Yellow Swans Descension
Yellow Swans Descension
Yellow Swans Descension
YELLOW SWANS
Title/título:
Descension
Yellow Swans are back and Descension is their most psychedelic recording till date, two tracks recorded while on
tour that maintain the expansive and melodic qualities the Drift EP (their last year's release on Acuarela)
presented, but harbor the intensity of a Yellow Swans show. Caged beast.
Pete Swanson and Gabriel Mindel Saloman are the vibrant duo behind Yellow Swans. Working on improvisation and the
use of either electronica or guitars and the assembling/reassembling of sound through a bunch of musical influences:
hardcore, dub, death metal, hip hop, noise, jazz, folk, all mixed up by an unlimited creative process. An improvisional
approach to music that creates a unique experience for each live performance. Swanson describes the music he crafts
with help of Saloman as "a constantly evolving mass of psychedelic noise that is both physically arresting and physically
liberating". An exercise of freedom. After self-releasing a series of EPs and limited copies 7", Bring The Neon War
Home, their first album, came out garnering much recognition in the US. And so it did their sophomore record Psychic
Secession, which contained some politically oriented lyrics. Drift was a unique presentation of the more melodic and
gentle side of Yellow Swans. Shimmering guitars, electronic squalls, harsh walls of static and burning wires. Electronic
grit smeared over gentle finger picked guitars, Martian melodies. As Drift, Descension is a consequence of months of
live concerts and tours. Recorded live, this new release finds a more abstract line. This two drones stick to our heads for
weeks. Swanson and Saloman go and totally lay a psychedelic trip where gauzy clouds of melodic whir inflate and expand
covering our minds. Recorded in late 2006, these two pieces of ambient-noise show a new purified noise smog column
that will guide us back to what we used to be.
Ni el más estremecedor de los presagios podría haber anunciado semejante regreso. Yellow Swans presentan
Descension, una muralla de fragor doblada en dos que se expande hasta rozar media hora de experimentación
psicodélica. Dos agujeros de ruido grabados sobre el escenario. Peter Swanson y Gabriel Mindel Saloman arden con
el zumbido de las guitarras y el barrido de los efectos, en coma. Una marea de calentura, la nuca partida.
Los años han llevado a Yellow Swans hacia la máxima expresión de toda la potencia de dos animales desollando
máquinas, guitarras y pedales delante de algunas cabezas. Cada noche, Peter Swanson y Gabriel Mindel Saloman sudan
por llegar un paso más lejos. Armando castillos de sonido, juguetean con la improvisación y las pistas de las más dispares
coordenadas musicales (del death metal al hip hop, de hardcore al jazz), siempre bajo el dictado de una libertad
creativa que no conoce medida. Partiendo del cariz más industrial de la escena noise, el dúo de Portland ensambla una
combinación de electrónica de desguace y el crepitar de las guitarras encendidas para virar hacia tierra virgen, en busca
de una nueva sonoridad. Tras la basta colección de material autoeditado y de edición limitada y la publicación del debut
en largo Bring The Neon War Home, Swanson y Saloman asentaron un segundo álbum cargado de cilindros y bujías, con
la vista fija en el desquicio político de nuestro mundo: Psychic Secession. Drift fue un preludio a aquel disco que
presentaba la cara más sobria de Yellow Swans en un manto de treinta y seis minutos dividido en tres partes. Ambientes
deslizados sobre una gravilla electrónica, el resplandor de las guitarras y el estrépito de los detalles más incómodos. De
alguna manera, Descension parte de una nueva interpretación en directo de Drift. El poso de cientos de fechas y
lugares (entre los que se encontraba España durante su gira europea del año pasado) se palpa en estos dos drones
obcecados en sonar por siempre. De un trazo más abstracto, la electricidad se despliega cubriéndolo todo. La ceguera se
adueña de la escucha, la satura en estos himnos de mármol. No hay lugar para picaduras de ritmo ni quiebros
inesperados, Descension es puro magma. El peso de un glaciar que avanza lentamente ladera abajo devorando árboles y
caminos durante los siglos, la conquista del oído que contemplar perplejos, sin tan siquiera pensar por un momento en
escapar.