Para Que Su Iglesia Florezca Parte 2 PDF
Para Que Su Iglesia Florezca Parte 2 PDF
Para Que Su Iglesia Florezca Parte 2 PDF
1 (2003): 47-64
Resumen
El crecimiento de iglesia es complejo. Las iglesias que ms crecen tienen caractersticas diversas,
algunas coincidentes y otras no. El primer artculo mostr primeramente estudios de diferente
ndole que revelan las caractersticas ms comunes entre las iglesias crecientes y trat el primer
factor: un liderazgo visionario, de servicio y capacitador. Este segundo artculo tratar los dos factores si-
guientes: ministerios segn dones que atienden las necesidades y una espiritualidad contagiosa. En prximos
artculos se vern: las prioridades arregladas en el orden bblico; estructuras funcionales; un culto
inspirador; clulas integradoras; relaciones afectivas cariosas; una metodologa efectiva en hacer
discpulos; la valorizacin de todos los grupos humanos; y una pasin por fundar nuevas iglesias
o ministerios.
Abstract
Church growth is complex. The fastest growing churches exhibit diverse factors, some identical
and some not. The first article focused upon different studies demonstrating the more common
factors of growing churches, and developed the first one in more depth: a visionary, service-oriented
and empowering leadership. This second article will focus upon two major factors: ministries based upon
spiritual gifts that meet needs and a contagious spirituality. The following articles in this series will study
the other factors, including: priorities arranged in biblical order; functional structures; inspiration-
al worship; integrating cells; affectionate relationship; evangelistic methods that have been proven
to make disciples; appreciation of all ethnic groups; and the passion for church planting and new
ministries.
1. INTRODUCCIN
Cuando yo estaba en esa iglesia todo marchaba muy bien, cuando me fui, se vino
todo abajo. Esto habla bien o mal de ese lder? Quien se expresa as piensa que esto
habla bien de l. Pero en realidad, un buen lder es aquel que deja tras s una estela de
lderes que lo imitan y le dan continuidad a su obra. El mximo lder, Jesucristo, dej
en sus apstoles el legado que dio origen al cristianismo que hoy es seguido por la ter-
cera parte de la humanidad.1
Preguntamos, usted es un lder gomero o un lder pino? Cuando el gomero
crece bien, sus hojas logran hacer una copa impenetrable, que produce una sombra tan
cerrada que debajo de ella nada crece. Me hace pensar en el lder cuando yo estaba
1 David Barrett y Todd M. Johnson, Annual Statistical Table on Global Mission: 2003, International
Bulletin of Missionary Research 27.1 (2003): 24-25.
48 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
todo marchaba bien. Pero, marchaba todo bien? O no alcanzaba a ver a los debilu-
chos educados, los meros reflectores que estaba produciendo; no alcanzaba a
comprender que deba formar pensadores, amos de las circunstancias, lderes con
amplitud de mente, claridad de pensamiento y valor para defender sus conviccio-
nes.2
En contraste, los pinos cuando crecen en zonas apropiadas esparcen las pias
llenas de semillas que darn origen a numerosos descendientes. Las hojas finas del
pino permiten la entrada del sol. De esta forma no se ahoga el crecimiento de sus hi-
jos. Es un espectculo ver esos enormes pinos y sus vstagos creciendo alrededor. Son
pinos pequeos, pero pinos cumpliendo su misin. Cuando el padre muera muchos
de sus retoos lo estarn remplazando. Esto ejemplifica el liderazgo que produce cre-
cimiento.
En las iglesias crecientes de los cinco continentes el 68% de sus miembros dijeron:
Las tareas que realizo en la iglesia estn de acuerdo con mis dones, en las iglesias
decrecientes slo el 9% dijo lo mismo. El trabajar de acuerdo con los dones levanta la
autoestima de los miembros de iglesia y los hace vivir felices. Esto atrae a ms gente al
lugar. Hay muy pocos factores relacionados tan estrechamente con el sentimiento de
gozo en la vida de un creyente, como el hecho de saber si est viviendo de acuerdo
con sus dones espirituales, o no lo est.7 Esto libera el poder de Dios y el crecimiento
natural en las iglesias. Pero, muchos hermanos estn desmotivados porque no son
valorizados en el rea de sus partes fuertes y estn siendo cuestionados por no ser
fuertes en aquello para lo cual Dios no los prepar. Esto constituye una soberbia y un
desprecio de los dones dados por Dios a la iglesia. De esta forma se interfiere en el
crecimiento natural de la iglesia.
En las iglesias crecientes los colaboradores voluntarios reciben ms preparacin
que en las decrecientes. El 63% en las iglesias crecientes dijo: En nuestra iglesia, los
colaboradores voluntarios reciben preparacin para sus tareas. Slo el 12% dijo lo
mismo en las iglesias decrecientes.8 Por este motivo los pastores deben estar concien-
tizados sobre el valor de los dones y capacitados para potenciarlos. El 78% de los pas-
tores adventistas de Argentina, Paraguay y Uruguay consideraron que la Facultad de
Teologa debe capacitar a los futuros pastores en el tema de los dones y ministerios.9
En el siglo I dC, los lderes de la iglesia apostlica usaban la instruccin de los creyen-
tes como clave de la evangelizacin (Hch 15:35-36). Elena G. de White comenta que,
[] cuando los apstoles se iban a otra ciudad, la fe de esos conversos no disminua,
sino que aumentaba. Haban sido fielmente instruidos en el camino del Seor, y ense-
ados a trabajar abnegada, fervorosa y perseverantemente por la salvacin de sus pr-
jimos. Esta solcita educacin de los nefitos era un importante factor del notable xito que obtuvieron
Pablo y Bernab al predicar en tierras paganas.10
Lo que hizo la iglesia del libro de los Hechos es un modelo para el crecimiento de
todos los tiempos. Peter Wagner dice que Los hechos de los apstoles son un manual del
crecimiento natural de las iglesias. Lo que les sirvi a nuestros hermanos del primer
siglo puede proveer un poderoso impulso al cristianismo hoy.11 Por otro lado, Chaney,
fundador de iglesias y experto en crecimiento de iglesia, deca que bblicamente e his-
tricamente ha sido el laicado movilizado y motivado a un ministerio espiritual lo que
ha producido la expansin espontnea de la iglesia.12 Adems, Oosterwal descubri que
uno de los factores bsicos del desarrollo de la Iglesia Adventista del Sptimo Da en
el mundo haba sido la movilizacin de las fuerzas laicas.13 Hace ms de cien aos
Elena de White ya deca,
Slo el mtodo de Cristo ser el que dar xito para llegar a la gente. El Salvador trataba
con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpata, atenda a
sus necesidades y les ganaba su confianza. Entonces les deca: Seguidme. 14
Jess anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo
(Hch 10:38). El mismo texto explica la clave para haber podido hacer lo que hizo: Es-
taba ungido por el Espritu Santo, lleno de poder y Dios estaba con l. Este principio
puesto en prctica por Jess y recomendado por Elena de White es el que Robert
Schuller ha llevado adelante durante ms de 40 aos en la Catedral de Cristal, del con-
dado de Orange, California. Esta iglesia con ms de 10.000 miembros, 20 pastores y
350 empleados es un ejemplo mundial de una evangelizacin centrada en la atencin
de las necesidades de la gente.15 Schuller impulsa ms de 150 ministerios y explica la
clave de su extraordinario xito en una frase simple: El secreto del crecimiento de
iglesia est en encontrar una necesidad y suplirla.16
Las iglesias crecientes usan el mximo potencial evangelizador de la iglesia dado
por el Espritu Santo. El mximo potencial evangelizador de una iglesia est en com-
binar el 10-15% de los hermanos que tienen el don de evangelista con el 10-15% de
los hermanos recin bautizados para crear una fuerza de choque evangelizadora; y
por otro lado se genera al activar al mximo el resto de los miembros, el 70-80%, para
desarrollar con sus dones una diversidad de ministerios que atiendan las necesidades
de la iglesia y de la comunidad.17
Esta estrategia permite transformar los resultados de la evangelizacin en creci-
miento de iglesia. Esta forma de hacer misin ha sido probada por Schwarz como un
miento natural o expansin natural de la iglesia, lo cual a la vez es un crecimiento sobrenatural. Para
un estudio en el contexto latinoamericano del crecimiento natural de las iglesias vase Mike Berg y
Paul Pretiz, Spontaneous Combustion: Grass-Roots Christianity, Latin American Style (Pasadena, Calif.: Wil-
liam Carey Library, 1996), 29-138.
13 Gottfried Oosterwal, La Iglesia Adventista del Sptimo Da en el mundo contemporneo (Libertador San Mar-
tn: Seminario Adventista Latinoamericano de Teologa, 1981), 7.
14 Elena G. de White, Ministerio de curacin (Mountain View: Pacific Press, 1959), 102.
15 Robert Schuller de la Catedral de Cristal es mencionado muy a menudo como uno de los mximos
exponentes del tercer signo vital o de los ministerios diversos que atienden una diversidad de necesi-
dades usando todo el potencial de los dones de la iglesia. C Peter Wagner, Your Church Can Grow
(Ventura, Calif.: Regal, 1984), 99-102; idem, Su iglesia puede crecer (Barcelona: CLIE, 1980), 108-11.
16 Roger L. Dudley y Des Cummings, Adventures in Church Growth (Washington, D.C.: Review & Herald,
1983), 80.
17 Wagner ha estimado que un 10-15% tendra el don de evangelizacin. Normalmente una iglesia ad-
ventista creciente ingresa por bautismo cada ao en torno a un 10-15% de miembros nuevos. C. Pe-
ter Wagner, Spiritual Gifts and Church Growth. Strategies of Church Growth (MC 521, slabo de
clase; Seminario Teolgico Fuller, Escuela de Misin Mundial, 1992), 11-12.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 51
hay en las iglesias cristianas una conciencia de las desesperadas y dramticas necesida-
des de la ciudad. Falta una organizacin que realmente estudie esta visin de conjun-
to de todos estos grupos urbanos que forman el foco de pobreza y marginacin.26
Segn Schaller en su libro 21 Bridges to the 21st Century, las iglesias crecientes sern
aquellas que involucrarn a una mayor cantidad de sus miembros en una diversidad de
ministerios atendiendo la multifactica diversidad de necesidades de las comunida-
des.27 En el siglo XXI el trmino clave para la misin est siendo la misin holstica o
integral.28 Es la Missio Dei (Misin de Dios) de Georg Vicedom, es decir, la actividad
completa del Dios Triuno liderando con la complejidad del mundo.29 En el lenguaje
del Movimiento de Lausana, esto es todo el pueblo de Dios, trayendo todo el evange-
lio a todo el mundo.30
Pero en general hay una indiferencia por parte del cristiano urbano hacia los mar-
ginados. El problema entonces no es tanto la indiferencia del hombre de la ciudad
hacia Dios o hacia la religin, sino la indiferencia del cristiano evanglico hacia algu-
nos sectores de sus semejantes.31 Justo Gonzalez dice que muchas iglesias olvidan
que Cristo muri tambin por los irresponsables, los borrachos, los jugadores, los
inmorales, los amorales, los incrdulos [...] y nos pregunta: Estaremos dispuestos
nosotros a emprender misiones arriesgadas e inauditas?32 Si como cristianos no ha-
cemos esto, estaremos dando un mal testimonio, haciendo irrelevante el evangelio y
desanimando a los marginados en su condicin desesperada y su baja autoestima.
Ellos sabrn que poco podrn conseguir para aliviar su situacin. Las iglesias que quie-
ran hacer algo significativo por el desafiante mundo urbano y especialmente por los
marginados necesitarn motivar a sus feligreses y luego ofrecerles un entrenamiento
especial.33 El campo misionero de las ciudades llama y espera que cada cristiano ur-
bano ame y estudie su entorno, y entonces use sus dones en una diversidad de minis-
terios adecuados y efectivos.34 Es decir, est faltando la evangelizacin de presencia. El
tipo E-1, el bsico y elemental primer paso de la evangelizacin: el testimonio cris-
26 Juan Simarro Fernndez, Diacona: Las obras de la fe (Barcelona: CLIE, 1999), 282, 288.
27 Lyle E. Schaller, 21 Bridges to the 21st Century: The Future of Pastoral Ministry (Nashville, Tenn.: Abing-
don, 1994), 150.
28 Charles Ringma, Holistic Ministry and Mission: A Call for Reconceptualization, Crux 38 (2002): 28-9.
29 Georg F. Vicedom, The Mission of God: An Introduction to a Theology of Mission (Saint Louis, Miss.: Con-
cordia, 1965), 23. Vase Ringma, Holistic Ministry and Mission, 27.
30 John Stott, ed., Making Christ Known: Historic Mission Documents from the Lausanne Movement, 1974-1989
(Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1997). Tambin Ringma, Holistic Ministry and Mission, 27-28.
31 Guillermo Kratzig, Urbangelizacin (Buenos Aires: Junta Bautista de Publicaciones, 1975), 25.
32 Justo L. Gonzlez, Hechos (Miami, Fla.: Editorial Caribe, 1992), 177.
33 Lavonn D. Brown, La vida de la iglesia (Buenos Aires: Junta Bautista de Publicaciones, 1989), 146-47.
34 Simarro Fernndez, Desde el corazn de la ciudad, 13.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 53
tiano.35 Este es el poder que hoy en el siglo XXI sigue teniendo la misma fuerza que
en el siglo I. La iglesia debe encontrar hoy el camino que encontraron los cristianos
del siglo I para llegar al hombre no religioso.36 Adventist Mission in the 21st Century plan-
tea la necesidad de usar todos los recursos de cada miembro de iglesia con todos sus
dones para alcanzar la diversidad y complejidad del mundo del siglo XXI.37 Es la estra-
tegia del Espritu usar en la misin todos los dones dados a su iglesia con el fin de la
misin.
Pero los lderes gomeros y aun iglesias completas de este tipo pueden ser las ori-
ginadoras de una enfermedad denominada hipercooperacin.38 Esta enfermedad se
produce por exceso de cooperacin de parte de iglesias madres y lderes y por no or-
ganizar diferentes ministerios para realizar evangelizacin que atienda las necesidades.
Un reducido grupo hace todas las tareas y el resto muere por falta de actividad. La
cooperacin es tan grande que hay poca participacin de los miembros quienes no
estn en el comando principal de la accin de su iglesia. Hay mucha actividad, pero es
hecha con demasiada ayuda exterior. El liderazgo local es dbil, y la vida y el creci-
miento real es pobre.
Otra enfermedad, la ociositis, generalmente surge en torno a la hipercoopera-
cin. Esta enfermedad afecta al miembro inactivo, y sobrecarga y a la larga destruye a
los miembros activos. Si su iglesia es una iglesia normal, el 20% de su feligresa esta-
r realizando el 80% del trabajo. Ese es el famoso Principio de Paretto, un matemti-
co italiano que vivi en el siglo XIX. l dijo que el 80% de los resultados viene del
35 C. Peter Wagner, Strategies for Church Growth (Ventura, Calif.: Regal, 1987), 118-9. La evangelizacin de
presencia es la evangelizacin en la que la meta de la misma es percibida como acercarse a las perso-
nas y ayudarlas en sus necesidades inmediatas, sin una presentacin explcita del mensaje del evange-
lio. Se trata de hacer bien a las personas sin fines proselitistas. Se estima que con esta actitud se los
puede ganar eventualmente para la fe cristiana. Se la designa como evangelizacin I-P. Tambin se la
llama evangelizacin de conducta: es la que se lleva a cabo mediante el testimonio de vida y de
conducta de los creyentes. Se trata de la presentacin de un estilo de vida tal, por parte de los cristia-
nos, que haga que los no cristianos lo identifiquen con la vida de Cristo en el creyente y con el mensa-
je del evangelio. Se espera que este testimonio de estilo de vida atraiga a los no creyentes y los dis-
ponga mejor para or el mensaje. Esta aproximacin est fundada en criterios teolgicos y sociolgi-
cos. Pablo A. Deirs, Diccionario Hispano-Americano de la Misin (Santa Fe: Comibam Internacional,
1997), 182-3.
36 George G. Hunter III, How to Reach Secular People (Nashville, Tenn.: Abingdon, 1992), 98-106; 144-71.
F. W. Patterson, Los evanglicos frente al siglo XXI (El Paso, Tex.: Editorial Mundo Hispano, 1991), 23.
37 Jon L. Dybdahl, ed., Adventist Mission in the 21st Century: The Joys and Challenges of Presenting Jesus to a
Diverse World (Hagerstown, Md.: Review & Herald, 1999), 105-16, 167-88, 213-24, 248-62. El autor
presenta, por ejemplo, el uso de todos los dones y todas las vocaciones de los 12.000.000 de adventis-
tas, la oracin, los milagros, la estructura de la iglesia, los laicos, los estudiantes, las mujeres, los jve-
nes, los 1000 misioneros, Adventist Frontier Missions y otros recursos para alcanzar al multifactico
mundo del siglo XXI.
38 Fred H. Smith, La dinmica del iglecrecimiento (Miami, Fla.: Caribe, 1993), 73-4. C. Peter Wagner, Your
Church Can Be Healthy (Nashville, Tenn.: Abingdon, 1979), 64-76.
54 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
20% de los eventos (personas).39 El primer subproducto de esta situacin es una acti-
tud hostil de los que trabajan hacia los que ocupan los balcones, lo cual perjudica ms
a los inactivos y generalmente los pone fuera de la iglesia. El segundo subproducto es
un agotamiento y posterior abandono de la actividad por parte de los activos.
Los miembros inactivos tienen una necesidad primaria y es la urgente incorpora-
cin en algn ministerio que utilice sus dones, les d sentido de pertenencia y realiza-
cin, y los mantenga comprometidos con su iglesia. Si esto no sucede se transforma-
rn en miembros nominales. La segunda necesidad urgente es recibir el beneficio de
ver que su iglesia se ocupa en forma inmediata de sus necesidades. El libro Diez que
se fueron plantea que el camino hacia el abandono de la iglesia comienza por algunos
eventos que lo tensionan y que ponen al miembro en la necesidad de ayuda. La iglesia
no atiende dicha necesidad, lo que indigna al feligrs y lo hace bajar an ms su parti-
cipacin. Pero pasa que los miembros no se dan cuenta ni responden cristianamente a
estos silenciosos pedidos de ayuda. Entonces el afectado deja de asistir esperando que
se note su ausencia, pero nadie se le acerca. Esto hace que se aleje an ms tratando
de olvidar su experiencia dolorosa y dedicndose a alguna actividad que ocupe el
tiempo que antes dedicaba a la iglesia.40 De esta forma tenemos a un nuevo miembro
nominal o un apstata de la iglesia.
Lo planteado en el prrafo anterior es uno de los dramas ms grandes que enfrenta
la iglesia cristiana hoy. Poco a poco empezamos a vislumbrar este drama en toda su
magnitud. Se estima que ms del doble de los miembros en lista constituyen aquellos
que abandonaron la iglesia. En los Estados Unidos, donde la Iglesia Adventista regis-
tra unos 800.000 miembros en sus listas, se estima en uno o dos millones los ex ad-
ventistas.41 En el mundo los adventistas son unos doce millones en lista, y se podra
decir que unos quince a veinte millones ms estn fuera de las listas. En torno a
20.000 nuevos hermanos ingresan semanalmente a la iglesia: el equivalente a unas 200
iglesias de 100 miembros; pero por otro lado, unas 100 iglesias de 100 miembros des-
aparecen en ese mismo lapso.42 Lo mismo est ocurriendo en la mayora de las iglesias
cristianas, slo que es mejor detectado en aquellas que llevan registros ms estrictos de
sus feligreses.
39 Smith, La dinmica del iglecrecimiento, 69. Edward Dayton y Fred Engstrom, Strategy for Living (Ventura,
Calif.: Regal, 1976), 169.
40 Fred Cornforth y Tim Lale, Diez que se fueron (Buenos Aires: ACES, 2001), 118.
41 Ibid., 117, 123.
42 137th, 138th and 139th Annual Statistical Report, 1999, 2000 y 2001 (Silver Spring, Md.: General Confer-
ence of Seventh-day Adventists). El doctor James Zackrison en la Universidad Peruana Unin, Lima,
Per, declar que por sus observaciones mundiales, l considera que la feligresa adventista mundial
es el 60% de lo que est registrado (enero 2001). El doctor Jonas Arrais, el 11 de abril de 2002, en una
conferencia religiosa declar que diariamente se bautizan en torno a 3000 personas en la Iglesia Ad-
ventista. Un estimado conservador indica que un 50% de los que se bautiza est abandonando la igle-
sia.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 55
43 Rubn Pereyra, A Process of Self-Assessment and Goal Setting for a Latin-American Local Congre-
gation as a Possible Means to Create the Necessary Conditions for Church Renewal, Fruitful Evange-
lism, and Effective Nurture(tesis D.Min.; Seminario Teolgico, Universidad Andrews, 1980). Roger
L. Dudley, Why Our Teenagers Leave the Church: Personal Stories From a 10-Year Study (Hagerstown, Md.:
Review & Herald, 2000). Rubn Otto, Factores que inciden en forma prioritaria en el abandono de
la IASD por parte de sus miembros en Argentina, Paraguay y Uruguay (tesis D.Min.; Universidad
Adventista del Plata, 2000).
44 Cornforth y Lale, Diez que se fueron, 26, 32, 41, 46, 59, 65, 73, 98, 108, 118, 124.
45 Jan Paulsen, Sermn en el auditorio de la UAP (Libertador San Martn; abril 2000); idem, El presi-
dente habla a la iglesia, Ministerio Adventista (mayo-junio 2002): 34.
46 Warren, Una iglesia con propsito. Cmo crecer sin comprometer el mensaje y la misin (Miami, Fla.: Editorial
Vida, 1998), 136.
56 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
han desaparecido. Otros pastores adventistas en los Estados Unidos estn aplicando
con xito este modelo y lo utilizan como una manera excelente de plantar iglesias.47
Un grupo de jvenes de la Iglesia Adventista de Moreno, Buenos Aires, vislumbr
la misin y el uso de los dones en un ministerio especfico al ver la cantidad de nios y
jovencitos en la zona de La Perlita, Partido de Moreno. Entonces, pusieron en marcha
un club de scoutismo y clases bblicas. Poco tiempo despus se abrira la iglesia de La
Perlita. El crecimiento ms grande de esta iglesia fue mientras funcionaba dicho club
El club de esta iglesia ayud al establecimiento y fortalecimiento de otros similares de
la Zona Oeste del gran Buenos Aires. Entre 1982 a 1992 la iglesia de La Perlita tuvo
un 2,.4% de Promedio de Tasa de Crecimiento Anual (PTCA) en bautismos cuando
las iglesias adventistas de Buenos Aires tenan apenas un 6,4% PTCA y la Iglesia Ad-
ventista en el mbito mundial un 9,6% PTCA. Esto signific en La Perlita un creci-
miento neto del 603% de Tasa de Crecimiento Decenal (TCD). Pocas iglesias en el
mundo han tenido este crecimiento, lo que significa seis veces ms que el crecimiento
de la Iglesia Adventista mundial. Esta iglesia estaba enfatizando el uso de los dones en
varios ministerios de la iglesia con un fuerte nfasis en el club de scoutismo muy bien
adaptado a la barriada llena de jovencitos.48
Un crecimiento parecido ocurri en el distrito pastoral adventista de Morros, Mi-
sin de Maran, Brasil. Este crecimiento estuvo relacionado con la implementacin
de una variedad de ministerios, de los grupos pequeos, con nfasis en clubes de scou-
tismo. La tarea comenz con 300 jovencitos, cuatro obreros bblicos y una serie de
conferencias. Esta misin de avanzada del siglo XXI, trajo como resultado en tres
aos (2000-2002), la fundacin de 20 iglesias y el bautismo de 3.000 nuevos herma-
nos.49
Estos resultados extraordinarios estn conectados con la implementacin de los
dones del Espritu Santo. Dice San Pedro: El don que cada uno haya recibido, pn-
galo al servicio de los otros, como administradores de la multiforme gracia de Dios (1 P
4:10, Ncar Colunga). Es un privilegio ser parte de la multiforme gracia de Dios para be-
neficiar a este mundo de multifacticas necesidades y ser parte de la estrategia de la
Trinidad. Vase la grfica de la pgina siguiente.
Dones Espritu
Operaciones Padre
50 Elena G. de White, Obreros evanglicos (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1957), 498.
58 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
51 La cursiva fue agregada para destacar el tercer factor que libera el crecimiento natural de las iglesias
que estamos tratando.
52 Daniel J. Rode, Entrevista personal con Eugenio Jara Morn (Universidad Peruana Unin, Lima,
Per; 27 de enero de 2002).
53 Schwarz, Ocho caractersticas bsicas de una iglesia saludable, 26.
54 Daniel J. Rode, Didctica y administracin pastoral (apuntes de clase; Libertador San Martn: Uni-
versidad Adventista del Plata, 2000), 203-5. Vase Wagner, Your Church Can Be Healthy, 112-20.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 59
que se ore por lderes distintos y trabajar para formar esos nuevos lderes aprendiendo
de l (Mt 9:35-39; Mt 23). Catlicos, protestantes y otros grupos cristianos han tenido
diversas manifestaciones de legalismo. Stan Mooneyham llama a esta forma de religin
la mala interpretacin de las buenas nuevas, cuya mentalidad es el temor acosador
de que alguien, en algn lugar, est pasndola bien.55 C. S. Lewis ilustra cmo el lega-
lismo es enseado a los nios en las iglesias cristianas. l comenta que un nio a quien
se le pregunt cmo pensaba que era Dios, respondi que Dios era la clase de perso-
na que estaba siempre vigilando para ver si alguien la pasaba bien para entonces tratar
de detenerlo.56
En el libro Diez que se fueron, los que se fueron de la iglesia coinciden en sealar
como factores de apostasa una marcada tendencia al legalismo; la religin de los deta-
lles superfluos; la soberbia y descuido anticristiano de las necesidades espirituales rele-
vantes para la vida.57 George Knight dice que los atletas fariseos an viven hoy y
estn activos en sealar la dieta perfecta, el peso y otros detalles exteriores. El
espritu de los fariseos es falto de gozo, duro, crtico y vengativo.58 El costo alto en
prdida de miembros exige que esta enfermedad sea curada con urgencia en la iglesia y
la forma de hacerlo es permitir que el Espritu Santo ponga en marcha la espiritualidad
contagiosa que desarrolla un crecimiento natural.
El arzobispo William Temple deca que la iglesia es la nica sociedad en el mundo
que existe por causa de aquellos que no son miembros de ella. La iglesia es iglesia
cuando existe para otros. La iglesia debe compartir los problemas seculares de la vida
humana, ayudando y sirviendo. Ella debe decirle a la gente de cada contexto lo que
significa ser cristiano y existir para otros.59
Las iglesias abiertas hacia las necesidades de la comunidad son las que crecen. Con
este enfoque, el pastor luterano Walt Kallestad desarroll una iglesia de 100 miembros
en una de 10.000: La Iglesia Comunitaria del Gozo en Glendale, Arizona. Su estrategia
es tener una iglesia cristiana prctica: que sea un factor de alegra, regocijo y nimo
alentador hacia los dems; que exprese un amor hacia otros, que no juzga, que escucha
atentamente a las necesidades de la gente; que anima a otros, que construye relaciones
autnticas con la comunidad; que expresa amor. Kallestad propicia una iglesia que tra-
55 Stan Mooneyham, Dancing on the Straight and Narrow (San Francisco, Calif.: Harper & Row, 1989), 12-
13. Para un comentario sobre manifestaciones legalistas en el catolicismo vase Hans K. LaRondelle,
Perfection and Perfectionism (Berrien Springs, Mich.: Andrews University Press, 1971), 304-5. Tambin
vase George R. Knight, Gua del fariseo para una santidad perfecta (Miami, Fla.: Asociacin Publicadora
Interamericana, 1998), 161-2.
56 C. S. Lewis, Mere Christianity (New York: MacMillan, 1960), 69. Knight, Gua del fariseo para una santidad
perfecta, 162.
57 Cornforth y Lale, Diez que se fueron, 71-95.
58 Knight, Gua del fariseo para una santidad perfecta, 158-63, 251-64.
59 Walt Kallestad, A Church for Others, Fuller Focus 10.2 (2002): 4.
60 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
60 Ibid., 4-6.
61 Esto fue confirmado una vez ms por un estudio reciente hecho en Canad y los Estados Unidos en
el cual se sigui a los adolescentes durante diez aos. Vase Dudley, Why Our Teenagers Leave the
Church, 48-67, esp. 59.
62 Ibid., 50.
63 Se destaca el amor, la gracia y la misericordia como la base de una espiritualidad contagiosa y la solu-
cin para la apostasa.
64 Dudley, Why Our Teenagers Leave the Church, 59. La cursiva fue agregada para enfatizar el tema de la
gracia.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 61
do la historia de los fariseos del tiempo de Jess (Mt 23). El filsofo George Santayana
dijo: Los que olvidan la historia estn condenados a repetirla.65
3.2. Crtico-amarguitis68
La crtico-amarguitis es un grado exagerado de amargura y crtica producido por
un estado de infelicidad interior o negativismo que ve sombras y espinas por todos
lados, lo cual le impide ver las rosas de la vida. Esto hace perder la espiritualidad con-
65 Leo Van Dolson, Ams: Buscadme y viviris. Edicin para maestros (Buenos Aires: ACES, 2001), 126.
66
Oosterwal, La Iglesia Adventista del Sptimo Da en el mundo contemporneo, 9-10.
67 Daniel J. Rode, Los siete signos vitales de crecimiento de Wagner en seis iglesias adventistas hispa-
nas del Sur de California (tesis D.Miss.; Seminario Teolgico Fuller, 1994), 238.
68 Esta enfermedad fue plasmada por escrito, hacindose su descripcin, al regreso de un seminario
sobre enfermedades eclesisticas realizado en el sur argentino cuando se observ un grado exagerado
de dicha enfermedad.
62 DavarLogos: Revista bblico-teolgica
tagiosa. Los sntomas de esta enfermedad son los siguientes: a los hermanos nada les
cae bien y tienen una actitud de crtica ante cualquier plan y persona contraria a sus
ideas. Generalmente las personas con esta enfermedad critican desde el pastor y los
dirigentes de la iglesia local, hasta los dirigentes de ms alto rango. Las causas que
producen esta enfermedad son diversas, pero generalmente se trata de resentimientos
profundos y aejos causados por experiencias negativas no digeridas cristianamente.69
Los mejores remedios para la crtico-amarguitis son los preventivos. Uno de los
mejores es recordar a menudo la advertencia de San Pablo: Mirad bien, no sea que
alguno deje de alcanzar la gracia de Dios;70 que brotando alguna raz de amargura, os es-
torbe, y por ella muchos sean contaminados (Heb 12:15). Usted tiene dos opciones:
ser un cristiano amargado y legalista o disfrutar de la gracia de Dios. En otras pala-
bras, los cristianos deben mantener vivas las cinco caractersticas de los lderes que
finalizan bien: mantener fresca la visin de su misin; gozar de una ntima comunin
con Cristo; ser disciplinados; mantener una actitud de aprender; y tener una red de
buenas relaciones.71 Slo la conversin y la gracia de Dios pueden curar de crtico-
amarguitis.
De la autntica tristeza, o arrepentimiento, surge el gozo del Seor. Esto consti-
tuye un aspecto esencial de la espiritualidad contagiosa y lo que genera el crecimiento
natural de la iglesia. Pero no es la alegra pasajera que desaparece con el primer pro-
blema. El gozo de Jehov es vuestra fuerza (Neh 8:10), porque tiene su origen en el
denuedo o valenta fruto del Espritu Santo y que es capaz de sobreponerse en medio
de la adversidad. Es la experiencia de Pablo y Bernab vivida en Antioqua de Pisidia
(Hch 13:13-52). Predicar con denuedo es hacerlo bajo oposicin (Hch 13:45-46); es
estar dispuesto a afrontar la persecucin y la expulsin de su propia gente (Hch 13:50)
y seguir adelante llenos de gozo y del Espritu Santo (Hch 13:52).
Espiritualidad contagiosa es predicar con alegra bajo unos rboles, junto a un ro y
participar del gozo de los ngeles por la conversin de una sola persona llamada Lidia
(Hch 16:11-15). Es gozarse por la conversin de la curandera del pueblo aunque toda
su poblacin se ponga en contra. Es seguir adelante a pesar de los muchos azotes y de
la crcel (Hch 16:16-23). Es orar y cantar himnos a Dios en el calabozo de ms aden-
tro; es darse cuenta que ese testimonio puede ser usado para la conversin de un sui-
cida con toda su familia y para establecer la iglesia en Filipos (Hch 16:24-40). Es estar
69 Daniel J. Rode, Didctica y administracin pastoral, 201-2. La enfermedad fue descubierta por el
autor sobre la base de la observacin en distintas iglesias especialmente de Argentina, Uruguay, Para-
guay y Estados Unidos a lo largo de ms de 30 aos de ministerio. La descripcin fue realizada si-
guiendo el modelo de autores como Fred Smith y C. Peter Wagner que originaron estos estudios so-
bre enfermedades eclesisticas. Vase Wagner, Your Church Can Be Healthy, 29-120; Smith, La dinmica
del iglecrecimiento, 53-77.
70 Note el nfasis en el tema de la gracia.
71 J. Robert Clinton y Richard Clinton, The Mentor Handbook (Altadena, Calif.: Barnabas, 1991), seccin
17, pginas 1-3.
Rode: Para que su iglesia florezca. Parte II 63
evangelio de Jess como el Cristo.76 El propsito del denuedo era aumentar la aten-
cin y el respeto por los cristianos y adems era una forma de autenticar su mensaje.
De esta forma se promova el objetivo que se observa en el libro de los Hechos de
hacer avanzar el evangelio. Este testimonio era valeroso, audaz, confiado de la vera-
cidad de su mensaje, y sin estorbo ante la amenaza de castigo y muerte.77 Aun el en-
tusiasmo humano ayuda para el xito de sus poseedores. Muchos grupos humanos
con doctrinas erradas crecen bsicamente por el entusiasmo contagioso de sus partici-
pantes. Lo interesante es que el entusiasmo con que se vive la fe, [...] casi siempre va
paralelo con un entusiasmo por la propia iglesia78 y esto produce crecimiento. En las
iglesias crecientes encuestadas por Schwarz, el 76% dijo: estoy entusiasmado con mi
iglesia, pero slo el 33% dijo lo mismo en las iglesias decrecientes.79
4. CONCLUSIN
La suma de todas las caractersticas es lo que permite un crecimiento sostenido.
Pero tambin es cierto que cada iglesia tiene su propia personalidad. As es que ciertas
iglesias con el nfasis slo en algunos de los factores, como los tratados en este artcu-
lo, han creado un ambiente favorable para que Dios pueda desarrollar una iglesia salu-
dable y creciente en el contexto en el cual dicha iglesia est inmersa.
Sin embargo, personalmente creo en una frmula multifactica para un crecimiento
sostenido. Por ejemplo, entiendo que para que los dones atiendan las necesidades de la
iglesia y la comunidad y que la espiritualidad contagiosa perdure, la iglesia tiene, entre
otras alternativas, que tener sus prioridades ordenadas en el orden bblico. Por otro
lado la iglesia debe contar con una organizacin flexible y un culto adaptado a los par-
ticipantes, que los inspire a enfrentar una semana con dinamismo. Estos aspectos
constituyen en s mismos otras caractersticas de las iglesias crecientes y los trataremos
en amplitud en un prximo artculo. Se trata de las prioridades arregladas en el orden
bblico, las estructuras funcionales y un culto inspirador.