Resumen Locale
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Resumen locales
La CE reconoce en sus artículos 137, 140 y 141 la autonomía de las Corporaciones Locales para la
gestión de sus propios intereses. Es lo que se conoce como principio de autonomía local de las
distintas Entidades Locales: Provincias, Municipios, agrupaciones de municipios distintas de las
Provincias e Islas.
El reconocimiento de esta autonomía a las Corporaciones Locales exige necesariamente que éstas
dispongan de medios suficientes para poder cumplir con sus funciones, esto es, de autonomía
financiera. O, lo que es lo mismo, la autonomía local exige atribuir a los entes locales poder
financiero, esto es, dotarlos de poder para ordenar jurídicamente: a) la obtención de ingresos; y, b) el
gasto de estos ingresos para ejercer sus competencias y satisfacer las necesidades públicas. Así lo
reconoce el artículo 142 de la CE cuando establece que las Haciendas Locales deberán disponer de los
medios suficientes para el desempeño de las funciones que la Ley atribuye a las Corporaciones
Locales.
Así, las Corporaciones Locales ostentan poder financiero, esto es, poder de decisión en materia de
ingresos y gastos públicos:
- En materia de gasto público, las Corporaciones Locales tienen libertad para decidir sobre los
gastos públicos que se generen en el ejercicio de sus competencias. De este modo, tienen autonomía
presupuestaria, esto es, la facultad de elaborar y aprobar sus presupuestos.
- En materia de ingresos públicos, es fundamental el artículo 133.2 de la CE, según el cual “las
Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo
con la Constitución y las leyes”. Por tanto, este artículo supone el expreso reconocimiento
constitucional del poder tributario de las Corporaciones Locales, esto es, de la facultad de establecer
tributos para financiar sus actividades públicas.
● Las Corporaciones Locales no tienen este poder: tan solo pueden establecer tributos o decidir
sobre la regulación de sus elementos esenciales si disponen de una habilitación explícita de una ley
(estatal o autonómica), que al mismo tiempo debe predeterminar las características fundamentales de
esos tributos.
El Tribunal Constitucional ha creado una doctrina en torno a la interpretación de los preceptos que
la CE dedica a la autonomía financiera de la Haciendas Locales. De las numerosas sentencias emitidas
al respecto, destacamos las siguientes:
- El Real Decreto legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley Reguladora de las Haciendas Locales (RDL 2/2004).
El artículo 142 de la CE establece que “las Haciendas Locales deberán disponer de los medios
suficientes para el desempeño de las funciones que las Ley atribuye a las Corporaciones respectivas y
se nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del Estado y de las
Comunidades Autónomas”. La Constitución configura, por tanto, un sistema de financiación de las
Corporaciones Locales basado en los tributos propios y participaciones, aún cuando éstos no son los
únicos ingresos de las Corporaciones Locales.
En efecto, el artículo 2.1 RDL 2/2004, recoge una enumeración de los recursos de las Haciendas
Locales, mencionando concretamente:
- Los ingresos patrimoniales y resto de Derecho Privado.
- Los tributos propios (calificados en Tasas, contribuciones especiales e impuestos –art. 2, LGT
2003) y los recargos exigibles sobre los impuestos de las Comunidades Autónomas o de otras
entidades Locales.
- Las subvenciones.
Pues bien, de estos recursos de las Haciendas locales, tan solo analizaremos los impuestos
municipales propios, dejando de lado:
- El resto de los ingresos de Derecho público y de Derecho privado de los Municipios, así como
las tasas y contribuciones especiales de éstos.
Se regula en los artículos 60 a 77 RDL 2/2004 y en el RDL 1/2004, de 5 de marzo, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario.
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles es un impuesto directo, de carácter real, que grava el valor de
la titularidad dominical o de otros derechos reales sobre los bienes inmuebles, radicados en el
territorio de un determinado Municipio –elemento que actúa como punto de conexión–, cuya exacción
es obligatoria. Es directo porque grava la titularidad de determinados derechos reales sobre inmuebles.
Es real porque se grava la titularidad de los inmuebles con independencia del sujeto, que no
interviene más que como obligado al pago del tributo. Además, unido a su carácter real, aunque no es
consecuencia necesaria, el impuesto tiene carácter objetivo, en la medida en que no se consideran
circunstancias de los sujetos pasivos para cuantificar la carga tributaria, sino simplemente el valor de
su objeto.
Es un impuesto objetivo, no teniendo en cuenta las circunstancias personales del sujeto pasivo para
la cuantificación de la deuda tributaria (con alguna excepción, bonificación potestativa por familia
numerosa).
Es un impuesto periódico:
Al ser un tributo de exacción obligatoria para los Municipios, toda su regulación está incluida en el
TRLey –arts. 60 a 77–, sin necesidad de desarrollo reglamentario. Sólo en el caso de que los
Ayuntamientos decidan hacer uso de las facultades conferidas en materia de fijación de los elementos
necesarios para la determinación de las cuotas tributarias deberán aprobar las oportunas Ordenanzas
fiscales –art. 15.2 TRLey–.
1. HECHO IMPONIBLE
Según el TRLey –art. 61–, constituye el hecho imponible del Impuesto la titularidad dominical o
de los derechos reales de superficie o usufructo, sobre bienes inmuebles rústicos o urbanos y sobre los
bienes de características especiales:
- La titularidad de una concesión administrativa sobre los propios inmuebles o sobre los
servicios públicos a los cuales se hallen afectos.
Supuestos de no sujeción:
- Carreteras, caminos, las demás vías terrestres y los bienes de dominio público marítimo-
terrestre e hidráulico, siempre que sean de aprovechamiento público y gratuito.
El legislador remite a las normas reguladoras del Catastro Inmobiliario para clasificar los
inmuebles en rústicos, urbanos o de características especiales.
a) Los diferentes elementos privativos de los edificios que sean susceptibles de aprovechamiento
independiente, sometidos al régimen especial de propiedad horizontal, así como el conjunto
constituido por diferentes elementos privativos mutuamente vinculados y adquiridos en unidad de
acto y, en las condiciones que reglamentariamente se determinen, los trasteros y las plazas de
estacionamiento en pro indiviso adscritos al uso y disfrute exclusivo y permanente de un titular. La
atribución de los elementos comunes a los respectivos inmuebles, a los solos efectos de su valoración
catastral, se realizará en la forma que se determine reglamentariamente.
b) El ámbito espacial de una concesión administrativa sobre los bienes inmuebles o sobre los
servicios públicos a los que se hallen afectos.
Este mismo precepto clasifica los bienes inmuebles, a efectos catastrales, en tres grupos: urbanos,
rústicos y con características especiales.
Se entiende por suelo de naturaleza urbana –art. 7.1 TRLCA– el clasificado por el planeamiento
urbanístico como urbano, el que tenga la consideración de urbanizable y el que reúna las
características contenidas en la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones.
Tendrán la misma consideración aquellos suelos en los que puedan ejercerse facultades urbanísticas
equivalentes a los anteriores según la legislación autonómica. Se exceptúa de la consideración de
suelo de naturaleza urbana el que integre los bienes inmuebles de características especiales.
a) Los edificios, sean cualesquiera los materiales de que estén construidos y el uso a que se
destinen, siempre que se encuentren unidos permanentemente al suelo y con independencia de que se
alcen sobre su superficie o se hallen enclavados en el subsuelo y de que puedan ser transportados o
desmontados.
c) Las obras de urbanización y de mejora, tales como las explanaciones, y las que se realicen para
el uso de los espacios descubiertos, como son los recintos destinados a mercados, los depósitos al aire
libre, los campos para la práctica del deporte, los estacionamientos y los espacios anejos o accesorios
a los edificios e instalaciones.
Se entenderá por suelo de naturaleza rústica –art. 7.3 TRLCA– aquel que no sea de naturaleza
urbana conforme a la definición anterior, ni esté integrado en un bien de características especiales.
La exacción del tributo corresponderá al Ayuntamiento en el cual estén situados los bienes
inmuebles. En caso de que un mismo inmueble se encuentre localizado en distintos términos
municipales, se entenderá que pertenece a cada uno de ellos por la superficie que ocupe en el
respectivo término municipal.
1.º Las carreteras, los caminos, las demás vías terrestres y los bienes del dominio público
marítimo-terrestre e hidráulico, siempre que sean de aprovechamiento público y gratuito.
2.º Los inmuebles de dominio público afectos a uso público o a un servicio público gestionado por
el Ayuntamiento y los bienes patrimoniales, cuando sean propiedad de los Ayuntamientos en que
están radicados. En cualquier caso, si estuvieran cedidos a terceros mediante contraprestación estarán
sujetos.
2. EXENCIONES
Por su regulación, las exenciones se dividen entre rogadas y no rogadas, según hayan de ser o no
que previamente solicitadas por los sujetos pasivos, y entre potestativas y no potestativas, en función
de que los Ayuntamientos puedan acordarlas o no. Las potestativas, cuando se regulen tendrán en todo
caso carácter no rogado.
a) Los que sean propiedad del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las entidades locales
que estén directamente afectos a la seguridad ciudadana y a los servicios educativos y penitenciarios,
así como los del Estado afectos a la Defensa Nacional.
c) Los de la Iglesia Católica, en los términos previstos en el Acuerdo entre el Estado Español y la
Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979, y los de las asociaciones confesionales
no católicas legalmente reconocidas, en los términos establecidos en los respectivos acuerdos de
cooperación suscritos en virtud de lo dispuesto en el artículo 16 de la Constitución.
e) Los inmuebles a los que sea de aplicación la exención en virtud de convenios internacionales en
vigor y, a condición de reciprocidad, los de los Gobiernos extranjeros destinados a su representación
diplomática, consular, o a sus organismos oficiales.
g) Los terrenos ocupados por las líneas de ferrocarriles y los edificios enclavados en los mismos
terrenos, que estén dedicados a estaciones, almacenes o a cualquier otro servicio indispensable para la
explotación de dichas líneas. No están exentos, por consiguiente, los establecimientos de hostelería,
espectáculos, comerciales y de esparcimiento; las casas destinadas a viviendas de los empleados; las
oficinas de la dirección ni las instalaciones fabriles.
a) Los que se destinen a la enseñanza por centros docentes acogidos, total o parcialmente, al
régimen de concierto educativo, en cuanto a la superficie afectada a la enseñanza concertada. Esta
exención deberá ser compensada por la Administración competente.
La pérdida de ingresos que esta exención provoque habrá de ser compensada por el Estado al
Municipio.
La exención sólo alcanzará, en las zonas arqueológicas, a los bienes incluidos como objeto de
especial protección en el instrumento de planeamiento urbanístico. En los sitios o conjuntos
históricos, a los que cuenten con una antigüedad igual o superior a cincuenta años, estando
debidamente catalogados. No obstante, dicha exención no alcanzará a los bienes inmuebles cuando
estén afectos a explotaciones económicas, salvo que les resulte de aplicación alguno de los supuestos
de exención previstos en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin
fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, o que la sujeción al impuesto a título de
contribuyente recaiga sobre el Estado, las Comunidades Autónomas o las entidades locales, o sobre
organismos autónomos del Estado o entidades de derecho público de análogo carácter de las
Comunidades Autónomas y de las entidades locales.
Los Ayuntamientos, potestativamente, podrán declarar exentos mediante Ordenanza fiscal los
inmuebles en dos supuestos adicionales:
a) aquellos de que sean titulares los centros sanitarios de titularidad pública, siempre que los
mismos estén directamente afectados al cumplimiento de los fines específicos de los referidos centros.
La Ordenanza habrá de regular el resto de elementos sustantivos y formales.
b) los inmuebles rústicos y urbanos cuya cuota líquida no supere la cuantía mínima que se
determine mediante ordenanza fiscal. Exención cuyo fundamento está representado por razones de
eficacia, pues el coste de la gestión es superior al producto de la recaudación de tales cuotas.
1. SUJETOS PASIVOS
Según dispone el TRLey –art. 63–, son sujetos pasivos, a título de contribuyentes, las personas
naturales y jurídicas y las entidades a que se refiere el artículo 35.4 de la LGT, que ostenten la
titularidad del derecho que, en cada caso, sea constitutivo del hecho imponible de este impuesto. Esto
es:
El carácter censal del IBI hacer considerar como sujeto pasivo a aquel que figure como titular
catastral el primer día del año, imponiendo a los adquirentes del bien el deber de comunicar las
transmisiones, constituciones de derechos y el resto de las alteraciones en la titularidad jurídica.
El contribuyente es el sujeto que tenga atribuidas las facultades de usar y disfrutar el bien inmueble
inherentes al dominio. Nunca podrá ser el nudo propietario, que por definición está desposeído de
tales facultades.
todos ellos de un estatus próximo a la propiedad nuda, sin el contenido inherente a las facultades de
usar y disfrutar.
Si, respecto de un mismo inmueble, concurren varios titulares –un propietario de un 50% el
usufructuario del otro 50% y la nuda propiedad de ese 50% a otras dos personas–. solo se realiza el
hecho imponible del IBI por el derecho real de usufructo, no gravándose el derecho de propiedad, por
lo que el sujeto pasivo será solo el usufructuario (DGT Consulta Vinculante V0475-18, de 21 de
febrero de 2018).
Según el art. 3 del TRLCA, cuando un bien inmueble o uno de los derechos de disfrute pertenezca
pro indiviso a una pluralidad de personas, la titularidad catastral se atribuirá a la comunidad
constituida por todas ellas, que se hará constar bajo la denominación que resulte de su identificación
fiscal. En el supuesto de incumplimiento de la obligación de aportar el número de identificación
fiscal, y sin perjuicio de las sanciones que puedan proceder, la titularidad se asignará a cualquiera de
los comuneros, miembros o partícipes de la comunidad o entidad sin personalidad de que se trate.
La identidad y cuota de participación de cada uno de los comuneros, miembros o partícipes de las
mencionadas entidades se hará constar en el Catastro Inmobiliario cuando así se solicite expresamente
mediante acuerdo unánime de aquéllos. Asimismo, los cónyuges en régimen de sociedad de
gananciales podrán solicitar que conste en el Catastro Inmobiliario la identidad de cada uno de ellos.
El TRLey –art. 63.1 segundo párrafo– establece un supuesto de sustitución del contribuyente, que
se limita a aquellos bienes inmuebles de características especiales, en los que el propietario tiene la
condición de contribuyente por la parte de la superficie no afectada por las concesiones. En ese caso,
actuará como sustituto del mismo el ente u organismo público al que se halle afectado o adscrito el
inmueble o aquel a cuyo cargo se encuentre su administración y gestión, el cual no podrá repercutir en
el contribuyente el importe de la deuda tributaria satisfecha.
a) la que se produzca según la facultad prevista en las normas de Derecho común, que encierra una
remisión a las normas de Derecho privado, posibilitando la repercusión sobre los compradores y los
arrendatarios de los inmuebles.
b) En segundo lugar y en relación con a las Administraciones Públicas y los entes y organismos a
los que se halle afectado o adscrito el inmueble o aquel a cuyo cargo se encuentre su administración y
gestión, se establece la obligación de repercutir el impuesto sobre los sujetos que, sin ser
concesionarios, utilizan los bienes demaniales o patrimoniales mediante contraprestación. A tal efecto
la cuota repercutible se determinará en razón a la parte del valor catastral que corresponda a la
superficie utilizada y a la construcción directamente vinculada a cada arrendatario o cesionario del
derecho de uso. En consecuencia, los arrendatarios de este tipo de bienes deberán pagar el IBI.
Esta excepción a la obligación de repercutir el Impuesto tiene por finalidad estimular el alquiler de
la vivienda –RD Ley 7/2019, de 1 de marzo–.
La regulación del elemento subjetivo incluye, por último, el establecimiento de dos supuestos de
responsabilidad de distinto alcance. Uno, de responsabilidad subsidiaria, para los adquirentes de
inmuebles afectos al pago de las cuotas de IBI pendientes –art. 64.1 TRLey–. Y un segundo, de
responsabilidad solidaria, para las entidades del artículo 35.4 LGT–art. 64.2 TRLey–. Así, responden
solidariamente de la cuota de este impuesto, y en proporción a sus respectivas participaciones, los
copartícipes o cotitulares de dichas entidades si figuran inscritos como tales en el Catastro
Inmobiliario. De no figurar inscritos, la responsabilidad se exigirá por partes iguales en todo caso.
Entre otros factores que se toman en consideración para la determinación del valor catastral, la Ley
cita –art. 22.2 TRLCA– los siguientes: a) La localización del inmueble, las circunstancias urbanísticas
que afecten al suelo y su aptitud para la producción; b) El coste de ejecución material de las
construcciones, los beneficios de la contrata, honorarios profesionales y tributos que gravan la
construcción, el uso, la calidad y la antigüedad edificatoria, así como el carácter histórico-artístico u
otras condiciones de las edificaciones; c) Los gastos de producción y beneficios de la actividad
empresarial de promoción, o los factores que correspondan en los supuestos de inexistencia de la
citada promoción; d) Las circunstancias y valores del mercado, y e) Cualquier otro factor relevante
que reglamentariamente se determine.
Los procedimientos de valoración colectiva tienen distinto alcance en función del tipo de
modificación de la ponencia de valores que necesiten. Así tendrán: a) carácter general, cuando
requiera la aprobación de una ponencia de valores total; b) parcial, cuando requiera la aprobación de
una ponencia de valores parcial, y c) simplificado cuando no requieran la aprobación de ponencia
alguna – modificación del planeamiento que varíe el aprovechamiento urbanístico, el suelo de los
bienes inmuebles o determine cambios de naturaleza del suelo por incluirlo en ámbitos delimitados–.
Las Leyes de Presupuestos Generales del Estado podrán actualizar los valores catastrales por
aplicación de coeficientes, que podrán ser diferentes para cada clase de inmuebles. También podrán
fijar adicionalmente otros coeficientes de actualización por grupos de municipios, que se determinarán
en función de su dinámica inmobiliaria y se aplicarán sobre los valores catastrales actualizados a
partir de los primeros.
Asimismo, las Leyes de Presupuestos Generales podrán actualizar los valores catastrales de los
inmuebles urbanos de un mismo municipio por aplicación de coeficientes en función del año de
entrada en vigor de la correspondiente ponencia de valores del municipio.
Esta posibilidad, que podrán solicitar los Ayuntamientos, se condiciona a la concurrencia de los
siguientes requisitos, previstos en el art. 32. 2 TRLCI:
a) Que hayan transcurrido al menos cinco años desde la entrada en vigor de los valores catastrales
derivados del anterior procedimiento de valoración colectiva de carácter general. Es decir, la
aplicación de coeficientes de actualización para el año 2019 requiere que el año de entrada en vigor de
la ponencia de valores de carácter general sea anterior a 2014.
b) Que se pongan de manifiesto diferencias sustanciales entre los valores de mercado y los que
sirvieron de base para la determinación de los valores catastrales vigentes, siempre que afecten de
modo homogéneo al conjunto de usos, polígonos, áreas o zonas existentes en el municipio.
c) Que la solicitud se comunique a la Dirección General del Catastro antes del 31 de mayo.
2. BASE LIQUIDABLE
La base liquidable es el resultado de practicar en la base imponible las reducciones que legalmente
se establezcan.
Podrán disfrutar de la reducción de la base imponible los bienes inmuebles que estén en alguna de
las dos siguientes situaciones:
2.ª Inmuebles situados en municipios para los que se hubiera aprobado una ponencia de valores
que haya dado lugar a la reducción anterior y cuyo valor catastral se altere, antes de finalizar el plazo
de reducción, por procedimientos de valoración colectiva o por procedimientos de inscripción
mediante declaraciones, comunicaciones, solicitudes, subsanación de discrepancias e inspección
catastral.
3. CUOTA
El legislador –art. 71 TRLey– ha distinguido entre cuota íntegra, que será el resultado de aplicar a
la base liquidable el tipo de gravamen, y cuota líquida, que se obtiene al minorar la íntegra en el
importe de las bonificaciones previstas legalmente.
4. TIPOS DE GRAVAMEN
A la base imponible o, en su caso, a la base liquidable se le aplica el tipo de gravamen para obtener
así la cuota íntegra.
El legislador –art. 72 TRLey– establece con carácter supletorio unos tipos de gravamen mínimos,
cuya aplicación depende de la naturaleza de los bienes: el 0,4 por 100 para inmuebles de naturaleza
urbana y el 0,3 por 100 para los de naturaleza rústica.
El carácter supletorio implica que sólo se aplicarán si el Ayuntamiento no ha fijado un tipo más
elevado.
La misma normativa también fija los tipos que, como máximo, pueden establecer los Municipios
por medio de Ordenanza, atendiendo a idéntica naturaleza: el 1,10 por 100 para los inmuebles urbanos
y el 0,90 por 100, para los rústicos.
El tipo de gravamen aplicable a los bienes inmuebles de características especiales, que tendrá
carácter supletorio, será del 0,6 por 100, ya que el TRLey permite a los Ayuntamientos establecer para
cada grupo de los existentes en el municipio, un tipo diferenciado que, en ningún caso, será inferior al
0,4 por 100 ni superior al 1,3 por 100.
Además, dentro de los límites legales, los Ayuntamientos podrán establecer, para los bienes
inmuebles urbanos, excluidos los de uso residencial, tipos diferenciados atendiendo a los usos
establecidos en la normativa catastral para la valoración de las construcciones. Cuando los inmuebles
tengan atribuidos varios usos, se aplicará el tipo correspondiente al uso de la edificación o
dependencia principal. Dichos tipos sólo podrán aplicarse, como máximo, al 10% de los bienes
inmuebles urbanos del término municipal que, para cada uso, tenga mayor valor catastral, a cuyo
efecto la Ordenanza fiscal del impuesto señalará el correspondiente umbral de valor para todos o cada
uno de los usos, a partir del cual serán de aplicación los tipos incrementados.
Los Ayuntamientos podrán establecer y exigir un recargo de hasta el 50% de la cuota líquida del
impuesto a los inmuebles de uso residencial, que se encuentren desocupados con carácter permanente.
El recargo, que se exigirá a los sujetos pasivos de este tributo, se devengará el 31 de diciembre y se
liquidará anualmente por los Ayuntamientos, una vez constatada la desocupación del inmueble en tal
fecha, juntamente con el acto administrativo por el que esta se declare.
A estos efectos tendrá la consideración de inmueble desocupado con carácter permanente aquel
que permanezca desocupado de acuerdo con lo que se establezca en la correspondiente normativa
sectorial de vivienda, autonómica o estatal, con rango de Ley, y conforme a los requisitos, medios de
prueba y procedimiento que establezca la ordenanza fiscal. En todo caso, la declaración municipal
como inmueble desocupado con carácter permanente exigirá la previa audiencia del sujeto pasivo y la
acreditación por el Ayuntamiento de los indicios de desocupación, a regular en dicha ordenanza,
dentro de los cuales podrán figurar los relativos a los datos del padrón municipal, así como los
consumos de servicios de suministro.
Los Ayuntamientos respectivos podrán incrementar los tipos fijados con los puntos porcentuales
que para cada caso se indican, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes. En el supuesto
de que sean varias, se podrá optar por hacer uso del incremento previsto para una sola, algunas o todas
ellas:
Por último, en los municipios en los que entren en vigor nuevos valores catastrales de inmuebles
rústicos y urbanos, resultantes de procedimientos de valoración colectiva de carácter general, los
Ayuntamientos, para amortiguar el impacto de los nuevos valores, podrán establecer, durante un
período máximo de seis años, tipos de gravamen reducidos, que no podrán ser inferiores al 0,1% para
los bienes inmuebles urbanos ni al 0,075%, tratándose de inmuebles rústicos.
Los Ayuntamientos que acuerden nuevos tipos de gravamen, por estar incurso el municipio
respectivo en procedimientos de valoración colectiva de carácter general, deberán aprobar dichos
tipos provisionalmente con anterioridad al inicio de las notificaciones individualizadas de los nuevos
valores y, en todo caso, antes del 1 de julio del año inmediatamente anterior a aquel en que deban
surtir efecto. De este acuerdo se dará traslado a la Dirección General del Catastro dentro de dicho
plazo.
5. BONIFICACIONES
A efectos de determinar la cuota líquida del Impuesto, además de la bonificación general para
todos los inmuebles gravados, radicados en Ceuta y Melilla –del 50 por 100 del impuesto, según el
art. 159 TRLey –, el legislador establece varias bonificaciones específicas. Unas, obligatorias, que se
aplicarán en todo caso por los Ayuntamientos –sin perjuicio de que la mayoría de ellas son de carácter
rogado y, por tanto, debe solicitarlas el interesado–. Otras, potestativas, que podrán aprobar las
Ordenanzas municipales si así lo decide el Ayuntamiento respectivo.
– Bonificación entre el 50 y el 90 por 100 de la cuota íntegra correspondiente a los inmuebles que
constituyan el objeto de la actividad de las empresas de urbanización, construcción y promoción
inmobiliaria, siempre que no formen parte de su inmovilizado.
– Bonificación del 50 por 100 de la cuota íntegra, durante los tres períodos impositivos siguientes
al del otorgamiento de la calificación definitiva, para las viviendas de protección oficial y las que
resulten equiparables a éstas conforme a la normativa de la respectiva Comunidad Autónoma.
Dicha bonificación se concederá a petición del interesado, quien podrá efectuarla en cualquier
momento anterior a la terminación de los tres períodos impositivos de duración de la misma y surtirá
efectos, en su caso, desde el período impositivo siguiente a aquel en que se solicite.
Los Ayuntamientos podrán establecer, potestativamente, una bonificación de hasta el 50 por 100
en la cuota íntegra del impuesto, aplicable a los citados inmuebles una vez transcurrido el plazo
previsto en el párrafo anterior. La ordenanza fiscal determinará la duración y la cuantía anual de esta
bonificación.
– Bonificación del 95 por 100 de la cuota correspondiente a inmuebles de naturaleza rústica para
las Cooperativas Agrarias y de Explotación Comunitaria de la Tierra.
Las ordenanzas fiscales especificarán los aspectos sustantivos y formales de las bonificaciones
indicadas, así como las condiciones de compatibilidad con otros beneficios fiscales.
Con carácter potestativo –art. 74 TRLHL–, los Ayuntamientos podrán establecer las siguientes
bonificaciones:
- Bonificación de hasta el 90 por 100 de la cuota íntegra del impuesto, para inmuebles urbanos
ubicados en áreas o zonas del municipio que, conforme a la legislación y planeamiento urbanísticos,
correspondan a asentamientos de población singularizados por su vinculación o preeminencia de
actividades primarias de carácter agrícola, ganadera, forestal, pesquera o análogas y dispongan de un
nivel de servicios de competencia municipal, infraestructuras o equipamientos colectivos inferior al
existente en áreas o zonas consolidadas del mismo, siempre que sus características económicas
aconsejen una especial protección.
Las características peculiares y ámbito de los núcleos de población, áreas o zonas, así como las
tipologías de las construcciones y usos del suelo necesarios para la aplicación de esta bonificación y
su duración, cuantía anual y demás aspectos sustantivos y formales se especificarán en la Ordenanza
fiscal.
- Los ayuntamientos podrán acordar, para cada ejercicio, la aplicación de una bonificación en la
cuota íntegra del impuesto equivalente a la diferencia positiva entre la cuota íntegra del ejercicio y la
cuota líquida del ejercicio anterior, multiplicada esta última por el coeficiente de incremento máximo
anual de la cuota líquida que establezca la Ordenanza fiscal para cada uno de los tramos de valor
catastral y, en su caso, para cada una de las diversas clases de cultivos o aprovechamientos o de
modalidades de uso de las construcciones que en aquella se fijen y en que se sitúen los diferentes
bienes inmuebles del municipio.
Dicha bonificación, cuya duración máxima no podrá exceder de tres períodos impositivos, tendrá
efectividad a partir de la entrada en vigor de nuevos valores catastrales de bienes inmuebles de una
misma clase, resultantes de un procedimiento de valoración colectiva de carácter general de ámbito
municipal.
La Ordenanza fijará las condiciones de compatibilidad de esta bonificación con las demás que
beneficien a los mismos inmuebles. Ahora bien, en el supuesto de que la aplicación de otra
bonificación concluya en el período inmediatamente anterior a aquel en que haya de aplicarse sobre
ese mismo inmueble la presente bonificación, la cuota sobre la que se aplicará, en su caso, el
coeficiente de incremento máximo anual será la cuota íntegra del ejercicio anterior.
- Bonificación de hasta el 95 por ciento de la cuota íntegra del impuesto a favor de los bienes
inmuebles excluidos de la exención a que se refiere el último párrafo de la letra b) del apartado 2 del
TRLey.
- Bonificación de hasta el 95 por ciento de la cuota íntegra del impuesto a favor de inmuebles en
los que se desarrollen actividades económicas que sean declaradas de especial interés o utilidad
municipal por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico artísticas o de fomento del
empleo que justifiquen tal declaración.
- Bonificación de hasta el 90% de la cuota íntegra del impuesto para cada grupo de inmuebles de
características especiales. La ordenanza deberá especificar la duración, cuantía anual y demás
aspectos sustantivos y formales relativos a esta bonificación.
- Bonificación de hasta el 90% de la cuota íntegra del impuesto a favor de aquellos sujetos pasivos
que ostenten la condición de titulares de familia numerosa. La Ordenanza deberá especificar la clase y
características de los bienes inmuebles a que afecte, duración, cuantía anual y demás aspectos
sustantivos y formales de esta bonificación, así como las condiciones de compatibilidad con otros
beneficios fiscales.
- Las ordenanzas fiscales podrán regular una bonificación de hasta el 50% de la cuota íntegra del
impuesto para los bienes inmuebles en los que se hayan instalado sistemas para el aprovechamiento
térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol. La aplicación de esta bonificación estará
condicionada a que las instalaciones para producción de calor incluyan colectores que dispongan de la
correspondiente homologación por la Administración competente. Los demás aspectos sustantivos y
formales de esta bonificación se especificarán en la ordenanza fiscal.
- Por último, también podrán establecer los Ayuntamientos, mediante ordenanza fiscal, una
bonificación de hasta el 95 por ciento en la cuota íntegra del impuesto para los bienes inmuebles de
uso residencial destinados a alquiler de vivienda con renta limitada por una norma jurídica.
El período impositivo coincide con el año natural, devengándose el impuesto al inicio del período
–art. 75 TRLey–. Las circunstancias que afectan a la cuantificación del impuesto, incluso las
variaciones de orden físico, económico o jurídico que se produzcan sobre los bienes gravados,
retrasan sus efectos hasta el próximo período impositivo y devengo. Por mucho que varíen, el
legislador considera que las circunstancias que determinan la cuantía del impuesto se mantienen
durante todo el período impositivo, aunque no sea así, sin atender a su variación hasta el próximo
devengo.
Esto mismo se establece en el TRLey –art. 75.3– al ordenar que los hechos, actos y negocios que
deben ser objeto de declaración o comunicación ante el Catastro Inmobiliario tendrán efectividad en
el devengo de este impuesto inmediatamente posterior al momento en que se produzcan efectos
catastrales. La efectividad de las inscripciones catastrales resultantes de los procedimientos de
valoración colectiva y de determinación del valor catastral de los bienes inmuebles de características
especiales coincidirá con la prevista en las normas reguladoras del Catastro Inmobiliario.
7. GESTIÓN
La gestión está compartida entre el Estado, que asume la competencia exclusiva sobre la gestión
catastral por medio de la Dirección General del Catastro, y la gestión tributaria, que corresponde a los
Ayuntamientos.
Una vez fijados los valores catastrales, el Ayuntamiento gestiona el impuesto a partir del Padrón
Catastral y de los demás documentos expresivos de sus variaciones elaborados al efecto por la
Dirección General del Catastro. El Padrón, que constituye el elemento de engarce de la gestión
catastral con la gestión tributaria del Impuesto, es confeccionado, anualmente, por los órganos
competentes de la Administración del Estado, para cada término municipal. Dicho Padrón contendrá
la información relativa a los bienes inmuebles, separadamente para los de cada clase y será remitido a
las entidades gestoras del impuesto antes del 1 de marzo de cada año. Los datos contenidos en el
Padrón Catastral y en los demás documentos citados deberán figurar en las listas cobratorias,
documentos de ingreso y justificantes de pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Dichas listas
incorporan los datos del Padrón y los tributarios y deberán ponerse en conocimiento de los ciudadanos
para que dispongan de la información precisa sobre todos los aspectos del tributo.
La liquidación y recaudación, así como la revisión de los actos dictados en fase de gestión
tributaria de este impuesto, serán competencia exclusiva de los Ayuntamientos y comprenderán las
funciones de reconocimiento y denegación de exenciones y bonificaciones, realización de las
liquidaciones conducentes a la determinación de las deudas tributarias, emisión de los documentos de
cobro, resolución de los expedientes de devolución de ingresos indebidos, resolución de los recursos
que se interpongan contra dichos actos y actuaciones para la asistencia e información al contribuyente
referidas a estas materias.
No será necesaria la notificación individual de las liquidaciones tributarias en los supuestos en que
se hayan practicado previamente las notificaciones del valor catastral y base liquidable previstas en
los procedimientos de valoración colectiva. De esta forma, una vez transcurrido el plazo de
impugnación previsto en las citadas notificaciones sin que se hayan utilizado los recursos pertinentes,
se entenderán consentidas y firmes las bases imponible y liquidable notificadas, sin que puedan ser
objeto de nueva impugnación al procederse a la exacción anual del impuesto.
Los Ayuntamientos podrán agrupar en un único documento de cobro todas las cuotas de este
impuesto relativas a un mismo sujeto pasivo cuando se trate de bienes rústicos sitos en un mismo
municipio.
La única obligación de los sujetos pasivos relacionada con la gestión consiste en presentar
declaraciones por las que se manifiesta o reconoce ante el Catastro Inmobiliario que se han producido
las circunstancias determinantes de un alta, baja o modificación de la descripción catastral de los
inmuebles. Dichas declaraciones se formalizarán en las condiciones, plazos y modelos que establezca
el Ministerio de Hacienda.
Por último, se establecen medidas de garantía como la prevista en el artículo 65, según la cual en el
caso de cambio de titularidad los bienes inmuebles quedarán afectos al pago de la totalidad de las
deudas y recargos pendientes. A estos efectos, los notarios solicitarán información y advertirán a los
comparecientes sobre las deudas pendientes por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles asociadas al
inmueble que se transmite.
1. NATURALEZA
El IAE es un impuesto directo, real y objetivo, que grava el ejercicio de una actividad económica
en el territorio de un municipio. Es un impuesto directo, real, objetivo y periódico, que tiene una doble
función:
Es real en la medida en que no tiene en cuenta el sujeto para configurar el objeto de gravamen,
representando la titularidad un papel secundario, y no se aviene con las características del sujeto
pasivo para cuantificar el gravamen.
El IAE es un impuesto de exacción obligatoria (art. 59.1 TRLey), sin que su exacción haya de estar
expresamente desarrollada por una Ordenanza municipal. Sin embargo, si el Ayuntamiento, en
ejercicio de su autonomía, decide ejercer las facultades de configuración atribuidas por el TRLey,
deberá aprobar la correspondiente Ordenanza Fiscal del IAE –arts. 15 al 19 TRLey–, con un
determinado contenido mínimo.
2. ÁMBITO ESPACIAL
La determinación del lugar concreto del territorio nacional en que se realiza una actividad gravada
resulta relevante, a efectos de la exacción y percepción de los tres tipos de cuotas del impuesto.
La exacción de las cuotas municipales corresponde a los Ayuntamientos, que harán suyo el
importe de las mismas. La exacción de las cuotas provinciales y nacionales se realizará por la Agencia
Estatal de Administración Tributaria, que procederá a su distribución entre Ayuntamientos y
Diputaciones de la provincia respectiva –cuotas provinciales– o entre los Ayuntamientos y
Diputaciones de territorio común –cuotas nacionales–, conforme a lo dispuesto en la Regla 17.ª de la
Instrucción (RD 1175/1990).
La Regla 5.ª de la Instrucción –RD Leg. 1175/1990– regula el lugar de realización de la actividad
gravada, para cada una de las actividades.
El concepto de local también es relevante en la definición del punto de conexión. De ahí que el
legislador se haya preocupado de definir lo que ha de entenderse como local –Regla 6.ª de la
Instrucción– y de regular qué actividades se entenderán ejercidas en local determinado y cuáles no –
Regla 5.ª de la Instrucción del IA–.
La Regla 10.ª.2 establece que, en caso de ejercerse varias actividades en un mismo local, se
satisfarán cuotas independientes por cada una de ellas.
La Regla 14.ª de la Instrucción diferencia entre locales directamente afectos a la actividad (en los
que se desarrolla la actividad propiamente dicha) y los indirectamente afectos (en los que se
desarrollan actividades auxiliares o secundarias respecto de la principal, tales como oficinas,
almacenes, depósitos o centros de cálculo), sometiendo estos últimos, en caso de tributación por
cuotas municipales, a una cuota mínima municipal.
3. HECHO IMPONIBLE
El hecho imponible está representado por el mero ejercicio en territorio nacional de actividades
empresariales, profesionales o artísticas, se ejerzan o no en local determinado y se hallen o no
especificadas en las Tarifas del impuesto –art. 78 TRLey–.
- Sección 3.ª. No obstante, cuando las actividades profesionales sean ejercidas por personas
jurídicas o entidades sin personalidad jurídica, se incluirán entre las actividades empresariales.
La interpretación de lo que ha de entenderse por ejercicio de una actividad económica, suscita dos
tipos de consideraciones.:
- La primera de ellas es si el mero ejercicio exige o no, como notas configuradoras del hecho
imponible, la habitualidad y la obtención de un beneficio efectivo. Caracteres que van íntimamente
unidos. Si el impuesto grava el ejercicio de una actividad, debería exigir la repetición de actos, la
habitualidad en definitiva, que diferencia a aquélla del mero acto aislado y puntual. Sin embargo, la
El art. 79.1 TRLey define como actividad empresarial, profesional o artística, cualquier actividad
que «suponga la ordenación por cuenta propia de medios de producción y de recursos humanos o de
uno de ambos, con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios».
Aunque el apartado segundo de dicho precepto legal señale que «el contenido de las actividades
gravadas se definirá en las Tarifas del Impuesto», ello no significa que las actividades no incluidas en
dichas Tarifas no sean objeto de gravamen.
No concurriendo las notas de dicho art. 79.1 TRLey, no procede la sujeción al IAE, como ha
entendido, en relación con los Fondos de Pensiones, la STSJ de Madrid de 15 abril 1998, por
constituir estos patrimonios separados e independientes de las entidades gestoras de los mismos.
Existirán casos en que una actividad sujeta al IAE no se encuentre contemplada individualmente
en las Tarifas, supuesto que éstas remedian a través de sus epígrafes residuales «n.c.o.p.» (no
clasificadas en otras partes), incluidos en las diversas agrupaciones, grupos, subgrupos de esas
Tarifas, que facilitan la ubicación, por exclusión, de las actividades económicas no contempladas
específicamente en aquéllas. Subsidiariamente, de no existir en la agrupación, grupo o subgrupo que
incluya un epígrafe «n.c.o.p.» el contribuyente deberá darse de alta en el epígrafe que más se asemeje
a la actividad que efectivamente ejerza.
1.º La enajenación de bienes integrados en el activo fijo de las empresas que hubieran figurado
debidamente inventariados como tal inmovilizado con más de dos años de antelación a la fecha de
transmitirse, y la venta de bienes de uso particular y privado del vendedor, siempre que los hubiese
utilizado durante igual período de tiempo.
2.º La venta de los productos que se reciben en pago de trabajos personales o servicios
profesionales.
3.º La exposición de artículos con el fin exclusivo de decoración o adorno del establecimiento; por
el contrario, se halla sujeta al IAE la exposición de artículos para regalo a los clientes.
4.º Cuando se trate de venta al por menor, la realización de un solo acto u operación aislada.
4. EXENCIONES
Se enumeran en el art. 82 TRLey y tienen como común denominador su carácter subjetivo. Así
estarán exentos del Impuesto:
1.º Estado, Comunidades Autónomas, Entidades Locales, organismos autónomos del Estado y
«entidades de Derecho Público de análogo carácter» de las Comunidades Autónomas y de las
Entidades Locales –art. 82.1.a) TRLey–.
Debe considerarse en este punto la adaptación de la estructura del sector público local a la del
sector público estatal, llevada a cabo por la Ley 57/2003, de Medidas para la Modernización del
Gobierno Local (arts. 85 bis y ss. LBRL. Estas entidades exentas no estarán obligadas a presentar
declaración de alta en la Matrícula del IAE.
2.º Las Entidades Gestoras de la Seguridad Social y Mutualidades de Previsión Social, organismos
públicos de investigación y establecimientos de enseñanza, asociaciones y fundaciones de
disminuidos físicos, psíquicos y sensoriales, Cruz Roja Española y sujetos pasivos a los que resulte de
aplicación la exención en virtud de Tratados o Convenios Internacionales –art. 82.1.d), e), f), g) y h)–.
Algunas de ellas tienen carácter rogado –letras e) y f)–, debiendo ser solicitadas por los
contribuyentes.
Los sujetos pasivos que gocen de cualquiera de las exenciones previstas d), g) o h) del art. 82.1
TRLey no estarán obligados a presentar declaración de alta en la Matrícula del IAE.
3.º Se beneficiarán de la exención los sujetos pasivos que inicien el ejercicio de la actividad en
territorio español y alcanza a los dos primeros períodos impositivos del impuesto en que se desarrolle
dicha actividad. Afecta tanto a las actividades empresariales como a las profesionales y es obligatoria
para todos los Ayuntamientos. Desde 2004, la exención no tiene carácter rogado.
4.º La exención de mayor difusión es la que beneficia a todas las personas físicas, así como a los
sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades, sociedades civiles y entidades del art. 34.5LGT, cuyo
importe neto de su cifra de negocio sea inferior a un millón de euros –art. 82.1.c) TRLey–.
a) Establecimiento por el Ministro de Hacienda de los supuestos en que para gozar de la exención
se requiere la presentación de comunicación, el contenido, forma y plazos de presentación de dicha
comunicación y los supuestos en que su presentación deberá realizarse por vía telemática. No
obstante, la expresada comunicación no resultará exigible tratándose de contribuyentes por el IRPF.
b) Los sujetos pasivos a los que no resulte de aplicación la citada exención deberán comunicar a la
Agencia Estatal de Administración Tributaria el importe neto de su cifra de negocios. Asimismo, los
sujetos pasivos deberán comunicar las variaciones que se produzcan en esa magnitud (importe neto de
su cifra de negocios), cuando tal variación suponga la modificación de la aplicación o no de la
exención, o una modificación en el tramo a considerar del coeficiente de ponderación previsto en el
art. 86 TRLey. Difiriéndose al Ministro de Hacienda la determinación de los supuestos, contenido,
plazo y forma de presentación de dichas comunicaciones y casos en que habrán de presentarse
telemáticamente (art. 91.2.3.º TRLey).
5.º Otras exenciones establecidas en normas sectoriales. De entre ellas, y a título de ejemplo,
podemos citar las reconocidas a favor de determinadas Cooperativas [Ley 20/1990, de 19 diciembre]
o entidades sin ánimo de lucro (Ley 49/2002, de 23 diciembre), y, en relación con «acontecimientos
de excepcional interés público», definidos en el art. 27 de dicha Ley 49/2003, los reconocidos en la
Ley 62/2003, de 30 diciembre a favor de los XV Juegos del Mediterráneo Almería 2005, IV
Centenario del Quijote o Copa América 2007.
El legislador establece –art. 89 TRLey– que el período impositivo coincidirá con el año natural,
devengándose el impuesto el 1 de enero del año. Establece dos supuestos en que el período impositivo
tendrá un duración inferior al año: inicio y cese en días distintos de 1 de enero y 31 de diciembre,
respectivamente.
En caso de cese de la actividad, el período impositivo finaliza el día en que se produzca el citado
cese.
Sin embargo, tratándose de espectáculos públicos (art. 89.3 TRLey), cuando las cuotas estén
establecidas por actuaciones aisladas (Grupo 965 de la Sección 1.ª de las Tarifas del IAE), el devengo
se produce por la realización de cada una de ellas, debiéndose presentar las correspondientes
declaraciones en la forma que se establezca reglamentariamente.
Aspecto temporal y gestión del impuesto se encuentran íntimamente vinculados, dado que las
altas, bajas y variaciones en el ejercicio de la actividad deben acreditarse mediante las
correspondientes declaraciones a presentar por el sujeto pasivo –art. 9 TRLey–. Sin embargo, el
cumplimiento o incumplimiento de dichos deberes formales no constituye una presunción iuris et de
iure de ejercicio –o ausencia de ejercicio– de la actividad, puesto que puede probarse «por cualquier
medio admisible en Derecho» –art. 80 TRLey–.
De tal manera que, habiéndose acreditado por el interesado que el cese efectivo en la actividad se
produjo en ejercicio anterior a la presentación de la declaración de baja, procede la devolución de lo
indebidamente ingresado por el ejercicio tributario en que no se ejercía ya dicha actividad (STSJ de
Madrid de 26 febrero 1998); aunque, también la Administración, a falta de prueba del sujeto pasivo,
puede presumir que se ejercía la actividad mediante otros medios indiciarios de prueba –como es el
alta en Seguridad Social– antes de presentar la declaración de alta en el IAE (STSJ de Galicia de 15
mayo 1996).
6. SUJETOS PASIVOS
Son sujetos pasivos del impuesto las personas físicas, las personas jurídicas y las entidades sin
personalidad a que se refiere el art. 35.4LGT, que ejerzan la actividad económica sujeta a gravamen –
art. 83 TRLey–, con independencia de quién sea el titular o propietario del local en que aquélla se
desarrolle.
La cuantificación de la deuda tributaria es distinta dependiendo del tipo de cuota de que se trate,
debiendo distinguirse entre cuotas municipales, cuotas provinciales y nacionales.
La determinación del importe devengado por cuotas municipales se realiza a través de un complejo
mecanismo liquidatorio. Este resultado resulta de agregar dos componentes: a) la cuota municipal que
corresponde al Ayuntamiento titular del impuesto; y b) El recargo provincial a percibir sobre la cuota
municipal por la correspondiente Diputación Provincial –art. 134 TRLey–.
El recargo provincial del art. 134 TRLey se aplicará sobre la cuota de tarifa, rectificada por el
coeficiente de ponderación del art. 85 TRLey, sin incluir en la base de determinación de dicho recargo
provincial el coeficiente de situación del art. 86 TRLey.
A) La cuota de tarifa.
a) Cuota de licencia.
Las tarifas del Impuesto fijan, para cada actividad, una determinada cuota de licencia, que puede
ser:
b) Cuota de radicación.
1.ª Delimitación de la superficie total del local (incluidas todas sus plantas) expresada en metros
cuadrados.
3.ª Aplicación sobre la «superficie rectificada» de una reducción a tanto alzado del 5 por 100, a fin
de hallar la superficie computable.
Debe destacarse que la parte de superficie destinada a guardería o cuidado de los hijos del personal
o clientes del sujeto pasivo y a actividades socioculturales del personal no sólo no será computable
sino que se deducirá de la superficie correspondiente a los elementos afectos a la actividad. Esta
deducción no podrá superar el 10 por 100 de la superficie computable [disp. adic. 4.ª.f) de la Ley
51/2002].
5.ª) Por último, sobre la cantidad obtenida por la aplicación de los referidos cuadros, se aplicará
por último el coeficiente corrector previsto en la Regla 14.ª.1, F) de la Instrucción del Impuesto. De
dicha operación resulta el importe definitivo de la cuota de radicación. El citado coeficiente varía en
función de la naturaleza de la actividad desarrollada y del importe al que asciende la cuota de licencia.
B) El coeficiente de ponderación.
A efectos de la aplicación de este coeficiente, el importe neto de la cifra de negocios del sujeto
pasivo será el correspondiente al conjunto de actividades económicas ejercidas por el mismo.
El coeficiente de situación sólo será de aplicación en aquellos casos en que la actividad se ejerza
con el concurso de un local, ponderándose de esta manera la situación física del citado local en cada
término municipal, atendiendo a la categoría de la calle en que radique.
En cualquier caso, por imperativo legal, dicho coeficiente no podrá ser inferior a 0,4 ni superior a
3,8, y el número de categorías de calles que debe establecer cada municipio no podrá ser inferior a 2
ni superior a 9.
En los municipios en los que no sea posible distinguir más de una categoría de calle, no se podrá
establecer el coeficiente de situación. La diferencia del valor del coeficiente atribuido a una calle con
respecto al atribuido a la categoría superior o inferior no podrá ser menor de 0,10.
Sobre las cuotas municipales se han regulado un conjunto de bonificaciones, en unos casos de
aplicación obligatoria y, en otros, únicamente aplicables cuando el Ayuntamiento lo establezca
expresamente. Estos beneficios fiscales están previstos en la normativa del Impuesto y en otras Leyes
sectoriales. Las bonificaciones previstas en el art. 88 TRLey son las siguientes:
a) bonificaciones obligatorias:
- Las cooperativas, así como las uniones, federaciones y confederaciones de las mismas y las
sociedades agrarias de transformación tendrán una bonificación del 95 por 100 de la cuota.
- Quienes inicien el ejercicio de cualquier actividad profesional, durante los cinco años de
actividad siguientes a la conclusión del segundo período impositivo de desarrollo de la misma tendrán
derecho a una bonificación del 50 por 100 de la cuota correspondiente. El período de aplicación de la
bonificación caducará transcurridos cinco años desde la finalización de la exención prevista para los
contribuyentes que inicien su actividad en España.
- Bonificación de hasta el 50 por 100 de la cuota correspondiente, para quienes inicien el ejercicio
de cualquier actividad empresarial y tributen por cuota municipal, durante los cinco años de actividad
siguientes a la conclusión del segundo período impositivo de desarrollo de la misma. La aplicación de
la bonificación requerirá que la actividad económica no se haya ejercido anteriormente bajo otra
titularidad. Se entenderá que la actividad se ha ejercido anteriormente bajo otra titularidad, entre otros,
en los supuestos de fusión, escisión o aportación de ramas de actividad.
- Bonificación por creación de empleo de hasta el 50 por 100 de la cuota correspondiente, para los
sujetos pasivos que tributen por cuota municipal y que hayan incrementado el promedio de su plantilla
de trabajadores con contrato indefinido durante el período impositivo inmediato anterior al de la
aplicación de la bonificación, en relación con el período anterior a aquél. La Ordenanza fiscal podrá
establecer diferentes porcentajes de bonificación, sin exceder el límite máximo fijado en el párrafo
anterior, en función de cuál sea el incremento medio de la plantilla de trabajadores con contrato
indefinido.
- Bonificación de hasta el 50 por 100 de la cuota correspondiente para los sujetos pasivos que
tributen por cuota municipal y que cumplan las siguientes condiciones: que utilicen o produzcan
energía a partir de instalaciones para el aprovechamiento de energías renovables o sistemas de
cogeneración; que realicen sus actividades industriales en locales o instalaciones alejadas de las zonas
más pobladas del término municipal; y que establezcan un plan de transporte para sus trabajadores
que tenga por objeto reducir el consumo de energía y las emisiones causadas por el desplazamiento al
lugar del puesto de trabajo y a fomentar el empleo de los medios de transporte más eficientes, como el
transporte colectivo o el compartido.
- Bonificación de hasta el 50 por 100 de la cuota correspondiente para los sujetos pasivos que
tributen por cuota municipal y tengan una renta o rendimiento neto de la actividad económica
negativos o inferiores a la cantidad que determine la Ordenanza fiscal, la cual podrá fijar diferentes
porcentajes de bonificación y límites en función de cuál sea la división, agrupación o grupo de las
tarifas del impuesto en que se clasifique la actividad económica realizada.
- Bonificación de hasta el 95 por ciento de la cuota correspondiente para los sujetos pasivos que
tributen por cuota municipal y que desarrollen actividades económicas que sean declaradas de
especial interés o utilidad municipal por concurrir circunstancias sociales, culturales, histórico
artísticas o de fomento del empleo que justifiquen tal declaración. Corresponderá dicha declaración al
Pleno de la Corporación y se acordará, previa solicitud del sujeto pasivo, por voto favorable de la
mayoría simple de sus miembros.
En todos esos casos, la ordenanza fiscal correspondiente especificará los restantes aspectos
sustantivos y formales de estas bonificaciones. Entre otras materias, la Ordenanza fiscal determinará
si todas o algunas de las citadas bonificaciones son o no aplicables simultáneamente.
E) El recargo provincial.
Finalmente, como ya vino la tributación por cuotas municipales supone la exigencia de la cuota
municipal así como, en su caso, la del denominado recargo provincial, constituyendo éste un recurso
de exacción potestativa establecido en favor de las Diputaciones Provinciales. Dicho recargo recae
sobre el importe al que asciendan las cuotas de tarifa, una vez modificada por el coeficiente de
ponderación y deberá consistir en un porcentaje único (esto es, igual para todo tipo de actividades)
que en ningún caso podrá superar el 40 por 100.
El método para la cuantificación de ambas cuotas es el mismo y las operaciones a realizar son las
siguientes, por el orden en que se exponen:
A) Cuota de tarifa.
En lo que concierne a su cálculo, debemos igualmente diferenciar entre cuota de licencia y cuota
de radicación:
1.º Cuota de licencia. –Su fijación no presenta particularidades respecto de lo examinado acerca de
la misma en relación con las cuotas municipales, por lo que nos remitimos íntegramente a lo ya dicho.
2.º Cuota de radicación. –Su determinación sí que presenta diferencias respecto de la regulación de
la misma prevista en relación con las cuotas municipales.
Así, en lo que hace referencia a la superficie total, ésta vendrá determinada por la suma de las
superficies totales de todos los locales directa o indirectamente afectos a la actividad, que se
encuentren situados en el territorio nacional –si se abona la cuota nacional– o en el territorio de la
provincia –si se abona la cuota provincial–. Una vez determinada la superficie total de todos los
locales afectos deberán calcularse las superficies rectificada y computable, procediéndose igual que
las cuotas municipales.
Superficie Euros
0 a 500 m2 2,34
2.ª Aplicación sobre la cuota de tarifa del coeficiente de ponderación y posterior aplicación de las
bonificaciones obligatorias.
Una vez calculada tanto la cuota de licencia como la cuota de superficie en los términos
examinados se sumarán ambas para aplicar el correspondiente coeficiente de ponderación.
El resultado será la cuota provincial o nacional, sin que pueda aplicarse –a diferencia de lo que
sucede en las cuotas municipales–, el coeficiente de situación ni el recargo provincial.
Asimismo, en cuanto a las bonificaciones, sólo resultan aplicables las de carácter obligatorio.
Esta distinción se proyecta también en el régimen de reclamaciones y recursos, que varía según la
naturaleza del acto de gestión.
Los sujetos pasivos están obligados a presentar declaraciones de tres tipos: alta, variación o baja.
a) Declaraciones de alta
Deberán presentarse en el plazo de los diez días inmediatamente anteriores al del inicio de la
actividad e incluirán todos los datos necesarios para la calificación de la actividad, la determinación
del grupo o epígrafe y la cuantificación de la cuota. A continuación se practicará por la
Administración competente la liquidación correspondiente, la cual se notificará al sujeto pasivo, quien
deberá efectuar el ingreso que proceda.
b) Declaraciones de variación
c) Declaraciones de baja
Deberán presentarse en el plazo de un mes a contar desde la fecha en que se produjo dicho cese.
Tanto este último tipo de declaraciones como las de variación surtirán sus efectos en la matrícula
correspondiente al ejercicio siguiente al que se produjeron.
Con todos los datos declarados por los contribuyentes hasta el día 31 de diciembre –hasta el 30 de
enero si se trata de declaraciones de variación o baja, que se refieran a hechos anteriores al 1 de
enero– y los obtenidos por los órganos de la Administración mediante comprobación, se formará la
matrícula del Impuesto, que deberá exponerse al público desde el día 1 al 15 de abril.
En todo caso, de acuerdo con la naturaleza de acto administrativo que tiene la matrícula, se pueden
interponer contra él los oportunos recursos administrativos.
La gestión tributaria se llevará a cabo a partir de la Matrícula del impuesto, incluyendo las
funciones de liquidación, inspección y recaudación.
Contra los actos de gestión se interpondrán los recursos y reclamaciones que resulten de
aplicación, según su naturaleza.
a. Gestión censal
Pueden darse dos situaciones, en función de que el acto se dicte por el Estado o por el
Ayuntamiento.
- En caso de que ese mismo acto hubiera sido dictado por un Ayuntamiento, deberá interponerse
con carácter preceptivo recurso de reposición ante el Ayuntamiento que dictó el acto y contra la
resolución del mismo habrá de interponerse la correspondiente reclamación económico-
administrativa.
b. Gestión tributaria
- Si el acto de liquidación dictado por la Administración Tributaria del Estado, podrá interponerse
la pertinente reclamación económico-administrativa previa interposición, si así se desea, de un recurso
de reposición potestativo ante el órgano que dictó el acto.
- En cambio, si el referido acto es dictado por un Ayuntamiento, deberá interponerse con carácter
preceptivo recurso de reposición ante el Ayuntamiento que dictó el acto y contra la resolución del
mismo deberá interponerse directamente el recurso contencioso-administrativo.
1. NATURALEZA Y FUENTES
El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica es un tributo directo, que grava la titularidad
de los vehículos de esta naturaleza, aptos para circular por las vías públicas, cualesquiera que sean su
clase y categoría. Sin que resulte posible, por tanto, la traslación jurídica de la cuota del Impuesto a
terceras personas.
Siendo tres las características que vienen explicitadas legalmente –Impuesto municipal, obligatorio
y directo–, hay otras que se deducir de su regulación. Así, se trata de un Impuesto real, pues recae
sobre los propios vehículos, prescindiendo de la referencia a un sujeto determinado.
Es un Impuesto objetivo porque grava la titularidad del vehículo, sin tomar en consideración las
circunstancias personales del sujeto titular del vehículo o incluso de si el vehículo circula
efectivamente o no.
Y es periódico, coincidiendo, como regla general, su período impositivo con el año natural salvo la
primera matriculación del vehículo, en la que el inicio del período es el mismo día de la adquisición.
En todo caso, el devengo se produce el primer día del período impositivo.
2. HECHO IMPONIBLE
El hecho imponible viene definido por dos circunstancias: la titularidad del vehículo de tracción
mecánica y su aptitud para circular por las vías públicas, independientemente de su clase y categoría.
Se considera apto para la circulación el vehículo que haya sido matriculado en los registros
públicos correspondientes, siempre que no haya causado baja en ellos. También se consideran aptos
los vehículos provistos de permisos temporales y matrícula turística.
Constituye el hecho imponible del IVTM la titularidad de vehículos de tracción mecánica aptos
para circular por las vías públicas. Se consideran vehículos aptos para la vía pública:
1. Los que hubiesen sido matriculados en los registros públicos correspondientes y mientras no
hayan causado baja en los mismos.
La delimitación del hecho imponible se completa con el establecimiento legal de unos supuestos
de no sujeción y otros de exención.
- Vehículos que, habiendo sido dados de baja en los registros correspondientes, por antigüedad
del modelo puedan ser autorizados para circular excepcionalmente con ocasión de exhibiciones,
certámenes o carreras limitadas a los de esta naturaleza
- Tampoco están sujetos los remolques y semirremolques arrastrados por vehículos cuya carga
útil no exceda de 750 kg.
- Los vehículos oficiales del Estado, Comunidades Autónomas y entidades locales adscritos a la
defensa nacional o a la seguridad ciudadana; Los vehículos diplomáticos o de Organizaciones
Internacionales, si cumplen ciertas condiciones previstas en la Ley, y aquellos vehículos previstos en
Tratados o Convenios Internacionales.
- Previa petición del sujeto, se pueden declarar exentos los siguientes vehículos agrícolas:
tractores, remolques, semirremolques y maquinaria que dispongan de Cartilla de Inspección Agrícola.
- También pueden resultar exentos, previa solicitud documentada, los vehículos de minusválidos –
con minusvalía igual o superior al 33 por 100, y para su uso exclusivo–, así como los vehículos para
personas de movilidad reducida –en los términos del Anexo II, letra A, del Reglamento General de
Vehículos, aprobado por RD 2822/1998, de 23 de diciembre–. En ambos casos, sólo podrán aplicarse
a un único vehículo simultáneamente por cada sujeto pasivo beneficiario.
Las deudas tributarias que pudieran corresponder a la empresa del «Grupo Telefónica» que tenga
la concesión del servicio de telecomunicaciones, por éste y otros tributos locales, se sustituyen por
una compensación proporcional al volumen de su facturación.
5. SUJETO ACTIVO
Será el Ayuntamiento del domicilio que conste en el permiso de circulación del vehículo.
6. SUJETOS PASIVOS
Son sujetos pasivos de este Impuesto, a título de contribuyentes, las personas físicas o jurídicas, así
como las entidades a que se refiere el artículo 35.4 de la LGT, a cuyo nombre conste el vehículo en el
permiso de circulación.
Resulta decisiva, por tanto, la titularidad administrativa del vehículo, esto es, quién consta como
titular en el permiso de circulación, independientemente de que coincida o no con el verdadero
propietario del vehículo. Por eso, la Ley impone la obligación de tramitar el cambio de titularidad ante
la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente.
El TRLHL fija unas tarifas mínimas, que, potestativamente, pueden ser incrementadas por los
Ayuntamientos, aplicando, sobre aquéllas, un coeficiente, que nunca podrá ser superior a dos.
Asimismo, los Ayuntamientos pueden establecer, con carácter potestativo, a través de sus
Ordenanzas, sobre la cuota del impuesto –incrementada o no por la aplicación del coeficiente
municipal–, una bonificación que puede alcanzar, como máximo, el 75 por 100 de la cuota, en función
de la clase de carburante que consuma el vehículo y de la incidencia de la combustión de ese
carburante en el medio ambiente, así como en función de las características de los motores y su
incidencia medioambiental.
También podrán establecer una bonificación aplicable a la cuota, que puede alcanzar el 100 por
100 de la cuota, para los vehículos históricos, o aquellos que tuvieran una antigüedad mínima de 25
años desde la fecha de fabricación, o, si ésta no se conociera, tomando como tal la de su primera
matriculación, o, en su defecto, la fecha en que el correspondiente tipo o variante se dejó de fabricar.
Asimismo, en Ceuta y Melilla se bonificará la cuota al 50 por 100.
Se prevé el prorrateo del pago de la cuota del impuesto, por trimestres naturales, cuando se trate de
la primera adquisición o la baja definitiva del vehículo. Y también se disminuirá proporcionalmente la
cuota del Impuesto, por trimestres naturales, en los supuestos de baja temporal por sustracción o robo,
desde que se produzca dicha baja temporal en el registro público correspondiente. La transmisión del
vehículo no supone ni alteración alguna del período impositivo, ni devengo anticipado del mismo, ni
genera el derecho a prorratear la cuota resultante. En estos casos, el sujeto pasivo, titular del vehículo
a 1 de enero, será quien se habrá tenido que hacer cargo del pago del Impuesto. El Ayuntamiento del
domicilio del adquirente solamente tendrá derecho al cobro del Impuesto a partir del siguiente
ejercicio al de la adquisición.
La Ley no fija ningún plazo para el pago del Impuesto. Será la correspondiente Ordenanza
Municipal la que deberá establecerlo, y, en su defecto, se aplicarán los plazos establecidos en el
Reglamento General de Recaudación.
Sin embargo, la Ley –al tratarse de uno de los supuestos de reserva de Ley, a que alude el art. 8.h)
de la LGT– sí que permite que los Ayuntamientos puedan exigir el Impuesto a través de
autoliquidaciones, previa aprobación de la correspondiente Ordenanza fiscal. Sin embargo, el sistema
habitual de gestión es el de los tributos de cobro periódico mediante notificación colectiva y emisión
del recibo. Para elaborar los correspondientes padrones, las Jefaturas Provinciales de Tráfico
comunicarán a los Ayuntamientos interesados tanto las matriculaciones como los demás cambios que
les afecten, por ejemplo, la baja definitiva del vehículo. Por otra parte, se establecen ciertas garantías
relacionadas con el cobro del Impuesto, que implicarían la paralización por las Oficinas de Tráfico de
los eventuales expedientes de matriculación, certificación de aptitud para circular, reforma o
transferencia de los vehículos.
Por último, el cobro del tributo se rodea de una serie de garantías tendentes a evitar su elusión,
condicionando el cambio de la titularidad registral de un vehículo a la debida justificación del pago
del mismo.
Se regula en los artículos 100 a 103 RDL 2/2004. Es un impuesto real, objetivo e instantáneo. Es
un impuesto de establecimiento optativo por los municipios.
1. NATURALEZA Y FUENTES
A pesar de que la Ley califica dicho tributo como indirecto, en puridad, no debe considerarse como
tal, puesto que la traslación de la carga tributaria, en este caso, se produce desde el sustituto (el
solicitante de la licencia, que generalmente será el constructor) al contribuyente (el dueño), no a un
tercero ajeno totalmente a la relación tributaria.
Además, y aunque no se haga referencia explícita en el TRLey, también son características de este
Impuesto, el ser real –porque en su hecho imponible no hay referencia a ninguna persona
determinada–, objetivo –al no tener en cuenta las circunstancias personales o familiares del sujeto–, y
de titularidad municipal, pero de exacción potestativa por el Ayuntamiento –en cuyo caso, deberá
acordar expresamente su imposición, y dictar, también, una Ordenanza Fiscal reguladora–. Las tareas
de gestión de este Impuesto corresponden al Ayuntamiento, aunque podrán establecerse fórmulas de
delegación y colaboración con otras Entidades territoriales.
2. HECHO IMPONIBLE
El hecho imponible de este Impuesto está constituido por la realización, dentro del territorio
municipal, de cualquier construcción, instalación u obra para la que se exija la obtención de la
correspondiente licencia de obras o urbanística o para la que se exija presentación de declaración
responsable o comunicación previa, siempre que la expedición de la licencia o la actividad de control
corresponda al ayuntamiento de la imposición. Se pretende gravar la capacidad económica que
exterioriza un sujeto por la realización de una obra, se haya obtenido licencia, o no.
En segundo lugar, se exige que sea necesaria la obtención de la correspondiente licencia y que su
expedición corresponda al Ayuntamiento de la imposición. O, en el caso de para tal licencia no sea
exigible, sino que se exija presentación de declaración responsable o comunicación previa, sea el
Ayuntamiento a quien corresponda el control de la misma.
Así pues, ¿qué construcciones, instalaciones u obras precisan de licencia? No cabe duda de que
«todo acto de edificación» requiere la previa licencia municipal. La Ley advierte que el tributo será
exigible aunque no se haya obtenido esa licencia, tratando de evitar la eventual no sujeción de obras
ilegales o sin licencia.
3. EXENCIONES
Son operaciones exentas, con carácter general, las construcciones, instalaciones u obras, tanto de
inversión como de conservación, de las que sean dueñas el Estado, la Comunidad Autónoma o las
Entidades Locales, siempre que se destinen directamente a carreteras, ferrocarriles, puertos,
aeropuertos, obras hidráulicas o saneamiento de poblaciones y de sus aguas residuales –aunque su
gestión la realicen Organismos Autónomos–.
También resultan exentas, a pesar de haber sido una cuestión polémica, las obras, construcciones e
instalaciones de la Iglesia Católica, en virtud del Concordato con la Santa Sede, tal y como ha
reconocido la Orden del Ministerio de Hacienda, de 5 de junio de 2001.
4. SUJETOS PASIVOS
Son sujetos pasivos, a título de contribuyente, las personas físicas o jurídicas y las entidades del
artículo 35.4 de la LGT que sean dueños de la construcción, instalación u obra, con independencia de
la titularidad del inmueble sobre el que recaen dichas actividades. A estos efectos y de acuerdo con la
Ley, tendrá la consideración de dueño quien soporte los gastos o el coste que comporte la realización
de la construcción, instalación u obra.
Por otra parte, en el supuesto de que la construcción, instalación u obra no sea realizada por el
contribuyente, será sustituto del contribuyente quien solicite las correspondientes licencias, presenten
las correspondientes declaraciones responsables o comunicaciones previas o quienes realicen las
construcciones, instalaciones u obras –generalmente el contratista–. El sustituto podrá exigir del
contribuyente el importe de la cuota tributaria satisfecha.
La cuota del Impuesto será el resultado de aplicar a la base imponible el tipo de gravamen.
La base imponible está constituida por el coste real y efectivo de la construcción, instalación u
obra, entendiéndose por tal, el coste de ejecución material de aquéllas.
No formará parte de la base imponible, el IVA y demás impuestos análogos propios de regímenes
especiales, las tasas, precios públicos y demás prestaciones patrimoniales de carácter público local
relacionadas con la construcción, instalación u obra. Tampoco se integrarán los honorarios de
profesionales, el beneficio empresarial del contratista ni cualquier otro concepto que no integre
estrictamente el coste de ejecución material.
A la base imponible se le aplicará el tipo de gravamen que cada Ayuntamiento haya establecido,
sin que pueda exceder del 4 por 100.
a) Una bonificación de hasta el 95 por 100 a favor de las construcciones, instalaciones u obras que
sean declaradas de especial interés o utilidad municipal por concurrir circunstancias sociales,
culturales, histórico–artísticas o de fomento del empleo que justifiquen tal declaración. Corresponderá
dicha declaración al Pleno de la Corporación, y se acordará, previa solicitud del sujeto pasivo, por
voto favorable de la mayoría simple de sus miembros.
b) Una bonificación de hasta el 95 por 100 a favor de las construcciones, instalaciones u obras en
las que se incorporen sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar para
autoconsumo. La aplicación de esta bonificación estará condicionada a que las instalaciones para
producción de calor incluyan colectores que dispongan de la correspondiente homologación de la
Administración competente.
c) Una bonificación de hasta el 50 por 100 a favor de las construcciones, instalaciones u obras
vinculadas a los planes de fomento de las inversiones privadas en infraestructuras.
d) Una bonificación de hasta el 50 por 100 a favor de las construcciones, instalaciones u obras
referentes a las viviendas de protección oficial.
e) Una bonificación de hasta el 90 por 100 a favor de las construcciones, instalaciones u obras que
favorezcan las condiciones de acceso y habitabilidad de los discapacitados.
Si concurre más de una bonificación, las que procedan se aplicarán de forma sucesiva sobre la
cuota resultante de practicar cada una de ellas. No obstante, la Ordenanza fiscal correspondiente podrá
determinar si todas o algunas de las citadas bonificaciones resultan de aplicación simultánea, o no.
Además, en la respectiva Ordenanza se contemplarán los restantes aspectos sustantivos y formales de
estas bonificaciones.
En Ceuta y Melilla la cuota de este impuesto se bonifica al 50 por 100 por imperativo legal.
La gestión corresponde íntegramente al Ayuntamiento titular del tributo, que podrá exigirlo en
régimen de autoliquidación.
Cuando el impuesto se exija según el esquema clásico de gestión, la Ley prevé que el
Ayuntamiento practique una liquidación provisional a cuenta, cuando se inicie la construcción,
instalación u obra, aunque no se haya solicitado, concedido o denegado la correspondiente licencia
urbanística.
En esta liquidación provisional se tomará, como base imponible el presupuesto visado por el
Colegio Oficial correspondiente, si éste fuera preceptivo, o en función de los índices o módulos que,
en su caso, haya establecido el Ayuntamiento a través de la correspondiente Ordenanza.
Se aprobó el RDLey 26/2021, que introdujo algunas reformas sustanciales en la LHL: (i) declaró la
no sujeción de los supuestos de no incremento de valor; (ii) declaró la sujeción de los incrementos de
valor generados en menos de un año; (iii) modificó los porcentajes de incremento de valor; (iv)
reconoció la posibilidad de aplicar la estimación directa si era más beneficiosa para el contribuyente;
(v) mantuvo el límite máximo de tipo de gravamen del 30%.
En la actualidad se está tramitando un proyecto de ley con el mismo contenido del RDLey, aunque
en el debate parlamentario podría modificarse.
1. Hecho imponible
• El IIVTNU es un tributo directo que grava el incremento de valor que experimenten los terrenos de
naturaleza urbana y que se ponga de manifiesto a consecuencia de la transmisión de la propiedad de
los terrenos por cualquier título o de la constitución o transmisión de cualquier derecho real de goce,
limitativo del dominio, sobre los referidos terrenos (art. 104.1 LHL).
• También somete a gravamen los incrementos de valor que experimenten los terrenos integrados en
los bienes inmuebles clasificados como de características especiales (BICE) a efectos del IBI.
• La capacidad económica sometida a tributación es, por tanto, la renta obtenida por el titular de los
terrenos en el momento de su transmisión (o constitución de derechos reales sobre los mismos).
2. No sujeción (rústicos)
• El art. 104.2 LHL declara la no sujeción del incremento de valor que pudieran experimentar los
terrenos que tengan la consideración de rústicos a efectos del IBI.
• El art. 104.5 LHL añade que, a estos efectos, se tomará como valor de transmisión o de adquisición
el mayor de los siguientes valores: “el que conste en el título que documente la operación [el
declarado en ISD en transmisiones lucrativas] o el comprobado, en su caso, por la Administración
tributaria”.
• A los efectos de ese cálculo, no se computarán los gastos o tributos que graven las transmisiones
realizadas.
• También dispone que, cuando se transmita suelo y construcción, se aplicará la misma proporción en
que se encuentren en la valoración catastral a fecha del devengo.
• Finalmente, se dispone que el período de generación computado en una transmisión no sujeta porque
no hubo incremento no se tendrá en cuenta para el cálculo del incremento de valor en la siguiente
transmisión
4. No sujeción (jurisprudencia)
a) Adjudicaciones de pisos o locales a los socios cooperativistas (SSTS de 08/11/1993 y contestación
DGT V2399-09, de 26/10/2009).
b) Consolidación del dominio por fallecimiento del usufructuario (STS 16/01/1999).
c) Disolución de la comunidad cuando constituya una especificación de derechos 08/07/2000).
d) Exceso de adjudicación en la partición de una herencia, aunque determina una compensación en
metálico (SSTS 17/12/1997 Y 19/12/1998).
5. EXENCIONES:
- Exenciones objetivas.
El art. 105 LHL reconoce las siguientes exenciones objetivas:
a) La constitución y transmisión de derechos de servidumbre.
b) Las transmisiones de bienes que se encuentren dentro del perímetro delimitado como
Conjunto Histórico-Artístico.
c) Las transmisiones realizadas con ocasión de la dación en pago de la vivienda habitual del
deudor hipotecario o garante del mismo, para la cancelación de deudas garantizadas con
hipoteca que recaiga sobre la misma.
d) Las transmisiones de la vivienda en que concurran los requisitos anteriores, realizadas en
ejecuciones hipotecarias judiciales o notariales
municipio, así como sus respectivas entidades de derecho público de análogo carácter a los
organismos autónomos del Estado.
6. SUJETOS PASIVOS:
a. Sujetos pasivos-contribuyentes
• El art 106 LHL establece un contribuyente distinto en función de que la transmisión sea a título
lucrativo u oneroso:
a) En las transmisiones a título lucrativo, el adquirente.
b) En las transmisiones a título oneroso, el transmitente.
• Los entes sin personalidad jurídica mencionados en el art. 35.4 LGT tienen aquí especial
protagonismo, especialmente las herencias yacentes, a las que se les podrá exigir el pago del impuesto
si se retrasara la adjudicación de bienes de la herencia.
• Aunque siempre fueron habituales los pactos sobre el pago del. IIVTNU, conviene recordar que el
art. 18 LGT establece la indisponibilidad de la obligación tributaria.
• El art. 107.1 LHL dispone que “la base imponible de este impuesto está constituida por el
incremento del valor de los terrenos, puesto de manifiesto en el momento del devengo y
experimentado a lo largo de un período máximo de 20 años”.
• Se puede determinar por estimación objetiva, mediante la aplicación de coeficientes al valor de los
a) transmisión de la propiedad
• En las transmisiones de terrenos, el valor de éstos en el momento del devengo será el que tengan
determinado en dicho momento a efectos del IBI.
• Si el valor anterior no reflejara modificaciones de planeamiento ulteriores, se liquidará
provisionalmente el impuesto y, una vez conocido el valor catastral a la fecha del devengo, se dictará
liquidación definitiva.
• Si el terreno no tuviera determinado el valor catastral a fecha del devengo, el ayuntamiento podrá
practicar la liquidación cuando el referido valor catastral sea determinado, refiriendo dicho valor al
momento del devengo.
b) derechos reales
a) En el usufructo temporal, el porcentaje será el resultado de multiplicar 2% por el número de años
del usufructo (máximo 70%)
b) En el usufructo vitalicio, el porcentaje será del 70% cuando el usufructuario cuente menos de
veinte años, minorando, a medida que aumenta la edad, en la proporción de un 1% menos por cada
año más, con el límite mínimo del 10%.
d) expropiaciones forzosas
• En los supuestos de expropiaciones forzosas, los porcentajes anuales se aplicarán sobre la parte del
justiprecio que corresponda al valor del terreno (pero si el valor catastral del suelo fuera inferior se
aplicará éste último).
• Según esta regla, si el valor de expropiación es superior al catastral, se aplicará el catastral. Si es
inferior, se aplicará a dicho valor el porcentaje del valor catastral total que esté constituido por el
suelo (el valor catastral total es la suma del valor del suelo y la construcción, y cada uno representa un
porcentaje del total).
b) Cuando se constituya o transmita cualquier derecho real…, en la fecha en que tenga lugar la
constitución o transmisión.
• En las transmisiones mortis causa, el devengo es el momento del fallecimiento del causante, no el de
aceptación de la herencia.
El Real Decreto-ley 26/2021 establece un doble sistema para la determinación de la base sobre la
cual se
calcula la plusvalía municipal. Los contribuyentes podrán elegir la más beneficiosa a su situación.
1. Sistema objetivo
Los coeficientes tienen en cuenta plazos de tenencia del inmueble que van desde menos de un
año a 20 o más años. Los coeficientes se incrementan cuanto mayor es el tiempo transcurrido. Por
ejemplo, a un período inferior a un año, corresponde un coeficiente de 0,14. Si es de 20 o más años,
el coeficiente es de 0,45.
2. Estimación directa
Esta forma de calcular el valor imponible consiste en comparar el valor de compra y el valor de
venta del inmueble. La ley entiende que de esta forma se puede estimar la ganancia real.
Si el valor que se obtiene por este método es menor que el que resulta de la estimación objetiva, se
puede tomar como base este cálculo. Es decir, que es válida la opción de la estimación que más
convenga al contribuyente.
La ley otorga a los ayuntamientos la potestad de aplicar un coeficiente reductor sobre el valor
estimado que refleje su actualización con un máximo de 15%.