Entrevista a Gerardo Fulleda Leon.
Desde el verano pasado (2013) la polemica en relacion con la clausura del Teatro Rita Montaner, y la jubilacion de su director general Gerardo Fulleda Leon han sido recogidas en diversas publicaciones dentro y fuera de Cuba. En ellas, de una manera u otra, se aprecian el malestar de Fulleda Leon por decisiones arbitrarias de funcionarios incompetentes y la importancia de mantener vivo el esfuerzo y la labor de mas de un cuarto de siglo de teatro cubano. Recientemente, Fulleda Leon me ha explicado que el Rita Montaner continuara sus presentaciones bajo la direccion de Fernando Quinones, actor y director formado en dicho recinto. Fulleda por su parte continuara sus actividades como director artistico.Con una sonrisa que frecuentemente asoma a su rostro, mezcla de sabiduria y cierta timidez, Gerardo Fulleda Leon ha recorrido un largo camino, en muchas ocasiones "cuesta arriba" que, sin embargo, lo ha llevado a ser uno de los dramaturgos y directores de teatro mas importantes desde la decada de los setenta en Cuba. Su historial de trabajo se remonta a los inicios de la decada anterior, con premios y menciones recibidos en concursos del CNC (Consejo Nacional de Cultura) por sus obras Cal en as tumbas y Aquel verano en 1962; y por otras obras que han sido tambien galardonadas, como Placido en 1967, llevada al cine por el realizador Sergio Giral, Provinciana, premio La Edad de Oro en 1984, Ruandi, mencion en el concurso La Edad de Oro en 1978, Chago de Guisa, premio de Teatro Casa de las Americas 1989, asi como otras piezas teatrales que han sido adaptadas a la television y a la radio. Estos reconocimientos que constituyen una solida carta de presentacion hablan no solo del esfuerzo de este dramaturgo santiaguero, sino tambien de la calidad de sus obras, que puestas en escena, han contribuido al conocimiento, la difusion y el disfrute de los diversos topicos elaborados en ellas.
Precedido por su modestia habitual, Fulleda Leon en esta entrevista nos habla de sus tribulaciones y esfuerzos, a traves de mas de cinco decadas, las cuales le han permitido convertirse en director general del grupo teatral Rita Montaner, por mas de veinticinco anos. En sus respuestas, la aparente sencillez de sus reflexiones no ocultan, sin embargo, la sensibilidad artistica y el empeno creativo de un intelectual que, a diferencia de otros, ha mantenido su integridad etnica, cultural y humana que lo distinguen con la especial deferencia de aquellos que, como aspiraba Jose Marti, pueden "morir de cara al sol".
NARCISO HIDALGO: Tu naciste en Santiago. Cuando llegaste a La Habana? Fue la familia la que decidio trasladarse a la capital? Cual fue el principal motivo?
GERARDO FULLEDA LEON: Llegue a La Habana en "guagua". Habia salido de mi Santiago natal un anochecer muy nublado de noviembre de 1956, dormi durante casi todo el trayecto pese a lo emocionado que estaba. Y vine a dar de mi cuando al amanecer llegamos a Matanzas ciudad de la cual, desde entonces, quede prendado. Si no hubiera nacido en Santiago, me hubiera gustado haberlo hecho en esa ciudad. Claro, para luego venir de todas formas para La Habana. No soporto el aire de provincia por mucho tiempo, esa ausencia de privacidad y la comidilla sobre lo cotidiano.
A La Habana me trajeron mi tia Ines Maria (Nene), hermana de mi madre Edicta, y su esposo Manuel de Jesus (Susu), quienes me criaron desde los 7 anos; cuando estuve al borde de la muerte, tras una operacion.... Y entonces mi madre enfermo de los pulmones. Nunca mas vivio a mi lado; pasaba de un hospital a otro, y habia temporadas que estaba con mi abuela Elpidia (mama), a la que yo adoraba.
La situacion en Santiago era ya bastante fuerte, recuerdo que la dictadura de Batista asesino a un revolucionario de 17 anos, Carlos que estudiaba en Artes y Oficios y era hermano de mi primera novia, Maria. Mis tios estaban muy asustados y el trabajo apenas aparecia para mi tio que era albanil, y carpintero; y mi tia hacia lo que apareciera. Ella prestaba dinero a reditos!, vendia telas a criadas en Vista Alegre y el reparto Sueno, barrios de familias acomodadas. Pero el quehacer cotidiano era muy duro y no habia caminos. Ademas yo acababa de terminar la secundaria y queria hacerme psiquiatra o pintor y no tenia dinero para seguir los estudios. Segun noticias de mi padre, el estaba en La Habana de lo mas bien y quiza podia ayudarme.
Mi tio tenia unos primos en La Habana que lo embullaron, pues aqui tendria mas desenvolvimiento. Motivo aparte: mi tia habia descubierto que mi tio tenia una querida blanca, por cierto, y era un motivo mas para hacer los "matules" y llegar a la gran urbe. Aquello era un verdadero drama.
NH: Comenzaste el Primer Seminario de Dramaturgia del Consejo Nacional de Cultura en 1961 cuando tenias apenas 19 anos ... Estabas convencido de que querias ser dramaturgo ... o querias ser actor?
GFL: Ademas de los dibujos que hacia, era fan del cine, al cual me llevaban mis tios una o dos veces al mes los domingos, cuando alcanzaba el dinero, a ver casi siempre peliculas mexicanas o argentinas en el gran teatro Oriente. Alli derrame mis primeras lagrimitas con los melodramones de Ninon Sevilla, Libertad Lamarque y Rita Montaner.
Pero Lucia Miro, la madre de mi gran amigo y vecino Armando Perez Miro, trabajaba de taquillera en un cine de barrio y los fines de semana nos entraba gratis y veiamos las peliculas de cowboy, las de Tarzan--y estaba de su parte en contra de los malisimos mau-mau--y las del gordo y el flaco, las de Jesucristo en semana santa y cualquier cosa que no estuviera prohibida para los menores.
Por ese tiempo me converti en un coleccionador de munequitos (comics) de todo tipo. Dinero que me caia, munequito que compraba; ademas de mis galletas de dulce y mi trozo de barra de guayaba para merendar, con cafe aguado, despues de las tres de la tarde.
Pero en cuarto grado, por suerte, un maestro nieto del general Rabi, me transformo la vida con sus clases de Historia de Cuba. Yo que me pasaba la vida sin atender a clases, conversando de cualquier cosa con el companerito mas cercano, por lo que recibia cocotazos del profesor; de pronto comence a prestar atencion cuando relataba la tragedia de los estudiantes de medicina de 1871, y me despertaba el coraje cuando narraba el heroismo de Antonio Maceo y lo nebuloso, para el, de su muerte.
Todo se unio y comence a dejar de jugar a los escondidos y trataba de que mis companeros de juegos "actuaran" conmigo a las batallas, no de cowboy sino de combatientes del ejercito Mambi y yo, por supuesto, moria como el Titan de Bronce.
El mundo de los mayores comenzo a interesarme mas y mas, escuchaba lo que contaban de las peliculas que no me dejaban ver. Y comence a hacer mis primeras "peliculas": agarraba una hoja y la cuadriculaba como en las tiras comicas y dibujaba y escribia dialogos que imaginaba con los titulos de las peliculas prohibidas. Y se los vendia a mis companeros, por botones. Ya se pueden imaginar la calidad que tenian.
No me quede en eso, y recortaba tiras comicas, las pegaba con goma y en una caja de zapatos le hacia un hueco--como una pantalla--y dos especie de carretes con palos a los lados con las tiras enrolladas. Una sabana blanca detras y una vela. Y pasaba "mi rollo" contando lo que debian decir los personajes. El precio eran cinco bolas o canicas. No tuve mucho publico, dos o tres amiguitos. Durante la segunda sesion por poco se quema la sabana y la madre de Armando clausuro el cine.
Como no habia dinero para muchos juguetes ansiados por mi: bicicletas, patines, guantes y revolveres me regalaban por el dia de reyes, libros. Las novelas de Mark Twain, sobre todo Las aventuras de Tom Sawyer que me ganaron enseguida. El ultimo de los mohicanos, Peter Pan, Verne y su Viaje al centro de la tierra, Amicis, con su Corazon, las versiones para ninos de Las minas del rey Salomon y Las mil y una noches, me abrieron a un mundo que me deslumbro.
Y comence a leer todo lo que podia estar a la mano. Tambien me volvi adicto a las Selecciones del Reader Digest, que recibia Guillermito, hermano mayor de Armando, y mi primer libro serio del escritor ingles Somerset Maugham: Lluvia, relato breve y profundo que marco mi existencia. Me interesaban tambien las novelas que mi tia guardaba celosamente y que luego yo leia a escondidas: Aura y las Violetas de Vargas Vila, que enseguida deteste.
Ya en sexto grado el maestro Camp, miembro del partido ortodoxo, nos develo en las clases la magia de Jose Marti. Ese era el otro gran detonante que me faltaba. Cuando este maestro lo leia, yo quedaba atonito oyendolo. No lo entendia todo, pero algo me apretaba el pecho con una pasion inaudita. Cuando lei fragmentos de Abdala, me perdi para siempre en la magia de las palabras.
Se acercaba el Centenario de Jose Marti, en 1953, y nos pidieron a todos los alumnos, un ano antes, que escribieramos algo para leerlo ante el mausoleo del apostol para esa fecha. Escribi algo breve sobre "La rosa blanca", debe haber sido un poema, malo por supuesto. Pero llego el golpe de estado de Fulgencio Batista y todo se suspendio.
Sin embargo, el 28 de enero de 1953, al borde de cumplir trece anos fui uno de los alumnos que leyo su trabajo en la escuela ante el resto de los estudiantes y me gane, por unica vez, el premio de el beso de la patria. Dijeron que iban a publicarlo y lo he buscado en las bibliotecas, cada vez que he vuelto a mi Santiago, y ni rastro.
NH:Desde 1961 ya habias comenzado a escribir teatro ... Cal en las tumbas, La muerte diaria y Aquel verano fueron escritas entre 1959 y 1962 fue importante para ti empezar a crear en esos momentos de formacion en La Habana?
GFL: La Habana de entonces no fue tal paraiso para mi. Mi padre que tenia un sillon de limpiabotas en el portal de una bodega cerca de su casa en Mariano, tenia sus "buscas" como recaudador de apuntaciones de la "bolita", de la Loteria Nacional. Le daba para sobrevivir y hasta para comprarse un auto viejo. Hasta ahi llegaron mis clases en el colegio. Comence a los 14 anos a trabajar de repartidor de programas, de una tienda de efectos electrodomesticos, a los carros en plena calle 23. Segui como peon en un taller de mecanica de autos y ayudante de una carpinteria de marcos y puertas, sin poder continuar mis estudios.
Volvi a vivir con mis tios. Y por tres o cuatro pesos a la semana y el almuerzo, termine tambien limpiando zapatos en un taller en el Vedado. Alli se arreglaban efectos electrodomesticos y se vendian revistas y periodicos. Esto me permitio leer a mi gusto todo lo que llegaba, cuando tenia tiempo libre. Recuerdo especialmente a El viejo y el mar de Heminway, que publico la revista Bohemia. En esas circunstancias precarias me agarro la Revolucion.
Despues de 1959, comienzo a limpiar pisos en la Estacion Experimental de Rancho Boyeros--mi primer trabajo estatal--y a estudiar por la noche el bachillerato en el instituto de la Vibora. Me reunia con jovenes de la Escuela de Artes y Oficios y "descargabamos" con canciones y poemas que volvi a escribir. Leia desaforadamente todo lo que me caia en las manos. Asi me converti en un coleccionista de Lunes de Revolucion. Alli Virgilio Pinera tenia una seccion: "A partir de cero", para los jovenes escritores y animado por mis amigos seleccione dos poemas. "Mi calle" y "Regreso" y los envie a dicho suplemento por correos. Para mi asombro, me los publicaron.
Tambien escribia una serie de cuentos cortos a los que llamaba dialogos. Una manana, el 7 de diciembre de 1959, me sente en la mesa del comedor de mi casa y escribi de un tiron mi primera pieza: La muerte diaria, y sin mas la envie al periodico. Calvert Casey, el gran narrador cubano, luego me contaba como Virgilio Pinera estuvo por toda la redaccion mostrando la obra mientras exclamaba: "Miren, ademas es dramaturgo". En la Estacion Experimental habia un estudiante de agricultura, Reinaldo Hernandez Savio que al verme mostrando el periodico ante el asombro de los ingenieros y empleados me pregunto si me gustaria estudiar teatro, pues habia un seminario de dramaturgia, en el cual el participaba, en el Teatro Nacional de la Plaza de la Revolucion. Por supuesto que le agradeci la invitacion y acudi al seminario que impartia el argentino Samuel Feldman y organizaba Fermin Borges.
El seminario era para mi lo nunca visto. Recibia clases con Rolando Ferrer, Scarpenter y otros, y se leian textos de los integrantes del seminario y se debatian. Ibamos a los estrenos de todo lo que se ponia en escena en aquel momento. Alli me entere que pagaban lo que habia publicado y fui y me pagaron mis primeros cien pesos. Suma con la que jamas habia sonado.
El gobierno revolucionario decide becar a los escritores de teatro para estudiar dramaturgia. Y yo opto por una de ellas. Nadie creia que me fueran a dar una beca, pero con la llegada de Osvaldo Dragun para hacerse cargo de la conduccion del Seminario este leyo mi texto y me la concedieron. El Seminario de Dramaturgia fue un emporio no superado para la creacion. Carpentier, Fernandez Retamar, Luisa Josefina Hernandez, Wanda Garatti, Hugo Ulive, Emilio Carballido y muchos mas formaron una hornada de dramaturgos que son parte fundamental del teatro nuestro mas reciente. Y ademas nos pagaban por estudiar ciento treinta y dos pesos mensuales. Un portento en aquel entonces.
La muerte diaria fue el primer texto propio que vi representado en Ciego de Avila, por un grupo de aficionados, dirigido por Bistermundo Guimarais. En La Habana lo habia estrenado antes Hilario Ortega con el grupo Esproco de la Escuela de Comercio de La Habana Y Rolando Ferrer me llamo desde el Departamento de Extension Teatral para contratarme, pues mi obra la estaban representado varios grupos en la isla. Me pagaron mis primeros docientos pesos por derechos de autor. La obra fue galardonada en varios festivales de teatro de aficionados.
Comence a escribir unas obras cortas para titeres: Guille cazador, Guille trotamundos y El travieso Guille que estreno el Guinol de Marianao, bajo la direccion de Luis Interian. Aquel verano y Cal en las tumbas, que se me ha extraviado, fueron mis primeras obras largas: en dos y tres actos. Por ellas recibi uno de los premios y una mencion en el Primer Concurso Nacional de Dramaturgia del CNC (Consejo Nacional de Cultura); donde los alumnos del Seminario de Dramaturgia arrasamos.
Todo ello me valio para asistir al Primer encuentro con Fidel y los intelectuales en la Biblioteca Nacional Jose Marti y participar como delegado en el Primer Congreso de Escritores y Artistas en 1961.
NH: Como fue el quehacer teatral que tu y Eugenio Hernandez realizaron en el Teatro de Arte Popular, creado y dirigido por Tito Junco Martinez a finales de los setenta? Memorias de un proyecto (1978) estuvo entre tus planes y luego dirigiste Azogue (1979). Recuerdo que yo entre a formar parte del elenco cuando ya estaban impresos los programas y tuviste la deferencia de escribirme unas lineas de agradecimiento en uno de ellos ...
GFL: Memorias de un proyecto de Maite Vera, lamentablemente nunca llego a estrenarse, por los criterios que manifestaron algunos actores que ponian en duda la calidad del texto de la pieza y su posible exito, una vez que se representara ... una verdadera pena. La experiencia del Teatro de Arte Popular fue fundamental en el desarrollo de mi practica como dramaturgo y director teatral. La idea partio de ese gran actor y aun mejor persona que fue Tito Junco, una personalidad carismatica, de gran capacidad como lider. Eugenio Hernandez Espinosa y yo no lo pensamos dos veces y decidimos unirnos al proyecto de Tito. A muchas personas, incluyendo funcionarios de la cultura, les molesto que tres hombres negros formaran un grupo de teatro. Asi lo manifestaron. Si hubieran sido tres blancos les hubiera parecido muy natural: ellos seguramente harian teatro.... Y nosotros que? La mentalidad de ninguno de los tres era de gheto. Queriamos hacer el teatro que nos corresponde como antillanos y caribenos que somos en un pais mestizo como el nuestro pero sin dogmas. Tito voluntarioso, osado e inabarcable, Eugenio valiente, creativo y desbordado y yo: sonador, inconforme e incredulo ante otra fe que no fuera la de ser autentico. Eramos un trio increible. Tuvimos muchos contratiempos, probablemente por ser malos creadores y adelantarnos a los tiempos. Quiza ahora seria diferente. Gracias a la gestion de Marcia Leiseca que estaba al frente de la Direccion de Teatro y danza, nos fuimos a la ultramarina Regla y nos acompanaron creadores reconocidos como Mirta Ibarra, Tony Diaz, Oscar Alvarez, Jesus Abascal, Trinidad Rolando, Pancho Garcia, Barbaro Marin, Alejandro Iglesias, Alberto Pedro, Isidoro Nunez, Ines Maria Martiatu, ademas de innumerables jovenes interpretes como eran Eddy Govea, Narciso Hidalgo, Veronica Diaz y Emiliano Diez, entre otros. Incluso Adolfo Llaurado e Idalia Anreus nos ofrecieron su colaboracion.
Por entonces, yo estaba haciendo un postgrado en la universidad con la doctora Hortensia Pichardo, sobre las fuentes historicas de nuestra realidad que, como antes lograran Carpentier, Marx, Fanon, Cesaire y Guillen, me obligaron a mirarme aun mas dentro de mi y de mi contexto. Se iba a celebrar en La Habana el Festival Carifesta y relei de nuevo el texto de Silvestre de Balboa Espejo de paciencia, donde como en Abdala de Jose Marti, el personaje principal es un negro. Y una noche escribi la obra: Azogue. La concebi como un teatro popular de relaciones; algo que me habia impresionado en la labor del Cabildo de Santiago cuando trajeron a La Habana: Como Santiago Apostol puso los pies en la tierra ... El Teatro de Arte Popular fue una experiencia vital no solo por lo que escribi estando en el grupo: Azogue, La querida de Enramadas, tambien de alli salio Ruandi y la genesis de Placido; si no ademas por las puestas en escena de la ingenua maravilla de A la orilla de la presa, lirios lotos y girasoles, del propio Tito Junco y esa monumental obra de Eugenio Hernandez que es Calixta Comite, que tanto barullo armo.
En aquellos momentos acabe de encontrar mi camino en la cultura popular y mi particular esencia del teatro ritual, con mi apego a los margenes y en mi afan por tratar de apresar en la creacion, la inasible sustancia de nuestra identidad.
NH: No fue el Teatro de Arte Popular la "guarida" ... el unico ambito que tenian los dramaturgos como tu y Eugenio a finales de los setenta para presentar sus obras? Era la condicion racial un impedimento para que ustedes pudieran presentar sus obras en otras salas?
GFL: Fue algo mas creativo que una guarida, mas bien fue una atalaya donde fortalecimos nuestras visiones teatrales. La ritualidad, la emergencia social y la cultura popular tradicional eran nuestros baluartes. Las defendiamos con las armas que nos habia dado la Revolucion: el conocimiento y la necesidad de transformar los prejuicios pequenos burgueses que aun nos minaban. Nuestro quehacer, cuando se calificaba como "folklorico", era minimizado y discriminado. Era pariente de los "negro metrajes" de Sergio Giral e incluso del quehacer de Titon (Tomas Gutierrez Alea). Todos empezamos a demostrar que pretendiamos ir mas alla del color local y profundizar en las quebraduras que ya se manifestaban en nuestro acontecer social que negaba, en sus formas de producirse, los propositos que sustentaron inicialmente a la Revolucion. Y se estreno Calixta Comite de Eugenio Hernandez Espinosa, en el teatro Mella repleto, como ocurrio con la legendaria Maria Antonia. Calixta era un texto descomunal, valiente y reflexivo donde se ponian de relieve carencias, contradicciones y negaciones de criterios que no se mostraban en ninguna otra manifestacion creativa. Fue bajada de escena y el proyecto del Teatro de Arte Popular se fue al traste. Triunfaron los prejuicios, Todos!
NH: Por esos anos Eugenio estaba "parametrado" por la representacion de Maria Antonia, y sin embargo gracias a Tito Junco y al espacio que le brindaba el Teatro de Arte Popular pudo dirigir obras como Tema para Veronica (1979) escrita por Alberto Pedro. Me puedes explicar por que existe un silencio en relacion con las obra de ese periodo y el Teatro de Arte Popular?
GFL: La respuesta la tienen quienes entonces guardaron silencio y los investigadores a los que ahora no les interesa estudiar ese periodo con amplitud de miras y sus alcances y, por que no, sus desaciertos. Lo popular siempre tiene un cierto "tufillo de inconformidad", como toda manifestacion creativa que este al margen, y molesta a las elites europeizantes de la cultura, que creen que son los unicos que poseen el conocimiento y la experiencia que les permite experimentar, y niegan "lo subalterno" cuando el discurso popular trata de ver la realidad en toda su complejidad y no solo como parodia o carnavalizacion.
NH: Es la decada de los ochenta la que te permite consolidar tu carrera como dramaturgo?
GFL: Probablemente si, pues fue cuando logre alcanzar una voz personal que respondia a mi condicion social, etnica y humana. Fue cuando aprendi que mas que decir tenia que aprender a conocer y reflexionar sobre lo aprendido. La dramaturgia se convirtio en una herramienta para aprehender la realidad. A partir de entonces, si al terminar de escribir una obra no se rebela para mi algo nuevo y valioso sobre la condicion humana y el tema tratado, el proyecto ha fracasado. Fue un periodo en que me sentia poseido de todos mis demonios y mis angeles a los que pude exorcizar. Quiza porque amaba y me habian dejado de amar. Quiza porque simplemente creci.
NH: Cual de tus obras consideras que ha tenido mayor repercusion no solo en la critica, que siempre puede ser escurridiza, sino tambien en la aceptacion del publico?
GFL: Sin lugar a dudas Ruandi, es mi caballo de batalla y me ha dado los mayores placeres y revelaciones. Mas de siete puestas lo confirman, se ha hecho en Estados Unidos, ahora la montan en Francia y en este momento dos grupos: uno en Pinar del Rio y otro en Holguin la estan preparando. La escribi alucinado en pleno noviembre bajo la lluvia y el fervor amoroso. Pero La querida de Enramadas siempre que se pone en escena concita al espectador. Recuerdo la presentacion que realizo el Grupo Sandino de Suecia, la reaccion del publico asistente, principalmente los latinoamericanos, cuando sali a saludar aplaudieron a rabiar y gritaban: "Cuba, Cuba, Cuba". Senti y supe entonces que no me aplaudian a mi si no al trozo de Cuba que habia logrado apresar en el texto. Y eso es lo mas importante.
NH: El teatro el Sotano acaba de celebrar su medio siglo de existencia. Tu, como fue Ignacio Gutierrez han sido parte de esa historia. Como ha sido tu trabajo de dramaturgo y director del Sotano en las ultimas decadas?
GFL: Han sido cuarenta y ocho anos de mi vida formando parte de este colectivo y veinticuatro dirigiendolo, mas que mi hija es una especie de madre que me ha amparado, sostenido y provocado para seguir adelante. Frecuentemente se acercan personas desconocidas que me reconocen, en lugares inesperados para recordarme algunas puestas en escena, con afecto, no exento de sentido critico, obras, actrices y actores quienes alguna vez disfrutaron en la sala El Sotano, las diversas etapas de la actual Compania Rita Montaner. Acuden a mi mente entonces: imagenes, rostros y nombres que no se han podido desterrar de las querencias y memorias, aunque no siempre estas ultimas hayan sido halaguenas y parezcan alejadas por distancias o partidas definitivas.
Eso me lleva a pensar que quiza no ha sido en vano nuestra pertenecia, y la de muchos, a esta empresa creativa de hacer teatro contra viento y marea, desde nuestras posibilidades y carencias y que hemos arribado, pese a todo pronostico o intencion, a los primeros cincuenta anos de su quehacer creativo....
Claro, que tal vez todo pudo ser mejor, que bien pudimos no haber seleccionado aquella obra, ni cometer aquel error y haber escuchado a quienes nos aconsejaban abandonar esta barca a tiempo, en la que hemos permanecido cuarenta y ocho anos y veinticuatro en la "proa"; desoyendo las sugerencias para abandonarla y pensar mas en uno, en la "obra" personal.
Pero entonces, que ha sido este empeno de tantos? A esta altura, considero que ademas de las criticas, los aplausos y los reconocimientos obtenidos siempre agradecere esas manifestaciones de los desconocidos, del publico, que se acercan a uno y a todos aquellos que han acudido sin desmayo, durante cinco decadas a nuestros predios. Los mismos que tras abandonar esta sala, y aun tiempo despues, en un momento determinado recuerdan sin quererlo, aquel gesto, aquella escena que a lo mejor no les gusto del todo pero que ya ha pasado a formar parte de su imaginario. Posiblemente esa manera de permanecer sea el mayor logro y regocijo de nuestra labor, la que nos ha obligado a no desmayar y abrirnos a nuevas "voces y visiones"; que seguramente otros aportaran dia a dia tratando de ser mejores, para estar a la altura de las exigencias de las nuevas generaciones.
NH: Hacia donde se encaminan tus proyectos actuales? Estas escribiendo? Estas dirigiendo alguna pieza teatral? Que piensas hacer en los proximos cinco anos?
GFL: Si, termine de escribir una obra en que el personaje principal y unico es la Avellaneda, y vuelvo otra vez a mis temas de la alucinacion del amor y los prejuicios. Se llama La pasion desobediente. Ahora tengo que revisarla. Y tengo entre manos otra obra que se llamara Peregrinaje al Cobre, que reclama de mi pasion y lucidez pues ocurre en nuestros dias. Ademas preparo otra pieza, ya estrenada, para ser llevada al cine Betun.
En julio comienzo la reposicion de El patio de los azahares una version de mi autoria de El Jardin de los cerezos de Anton Chejov, que tiene como marco la region oriental de Cuba en 1911 y que establece relaciones con los acontecimientos que antecedieron a la masacre del (PIC), los integrantes del Partido Independiente de Color en 1912.
Ademas comienzo a dirigir Noria una obra de Roberto M. D. Yeras, premiada en el Concurso Virgilio Pinera, que toma lugar en un bar de mala muerte de La Habana mas reciente, y tiene que ver con las diversas formas de "escapar" que asumen muchos ciudadanos en nuestra sociedad. Y por supuesto quiero terminar la tercera parte de la trilogia de Ruandi, Chago de Guisa con El pacto de los dioses, que asi se llamara la tercera parte y ademas.... Vivir intensamente! Gracias.
Narciso Hidalgo
University Of South Florida, St. Petersburg
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Title Annotation: | INTERVIEWS |
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Author: | Hidalgo, Narciso |
Publication: | Afro-Hispanic Review |
Date: | Sep 22, 2014 |
Words: | 4511 |
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