Rosario Misionero Domund
Rosario Misionero Domund
Rosario Misionero Domund
Estrategias a usar:
1. Realizar previamente la ambientación del lugar o espacio en el que se
realizará el Rosario con algunos signos misioneros (sandalias, Biblia,
camándula…), pancarta de Bautizados y Enviados, y una imagen de la Virgen
María.
2. Realizar el rezo Rosario misionero en lugares públicos (plazas, centro
comercial), en sectores de la Parroquia o en el Templo, para que juntos
celebremos y renovemos nuestro compromiso misionero de anunciar a Jesucristo
a todos los pueblos.
3. Se puede realizar un Rosario humano con los asistentes o representar
cada Misterio con las nuevas expresiones (pantomima, danza, teatro...)
oración Inicial:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en
socorrerme.
Gloria
Credo,
Padre Nuestro,
3 Ave María (por la fe, la esperanza, la caridad).
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Primer Misterio Luminoso. El Bautismo de Jesús en
el Jordán.
Entonces Jesús vino desde Galilea al Jordán y se presentó a
Juan para que lo bautizara. Pero Juan trataba de impedírselo,
diciendo: "Soy yo quien necesito que tú me bautices, ¿y tú vienes a
mí?" Jesús le respondió: "¡Olvida eso ahora, pues conviene que
cumplamos lo que Dios ha dispuesto!" Entonces Juan accedió.
Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua y, en ese momento se
abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de
paloma y descendía sobre él. Y una voz que venía del cielo decía:
"Éste es mi hijo amado, en quien me complazco". (Mt. 3, 13-17)
oramos por África:
Los esfuerzos y la sangre de muchos misioneros, que han sembrado la
semilla del Evangelio ciertamente han traído muchos frutos que hoy florecen en
prometedoras comunidades cristianas africanas. Oremos por P. Jesús Godoy,
Génesis Machado, Alonso Velásquez y Yuranni Guzmán que se encuentran la
Parroquia Santa María de Manje (Tete, Mozambique), para que vivan su
compromiso misionero, con firmeza, constancia y caridad perfecta para con Dios,
con la Iglesia y el prójimo.
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Segundo Misterio Luminoso: La auto-revelación de
Jesús en las Bodas de Caná.
Tres días después, hubo una boda en Caná de Galilea. La
madre de Jesús estaba invitada. También lo estaban Jesús y sus
discípulos. Se les acabó el vino, y entonces la madre de Jesús le
dijo: "No les queda vino". Jesús respondió: "Mujer, no intervengas
en mi vida; mi hora no ha llegado". La madre de Jesús dijo
entonces a los que estaban sirviendo: "Hagan lo que él les diga".
Había allí seis cántaros de piedra, de los que utilizaban los judíos
para sus ritos de purificación, de unos ochenta o cien litros cada
uno. Jesús dijo a los que servían: "Llenen los cántaros de agua". Y
los llenaron hasta arriba. Una vez llenos, Jesús les dijo: "Saquen
ahora un poco y llévenselo al encargado de la de la fiesta”. Ellos
cumplieron sus órdenes. Cuando el encargado probó el vino
nuevo sin saber de dónde venía (sólo lo sabían los sirvientes que
habían sacado el agua), llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo
sirve primero el vino de mejor calidad; y cuando los invitados ya
han bebido bastante, saca el más corriente. Tú, en cambio, has
reservado el de mejor calidad hasta ahora". Esto sucedió en Caná
de Galilea. Fue el primer signo realizado por Jesús. Así se manifestó
su gloria y sus discípulos creyeron en él. (Jn. 2,1-11)
oramos por América:
continente de enormes contrastes y grandes esperanzas. En estas tierras,
miles de misioneros han entregado su vida en el anuncio del Evangelio; sin
embargo, existen lugares necesitados de una primera evangelización y adhesión
al Evangelio. Te presentamos a quienes se encuentran anunciando el mensaje de
la buena nueva en nuestras tierras amazonenses.
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Tercer Misterio Luminoso: El Anuncio del Reino de Dios
invitando a la conversión.
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Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración de
Jesús
Unos ocho días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y
a Santiago y los subió a la montaña para orar. Mientras oraba,
cambió el aspecto de su rostro y su vestidura se volvió de un
blanco resplandeciente. En esto aparecieron conversando con él
dos hombres. Eran Moisés y Elías, que, resplandecientes de gloria,
hablaban del éxodo que Jesús iba a cumplir en Jerusalén. Pedro y
sus compañeros, aunque estaban cargados de sueño, se
mantuvieron despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos que
estaban con él. Cuando éstos se retiraban, Pedro dijo a Jesús:
"Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres tiendas: una para
ti, otra para Moisés y otra para Elías". Pedro no sabía lo que decía.
Mientras él estaba hablando, vino una nube y los cubrió; y se
asustaron al entrar en la nube. De la nueve salió una voz que
decía: "Éste es mi Hijo elegido; escúchenlo". (Lc. 9,28-35)
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Quinto Misterio Luminoso: La Institución de la
Eucaristía.
Durante la cena Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo dio a sus discípulos y dijo: "Tomen, esto es mi
cuerpo". Tomó luego un cáliz, pronunció la acción de gracias, lo
dio a sus discípulos y bebieron todos de él. Y les dijo: "Ésta es mi
sangre, la sangre de la alianza derramada por todos". (Mc.
14,22-24)
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Salve
Ofrecemos esta Salve por los sacerdotes y seminaristas de Venezuela, para
que fortalecidos con la Gracia del Espíritu Santo continúen viviendo su servicio y
compromiso misionero al estilo de Jesús, misionero del Padre.
LETANÍAS Misioneras
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo escúchanos.
Dios, Padre, que quieres que todos los hombres se salven Ten piedad de nosotros.
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Beatas María, Candelaria y Carmen. Rueguen por América.
Venerable Jose Gregorio Hernández. Ruega por América.
Beatos y Santos del Nuevo Mundo. Rueguen por América.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria por las intenciones del Papa.
oración final:
Dios, cuyo unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó
el premio de la vida eterna: concédenos, a los que celebramos estos misterios
del Santo Rosario, seguir lo que contienen y alcanzar lo que prometen. Por el
mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén
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