El aumento en la demanda de tratamientos para pacientes con trastorno del espectro autista y otros trastornos globales del desarrollo se ha convertido en un tema de preocupación en el mercado de polizas de salud.
Las empresas informan sobre el aumento de los gastos en terapias de este tipo, que ya alcanzan niveles similares a los de la oncología, un área que tradicionalmente representa la mayor parte de los costos, según las entidades del sector.
Según una investigación realizada por Abramge (Asociación Brasileña de Planes de Salud) en un grupo de operadoras asociadas a la entidad, en 2023, el coste de las terapias para el trastorno del espectro autista (TEA) y los trastornos globales del desarrollo (TGD) superó el 9% del gasto médico, mientras que los tratamientos oncológicos se situaron en el 8,7%.
Hace pocos años, tales tratamientos representaban menos del 2% de los gastos, según Abramge.
Los costes comenzaron a preocupar a las empresas después de los cambios realizados por la Agencia Nacional de Salud Suplementaria a partir de 2021, que determinaron que las personas con TEA tendrían derecho a sesiones ilimitadas con psicólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos en la cobertura de sus seguros.
En 2022, las medidas se expandieron para incluir la cobertura de cualquier método indicado por el médico para pacientes con TGD.