Tema 4
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INTRODUCCIÓN
Al final de la Edad Media, los reinos cristianos peninsulares sufrieron los efectos derivados de la crisis
demográfica, económica y social de los siglos XIV y XV: En el reino de Castilla se abrió un período de
enfrentamientos entre la monarquía que quería imponer su autoridad y la poderosa nobleza castellana que se negaba
a ver reducidos sus privilegios, los reinados de Juan II y Enrique IV (s. XV) tuvieron importantes conflictos
internos en los que la nobleza reforzó sus posiciones. Similares problemas tenía en época bajomedieval la Corona
de Aragón, que continuó con su tradición pactista (el poder del monarca era débil y debía de pactar con los
estamentos privilegiados para tomar decisiones), el enfrentamiento entre la monarquía y las clases dirigentes
catalanas degeneró en una guerra civil durante el reinado de Juan II El Grande que finalizó años después con la
pacificación de los señores feudales y los payeses tras la Sentencia Arbitral de Guadalupe, dictada por el nuevo rey
Fernando II (El Católico).
En un ambiente de tensiones sucesorias, Enrique IV, rey de Castilla, había firmado con su hermanastra
Isabel, el Pacto de los Toros de Guisando (1468) en el que la reconocía como su heredera siempre que no contrajera
matrimonio sin su consentimiento. Al casarse ésta en secreto con Fernando de Aragón (1469), el rey castellano
nombra a su hija Juana heredera al trono prometiéndola a Alfonso V de Portugal. Al morir Enrique IV, Isabel se
autoproclama reina de Castilla iniciándose la GUERRA DE SUCESIÓN CASTELLANA que enfrentó a los
partidarios de Isabel (la Corona de Aragón, parte de la nobleza y clero castellanos, las ciudades vascas y las de la
meseta norte) y a los de Juana (Portugal, Francia, parte de la nobleza y del clero castellanos, las ciudades de
Galicia, la Meseta sur, Andalucía y Murcia). El conflicto finalizó con la derrota portuguesa en la batalla de Toro y
la firma del Tratado de Alcáçovas (1479) en el que se reconocía a Isabel como reina de Castilla a cambio del
dominio portugués del África Atlántica.
La unión de Isabel de Castilla con Fernando II de Aragón y rey de Sicilia, vinculó en una misma monarquía a
los dos reinos más extensos de la Península, moderó las luchas dinásticas, creó (como veremos a continuación) una
incipiente administración central, y sentó las bases del poder de la Corona frente a la Iglesia y la nobleza. Los
nuevos reyes se aprestaron a conseguir la unión peninsular bajo su corona: conquistaron el reino nazarí de Granada,
Canarias, Navarra, Rosellón y la Cerdaña, y concluyeron el proceso de unificación de España. La unión era, sin
embargo, una unión dinástica, es decir los reinos estaban bajo la autoridad de los mismos monarcas, pero no
pretendieron la integración política de los distintos reinos que siguieron manteniendo diferentes leyes.
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- También siguieron existiendo las Cortes de los distintos reinos (Castilla, Aragón) aunque debido a la
tendencia autoritaria de los reyes, se convirtieron en asambleas dóciles y perdieron importancia, fueron
convocadas en pocas ocasiones, tan sólo para hechos puntuales como la jura del heredero.
1.2.- LA ADMINISTRACIÓN DE HACIENDA: En este aspecto no hubo un cambio significativo durante el
reinado de los Reyes Católicos, aunque en Castilla mejoró la vigilancia fiscal lo que originó un aumento de
ingresos muy importante, también avalado por los impuestos procedentes de los maestrazgos de las Órdenes
Militares. Los RR.CC. introdujeron una cierta unidad monetaria basada en el maravedí, aunque se seguían
acuñando distintas monedas en Valencia, Cataluña, Castilla etc. el valor era el mismo, se podían utilizar en todos
los reinos, incluso en el extranjero, pero no suponía una unidad económica entre sus reinos.
1.3.- LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA: La justicia pública, es decir la justicia del rey, se impuso sobre la
justicia señorial y sobre la privada. En pueblos y ciudades actuaban los corregidores en nombre del rey, pero las
Audiencias eran la máxima instancia judicial en lo penal y en lo civil, existían en Zaragoza, Barcelona, Valencia,
Pamplona, siendo creada la de Granada en 1505. La más importante era la Audiencia de Valladolid, que tenía
cuatro salas: de lo civil, lo criminal, los hijosdalgo y la de Vizcaya. Por encima de estos tribunales, la última
instancia judicial era el Consejo Real.
Los fueros y privilegios particulares dificultaban notablemente la aplicación de la justicia, por ello los RR.
CC. promovieron el Ordenamiento de Montalvo donde se recopilaron todas las disposiciones legales y fueron
revocados muchos derechos mal adquiridos por los nobles. Tras la muerte de la reina Isabel y partiendo de su
testamento, se promulgaron las Leyes de Toro (1505) que recopilaron en un conjunto de 83 leyes toda la actividad
legislativa de los Reyes Católicos.
1.4.- LA ADMINISTRACIÓN LOCAL: El poder real también se reforzó en el ámbito local con la generalización
de la figura del corregidor, se trataban de delegados de los monarcas en villas y ciudades, presidían los
ayuntamientos y tenían funciones judiciales y policiales.
1.5.- CREACIÓN DE UN EJÉRCITO PERMANENTE, con los bienes procedentes de las órdenes militares los
reyes pudieron financiar un ejército siempre militarizado, por lo que la monarquía dejaba de depender de la nobleza
en el aspecto militar. El ejército profesional se implantó en las guerras contra Francia en Italia, aunque el embrión
surgió en la guerra de Granada.
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esclavizaron a la menguante población indígena, pese a las prohibiciones legales de los reyes castellanos y el
Papa. Ante su desaparición paulatina, comenzaron a importar esclavos de la costa africana. El azúcar se
convirtió en la principal fuente de riqueza.
La conquista de las Canarias convirtió al archipiélago en punto de partida o escala para las expediciones atlánticas
hacia las Indias, más adelante; y también la conquista y colonización fue un ensayo de lo que posteriormente se
aplicaría en las Indias.
2.3.- LA INCORPORACIÓN DEL REINO DE NAVARRA
Fernando el Católico no podía olvidar que su padre había sido rey de Navarra, pero la sucesión dinástica había
llevado a este reino a manos de dirigentes vinculados a la monarquía francesa. Fernando desarrolló una activa
diplomacia con Inglaterra y Francia para recuperar estos territorios concertando diversas alianzas matrimoniales.
Tras la segunda guerra de Nápoles el papa excomulgó al rey navarro y Fernando con la bendición papal invadió
Navarra que fue unida a Castilla en las Cortes reunidas en Burgos en 1515. Navarra conservara sus propias leyes y
la independencia de sus instituciones de gobierno.
CONCLUSIÓN
A modo de conclusión, podemos decir que el reinado de los Reyes Católicos (1469-1516) se considera como
el origen del Estado moderno en la monarquía hispánica, la nueva monarquía sentó las bases para la creación de
una monarquía autoritaria, aunque la unión de Isabel y Fernando fue sólo dinástica y no territorial, crearon unos
órganos de poder dependientes de la monarquía y sometieron a la nobleza, el clero y los burgueses levantiscos que
durante la Edad media se habían opuesto a la consolidación del poder de los reyes; La nobleza fue atraída a la
Corte, el clero fue sometido por el Patronato Regio, mientras que la burguesía fue controlada mediante la figura del
corregidor o representante de la corona en el gobierno urbano que vigilaba los intereses de la monarquía.
Durante el reinado de los RR.CC. se logra la unidad territorial española todavía base de la España actual. Al
mismo tiempo que se desarrolló una exitosa política exterior mediante un sistema de alianzas matrimoniales con
Portugal, Inglaterra y la casa de Austria, cuyo principal objetivo era aislar a Francia. La política expansionista, de
gran alcance, afectó a Italia, al norte de África y a las expediciones por el Atlántico que daría como fruto el
descubrimiento de América.
El reinado de los Reyes Católicos se sitúa entre la Edad Media y la Moderna; representa el final de la Edad
Media en cuanto a la unificación de los reinos peninsulares, el fin de la Reconquista y la victoria definitiva de la
monarquía sobre la nobleza en Castilla. Y a su vez, significa el inicio de la Edad Moderna porque constituyó la
consolidación de las instituciones monárquicas y el establecimiento de las bases administrativas de un Estado
nuevo, el Reino de España, que será la potencia más poderosa de Europa en el XVI y primera mitad del XVII.