Con retraso y sin datos, Brasil sufre la falta de protocolos contra la contaminación

El país carece de reglas sobre qué actividades deberían ser modificadas cuando la calidad del aire se deteriora

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São Paulo

Atrapado por una inusual combinación de sequía, calor y humo de incendios generalizados, Brasil tiene un horizonte igualmente empañado en cuanto a su capacidad de medir y reaccionar ante los niveles críticos de calidad del aire.

Un helicóptero vuela a través del sol anaranjado por el humo de los incendios en São Paulo. - Isaac Fontana/EPA-EFE/REX/Shutterstock

Tomando como base modelos internacionales, especialistas afirman que municipios, estados y el Gobierno Federal están muy por debajo en tres pasos básicos para enfrentar la crisis: la adecuación de los parámetros de calidad del aire, el monitoreo en todas las regiones habitadas y la adopción de acciones estandarizadas para proteger a la población.

Para ser saludable, el aire no debe superar determinadas concentraciones de contaminantes, como materiales particulados y gases.

El índice de calidad del aire está representado por valores numéricos que comienzan en cero, para una condición muy buena, y superan los 200, para una situación considerada pésima, según las normas de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

En la tarde de este jueves (12), el indicador de São Paulo era 111, dentro de la clasificación "mala" – de 81 a 120.