Jamel Hatcher ayuda a sus compañeros de prisión y siente que su vida ha dado un vuelco…, pero no todos creen que su rehabilitación sea sincera.
Ashley Morrison planea escapar con su novio, Christian Sims, pero su amor juvenil da un giro siniestro que termina con el asesinato de la abuela del muchacho.
Higinio Gonzalez asesinó a un encargado de tienda durante un robo a mano armada a los dieciséis años. Él jura que fue un accidente, pero el fiscal de condado piensa diferente.
Ezdeth Highley reflexiona sobre su condena por homicidio, su transición estando encarcelada y lo que ha aprendido durante su sentencia de sesenta años.
Tras ser condenado por asesinar a su abuela, Rex Groves asegura que ya no lo asaltan impulsos homicidas en contra de su familia. Pero ganarse su confianza no será fácil.
Makueeyapee Whitford asegura que el asesinato que cometió fue en defensa propia contra una tribu rival, pero el testimonio de los testigos cuenta una historia diferente.
Un asesino relata el crimen que acabó con una vida y arruinó la suya propia. Los afectados, entre ellos un policía y la familia de la víctima, también dan sus testimonios.
Tras las rejas por asesinar a su marido, una mujer detalla los abusos que sufrió en el pasado y en su turbulento matrimonio. Su madre también reflexiona sobre su relación.
Después de dejar el ejército, Toby Gregory afirma que el deber y el estrés postraumático lo llevaron a matar a su esposa. Sin embargo, la familia de ella cree otra cosa.
Molesto por las elecciones románticas de su rebelde hija, un padre intransigente involucra a su hijo en una aterradora trama de intimidación y asesinato.
Gary Black fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional por matar a Jason Johnson, pero no se arrepiente. La familia de Jason halla un propósito en la tragedia.
Tras dispararle a un compañero de trabajo, Thomas Schifferns insiste en su inocencia. Pero los detalles alrededor del asesinato sugieren que Thomas tenía un motivo.
Victoria Smith, víctima de abuso durante toda su vida, confesó haber matado a su esposo. Pero alguien de su entorno se niega a creer que ella haya cometido el homicidio.
Condenado a muerte, Deryl Madison reflexiona sobre su lucha con la enfermedad mental y encuentra apoyo en Michela, una defensora de la causa para abolir la pena capital.
Daniel Paulsrud dice que le disparó a su pareja Leslie por accidente. Pero las declaraciones de la familia de ella —y las notas que él escribió— levantan sospechas.
James Walker afirma no recordar nada del asesinato que admitió haber perpetrado en 2001. La investigación de su traumático pasado arroja luz a su presente.
¿Aceptar un acuerdo o ir a juicio? Tres hombres reciben condenas completamente distintas por su participación en un robo mortal a mano armada contra un taxista.
David Cameron Keith recuerda el día que tomó a un niño de rehén y mató a un piloto de avión que, voluntariamente, se había ofrecido a tomar el lugar del menor.
Lindsay Haugen, una de las pocas mujeres condenadas por asesinato, afirma que estranguló a su novio depresivo en 2015 como un acto de piedad.
En 1996, David Barnett asesinó a sus abuelos adoptivos de más de 20 puñaladas. Tiempo después, reveló que había sufrido abusos por parte de su padre durante años.
Arrepentido y sentenciado a cadena perpetua, Leo Little cuenta la historia del asesinato que cometió en 1998. Hoy es pastor.
En un reformatorio para mujeres de Ohio, Linda Lee Couch habla sobre el asesinato de su esposo Walter, en 1984, tras sufrir años de abusos.
Mark Arthur afirma que asesinó al padre de un amigo en una autopista de Houston porque golpeaba a su mujer. Pero la policía tiene otra teoría.
Tras 24 años en el corredor de la muerte, Joseph Murphy recibió una conmutación de su pena una semana antes de la ejecución debido a las duras circunstancias de su niñez.
Tras un intento fallido de matar a su padre, el adicto Charles "Billy" Armentrout asesinó a su abuela y fue condenado a cadena perpetua.
Cavona Flenoy accedió a una cita con el empleado de una licorería, pero la noche dio un giro mortal cuando él intentó abusar de ella.
En una fiesta de fin de año en 1996, Brandon Hutchison asesinó a dos hermanos y lo admite. Pero hay varias versiones sobre la historia.
En 1984, Toby Williams asesinó a Deborah Moore y le disparó a su esposo, John, en un cruel asalto que le valió una condena a muerte hace 35 años.
Después de años de reclusión solitaria, James Robertson admite haber asesinado a su compañero de celda para tener mejores condiciones camino a la pena de muerte.
Lo condenaron a muerte por una ley muy particular de Texas y le conmutaron la pena cuatro horas antes de la ejecución, pero Kenneth Foster aún alega que es injusto.
Justin Dickens es un adolescente que creció en un ambiente de adicciones y crimen. Cometió un asesinato, pero niega la versión de los hechos de la fiscalía.
Miguel Ángel Martínez participa de un triple asesinato vinculado al satanismo y se convierte en la persona más joven de Texas en ser condenada a la pena de muerte.
Charles Thompson enfrenta el cargo de homicidio culposo por herir de gravedad a la exnovia y matar a su nuevo amante, pero luego la ex muere por un error del hospital.
Nadie, ni siquiera David Lewis, el autor, niega que haya sido un asesinato. Sin embargo, su estado psicológico pone en duda la sentencia de muerte.
Deandra Buchanan mató a la tía, al padrastro y a la novia bajo la influencia de una droga que exacerba su paranoia. Además, aduce no recordar el hecho.
Robert Shafer y un amigo intentaban robar a una pareja del mismo sexo, pero la situación se salió de control y terminó en un secuestro seguido de asesinato doble.
Joshua Nelson es un adolescente adicto a las drogas que asesinó a un amigo a sangre fría para robarle el auto, pero durante el juicio surgen otros móviles impactantes.
Wayne Doty admite la culpa de un asesinato y recibe la pena de muerte, pero exige que la sentencia se ejecute en la silla eléctrica, un método abolido en Florida.