Carnarvon preguntó impaciente a Carter "¿qué ves?”

Hace 100 años, un día como el pasado viernes (4 de noviembre de 1922) se descubrió la tumba egipcia del faraón más famoso de todos los tiempos. La enorme fama, es principalmente por el impresionante ajuar funerario que Howard Carter halló en la famosa tumba, con aquella respuesta a la pregunta impaciente de Lord Carnarvon, después de encontrar y perforar un muro sellado con el nombre de Tut Anj Amon “¿qué ves?”, a lo que Carter simplemente respondió “cosas maravillosas”.

Como tecnólogo de vocación, siempre me ha fascinado como la ciencia nos ayuda en nuestro día a día, en cualquier lugar y momento. El descubrimiento de esta tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, frente a Luxor, donde nadie había entrado desde hacía 33 siglos, también fue, desde todos los puntos de vista, un gran avance por tener respuestas a saber cómo era la tecnología, digamos algún tiempo atrás, sobre el año 1333 a. C. Sigo impresionado por aquel momento singular.

Por si no fuera poco, este pasado septiembre también se celebraron los 200 años del descifrado de los textos jeroglíficos de la Piedra de Rosetta, por parte del egiptólogo francés Jean-François Champollion en 1822. La Piedra es una publicación (hoy en día seguramente sería digital) en nombre del faraón Ptolomeo V en Menfis del año 196 a. C. El 15 de julio del 1799 fue encontrada por casualidad en un fuerte, cerca de la localidad de Rashid (Rosetta) en el delta del Nilo. Era reutilizada como material de construcción (economía circular de la época).

¿Os imagináis la cara de asombro de las civilizaciones futuras al descubrir la tecnología de nuestros días dentro de 100, 200, o más años?