26 de octubre | Nueva YorkHola, maricoper. Ayer saqué billetes para ir a España por Navidad. Jamás había visto unos precios tan bestias a estas alturas del año, pero tiene sentido dado que no se abren las fronteras a turistas españoles desde marzo de 2020. Muchos de los que tenemos visados debíamos pedir excepciones a veces difíciles de conseguir para poder visitar a los nuestros. Ahora, todos estamos viajando de golpe. Lo que me reconforta es que todo vuelve a la normalidad. Muy poco a poco, pero vuelve.Bienvenido a La Wikly diaria, una columna de actualidad y dos titulares rápidos para pasar el resto del día bien informado. Si quieres comentar las noticias en nuestra comunidad privada de Discord, puedes entrar rellenando este formulario.Si tienes Instagram y quieres ver contenido exclusivo para suscriptores premium en tus stories (avances, encuestas, anécdotas), haz una captura de esta newsletter tal y como la estás viendo en tu correo, mándanosla por privado a @lawikly y te añadiremos a nuestra lista de mejores amigos de la plataforma:Leer esta newsletter te llevará 6 minutes y 32 segundos.Ni Nest Cam ni pollas, esto. Bienvenido a La Wikly.⛰ Un país perdidoPor Emilio DoménechLo importante: varios vecinos y conservacionistas de Montana se aliaron en 2013 para crear el Área de Patrimonio Nacional del País del Gran Cielo* en uno de los rincones con mayor bagaje histórico del estado. Pero una activista cargada de desinformación decidió entorpecer la iniciativa.* *País del Gran Cielo se traduce como Big Sky Country, uno de los apodos con los que se conoce al estado de Montana.Explícamelo: Para Rae Grulkowski, una empresaria de 56 años, la designación de un área cercana a su hogar como Big Sky Country National Heritage Area no significaba un mayor flujo de dinero desde el gobierno federal o la posibilidad de promover el turismo en una región histórica para el descubrimiento del Oeste norteamericano.* Para Grulkowski, la designación se traduciría en prohibiciones para construir establos, perforar pozos o usar fertilizantes y pesticidas. También alteraría los derechos sobre el agua, daría acceso a los turistas a propiedad privadas y crearía un nuevo distrito fiscal para los vecinos.* ¿El problema? Todo lo que alega Grulkowski es mentira.Contexto: esta historia sale de un reportaje tan fascinante como desesperante de The New York Times en el que vuelve a quedar claro la forma en la que las mentiras se han hecho hueco en todos los ámbitos de la vida pública estadounidense.* Y también de cómo los políticos, especialmente del lado republicano, han decidido seguir el juego de sus constituyentes con tal de luchar guerras culturales que nunca debieron existir.Cuéntame más: en los 80, la administración de Ronald Reagan y el Capitolio crearon las Áreas de Patrimonio Nacional para fomentar la preservación de zonas históricas y emblemáticas de Estados Unidos.* Algunos ejemplos: la región de las históricas fábricas de automóviles en Detroit, los condados colonizados por pioneros mormones en Utah en la conquista del Oeste o la zona de Ohio donde los hermanos Wright desarrollaron sus primeras máquinas voladoras.En Montana, una jubilada del Servicio Forestal federal llamada Jane Weber se alió con conservacionistas para fomentar el turismo y ayudar a conservar una región cercana al río Misuri en la que se asentaron los primeros colonizadores del Oeste.* A lo largo de seis años, organizaron asambleas públicas y se recorrieron el circuito radiofónico de Montana para promover la designación como Área de Patrimonio Nacional.Y entonces llegó Grulkowski, la dueña de una empresa de limpieza de tanques sépticos que había leído que la iniciativa era en realidad un caballo de Troya para que el gobierno federal pudiera expropiar tierras en el futuro.* Con esa premisa, lanzó una campaña de activismo dedicada única y exclusivamente a derrotar el proyecto a base de mentiras propagadas a través de grupos de Facebook y carteles en autovías.¿Cómo? La inventiva y l