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JUAN CRISÓSTOMO TORBADO FLÓREZ (Gallegillos de Campos, 28 de enero de 1867- 1947).
Estudió arquitectura en la Escuela de Madrid. Se especializó en sistemas constructivos y en
historia de la arquitectura. Ecléctico, vivió en una época de transición en la arquitectura del
historicismo al racionalismo. Influido en su primera etapa por su maestro Juan Bautista Lázaro
evolucionó hacia el Movimiento Moderno buscando la limpieza de muros. La implosión del
franquismo hizo que tanto él como su hijo, Torbado Franco, retornaran a lo ecléctico. Ocupó los
cargos de arquitecto Municipal, Diocesano y Provincial de León. Fue Decano del Colegio de
Arquitectos de Galicia, Asturias y León.
RESTAURADOR DE LA CATEDRAL DE LEÓN
Comenzó como auxiliar del arquitecto de la Catedral Juan Bautista Lázaro (m. 1919) que la abrió
al público, el año de 1901. Con él reintegró el nuevo retablo para la capilla mayor con algunas
pinturas originales. Le sucedió en el cargo a partir de 1910. Participó así en el gran debate de la
conservación de monumentos a escala nacional. Su actuación se situaría hacia el respeto y la
consolidación, con teorías contrarias a las que había representado en Francia Viollet-le-Duc y en
España Demetrio de los Ríos y Vicente Lampérez. Su maestro Lázaro le imbuiría de humildad y
estudio ante la obra de arte y arquitectura.
Entre sus obras en la catedral hay que señalar la demolición (1911) de Puerta Obispo y casas
anejas (por orden de la autoridad superior, pues se opuso con todas sus fuerzas siguiendo las
tendencias que negaban aislar los monumentos); en 1910-1918 reparó el claustro: limpió las
bóvedas, reformó pavimentos y torre de las campanas y consolidó en aquél 31 pinturas de N.
Francés, acciones mal realizadas que comportaron su encintado de mortero de cemento y arena,
lavado con agua y barnizado, que criticó su amigo Manuel Gómez Moreno. Tampoco acertó con
el repintado del sepulcro del obispo Martín Fernández y muchas otras obras que ha sido
necesario des-restaurar. En otro orden, su aportación sí ocasionó la recuperación de 32 vidrieras
y la sustitución de numerosos elementos pétreos de la catedral. Desde 1918 a 1926 rehizo
cubiertas de naves y de la capilla de Santa Teresa, pináculos, etc., así como de reparó vidrieras
de la capilla de Santiago, las altas del ábside y otras y la torrecilla del caracol de la muerte. A los
dos años trabaja en el hastial y rosetón sur, en la Capilla del Cristo y su retablo y en los siguientes
sigue con ventanales, vidrieras, cubiertas. En 1930 se ocupa del traslado de la Puerta de la
Gomia, del atrio y de otras operaciones. En 1931 reconstruyó el retablo de la capilla del Cristo.
En 1932 trabajó sobre todo en el sector norte y cubiertas y labores habituales de mantenimiento
y conservación que le distrajo el resto de los años. En 1942-1943 el estado lamentable de la torre
del Reloj fue necesario afrontarlo. Ya en 1942 aparece como nuevo responsable su hijo Juan C.
Torbado Flórez que trabaja en el hastial sur con el arquitecto jefe de la 1º zona Luis Menéndez
Pidal que se ocuparán de las torres y este último en 1961-1963 en sustituir el hastial sur, con lo
que no estaba de acuerdo el viejo Torbado.
OTRAS OBRAS DE RESTAURACIÓN
Intervino en numerosas obras por toda la diócesis. En San Marcos (Museo, claustro y zona de
remonta), en San Isidoro de León (su primer proyecto de reparaciones es de 1911), en las iglesias
de la ciudad de León como el Mercado o el palacio de Villasinda, en San Miguel de Escalada,
Sahagún, Pedrosa del Rey, Valderas, Valencia de Don Juan, etc.
ARQUITECTURA OBRA NUEVA
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En la ciudad y en la provincia proyectó numerosos edificios de viviendas, establecimientos, etc.,
la mayoría de ellos eclecticistas, neobarrocos, neo-renacentistas y neomudéjares. Destaca la
iglesia de San José de las Ventas (1928-1932), de estilo neogótico, recogiendo especialmente la
influencia de su maestro Lázaro y sus obras madrileñas y, en menor medida, con referencias del
mudéjar de la escuela de Sahagún. Intervino en los trabajos para el ensanche de la ciudad de
León de principios del siglo XX. En Sahagún construyó en 1934 el Cuartel de la Guardia Civil,
después de una importante excavación en el solar del monasterio de los Santos Facundo y
Primitivo. Es interesante por sus muros lisos, el material del ladrillo, su planta en ele y la
adaptación al espacio de la nave, una obra que muestra la transición del eclecticismo hacia el
racionalismo. Edificios de viviendas se distribuyen por toda la provincia.
COLECCIONISTA DE ARTE Y ARQUEOLOGÍA
Vivió en una época en la que solo las élites culturales estimaban el patrimonio y las iglesias y el
mercado estaban repletas de obras ofrecidas a los mejores postores. Como todos los personajes
que se dedicaban a la conservación del patrimonio (desde el Marqués de Vega-Inclán, Mr.
Huntington -fundador de la Hispanic Society de Nueva York, con obras españolas- a M. Gómez
Moreno) era un gran coleccionista de arte. Su condición de arquitecto diocesano y de la catedral
le acercaba a los archivos y a las trasteras donde podía informarse de obras de arte retiradas o
relegadas, incluso de acceder a su compra o donación en circunstancias favorables, como la
necesidad de dinero de parroquias pobres para sus reparaciones. En sus libros privados consta
muchas veces el origen de las piezas de su colección y el precio que pagó por ellas. Colaboró en
exposiciones nacionales y extranjeras siempre defendiendo su leonesismo.
DEFENSOR DEL PATRIMONIO
Fue miembro de la Comisión de Monumentos desde la que luchó para intentar que muchos
monumentos y obras de arte no se destruyeran. Así se opuso a la demolición de Puerta Castillo,
de la Iglesia de Palaz del Rey, etc. Como tal llegó a presidente de la Sociedad Leonesa de
Excursiones. Se dedicó a su difusión en conferencias y publicaciones (La Catedral de León,
Barcelona, s/f., entre otras). Sobre Sahagún publicó un artículo sobre el retablo del convento de
Sta. Mª la Real de Trianos. Entre sus proyectos cumplidos con el obispo de León se encuentra la
fundación del Museo de la Catedral, que este año cumple 100 bajo.
GRAN SER HUMANO
Defendió al alcalde de la ciudad al inicio de la guerra civil defendiéndolo ante el Gobernador,
pero su esfuerzo le concitó multas y desprecios de las nuevas autoridades. Fue amigo de los más
importantes artistas de la época, como D. Zuloaga, de los mejores historiadores, como Gómez
Moreno y Díaz-Jiménez y Molleda, y gran leonesista que reflejó en sus fotografías.
Su hijo JUAN TORBADO FRANCO (León, 1901-1971), hombre de mucha mayor cultura, con gran
conocimiento de la arquitectura centroeuropea, respondió también a las ideas estéticas del
Régimen franquista y del Obispo Almarcha, con edificios como el del hospital de Santa María de
Regla (traslado de los restos del Monasterio de Prado que salvaron de su destrucción) o la iglesia
de San Juan y San Pedro de Renueva (verdadero ejemplo neo-renacentista de la concinnitas
albertiana y que evitó también la desaparición de los restos del monasterio de Eslonza),
cumpliendo las directrices de la Dirección General de Bellas Artes franquista (Iñiguez Almech) y
de la Iglesia Católica (Junyent), como la reintegración de la iglesia de San Tirso de Sahagún (en
1948 se hundieron la torre y el ábside). Como ejemplo de su excelente arquitectura urbana
podemos resaltar ahora solo la casa de la calle Burgo Nuevo con esquina a Calle Villa de
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Benavente, con pleno carácter vienés de la modernidad, si bien, luego derivó hacia la
arquitectura internacional más tópica.
ALCALÁ DE HENARES (mADRID).
Javier Rivera Blanco, noviembre, 2017.