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Astarte de EL CARAMBOLO. WHO'S THAT GIRL?

ASTARTE from EL CARAMBOLO. Who´s that girl? This paper presents a review from the sculpture in bronze named «Astarté from El Carambolo». Currently, you can visit this phoenician goddess in Sevilla, the scultpure belongs to the stable collection from the Museo Archaeological. This object has served to build the iconographic studies about Astarté. The goddess is clearly identified as Astarté, the sculpture has an epigraphic inscription where the feets are laied on. Have been made a new iconographic study and the results have to be connected with the last research in the archaeological site between 2002 and 2005. Resumen: El presente trabajo consiste en una revisión de la pieza escultórica realizada en bronce de la diosa oriental Astarté conservada en el Museo Arqueológico de Sevilla. La escultura, es una de las representaciones de la diosa que han contribuido a formar el corpus iconográfico de la misma ya que, está identificada claramente por la inscripción epigráfica que presenta en el escabel dónde reposan los pies de la diosa. Se ha realizado una nueva lectura iconográfica que debe ponerse en relación con las últimos datos conocidos a partir de las últimas excavaciones en el yacimiento de El Carambolo entre 2002 y 2005.

ASTARTÉ DE EL CARAMBOLO. WHO’S THAT GIRL? Ana D. Navarro Ortegai RESUMEN: El presente trabajo consiste en una revisión de la pieza escultórica realizada en bronce de la diosa oriental Astarté conservada en el Museo Arqueológico de Sevilla. La escultura, es una de las representaciones de la diosa que han contribuido a formar el corpus iconográico de la misma ya que, está identiicada claramente por la inscripción epigráica que presenta en el escabel dónde reposan los pies de la diosa. Se ha realizado una nueva lectura iconográica que debe ponerse en relación con las últimos datos conocidos a partir de las últimas excavaciones en el yacimiento de El Carambolo entre 2002 y 2005. PALABRAS CLAVE: Religión fenicia, Astarté, Carambolo, Santuarios, Spal. THE ASTARTE FROM EL CARAMBOLO. WHO’S THAT GIRL? ABSTRACT: his paper presents a review from the sculpture in bronze named «Astarté from El Carambolo». Currently, you can visit this phoenician goddess in Sevilla, the scultpure belongs to the stable collection from the Museo Archaeological. his object has served to build the iconographic studies about Astarté. he goddess is clearly identiied as Astarté, the sculpture has an epigraphic inscription where the feets are laied on. Have been made a new iconographic study and the results have to be connected with the last research in the archaeological site between 2002 and 2005. KEY WORDS: Phoenician Religion, Astarté, Carambolo, Sanctuary, Spal. PROCEDENCIA Y CRONOLOGÍA En el año 1963 ingresa en el Museo Arqueológico de Sevilla con el número de inventario de colección estable 11136 la conocida como Astarté de El Carambolo. En la documentación custodiada en el Museo los libros de registro relejan la entrada de la pieza como un ingreso por donación, aunque i 1 Conservadora de Museos, Museo Arqueológico de Sevilla. [email protected]. Este trabajo parte de una actividad didáctica desarrollada por el Museo Arqueológico de Sevilla, ciudad a la que me trasladé desde Almería en 2013. Fue allí, en su ciudad, dónde tuve la oportunidad de conocer a Manuel Acién. Sus trabajos pioneros en Bayyana y el territorio almeriense, sus colaboraciones con otros prestigiosos investigadores y sus aportaciones sobre la Almería islámica y al-Andalus han quedado en parte relejados en el Museo de Almería. Sus numerosos estudios y publicaciones avalan su gran labor y trayectoria, a él dedico esta aportación. Para Mane, In Memoriam. Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X El presente estudio1 presenta una revisión iconográica de la escultura que representa a la diosa Astarté procedente de El Carambolo (Camas, Sevilla). La escultura de apenas 16,6 cm de alto realizada en bronce se puede contemplar actualmente en la sala dedicada al yacimiento mencionado en el Museo Arqueológico de Sevilla. Se trata de una de las piezas identitarias de la colección del mencionado museo. La igura representa a una mujer desnuda sedente, de frente y es de una gran signiicación en el contexto del Mediterráneo Antiguo. 484 Ana D. Navarro Ortega Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X Imagen 1. Astarté de El Carambolo Joaquín Romero Murube la entregó al museo, con anterioridad la pieza había sido adquirida en el conocido mercado de antiguedades. No está clara su procedencia exacta, aunque parece bastante probable que el yacimiento cercano de El Carambolo, en Camas (Sevilla), dónde apareció en 1958 el conocido tesoro fuera también el lugar donde esta pequeña escultura fue encontrada. Se han publicado2 algunas breves noticias sobre la localización del hallazgo que incluyen testimonios del entonces niño que supuestamente la encontró. Las referencias de que disponemos tanto por la documentación histórica de los archivos del museo, como por los datos publicados, y, por 2 3 4 5 la entidad de los restos arqueológicos y los conjuntos materiales hallados en el yacimiento de El Carambolo, sugieren que efectivamente la diosa provenía de este lugar, un santuario situado sobre un promontorio elevado al otro lado del río Guadalquivir de frente a la antigua Spal fenicia dónde se rendía culto a Baal y a Astarté3. Sabemos por las recientes excavaciones en el yacimiento (2002-2005) que la cronología más temprana de ocupación fenicia del lugar se sitúa en torno al siglo IX a.n.e según datación radiocarbónica, aunque el cerro había sido habitado anteriormente durante la Prehistoria Reciente documentándose allí algunos silos y un enterramiento4. La pequeña escultura fue realizada con la técnica de la cera perdida fundida en bronce, representa a una mujer desnuda sentada sobre un trono, hoy inexistente, con un tratamiento estético que recuerda a otros modelos egipcios (sobre todo por el cabello, los ojos y la posición). Sus pies reposan sobre un escabel que posee una inscripción en lengua fenicia fechada por estudios epigráicos entre inales del siglo VIII a.C. principalmente, o primera mitad del siglo VII a.C. La inscripción de carácter votivo es el testimonio más antiguo de escritura fenicia documentado en Extremo Occidente5, y el testimonio iconográico de una diosa que se representa con un lenguaje simbólico amplio y resbaladizo. LA INSCRIPCIÓN Han sido muchas las interpretaciones y traducciones que de la inscripción se han hecho, el texto con algunas variaciones generalmente se traduce así: «Este trono han hecho Ba‘lyaton hijo de Dommilk y Abdba’l hijo de Dommilk hijo de Ysh’al para FERNÁNDEZ GÓMEZ, F. (2011): 54-76. ESCACENA CARRASCO, J.L y AMORES CARREDANO, F. (2003): 41-68 FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A. (2010): 210 y 222. AMADASI GUZZO, M.ª G. (2001-2002): 47. Astarte de El Carambolo… 485 Astarté-Hor, nuestra señora, porque ha escuchado la voz de sus palabras»6. 6 7 Imagen 2. Ficha de registro en el Museo Arqueológico de Sevilla Imagen 3. Detalle de la inscripción RÖLLING, W. (1969): 141-145, AMADASI GUZZO, M. G. (1992): 165. Por ejemplo en Khirbet et-Taiybe, en templo cercano a Tiro (KAI 17). Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X Por la inscripción, sin entrar en profundas determinaciones epigráicas, podemos deducir la existencia de una ofrenda –un trono para Astarté– que los oferentes, dos hermanos que reseñan además su vinculación genealógica paterna, hacen a la diosa –su señora–, porque les ha concedido el don que previamente ellos han solicitado. El objeto donado en sí, constituye el testimonio del mobiliario litúrgico asociado a la devoción de la diosa, en otros lugares orientales existen referencias a ofrendas de tronos en relación con Astarté, muchos de ellos decorados con esinges. Generalmente, el trono es un objeto cultual que cuando se documenta en contextos arqueológicos del Mediterráneo antiguo se ha utilizado generalmente para identiicar la existencia de devoción a esta diosa7. Los nombres de los dos devotos que ofrecen el trono a Astarté presentan connotaciones religiosas, las raíces que componen los nombres Dommilk, Abdba’l o Ba’lyaton, se relacionan con teóforos que reieren a un Baal, Milk-Melqart o señor. El caliicativo de «mi señora», denota igualmente un ámbito religioso familiar, alude a unas relaciones personales de la diosa y sus devotos, una cotidianidad en la relación religiosa, un carácter doméstico. Por último la escucha de la diosa y la concesión de lo solicitado la convierten en una especie de benefactora, de protectora. Todo ello alude a las atribuciones especíicas del culto documentadas en otros lugares dedicados a la diosa. El término que más conlictos ha generado desde que se conoce la inscripción en el ámbito de la investigación de la pieza, es el epíteto Hr que acompaña al nombre de la diosa. Ha sido interpretado por algunos investigadores como una alusión a la Astarté Hurrita, adorada en ámbitos Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X 486 Ana D. Navarro Ortega ugaríticos8. Esta hipótesis ha sido argumentada sobre la existencia de otras inscripciones en las que la misma fórmula acompaña el nombre de la diosa en textos ugaríticos y egipcios, por tanto podría hacer referencia a una devoción concreta documentada en un territorio vinculado con la Ishtar Mesopotámica. Para otros investigadores Hr ha sido interpretado como una alusión a las representaciones de Astarté de la ventana, lo que la relaciona iconográicamente con otras imágenes de la diosa realizadas en maril de la misma cronología y atribuidas a Astarté y a su relación con el mundo de la prostitución sagrada. También ha sido asociado el término Hr a una cueva-gruta, Astarté de la cueva-de la gruta, lo que pone en evidencia el carácter oracular y la posición de Astarté como deidad de enlace para el contacto con el mundo subterráneo al que se accede a través de las grutas u oriicios en la tierra. Esta acepción también relaciona las grutas como los lugares dónde se practicaba la prostitución sagrada asociada a la diosa. Por último, Hr ha sido relacionado con la Astarté de la tumba, de la cámara nupcial, por su asociación al mundo funerario de ultratumba, y su papel de esposa que rescata a su paredro, Baal, de entre los muertos devolviéndolo a la vida. En 2013 otra nueva interpretación9, ha argumentado que el término Hr hace referencia a un caliicativo geográico descriptivo, a un paisaje. A partir de las evidencias epigráicas de ámbito griego y de la mención de una Afrodita 10 de los pantanos de sal, Kerr, realiza un estudio comparativo sobre otras alusiones en textos antiguos relativas a paisajes y entornos geográicos vinculados con el agua. Basándose en inscripciones y otros documentos de procedencia griega relacionados con la diosa Afrodita, se plantea que este término se ha tomado prestado de las denominaciones fenicias de Astarté. Según esta interpretación Hr alude a la presencia de un paisaje de marismas y de conluencia entre una rivera luvial y el mar, un puerto, lo que nos recuerda el paisaje que debió existir en el antiguo Guadalquivir, el Sinus Tartesius romano11, el promontorio sobre el que se asentaba el yacimiento de El Carambolo y su santuario. El autor llega a esta conclusión a partir de la comparación semántica de Hr con otras raices de procedencia árabe y por las interpretaciones posteriores de Afrodita en el mundo griego, cargadas de vínculos con el mar, el agua, los pantanos. Literalmente en numerosos textos antiguos el caliicativo que acompaña al nombre de la diosa Afrodita, ha sido traducido como Afrodita del Estuario, derivando esta interpretación del lexema púnico utilizado para «puerto». Sin duda una hipótesis interesante dadas las connotaciones geográicas especíicas del lugar en el I milenio a.C y la existencia de un santuario de tipo empóricio relacionado con Spal12 en la desembocadura del Guadalquivir. LA DIOSA La religión fenicia es politeista y se conforma sobre una base de seres sobrahumanos numerosos y variados que están ligados a distintos factores de la experiencia humana y que son organizados jerárquicamente como una gran familia con relaciones de parentesco y ainidad13. Los vínculos de los devotos hacia sus dioses denotan 8 La discusión detallada del término está ampliamente desarrollada por AMADASI GUZZO, M.ª G. (1992): 163-180. 9 KERR, R. M. (2013): 206-212. 10 El carácter versátil de la diosa fenicia la ha llevado a ser objeto de distintas Interpretationes, en el ámbito griego se la ha identiicado con Afrodita, sobre este asunto ver BONNET, C. y PIRENNE- DELFORGUE, V. (1997): 249-273. 11 AVIEN., ora 265-306. 12 BELÉN DEAMOS, M. y ESCACENA CARRASCO, J.L (1997): 113; AMORES CARREDANO, F. y ESCACENA CARRASCO, J.L. (2003): 44. 13 RIBICHINI, S. (2008): 308. Astarte de El Carambolo… 14 15 16 17 18 19 20 21 22 comerciales marítimas, y a partir del siglo IV a.C. será gradualmente suplantada por otras diosas18. Por tanto, el I milenio a.C. es el momento de Astarté19, pero su personalidad desde el siglo X a.C. en adelante estará en constante cambio ya que se verá enriquecida con aportaciones de las deidades locales veneradas antes que ella en los territorios donde la diosa fue importante.. En las colonias occidentales de Sicilia, Cerdeña, Malta, o Península Ibérica, su culto se percibe cargado de connotaciones particulares, además, incorporará desde su salida de Oriente un bagaje egipcio importante en su iconografía, no en vano fue adorada en Memphis, Tebas y otros centros importantes de Egipto apareciendo en algunas representaciones acompañada por dioses principales egipcios y por varios faraones20. Este carácter enlaza con la peculiaridad de la religión fenicia como una religión itinerante, religio migrans21, que se transforma permanentemente y se enriquece con connotaciones locales y reinterpretaciones de sus prácticas litúrgicas desde el origen del culto en Oriente, y que conlleva la constante incorporación de atribuciones singulares más o menos adaptadas al sustrato local. ICONOGRAFÍA DE LA ASTARTÉ DE EL CARAMBOLO Existen muchas Astartés, pero son pocas las imágenes que de manera cierta se pueden considerar el relejo de la diosa22, por ello la Astarté de El Carambolo es conocida en todo el Mediterráneo y es además un referente para los estudios iconográicos sobre diosas orientales de este periodo. RIBICHINI, S. (2008): 294. AMADASI GUZZO, M.ª G. (1992): 171-172. BONNET, C. (2010): 459. BLOCH SMITH, E. (2014): 192. y AMADASI GUZZO, M.ª G. (1994): 47. BLOCH SMITH, E. (2014): 194. BLOCH SMITH, E. (2014): 193. TAZAWA, K. (2014): 110. BONNET, C. (2010): 454. BONNET, C. (1996): 127-131. Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X una relación de don-contra don, y la religión está presente en todas las facetas de la vida cotidiana. Existen muchísimos textos de tradiciones religiosas orientales antiguas que han llegado a nosotros en tablillas cuneiformes, algunas recetas de magia y encantamientos, así como amuletos en los que se inscriben fórmulas mágicas contra el mal de ojo y otras dolencias. La religión fenicia hereda la tradición siria de la Edad del Bronce y algunas divinidades son veneradas como ya hemos dicho desde muy antiguo, por ejemplo Astarté, Baal, Horon, Rashpah o Baal Saphon14. La historia de la diosa Astarté es remota, se tiene conocimiento de ella y se testimonia su culto en Mesopotamia y Asiria desde el II milenio a.C. por varias referencias existentes en documentos de archivos de palacios y templos de textos ugaríticos15. Astarté se posiciona en el I milenio a.C. como una diosa que ha sabido mantenerse y acaparar las potestades de otras divinidades que quedan relegadas ahora a un papel secundario16. Astarté en el I milenio a.C. es la diosa tutelar de las ciudades costeras fenicias y aparece vinculada estrechamente a la realeza y a su compañero o Baal, divinidad masculina. Astarté es la diosa fenicia más importante, la diosa es adorada en Tiro, Biblos y Sidón, los propios reyes se proclaman sus sacerdotes y ella aparece como patrona de las ciudades, protectora de estos territorios, es una diosa políada. La mayoría de ciudades de la costa oriental adoptaron a Astarté como diosa patrona de la ciudad siguiendo la tradición de Ishtar en Ninive17. Astarté lorece con las ciudades estado del siglo X, su culto se extiende con las actividades 487 Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X 488 Ana D. Navarro Ortega La diosa se presenta con fuertes inluencias de la estética egiptizante, curiosamente, varias divinidades femeninas fenicias de Oriente inluyeron sobre todo durante el Imperio Nuevo en la religión egipcia, dando mayor protagonismo a las diosas23. Astarté era adorada en Egipto de Norte a Sur, su vinculación con los personajes de la realeza se pone de maniiesto en las representaciones junto a Amenophis II, Ramsés II, Merenptah y Siptah24, lo que parece poner en evidencia una relación estrecha en la que el faraón participa de la divinidad, éste aspecto entronca obviamente con la faceta de protección y vínculos con el ámbito dinástico y político que la diosa desarrolló en Oriente25. La diosa de El Carambolo se representa sentada, en actitud relajada de bendición, lo que se relaciona con otras deidades que actúan como gobernantes de las ciudades, como es el caso de la Astarté de Tiro. Este aspecto vincularía el culto de nuestra Astarté con cierta faceta políada del espacio, patrona de la ciudad y del territorio en las colonias occidentales. Cronológicamente, la representación de la Astarté en bronce de El Carambolo queda adscrita en torno al siglo VIII a.C26. En esas fechas el espacio geográico del yacimiento había sufrido algunas transformaciones, a partir de la instalación para albergar el primer santuario –Carambolo V–, se evidenciaron posteriores reestructuraciones y ampliaciones que dieron lugar a un gran complejo cultual con varias capillas y espacios rituales27. Recordemos que la cronología general del yacimiento como santuario está planteada en un marco temporal que se inicia en el siglo IX ane y que culmina con el ocultamiento del tesoro en los incios del siglo VI a.C28. 23 24 25 26 27 28 29 30 Veamos a grandes rasgos los principales elementos que caracterizan a la Astarté sevillana: Peinado, la diosa presenta un peinado con bucles abierto en medio y con una tira frontal bajo la frente. Podría haber portado un tocado tal y como se aprecia por las marcas evidentes en la cabeza, se asemeja en su tratamiento del rostro y peinado a las representaciones en maril procedentes de Nirmrud de la denominada Astarté de la ventana29. Las marcas de lo que pudo haber sido un tocado o corona concuerdan con los modelos iconográicos conocidos inspirados en las diosas egipcias Hathor e Isis. Son numerosas las imágenes de divinidades femeninas que conocemos con tocados de cuernos o del tipo atef, por tanto no sería extraño que la Astarté de El Carambolo se hubiera presentado a sus ieles con un tocado que la relacionaría con sus atribuciones políticas y territoriales o sobrenaturales. Escabel, pies sobreelevados, el hecho de mostrarse desnuda y sentada sobre un trono, al que se alude además en la inscripción epigráica, y con los pies apoyados en un escabel, de nuevo remite a la gobernanza de la diosa, a su situación de divinidad tuteladora del ámbito terrenal y a su carácter de protectora del territorio, de garante política30. Ojos, la diosa se representa con los ojos marcadamente delineados hacia los laterales de la cabeza, una forma iconográica acorde a los modelos egipcios, siguiendo los patrones de otras diosas como Hathor o Isis. Orejas, el tratamiento destacado de las orejas que sobresalen del peinado podría hacer alusión TAZAWA, K. (2014): 208 y 111. CORNELIUS, I. (2004): 25 y 29. BONNET, C. (2009): 207 y 213 ; y (2010): 455. y CORNELIUS, I. (2004): 72. AMADASI GUZZO, M.ª G. (1994): 195-196. FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A. (2007): 93. FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A. (2007): 172-173. QUATROCCHI PISANO, G. (1974): 110-111. UEHLINGER, C. (1991): 880. Astarte de El Carambolo… 489 al carácter de escucha, de intermediaria de la divinidad en la concesión de dones31, el hecho de destacar ojos y orejas sin duda hace referencia a la actitud de la diosa hacia sus devotos, así como se releja por ejemplo en la inscripción de la estela de Yehawmilk en la que podemos leer las referencias a los ojos de la diosa, y al acto de escuchar las voces de los devotos32. Las orejas tipo bovinas aparecen en ámbitos mesopotámicos en algunas representaciones de la Edad del Bronce Medio, desde entonces son usuales en representaciones de diosas en lugares como Chipre y Egipto. Este modo de marcar las orejas se ha relacionado con cabezas del tipo hathoricas y también con representaciones de la diosa oriental Asherah33. Desnudez, es este un atributo reservado a las divinidades y muy representativo de Astarté34, este rasgo iconográico es originario igualmente de la zona Mesopotámica35 asociado a las representaciones de Ishtar36. 31 32 33 34 35 36 BONNET, C. (2009): 211. GONZÁLEZ WAGNER, C. (2011): 138-139. BUDIN, S. (2015): 330-331. GONZÁLEZ WAGNER, C. (2011):139-140, BUDIN, S. (2015): 319. BUDIN, S. (2015): 315. BUDIN, S. (2015): 325. Imagen 5. Detalle orejas y ojos Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X Imagen 4. Detalle evidencias posible tocado 490 Ana D. Navarro Ortega b a c Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X Imagen 6. a. Detalle criss-cross Astarté de El Carambolo; b. Astarté colección Medelhavsmuseet Stockholm (n.º MM14110) y c. Astarté Fitzwilliam Museum, Cambridge (n.º E.GA.4290.1943) de la colección Gayer-Anderson Pechos, una novedad aportada por esta revisión es la constatación de la existencia en el pecho de la diosa de una marca a modo de triángulo invertido (criss-cross). Este elemento podría estar relacionado con algún tipo de arness portado por la diosa vinculado a su carácter de dominadora y señora de los animales, en concreto de los caballos. Este atributo de la diosa está muy extendido en las representaciones documentadas en Egipto37, y directamente relacionado con las reminiscencias iconográicas de Ishtar. Este arness se vincula con la representación de la funda de la espada de Ishtar, elemento documentado en otras representaciones alusivas a la diosa Astarté y a su carácter bélico. Existen varias representaciones de la diosa a caballo desnuda portando esta especie de cinta de cuero o arness cruzando el pecho38. Del mismo modo, los senos desnudos y enmarcados junto con el vientre abultado se 37 CORNELIUS, I. (2004): 42-43. 38 CORNELIUS, I. (2004): 119. 39 QUATROCCHI PISANO, G. (1974): 113. relacionan con el atributo de fecundidad y maternidad de la diosa39, muy desarrollado en otras representaciones posteriores de Astarté como la diosa de Galera por ejemplo. Posición de brazos, la Astarté sevillana incorpora un oriicio dónde iría articulado el brazo izquierdo hoy perdido, posiblemente sería móvil y habría sido utilizado para bendecir a sus súbditos o saludarlos en actos litúrgicos, relacionados con su faceta de protectora y generadora de bienestar. Posiblemente el brazo derecho habría incorporado un objeto del tipo cetro o un elemento vegetal. Un brazo adelantado y el otro portando un tipo de cetro vinculan a la diosa, una vez más, con algunas representaciones egipcias. Astarté fue muy popular en Egipto pero no solo entre los faraones y en ámbitos reales, su devoción fue extendida en ambientes populares, contó con numerosos adoradores «no reales». Este aspecto Astarte de El Carambolo… En resumen, el peinado y la expresión del rostro nos sitúa la obra en un panorama temprano de la colonización fenicia en el que las ciudades orientales, y sus monarcas fenicios impulsan con 40 41 42 43 44 Imagen 7. Brazo diosa, detalle articulación relaciones diplomáticas y de comercio sus redes con los ámbitos de producción mediterráneos. Esta especial coyuntura se releja en la existenca de un mercado en el que los objetos y la estética egipcios son muy valorados. En Tiro y Biblos, se adoptan iconografías y se incluyen modas egipcias en numerosos ejemplos de la plástica artística43. En conclusión, dado el carácter protector de la diosa, sus relaciones dinásticas con las familias reales en el ejercicio del poder44, sus connotaciones funerarias y su vinculación con el territorio como diosa políada; cuando las poblaciones fenicias se movilizan desde Oriente, la diosa ejerce un papel activo de protección. En su traslado representa a las familias dinásticas y sus referentes de poder en Oriente. Astarté además, ha tutelado el movimiento en el Mediterráneo de una forma efectiva que podemos reconocer en los distintos lugares MOSCATI, S. (1972): 294-296. ZAMORA, J.A. (2006): 333. Por ejemplo en los modelos iconográicos de Qudsu-Qedeshet, Ishtar-Astarté, BUDIN S. (2015): 326-327. GARBINI G. (1981): 41 y XELLA P. y SCANDONE, G. (2014): 57. BONNET, C. (2010): 455. Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X coincide con la devoción suscrita para la diosa en la ofrenda votiva de Sevilla. La hipótesis del brazo de la diosa incorporando un posible cetro o elemento vegetal fue ya adelantada por Moscati40, estos elementos incorporan claves simbóicas que reforzarían la imagen de la asociación política de la diosa y su vinculación territorial en el extremo Occidente. Posiblemente, entre las poblaciones orientales asentadas en el extremo Occidente, los sentimientos de pertenencia fueron reforzados en estas comunidades a través de nuevos vínculos reconocidos en claves simbólicas de imágenes compartidas que construyeron un imaginario colectivo que sustentaba la cohesión de estos grupos, tal y como había sido establecido en Oriente, dónde existieron lazos identitarios con las ciudades de procedencia proyectados en los panteones religiosos de los centros urbanos41. Se trata de un proceso de asimilación de elementos que conforman la identidad colectiva y los proyectan en nuevas formas visuales que asumen rasgos iconográicos reconocibles que se instauran y se comparten en zonas con poblaciones híbridas. Este tipo de proceso ha sido continuado en todo el Mediterráneo antiguo al menos desde el II milenio a.C., se ha documentado en la iconografía sirio-mesopotámica y egipcia, con fuertes inlujos,traspasos y reinterpretaciones de diosas de unos modelos a otros42, futuros estudios sobre la diosa en el extremo Occidente y sus connotaciones locales, podrían aportarnos claves en este sentido sobre la complejidad e interacción social en las colonias occidentales. 491 492 Ana D. Navarro Ortega Mainake, XXXVI / 2016 / pp. 483-494 / ISSN: 0212-078-X sacros costeros a ella dedicados45, y, asociada desde el inicio del viaje46 a las poblaciones recién instaladas en Occidente, será venerada de múltiples formas. Existen otras representaciones de la diosa reconocidas en distintos objetos arqueológicos que pueden plantear la existencia del culto a Astarté; betilos, y otros materiales con elementos iconográicos vinculados a la diosa nos presentan un territorio ideológicamente diverso y complejo en el extremo Occidente. Elementos de uso común tales como accesorios para las indumentarias (broches de cinturón), o cerámicas, contienen elementos iconográicos que remiten a la diosa, también se documentan en la decoración de fuentes metálicas, objetos de maril, jarras rituales, huevos de avestruz o joyas, muchos de estos objetos han sido recuperados en contextos funerarios, en la mayoría de ellos se puede establecer una lectura simbólica que nos presenta a Astarté. Por tanto, la divinidad ha sido el aval político de los movimientos a Occidente, y la protectora de las comunidades orientales en suelo peninsular. No es extraño pues, que el primer santuario documentado en el cerro de El Carambolo marque una cronología antigua en torno al siglo IX a.C. La erección del mencionado templo está en estrecha relación con la ordenación territorial de la Spal fenicia y el control de sus accesos, de bienes y personas. Control planteado desde la esfera económica, como canal de los circuitos de intercambio y comercio instalados por los grupos semitas, e ideológico, como áreas de paso en los que la «tributación» ritual a la diosa se hace efectiva en su santuario, enclave estratégico como ruta marítima y de acceso al territorio interior. Esta revisión iconográica será ampliada con estudios especíicos sobre la escultura de la diosa, la caracterización del material en el que fue realizada y la obtención de nueva documentación gráica con técnicas radiológicas, entre otras, serán necesarias para un mejor conocimiento de la obra. Aunque será el proyecto de trabajo planteado con colaboraciones externas que está impulsando el Museo Arqueológico de Sevilla sobre el yacimiento de El Carambolo, el que determinará otras posibles interpretaciones e hipótesis sobre esta importante obra y su signiicado histórico en el contexto del Mediterráneo antiguo, tanto en Oriente, como en el extremo Occidente. 45 Existe una clara vinculación entre la sacralidad profesada por los marineros del Mediterráneo antiguo y Astarté, para ello remitimos a ROMERO RECIO, M. (2000). 46 BONNET, C. (2010): 454. Astarte de El Carambolo… 493 AMADASI GUZZO, M.ª G. (1992): «Astarté in Trono», en Studies in the archaeology and History of Ancient Israel in honour of Moshe Dothan, Haifa University Press, pp. 163-180. — (2001-2002): «Astarté fenicia e la sua difusione in base alla documentazione epigraica», en Estudios Orientales, 5-6, Editorial Universidad de Murcia, pp. 47-54. AVIEN, Ora, 265-306. 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