivel de especificidad y de estructuración. Por estar en un proceso de búsque-
da de identidad y ser aún una disciplina en gestación, constituye un caso interesante de relación entre
teoría y práctica.
La gestión educativa busca aplicar los principios generales de la gestión al campo específico de la
educación. El objeto de la disciplina es el estudio de la organización del trabajo en el campo de la edu-
cación. Por lo tanto, está determinada por el desarrollo de las teorías generales de la gestión y los de la
educación.
Pero no se trata de una disciplina teórica. Su contenido disciplinario está determinado tanto por
los contenidos de la gestión como por la cotidianidad de su práctica. La gestión educativa se constituye
por la puesta en práctica de los principios generales de la gestión y de la educación. En este sentido es
una disciplina aplicada, es un campo de acción.
En el período actual, la práctica está altamente influenciada por el discurso de la política educativa
y por cierto, por los esfuerzos desplegados en la ejecución de las políticas educativas. Por lo tanto, su
contenido tiende a avanzar en medio de los cambios que se producen en las políticas educativas, las
presiones para implementar la política en vigor y por su práctica en sí, es decir, la que resulta de los
ajustes de la práctica con las presiones “desde arriba”. Por este hecho, es de notar que la gestión educa-
tiva no es solamente pragmática como podría pensarse, sino que la dimensión política está inscrita en
su práctica.
En su estado actual, la gestión educativa es una disciplina en gestación en la cual interactúan los
planos de la teoría, los de la política y los de la pragmática.
Entonces, como puntos metodológicos, para comprender la naturaleza del área de la gestión edu-
cativa es necesario:
i. conocer los planteamientos teóricos subyacentes en las disciplinas madres que la generan y la
contienen: el área de la gestión y el área de la educación; y
ii. entender el sentido y los contenidos de las políticas educativas.
En este marco, el propósito de este texto es aportar una reflexión acerca de las formas que emer-
gen de los planteamientos subyacentes de distintas teorías de la organización del trabajo, y de su inte-
racción con la esfera de la educación, tanto en lo disciplinario como, en lo político.
El texto está estructurado en seis partes. La primera examina los planteamientos básicos de la ges-
tión. La segunda, considera distintas definiciones. La tercera analiza la evolución de los modelos de
6 Casassus Juan, “Marcos conceptuales para el análisis de los cambios en la gestión de los sistemas educativos”, en La Gestión:
en busca del sujeto UNESCO OREALC, Santiago de Chile, 1999.
8 J. Casassus “Poder, lenguaje y calidad de la educación”, en Boletín del Proyecto Principal, N° 50. Abril 2000. UNESCO, San-
tiago de Chile.
9 J. Juran “Juran on planning for quality” The Free Press, 1988.
Tipo A Tipo B
Abstracto Concreto
Determinado Indeterminado
Seguro Incierto
Rígido Flexible
Arriba Abajo
Homogéneo Diverso
Unidimensional Multidimensional
(Objetivo) (Subjetivo)
TIPO A
UNIDIMENSIONAL
DETERMINADO
HOMOGÉNEO
ABSTRACTO
(OBJETIVO)
SEGURO
ARRIBA
RÍGIDO
Normativo 5 5 5 5 5 5 5 5 40
Prospectivo 5 3 4 4 5 5 4 5 35
Estratégico 2 2 2 2 3 2 2 3 18
Situacional 2 2 1 1 2 2 2 2 14
Calidad Total 2 1 1 1 3 1 2 2 13
Reingeniería 2 2 1 1 5 1 1 1 14
Comunicacional 1 1 2 1 1 1 1 1 9
TIPO B
MULTIIDIMENSIONAL
INDETERMINADO
(SUBJETIVO)
CONCRETO
INCIERTO
FLEXIBLE
DIVERSO
ABAJO
Normativo 1 1 1 1 1 1 1 1 7
Prospectivo 2 2 2 2 1 2 2 1 14
Estratégico 3 3 3 2 2 3 2 2 20
Situacional 4 4 3 4 4 4 4 4 31
Calidad Total 4 4 3 4 4 4 4 4 31
Reingeniería 4 5 4 3 3 3 3 3 27
Comunicacional 5 4 5 5 5 3 5 5 39
Los distintos modelos de gestión muestran distintas relaciones con los componentes de los tipos A
y B. Por ejemplo, los modelos normativos y prospectivos son muy aplicables a las construcciones de tipo
A. Estos modelos son particularmente fuertes en las características de tipo A (40 y 35 puntos respectiva-
mente), pero muy débiles en las características de tipo B (7 y 14 puntos respectivamente). Esto quiere
15 Patterson et al “Impact of People Management Practice on Business Performance” London 1997 o Caulkin S. (1998) “How
can Pat on the head can mean money on the bank”. Ambos textos citados en Ron Glatter: From struggling to juggling.
Educational Management and Administration. Vol 27 Number 3 July 1999. Sage Publications.
16 Cuarta Reunión del Comité Intergubernamental del Proyecto Principal, Quito, 1991, Informe Final. UNESCO, Orealc.
17 Seddon, T. (1997) Markets and the English: Rethinking educational restructuring as institutional design. British Journal of
Sociology of Education 18 (2) 165-85.
18 Boyd, W (1992) “The power of paradigms: reconceptualising Educational Policy and Management”. Educational Adminis-
tration Quarterly 28 (4): 504-28.
19 Este aspecto fue originalmente mencionado por Cecilia Braslavsky en una conversación privada.
20 Peter Drucker “Managing the non profit organizations: practices and Principles” Londeon Butter-Heinemann.
21 Ron Glatter, From Struggling to Juggling, op cit.
22 Henry Levin, Pedagogical changes for educational futures in Latin America and the Caribbean (Draft) Seminario sobre Pros-
pectiva de la educación en Región de América Latina y el Caribe. UNESCO, Santiago de Chile, agosto 2000.
23 Henry Levin, “Educational Performance Standards en the Economy”. Educational Researcher, Vol 27, N° 4, Mayo 1998. USA
24 Ver por ejemplo T. W. Shultz, “The value of the ability to deal with disequilibria”, Journal of Economic Literature, Vol XIII, N
3 (September 1975). USA.
25 Ver para el caso Chileno, Consuelo Undurraga y Carolina Araya. “Estudio de situación de la enseñanza de la gestión y polí-
tica educativa en Chile. Santiago de Chile, marzo 2000. (no publicado aún)
Ansoff, H.I. “Corporate Strategy, An analytical approach to Business Policy for Growth and Expansion”.
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Lectura Nº 1
Maturana, Humberto, “¿Qué Queremos de la Educación?”, extraído de /www.com-
minit.com/la/teoriasdecambio/lacth/lasld-330.html
Lo que guía la conducta humana son las emociones o confianzas básicas. Las emociones son clases
de conductas relacionales; cuando se coordinan las emociones se coordinan las conductas relacionales.
Desde esta perspectiva se puede dividir la historia de la humanidad en tres eras: la era de la colabora-
ción y de la honestidad; la era de la apropiación y de la dominación y actualmente estamos en la posi-
bilidad de pasar a la era de la honestidad y de la colaboración. En esta última he invertido los términos
porque pienso que para colaborar en estos momentos tenemos que ser primeramente honestos. Lo
primero que nos acontece en el encuentro con los demás, consciente o inconscientemente, es una pre-
gunta por la honestidad.
La actual preocupación por los valores en la educación tiene mucho que ver con esto. En efecto,
la posibilidad de pasar a la era de la honestidad no depende de leyes ni de ningún tipo de imposición
sino de un acto intencional. Tampoco se trata de enseñar, por la razón o la fuerza, los valores esenciales
a nuestros niños. La honestidad y la colaboración sólo se pueden dar como actos intencionales de las
personas.
Es preciso dilucidar en qué consiste esa transición a la era de la honestidad. ¿Cómo se pasa de la
era de la dominación a la era de la honestidad y de la colaboración?: haciéndolo, ya ahora. En tanto nos
conducimos en la honestidad hacemos la honestidad y abrimos espacio a la colaboración. En muchos
casos cuando se abren espacios de encuentro, de conversación honesta se abren igualmente espacios
para el quehacer y aparece el placer en el hacer con los otros.
Refiriéndome a la historia propiamente tal, quisiera señalar dos enunciados de validez sistémica, es
decir, se refieren a cosas que pasan quiéralo uno o no, tanto a nivel humano como cósmico.
Primer enunciado: “cuando en un conjunto de elementos comienzan a conservarse ciertas
relaciones, se abre espacio para que todo lo demás cambie en torno a las relaciones que se con-
servan”.
Fíjense, en la potencia que hay en esto, cuando en un conjunto de elementos, sean personas u
objetos, comienzan a conservarse ciertas relaciones, se abre espacio para que todo cambie en torno a
las relaciones que se conservan. Veamos algunos ejemplos. Imaginemos a dos personas, un hombre y
una mujer, se juntan, hacen una pareja, quieren estar juntos, y luego podremos ver cómo el resto de sus
vidas cambia: cambia por dónde se mueven, cambia donde duermen, cambian las cosas que comen,
cambian las personas con las cuales conversan, cambian los temas que tratan en sus conversaciones,
RESUMEN
Durante cerca de un año, los autores de este artículo —diseñadores y profesores del curso Diseño
y Gestión de Sí Mismo— han venido reflexionando sobre la educación desde una perspectiva crítico a
los enfoques tradicionales, que focalizan el proceso educativo en la dimensión cognitiva. En esta con-
versación editada los autores proponen una mirada sistémica de la educación, en la cual esto es vista
como un proceso de transformación en la convivencia entre padres e hijos en el hogar y entre profe-
sores y alumnos en la escuela. El foco de este proceso debe ser, según los autores, la transformación
gradual de los niños y jóvenes en adultos autónomos, democráticos, conscientes de sí mismos y de su
entorno, colaboradores, respetuosos, responsables, imaginativos, abiertos al cambio y comprometidos
con la preservación y ampliación de los espacios de convivencia.
Se argumenta que ello requiere dignificar y refundar la función educacional instalando en el país
un proceso de formación y reformación de profesores centrado en el incremento de las capacidades
necesarias para ser facilitadores de la dinámica de transformación integral de los niños y jóvenes: capa-
cidad de vivir en la aceptación, capacidad de escuchar, confianza en sí mismos, dominio de los conoci-
mientos y prácticas de las disciplinas en que se desenvuelven y comprensión de los fenómenos peda-
gógicos, entre otras. Se argumenta que la educación así entendida genera también, en contra de lo que
1 Humberto Maturana es Ph. D. en Biología de la Universidad de Harvard. Actualmente es Profesor Titular de la Universidad
de Chile y desde 1986, en paralelo con sus actividades de investigación y docencia en la Facultad de Ciencias, ha dictado
permanentemente cursos y conferencias en el Departamento de Ingeniería Industrial. Desde marzo de 2000 es investiga-
dor asociado del Programa de Habilidades Directivas de ese departamento. En 1994 le fue otorgado el Premio Nacional
de Ciencias. Entre sus publicaciones más recientes se cuentan: “Objetividad: Un argumento para obligar”, Dolmen Edicio-
nes, Santiago de Chile, 1998; “Transformación en la Convivencia”, Dolmen Ediciones, Santiago de Chile 1999; “Origins of
the species by means of natural drift”, Revista Chilena de Historia Natural, volumen 73, año 2000.
2 Carlos Vignolo es Ingeniero Civil Industrial, Magíster en Ingeniería Económica de la Universidad de Chile y Ph. D (c) en
Economía de la Universidad de Sussex. Actualmente se desempeña como académico del Departamento de Ingeniería
Industrial de la Universidad de Chile, donde dirige el Programa de Habilidades Directivas. Sus publicaciones más recien-
tes son: “Repensando el pensar: Hacia un paradigma chileno para el desarrollo chileno”; por aparecer. “La Universidad de
Chile piensa en Chile”, Ediciones Lom, “Zen en el arte de innovar: Hacia un nuevo paradigma de la innovación empresa-
rial”, Revista Estudios Públicos, Vol. 70, otoño 1998, y “Nuevos paradigmas en management: Una aproximación desde la
experiencia de modernización de los sistemas públicos en Chile”, Reforma y Democracia, N° 11, junio 1998, Caracas, Vene-
zuela.
CARLOS VIGNOLO, Centro de Gestión (CEGES), Departamento de Ingeniería Industrial, Universidad de Chile, Avenida
República 701, Santiago, Chile. Fax. (56-21 6897895 Correo electrónico: [email protected]
* Agradecemos la colaboración de Susana Cendoya en la transcripción y edición de la primera versión de esta conversa-
ción y de Julia Pérez para incorporar las múltiples modificaciones sufridas por el texto entre esa versión y esta última.
HUMBERTO MATURANA, Instituto de Formación Matríztica, Calle las Urbinas 87, of. 16, Santiago, Chile. Fax. (56-2) 233
1168/232 3588
Correo electrónico: [email protected]
CV Para este número especial de la revista Perspectivas en Política, Economía y Gestión, nos han
invitado a reflexionar sobre educación, desde una “perspectiva” crítica de la visión tradicional de la
educación en nuestra cultura, a la que yo, siguiendo a otros autores, me refiero normalmente como
“metafísica racionalista”. Con esta calificación se da cuenta, en primer lugar, de la idea de que los
seres humanos tienen, y en buena medida nacen, con un ser que es predeterminado. Con ella, en
segundo lugar, se busca connotar la preeminencia de lo racional en la configuración de lo humano,
que determina, entre otras muchas cosas, que la educación sea vista como una cuestión eminente-
mente centrada en la adquisición de conocimientos.
Nos piden, además, que hagamos un especial esfuerzo por hacer entendible nuestras posturas al
lector objetivo de la revista, que no es especialista en estas materias ni se desempeña en el mundo
de la academia.
¿Qué te parece esta invitación?
HM Me parece excelente. Me parece también necesario aclarar al lector y a los editores, desde el
inicio, que si bien compartimos una visión crítica de los enfoques educacionales convencionales,
no tenemos ni una postura ni una propuesta común a priori, ni pretendemos lograr esa meta en
esta conversación. Pienso que, por ello mismo, es una buena opción esta de simplemente editar
nuestra conversación, dejando en claro que es lo que cada uno de nosotros afirma y propone, y
aceptar que a veces seguimos caminos divergentes.
CV Pienso que una última advertencia al lector es necesaria: ninguno de los dos se considera,
según lo hemos conversado previamente, experto en políticas educacionales, ni conocemos en
detalle el avance ni los proyectos en curso con relación al mejoramiento de la educación en Chile.
Es posible, por tanto, que algunas de nuestras críticas al sistema actual sean injustas y que algunas
de nuestras proposiciones de innovación estén ya siendo llevadas a cabo. Ciertamente, sería mejor
que conociéramos al detalle todo lo que se ha hecho y lo que está proyectado para hacerse, pero
ello escapa por lejos al alcande de lo que podemos hacer ahora para responder a la invitación que
nos han formulado. Y como nuestro único objetivo es ampliar el espacio de diálogo —y no enjui-
ciar a nadie— entonces simplemente pedimos excusas anticipadas por los posibles errores de esta
naturaleza en que podamos incurrir en esta conversación.
HM En mi opinión lo que pasa con el Ministerio de Educación es que no tiene capacidad de acción
efectiva, porque ha entregado la tarea educacional al espacio privado, a las municipalidades y a la
libre empresa. Por esto el Ministerio de Educación, a lo más, puede plantear ciertas nociones gene-
rales como, por ejemplo, la declaración de una reforma educacional que tiene que ser interpretada
y revisada fuera del Ministerio por los distintos colegios y centros educacionales que existen como
entes privados de intención comercial. Pero pienso también que el Ministerio de Educación podría
CV Un argumento que varias veces he escuchado es aquel que sostiene que el principal obstáculo
al mejoramiento de la educación son los propios profesores, a los cuales tú sugieres invitar a reca-
pacitarse y a reformarse. Sostienen, los que así argumentan, que ellos serían reacios al cambio, a la
transformación del sistema educacional. Mi experiencia con grupos de profesores de enseñanza
básica y media, en los cursos de “Innovación y Gestión en Educación” (que durante varios años con-
duje como parte de los Programas de Actualización para Profesores que imparte la Universidad de
Chile en los períodos de vacaciones, de verano o invierno) me lleva, sin embargo, a una conclusión
totalmente diferente. Si bien al iniciar dichos cursos —normalmente de 2 a 5 días intensivos de
duración— observaba signos de oposición al cambio, no recuerdo sino muy contados casos, de
entre cerca de 250 participantes, de profesores que no se entusiasmaran e involucraran completa-
mente en el espacio de transformación que esos programas ofrecían.
Esa misma actitud observé en un grupo de alrededor de 40 profesores y directivos del Colegio
Francisco de Miranda —el colegio de mis 5 hijos— a los cuales invité hace algunos años a una
experiencia similar. ¿Has tenido tú experiencias directas de trabajo con profesores? ¿Cuál es tu
visión acerca de la disposición de ellos a recapacitarse y reformarse?
HM Sí. He tenido algunas experiencias con profesores de un proyecto que con Sima Nisis hemos
hecho en algunos colegios de Huechuraba y Macul, partiendo del entendido que, para que los
estudiantes efectivamente se encuentren adecuadamente acogidos y guiados en su formación
como ciudadanos, es fundamental que los profesores recuperen su dignidad, volviendo a tener res-
peto por sí mismos y por su profesión.
Lo que nosotros hemos hecho ha sido invitar a los docentes de esos colegios a actividades que
llevan a amarse a sí mismos como seres autónomos y responsables a través de entender mejor su
condición humana. Y por las cosas que ellos comentan los resultados son positivos. Al cambiar su
relación consigo mismos, cambia su relación con los estudiantes y sus colegas, y eso resulta en que
los conflictos que tenían entre sí o con 195 estudiantes se desvanecen. De hecho, los estudiantes
pasan a ser los mejores colaboradores de los profesores en la tarea docente.
Sólo uso con fines educativos 169
La educación es una transformación en la convivencia
CV Podemos entonces pasar a otras de las preguntas del editor: ¿Qué es para ti educar? ¿Cuál es,
en tu opinión, el rol de los profesores en esto de educar?
HM Para mí el educar es en el presente un intento de hacer de manera artificial algo que debería
ocurrir de manera espontánea en la convivencia en familia o en comunidad, como los espacios de
convivencia donde se da todo el vivir que el niño vivirá como adulto. Los niños se transforman en
la convivencia según el convivir que ellos viven con los adultos con quienes conviven. Lo que ocu-
rre es que ahora la familia o la comunidad cercana no proporciona todo el espacio experiencial
que el niño debería vivir para ser un adulto capaz de sostenerse a sí mismo como miembro de la
gran comunidad que deberá integrar. Por esto los niños ya no se forman como adultos solamente
en el entorno familiar, ahora se requiere el espacio escolar.
El aprendizaje es una transformación en la convivencia. Y los niños se transforman en adultos de
una clase u otra según haya vivido esa transformación. No aprenden matemáticas o historia, apren-
den el vivir que conviven con su profesor o profesora de matemáticas o historia, y aprenden el pen-
sar, el reaccionar, el mirar, que viven con ellos. Ellos aprenden el espacio psíquico de sus maestros y,
a veces, lo hacen rechazando aquello que los profesores quieren que aprendan.
Es desde esta perspectiva que pienso que si uno quiere que la tarea de la educación sea crear
un espacio de convivencia donde los niños se transformen en adultos capaces de una conviven-
cia democrática, como seres que se respetan a sí mismos y no tienen miedo de desaparecer en la
colaboración, tienen que convivir con maestros que vivan ese vivir con ellos en un ámbito donde
las distintas temáticas sean meramente modos particulares de vivir en esa convivencia. Si un niño
convive con un profesor de matemáticas y este profesor de matemáticas disfruta su matematizar,
ese niño va a incorporar espontáneamente la mirada matemática, y la matemática va a ser, por así
decirlo, el instrumento de convivencia a través del cual este menor se va a transformar en adul-
to socialmente integrado con confianza en sí mismo, con capacidad de colaborar y aprender cual-
quier cosa sin perder su conciencia ética.
Pienso que lo que el colegio debe formar son adultos democráticos. Ahora, esto requerirá ciertas
habilidades especiales de los profesores. Por ejemplo, para poder hacer de las matemáticas un
espacio de convivencia en los términos anteriores, tengo que saber mucho más matemáticas que
aquellas que los niños deberían aprender en su formación escolar; lo mismo para física, o histo-
ria o ciencias naturales o biología, etc. Para educar, el profesor o profesora debe tener recursos de
reflexión y de acción con los niños en una convivencia en la que no se vean atemorizados, y esto es
posible si los educadores se respetan a sí mismos y a sus alumnos.
CV Educar es entonces participar activamente en la especificación del tipo de seres humanos que
los alumnos llegarán a ser. Me parece muy importante poner de relieve este punto: los colegios
son, en conjunto con la familia y el barrio, verdaderas “fábricas” de seres humanos. Es en estos con-
textos que los seres humanos se hacen humanos. No nacemos humanos, sino que nos hacemos
CV La tercera pregunta que nos formulan invita a ahondar en este tema: ¿En qué nivel o niveles de
la educación invertirían más ustedes?
Mi posición al respecto, que viene tanto de mi experiencia como padre como de mi reflexión en
cuanto educador, es que el punto neurálgico de la educación es la fase inicial, digamos la fase nor-
malmente denominada preescolar, que hace tiempo ya y para un creciente porcentaje de la pobla-
ción también es “escolar”, por cuanto incluye asistencia a espacios especialmente diseñados para
cuidar, socializar y educar niños de entre 0 y 5 años: “sala-cuna” a “jardín infantil”.
Definitivamente yo invertiría mucho más en esta fase. Ello se desprende naturalmente de nuestros
argumentos anteriores. Siguiendo con la incómoda pero didáctica metáfora de la “producción de
seres humanos”, es en esta fase donde se prepara la “materia prima” para todo el resto del proceso
educativo. Si esta fase es inadecuada, el resto será poco eficaz y eficiente o del todo improductiva.
A mi juicio, lo medular en la preparación del niño pequeño —para lidiar luego con el resto del pro-
ceso formativo— es el desarrollo de la autoestima, que propongo es hoy en día el mejor predictor
del buen vivir y buen convivir de los seres humanos.
Estimo que esto fue siempre así, desde el punto del vista del bienestar. Pero creo que en un mundo
cambiante y apremiante como el actual ello es aún más necesario. Sólo desde una elevada autoes-
tima es posible lograr la autonomía y la capacidad de innovar que los nuevos tiempos requieren.
CV Qué te parece que, desde ahí, nos hagamos cargo de la pregunta sobre el aula ideal de ense-
ñanza básica. ¿Qué características, sugeriríamos nosotros, sería conveniente que tuviera? ¿Qué
pensamos sobre la posibilidad de garantizar un conjunto de contextos, más allá del aula, que favo-
rezcan la configuración de este ser humano que por lo menos nosotros dos soñamos y que yo creo
que muchos sueñan? Un ser humano respetuoso de sí, de los otros y del entorno.
Quisiera traer a colación, para que las comentemos, algunas reflexiones reveladoras y preocupan-
tes de John Gatto, profesor de una modesta escuela en Manhattan que ganó el Premio al Mejor
Profesor del Año de Nueva York allá por 1995. Dice Gatto, entre otras muchas cosas interesantes:
“La escolaridad es cada vez más irrelevante para los grandes proyectos del planeta”.
“Es contrario a la vida sentarnos con gente de la misma edad y clase social. Nos priva de la diversi-
dad”.
“Es contrario a la vida pasar de una celda a la otra al sonido de una campana, todos los días de
nuestra juventud, sin ninguna privacía”.
Cabe señalar que estas impactante afirmaciones, que igualan la escuela a una cárcel y la educación
HM Pienso que cualquier contexto educacional puede ser una cárcel. Puede ser la cárcel en la fami-
lia, puede ser la cárcel en el aula y puede ser la cárcel en la universidad, si se vive en la exigencia, la
desconfianza y el control. Sólo si en la familia, el aula, o cualquier contexto educacional se vive en
el mutuo respeto, esos lugares no son una cárcel. En cualquier caso, el que la familia o el aula sean
o no una cárcel depende de la actitud de los adultos con los cuales los niños viven, no de ellos. Los
niños requieren la compañía de adultos para llegar a ser adultos; por ello buscan adultos que los
acojan, que les muestren las dimensiones de un mundo deseable, adultos que les abran un espacio
acogedor en donde ellos no desaparezcan en la relación, sino que surjan en la autonomía.
El hogar, si no hay conflictos o pobreza extrema, ofrece todas las dimensiones operacionales que
el niño o niña necesita para integrarse a una comunidad humana democrática. El colegio, la escue-
la, el instituto o la universidad son lugares que debieran ofrecer esas mismas condiciones. Si así
fuese, los niños y niñas aprenderían los quehaceres fundamentales de su vida adulta en ese espa-
cio relacional también, en el respeto por sí mismos que les permitirá ser ciudadanos democráticos,
responsables y felices. Pero no basta aprender quehaceres para vivir en el mutuo respeto. El mutuo
respeto se aprende viviendo en el mutuo respeto, y esto se aprende viviendo así en todas partes,
pero primariamente en la infancia, en la casa, en la escuela y en la calle.
El colegio ofrece dimensiones relacionales que el hogar no tiene, pues actualmente es más mundo
que el hogar. Las dimensiones del mundo del hogar o de la casa están dadas desde luego por los
padres, pero también por los vecinos si están cercanos o son accesibles, y ahora por la televisión
o por la radio. Aun así, el colegio es más mundo. Hay más niños, adultos y espacios —laboratorios
y bibliotecas incluidos— y hay otros aspectos fundamentales de la vida ciudadana que sólo son
accesibles desde allí. Pero el que el colegio sea o no una cárcel para los niños dependerá de los
adultos que lo constituyan. La solución no está en reemplazar a los adultos por máquinas.
En estos momentos uno puede pensar que Internet puede reemplazar la biblioteca, los museos.
No sé si lo hace, pero la relación con adultos que los niños respetan no es reemplazable en la for-
mación humana, porque el contacto corporal humano multidimensional que constituye el convivir
humano no es reemplazable.
HM Ciertamente. Pero no propongo un ser humano nuevo, sino que quiero recuperar el que de
hecho somos en cuerpo y espíritu, para quienes el amor es el fundamento de la autonomía y la
convivencia social.
CV Para ello hay que renunciar, sin embargo, a la pretensión de que yo veo con mis ojos y escucho
con mis oídos.
HM Y hay que abandonar la creencia de que veo lo que está ahí con independencia de mí. Hay que
renunciar a eso.
Pero renunciar a eso, sin entender desde donde se lo hace, genera temor. Por eso, creo que ese
giro epistemológico es fundamental, pero hay que hacerlo con una mirada sobre los fundamentos
desde los cuales se hace. Es para hacerlo, o para recuperar esa mirada que necesitamos el Centro
de Formación Humana para profesores del que hemos hablado, de modo que ellos puedan hacer
o conservar ese giro epistemológico con plena comprensión de por qué es así y puedan conducir-
se con sus alumnos de modo que la nueva mirada aparezca en ellos de un modo natural, porque
entienden sus fundamentos. Si eso pasa, la formación de estos niños y niñas como adultos con las
características que implica ese giro va a ser la forma normal y natural de ser en la colaboración y el
mutuo respeto que es la necesaria para una convivencia democrática.
El gran enemigo de la convivencia democrática está en que algunos de nosotros piense que ve
más que el otro acerca de cómo son las cosas en sí y no esté dispuesto a la reflexión. Por eso es
que a veces digo que el enemigo de la reflexión es el saber. Si yo sé, no miro, porque ya sé. La con-
vivencia democrática exige que yo esté siempre dispuesto a mirar, a reflexionar y, por lo tanto, a
no apropiarme del saber. Al mismo tiempo, como en la democracia se está dispuesto en el mutuo
respeto, se está abierto a mirar los fundamentos desde donde se afirma lo que se afirma. El saber
en la democracia no es ver las cosas en sí, sino que conocer los fundamentos desde donde uno
afirma que algo es y estar dispuesto a mostrarlo. O sea, la reflexión. Y lo central de ella es soltar las
certidumbres para mirar y hacerse cargo de que uno ve lo que ve desde su hacer, sin pretender
que lo que uno ve es independiente de lo que uno hace; o, lo que es lo mismo, la democracia es
estar abierto a la reflexión que abre un espacio para ver los fundamentos desde donde uno afirma
lo que afirma.
La emoción que funda la democracia es el amor.
CV Te propongo que ahora miremos hacia la pregunta sobre las tecnologías y los artefactos que
pueden ayudar o afectar el proceso educacional, aceptando, como lo hemos ido haciendo acá, que
la educación es, en su sentido integral, un proceso de transformación en congruencia con ese con-
texto. Y una pregunta que a mucha gente hoy en día le importa y a no pocos asusta y agobia, es la
pregunta por el rol de la televisión, de Internet y de los computadores en la educación.
Si uno es estricto al aceptar la tesis que tú y otros proponen, en el sentido que la estructura del ser
humano se configura en la interacción con el medio y que, en particular, la configuración del siste-
ma nervioso es congruente a éste, una pregunta muy relevante es: ¿Cómo se configura el sistema
nervioso de niños que como, por ejemplo, ocurre en algunos sectores de Estados Unidos y proba-
blemente también en Chile, ven televisión seis o siete horas promedio al día?
Giovanni Sartori, profesor de las Universidades de Florencia y Columbia, en su libro “Homo Videns:
La sociedad teledirigida”, nos propone que los niños que ven mucha televisión están siendo con-
figurados no como “homo sapiens”, sino como “homo videns”, con un sistema cognoscitivo empo-
brecido, incapaz de manejar abstracciones y conceptos. Mi experiencia como profesor universitario
me hace mirar con interés —y con temor también— estas proposiciones. Un 30% de mis alum-
nos tiene dificultades que no las eran ni para mí ni mis compañeros hace 30 años, cuando éramos
alumnos. Para leer, por ejemplo. No es que no sepan hacerlo en el sentido técnico de la palabra. Lo
aprendieron en su momento. Y no es tampoco que no tengan ganas e interés, sino que tienen pro-
blemas de relacionamiento con los textos escritos. Algunos profesores de la Escuela de Ingeniería
señalan que la retención de memoria es débil y que las asociaciones laterales se les dificultan. Hay
algunos hechos observables que a mí me llevan a pensar que en este argumento de Sartori hay
algo de suma relevancia para la educación.
HM Si aceptamos como válida la afirmación de que uno se transforma de una manera u otra según
el espacio relacional en el cual vive, quiere decir que uno aprende a hacer las distinciones y corre-
laciones propias de ese espacio relacional. En este proceso es el cuerpo lo que se transforma y en
tanto las destrezas que uno adquiere, físicas o psíquicas, las adquiere en su corporalidad, se trans-
forma el vivir en todas sus dimensiones, incluyendo lo espiritual. Si uno salta y corre, adquiere des-
trezas para el correr y el saltar; si uno toca el piano, adquiere destreza para tocar el piano; si uno
interacciona con el computador, adquiere esa destreza, y hay gente que maneja el computador
como quien toca piano. Pero eso modifica las distinciones que uno hace en otras dimensiones. El
sistema nervioso funciona distinguiendo configuraciones. ¿Y qué configuraciones distingue uno?
Las que se viven en el espacio relacional en que uno convive como ser humano. Más aún, son confi-
guraciones que tienen que ver con tres aspectos fundamentales del convivir: el emocionar, el razo-
nar y el hacer.
Actualmente vivimos un mundo que enfatiza el uso de la tecnología en la educación. Las conse-
cuencias de este énfasis no son triviales. Hay muchas habilidades sensomotoras que se pueden
aprender en espacios virtuales. Esto es posible, porque lo que uno aprende son precisamente
Globalización y destrezas
CV Otra pregunta que nos formulan los editores dice relación con el impacto de la globalización
y las exigencias del mundo de la producción sobre la educación. A estas alturas de nuestra con-
versación, algunos lectores estarán probablemente pensando que con nuestras directrices educa-
cionales formaremos ciudadanos democráticos, respetuosos de otros, autónomos y libres, pero no
necesariamente “competitivos”. Es decir, incapaces de insertarse bien en el mundo de la empresa,
los negocios, las organizaciones, la política y otros ámbitos fundamentales de la vida contemporá-
nea.
Yo creo, cada vez con más sustento empírico y teórico y cada día con mayor convicción y entusias-
mo, que ello no es así. Muy por el contrario, creo que ambas dimensiones de la formación humana,
la productiva y la social, se requieren y potencian mutuamente. Mi argumento sigue el siguiente
cauce. Pienso que la globalización y el aceleramiento e impredictibilidad del cambio sobre la faz
de la tierra están haciendo de la capacidad de adaptarse rápido, de innovar, una de las condicio-
nes centrales de sobrevivencia y desarrollo de las organizaciones y de las personas. Pienso también
HM Creo que pensar en lo que queremos conservar es absolutamente fundamental, porque tiene
que ver con las emociones que guían nuestro quehacer. Y el que esto sea así tiene que ver con lo
que yo llamo leyes sistémicas. La primera de ellas, e insisto en decirlo, aunque en el momento que
esté dicha aparecerá obvia, es: cada vez que en un conjunto de elementos comienzan a conservar-
se ciertas relaciones, se abre espacio para que todo lo demás cambie en torno a las relaciones que
se conservan. Lo que se conserva determina lo que pasa. Si creo una empresa para hacer tal cosa,
es el hacer tal cosa como lo que define a mi empresa, lo que conservaré mientras todo lo demás
puede cambiar.
La otra ley sistémica, que es un poco más acotada, porque tiene que ver con el espacio de los seres
vivos, en general, y el de los seres humanos, en particular, dice así: el curso que sigue la historia
humana y de los seres vivos, en general, es generado continuamente por las emociones, en parti-
cular por los deseos, no por los recursos u oportunidades, ya que algo es un recurso o una oportu-
nidad sólo si se lo desea.
Es desde la conciencia y el entendimiento que el conocer estas dos leyes sistémicas trae consigo
que podemos ver lo que el concepto actual de globalización implica, y actuar aceptándolo o recha-
zándolo, según sea lo que queremos vivir como seres humanos, en general, y chilenos, en particu-
lar. Yo quiero sacar al competir del centro emocional de la convivencia y poner en vez el amar, esto
es, el respeto por sí mismo y por el otro en el deseo de colaborar para la generación cotidiana de la
convivencia democrática.