El estreno en Netflix de El Caso Asunta ha recuperado del olvido mediático uno de los crímenes más escalofriantes de la historia de nuestro país. En 2013, Rosario Porto y su exmarido, el periodista vasco Alfonso Basterra, asesinaron a su hija, Asunta Basterra, e intentaron hacer creer a las autoridades que no tenían absolutamente nada que ver con el caso.
Los padres denunciaron la desaparición de la niña y, tras unas horas de investigación, la Policía encontró el cuerpo sin vida de Asunta en los márgenes de un camino forestal, cerca de una casa familiar de campo que tenía la familia a las afueras de Santiago de Compostela.
La reconstrucción de los hechos que ofreció Porto (así como Basterra) no convenció a los profesionales a cargo de la investigación, motivo por el que detuvieron a ambos. Tras una difícil fase de instrucción, el matrimonio se enfrentó a un juicio y, tras dos años de cárcel preventiva, en 2015, fueron condenados a 18 años de prisión por haber matado a su hija.
Hace unos años, Carmen, una reclusa que estuvo en la cárcel de A Lama (Pontevedra) junto a la abogada gallega, habló de ella en un podcast de La Vanguardia y expresó que se trataba de una mujer con dos caras: ''Por un lado era superbuena, superamable, cariñosa... y por otro lado tenía una maldad tremenda, manipulaba a funcionarios, manipulaba a internos e internas... Intentaba perjudicar a los internos e internas siempre a su incumbencia''.
Durante su estancia en la cárcel de Pontevedra (una de las tres en las que estuvo), Porto denunció a varios presos por acosarla sexualmente y por darle un trato vejatorio. Sin embargo, Carmen aseguró en el episodio del podcast anteriormente citado que era Porto la que tenía una ''tendencia al exhibicionismo''.
''Ha llegado a hacerle daño a compañeros de otros módulos acusándolos de acosarla y de que le estaban diciendo cosas vejatorias cuando ella misma era la que meneaba el trasero delante de ellos, se desnudaba frente a la ventana encima se la cama poniéndose en sujetador o incluso sin sujetador para cambiarse el pijama cuando sabía que a través de la ventana la veía el módulo 1 y 2 de esa prisión y luego se quejaba de ello. Me parece una auténtica barbaridad lo que hacía'', expresó Carmen.
Un triste final
Después de dos intentos fallidos por quitarse la vida, Porto se suicidó en noviembre de 2020. Por otro lado, su exmarido, Alfonso Basterra, sigue cumpliendo la pena de prisión que le impusieron en 2015.
A lo largo de estos últimos años, los padres de Asunta han mantenido su versión de los hechos y se han definido a sí mismos como ''inocentes'' del terrible crimen que acabó con la vida de la niña de origen chino. Porto murió defendiendo su 'verdad' hasta el final.