Encuesta NC Report
PP arranca el año en cabeza con una horquilla de 141-143 escaños y sumaría 183/187 con Vox, mayoría absoluta holgada
Unidas Podemos se queda en 25-27, con 716.826 votos menos que en 2019, y también entre 8 y 10 diputados menos
El impacto de la derogación del delito de sedición se consolida en las tendencias electorales de la semana en la que se ha tramitado y votado de manera exprés la reforma del Código Penal que incluye esta modificación, además de la rebaja de la malversación (dentro del pacto de Moncloa con ERC), y el cambio en la ley orgánica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para modificar las reglas de elección del Tribunal Constitucional (TC).
Así, el PP arranca el año en una posición de ventaja, con una horquilla de 141-143 escaños a su favor, y en condiciones de sumar la mayoría absoluta con Vox, al que la encuesta sitúa entre los 42-44 escaños. La mayoría del Congreso está en los 176 escaños, y el bloque del centroderecha alcanza los 183-187 diputados. El PP crece en más de tres millones de votos con respecto a las últimas elecciones generales, una suma que se sostiene en la desaparición de Ciudadanos del escenario nacional y en el voto que la candidatura de Alberto Núñez Feijóosigue recogiendo de la bolsa que se fue al PSOE en noviembre de 2019, según la encuesta de NC Report realizada entre el 13 y el 17 de diciembre.
El PP sube más de 50 diputados, mientras que el partido del gobierno pierde un millón de votos y entre 26 y 28 diputados. Hoy Pedro Sánchez conseguiría entre 92 y 94 diputados, que, sumados a los 25-27 que el sondeo atribuye a Unidas Podemos, llegarían a los 117-121 diputados.
La primera evaluación demoscópica del impacto del anuncio del presidente del Gobierno de la reforma de la sedición para abaratar las penas en una entrevista en La Sexta, realizada entre el 8 y el 12 de noviembre, ya elevó la horquilla del PP a los 143-145 diputados, frente a los 90-92 del PSOE. En la comparativa con la encuesta de octubre, el PSOE se dejaba otro escaño, que era justo lo que crecía el principal partido de la oposición.
La suma del bloque del centroderecha crece con respecto a la que recogió el sondeo que midió a mediados de noviembre ese primer impacto de la derogación de la sedición, pero con el paso de las semanas este debate sobre la reforma del Código Penal está beneficiando más a Vox que al PP. El partido de Santiago Abascal crece en este último mes tres escaños, hasta situarse en los 42-44. Aun así, Vox pierde 477.864 votos, y entre 8 y 10 diputados con respecto a las últimas elecciones generales.
Unidas Podemos se queda en 25-27, con 716.826 votos menos que en 2019, y también entre 8 y 10 diputados menos. Los morados se mantienen estables con respecto a la tendencia de los últimos meses, sin que sientan desgaste alguno por la polémica sobre las últimas cesiones de Moncloa A ERC en la negociación presupuestaria, ni tampoco como consecuencia de la crisis institucional y los duros ataques que desde el bloque del Gobierno se están lanzando contra la judicatura. De hecho, el sondeo de noviembre ya mostraba que Vox y Unidas Podemos ganaban un escaño alentados por la irrupción de nuevo en escena del tema catalán y de la negociación socialista con el independentismo.
Esto confirma, además, que el PSOE no se sienten incómodo en la confrontación ni tampoco en este debate cada vez más subido de tono, en el que el PP aguanta como primera fuerza, pero está por ver si a la larga es que el obtiene más ventaja. Este contexto también refuerza a ERC, PNV y Bildu, que tienen opciones de subir en un escaño su representación en el Congreso.
Los datos demoscópicos conectan con la teoría que manejan en Moncloa y Ferraz, y que considera que Cataluña puede ser el dique de contención de un Gobierno de PP y Vox, de la misma manera que en 2004 y en 2008 también fue el principal apoyo de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. Es en Cataluña donde Sánchez confía en sacar la principal diferencia de escaños con el PP, mientras que en el resto de las comunidades espera que las ayudas sociales actúen como amortiguador del coste de las cesiones al independentismo. De hecho, la revalorización de las pensiones conforme al IPC está sirviendo ya de escudo protector del PSOE entre los pensionistas. Ese segmento de voto es crítico con el tema catalán, pero parece dispuesto a «perdonar» a Sánchez a cambio de la subida de sus pensiones.
El PP sigue siendo el partido con una fidelidad de voto más alta, hasta el 96,7 por ciento, seguido del PSOE (77,7 por ciento) y Vox (75 por ciento). Para la izquierda, la vía de agua está en la abstención, y esa amenaza la quieren combatir con una mayor polarización del debate público, a lo que les ayuda la crisis institucional y el tema territorial. PP y Vox tienen la cifra de abstención más baja. La derecha está movilizada, pero la polarización perjudica al PP, que se mueve más cómodo en un escenario de alternativa moderada y eficaz, más centrada en la economía que en Cataluña.
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