La prisión de Pereiro, con 37 años de uso, afronta su remodelación con una inversión de 2,8 millones

Las alrededor de 260 personas que viven privadas de libertad en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar convivirán durante 15 meses con cuadrillas de obreros y maquinaria de construcción. La Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (Siepse) cerró este lunes el plazo de recepción de ofertas para la reforma de esta prisión, inaugurada en 1987 y con 37 años de historia a sus espaldas.

El contrato de ejecución se licitó por un presupuesto estimado de 2,8 millones de euros, una inversión que tiene por objeto remodelar instalaciones que se han quedado obsoletas, adaptarlas a los cambios normativos y contribuir a una mayor eficiencia energética.

Así lo recoge el pliego de condiciones técnicas en el que se detallan las actuaciones del proyecto: desde la renovación de la interfonía de las celdas y puestos de control a la mejora y ampliación del módulo cinco. También contempla cambios en la recogida de aguas pluviales, la adecuación del depósito de agua, una nueva acometida de agua para las viviendas de funcionarios, dotación de nuevas consultas médicas y de enfermería, almacenes y vestuarios en el módulo de aislamiento, la renovación de las celdas en el módulo abierto o la adecuación del puesto de control.

Asimismo, está prevista la instalación de una planta solar fotovoltaica en la cubierta del módulo 2 para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria y la sustitución y renovación de vallados. En el edificio de oficinas y guardia civil se instalarán esclusas, se renovará la carpintería y se colocará un ascensor.

Todas estas obras de reforma, fontanería, recogida de aguas, renovación y ejecución de nuevas celdas y actuaciones adicionales en los vallados y oficinas permitirían la contratación en lotes por especialidades e incluso por edificaciones. No obstante, esta idea se ha desechado al tratarse de un centro penitenciario en pleno funcionamiento “y cuyo desalojo para la ejecución de las obras es imposible”, tal y como recoge el informe justificativo del proyecto. De hecho, y por motivos de seguridad, la información detallada de las obras se entregará exclusivamente a las empresas previamente seleccionadas.

El documento incide en el “complejísimo proceso de ejecución, agudizado por las condiciones de acceso y de suministro de materiales y equipos que solo se puede realizar bajo un estricto control de acceso al centro penitenciario”.

Mejoras en el módulo 5

Entre las actuaciones que se van a desarrollar destacan las mejoras en las celdas y el pasillo de la primera planta del módulo 5. Las actuales estancias presentan problemas de salubridad que se corregirán con la sustitución de las carpinterías por nuevos cerramientos y ventanas basculantes de acero con vidrio de seguridad. Las barandillas del pasillo se cambiarán por un entramado de acero galvanizado que cubrirá todo el hueco que da al exterior. El proyecto contempla también la rehabilitación de la planta segunda de este módulo, con la reforma de las siete celdas actualmente en estado de abandono y la creación de dos nuevas estancias en el espacio de los aseos.

En el módulo de régimen abierto, dotado con 21 celdas, se acometerá la reforma integral de 17, ya que las otras cuatro, situadas en la planta baja, se remodelaron recientemente.

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