Donna y Eric pasan el 4 de julio en casa de los Forman, en Point Place, Wisconsin, donde su hija Leia impresiona a los demás adolescentes del pueblo.
Deseosa de impresionar a sus amigos, Leia se lanza a la búsqueda de la película perfecta para la noche de cine. Kitty y Red conocen a su nueva vecina, Sherri.
Después de escuchar a Sherri hablar mal de su cita, Kitty interviene para ayudarla a terminar con su novio. Leia decide que llegó el momento de su primer beso.
Jay y Leia están interesados el uno en el otro, ¿quién dará el primer paso? Entretanto, los planes de Ozzie para que la pandilla vaya a un rave en Milwaukee salen mal.
Los esfuerzos de Ozzie por configurar la computadora de Kitty ponen a Leia en una situación incómoda. El anuncio de un jacuzzi gratis termina con Nate y Jay con el agua al cuello.
Leia sigue adelante con su fiesta de cumpleaños inspirada en «Beverly Hills, 90210». Red termina en una competencia por conseguirle a Leia el regalo perfecto.
Para demostrarle a Red que puede ser responsable, Jay acepta hacer un encargo que no sale según lo planeado. El tutor de Nikki pone celoso a Nate.
Un día lluvioso le da a Kitty la oportunidad de ordenar, pero el caos se desata cuando limpia el escondite especial de los jóvenes. Leia le pide consejo a Nikki sobre su relación.
Con su verano en Point Place a punto de terminarse, Leia se siente indecisa sobre con quién pasar su tiempo. Kitty se plantea empezar un nuevo trabajo.
Mientras Sherri lidia con su casero, el último día de Leia en la ciudad se complica luego de que Jay exprese sus dudas sobre una relación a distancia.
De vuelta en Point Place, Leia tiene miedo de contarles la verdad a Jay y Nikki sobre lo que pasó el verano pasado. Kitty le insiste a Donna para que vuelva a casa.
Leia y Nate se disculpan con todos, pero Nikki mantiene la distancia. Jay planea la forma de vengarse. Kitty y Red conocen a un posible nuevo vecino.
Leia consigue un trabajo en el centro comercial para pasar más tiempo con Gwen. Nikki tortura a Nate, que tiene el corazón roto. Red y Kitty intentan salir de la monotonía.
A Gwen le preocupa que su ligue se esté convirtiendo en algo serio. Los celos se apoderan de Kitty cuando empieza a imaginar que las vecinas están seduciendo a Red.
Durante una fiesta, Ozzie intenta ahogar sus penas con alcohol, Nikki le apuesta a Nate que conseguirá más números telefónicos, y Leia se prepara para el gesto romántico de Jay.
Para demostrarle a Leia que cambió, Jay intenta hacer las paces con el pasado. Kitty visita a un sanador. Las chicas intentan robar en una tienda, pero solo detienen a Gwen.
Cuando Leia y Jay revelan que van a dar el próximo paso en su relación, Red termina hospitalizado. Nikki hace una prueba que pone muy nervioso a Nate.
Red y Kitty encuentran un obstáculo de camino a París. Se corre la voz de que la casa está sola y, ahora, la pandilla debe intentar frenar una fiesta que ya se salió de control.