Justo cuando se pierde una jirallina exótica del zoológico, Sam y Guy se encuentran por casualidad en un café, y se desata una serie de eventos extraordinarios.
Guy va a devolver el maletín de Sam y descubre que tiene compañía. Por su parte, un dúo de madre e hija comienza un lento recorrido por el desierto.
Perseguidos por Los Malos, Sam y Guy se suben a un tren hacia Meepville y conocen a Michellee, una precavida contadora, y a su hija E.B., siempre en busca de aventuras.
Cuando toman un desvío para buscar comida para la jirallina, Guy y Sam se encuentran con un zorro fanático de los huevos que intenta contener su apetito.
En busca de un refugio para la noche, el trío queda atrapado en un basurero. ¿La ventaja para un inventor como Guy? ¡Está lleno de materiales!
Se desata el pánico en las calles de Prinz Pazookle cuando corre la noticia de que hay una jirallina en el pueblo. Pero un carnaval a puro color puede unirlos a todos.
Un roedor cantarín llega al rescate en Shvizelton del Norte cuando Sam y Guy terminan en prisión sin posibilidades de escape.
Para escapar de Los Malos, y de una tormenta, Sam y sus amigos pasan la noche en la cabaña de Michellee, pero los problemas van tras ellos. Snerz contrata ayuda.
Guy y Sam necesitan un plan que esté a la altura cuando el secuestrador de animales de Snerz los persigue por la montaña. Los Malos están en lo bajo, pero siempre alerta.
Los amigos fugitivos llegan a la Cuenca de Copa Alta, donde Sam conoce a la familia de Guy... y revela un secreto impactante.
En plena hora del desayuno, Los Malos sorprenden a Guy con la verdad sobre su misión. Bajo el mar, la trama da un giro inesperado.
Tras algunas complicaciones en el muelle, atrapan a Guy, que pronto descubre que fue engañado. Michellee le muestra Meepville a su hija.
La Gala del día del Snerz es el escenario de un final lleno de giros sorprendentes y de una demostración de amistad verdadera.
Un sabor familiar lleva a Sam a emprender una misión para encontrar a su mamá, acompañado de Guy y E. B. Pero la aventura da un giro completamente inesperado.
Los amigos escuchan las historias de Yookia y Zookia. Sam quiere acercarse a Pam, pero Guy no confía en ella.
Sam acompaña a Pam en una misión supersecreta, aunque ella preferiría trabajar sola. Guy encuentra un paraíso para los inventores en Zookia, donde aman la tecnología.
Pam y Sam trabajan juntos en una misión encubierta. Una codornilla lleva a E. B. a la cima del muro fronterizo, donde entabla una amistad con alguien misterioso.
E. B. se escapa para pasar el día con Looka. Todo va de maravillas... hasta que una reliquia escondida revela la verdadera historia del muro.
Sam y su mamá siguen la pista del Moo-Lacka-Moo hasta una isla tropical llena de sorpresas. Guy recibe el mensaje de Michellee y no puede creer lo que ven sus ojos.
Guy salva a E. B. del peligro y le cuenta a Sam sus dudas sobre Pam. Pero esta confesión solo lo separa aún más de ambos.
¿Quién se quedará con el Moo-Lacka-Moo? El destino de Yookia y Zookia pende de un hilo, y los amigos deben decidir de qué lado están.
Mientras los zooks y los yooks se preparan para una guerra, Pam se ve obligada a elegir bando. La astucia de Michellee es el arma secreta de Guy.
¿El lado untado arriba o abajo? La gran batalla de la mantequilla se aproxima. ¿Podrán nuestros héroes trabajar juntos para detener la catástrofe?