Debra Newell tiene una vida casi perfecta: éxito, dinero y una casa soñada en la costa. Solo falta el amor. Salvo para sus hijas, John Meehan parece el indicado.
Debra ignora las señales de alerta y se muda con John a otra casa más nueva y lujosa, pero Veronica no se queda tranquila y decide actuar.
Debra descubre detalles escabrosos del pasado de John y, conmocionada, analiza cómo seguir. Además, una retrospectiva revela hasta dónde llega el engaño.
El perdón enhebra el pasado y el presente: años atrás, su madre atravesaba una tragedia familiar devastadora; ahora, Debra no sabe qué hacer con John.
Debra le da otra oportunidad al marido y sus hijas no reciben bien la noticia. Mientras tanto, el pasado familiar de John empieza a esclarecerse.
Debra y John salen alterados de la reunión con el abogado. En el pasado, la investigación del detective Dennis Luken avanza con la ayuda de la primera Sra. Meehan.
Desde una nueva perspectiva, quedan expuestas las mentiras y amenazas que usa John para manipular a sus víctimas. Debra siente cada vez más miedo.
Debra trata de seguir con su vida, pero John finalmente explota y la ataca donde más duele.
Deshecha e incapaz de asumir que Dan ha decidido divorciarse, Betty pierde la mesura y desatiende la astuta estratagema legal de su esposo.
Años antes de que colapsara su matrimonio, Betty se esforzaba para apoyar a su numerosa familia y a Dan, que había decidido estudiar Medicina y Derecho al mismo tiempo.
Las desavenencias conyugales de una amiga hacen que Betty vea las grietas de su propio matrimonio y la desilusión de Dan con respecto a su opulento estilo de vida.
Mientras Betty sospecha de la relación entre su marido y Linda, Dan juega con la cordura de su esposa, aun cuando planea escapar del matrimonio.
Betty recurre a mensajes telefónicos agresivos y al vandalismo para desahogar su ira contra Dan, y él contraataca tomando represalias mezquinas y crueles.
A pesar de su desventaja legal, Betty se enfrenta a Dan en el tribunal e intenta responsabilizarlo de la forma en que la ha tratado.
Cada vez más perturbada por la nueva vida que inician Dan y Linda, Betty se descarga con amigos y familiares antes de su colapso.
En el estrado, Betty da su testimonio sobre los hechos que la llevaron a irrumpir en la casa de Dan y Linda aquella fatídica noche.