Darío Muchotrigo se confiesa con Trome y cuenta sus mejores anécdotas en Alianza Lima
Darío Muchotrigo se confiesa con Trome y cuenta sus mejores anécdotas en Alianza Lima

Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

En los años 90, corría veloz como si quisiera ganarle al viento. Darío Muchotrigo fue un delantero nacido en Alianza Lima y carga sobre su espalda un apelativo que lo siguió en toda su carrera. Exatacante de la selección en las Eliminatorias a Estados Unidos 94 y actual asistente técnico en Melgar, se mete al túnel del tiempo para recordar sus anécdotas.

¿Por qué te bautizaron como ‘Arañita’?

Me lo puso el ‘Cholo’ Castillo por bajito, delgadito y mi forma de correr.

¿Casi dejas el fútbol?

No crecía y me fui como nueve meses, pero pegué el estirón y regresé al primer equipo.

¿En Alianza se para todo el día fresco?

Allí no puedes vestir de una manera diferente porque te vacilan.

¿Te pusieron ‘al centro’?

Fui a hacer unos trámites personales, me puse un saco entre blanco y beige y así llegué vestido.

¿Qué te dijeron?

Mi ‘chapa’ fue ‘Antonio Cartagena’.

¿Fuiste de salsódromos?

He ido, me quedaba a escuchar a la orquesta que me gustaba y me iba.

¿Tonero?

Prefería las reuniones en una casa y cuando acababa me iba a la mía. Nunca me gustó eso de seguirla.

¿Qué marca fue tu primer auto?

Un ‘Tercel’, no por lujo sino porque trasladarme desde San Martín hasta La Victoria en taxi me costaba más que ir en mi propio auto.

¿Una charla técnica motivadora?

La del profesor Roberto Arrelucea en Juan Aurich.

¿Cuál era?

Trabajábamos muy bien en los días de semana y antes de jugar cada quien ya sabía lo que le correspondía realizar, y él solo nos decía: ‘Recuerden que somos un equipo chico, pero de corazón grande’.

Fuiste delantero, ¿quiénes eran los defensas más temibles de ese tiempo?

‘Bimbo’ (Luis) Ávila, ‘Loco’ (Jorge) Arteaga, el ‘Puma’ (José) Carranza y el ‘León’ (Martín) Rodríguez, el que mejor sabía pegar.

¿Se llevaba todo?

Carne y hueso, ja, ja, ja.

¿Con quién dormiste en tus primeras concentraciones?

Con Juan Reynoso y Carlos Guido.

Por ser el menor, ¿la hiciste de conserje?

No, eso de hacer los mandados fue con los ‘potrillos’ que murieron en el Fokker.

Pero ellos eran mucho mayores que tú...

Por supuesto, pero yo era amigo del utilero del club y llegaba a jugar en las divisiones menores, me quedaba todo el día en Matute y chiquillo conocí a los finaditos y les hacía sus encargos.

¿Pasaste por lo mismo cuando llegaste a Primera?

No, en mi tiempo eso acabó y estoy de acuerdo en que no siguiera esa tradición.

¿Por qué?

Era un abuso que por ser nuevo hagas de conserje de los mayores.

Pero sí hay normas...

Como apagar el teléfono a cierta hora y está bien.

Creo que nunca saliste en un ‘ampay’ por que tu tía ‘Anacé’ Carrillo, la exvoleibolista, te tenía advertido...

Si tú crees que ella es brava, es porque no conoces a Bertha, mi mamá. Ella sí que era de temer.

Jugaste en el Ionikos de Grecia casi tres años...

Cuando uno sale al extranjero no vale decir: ‘Extraño a mi mamá’ o ‘No me acostumbro a la comida’. Llegas y debes jugar si quieres lo mejor para tu familia.

Gracias por tus recuerdos...

Un gran abrazo a ustedes y al diario Trome por la entrevista.

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