Investigadores del proyecto Ballena Jorobada celebraron en el catamarán cuando avistaron, a principios de este mes, una ballena jorobada hembra nadando con su cría en el mar de Río de Janeiro. Fue la segunda vez que vieron una cría en la costa fluminense.
La especie pasa el verano en la región antártica, pero, cuando las temperaturas bajan allí, a mediados de año, migran en busca de las aguas cálidas del noreste brasileño para reproducirse.
Los animales buscan Brasil, según biólogos, porque desean que las crías aprendan los primeros movimientos en mares menos fríos. El viaje de unos 4.000 km puede durar hasta dos meses.
Además, el agua de los océanos se ha calentado debido a la crisis climática, lo que ha dificultado a los animales encontrar lugares con la temperatura ideal, de 28°C.
Durante este periodo de reproducción, grupos de machos competidores emiten cantos para agradar a la hembra. Según la estimación de los investigadores, la cría identificada en el mar de Río es carioca de nacimiento.