Consejeria Tecnicas
Consejeria Tecnicas
Consejeria Tecnicas
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Estudiantes:
Facilitador(a):
Materia:
Fecha de entrega:
Contenido............................................................................................................... 4
Técnica de Relación:...................................................................................... 5
Técnica de estructuración:............................................................................. 5
Técnica de Aceptación:.................................................................................. 6
Conclusión ........................................................................................................... 10
Bibliografía ........................................................................................................... 11
Introducción
Técnicas de consejería
El concepto de técnicas de consejería, se refiere la base práctica basada en un
modelo o teoría que será aplicada dentro de la atención psicoterapéutica. Esta
debe ser identificada por el terapeuta y llevada a cabo dentro de cada sesión en
base al objetivo conjunto que se mantenga (Larenas & Rocha, 2019).
La técnica es de vital importancia para lograr el progreso y éxito de la consejería
con el paciente a mediano o largo plazo.
Técnica de Relación:
Se basa en generar una buena relación con el paciente, a través de lineamientos
teóricos y estrategias para construir una relación de confianza y fiabilidad
sostenida en el tiempo. Las estrategias principalmente utilizadas son la escucha
activa, la reformulación de conceptos para la autoexploración y reflexión
individual del paciente o en conjunto con el terapeuta. Esto ayuda al paciente a
reconsiderar los planteamientos expresados para la comprensión mutua y
profundizar en los puntos de vista. (Larenas & Rocha, 2019)
Técnica de concordancia:
Técnica de estructuración:
En esta parte de la sesión, los terapeutas deben formular el encuadre de la
atención psicoterapéutica. Se comparte sobre los lineamientos de contrato,
describiendo las tareas del psicoterapeuta, el paciente, donde se desarrollarán,
técnicas a utilizar, como se llevarán a cabo las consultas, entre otros detalles
que pueden ser de interés para el paciente.
Técnicas de reflejo:
Se le llama así a la repetición o reformulación más clara de lo que el paciente
desea comunicar, sin añadir nada nuevo y excluyendo cualquier elemento de
interpretación por parte del entrevistador (terapeuta) con la intención de
comprender, asentar y significar lo expresado por el paciente.
Técnica de Aceptación:
Consiste en el uso de frases cortas que expresen la atención y asimilación de la
información provista por el paciente, con la finalidad de estimular el discurso sin
presionar y promover la comunicación espontanea. Para esto el terapeuta debe
mantener una expresión corporal disponible, expresión facial empática y
movimientos afirmativos con la cabeza, tono de voz calmo, emisión de sonidos
aprobatorios como “aja, ujum” o emisión de palabras aprobatorias como “prosiga,
claro, continúe”.
El contacto visual y transmitir interés es también importante, ya que genera una
atmosfera de apoyo y confianza que permite la comunicación de paciente con
mayor fluidez. (Espino, 2019)
Se clasifican en 3 tipos:
Técnica de la dirección:
Se refiere a la forma en cómo se dirige la influencia del terapeuta sobre el
paciente para guiarle durante la sesión y fuera de esta, relacionado a las
actitudes que debe ejercer.
Frases como “usted es capaz de hacerlo, son validos sus sentimientos, puede
elegir y tomar decisiones” estimulan el clima de confianza y crean un mayor
vínculo emocional dentro de la sesión. (Espino, 2019)
Técnicas de Interpretación:
Consiste en la emisión verbal del terapeuta con relación al discurso expresado
por el paciente, en donde se retroalimenta con una visión distinta del problema
o explicación de detalles que aporten valor a tema tratado.
Técnica de Cierre:
La forma de concluir un ciclo de sesiones es a lo que se le atribuye el concepto
de “técnica de cierre”; en este espacio se da la terminación del proceso
terapéutico que han influido tanto en el paciente como en el terapeuta, en
términos clínicos y emocionales de ambas partes. (Larenas & Rocha, 2019)