Muchos han cantado Despacito, el reguetón que Luis Fonsi compuso con Erika Ender y que arrasa en todo el mundo desde que apareció en enero de 2017. Es ya el quinto vídeo más visto en la historia de YouTube. Ahora bien, ¿cuánta gente de verdad canta Despacito? ¿Hay alguien que cante Despacito y no Despasito -con /s/-? Probablemente muy pocos.
Sin formulario de encuesta alguno, podemos aventurar esta respuesta: la mayoría de los lectores de Verne pronuncia despasito. Es simplemente una cuestión de cifras. Son seseantes los hispanohablantes de América (esto es, pronuncian malisia, destresa, rompecabesas... por usar una de las cadenas rimáticas de Despacito). Eso explica que sesee el propio intérprete de la canción, puertorriqueño: Me voy asercando y voy armando el plan / Solo con pensarlo se aselera el pulso.
Son seseantes quienes aprenden español en Norteamérica, tanto por la influencia de los latinos estadounidenses como por la procedencia de los profesores estadounidenses de español, normalmente también hispanoamericanos. Con su particular cara de intenso, hasta el ídolo de jovencitas Justin Bieber se puso a cantarla y de nuevo dijo despasito. El seseo en América es parte del estándar, y lo oímos sin rareza en los productos audiovisuales que se realizan al otro lado del Atlántico.
En cambio, en España el seseo no tiene tanta presencia en los medios. Son seseantes los canarios y lo son muchos de los andaluces (por ejemplo, sesean en Sevilla capital). Así, si nos vamos a otros que han cantado o versionado Despacito vemos idéntico gusto por la /s/.
En una de sus descacharrantes adaptaciones musicales (no olvidamos el fiesta fiesta, pluma pluma gay), Los Morancos utilizaron Despacito para burlarse de la sentencia a Urdangarín y se quejaban, pronunciándolo todo con la /s/, de que es delito / si el que roba algo es un pobresito / y va pa’ la cársel pero rapidito.
Quienes no sesean serán posiblemente distinguidores, o sea, dirán suavecito y despacito. Pensemos en el madrileño Enrique Iglesias, que no decía corasón sino corazón en la canción que nos persiguió el año pasado: con él te duele el corazón / conmigo te duelen los pies (dos versos para una antología poética, sí).
Son distinguidores la mayoría de los españoles peninsulares, que en sus medios no suelen tan frecuentemente oír el seseo. Eso sí, sea por parecerse a Luis Miguel, a Raphael o por el efecto imitativo de la balada americana, hemos visto a muchos cantantes españoles no andaluces sesear al ponerse romanticones cantando.
Y aún hay una tercera posibilidad, que se da también en buena parte de Andalucía: ser ceceante, y no albergar por tanto el sonido de la /s/: dirán despacito pero también algo como zuavecito.
¿Cuántos son seseantes, ceceantes o distinguidores?
Una vez que has reconocido en qué grupo de los cantantes de Despacito te incluyes: seseante, ceceante o distinguidor, te cuento con cuántos más te codeas.
Las cifras son claras. Según el Anuario del Instituto Cervantes, en el año 2015, cerca de 470 millones de personas hablaban como lengua materna el español; y los hablantes españoles (únicos donde está arraigada la distinción despacito / despasito) son algo más de 40 millones (de ellos habría que excluir a canarios y a los andaluces seseantes). Pues sí, parece que son pocos los que cantan Despacito, al menos si los comparamos con los que dicen Despasito.
Y ¿por qué sesean más de 400 millones de hablantes de español? Veamos: en castellano no existe el sonido de la z (cerveza, cereza) hasta el XVI. Antes de esa fecha los castellanos (todos, al norte y al sur) pronunciaban la z, o ce, ci con algo parecido a la /ts/: palabras como plaça, espaçio o maliçia se escribían con ç y sonaban como hoy dices la voz italiana pizza.
Este sonido se perdió, por diferentes razones, a partir del XVI y fue reemplazado de dos formas distintas: el centro y norte de España en vez de decir /ts/ empezaron en el XVI a pronunciar como c, z el sonido de la letra ç (o sea, pusieron la lengua entre los dientes). En cambio, andaluces y canarios (y desde ellos, los americanos) no generaron un sonido nuevo desde ese sonido de la ç sino que reciclaron, aprovecharon la /s/ que ya tenían. O nuevo sonido: despacito pronunciado ya no con /ts/ o confluencia con la /s/ existente: seseo.
Herencia andaluza en América
El seseo americano está emparentado con el andaluz; fue la marinería y la población andaluza, que recaló en Canarias en su viaje atlántico, la que mayoritariamente llegó a América en el XVI.
Que Luis Fonsi diga despasito, pues, está bastante relacionado con que lo digan los Morancos, por ejemplo. La ortografía, eso sí, no es tan bamboleante como la cintura de la modelo que baila en el vídeo de Despacito (la miss Zuleyka Rivera, que seguramente diga su nombre con s, pues también es portorriqueña) y se fue fijando en torno al español central.
Por cierto, también participa en Despacito, y sale en el vídeo, un señor llamado Daddy Yankee, que dice algunas cositas en inglés sueltas. Pero también sesea: es portorriqueño y su nombre real es Ramón Luis Ayala. El prestigio del inglés ha cuajado despacito pero fuerte.
Lola Pons es profesora de Lengua Española en la Universidad de Sevilla y autora del libro Una lengua muy larga.
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